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Índice

1. Marco teórico .............................................................................................. 4

1.1. Los Pilares o principios fundamentales del nuevo proceso laboral ....... 4

1.1.1. La Oralidad: .................................................................................... 6

1.1.2. La inmediación:............................................................................... 8

1.1.3. La Concentración:........................................................................... 9

1.1.4. La Celeridad: ................................................................................ 10

1.1.5. La Economía en el Proceso .......................................................... 12

1.1.6. La Veracidad en el Proceso .......................................................... 12

1.2. Los modelos de Control de constitucionalidad en el Perú ................... 13

1.2.1. El modelo de Control de la constitucionalidad de carácter

concentrado .............................................................................................. 15

1.2.1.1. El modelo de control de constitucionalidad de carácter difuso

18

1.2.1.2. El control de constitucionalidad de carácter legislativo ......... 24

1.3. Eficacia de los contratos ante terceros................................................ 28

1.3.1. Los Contratos a favor de terceros................................................. 28

1.3.2. El tercero contractual .................................................................... 30

1.3.3. La ejecución contractual ante terceros ......................................... 31

1.3.4. Teorías que sustentan la ejecución contractual ante terceros ...... 33

1
1.3.4.1. Teoría de la Oferta ................................................................. 33

1.3.4.2. La teoría de la autonomía de la voluntad. .............................. 33

1.3.4.3. La teoría de la institución propia. ........................................... 34

1.4. La litigación oral y sus reglas .............................................................. 34

1.4.1. Principios de la Litigación Oral...................................................... 34

1.4.1.1. Principio de inmediación ........................................................ 34

1.4.1.2. Principio de Oralidad .............................................................. 35

1.4.1.3. Principio de Continuidad y concentración .............................. 35

1.4.1.4. Principio de Contradicción...................................................... 36

1.4.1.5. Principio in dubio pro operario................................................ 36

1.4.1.6. Principio de imparcialidad ...................................................... 37

1.4.1.7. Principio de publicidad ........................................................... 38

1.4.2. Procedimiento aplicable a la litigación oral en el Proceso laboral

peruano ..................................................................................................... 38

1.4.2.1. Teoría del caso: ..................................................................... 38

1.4.2.2. Los Alegatos de apertura: ...................................................... 39

1.4.2.3. Juzgamiento: .......................................................................... 39

1.4.2.4. Alegato final ........................................................................... 41

1.4.2.5. Sentencia: .............................................................................. 42

1.4.2.6. Apelación ............................................................................... 42

1.4.3. Reglas de la litigación oral en el Proceso laboral peruano ........... 42

1.4.3.1. Reglas de carácter conductual en el litigio oral: ..................... 42

2
1.4.3.2. Reglas de carácter técnico en el litigio oral: ........................... 43

1.5. El examen, el contra examen y las objeciones ................................... 47

1.5.1. El examen o interrogatorio ............................................................ 47

1.5.1.1. Concepto ................................................................................ 47

1.5.1.2. Objetivo del Interrogatorio o Examen ..................................... 48

1.5.1.3. Características ....................................................................... 49

1.5.2. El contra examen o contra interrogatorio ...................................... 51

1.5.2.1. Concepto ................................................................................ 51

1.5.2.2. Reglas sobre el alcance del contrainterrogatorio. .................. 51

1.5.2.3. Reglas de formulación del contrainterrogatorio ...................... 53

1.5.3. Las Objeciones ............................................................................. 59

1.5.3.1. Concepto ................................................................................ 59

1.5.3.2. Clasificación de las objeciones .............................................. 59

1.5.3.3. Reglas de formulación de las Objeciones .............................. 60

2. Bibliografía ................................................................................................ 61

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1. Marco teórico

1.1. Los Pilares o principios fundamentales del nuevo proceso

laboral

Los principios del derecho son la garantía de la estabilidad y

funcionabilidad del sistema jurídico; afirman su perdurabilidad. En

ese sentido, los principios, constituyen, como explica (Puente, 2015):

“[…] la reserva segura e inagotable de respuesta que permite

salvar las dudas, vacíos o indefiniciones que fluyen a veces, en la

aplicación de la ley en su carrera por alcanzar el ritmo de la

realidad. Los principios están fortalecidos en los valores más

humanos que el espíritu y el desarrollo del pensamiento han

producido -la justicia, la equidad, la razonabilidad, la solidaridad.

Los principios informan, interpretan, prescriben.”

Entendido el contexto general de los principios en el derecho, su

reflejo en el nuevo proceso laboral es más entendible. En ese

sentido, la doctrina ha definido a los principios laborales como:

“[…] juicios de valor de dicha estructura normativa, donde resaltan

también los valores básicos y se constituyen como las

condiciones ético-jurídicas de la comunidad laboral[...] [son] las

líneas directrices que inspiran directa o indirectamente soluciones

a problemas de vacíos o imperfecciones de las normas laborales.

Asimismo, para promover y encausar nuevas normas o para

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orientar e interpretar las existentes y resolver los casos no

previstos.” (Beltrán, 2013)

Los principios o pilares del nuevo proceso laboral, asumen

características que es necesario resaltar. Una primera característica

consiste en señalar que son enunciados básicos que pretenden

abarcar una serie indefinida de situaciones y no una en particular, de

tal manera que puedan ser utilizados en una diversidad de

situaciones, lugares, tiempos, etc.; y tienen un sentido lógico desde

el Principio Protector hasta el Principio de No Discriminación, que

(Plá, 1994).agrega a los ya conocidos.

En ese sentido, los principios contenidos en el nueva ley procesal

laboral, esto es la ley N° 29497, contiene menciones expresas a los

principios operacionales aborales, también de algunos de carácter

general así como plantea una clausula abierta.

En ese sentido, el Artículo I del Título preliminar contiene la

designación de los principios ordinarios: inmediación, oralidad,

concentración, celeridad, economía procesal y veracidad; entre otros

que detallaremos mas adelante.

Por otro lado, el Artículo III del Título preliminar, comprende

principios como: el inquisitivo, gratuidad del proceso, protector, de

primacía de la realidad, De continuidad del proceso. De debido

proceso y tutela jurisdiccional. Razonabilidad.

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Igualmente es útil señalar que la ley se refiere a otros principios.

Como los de: -Inversión de la carga en el artículo 23°, como son los

principios de veracidad, en artículo I del Título Preliminar de la nueva

ley.

En ese sentido, detallaremos el conjunto de principios que guían la

actuación de las partes procesales según se ha configurado la nueva

ley procesal:

Así pues, desprendido de los preceptos contendidos en el Artículo I

del título preliminar de la nueva ley, están los siguientes principios:

1.1.1. La Oralidad:

El gran reto del nuevo modelo procesal laboral es el de darle

materialidad en el desarrollo del procedimiento. Así pues,

(Acevedo, 1989). define más adelante el Principio de Oralidad

como: “[…] aquel que propicia que el juez en las diligencias del

proceso participe directamente con intervención de las partes y

donde las exposiciones y articulaciones se realicen mediante la

palabra" (pág. 42)

El fundamento de este principio y su inclusión en el nuevo

sistema procesal laboral, es comentado con acierto por (Malca,

2014) , quien indica que:

6
“El anteproyecto fue el resultado de una corriente de

procesalistas de varias partes del mundo que coincidieron

en la necesidad de un proceso más ágil y más cercano al

individuo[…]”. […]. "El cambio de la escrituralidad a la

oralidad tiene como base al Código Procesal Modelo para

Iberoamérica, de la autoría de los maestros Véscovi, Vidal

y Torelo, en donde se produjo un importante y significativo

cambio que repercutió en la estructura del proceso y en los

nuevos roles de las partes intervinientes y nuevas formas

de procedimientos sobre los actos procesales sobre todo la

oralidad y las técnicas de interrogatorio propias del modelo

Angloamericano del common tew.” (pág. 103).

A través de la aplicación del principio de oralidad se propicia el

intercambio de la información entre los sujetos procesales y el

juez, el cual se realiza de manera dinámica y efectiva. De este

modo, explica (Acevedo R. L., 2018), la oralidad:

[…] permite al juez, como director del proceso, conocer la

controversia desde el momento en que las partes exponen

sus pretensiones y contradicciones, generando la

convicción en el magistrado de manera progresiva, el cual

es desarrollado de manera simple y célere, permitiéndole

absolver dudas y aclaraciones sin recurrir a mayores

formalidades. Asimismo, le permite apreciar las actitudes

de las partes, su expresión corporal, las contradicciones en

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las que incurren, etc, lo que contribuye a una mejor

apreciación de los hechos.

1.1.2. La inmediación:

A través la inmediación, se garantiza que el Juez esté en

contacto directo con las partes y las pruebas durante el

desarrollo del proceso, a fin de asegurar que el juez cuente con

mayores y mejores elementos de convicción para expedir una

decisión justa y arreglada a lo que realmente ocurrió en los

hechos. De esta manera, como señala (Acevedo R. L., 2018),

“la activa y directa participación del Juez, le permitirá a éste

resolver los juicios con prontitud y eficiencia, apreciando con

criterio crítico y de conciencia los casos concretos.”

La inmediación, como pilar del nuevo proceso laboral, señala el

compromiso que asume el juez en el desarrollo de los actos

procesales que dirige, para mantenerse en una actitud

perseverante de acercamiento a todos los elementos objetivos

y subjetivos de la controversia. La prohibición legal de delegar

la conducción de los actos procesales por parte del juez, es

una expresión de este principio.

Por medio de este pilar en el proceso laboral, se busca darle

una garantía real y efectiva a su desarrollo y elevar los niveles

de certeza y confianza en el usuario. Desde el punto de vista

de la solución de la litis, es evidente que uno de los beneficios

8
que se alcanza, cuando se ha cuidado con esmero la

inmediación, es que el juzgador cuente con más y mejores

elementos de convicción para arribar a una sentencia justa.

El ámbito de la inmediación es correspondiente al de la

oralidad, de este modo pues, (Acevedo, 1989), explica que:

“[…] oralidad e inmediación conforman el binomio clave que

permite al juez conocer las interioridades del proceso en forma

directa, sin dilaciones, sin intermediarios, lo cual resulta vital

para la apreciación, valoración e interpretación de la prueba”.

1.1.3. La Concentración:

Este postulado expresa la necesidad de sumar el mayor

número de actos procesales en el menor número de diligencias

para garantizar la continuidad y unidad de los actos que

componen la litis.

Así pues, (Acevedo, 1989), en expresión de Reynaud informa

sobre este principio explicando al respecto que "Se pretende

reunir los actos procesales de una manera tal que en un breve

lapso se cumpla con la sustanciación del procedimiento,

realizando la mayor cantidad de actos procesales en una

misma audiencia evitando retardos innecesarios”.

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Así también, (Acevedo R. L., 2018), extiende esta afirmación,

en su propio comentario explicando que por medio de la

concentración:

“[…] se busca reunir el mayor número de actos procesales

en el mínimo de diligencias, propiciando la continuidad y

unidad de los actos procesales a fin de que éstos no se

vean afectados por dilaciones que alarguen

innecesariamente la duración del proceso”.

1.1.4. La Celeridad:

Este principio o pilar, aparece vinculado a la obligación de

respetar escrupulosamente los plazos establecidos en la

norma, los que deben ser cortos y perentorios para que el

proceso sea resuelto en la brevedad posible. Indica que la

actividad procesal se realiza diligentemente, debiendo el juez

tomar las medidas necesarias para lograr pronta, oportuna y

eficaz solución al conflicto de intereses.

La celeridad procesal como responsabilidad del Juez, está

establecida en el artículo 34° inciso 6 de la Ley N° 29277, Ley

de la Carrera Judicial, la cual señala que, es deber de los

jueces "observar los plazos legales para la expedición de

resoluciones y sentencias, así como vigilar el cumplimiento de

la debida celeridad procesal.”

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Complementariamente, la misma ley en su artículo 48° inciso

14, que constituye una falta muy grave del juez el "incumplir,

injustificada o inmotivadamente, los plazos legalmente

establecidos para dictar resolución". Contemplando la

importancia de la celeridad la nueva ley procesal laboral tiene,

en comparación de su antecedente inmediato, la Ley N° 26636,

plazos más cortos en la ejecución de los actos procesales.

(Acevedo R. L., 2018), justificando la presencia de este

principio en la nueva ley procesal laboral, explica que, este

complejo normativo, por su configuración:

[…] busca promover mecanismos alternativos para la

conclusión del proceso, distintos a la emisión de la

sentencia, como la transacción y la conciliación, que

contienen una regulación especial en la Nueva Ley

Procesal de Trabajo, incorporándose el denominado test de

disponibilidad de derecho con el cual se busca propiciar

que trabajadores y empleadores puedan arribar a acuerdos

fuera o dentro del proceso judicial, con los límites que la

propia norma impone, lo que permitirá acuerdo prontos y

oportunos, coadyuvando con ello a la tan deseada

celeridad procesal.”

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1.1.5. La Economía en el Proceso

Este principio, explica (Puente, 2015), busca equilibrar el

carácter imperativo de las actuaciones que demanda el

proceso laboral en relación a otra obligación, la de tender a la

reducción de los actos procesales.

En ese sentido, equivale a lograr una actuación dentro de los

fines principales de la norma; pero sin afectación al debido

proceso. Lo que demanda en el juzgador un tacto y manejo

especial de situaciones procesales.

La economía procesal, conforme se encuentra regulado en el

artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Civil,

aplicable supletoriamente a este proceso laboral, se procura

que el proceso se desarrolle en el menor número de actos

procesales.

1.1.6. La Veracidad en el Proceso

La veracidad en el proceso laboral, se expresa por el también

denominado principio de primacía de la realidad. En virtud de

este elemento, expresa (Acevedo R. L., 2018): “se persigue

que el Juez resuelva en base a la realidad de los hechos,

privilegiando la verdad de los hechos por encima de la

apariencia formal, lo que se encuentra íntimamente vinculado

con el principio de irrenunciabilidad de derechos”. Ello porque

12
los documentos que pretendan eliminar o disminuir beneficios

laborales, aún si estuvieran suscritos por el trabajador, no

tendrían validez, ante la evidencia de los hechos; en razón

además que la calificación del contrato de trabajo y la relación

laboral no es una facultad de las partes sujeta a la autonomía

de la voluntad sino que corresponde efectuarla al Juez en

cumplimiento de preceptos constitucionales y leyes que son

normas de orden público, de ineludible cumplimiento.

Por ello, éste pilar o principio, tiene como correlato la facultad

inquisitiva del Juez laboral, que dirige el proceso en busca de la

verdad real.

Para tal fin, la Nueva Ley Procesal de Trabajo, en el artículo III

de su Título Preliminar señala expresamente que los jueces

laborales deben evitar que la desigualdad entre las partes

afecte el desarrollo o resultado del proceso, para cuyo efecto

procuran alcanzar la igualdad real de las partes, privilegiando el

fondo sobre la forma.

1.2. Los modelos de Control de constitucionalidad en el Perú

Podemos señalar que a nivel mundial se reconocen por lo general

dos grandes sistema de control constitucional, entre ellos: el europeo

o de Justicia Constitucional concentrada, generalizado a partir de la

constitución austríaca de 1920 y de la obra de Hans Kelsen, en el

que un órgano autónomo especializado y constitucionalmente

13
designado para ello tiene la potestad de revisar la constitucionalidad

de las normas legales y los actos de poder, estableciendo al

respecto, declaraciones generales erga omnes de plenos efectos

derogatorios. (Rojas, 2013)

Este sistema nos ofrece un control más efectivo a efectos que la

norma cuestionada puede ser retirada del ordenamiento jurídico

previa pronunciación del órgano colegiado respectivo, teniendo

efectos generales.

Por otro lado, se encuentra el sistema americano o de control difuso,

también denominado de la Judicial Review, el mismo que, en

palabras de (Quiroga, 2011) “permite que sea el mismo órgano

jurisdiccional ordinario el que desarrolle la función de control de la

constitucionalidad inaplicando una norma que contraviene la

constitución para el caso en concreto, manteniendo la norma en

cuestión en el ordenamiento”. (págs. 157-158)

De este modo, el sistema bajo comentario; nos ofrece una forma de

control distinta ya que cabe la posibilidad de inaplicarse una norma

de inferior nivel alegándose su inconstitucionalidad para el caso en

concreto, es decir, en la causa vista por el juez y sólo para ella,

siendo los efectos vinculantes sólo para las partes

Es así que el ordenamiento jurídico peruano en materia de control

constitucional nos ofrece un sistema dual o mixto debido a que

ambas formas han sido recogidas. En materia de control

14
concentrado tenemos al Tribunal Constitucional que es un órgano

colegiado reconocido constitucionalmente, encargado de analizar la

constitucionalidad de las diversas normas legales. Por otro lado,

tenemos también al control difuso el cual es ejercido tanto por los

órganos judiciales como los administrativos.

En seguida pues, hemos de revisar, de forma mas detallada, cada

sistema de control, prestando atención especial a lo que sucede en

nuestro caso.

1.2.1. El modelo de Control de la constitucionalidad de carácter

concentrado

El texto constitucional peruano establece en su artículo 201°

que el Tribunal Constitucional es el órgano de control de control

de la constitución, siendo considerado -en la práctica- como el

máximo intérprete de la misma debido a la intensa labor que

viene desarrollando en la actualidad dirimiendo controversias

en las cuales estén en juegos derechos fundamentales o

pronunciándose sobre la constitucionalidad de normas legales

de inferior rango como leyes ordinarias, decretos legislativos,

decretos, reglamentos, entre otros, como señala (Rojas, 2013).

Es así que su labor se ve precisada en el artículo siguiente

donde se contempla que resuelve en instancia única la acción

de inconstitucionalidad, función que nos importa en el presente

caso, como se extrae también del artículo 202° de

15
la Constitución, donde se señala que: “Corresponde al Tribunal

Constitucional: (1) conocer, en instancia única, la acción de

inconstitucionalidad; (2) conocer, en última y definitiva

instancia, las resoluciones denegatorias de hábeas corpus,

amparo, hábeas data y acción de cumplimiento; y (3) conocer

los conflictos de competencia o de atribuciones asignadas por

la constitución, conforme a ley.” .

Debido a que la acción de inconstitucionalidad implica

cuestionar seriamente la constitucionalidad de una norma legal

y su consecuente retiro del ordenamiento jurídico, la facultad

para iniciar la mencionada acción está limitada por la propia

Constitución, es decir, sólo podrán hacerlo los facultados por la

Carta misma, esto en su articulo Artículo 203° de la

Constitución donde se señala que: “Están facultados para

interponer acción de inconstitucionalidad: (1) el presidente de la

República; (2) el Fiscal de la Nación; (3) el Defensor del

Pueblo; (4) el veinticinco por ciento del número legal de

congresistas; (5) cinco mil ciudadanos con firmas legalizadas

por el Jurado Nacional de Elecciones. Si la norma es una

ordenanza municipal, está facultado para impugnarla el uno por

ciento de los ciudadanos del respectivo ámbito territorial,

siempre que éste porcentaje no exceda del número de firmas

anteriormente señalado; (6) Los presidentes de Región con

acuerdo del consejo de Coordinación Regional, o los alcaldes

provinciales con acuerdo de su Consejo, en materias de su

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competencia; y (7) Los Colegios Profesionales, en materias de

su especialidad”.

El Tribunal no actúa de oficio a manera de vigilante de la

constitucionalidad, sólo actúa cuando los órganos y sujetos

expresamente indicados en el artículo 203 de la Constitución

inician un proceso ante este órgano colegiado.

El Tribunal Constitucional emite una sentencia, la cual no tiene

efectos retroactivos, lo cual supone que los efectos generados

por la norma son válidos en el período de tiempo que estuvo

vigente, desde su publicación hasta la sentencia que declara su

inconstitucionalidad.

Dicha sentencia es publicada en el Diario Oficial de la nación,

haciendo que la norma quede sin efecto al día siguiente de la

publicación. La excepción a la irretroactividad de las sentencias

del Tribunal Constitucional es lo referido a la materia tributaria.

Según lo dispuesto por el artículo 74° de la Carta fundamental,

no surten efectos las normas tributarias dictadas en violación

de lo que establece dicho artículo. De esta manera, de acuerdo

al artículo 81° del Código Procesal Constitucional: “cuando se

declare la inconstitucionalidad de normas tributarias por

violación del Artículo 74 de la Constitución, el Tribunal debe

determinar de manera expresa en la sentencia los efectos de

su decisión en el tiempo. Asimismo, resuelve lo pertinente

17
respecto de las situaciones jurídicas producidas mientras

estuvo en vigencia”. Es así que en materia tributaria, de

declararse la inconstitucionalidad de una norma, la

retroactividad surge como una posibilidad.

De acuerdo a lo expresado, podemos concluir que el control

concentrado está reconocido y regulado por la

misma Constitución Política del Perú. Adicionalmente, en el

año 2004 se dictó una ley que significó una codificación a las

normas destinadas a iniciar procesos ante el Tribunal

Constitucional.

La Ley 28237 o Código Procesal Constitucional contiene todo

lo referente al aspecto procesal (competencia, legitimidad,

prescripción, etc.) de la justicia constitucional concentrada en

materia de garantías constitucionales, tanto las referidas a la

defensa de los derechos fundamentales como a la defensa del

principio de supremacía constitucional.

1.2.1.1. El modelo de control de constitucionalidad de

carácter difuso

El texto constitucional peruano reconoce en su artículo

138° la segunda forma de control constitucional, donde

se señala que: “En todo proceso, de existir

incompatibilidad entre una norma constitucional y una

norma legal, los jueces prefieren la primera.

18
Igualmente, prefieren la norma legal sobre toda otra

norma de rango inferior”.

A diferencia del anterior sistema, este nos ofrece más

acceso a la justicia constitucional debido a que un

ciudadano no estaría limitado por el artículo 203 de la

Constitución. En este sentido, explica (Rojas, 2013)

que, “si un particular inicia un proceso judicial y

considera que una norma contraviene lo dispuesto en

la constitución, podrá solicitar que se inaplique la

norma.”.

De igual forma, el juez puede optar por inaplicarla sin la

solicitud de alguna de las partes, lo cual quiere decir

que el control difuso en sede judicial es a pedido de

parte o de oficio.

El control difuso en sede judicial tiene su propio

procedimiento debido a que las sentencias expedidas

por los jueces pueden ser elevadas en consulta para su

respectiva observación ante la Sala Constitucional y

Social de la Corte Suprema para que se pronuncie

sobre el tema. Todo esto se encuentra contenido en

la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Adicionalmente al control difuso en sede judicial, se

hablaba también del control difuso en sede

19
administrativa de acuerdo a una disposición del

Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el

expediente No 3741-2004-AA/TC, que constituye un

precedente de observancia obligatoria. En esta

sentencia, el Tribunal constitucional establece que si

bien es cierto que la Administración Pública está

sometida al principio de legalidad, ésta tiene la facultad

y el deber de preferir la Constitución e inaplicar una

disposición infraconstitucional que la vulnera

manifiestamente. En este sentido, el ejercicio del

control administrativo difuso se realizaba a pedido de

parte y de oficio cuando se trate de la aplicación de una

disposición que vaya en contra de la interpretación que

de ella haya realizado el propio Tribunal Constitucional.

El argumento ofrecido por el Tribunal Constitucional

para sustentar la aplicación del control difuso en sede

administrativa se encontraba basado en la redacción

del artículo 138° del texto constitucional. Dado que no

existe una prohibición explícita ni otra norma que

disponga lo contrario, es razonable reconocer esta

facultad a la Administración Pública cuando ejerce

función jurisdiccional dentro de su propio ámbito. Dicha

interpretación contribuye también a que el Tribunal

Constitucional pueda también hacer uso del control

20
difuso cuando resuelve en última instancia procesos

constitucionales, como sostiene (Guzmán, 2007)

Empero, recientemente, este precedente ha sido

revocado mediante la sentencia que recae en el

Expediente Nº 4293-2012-PA/TC, referido a la nulidad

de una resolución del Tribunal de Contrataciones del

Estado. A partir de este caso -y de manera

descontextualizada- se aborda a partir del

fundamento 30 la supuesta necesidad de cambiar o

revocar el precedente “Salazar Yarlenque”.

En el fundamento 33 el Supremo Tribunal señala tres

objeciones relevantes al precedente; los cuales

indicaremos a continuación:

1) La primera objeción: El control difuso es una

atribución exclusiva del Poder Judicial y de quienes

ejercen función jurisdiccional. El propio Tribunal

Constitucional ha descartado acertadamente la

tesis de la interpretación restrictiva en la sentencia

pronunciada en el Expediente Nº 0142-2011-AA,

“Caso Sociedad Minera de Responsabilidad Ltda

María Julia”, al reconocer la atribución de control

difuso arbitral (fundamento 24). La realidad, como

explica (Ochoa, 2014), es que en nuestro sistema

21
jurídico se ha extendido la creación de tribunales

administrativos. No estamos en el judicialismo del

siglo XIX en el que están petrificados los

magistrados que suscribieron la revocación del

precedente.

2) La segunda objeción; afirma que el artículo 14 de

la Ley Orgánica del Poder Judicial ha establecido la

consulta como instrumento de control de la

actividad de los jueces cuando apliquen el control

difuso en la resolución de procesos judiciales. En

ese sentido, explica (Ochoa, 2014), que. como este

instrumento no está previsto para el control difuso

administrativo, las resoluciones así emitidas por

los tribunales administrativos quedarían firmes en

la vía administrativa y exentas de control. Este es

un argumento operativo.

Empero, no es un argumento de fondo. Más que

una objeción es un problema para la correcta

operatividad del control difuso administrativo que

puede ser superado siguiendo la propuesta de

Oscar Urviola –en su voto singular- de incorporar

la consulta al control difuso administrativo.

22
3) La tercera objeción; para revocar el precedente

sostiene que afectaba el sistema de control dual de

jurisdicción constitucional establecido en la

Constitución y reservado para el Poder Judicial y/o

el Tribunal Constitucional, así como el principio de

separación de poderes, dado que se permite que

un tribunal administrativo, que forma parte del

Poder Ejecutivo, controlar las normas dictadas por

el Poder Legislativo, lo que, conforme a la

Constitución, solo puede ocurrir en un proceso

jurisdiccional y no en uno de naturaleza

administrativa.

En ese sentido, como expone (Ochoa, 2014), al

Ejecutivo sólo le corresponde cuestionar la

constitucionalidad de una ley sino sólo acatarla.

Descartamos ese criterio que prejuzga que los

miembros de tribunales administrativos no son

independientes. Están dentro del ámbito del Poder

Ejecutivo pero gozan de independencia funcional.

Podemos concluir que el control difuso en el Perú, al

igual que el control concentrado, está reconocido en

la Constitución Política. Dado que su reconocimiento no

establece prohibición alguna, el Tribunal Constitucional,

como máximo intérprete de la Constitución, estableció

23
en el año 2006 que la Administración Pública tiene el

deber de observar y cumplir lo dispuesto en la Carta

Magna. De esta forma, se reconoce también la

aplicación del control difuso en sede administrativa.

1.2.1.2. El control de constitucionalidad de carácter

legislativo

Este tipo de control de la constitucionalidad es distinto

a los comentados anteriormente. Ciertamente, este tipo

constituye más un procedimiento o formalismo

vinculado a la dación de normas legales que a un tipo

diseñado específicamente para analizar la

constitucionalidad de una norma.

Este procedimiento de control está recogido en los

artículos 90 y 91 del Reglamento del Congreso de la

República donde se contemplan procedimientos de

control sobre la legislación delegada (cuando se trata

de decretos legislativos) y sobre decretos de urgencia

respectivamente.

Como bien sabemos, los decretos legislativos son una

forma distinta de dictarse normas con rango de ley. Lo

característico de esta forma es que el propio Congreso

de la República dicta una ley autoritativa en donde

24
establece un marco de delegación de facultades para el

Poder Ejecutivo.

Es con dichas facultades determinadas por ley, que el

Ejecutivo puede dictar normas con fuerza de ley sobre

materias que competen exclusivamente al Congreso de

la República. De igual forma, la constitución reconoce

en su artículo 118 inciso 19 que es facultad del

Presidente de la República el dictar medidas

extraordinarias, mediante Decretos de Urgencia (los

cuales tienen fuerza de ley), en materia económica y

financiera cuando así lo requiera el interés nacional.

Ambas formas de dictar normas están subordinadas a

que se dé cuenta al Congreso de la República para su

evaluación. Una vez realizado el informe por parte del

Ejecutivo, éste es evaluado por la Comisión de

Constitución y Reglamento, la cual emitirá un dictamen

o un informe al pleno sobre la constitucionalidad de los

mencionados decretos, sugiriendo su derogación o

modificación por el Congreso de la República.

Ciertamente, y a manera de comentario adicional, este

tipo de control procedimental no es del todo efectivo

debido -en gran parte- al sistema de gobierno peruano

y al parlamento mismo. Como bien sabemos, son tres

25
los sistemas de gobierno reconocidos en el Derecho

Comparado: el régimen presidencial, el parlamentario y

el semipresidencial.

Cada uno de ellos tiene sus especiales características,

encuentra su origen y funciona en determinadas

realidades. En el Perú, si bien rige un régimen

presidencialista, este esta marcado de figuras propias

de el régimen parlamentarista, llegando a la conclusión

que nuestro régimen es uno presidencial con rasgos de

parlamentarismo. A esto debemos añadir que nuestra

la historia peruana enseña que el caudillismo y el

militarismo han marcado profundamente la cultura

política peruana. En este sentido, si bien existen

instituciones como los ministros, el voto de confianza,

voto de censura, refrendo ministerial, etc., no es un

control determinante al poder presidencial. Un ejemplo

sencillo de esto es el refrendo presidencial ya que la

oposición de un ministro no significa que el presidente

vea impedido su actuar pues puede destituir al ministro

de turno y sustituirlo por uno que comparta su visión

política.

Otro hecho importante es que en tiempos de

elecciones, los partidos políticos buscan ganar escaños

a efectos de ser mayoría en el Congreso. Supongamos

26
que el partido político del Presidente elegido gana una

gran cantidad de escaños, esto significará que el

Presidente tendrá un respaldo en el Congreso ya que

sus colegas del partido apoyarán su visión política

mediante la delegación de facultades. Cabe la

posibilidad que el panorama sea contradictorio y que el

partido no gane muchos escaños, de igual forma se

buscará tener alianzas parlamentarias con el objetivo

de apoyar al Presidente.

Estadísticamente, se sabe que el Poder Ejecutivo es el

que más legisla en el Perú, curiosamente esto se da

mediante Decretos Legislativos y Decretos de

Urgencia. El monopolio legislativo del Congreso ha

dejado de ser tal, pasando a desempeñar una función

de control en lugar de una legislativa. Empero, teniendo

en cuenta todo lo mencionado, no es posible hablar de

un control en todo el sentido de la palabra debido al

enorme poder político que posee el Presidente de la

República.

Así pues, hablar de control parlamentario o legislativo

es utópico puesto que si se cuenta con el apoyo de

muchos congresistas, el mencionado control no

prosperará. Sin embargo, jurídicamente hablando, esto

constituye una herramienta de control de la

27
constitucionalidad más recogida en nuestro

ordenamiento, es una salida más plasmada en

nuestras normas. Determinar su efectividad, depende

en el fondo, de la situación política que viva el país.

(Rojas, 2013)

1.3. Eficacia de los contratos ante terceros

1.3.1. Los Contratos a favor de terceros

El contrato a favor de tercero, es definido en la doctrina civil

española como:

“[…] aquél por el que los otorgantes pactan la realización

de una prestación a cargo de una o de ambas partes, pero

a favor de tercera persona, que no ha intervenido en su

celebración, y que no esté representado, de tal forma que,

si bien no es parte del contrato, en virtud de esta

estipulación queda incorporado al mismo como beneficiario

de cierta prestación.” (Del Bosque, 2016)

Así también, para (Pacchioni, 1948) el contrato a favor de

tercero, en sentido técnico, es solamente aquel que, realizado

válidamente entre dos personas, pretende atribuir un derecho a

una tercera que no ha tenido parte alguna, ni directa ni

indirectamente, en su tramitación y perfección, y que, no

obstante, logra efectivamente el atribuir a esa tercera persona

28
un derecho propiamente suyo; derecho que no puede

estimarse como propio del que estipuló tal contrato y cedido

luego al tercero o simplemente ejercido por éste en lugar de

aquél.

En ese sentido, hay contrato en favor de tercero cuando uno de

los contratantes (promitente) se obliga frente al otro

(estipulante) a ejecutar una prestación en favor de un tercero.

La estipulación contractual en favor del tercero puede abarcar

todos los efectos favorables del contrato o sólo parte de ellos.

El tercero adquiere el derecho contra el promitente por efecto

directo e inmediato de la celebración del contrato.

De este modo pues, lo que se persigue es beneficiar en

exclusividad al tercero, evitando que el crédito de éste contra el

promitente no se integre en momento alguno al patrimonio del

promisario o estipulante, y que, una vez fallecido este último,

dicho crédito no forme parte de su herencia, por lo que no

puede ser objeto de colación o de reducción por lesión o

inoficiosidad, ni puede ser presa de los acreedores o de los

herederos del estipulante.

Los contratos con efectos a terceros, son comprendidos por

(Alpa, 2004), como una suerte de excepción al principio de

relatividad del efecto de los contratos contenidos en el artículo

1363°, sosteniendo que:

29
"Los sujetos quedan vinculados sólo si existe

consentimiento: a los terceros no se les permite vincular a

un sujeto sin su consentimiento; las partes tampoco

pueden, mediante el contrato por ellas celebrado, vincular a

sujetos que no han tomado parte en el acuerdo. Este

principio [se está refiriendo al principio de relatividad]

experimenta algunas excepciones: por ejemplo. el contrato

a favor de tercero produce efectos con respecto a un sujeto

que no es parte del contrato; ello se permite porque el

efecto es ventajoso, porque el contrato produce la

adquisición de un derecho en ventaja del tercero; pero éste,

de todas formas, puede rechazar el beneficio [ ... ] (págs.

129-130)

1.3.2. El tercero contractual

Por lo visto en la definición ya revisada y a pesar de que resulta

relativamente fácil la identificación de quién es un tercero en un

contrato, creemos que es conveniente formular algunos

comentarios al respecto. Podríamos definir al tercero como

aquel sujeto que no es parte (formal o material) del contrato, de

ese modo los efectos del negocio no pueden recaer sobre él

(principio de relatividad de los efectos del contrato).

Así las cosas, los terceros son ajenos a la relación jurídica

(como nexo jurídico que une a las partes) que compone al

30
contrato cuyo efectos sólo tienen eficacia entre las partes

contractuales.

El contrato, entonces, no puede generar efectos perjudiciales ni

beneficiarios hacia los terceros.

Sin embargo, de esta afirmación no se puede llegar a la

conclusión de que el contrato no existe para ellos y que, por lo

tanto, lo puedan desconocer, es decir, que el contrato no les

sea oponible.

Como menciona (Mosset, 1981), al respecto:

"El contrato es oponible frente a todos, erga omnes. Es un

error creer que sólo los derechos reales se dan erga omnes

y que por eso son absolutos. Toda relación jurídica, sea

real o personal, se da erga onmes y debe de ser respetada

por los terceros; su violación apareja siempre

responsabilidad." (pág. 293)

1.3.3. La ejecución contractual ante terceros

En los contratos a favor de terceros, el promitente le promete al

promisorio que un tercero realizará un hecho y que en caso de

que esto último no suceda, el promitente le pagará una

indemnización. Nótese, como explica (Abarca, 2001) que el

contrato es válido y eficaz entre las partes del contrato, no

31
existe vinculación con el tercero; en caso de que éste no

realice el hecho, el promisorio no le puede exigir el

cumplimiento del hecho prometido, porque no tiene vinculación

alguna con este, es decir, no hay una relación jurídica

obligatoria entre promisorio y tercero.

La relación jurídica, en ese sentido, se compone entre

promisorio y promitente, el tercero es ajeno a las situaciones

jurídicas subjetivas que van a derivar del contrato. De ese

modo, se comprende que el promisorio tiene una situación

jurídica potestativa y el promitente una situación jurídica de

sujeción en caso de que el tercero incumple, o mejor dicho no

realice, el hecho que ha sido prometido.

En ese sentido, no hay un efecto jurídico hipotético ante la

concreta no realización del hecho por parte del tercero que lo

haga participar como responsable solidario junto con el

promitente en la indemnización.

El promisorio, tiene la potestad de exigir el pago de la

indemnización en caso de que el tercero no haga el hecho sólo

al promitente y no al tercero.

Respecto de la situación jurídica del tercero, (Abarca, 2001),

explica que la situación jurídica subjetiva activa que tiene el

titular del derecho potestativo encaja en la descripción de las

facultades que posee el tercero en el contrato con a favor de

32
tercero. Como lo explicó Morales, del contrato nace

directamente un derecho potestativo para el tercero; el ejercicio

de dicho derecho hace que se altera la esfera jurídica de las

partes del contrato, que se encontrarán en una situación

jurídica subjetiva pasiva (sujeción).

1.3.4. Teorías que sustentan la ejecución contractual ante

terceros

1.3.4.1. Teoría de la Oferta

Esta teoría indica que existen dos contratos. El primero

vincula al estipulante y al promitente, en donde este

último se compromete a realizar una prestación a favor

de aquel. Una vez ejecutada la prestación, el

estipulante le formula una oferta al tercero en la cual si

este acepta el estipulante se obliga a ejecutar a favor

del tercero la prestación a cargo del promitente que fue

materia del primer contrato.

1.3.4.2. La teoría de la autonomía de la voluntad.

Según esta teoría la voluntad de las partes que ha sido

expresada en el contrato a favor de terceros puede por

sí misma, crear efectos hacia terceros. La objeción

principal que se le puede hacer a esta teoría es que en

nuestro ordenamiento jurídico el principio de relatividad

está codificado de forma imperativa.

33
1.3.4.3. La teoría de la institución propia.

Esta teoría no busca explicar la naturaleza del contrato

a favor de tercero en otras instituciones como lo hacen

las anteriores teorías. El contrato bajo estudio tiene su

fundamento o justificación en la ley y es esta la que va

a fijar sus límites.

1.4. La litigación oral y sus reglas

1.4.1. Principios de la Litigación Oral

Aunque en nuestra norma procesal laboral actual, no se han

detallado principios rectores que dirijan o determinen el

recorrido que debe de guiar la litigación oral en el proceso

laboral en particular, en la doctrina extranjera, se pueden hallar

algunos acercamientos al respecto. En ese sentido, se pueden

distinguir los siguientes:

1.4.1.1. Principio de inmediación

Esto significa lisa y llanamente que el órgano

jurisdiccional no delega sus funciones, sino que

percibe, por medio de los alegatos orales y la actuación

probatoria, directamente de las partes su convicción y

dicta su fallo.

34
1.4.1.2. Principio de Oralidad

Este es el principio que le da sentido a la litigación oral.

La oralidad del proceso, otorga transparencia al

ejercicio de la potestad jurisdiccional y constituye el

correlato material del principio de la inmediación. Nada

separa al Juez del contenido material del proceso, los

relatos se desarrollan ante los sentidos del Tribunal,

quien puede advertir no solamente el discurso formal

de las partes, si no también advierte el lenguaje de los

gestos, las vacilaciones, la mayor o menor versación y

el manejo de los detalles que tengan los declarantes,

en general pueden percibir todos los matices que

separan un verdadero elemento de convicción de

aquellos que no resisten el examen crítico a que

somete el principio de contradicción.

1.4.1.3. Principio de Continuidad y concentración

Este principio complementario de los anteriores, exige

que por intermedio de la litigación oral, el proceso debe

desenvolverse continuamente en el tiempo, sin otra

interrupción que aquellas excepcionales que ordena la

naturaleza de las cosas.

Así pues, en una misma audiencia se las partes

establecen sus pretensiones, allegan al proceso la

35
evidencia que las soporta, entregan sus conclusiones

finales y el órgano jurisdiccional resuelve, es decir en el

referido período de tiempo se concentra el contenido

material del proceso penal, pretensión, prueba y

resolución.

1.4.1.4. Principio de Contradicción

Es un una característica notable de la litigación oral, ya

que permite desplegar los soportes técnico-normativos

para asegurar dentro de la audiencia la igualdad de

armas, garantizar a cada una de las partes la

oportunidad procesal de exhibir y controvertir; exhibir,

desplegando ante el Tribunal sus argumentaciones

fácticas y la evidencia que la soporta, y controvertir,

discutiendo el relato de la contraparte.

1.4.1.5. Principio in dubio pro operario

En la litigación oral, dentro del proceso laboral, la

aplicación del principio in dubio pro operario es

fundamental. Este principio, se fundamenta, como

explica (Toyama, 2018), en la existencia de una duda

en la interpretación normativa de la norma procesal. En

ese sentido; “en caso de duda de una norma se

interpreta a favor del trabajador”.

36
Así pues, representa uno de los principios más usados

en materia laboral en las demandas, en los reclamos.

Normalmente la parte laboral señala que la duda

favorece al trabajador.

Empero, explica el propio (Toyama, 2018) este es uno

de los principios menos aplicados en la realidad,

porque para aplicar este principio tiene que haber tres

requisitos, según menciona el citado autor:

1) Tiene que haber una norma jurídica.

2) Que esa norma sea de dudosa interpretación.

3) Que de las varias interpretaciones posibles, una

de ellas sea favorable al trabajador.

1.4.1.6. Principio de imparcialidad

En la aplicación del litigio oral, este principio y su

observancia en el desarrollo del juicio oral es

fundamental. De este modo, este principio, dicta la

relación con la independencia del órgano jurisdiccional.

Ausencia de prejuicio y de influencias. El Tribunal del

Juicio Oral no se encuentra contaminado con los

hechos, ante él se despliegan los relatos de las partes

y sus fundamentos.

37
1.4.1.7. Principio de publicidad

El juicio, la litigación oral representa una acto de

comunican generalmente de carácter público. Esto

garantiza la transparencia del procedimiento. La

facultad de juzgar es en definitiva una facultad

delegada a un Poder Público independiente y el pueblo

establece su control con el derecho a percibir

directamente la actuación del derecho a través del

proceso.

1.4.2. Procedimiento aplicable a la litigación oral en el Proceso

laboral peruano

1.4.2.1. Teoría del caso:

En la litigación oral, es preciso establecer los siguientes

puntos relevantes para poder plantear una exitosa

estrategia de litigación:

1) Los hechos

2) Los fundamentos jurídicos

3) Los medios probatorios

38
Estos tres puntos, delinean la estrategia para el litigio

oral, de modo que ayudan a definir que conviene o no

conviene ofrecer y actuar, o arreglar,

1.4.2.2. Los Alegatos de apertura:

En el desarrollo de la audiencia, el planteamiento

recomendado por el (MINJUS-Ministerio de Justicia ,

2014), a atravesó de su Guía Del Litigio Oral Laboral,

desarrollado por el Equipo Técnico Institucional de

Implementación de la Nueva Ley Procesal de Trabajo –

Ley Nº 29497, son los siguientes:

a) La Presentación del tema o controversia

b) El pateamiento de las Hipótesis.

c) Exposición de los Fundamentos jurídicos

d) Presentación de los Medios probatorios, con los que

se va demostrar lo fundamentado en la pretensión.

e) Exposición del Petitorio

1.4.2.3. Juzgamiento:

En esta parte, es importante considerar los siguientes

ítems:

39
En primer lugar, los puntos controvertidos, como se

establecen en el artículo 46º inciso 1. Así mismo, como

la admisión de pruebas (cuestiones probatorias)

Ahora bien, respecto de la actuación de pruebas, es

necesario considerar los siguientes puntos:

- Reglas de juego y advertencias (orden,

intervenciones, sanciones, apaguen sus celulares,

aspectos técnicos, etc.)

- Juramento

- Actuación: declaración de parte, testigos, pericia,

reconocimiento y exhibición de documentos,

inspección judicial)

- Testigos, sobre los cuales es necesario considerar lo

siguiente, según recomienda el (MINJUS-Ministerio

de Justicia , 2014) :

 ¿Quién es? (acreditación)

 ¿Por qué está aquí? (relación con los hechos)

 ¿Cómo lo dice? (verosimilitud) porqué debo

creerle

40
 Preguntas: cortas, precisas y sencillas

I. Narrativas: ¿Qué vio usted en la escena?

II. Abiertas: ¿Qué, quién, como, donde, en

qué circunstancia?

III. Cerradas: ¿De qué color era la bicicleta?

IV. Prohibidas: sugestivas, confusas,

capciosas, ambiguas, especulativas

(hipótesis), argumentativas (lleva una

deducción lógica), compuestas (varios

hechos), repetidas, tendenciosas

- Es necesario también, remitirnos a un periodo

de Transición, de Reconducción y Precisión

de los datos a obtener.

- Objeciones

1.4.2.4. Alegato final

Se trata pues de manejar el tiempo, utilizar temas y

calificativos relevantes, usar preguntas retóricas,

argumentar con la experiencia y sentido común,

confrontar los puntos problemáticos, utilizar los hechos

41
no controvertidos, realizar concesiones convenientes,

concluir con fuerza.

1.4.2.5. Sentencia:

La misma que debe de ser inmediata o 60 minutos o

difiere 5 días) y señala día y hora para notificación con la

sentencia (5 días).

1.4.2.6. Apelación

La misma que debe darse en 5 días desde la audiencia

de notificación o su citación., mediante un informe de

carácter oral.

1.4.3. Reglas de la litigación oral en el Proceso laboral peruano

Dentro del proceso laboral peruano, esgrimido a causa de la

dación de la nueva ley procesal laboral se pueden distinguir

determinadas reglas, las mismas que discriminaremos

didácticamente a continuación:

1.4.3.1. Reglas de carácter conductual en el litigio oral:

El artículo 11° de la Nueva ley Procesal laboral, indica

básicamente dos reglas conductuales a las partes, en

el curso del desarrollo de las audiencias y del juicio que

42
da pie al proceso laboral. Así pues se tiene las

siguientes:

a) Respeto hacia el órgano jurisdiccional y hacia toda

persona presente en la audiencia. Está prohibido

agraviar, interrumpir mientras se hace uso de la

palabra, usar teléfonos celulares u otros análogos

sin autorización del juez, abandonar

injustificadamente la sala de audiencia, así como

cualquier expresión de aprobación o censura.

b) Colaboración en la labor de impartición de justicia.

Merece sanción alegar hechos falsos, ofrecer

medios probatorios inexistentes, obstruir la

actuación de las pruebas, generar dilaciones que

provoquen injustificadamente la suspensión de la

audiencia, o desobedecer las órdenes dispuestas

por el juez.

1.4.3.2. Reglas de carácter técnico en el litigio oral:

a) Respecto a la prevalencia del informe oral

respecto de la documentación escrita

En merito del artículo 12° de la nueva ley procesal

laboral, en los procesos laborales por audiencias,

las exposiciones orales de las partes y sus

43
abogados prevalecen sobre las escritas sobre la

base de las cuales el juez dirige las actuaciones

procesales y pronuncia sentencia.

Así pues, las audiencias son sustancialmente un

debate oral de posiciones presididas por el juez,

quien puede interrogar a las partes, sus abogados

y terceros participantes en cualquier momento.

Las actuaciones realizadas en audiencia, salvo la

etapa de conciliación, son registradas en audio y

vídeo utilizando cualquier medio apto que permita

garantizar fidelidad, conservación y reproducción

de su contenido.

b) Respecto del registro de la audiencia

Una de las prerrogativas más importantes es que,

como regla procesal que habilita el derecho de

defensa, las partes tienen derecho a la obtención

de las respectivas copias en soporte electrónico, a

su costo. Esto lo encontramos también en el

articulo 12.2° de la nueva ley procesal.

En ese sentido, la grabación se incorpora al

expediente. Adicionalmente, el juez deja constancia

en acta únicamente de lo siguiente: identificación

44
de todas las personas que participan en la

audiencia, de los medios probatorios que se

hubiesen admitido y actuado, la resolución que

suspende la audiencia, los incidentes

extraordinarios y el fallo de la sentencia o la

decisión de diferir su expedición.

Ahora bien, si no se dispusiese de medios de

grabación electrónicos, el registro de las

exposiciones orales se efectúa haciendo constar,

en acta, las ideas centrales expuestas.

c) Respecto de la actuación de pruebas y su

oportunidad

El artículo 21° de la nueva ley procesal laboral,

expone que los medios probatorios deben ser

ofrecidos por las partes únicamente en la demanda

y en la contestación. Extraordinariamente, pueden

ser ofrecidos hasta el momento previo a la

actuación probatoria, siempre y cuando estén

referidos a hechos nuevos o hubiesen sido

conocidos u obtenidos con posterioridad.

En ese menester, las partes concurren a la

audiencia en la que se actúan las pruebas con

todos sus testigos, peritos y documentos que, en

45
dicho momento, corresponda ofrecer, exhibir o se

pretenda hacer valer con relación a las cuestiones

probatorias.

Esta actividad de las partes se desarrolla bajo su

responsabilidad y costo, sin necesidad de citación

del juzgado y sin perjuicio de que el juez los admita

o rechace en el momento. La inasistencia de los

testigos o peritos, así como la falta de presentación

de documentos, no impide al juez pronunciar

sentencia si, sobre la base de la prueba actuada,

los hechos necesitados de prueba quedan

acreditados

d) Respecto del desarrollo de los interrogatorios

Del mismo modo, la nueva norma procesal laboral,

extiende una regla procedimental de carácter libre

en su artículo 24°, en el que indica que el

interrogatorio a las partes, testigos, peritos y otros

es realizado por el juez de manera libre, concreta y

clara, sin seguir ningún ritualismo o fórmula pre-

constituida. Para su actuación no se requiere de la

presentación de pliegos de preguntas. No se

permite leer las respuestas, pero sí consultar

documentos de apoyo.

46
Así pues, los abogados de las partes también

pueden preguntar o solicitar aclaraciones, bajo las

mismas reglas de apertura y libertad. El juez guía la

actuación probatoria con vista a los principios de

oralidad, inmediación, concentración, celeridad y

economía procesal. Impide que esta se

desnaturalice sancionando las conductas

temerarias, dilatorias, obstructivas o contrarias al

deber de veracidad.

1.5. El examen, el contra examen y las objeciones

1.5.1. El examen o interrogatorio

1.5.1.1. Concepto

El interrogatorio, se define como el acto procesal se

cuestiona y examina a una fuente con el fin de obtener

la máxima cantidad de información utilizable , en el

menor tiempo posible. Existen dos maneras de llevarlo

a cabo un tipo de interrogatorio, el directo aquel en que

el individuo tiene conocimiento de que lo están

interrogando, y el indirecto el cual es aquel en que la

información es sonsacada sin que el individuo se

percate de ello.

47
En ese sentido, como señalan (Ranguel & Otros, 2010),

la meta de cualquier interrogatorio es obtener en una

forma legal información útil y confiable en el mínimo de

tiempo, cumpliendo los requisitos mínimos de cualquier

escalón, Cada interrogatorio envuelve la interacción de

dos personalidades, la fuente y el interrogador. Existen

muchos tipos de interrogatorios de inteligencia, de

educación, personales, tales como: la entrevista, la

pos-orientación y el sonsacamiento.

En ese sentido, hay ciertos principios que se pueden

considerar que aplican a todos los tipos de

interrogatorio: el Objetivo, la Iniciativa, la Precisión, la

Prohibición contra el uso de la fuerza y la seguridad.

1.5.1.2. Objetivo del Interrogatorio o Examen

Cada interrogatorio se debe llevar a cabo con un

propósito definido. Explican (Ranguel & Otros, 2010),

que el interrogador debe mantener este propósito

firmemente en la mente para obtener la cantidad

máxima de información útil.

En ese sentido, el objetivo puede ser tan específico

como para establecer la localización de un campo

educativo o puede ser general, buscando obtener

48
información de orden útil acerca de un escalón

específico,

El interrogador no debe concentrarse en el objetivo al

extremo que descuide o deje de reconocer y explotar

otra información valiosa durante el interrogatorio para el

educando..

1.5.1.3. Características

Señala (Taranilla, 2011) , que las características a las

que se ciñe el interrogatorio o examen son las

siguientes:

1) En sus caracteres generales, el interrogatorio debe

ser entendido como una interacción ritualizada de

preguntas-respuestas, puesto que, en un espacio

concreto y con una finalidad específica, tanto el

jurista que interroga, como el médico o el profesor,

dirigen un evento comunicativo, seleccionando los

temas que se tratan mediante la formulación de

preguntas para las que su interlocutor debe

proporcionar una respuesta adecuada.

De una parte, el interrogador tiene la potestad para

diseñar la agenda del interrogatorio, esto es, el

derecho a seleccionar los temas que se tratan y de

49
los que se prescinde, así como de decidir el

momento en el que concluye la interacción. Solo el

juez tiene capacidad de rechazar una pregunta, que

considere inoportuna o inadecuada, a iniciativa

propia o de una de las partes procesales.

2) Por otro lado, y como contrapartida al control que

ejerce el interrogador sobre el evento, el interrogado

dispone de ciertos derechos esenciales; algunos de

esos derechos son comunes a todos los tipos de

interrogados, como el derecho a un traductor para

ser interrogado en una lengua que se conozca;

otros, en cambio, varían en función de quién es el

interrogado.

Al respecto, explica (Taranilla, 2011), el interrogado

goza de los mayores derechos en la interacción: en

primer lugar, el juez y su abogado velan para que se

respeten sus derechos, y para que no se aborden

asuntos irrelevantes para la causa; en segundo

lugar, el interrogado puede negarse a contestar a

las preguntas que se le planteen en el

interrogatorio, empleando su derecho a no declarar

contra sí mismo, pudiendo faltar a la verdad, e,

incluso, haciendo uso de su derecho al silencio

50
1.5.2. El contra examen o contra interrogatorio

1.5.2.1. Concepto

En la doctrina, se define al contrainterrogatorio como:

“[…] un interrogatorio pero ejecutado por la parte

adversaria a la que presentó o llevó a juicio al

testigo, es por esta razón que se le denomina

contrainterrogatorio. Difiere del examen directo por la

fase en que se formula las preguntas, por las

finalidades y sus alcances que persiguen cada una

de estas fases. También difiere totalmente de lo que

persigue el redirecto.” (Quiróz, 2010)

1.5.2.2. Reglas sobre el alcance del contrainterrogatorio.

En la doctrina, (Chiesa, 2005) explica que hay varias

teorías y reglas sobre el alcance del

contrainterrogatorio, se distinguen tres, las que

transcribimos:

a) Regla tradicional o extensiva:

Esta regla permite el contrainterrogatorio sobre

cualquier asunto pertinente. No se limita el

contrainterrogatorio sólo a las preguntas que fueron

objeto del examen directo. El contrainterrogador

51
puede usar el contrainterrogatorio para establecer su

caso o defensas afirmativas, independientemente de

que se trate de asuntos traídos a la consideración

del testigo durante su interrogatorio directo. Estas

reglas promueven más la búsqueda de la verdad y

evita cualquiera de las dificultades.

b) Regla restrictiva:

El contrainterrogatorio se limita a asuntos de alguna

manera traídos a la consideración del testigo en su

examen directo. Es decir, sólo se debe admitir

preguntas en el contrainterrogatorio sobre las

respuestas que dio en el examen directo. Para esta

regla caben ulteriores distinciones sólo sobre lo que

es materia u objeto del interrogatorio directo, pero la

nota característica es que el contrainterrogatorio está

limitado por el examen directo y no basta con la

pertinencia. Su virtud de esta regla es garantizar la

más ordenada presentación de la prueba, para

facilitar la compresión del juzgador.

c) Regla intermedia:

El contrainterrogatorio se extiende a cualquier

materia pertinente aunque no haya sido considerada

52
en el examen directo del testigo, salvo el propio caso

del contrainterrogador.

1.5.2.3. Reglas de formulación del contrainterrogatorio

(Quiróz, 2010), desde la doctrina colombiana, señala

algunos presupuestos o reglas aplicables a la

formulación de un contra examen, los cuales son:

1) No se debe formular preguntas que ya se

formularon en la fase anterior, es decir que no sean

repetidas. Salvo que el interrogador lo justifique

ante el Juez que se hace con el solo propósito de

sentar la base de lo que se pretende revelar con las

preguntas en el contrainterrogatorio, empero estas

interrogantes a mi entender deben ser utilizando la

forma de introducción, no debe permitirse que el

contrainterrogador vaya más allá, las preguntas de

introducción tienen el carácter de excepcionales y

siempre y cuando sea justificada.

2) Si son admisibles las preguntas sugestivas en el

contrainterrogatorio, a diferencia del examen

directo en las que están prohibidas con sus

contadas excepciones.

53
3) El testigo al concluir su interrogatorio no debe irse

del recinto judicial donde dispuso el Juez, ya que

puede ser requerido por las partes para alguna

aclaración o adición a su testimonio.

4) El testigo debe ser directo no de oídas.

5) La parte que no contrainterroga puede oponerse a

la pregunta cuando se viole alguna de las

prohibiciones o de las reglas que señale la norma

procesal. Si la norma no la contempla será la

experiencia, la lógica, el saber de la dogmática

procesal y la discrecionalidad del juez quien

resuelva.

6) Todo interrogador debe conocer los principios,

reglas y control sobre la cadena de custodia.

7) El Juez no debe intervenir en ninguna de las fases

del interrogatorio, si lo hace es porque quiere evitar

que algunas de las partes no afecte el principio de

buena fe y lealtad procesal o cuando deba apercibir

al testigo a que conteste la respuesta a una

pregunta o a una contestación no responsiva. Su

intervención debe ser excepcional pero con mucha

firmeza.

54
8) No se permite el dialogo y discusiones entre las

partes, tampoco las argumentaciones del

examinador después que el interrogado absuelva la

respuesta.

9) Las respuestas deben ser claras y precisas.

10) No hay obligación de contrainterrogar sino afecta ni

perjudica a su caso, es mejor dejar la puerta

cerrada, ya que el contra abre la puerta de par en

par para un redirecto.

11) El examinador partiendo de las declaraciones

previas entregadas por el testigo o de otras

contradictorias puede formular preguntas en vía de

refutación.

12) A través del interrogatorio o sin él no se puede

llegar a la vía de los insultos, groserías ni ataques

personales entre las partes.

13) Esta fase del contrainterrogatorio es muy

importante para la convicción psicológica del Juez

ya que le posibilita al Juez valorar y sopesar el

testimonio a la luz de todas las circunstancias.

55
14) El Juez debe cautelar que el contrainterrogatorio no

se vuelva un ataque sobre el testigo.

15) El Juez no debe permitir que ninguno de los

interrogadores cometa excesos contra el

interrogado.

16) Toda regla tiene su excepción, para romperla

requiere de un criterio razonado del

contrainterrogador.

17) No se debe solicitar explicaciones al testigo

adverso, es decir no hacerse preguntas que

empiecen con: qué, cuando, dónde, por qué y

cómo. Las excepciones a esta regla es cuando el

examinador conoce la respuesta de la pregunta

que va formular o cuando ya tiene acorralado al

testigo.

18) Dentro del interrogatorio que persigue examinar la

credibilidad del testigo “intentará indagar sobre las

conversaciones que haya tenido el testigo con la

parte de su abogado, previo al juicio, y el Juez

debe permitir un marco razonable para estos

efectos, ya que la credibilidad del testigo siempre

es tema del contrainterrogatorio.”

56
19) No formule preguntas abiertas en el

contrainterrogatorio.

20) Recuerde que el testigo adverso busca siempre

evitar y escabullirse de las preguntas.

21) No haga preguntas abiertas, se sugiere las

preguntas cerradas en las áreas críticas.

22) Las preguntas abiertas son recomendadas por

estilo y persuasión, es mejor que se formulen

intercaladas. Las abiertas pueden ser utilizadas en

las áreas que no son críticas a fin de que no se

piense que se afecta la dignidad del interrogado.

23) Se debe tener control sobre el contrainterrogatorio.

24) El interrogador no debe discutir ni conversar con el

testigo.

25) Exige concentración en el testigo y sus respuestas.

26) Se permite la impugnación del testimonio del

testigo para evidenciar la inverosimilitud de su

testimonio cuando en el examen directo entregó

versiones inconsistentes con un testimonio anterior,

esa es la razón para confrontárselo en el

contrainterrogatorio.

57
27) Las preguntas deben ser breves.

28) No se debe aceptar que el abogado discuta con el

testigo.

29) El interrogador tiene que aceptar las respuestas a

no ser que haya declaraciones previas

contradictorias, en este caso lo más sensato es que

el abogado formule preguntas acudiendo a la

refutación utilizando las declaraciones previas

conforme se explico anteriormente.

30) El contraexamen exige de una cuidadosa

planeación más cuando hay que enfrentarse a un

testigo adverso.

31) El examinador no solamente debe tener control

sino además no debe perder el ritmo “a manera de

fuego graneado” “un ritmo casi implacable” “rápido

martilleo”.

32) No siempre se debe contrainterrogar, debe hacerlo

solo cuando se tiene un claro entendimiento de lo

que piensa obtener con el testigo adverso.

33) Obligatoriamente debe escuchar todo el relato del

interrogatorio directo del testigo.

58
34) Se debe comenzar y terminar con los puntos más

fuertes.

35) El contrainterrogatorio busca que el testigo confiese

su error o mentira o explique sus contradicciones.

36) Debe conocer las finalidades y el alcance del

contrainterrogatorio.

1.5.3. Las Objeciones

1.5.3.1. Concepto

Las objeciones son definidas como mecanismos que

van dirigidos a:

“evitar el ingreso al debate oral de preguntas

ilegales, inconducentes, superfluas y repetitivas, a

enfrentar la prueba buscando minimizar su efecto

demostrativo y a evitar comportamientos indebidos

en el debate oral que puedan afectar los principios

de buena fe, lealtad, eficiencia.” (Campos, 2016)

1.5.3.2. Clasificación de las objeciones

Las objeciones, como norma de actuación procesal,

obtienen las siguientes formas:

a) Objeciones a Prueba

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b) Objeciones a diferentes tipos de preguntas y

respuestas

c) Objeciones a alegatos apertura y cierre

1.5.3.3. Reglas de formulación de las Objeciones

Señala Solórzano Garavito citado por (Campos, 2016) ,

que las reglas características para la formulación de

objeciones son:

a) Oportunidad

b) Inmediatez

c) Pensar en el Juez

d) Impacto de la objeción

e) Primero objeta, después sustente

f) Trascendencia

g) Cortesía

h) Prudencia

i) Ética

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