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JURISPRUDENCIA

Roj: SAP GI 670/2016 - ECLI: ES:APGI:2016:670


Id Cendoj: 17079370042016100200
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Girona
Sección: 4
Fecha: 09/05/2016
Nº de Recurso: 387/2016
Nº de Resolución: 297/2016
Procedimiento: Apelación penal
Ponente: ADOLFO JESUS GARCIA MORALES
Tipo de Resolución: Sentencia

AUDIENCIA PROVINCIAL
SECCIÓN CUARTA (PENAL)
GIRONA
APELACIÓN PENAL
ROLLO Nº 387/16
CAUSA Nº 74/13
JUZGADO DE LO PENAL Nº 6 DE GIRONA
SENTENCIA Nº 297/16
Ilmos. Sres:
PRESIDENTE:
D. ADOLFO GARCÍA MORALES
MAGISTRADOS:
D. JAVIER MARCA MATUTE
D. MANUEL MARCELLO RUIZ
En Girona a 9 de mayo de 2.016.
VISTO ante esta Sala el presente recurso de apelación interpuesto contra la sentencia dictada en fecha 17-3-16,
por la Sra. Juez del Juzgado de lo Penal nº 6 de Girona, en el Procedimiento Abreviado nº 74/13, seguida por
un delito de lesiones leves en el ámbito doméstico habiendo sido parte recurrente Benjamín , representado
por la procuradora Dª. MONTSERRAT LLOVET CARBONELL, y asistido por la letrada Dª. MARIA JESÚS COSTA
SERRA, y como parte recurrida el MINISTERIO FISCAL, actuando como ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D.
ADOLFO GARCÍA MORALES.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- En la indicada resolución se dictó el Fallo que literalmente copiado es como sigue: " Que CONDENO
a Benjamín como autor penalmente responsable de un delito de maltrato en el ámbito de la violencia sobre
la mujer del artículo 153.1 y 3 del Código Penal , sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la
responsabilidad penal, a las penas de 9 meses y 1 día de prisión, privación del derecho a la tenencia y porte de
armas durante 2 años y 1 día y prohibición de comunicarse por cualquier medio y aproximarse a Ascension , su
domicilio, lugar de trabajo y cualquier otro frecuentado por ella durante 2 años a menos de 200 metros.
Benjamín deberá indemnizar a Ascension en la cantidad de 140 euros, más los intereses del artículo 576 de
la Ley de Enjuiciamiento Civil , en concepto de indemnización por responsabilidad civil.

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Se imponen a Benjamín las costas causadas en este procedimiento.


Manténgase la vigencia de la medida cautelar acordada por el Juzgado de Instrucción n.º 1 de Girona
mediante Auto de fecha 11 de septiembre de 2012 (folios 42 y siguientes)".
SEGUNDO.- El recurso contra la mencionada sentencia se interpuso en tiempo y forma por la representación
procesal de Benjamín , contra la Sentencia de fecha 17-3-16 , con los fundamentos expresados en el escrito
en que se deduce el mismo.
TERCERO.- Se han cumplido los trámites establecidos en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
CUARTO.- Se aceptan los hechos probados de la sentencia impugnada.
QUINTO.- En la tramitación del presente recurso se han observado las prescripciones legales.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Se alza la parte recurrente frente a la resolución de la instancia sobre la base de dos motivos
relacionados con la valoración de la prueba, uno, por no acreditarse la situación de dominio en la relación de
pareja, y otro por ser inconsistente la declaración incriminatoria de la testigo.
Ninguno de los motivos merece prosperar.
Como tiene reiteradamente dicho esta Sección, aunque el recurso de apelación tiene carácter ordinario y
puede realizarse en él una nueva valoración de la prueba practicada en la instancia, sin embargo, como
consecuencia tanto de la trascendental importancia que en la ponderación de las pruebas personales tiene la
percepción directa del Juzgador como de la inexistencia en nuestro Derecho Penal de pruebas tasadas o de
reglas que determinen el valor cierto que haya de darse a cada una, la revisión, tratándose precisamente de
este tipo de probaturas de carácter subjetivo, queda limitada a examinar, en cuanto a su origen, la validez y
regularidad procesal, y, en cuanto a su valoración, si las conclusiones que ha obtenido resultan congruentes
con los resultados probatorios y se ajustan a los criterios generales de razonamiento lógico según reglas de
experiencia comúnmente admitidas.
Así, en esta nueva instancia, sin haber presenciado personalmente tal prueba, sólo cabrá apartarse de la
valoración que de ella tuvo el Juez ante quien se practicó, si se declara como probado en base a ella
algo distinto de lo que dijo el declarante y que no resulta de ningún otro medio probatorio, si la valoración
de la declaración conduce a un resultado ilógico o absurdo, y, de modo excepcional, si concurren otras
circunstancias de las cuales se desprenda de modo inequívoco la falsedad de un testimonio acogido como
cierto o la certeza de uno no tenido en cuenta.
(A) Como ya hemos apuntado la primera de las cuestiones que se nos propone por la parte recurrente hace
referencia a que la condena no puede producirse por un delito de lesiones leves en el ámbito doméstico dado
que no se ha acreditado que al acusado actuase con una especial intención de dominación o subyugación o
sometimiento machista cuando golpeó a la perjudicada, de suerte tal que las lesiones no darían lugar sino a
una falta, actualmente un delito leve
La cuestión ha sido ya resuelta en innumerables ocasiones por esta Sala, remitiéndonos a los argumentos
que venimos dando al no aportar el escrito de recurso mayores consideraciones que las que ya hemos tenido
en cuenta.
El art. 153. 1 del Código Penal no establece excepción alguna, elevando a delito lo que en términos generales
culminaría en una falta de lesiones o maltrato, en el supuesto de que entre agresor y víctima se de una de
las relaciones de parentesco establecidas en el art. 173. 2 del mismo texto punitivo. No obstante, como se
desprende de reiterada doctrina sentada por el Tribunal Constitucional, la interpretación de la norma penal
desde la perspectiva constitucional no puede circunscribirse siempre al tenor literal de la misma, sino que,
sin desconocerlo ni sobrepasarlo, debe efectuarse una interpretación basada en criterios científicos usados
por la comunidad jurídica, entre los que se encuentra el teleológico, que consideramos el mas adecuado para
interpretar los tipos de violencia doméstica al no poder dejar de tener en cuenta la finalidad última perseguida
por el legislador sancionando mas severamente como delito conductas que en general serían constitutivas
de falta.
Ya desde la LO 11/03 hasta la vigente LO 1/04, el legislador ha abordado esta gravísima problemática
pluridisciplinar con medidas de diversa índole, y entre ellas las de carácter penal tratando que los nuevos
tipos delictivos alcanzaran a todas las conductas que pudieran afectar al bien jurídico protegido. El art. 153
del Código Penal , a pesar de su ubicación sistemática dentro del Título III relativo a las lesiones, trasciende
y se extiende más allá de la integridad personal, al atentar el maltrato familiar a valores constitucionales de

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primer orden, como el derecho a la dignidad de la persona y al libre desarrollo de su personalidad, art. 10
de la Constitución Española , que como dice nuestro Tribunal Supremo tiene su consecuencia lógica en el
derecho no sólo a la vida, sino a la integridad física y moral con interdicción de los malos tratos inhumanos o
degradantes y en el derecho a la seguridad, quedando también afectados los principios rectores de la política
social y económica, como la protección de la familia y la infancia y la protección integral de los hijos.
En la propia Exposición de Motivos de la LO 1/04 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de
Género, por la que se dio nueva redacción al susodicho art. 153 , se recoge que en la realidad española las
agresiones sobre las mujeres tienen una especial incidencia y que los poderes públicos no pueden ser ajenos
a la violencia de género, que constituye uno de los ataques mas flagrantes a los derechos fundamentales
como la libertad, la igualdad, la vida, la seguridad y la no discriminación proclamados en nuestra Constitución,
introduciéndose en el Título III normas de naturaleza penal, mediante las que se pretende incluir, dentro de los
tipos agravados de lesiones, uno específico que incremente la sanción penal cuando la lesión se produzca
contra quien sea o haya sido la esposa del autor, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga
relación de afectividad. El art. 1. 1 de la referida Ley establece que la presente ley tiene por objeto actuar contra
la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder
de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges
o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aún sin convivencia.
Es decir que lo que se protege con el tipo de violencia doméstica, entre otras cosas, es la preservación del
ámbito familiar que ha de estar presidido por el respeto mutuo y la igualdad, o dicho con otras palabras, la
paz familiar, debiendo sancionarse todos aquellos actos que exteriorizan una actitud tendente a convertir ese
ámbito familiar en un ambiente regido por el miedo y la dominación, porque nada define mejor los malos tratos
en el ámbito doméstico que la situación de dominio y de poder de una persona sobre otra de las referidas el
art. 173. 2 del Código Penal .
Precisamente en situaciones habituales no viene a exigirse que esa especial situación de dominación sea
demostrada, puesto que deviene necesariamente de la propia estructura de los hechos, como es le proponerse
frente al otro de un modo particularmente violento como golpearlo con patadas y puñetazos durante un largo
periodo de tiempo; se evidencia el ejercicio de una fuerza que no responde a otras consideraciones que a la
violencia por la violencia y a la consideración de una auto-superioridad sobre el otro, elementos propios de la
dominación y el machismo.
Si que es cierto que en otras ocasiones podrá evidenciarse sin mayor dificultad que los hechos, pese a
producirse entre sujetos a los que la ley obliga con firmeza a mantener la paz familiar, entre otras razones
por el respeto que el otro si profesa por ella, no responden a esa naturaleza, como ocurre en los supuestos en
que la disputa en la que se produce la agresión acaece allende los límites de la relación personal, como por
ejemplo en los supuestos en que los golpes se producen muchísimo tiempo después de que haya cesado la
convivencia y por razones bien distintas a esta, o cuando ninguno de los dos sujetos respeta la paz que se ha
obligado a mantener por el vínculo cierto o reciente, pues compensa el incumplimiento del uno con el del otro.
Ninguno de estos supuestos excepcionales es el del caso que nos ocupa.
Por todo ello, habiéndose producido el recurrente con inusitada violencia contra la que fue su pareja, sin
presenciar espacios del uso de la legítima defensa, por protegerse de una agresión previa de ella, procede la
confirmación de esa condena por el motivo que se nos propone.
(B) El segundo de los motivos del recurso alude a la inconsistencia de la declaración de la testigo para acreditar
los hechos objeto de condena.
Ello se produce así porque no contamos con ningún otro relato probatorio completo derivado de los
mecanismos probatorios rendidos en el plenario, y ello es así porque el acusado no ha acudido al acto del juicio
pese a haber sido citado legalmente para que lo hiciera, celebrándose el juicio en ausencia, y la perjudicada,
al ser pareja del acusado, se ha dispensado de declarar acogiéndose al derecho que le otorga el art. 416 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal . Por eso la testigo amiga de la perjudicada que vió en su día lo ocurrido y que
si que ha comparecido al acto del juicio es la única fuente de información completa de lo sucedido.
Es evidente que la testigo comparecía con escasas ganas de inculpar, a la vista tanto de la ausencia del
acusado como de la dispensa a la que su amiga se acogió, bajo el falso convencimiento de que si a ellos
no les interesa la cuestión menos le ha de interesar a ella que no es parte interesada en el asunto. De esta
forma la testigo comenzó olvidando todo lo que había de recordar, aludiendo para fundamentar su falta de
recuerdo a razones tales como el tiempo transcurrido o que fuma muchos porros y se olvida de las cosas. Es
evidente que tal forma de comportarse no nos proporciona motivos de incredulidad subjetiva para perjudicar
al acusado; antes al contrario, lo que se pretende con esa equivocada estrategia no es otra cosa que librarle
de la amenaza de la condena.

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Ahora bien, dado que la testigo había declarado en fase de instrucción, se le leyó su manifestación para ver
si de esa manera podía acordarse de lo sucedido, con mayor o menor precisión, surtiendo el efecto, creemos
que más fruto de verse procesalmente acorralada que porque el olvido obedeciera a razones verdaderas, de
recordar el suceso, relatando como el acusado la golpeó en repetidas ocasiones teniendo que intermediar con
el fin de separarlos y conseguir que cesase la agresión desmesurada contra su amiga.
Desde luego si la perjudicada hubiera insistido en acogerse a esa falta de recuerdo la introducción en fase
de plenario de su declaración en fase de instrucción ya habría producido un primer efecto incriminador, que
debería valorarse conforme al resto de la prueba y a las razones que se ofrecieran para justificar lo que en su
día se dijo y ahora no se recordaba; ahora bien, ese primer efecto se vio superado claramente al manifestar
la testigo que la relectura de lo que dijo le había refrescado la memoria y que si recordaba el incidente,
volviendo a relatarlo conforme a sus nuevos recuerdos, lo que supone prueba perfectamente valorable y
sin atisbos de inconsistencia. De esta suerte no es que la declaración de la testigo sea inconsistente por
olvidadiza o por aportar pocos datos de cargo, sino que la única inconsecuencia resulta de la tentación de
olvidar conscientemente lo sucedido para no tener que declararlo en juicio y poder favorecer así a una de las
partes.
Es más, dicha probatura viene refrendada, como acertadamente se hace constar en la sentencia, por otros
mecanismos probatorios adyacentes como son, tanto la testifical de los agentes de los Mossos d'Esquadra
acerca del estado que presentaba la perjudicada cuando acudieron a socorrerla a su hogar, herida y llorosa, y
por el parte médico que refleja las lesiones que ese día presentaba, perfectamente compatibles con la agresión
de la que fue objeto conforme el relato de la testigo.
De esta suerte, la valoración del material probatorio nos parece correcta, por lo que no procede sino la
confirmación de la resolución recurrida.
SEGUNDO.- No procede hacer especial imposición de las costas causadas en la presente alzada.
VISTOS los preceptos legales y principios citados y demás de general y pertinente aplicación.

FALLAMOS
DESESTIMANDO íntegramente el recurso de apelación interpuesto por la representación de Benjamín contra
la sentencia dictada en fecha 17-3-16, por la Sra. Juez del Juzgado de lo Penal nº 6 de Girona, en el
Procedimiento Abreviado nº 74/13, seguida por un delito de lesiones leves en el ámbito doméstico, debemos
CONFIRMAR la resolución recurrida, con declaración de oficio de las costas de la alzada.
Líbrense certificaciones de la presente resolución para su unión al Rollo de su razón y remisión al Juzgado de
su procedencia, junto con las actuaciones originales.
Así por esta nuestra sentencia, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN.- La anterior sentencia ha sido leída y publicada por el Ilmo. Sr. Magistrado Ponente, D. ADOLFO
GARCÍA MORALES, en audiencia pública y en el mismo día de su fecha, a presencia de mí, la Secretaria, de
lo que doy fe.

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