1. Pelar las cebollas. Partirlas por la mitad y remojarlas en agua con sal.

2. Sacar del agua las cebollas y picar cada lado en tiras finas. puede usarse una
mandolina para garantizar el corte.
3. Calentar bien el aceite en un cazo profundo. Cuando esté bien caliente el aceite,
agregar las tiras de la cebolla y freir hasta que se doren.
4. Al alcanzar el color perfecto, sacar y escurrir en un colador metálico. A
continuación, extender sobre un papel absorbente.
5. Dejar enfriar por completo
6. Una vez frías pueden guardarse en un envase hermético durante varios días.
7. Además de esta versión en tiras,