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El ruido y la vibración son fenómenos que se producen por el movimiento de los cuerpos. Cuando un cuerpo
se mueve y tal movimiento es detectable por el oído, se habla de sonido, cuando ese movimiento es
detectable por el tacto se habla de vibración; sin embargo, hay vibraciones que no son detectables por los
órganos sensoriales. Finalmente, cuando el sonido que percibe el oído es desagradable se habla de ruido.
El proceso de captación del sonido por el oído humano y su transmisión hasta el cerebro presenta fenómenos
de tipo mecánico, que cuando llegan al oído interno se transforman en fenómenos eléctricos, forma como el
estímulo llega al cerebro.
El organismo humano está sometido a los efectos de las vibraciones de los cuerpos sólo cuando ellas
presentan valores altos de amplitud, similar a los movimientos y de la frecuencia de ellos.
La amplitud es el valor máximo alcanzado por la onda que produce un movimiento y que depende del
desplazamiento, la velocidad, la aceleración o la presión. En el caso de las vibraciones, se tiene en cuenta
principalmente el desplazamiento, la velocidad y la aceleración; en el caso de los sonidos se tiene en cuenta
principalmente la presión.
La propagación de un sonido en el aire se efectúa como se indica en la figura 11, donde PA es la presión
atmosférica, cuyo valor normal es de 106 N/m2. De acuerdo con el nivel de presión, las vibraciones producen
una perturbación en un medio elástico, llevando el sonido a las personas.[2]
La amplitud, entonces, es el nivel de presión por encima o por debajo de PA, la frecuencia será el número de
veces que se repite un ciclo en la unidad de tiempo -ciclos por segundo o Hertz (Hz); por debajo de dieciséis
ciclos por segundo se habla de infrasonidos y por encima de 16.000 ciclos por segundo se habla de
ultrasonidos. Estos dos últimos niveles constituyen los límites de audición humana.
Por tanto, el decibel no es una unidad sino una relación entre las magnitudes de dos variables. Esto nos indica
que un sonido de 2 dB es 10 veces mayor que el sonido de 1 dB; el sonido de 4 dB es 100 veces mayor que
el sonido de 1 dB.
7) Sordera permanente originada por la exposición durante largos periodos, con destrucción irreversible de los
elementos sensoriales.
Además se ha determinado que la presencia del ruido afecta el aspecto de la seguridad industrial y personal
por cuanto algunos riesgos tendrán mayor posibilidad de ocurrir.
Este medidor de nivel de ruido tiene un circuito compensador que puede estar en diferentes escalas. Cuando
se trata de ruidos agudos se busca que se amplíen, y cuando se trata de sonidos graves se busca su
atenuación. En la figura 12 se observan los efectos de las escalas de atenuación usadas en los sonómetros.
La escala A es de atenuación de la forma como el oído humano está percibiendo; B es una escala media de
compensación; C es una escala sin compensación.
Para medir en el lugar de trabajo se acostumbra la escala A, que permite una respuesta lenta y por tanto
acompaña toda la variación de la onda sonora. Igualmente se tienen los analizadores de frecuencia, que
consisten de una serie de filtros de frecuencias, con dimensión adecuada para permitir pasar espectros de
rangos de frecuencia establecidos, que permiten definir las características de los diferentes tipos de ruido[4].
Con los analizadores de frecuencia se puede conocer la distribución de la intensidad sonora en los rangos de
frecuencia que pueda interesar. Mientras más estrecha sea la banda en que se analiza un ruido, más precisa
puede ser la caracterización del mismo. A nivel comercial las más comunes son las bandas de octava y
tercias de octava.
Por otro lado, los dosímetros son equipos que permiten evaluar la exposición al ruido cuando éste se presenta
con diferentes niveles durante una jornada de trabajo. La evaluación que hace este equipo es porcentual con
respecto a la dosis máxima permitida -100%.
El valor que presenta la pantalla del dosímetro es N, o sea la suma de los porcentajes de tiempo
permitidos a varios niveles. A partir de esta medición pueden encontrarse los límites de tolerancia[5].
Los límites de tolerancia para ruidos continuos o intermitentes, se dan en la tabla 32 y los límites de
tolerancia para el ruido de impacto están dados en la tabla 33 En esta se observa que por ningún
motivo se permiten exposiciones por encima de 140 dB.
Límites de tolerancia para ruido continuo o intermitente
Cuando se está sometido a niveles de ruido diferentes, se debe hacer la relación entre los tiempos
reales en cada ruido -Ci--- y los tiempos máximos permisibles -Ti- en la forma de la dosis equivalente
- deq-.
Cuando la relación Deq (dosis equivalente) es mayor que la unidad, como en el caso del ejemplo, el
ruido es dañino -lesivo- y por tanto es necesario entrar a controlarlo por los diferentes métodos
existentes.
Si se presenta la situación en la cual hay un grupo de personas expuestas al ruido, con oficios
similares y con resultados diferentes de las medidas, es necesario disponer de más de una jornada
de trabajo para determinar la exposición de los trabajadores; además se deben hacer los promedios
logarítmicos para obtener el promedio de exposición.
Segunda. Evaluación de áreas. Cuando el estudio se orienta a determinar el nivel de ruido recibido
como la interacción de todas las fuentes a que se expuesto, se utiliza la técnica de las cuadrículas de
4 x 4 m en el plano del área que se va a evaluar y se calcula el tamaño muestral así:
p y q = Las probabilidades
E = el error
Esta relación tiene 95% de confianza y el 5% de error permisible, y utiliza una tabla de números
aleatorios para seleccionar las cuadrículas que se van a evaluar. Las mediciones se hacen a lo largo
de la jornada de trabajo, en dos períodos diferentes.
Los valores de intensidad del ruido medidos en cada rango de frecuencia se utilizan para trazar las
curvas o espectrogramas, como el de la figura 14 . En este espectrograma, los valores que se
encuentren por encima de la curva de permisibilidad son los valores que realmente están afectando
la audición del trabajador y por tanto se exige que se controle ese ruido.
Para poder hacer un control eficiente del ruido es necesario haber identificado de manera clara la
fuente. Esto puede hacerse poniendo en funcionamiento las fuentes en forma independiente, para
luego medirles el nivel de presión sonora y comparar los espectros de frecuencia medidos.
El control del ruido se debe hacer cuando se sobrepasen los valores límites permisibles. El control no
necesariamente significa eliminación del ruido; también puede ser la reducción o la modificación de
las características perjudiciales. Se debe tener en cuenta que el propósito del control es comenzar la
conservación de la audición desde el momento en que el trabajador ingresa al sitio de trabajo. Este
control puede hacerse en la fuente, en el medio de transmisión o en la persona expuesta.
Control en la fuente
En este caso se acostumbra utilizar disminución del tiempo de trabajo por medio de la rotación de
personal, estudios audiométricos periódicos y uso de equipo de protección individual como tapones y
orejeras.
Evaluación
1. Un trabajador está expuesto a 95 dB (A) por 3,5 horas, a 85 dB (A) durante 1,5 horas y a 88
dB (A) durante 3,5 horas en un día cualquiera de la semana. Calcular la dosis equivalente a la
que está expuesto este trabajador y opinar sobre el resultado.
2. Un trabajador está expuesto a diferentes condiciones de ruido durante toda la jornada de
trabajo, que es de 8 horas continuas. Al aplicarle una evaluación con dosímetro dio como
resultado un valor de l33%. Interprete este resultado.
1. Alcanzar una amplitud mínima o umbral, que depende de la entidad del factor que
desencadena el fenómeno.
2. Que su frecuencia comprendida entre 20 y 20.000 ciclos/s o Hz.
En las industrias no es fácil que se produzcan sonidos puros a frecuencias determinadas, sino una
multitud de sonidos simultáneos. Consideramos una máquina en funcionamiento, se producen
distintos sonidos por cada uno de sus engranajes y sus distintas piezas en movimiento. Todo ello
supone que lo oímos es un conjunto de sonidos a distintas frecuencias. Si, como es normal, la
distribución de estos niveles y frecuencias no se ajustan a una ley predeterminada o armónica, lo
que percibimos se denomina ruido.
Por lo tanto, el ruido está caracterizado por su espectro y la calidad de éste depende de los
intervalos de frecuencia que elijamos. Si el intervalo es 1 Hz obtendríamos un espectro que nos
informa perfectamente del tipo de ruido presente, pero en el plano práctico sería costoso obtenerlo y
sólo se justificaría en estudios de investigación. En el plano práctico se utilizan intervalos (bandas)
más amplios de octava o de tercio de octava.
Otro elemento presente en el ambiente sonoro son las señales. Éstas se caracterizan, además del
espectro sonoro, por la información que transmiten. En realidad, en una señal el sonido es el
vehículo de una información que es posible, normalmente, cuando se da una condición
predeterminada. Generalmente es importante en la relación hombre-máquina.
También la palabra hablada es un elemento sónico que hay que considerar en ergonomía, por su
alto contenido informativo, el más importante en la relación hombre-hombre.
Efectos extra-auditivos
Las vías auditivas del sistema nervioso central no sólo corresponden a las vías directas que unen el
oído interno con el centro nervioso de la audición, sino que existen conexiones indirectas con el
sistema de activación de la formación reticular y también con otros sistemas como el límbico,
neuroendocrino y con el sistema Nervioso autónomo.
Estructura del oído humano, anatomía clínica
Ello sugiere que las reacciones al ruido pueden ser similares a las que provocan otros factores de la
carga física o la psicosocial.
El hecho de que el ruido pueda provocar reacciones fisiológicas de "estrés" parece ampliamente
admitido, pero no se ha establecido todavía que estas reacciones puedan producir efectos
patológicos[1].
Las diferencias constatadas en las reacciones endocrinas son debidas, probablemente, a las
diferentes situaciones y a las características de las personas estudiadas, con sus reacciones, sus
ritos circardianos y sus motivaciones particulares. Esto abre un abanico de posibilidades que
complica la medición directa del fenómeno, pero que habrán de ser tenidas en cuenta para la
evaluación de la fatiga.
Efectos auditivos
Los efectos auditivos son: lesión del oído y dificultad de la comprensión del lenguaje.
Lesión en el oído
Consecuencia clara de una excesiva exposición al ruido es la lesión del oído interno y, derivado de
ello, la pérdida de audición.
Existen innumerables estudios que evidencian esta relación de causalidad, siendo interesante al
respecto el trabajo de recopilación efectuado por la AIHA (American Industrial Hygiene Association),
se considera individuo con deficiencia auditiva a aquel que ha desplazado un umbral medio de
audición superior a los 15 dB a 500, 1.000 h 2.000 Hz. Las curvas incrementan su inclinación a partir
de los 85 dB.
Volviendo a los efectos extra-auditivos, señala que "los conocimientos científicos actuales relativos a
los efectos de la exposición al ruido sobre la salud, al margen de los efectos sobre el oído, no
permiten fijar niveles precisos de seguridad, pero no obstante, la reducción de ruido disminuirá el
riesgo de enfermedades no vinculadas a afecciones del oído.
Las señales son sonidos que trasmiten mensajes. Estas pueden darse de forma espontánea; por
ejemplo, el deterioro de un mecanismo; o pueden aparecer según una secuencia o circunstancia
determinada; por ejemplo, que se active una alarma.
Ésta es una forma de comunicación entre el hombre y la máquina, imprescindible cuando la otra
forma de comunicación, la visual, no es posible o está deteriorada.
Al margen de los contenidos de información, las señales se perciben mejor cuando son de banda
ancha y se deben diseñar con una duración de, al menos, 0.5 segundos.
Referente a los niveles de sonido, es necesario tener en cuenta el ruido de fondo. La teoría de
detección de señales (TDS) de Swets ilustra sobre los criterios de diseño del nivel sonoro de una
señal en función de un ruido de fondo de un nivel de intensidad aleatorio. En un ruido de estas
características, la distribución de probabilidades de que aparezcan distintos niveles de intensidad
sigue una curva normal.
La superposición de una señal en ese ambiente sonoro, cuyo nivel se mantenga constante, se puede
representar como una curva desplazada, respecto a la anterior; en un intervalo igual a su propio nivel
sonoro. La indeterminación que se genera por la presencia de la zona ambigua en la que un oyente
no es capaz de saber si la señal está presente o no. A partir del valor medio de intensidad en la
curva del ruido (sin señal), el oyente puede sospechar la presencia de señal, pero no tener la certeza
de ello.
La teoría de detección de señales tiene más un valor pedagógico que práctico, ya, que su aplicación,
tiene el inconveniente de que el nivel de intensidad sonora no tiene un efecto proporcional en la
percepción y, si aplicamos decibelios, la forma logarítmica de esta unidad hace que las sumas no
sean aritméticas.
En todo caso el principio es válido no sólo para el ambiente sonoro, sino también en el ambiente
visual, y en generan en todos los problemas de detección de señales con presencia de ruido
comunicacional.
En general, Murrell recomienda que, en un ambiente silencioso, una señal de 40 a 50 dB por encima
del nivel umbral sería suficiente, y, para ambientes ruidosos, el valor se debería situar entre el nivel
de enmascaramiento y 10 dB.
Comprensión de la palabra.
En un ambiente donde la comprensión de la palabra resulte difícil es muy probable que existan
dificultades que se traducirán en malestar para el trabajador y deterioro del trabajo.
La palabra hablada es un elemento sónico con alto contenido informativo, por lo que el proceso de
percepción verá deteriorado por los fenómenos acústicos ya mencionados y por la especial
interpretación del mensaje transmitido mediante la palabra. En todo ello influirá.
Como es natural, a medida que el IA es mayor, el promedio de comprensión de la palabra crece. Una
conversación puede considerarse satisfactoriamente inteligible cuando, al menos, se entiende el
95% de las frases expresadas. Basándose en estos conceptos, la normatividad ISO presenta una
tabla para la distancia en una conversación normal se considera satisfactoria inteligible.
En este caso no era tanto el carácter bullicioso de éstas lo que más molestaba, sino la percepción de
su contenido.
Muy probablemente, si está encuesta se hubiera efectuado en otros ámbitos, probablemente, si está
encuesta se hubiera efectuado en otros ámbitos, por ejemplo, en una fábrica de montaje, la
contestación no hubiera sido la misa".
Esto indica que cada tipo de trabajo tendrá una consideración distinta. Queda. Pues planteado el
problema en ambientes que implica contenidos de trabajo distintos.
En consideración por parte de la persona de si un ruido sin contenido informativo es molesto o no, se
tendrán en cuenta diversos aspectos, como pueden ser el condicionamiento de la persona respecto
al ruido, la oportunidad de dicho ruido, la intermitencia, su carácter inesperado y la reverberación.
En todo caso, se puede generalizar que, a igual intensidad, los ruidos más graves de 256 Hz,
también son causa de molestias.
Parece que la influencia de la frecuencia, según estos datos, se concreta en una molestia en el
entorno de frecuencias de 200-1.200 Hz.
En cuanto a niveles sonoros, los ruidos en trabajos manuales empiezan a ser molestos a partir de los
80 -90 dB, coincidiendo con los niveles a partir de los cuales pueden ya suponer riesgo de sordera.
Los empresarios reconocieron que el ruido era un problema incluso antes de que ellos fueran
capaces de combatirlo. Un texto antiguo en dirección de oficinas apuntaba que las máquinas
ruidosas creaban "una alcantarilla constante sobre la conducta nerviosa". Las sugerencias para
minimizar el ruido incluían la colocación de almohadillas o similares, bajo las máquinas y bajo las
cubiertas del suelo[2].
La evidencia sugiere que el ruido predecible sólo afecta al trabajo de oficina, la planta y el ambiente
cuando comienza, cambia o sirve como señal.
Tareas mentales.
El ruido previsible generalmente nos lleva a un descenso en el rendimiento en las tareas motoras
con cierto nivel de exigencia. Sin embargo, tal descenso no ocurre en todas las tareas, y en algunas
circunstancias el ruido constante en breves sesiones de trabajo fue relacionado con una mejora de
rendimiento.
Tareas intelectuales.
Este tipo de tareas exigentes implican "una especial atención a señales concretas que son difíciles
de identificar". La ejecución de la tarea puede sufrir desde la más ligera distracción y puede
comenzar a deteriorarse después de menos de una hora estando por debajo de las mejores
condiciones.
El descenso del rendimiento en una vigilancia exigente como consecuencia del ruido continuo es
difícil de explicar. La excitación se estima como favorable a la vigilancia, y el ruido continuo está
generalmente asociado con la excitación. Así pues, el ruido debería ayudar, no perjudicar, al
rendimiento. Sin embargo, en las tareas exigentes, un alto nivel de excitación es contraproducente,
ya que con el tiempo esta degenera en fatiga. Tal excitación pasa a convertirse "en una canal de
drenaje" de las capacidades del trabajador que aparece después de un tiempo de exposición.
Otra explicación de tal descenso en el rendimiento es que el ruido nos lleva a distorsiones de
cálculo, quizá como consecuencia de la excitación. En dos estudios de vigilancia, los participantes
expresaron más confianza en los cálculos realizados bajo la presencia del ruido. Quizá el ruido lleva
a la mente a tomar decisiones de un modo más rápido y torpe o descuidado como consecuencia de
un exceso de confianza.
Podríamos decir que un ruido alto predecible puede llevar a un descenso en el rendimiento en
aquellas tareas que requieren de una importante concentración tareas de vigilancia pero no en
aquellas de una moderada dificultad.
Tareas mentales.
El ruido impredecible esta asociado con errores en tareas que implicaban cálculos mentales de
rápida memorización. Sin embargo, el ruido intermitente no parece tener ningún efecto sobre tareas
bien aprendidas, de retentiva a largo plazo, o eminentemente prácticas.
Tareas motoras.
En este caso, los resultados de la mayoría de los experimentos desarrollados concluyeron un efecto
negativo del ruido impredecible.
El ruido deteriora las células ciliares, lo que produce un empeoramiento paulatino de la capacidad
auditiva. La perdida es más acusada en las frecuencias a las que el oído resultas más sensible,
alrededor de los 400Hz. Esta frecuencia queda fuera del margen de frecuencias conversacionales,
250Hz - 2000 Hz, por lo que la persona oye y entiende las conversaciones normalmente, y cree
encontrarse sano. Sin embargo, cuando llegan a afectarse las frecuencias conversacionales, el
problema se hace irreversible y nos encontramos ante un trabajador con incapacidad permanente.
Se presenta cuando la exposición al ruido es de muy elevada intensidad, a pesar de que su duración
sea muy breve, puede producirse dos tipos de lesiones: la rotura de la membrana timpánica y/o la
destrucción de las células ciliadas del órgano de corti.
Es un deterioro progresivo de las células ciliadas del órgano de Corti, tanto más rápido cuanto más
elevados son los niveles de ruido. Constituye un error muy extendido creer que con el tiempo se
produce una adaptación al ruido, lo que ocurre realmente es una perdida de sensibilidad debida al
deterioro progresivo de las células ciliadas.
Desde el punto de vista legal, se utiliza el término de sordera para definir la evolución patológica de
la hipoacusia producida por el ruido cuando el aumento del umbral auditivo en las frecuencias
conversacionales es tan acentuado que no se comprende la palabra hablada.
El umbral auditivo se eleva progresivamente con la edad, siendo la pérdida superior en las zonas de
altas frecuencias y más pronunciado en las mujeres que en los hombres. Tomando una frecuencia
media de 3000 Hz, se pueden observar las perdidas de audición siguientes: 10dB a los 50 años, 25
dB a los 60 y 35 dB a los 70.
La sordera temporal se caracteriza por un retorno progresivo al nivel normal de audición. El estudio
de la sordera que existe una estrecha relación entre las sorderas temporales y permanentes. El
estudio de la sordera temporal ha permitido establecer un cierto número de principios de aplicación
general:
Hasta 80 o 90 dB, se observa una ligera pérdida de audición del orden de 8 o 10 dB, pero si
se amplifica hasta 100 dB la perdida alcanza de 50 a 60 dB.
La perdida temporal del nivel de audición es proporcional a la duración del ruido. Por ejemplo,
un ruido de 100 dB durante 10 minutos provoca una disminución de 16 dB, que se incrementa
a 32 dB después de 100 minutos.
La duración de la recuperación es proporcional a la intensidad y la duración que le precede, y
entorno a un 10% más largo.
Se observa menos sorderas temporales cuando el ruido esta entrecortado por periodos de
calma.
Los daños en el aparato auditivo depende de la cantidad total de energía sonora que se recibe a lo
largo de las 24 horas del día, por lo que a lo largo de los años, los elevados niveles de ruido
producen perdida de audición permanente.
Un ruido constituido sobre todo por frecuencias altas es nocivo que uno de frecuencias bajas.
Un ruido intermitente es más nocivo que uno continuo.
A igualdad de nivel suelen ser más molestos los ruidos de banda ancha.
A igualdad de ruido, los ruidos propios molestan menos que los ajenos.
A igualdad de sonoridad el nivel de percepción depende de la significación.
Un ruido aislado muy fuerte, una detonación por ejemplo, puede dañar instantáneamente el
oído.
Seccion 3. Efectos fisiológicos y psicológicos del ruido.
Hasta ahora se han descrito los efectos auditivos del ruido, pero las lesiones auditivos no son
los únicos efectos del ruido sobre el organismo. Como sistema de alerta que es, el oído, esta
relacionado con numerosos órganos, especialmente el sistema neurovegetativo, lo que puede
desencadenar efectos negativos sobre ellos.
El ruido puede provocar una larga serie de efectos no auditivos, cuya magnitud no es fácil de
cuantificar, como tampoco lo es su relación con el nivel de ruido percibido, ahora bien, la
mayoría de los estudios y experiencias que se tienen sobre el tema demuestran que sus
efectos están íntimamente relacionados con el nivel y la distribución espectral del ruido.
Seccion 4. Vibraciones
Aunque en las oficinas sea un problema muy poco habitual, hay que tener en cuenta que en
muchas ocasiones están situadas en el interior o proximidades de naves industriales, que
pueden ser transmitidas al interior. Otra posible fuente de vibraciones son los equipos de
calefacción, aire acondicionado, etc[1].
La percepción de las vibraciones es causa de molestias, falta de confortabilidad y
concentración para el desarrollo de algunas tareas, por todo lo cual conviene minimizarlas.
Para su evaluación se pueden utilizar los criterios establecidos en la norma ISO 18000 relativa
a la afecciones producidas por las vibraciones transmitidas a través del cuerpo completo en el
rango de 1 a 80Hz, que para nuestro caso deberían encontrarse por debajo del límite de
percepción, establecido en un nivel de aceleración de la vibración de 0.01 m/s2.
Lección 4. Temperaturas Extremas
Es común que en muchas empresas existan algunas estaciones de trabajo, con presencia de
calor; esto hace que el trabajador llegue en forma rápida y fácil a estados de fatiga
superiores, a los que se presentan en ambientes que no tienen ese calor.
La respuesta fisiológica al organismo en ambientes de altas temperaturas busca mantener la
temperatura corporal interna constante y por ello la fatiga en estos casos tiene
manifestaciones particulares como la deshidratación, los calambres, y los desmayos[1].
Se ha considerado como temperatura interna a la temperatura de la sangre que llega al
sistema nervioso central, el centro termo-regulador, que esta situado en el hipotálamo
anterior, que es de aproximadamente de 37ºC y diferente a la temperatura cutánea, la cual
varia con las condiciones ambientales.
El centro termo regulador, para ejercer su función de mantener la temperatura constante
actúa, como un sistema de control que permite variaciones hasta 4º C, sin que haya
consecuencias graves en cuanto a la capacidad física y mental.
Una persona desnuda tolera variaciones en la temperatura ambiente desde 12 hasta 60ºC y
cuando tiene protecciones adecuadas desde -50 hasta 100ºC.
La temperatura interna se mantiene de dos formas: cuando sube de 37ºC hay una
vasodilatación en la zona del centro regulador, que produce sudor. El fenómeno contrario, es
decir, el enfriamiento del centro, produce vasoconstricción e interrumpe la sudoración. Cuando
la temperatura interna alcanza a bajar de 36ºC, el centro termorregulador recibe señales de
receptores localizados en la médula y la piel accionando mecanismos intrínsecos de
producción de calor.
El balance térmico se expresa mediante la siguiente expresión[2]:
Acumulación de calor= producción (calor producido por el metabolismo) + perdida (formas de
transferencia radiación, evaporación conducción)
A = M + (R + E+ C)
A largo plazo, este proceso tiende a equilibrarse y por lo tanto:
M = (R + E + C)
Existen varias formas de transmisión de calor; la radiación, la convección, evaporación, y la
conducción.
La radiación es la transmisión de calor por un cuerpo bajo la forma de ondas
electromagnéticas, con longitudes de onda muy grandes; el cuerpo humano alcanza a
absorber el 97% del calor irradiado por diversas fuentes. Para esta forma de eliminación de
calor no se requiere medio físico de transmisión; es decir, se puede transferir en el vació, ya
que se presenta intercambio de calor en forma de rayos infrarrojos entre la piel y los objetos
que rodean al cuerpo. Las pérdidas de calor de radiación se presentan cuando la temperatura
de la piel es superior a la temperatura de la superficie de los objetos del entorno.
El cuerpo desnudo alcanza a liminar el 60% de a perdida de total de calor por radiación. La
evaporación consiste en que cuando el agua que se encuentra en la piel es calentada por el
calor del organismo, pasa a una fase de vapor y deja la superficie corporal.
Las tres fuentes de agua para la evaporación son: el sudor, el agua de las vías respiratorias y
el agua de la piel. Para que ocurra evaporación normal se requiere baja humedad del aire y
ventilación del ambiente, natural o forzada, en forma adecuada. En ambientes de altas
temperaturas, la evaporación se convierte en la única forma de perdida de calor y para que
exista una adecuada evaporación del sudor se requiere que la piel esté descubierta o que la
ropa sea permeable.
La conducción es la transmisión de calor hacia los cuerpos que se encuentran en contacto
inmediato con el organismo, ropa, herramientas, aire, etc. Depende de la convección del aire
circúndate: si este es más frió que el organismo, el cuerpo pierde calor, pero si es más
caliente, el cuerpo gana calor.
Seccion 1. Efectos de Calor en el Individuo
A continuación señalaremos los efectos del calor que representan problemas graves en la
salud de las personas[1]..
Hipertermia o insolación. Es el efecto más grave y puede llevar a la muerte. Se presenta por el
desencadenamiento de un mecanismo en que el cuerpo, tratando de buscar alternativas para
perder calor, causa el efecto contrario; la temperatura interna sube hasta perder la
termorregulación. Este efecto se presenta con facilidad en individuos no adaptados al calor en
obeso, en consumidores de alcohol y cuando se utiliza ropa que no permite la evaporación de
sudor. Generalmente va acompañado de delirios, convulsiones y piel caliente y seca.
Deficiencia de sodio. Se presenta debido a la sudoración excesiva o por reposición
inadecuada de sal en la alimentación, lo que provoca mareos. A nivel muscular, esta
deficiencia se manifiesta como debilidad, cansancio y calambres. En términos generales se
presentan náuseas, vómitos, cefaleas, irritabilidad y aumento de la frecuencia cardiaca.
Fatiga. Cuando se tiene una evaporación inadecuada de sudor, ya sea por vestir ropa
impermeable o por trabajar en ambientes muy húmedos o sin ventilación, en el individuo se
genera cansancio e incremento de la frecuencia respiratoria y cardíaca hasta llegar a un
estado de desfallecimiento.
Deshidratación. Ocurre cuando la ingestión de agua es insuficiente para recuperar la que se
ha perdido en el aire expirado, la orina y el sudor. Si se alcanza a perder del 5 al 8% del peso
corporal hay disminución de la eficiencia en el trabajo, irritabilidad y sed, se eleva la
temperatura y la frecuencia cardíaca; si se llega a un 10% de perdida de peso ya hay
incompatibilidad con el trabajo claramente marcada. Si la pérdida es del 15% seguramente se
sobrevendrá un estado de choque.
Dolencias del pie. Provocadas por el calor sobre la piel, cuando la temperatura es mayor de
45ºC, debido a una exposición a radiación ultravioleta de la luz del sol. La presencia de
erupciones en la piel se debe a una hiperactividad de las glándulas sudoríparas.
Irritaciones en los ojos. A veces, cuando se presenta una exposición a radiaciones infrarrojas
puede ocurrir una catarata. Debido a que el cristalino del ojo se encuentra próximo al
ambiente, se calienta y causa la descomposición de sus proteínas.
Efectos múltiples. Las manos húmedas por el sudor pueden provocar perdida del control de
las herramientas y objetos, el piso se puede humedecer y el sudor llegar a los ojos e impedir
una buena visión; todo ello aumenta la probabilidad de accidentes.
Hasta el momento no existen índices especiales que permitan una evaluación adecuada de la
exposición al frío. Solo se han realizado experiencias en el interior de cámaras frías y frigoríficos con
el fin de estudiar las variaciones de la temperatura y la velocidad del aire de la cámara.
Una de las desventajas de estas experiencias es que no se tienen en cuenta elementos tan
importantes como la perdida de calor por la respiración. Los efectos de exposición al frío intenso no
aumentan mas que la velocidad del aire, pero si con su raíz cuadrada la perdida de calor por
convección es mas notoria cuando se presenta un desplazamiento rápido en un ambiente frío que no
tiene corrientes de aire significativas.
Lección 8. La Iluminacion
Los objetivos fundamentales de la ergonomía visual son favorecer la comunicación visual en el
sistema hombre-máquina y el confort visual[1].
La perspectiva ergonómica tiene en cuenta todos los aspectos que integran un sistema de trabajo y
que podemos agrupar como siguen:
Edad
Adaptación visual
Limitaciones oftálmicas
Percepción de profundidad
Percepción de colores
Atributos de la tarea
Tamaño / distancia
Contraste
Características de la superficie
Moción y tiempo
Color
Características de iluminación
El examen clínico, conjuntamente con la prueba de visión, proporciona los grados de la agudeza
visual del individuo.
Grado 1. Puede ejercer tareas que no requieren ningún esfuerzo visual- ceguera o casi total,
Grado 2. Puede realizar tareas que exijan agudeza visual para lejos o para cerca.
Grado 3. Puede realizar tareas que exijan agudeza visual para cerca.
Grado 4. Puede realizar trabajos con agudeza visual para cerca y con buen grado de distinción de
colores.
Grado 5. Puede realizar trabajos con esfuerzo visual para lejos, para cerca y con visión de
profundidad.
Al referirnos a la carga y fatiga mental en el trabajo; son fundamentales los componentes mentales
del trabajo que se va a considerar, lo que en principio recae en la disciplina de la psicología, aunque
con apoyos importantes la fisiología y la sociología. La primera, por dar conocimientos físicos
básicos en lo referente a los mecanismos perceptivos, cognoscitivos y nemotécnicos, y, la segunda,
por aportar conocimientos esenciales sobre las repercusiones de ciertas tareas en el plano social.
Antes de que entremos a analizar la carga y fatiga mental, consecuencia de la relación con una
tarea, es necesario que distingamos lo que es trabajo físico de lo que es el trabajo mental. El trabajo
físico implica mecanismos fisiológicos musculares y el trabajo mental. El trabajo físico implica
mecanismos fisiológicos musculares y el trabajo mental implica mecanismos mentales, es decir,
tratamiento de la información. Pero ninguno de los dos se da en forma pura, sino que se
complementan, de tal forma que todo trabajo físico, incluso el más elemental o gestual, es también
mental por necesitar un mínimo de tratamiento de la información recibida: así como todo trabajo
mental, aun el más simple, es difícil que no necesite de alguna acción.
Cuando hablemos de carga mental (CM), nos estaremos refiriendo al esfuerzo mental que requiere
un determinado trabajo, aunque por otra parte podamos estar evaluando la carga física. En este
trabajo mental están involucrados los mecanismos a los que hemos hecho referencia; percepción,
tratamiento de la información, etc., siendo todos ellos necesarios e interdependientes
Hace años era muy importante la intervención física del hombre, exigiéndole un gasto físico muy
considerable (aún hoy existen muchos trabajos donde la consideración de ese gasto físico es
esencial para evaluar el grado de penosidad o la falta de confortabilidad), pero con el paso del
tiempo nos hemos ido acercando a trabajos donde se le exige muy poco esfuerzo físico, requiriendo,
sin embargo, una mayor capacidad decisoria, con la intervención de factores cognoscitivos para el
tratamiento de la información recibida y la forma de decisiones durante el desarrollo de su tarea.
Normalmente, para la mayoría de los puestos de trabajo, la disminución de la carga física va
acompañada de un crecimiento de la carga mental o de un aumento de la cantidad de información
que tiene que manejar, pero también pueden suceder que exista una falta clara de tratamiento de
información.
Es cierto que hay individuos que por sus limitadas capacidades prefieren trabajos simples y con poca
responsabilidad, pero hemos de considerar que si lo aferramos a una tarea puramente repetitiva y
monótona lo estaremos perjudicando con un retraimiento intelectual aún mayor.
A grandes rasgos podemos decir que en el análisis de tareas se procede primero a una descripción
de la tarea, donde se recogen los principales datos que permiten hacerse una idea de conjunto de la
situación.
1. El operador. Número que interviene y su papel, reparto de tareas, número de operaciones que
trabajan simultáneamente o sucesivamente y sus reglas, cualificaciones, formación etc
2. La máquina: estructura y dimensiones, productos utilizados, producto tratado o fabricado,
riesgos evidentes, medio ambiente (ruido, iluminación, temperatura).
3. Las informaciones: informaciones recibidas y emitidas por la máquina, informaciones recibidas
por el operador (tipo de receptores), informaciones formales e informales (tipos), datos de lo
que se sirve (en memoria a corto plazo y en memoria a largo plazo).
4. Las acciones: tipo de respuestas del operador y los estímulos desencadenantes, acciones no
programadas o inhabituales (gestos), grandes formas operacionales, formas de tratamiento de
la información, tipos de decisiones y tipos de regulación.
Además de esto se deben indicar relaciones entre puestos interferencias entre puestos (coutilización
de los mismos espacios o útiles, riesgos de enmascaramiento de señales útiles...), circulaciones
generales y locales (materias primas, productos, personas...), distribución general espacios, salidas,
accesos).
Una vez recogidos los datos básicos, se hace necesaria una descripción dinámica del
funcionamiento esquematizando el desarrollo de las operaciones en su forma lógica y temporal. La
forma más común son los diagramas en sus variantes de gráficos de fluencias o cuadros matriciales.
El concepto "carga de trabajo", se verá con más detenimiento conviene ahora precisar qué se debe
distinguir entre "carga" y "esfuerzo".
Las exigencias del trabajo, recopilando las más esenciales, que han sido indicadas por Faverge.
Leplat y Cuny, son las siguientes:
Estas exigencias pueden verse aumentadas, mejor dicho, pueden aumentar los efectos negativos de
esas exigencias (carga y fatiga mental), por influencias del entorno inmediato. Nos referimos
fundamentalmente a tres:
Ruido: Puede provocar una disminución de la atención y un deterioro en los trabajos que demandan
concentración, rapidez y destreza provocando mayor desgaste nervioso y mayor fatiga.
Iluminación: Al estar directamente relacionada con la percepción (la vista es el sentido por
excelencia), es muy importante la luminosidad, el contraste, el tamaño del objeto, la distancia objeto -
ojo, los brillos. Etc. Pudiendo influir de forma decisiva en la velocidad de ciertas funciones psíquicas
y en la aparición de la fatiga.
Finalmente, dentro del análisis de tareas, deberíamos incluir un análisis de las conductas del
trabajador en los procesos fundamentales. Terminado el análisis de tareas debemos ser capaces de
detectar los disfuncionamientos en el sistema y en trabajador, pera poder proponer las correcciones
necesarias.
Dicho autor indicó que la carga del trabajo está influida por otros factores que son externos a la tarea
en sí:
Condiciones ambientales desfavorable (luz, ruido, temperatura) pueden fatigar los órganos
sensoriales.
Exceso de demanda, provocando fatiga en el sistema perceptivo, que tiene la relación más directa
con el cerebro que con los órganos sensoriales. De esta manera, puede perturbarse la actividad
intelectual consciente, el pensamiento automático o la memoria, al igual que toda la actividad de
coordinación y regulación.
Para A. Wisner todas las actividades laborales pueden tener tres aspectos que están
interrelacionadas y que pueden influir en la carga de trabajo:
Carga fisica: Debida al esfuerzo muscular
Carga psíquica: debida al componente efectivo de la tarea. Es la parte emocional del trabajo.
Dejando aparte la carga física, A. Wisner considera tareas como carga cognitiva predominante a
aquéllas, que son organizadas de forma muy estricta y en las que se da una obligación de rapidez
que impone el propio ritmo del trabajo, indicando que también se deben considerar los trabajos
complejos donde interacción diversas tareas y/o se da un desequilibrio entre las exigencias del
trabajo y el personal disponible. Este autor señala que en el resultado final de la CM influyen de
manera importante factores como las dificultades perceptivas (deformación o enmascaramiento de
mensajes, vibraciones, problemas de iluminación, etc.), que entorpecen la lectura de los elementos
informativos, lo que contribuye de forma importante en el esfuerzo mental requerido para la ejecución
de la tarea.
Ejemplos de sufrimiento psíquico los podemos encontrar en la actividad agresiva de otras personas
con las que tiene que relacionarse, recepción de protestas del cliente, trabajos psíquicamente
peligrosos, decisiones muy importantes en situaciones inciertas, etc., lo que provoca un aumento de
la ansiedad y de la tensión nerviosa.
Es probable que actualmente estos factores sean mas fronterizos con otras disciplinas y menos
característicos de la ergonomía, en la medida en que está claro que se debe y se puede hacer el
diseño de una silla, incluso de un indicador o unas instrucciones; pero costará un tiempo asumir que
las organizaciones puedan ser objeto de un diseño o proyecto ergonómico. Y es que no solamente
se debe pensar en el diseño organizacional jerárquico del organigrama, sino también en el conjunto
de relaciones horizontales y las interacciones entre la tecnología y la organización.
Por ejemplo, el diseño de una empresa de distribución de paquetes y mensajes en una gran ciudad
debe ser objeto de un profundo estudio ergonómico de la organización, que tenga en cuenta desde
los medios de transporte hasta las comunicaciones sobre recogida, entrega, unidades centrales y
periféricas, rutas estándar, rutas alternativas, organización de turnos, etc. Cada vez resulta más
evidente que la organización es el valor estratégico más importante de una empresa, hasta el punto
de identificarse con ella. Una empresa es su organización, su alma es su configuración.
Cuando se efectúan los análisis de los sistemas hombre-maquina no siempre se busca un resultado
preciso, sino que con ellos se puede dar inicio al proceso de descubrimiento de las
incompatibilidades, las deficiencias, las disfunciones, y en fin, la presencia de los elementos sobre
los cuales es necesario efectuar intervención ergonómica para mejorar la operación de tales
sistemas.
Además en una intervención ergonómica se pueden tomar elementos sobre los cuales se puede
efectuar alguna aplicación como complejo sea el sistema, de tal manera que es necesario determinar
algunos criterios que permitan obtener esa aplicación de forma eficiente, aquí intervienen factores
tan fundamentales como la importancia que tiene la aplicación y su costo.
El criterio central de la intervención ergonómica debe ser, obviamente, que el trabajador este
desempeñando su función sin entrar en fatiga física o psíquica, y que no se sobrevengan
enfermedades como consecuencia del trabajo es decir que la estación de trabajo este cumpliendo la
finalidad esbozada en unidades anteriores: adaptación de trabajo a las características anatómicas,
fisiológicas y psicológicas del hombre.
Este proceso se puede llevar a cabo de dos maneras; de un lado, cuando se trata de adaptar la
estación de trabajo al hombre, es un primer paso a la aplicación de la ergonomía se deben examinar
sus capacidades físicas y psíquicas, su comportamiento fisiológico y, por tanto, sus aptitudes para
soportar el trabajo, para posteriormente diseñar el puesto de trabajo de acuerdo con esas
características encontradas en el.
Para alcanzar la compatibilidad del hombre con el trabajo que realiza, cualquiera sea el camino de
los enunciados antes, se construye el llamado perfil biométrico en el cual se tiene en cuenta las
condiciones del hombre para ocupar un cargo determinado y las condiciones de trabajo, que exigirán
unas determinadas capacidades y aptitudes. Una vez se hayan elaborado ambos perfiles
biométricos, se compraran, para definir la permanencia del trabajador en el cargo. Para desarrollar
este perfil no solo se necesita realizar el análisis biométrico del trabajador sino una evaluación
clínica.
Para la elaboración de este perfil, se deberán tener en cuenta las variables que se mencionan
enseguida, cada una de las cuales se evalúa, con una variabilidad de uno a cinco en cuanto al grado
de exigencia.
Estas variables se agrupan en: grado de exigencia física, grado de exigencia del trabajo y la
actuación de agentes físicos y químicos en el ambiente de trabajo.
1. Gasto energético de la actividad laboral de kilocalorías por minuto, kilocalorías por jornada o
en kilojoule por jornada
2. Fuerza aeróbica, determinada por el consumo de oxigeno en L O2/ min.
3. Gasto cardiaco o volumen de sangre por minuto -Vm- en L/min
4. Función respiratoria, o volumen máximo de ventilación -VVM- en los litros de aire por minuto
5. Tolerancia al calor, utilizando el índice WBGT
6. Tolerancia al frío, utilizando el índice WBGT
7. Repetitividad de los movimientos con exigencia de contracción mental
8. Adaptabilidad al horario de trabajo
Ahora bien, un análisis ocupacional de un trabajador puede mostrar cosas muy diferentes de lo que
serian un análisis clínico del mismo. Sin embargo, no siempre la persona enferma, desde el punto de
vista clínico, esta incapacitada para ejercer actividades laborales.
Cuando se conoce bien un trabajo, con sus exigencias físicas y psíquicas, se puede seleccionar en
forma mas apropiada el trabajador o los respectivos trabajadores, de tal manera que se puedan
aprovechar en forma mas racional las capacidades de estos trabajadores y a la vez se minimicen
aquellos factores que estarían generando incompatibilidades, fatiga o enfermedades.
Es importante destacar, por ultimo, que cada trabajador debe tener una historia de su aptitud física y
para conformarla, se deben realizar varios tipos de exámenes.
El primer tipo de exámenes describe las principales variables antropométricas: sexo, edad, peso tala,
perímetro torácico, perímetro cefálico, y perímetro abdominal.