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Dirigido por Andrés Ortiz-Osés y Patxi Lanceros

Diccionario interdisciplinar de

Hermenéutica
HG. Gadamer E. Dussel
P. Ricoeur L.A. Schokel
G. Durand M. Frank
G. Vattimo E. Neumann
J.L. Aranguren M. Maffesoli
R. Panikkar E. Coreth
J. Rof Carballo L. Cencillo
E. Trías J.L. Abellán
J. Oteiza J. Gómez-Tabanera
C. Moya M. Beuchot
X. Rubert de Ventós C. García Gual y otros

Quinta edición revisada y ampliada

~
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2006
Universidad de Deusto
Bilbao

......___
N1m111r1.-J prirlP de e,tJ publicJción, incluido 01 d1s0ño rlP lri rnb1Prt.-J, puPdP
ser reproducida, ;,lmrirPn.-Jd.-Jo tr.-J11c,111itid.-J
er1 1nJnerJ JlgunJ ni por ning1·m
rneJ1u, Y" ',L'..J elL·ctnco. químico. mPcPmirn, nrt1rn, dP qr,iliduór1 u Je foto-
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Historia de la Hermenéutica 210

te para aquel que desvela el sentido (el esoterismo se- y la mediación: es Hermes, el Legos, quien revelando
ría entonces la conexión íntima entre el sentido que muestra la presencia del Uno inefable y crea así la me-
se revela y aquel para quien se revela). diación por la que podemos acceder a la experiencia
En el hermetismo comprobamos una vez más cómo del sentido, es decir, el ámbito de la hermenéutica.
aparece desde sus orígenes más prístinos la ligazón in-
disociable entre la palabra revelada, la interpretación José Antonio Antón

Historia de la Hermenéutica
a) El problema de la intelección como la «reconstrucción histórica y adivinatoria, obje-
tiva y subjetiva de un discurso dado» 4 • Aquí acentúa
1. El concepto y la cuestión de la hermenéutica sur- Schleiermacher que para ello es exigible un «meterse
gen por primera vez en un contexto de problemática dentro» del autor, un «aclimatarse» a su situación e
filosófica en Friedrich Schleiermacher. Este toma la pa- intención, a su mundo de pensamiento y de represen-
labra del uso lingüístico teológico, pero sitúa el pro- tación; un pensamiento repetido desde entonces con
blema biblicohermenéutico de la comprensión e in- frecuencia, cuya validez, sin embargo, ha sido última-
terpretación correctas de la Sagrada Escritura en el mente convertida en cuestionable, o al menos relativi-
horizonte más amplio de la comprensión histórica y li- zada, por Gadamer.
teraria (más tarde se dirá comprensión propia de las 2. El problema de la comprensión se plantea con
ciencias del espíritu) que él intenta dilucidar filosófica- nueva importancia así que se instaura la reflexión
mente. Esto sucede principalmente en sus lecciones so- acerca de la pernliaridad y el mt'todo e~enci11lmente
lnt1 tn•rnwn(~utit.1 1; •..ir, t!tllbdr4u, PI prohlPlflrl ht3rftl'3 propio dt-t l;.11,r itlrtt i.;:i1.,hit..tflrit .;..1',. y 1-.u;;.t;i rttflP)(it\n l:tit tf'.L
1

néutico se halla también en sus escritos r!'stilnt!'s. pilrn expresamente de las ciencias m1tur11les. Esto.
HPrmrnf-.utir .i re, p;1ro1 Ci<
hlrwrm,_u hrr url ,irtr rir rnm prrp,irorln por Runk.-. ~ucede <'5pecialmente en el libro
prrndrrn, mo\ rXiULimrntr lltlil doctrinil rnrtndu.-1 (,r,1nr/r," drr H"trmk (1Hh8). de K I Droy,rn, qu,.-n
que como tal está ordenada no a un saber teorético, sel'lala la distinción entre el método de las ciencias na-
sino a un manejo práctico. a saber, a la práctica o téc- turales y el histórico mediante los conceptos «explica-
nica de la interpretación rnrrecta de un texto. Aquí se ción» y «comprensión». Explicación significa el retro-
lr c1tc1 Ue «luft1p1 l'tHJl•r )) 1 lo l Ud! t.fr11,,t.Jl_'dllor d \P l un t1cH..1r tcJUí_,.Jllflµflfl.1 PI fPttÓlfH--HHl dit.l.-!dO d Id h•y ljl 1 1Wtdl
vierte en la noción y el aspecto fundamentales de toda y necesaria; comprensión, por el contrario, l.a concep-
la cuestión hermenéutica 1 Schleiermacher quiere com ción de lo singular en su peculiaridad y en su signifi-
prrnrlrr rart1 prn«.,1mil:"ntn o ~.-1rlu r:"Xprc')ión u portir rnción. También üquí emerqe otrn vez el pemamiento
de la totalidad de un «contexto de vida» de la que el que es de importancia fundamental para toda com-
\UHlf\ Aquí dii..tinquP Pn1rP l;1 cornptPn\it\n u;.irlivin;:1- prt>nsil'ln y 'l"" '"
mantí"n" há<t'I l'I prnbll'máti~a hl'r-
tona». que en su medida plena sólo es posible frente men@utica de la actualidi!d: "Lo singul..r "' comprim-
n r"'.pírd11~, ,lfmr"l y "IUJntf1c11 1Jn rrrc,rntir r"'!ront/mro ,1 rlirlo rn In tnt,-il n pnrtir dr lo 'ling11lnrn'., F"itn íf"ñnlo yn
pc11 lit dl· un \l•lllÍIIIÍPlllU VIVO, dtl lJll ((.-Jl llllldl,H\l')), y Ufl.1 (h,11 LJ<tut .1 dt-1 leí inl~IP< t 1(>11(Jí_,{,Jfl( i.--1lttwt1ll-i ( inuldl.
lln,l romrrr-nc,ión uromrmr,1tiv11n, ri1w c;r ,1roy11 rn 11n,1 Wilhrlm [)ilthry rrrogr rl problf'mo y lo rnntinúa
1t1ultiµliLilLnJ di.e'Lur1uurt1tl.c'11lu.,, ulljic!llvu',,, y1d111.JliLdlW, úfl vi1,td~ di Lun;urnu t..Ju Li pt u Ulo111.ltícJ t.Ju LH. Lltffl
, hhtc'Hirn\, y .-1~Hf' rl "irntirlo ,i~nitir,"lrlo 11 r,1rtir rlr ri,1' rlrl rspírit11 ~,tn nrurrr ,1nte tndo en lo fin/dtuno
l.1 romp.H.Hión n dP l.i ,on(.l)(i(H1 ciP l.;..¡1,, .--lfirmcl<ior'!Pt; 1 in rlit> GPí<tt>Swí«PmrhahPn rl<'I ano 181!1" y má< tar-
Mientras que la comprensión adivinatoria signif1ci1 un de en la obra Aufb¡¡u der g@1chíchc/ích@n W@lt d@I
prr,rntir n 11n ronrrhir inmrrli,-ito«. rlrl ')C'ntirlo, 1,-i ilñn M10'
comprensión comparativa consiste en una refundic1on Uilthey se remonta exp1e,arnent..- a ~,hle1errna,her,
rle varios datos aislados. Pero por cuanto ambo~ ele- de él procede la biografía de Schleiermacher, hasta
111Pntu1,,dtiiJll11 d<tu.11 (OnjuntdlflPntti, 1,,1
1 llllH't.lr.J y.1 hoy iflt..Upt'rdt1.1R, t'rt qut.1 l"-.tudi.J rnitHH int.cHl1PrltP lo
.aquí algo a ...1como un circulo hPrrnr!né•uti< o r.1 n Pi rual PI horn1P11(,utilu µn PI ~.u,._111
...drllitJnlu dP SthlP1to1rmdltu11
momento ddivindtorio ~iynifild Id proyellión e~pontd Dilthey e~ el primero que formul.i Id du.ilidad entre
nea de una precomprensión, a través de cuya proyec- ciencias naturales y ciencias del espíritu, que se distin-
ción es guiada la refundición comparativa. Sin embargo guen por un método analítico explicativo y un proce
ambos momentos se integran hasta tal punto en uni- dimiento comprensivamente descriptivo: «explicamos
dad que Schleiermacher puede definir la hermenéutica por procesos intelectuales, pero comprendemos por la

Fr. Schleiermacher, «Hermeneutik)), en Werke 1{7.


1 6 W. Dilthey, Gesammelte Schriften /, Leipzig - Berlín 1923; trad.

Cf. para ello K.O. Apel, «Das Verstehen (eine Problemgeschichte


2 castellana: Introducción a las ciencias del espítítu, Fondo de Cultura
als Begriffsgeschichte)», en Archivo für Begriffsgeschichte, t. 1, Bonn Económica, México 2 1949.
1955, 142-199. 7 lbíd., Vil, Leipzig - Berlín 1927; trad. castellana: El mundo histó-

3 Werke 111/2,360 ss. rico, Fondo de Cultura Económica, México 1944.


4 Werke lr7, 31 s. s W. Dilthey, Leben Schleiernachers, Berlín 1966.
s K.G. Droysen, Grundriss der Historik, Leipzig 1868, 9 s.
211 Historia de la Hermenéutica

acción conjunta de todas las fuerzas de las facultades Dilthey, Rickert y otros, y como penetra en la discusión
en la inteligencia, por el sumergir las fuerzas de las fa- ulterior, tanto la psicológica como la teoreticocientífi-
cultades en el objeto» 9 • ca. Con todo hay que retener que aquí la «compren-
Como base de la comprensión de las ciencias del es- sión» está en oposición a la «explicación» y señala la
píritu coloca Dilthey una «psicología comprensiva» distinción del conocimiento histórico o de las ciencias
opuesta expresamente a una psicología propia de las del espíritu frente al método de las ciencias naturales,
ciencias de la naturaleza, que explica por las causas. y, además, que la comprensión de un contenido singu-
«Explicamos la naturaleza en sus leyes, entendemos la lar aparece condicionada por una totalidad supuesta si-
vida del alma»'º· multáneamente o precomprendida, la cual se expresa
Se exige para esto, sin embargo, abarcar lo singular más tarde -principalmente desde Husserl y Heideg-
en el contexto del todo, entendido por Dilthey como ger- en el concepto de horizonte. Al mismo tiempo
unidad de vida, unidad de la que brota la exterioriza- resulta aquí claro el trasfondo filosófico y teorético-
ción singular de la vida. «En la comprensión partimos científico que influye en la problemática de la teología
del t0ntexto del todo que nos es dado vivo, para ha- bíblitd. Mientras el método histórico-crítico en <!Isenti-
cernos concebible lo ~ingular a partir de este todo» 11 . do del siglo x1xse <!ncu<!ntraciertamentP en el .'imbito de
Mientras que este planteamiento tuvo una amplia re- la inv<!stiqación histórica, pero bajo la imagen ideal de la
percusión en el ámbito de la psicología, Dilthey mismo, «explicación» de las ciencias de la naturale7a, el movi-
por la imprnsió11 de l.i uiticJ de Rickert y de Husserl miento df' li! hermenéutita bíblica quiere. más allá de
di psi,ologismo, abandonó más tarde la fundarnf'ntil- ello. llevar a validez la exigencia de la «compr<!nsión»,
ción psicológica df' la~ ciencias del espiritu; su teoría exigencia que se ha mostrado como el método propio
d<' 1~ (Otl1prrmión experirnenta un giro objetivo. La de las ciencias históricas y del espir1tu y 4u" "' cx1ye erl
rnrnrrrmion se refiere a formas de sentido objetivas, la int<!rpretación dP l.1 ~.:ig1dd.JE,oiturd .
..i obra, y valores objetivos de la historia y de las cultu- 3. u11 11nportd11t<'p<1soadelante en vistas al proble-
ras históricas, cuyas estructuras y r<!qularidades dPbe11 rr1a llermcnéutico, paso que ciertamente ha sido prf'pil-
"'r comprendidas. ~on «obJctivJdones de la vida» que rado por Dilthf'y y su f'Scuela por un lado y por la feno-
tdrnb1én él señala, con la palabra de Hegel, como «es- menología de Husserl por el otro, p<!ro que conduce
píritu objetivo» 11 . más allá de un.i manera más profundizadora, lo realiza
Estas objetivaciones de la vida son objeto de las cien- Martín Heidegger por el hecho de que en el libro Sein
cias del espíritu; lo que vale es comprenderlas. Pero en und Z<!it (1927) retrae la «comprensión» hacia la exis-
cuanto brotan ellas de la vida y objetivan el acontecer tencia del ser 15; para él es un «existenciario», es decir,
de la vida, la vivencia forma el acceso a la comprensión. un elemento constitutivo global del ser de la existencia
En la vivencia se abre la unidad de vida a partir de la humana. No se trata sólo de la comprensión psicológi-
que hay que comprender cada exteriorización singular ca del otro hombre y de sus exteriorizaciones de vida.
de la vida. O sea que la comprensión se basa en la vi- Tampoco se trata sólo de la comprensión, propia de las
vencia: «La comprensión presupone una vivencia»n. ciencias del espíritu, de formas y estructuras de sentido
Precisamente a esta concepción, con la que Dilthey históricas. Se trata más bien de una comprensión más
continúa prendido todavía con demasiada estrechez a originaria, anterior todavía a la dualidad de «explica-
un concepto psicologístico, se opone decididamente ción» y «comprensión», como maneras típicas de cono-
Heinrich Rickert aludiendo a la intelección de conteni- cimiento, propias de ciencias diferentes; esta compren-
dos ideales de sentido y de valor, la cual no tiene nada sión más originaria es dada con el «mismo ser de la
que ver con una vivencia en el sentido de «vivencia existencia», en cuanto la existencia es distinguida con
sensorial», sino que pertenece esencialmente a otro or- la comprensión del ser. Cuando Heidegger, guiado
den. Rickert rechaza también la denominación «ciencia por la cuestión del «sentido del ser», emprende un
del espíritu» y, en oposición a la ciencia de la naturale- análisis existenciario ontológico de la existencia huma-
za, habla de historia y de culturas históricas 14 • O sea na, el cual quiere liberar e interpretar fenomenológi-
que el concepto de ciencia del espíritu se torna ya en- camente la constitución originaria de la comprensión
tonces problemático. Rickert señala la distinción de los del ser en el fondo de la existencia, esto se le convierte
tipos de ciencia por el hecho de que la naturaleza se en una «hermenéutica de la existencia», esto es, en
explica por leyes, pero la historia y las culturas históri- una interpretación comprensiva de lo que es la existen-
casse comprenden axiológicamente. cia y en calidad de qué se entiende ella a sí misma 16 .
Aquí no nos importa seguir más exactamente el con- Más tarde afirma el mismo Heidegger que el título
cepto de comprensión tal como es usado por Droysen, «hermenéutica» le era familiar por su estudio de la

9 W. Dilthey, Introducción a las ciencias del espíritu, México 1s M. Heidegger, Sein und Zeit, Halle 1927, Tubínga 1º1963; (trad.
2 1949, p.
328 de la edición alemana. castellana: El ser y el tiempo, Fondo de Cultura Económica, México
10 W. Dilthey, Ideen über eine beschreibende und zergliederne 2 1962), para la «comprensión» principalmente, § 31, Das Dasein als
Psychologie, Berlín 1894, 1.314. Verstehen (142-148), y§ 32, Verstehen und Auslegung (148-153).
11 O.e., 1.342. 16 Sein und Zeit, § 37: «La fenomenología de la existencia es her-

12 W. Dilthey, El mundo histórico, México 1944, pp. 146-152 de la menéutica en el sentido originario de la palabra, con lo cual señala
ediciónalemana. la tarea de la interpretación.»
13 O.e., 143.

14 H. Rickert, Die Grenzen der naturwissenschaftlichen Begriffsbil-

dung, Friburgo de Brisgovia 1896; id., Kulturwissenschaft und Natur-


wissenschaft,Friburgo de Brisgovia 1899.

11...._
Historia de la Hermenéutica 212

teología y que ya entonces se le ocurrió el problema del ser hacia la cual el hombre arranca a partir de su
de la relación entre la palabra de la Escritura y el pen- esencia arrojada»". Según eso el mundo se fundamen-
samiento teológico-especulativo, y, oculto en él el pro- ta, a partir del ser, como horizonte de intelección que
blema de la relación entre lenguaje y ser. «Sin este ori- nos es asignado onticohistóricamente. En los escritos
gen teológico no habría yo llegado jamás al camino más tardíos este horizonte histórico de comprensión se
del pensamiento.» Pero tener un origen (Herkunft) su- fundamenta aún en forma más expresa en el lenguaje,
pone siempre alcanzar un término (Zukunft)". porque toda intelección se realiza en el lenguaje, y el
Heidegger añade que más tarde ha vuelto a encon- horizonte histórico de la intelección se constituye en
trar el titulo «hermenéutica» en Dilthey, a quien el con- el lenguaje 23 . En él llega el ser al habla. En él se inter-
cepto era familiar por la misma fuente, es decir, la teo- preta históricamente la comprensión originaria del ser.
logía, especialmente desde Schleiermacher. Con todo, Por ello el Heidegger tardío no habla ya de hermenéuti-
Heidegger usa el nombre «hermenéutica» en un senti- ca, y apenas si habla de tiempo e historia. Su pensamien-
do más amplio y originario, «a partir de aquella lejanía to se concentra más bien en el acontecer del lenguaje,
que mana de la esencia inicial. En El ser y e/ tiempo, que él intenta dilucidar a partir del ser. Precisamente
hermenéutica no significa ni la doctrina del arte inter- por ello el pensamiento del Heidegger de la época tar-
pretativo ni la misma interpretación, sino más bien el día se convierte de nuevo en hermenéuticamente sig-
intento de determinar la esencia de la interpretación nificativo y penetra determinativamente en la proble-
a partir antes que nada de lo hermenéutico» 18, es decir, a mática hermenéutica de la actualidad. También en el
partir de la esencia hermenéutica de la existencia, la campo teológico.
cual existencia entendiendo originariamente se inter- Es mérito de Hans-Georg Gadamer el haber recogi-
preta a sí misma en el mundo y en la historia. Así la her- do los planteamientos de Schleiermacher, Dilthey y
menéutica se convierte en la interpretación de la auto- Heidegger y haberlos refundido en una teoría filosó-
comprensión y de la comprensión humana del ser. fica de la comprensión 24 • También él se remonta al
En su análisis de la comprensión comprueba Heideg- «círculo hermenéutico» -en el sentido de Heidegger-
ger el «círculo hermenéutico» 19 que objetivamente era y muestra el significado positivo del «prejuicio». Esta
ya conocido por Schleiermacher, Dilthey y Droysen, palabra, que recibió por primera vez su sentido peyo-
pero que Heidegger formula expresamente y que a rativo a partir de la ilustración, en su empeño por una
partir de él penetra en toda la discusión actual del ciencia carente de presuposiciones, libre de prejuicios,
problema hermenéutico. Toda comprensión muestra y que Gadamer se ha esforzado en revalorizar, signifi-
una «estructura circular», puesto que sólo dentro una ca no otra cosa que una «precomprensión» sobreveni-
totalidad de sentido previamente proyectada «algo» da históricamente y todavía no reflexionada científica-
se abre como «algo» y toda interpretación -como re- mente, la cual, prescindiendo de hasta qué punto
fundición de la comprensión- se mueve en el campo alcanza el pleno sentido de la cosa, abre sin embargo
de la comprensión previa, y, por consiguiente, lo pre- un primer acceso de la comprensión que prepara el ca-
supone como condición de su posibilidad. «Toda inter- mino a cualquier comprensión ulterior y más profunda
pretación que deba incluir comprensión, debe haber que, por consiguiente. es presupuesta por ésta. El pro-
comprendido ya lo que hay que interpretar»'º· Con blema que resulta de la diferencia de maneras de ver
ello se da al mismo tiempo la esencial «estructura de en cada precomprensión. condicionado por el horizon-
horizonte» de la comprensión y de la interpretación. te histórico determinado cada vez, busca Gadarn<>rdP
La existencia como «ser en el mundo» proyecta el «mun- solucionarlo por el hefho de que ornrre un encuentro
do» romo horizonte de su autocomprensión. En su «sen- y fusión de horizontes. No se trata. pues. como desde
tido», toda tornpremión de und cosd. de un suc.esoo dP 5rhlPiPrrn.1ch1>r SP <>xigió fmcu1>ntemente, de «intro-
un estado dP fosas PxiqP, forno condición de su posibili- ducirse» en la posición del otro, por ejemplo d11 un
dad, la totalidad de un contexto de sentido una «tota- autor de una obra del pasado. parn podN compren-
lidad de naturaleza», corno dicP HeidPggPr-, el «mundo» derla correctamente, sino que somos más bien «noso-
preproyectado y precomprendido 21 • En el Heidegger tros» quienes debemos y querernos entenderle, esto
de la primera época, en Sein und Zeit y en los escritos es. a partir de nuestra propia posición histórica. Pero
siguientes, el mundo es entendido corno esbozo de la nosotros podemos ampliar nuestro limitado horizonte
existencia que esboza previamente su «poder ser», es propio mediante la comprensión del otro, en lo tudl ~e
decir, sus posibilidades de ser, como totalidad de senti- realiza una «fusión» de horizontes. Sin embargo, la po
do de la propia autorrealización, y esto como horizon- sibilidad de esto está condicionada por la propia histo
te de la autocomprensión propia. Más tarde Heidegger ria. La continuidad «histórico-efectual» proporciona la
entiende el mundo más expresamente a partir del ser posibilidad de la comprensión, en cuanto la palabra
que se nos revela y al mismo tiempo se nos oculta his- pronunciada en el pasado se ha pronunciado dentro
tóricamente. El mundo se convierte así en «iluminación de la historia, se ha consumado e interpretado en la

11 Unterwegs zur Sprache, pfullingen 21960, 96. Platón acerca de la verdad», Cuadernos de filosofía 10-12. Buenos
18 O.e., 97 s. Aires 1953; «Carta sobre el humanismo», Realidad 7 y 9, Buenos Aires
19Sein und Zeit, 152 s. 1948.
20Sein und Zeit, 152. 23 Especialmente en Unterwegs zur Sprache, 1.c.
21 Cf. el análisis del «mundo»: Sein und Zeit, principalmente 63-88. 24 H.G. Gadamer, Wahrheit und Methode, Grundzüge einer phi-
22 Platons Lehre von der Wahrheit mit einem Brief über den losophischen Hermeneutik, Tubinga, 1961, 2 1965. (Versión castella-
Humanismus, Berna 1947, 100; versión castellana: ,:La doctrina de na Verdad y método. Sígueme, Salamanca, 1977.)
213 Historia de la Hermenéutica

historia y penetra así en el horizonte de comprensión en su unidad y genuinidad no empieza propiamente an-
que nos es propio, históricamente acuñado. tes de Hamann y de Herder; en Wilhelm von Hum-
Junto a Gadamer está -igualmente representativo boldt adquiere una forma más madura. O sea que esta
para la hermenéutica de la actualidad- Emilio Betti, filosofía procede del mismo ámbito espiritual del cual
cuya amplia obra desarrolla una «teoría general de la brota también la cuestión hermenéutica de Schleier-
interpretación» 25 . Betti procede de la hermenéutica de macher27, ámbito que fue acuñado por la filosofía de
la historia del derecho; abarca sin embargo el conjun- Kant y del idealismo especulativo, pero al mismo tiem-
to de problemas de método de las ciencias del espíritu po por la visión del mundo viva y orgánica del roman-
y se remonta a sus presupuestos filosóficos. En ello ticismo.
permanece esencialmente ligado a la tradición herme- 1. Esta instauración de la filosofía del lenguaje signi-
néutica desde Schleiermacher hasta Dilthey, mientras fica algo nuevo frente a todas las reflexiones acerca
que Gadamer está comprometido mucho más decidi- del lenguaje que existieron hasta entonces, reflexiones
damente con la fenomenología, recoge principalmen- que desde antiguo existieron en múltiple forma. De
tP lo~ planteamientos de Heidegger. los prosigue y los una concepción mitirnmágica del lenguaje, concep-
hoce fructíferos para el problema de la intelPcción his ción para la cual la palabra y la rnsa forman un todo.
tórica. Desde este puesto discute con el antiguo con- o sea quf' !'I conocer el nombre proporciona tuerza so-
<e¡.,to de comprensión desde el romanticismo hasta el bre la cosa. se destaca ya en los albores de Grecia la
historicismo df' manera ilmpliamente crítica; en cuanto distinción entre tpt)(11 y Ac'ryn:-.:, podridrnO~ decir: entre
:i'

il r,to, rl plante,m1iento del problema filosófico por «mundo» y «p.ilabra», reJlidad y afirmación lingüisti-
p,nte de Gadamer profundiza más y va más allá que c.i. Sin Prnb.irgo, en Heráclito esta dualidad es sostPni-
Retti. Pero. por otro lado, Gadamer se queda "n un;i d.1 todJvi.i en una tensa unidad, por cuanto PI .liy, ,,.
hermenéutica simplemente fenomenológ1,.1 qu,• 1n no es fijado todavía en un «d<"notñr» Sf'< undariarnente
tenta mostrar lo que «m;ilmentl' .1contPte» en la inte- externo del obj!'to, sino qu<' t>I ,1","'º e, entendido
lección histórica, sin refundir un.i hermenéutica nor- como lo que abre originariamente ser y sentido 18 . Des-
llldtiva que diera reglas y normas para lo que «ha de de el Cratilo, de Platón, y con más razón por los escri-
acontecer» en la interpretación. Por el contrario, la tos lógicos de Aristóteles, adquiere predominio la con-
doctrina de la interpretación de Betti es una herme- cepción que considera el lenguaje únicamente como
néutica absolutamente normativa, es decir, una doctri- sistema convencional de signos para designar conteni-
na de método que se extiende a todos los ámbitos de dos pensados antes en vistas a que la comunidad se
comprensión propios de «las ciencias del espíritu», o entienda. La palabra es referida al concepto, el len-
sea a la hermenéutica histórica y filológica, jurídica y guaje a la esencia de las cosas. Cuanto más importó al-
teológica, etc. En esto -como metodología detalla- canzar en el pensamiento la esencia eternamente in-
da- va mucho más allá de la explicación filosófica de variable, tanto más fue preciso valorar y entender el
los fundamentos que hace Gadamer 26 • Puesto que lenguaje como perteneciente a este mundo mutable y
aquí nos importan principalmente las cuestiones filo- huidizo. El pensar puro (vo,Cv) del vov,; recibe la prima-
sóficas fundamentales de la hermenéutica, para noso- cía delante del )..óyos-del lenguaje (Aéyflv) 29 .
tros es más importante el planteamiento de Gadamer. Esta concepción del lenguaje en que la función ob-
Puesto que toda comprensión se realiza en el len- jetiva de significación está en el primer plano, pero en
guaje, el horizonte de la comprensión se interpreta en la cual ya no se vio la totalidad viva del acontecer del
el lenguaje y el acontecer de lo «histórico-efectual» lenguaje en su función originariamente creadora y re-
que Gadamer comprueba es un acontecer del lenguaje, veladora de sentido, penetra en la tradición de casi
se plantea ante todo -al lado de todos los problemas toda la filosofía occidental. Permanece como válida para
objetivos que nos son dados con ello en vistas a la cues- la filosofía estoica del lenguaje e igualmente para la
tión hermenéutica- el problema del lenguaje, que en escolástica de la edad media, para el realismo e igual-
este contexto adquiere importancia más urgente. mente para el nominalismo en la discusión de los uni-
versales, y también para Guillermo de Ockam, a pesar
de que éste, a partir del uso concreto del lenguaje, cri-
b) El problema del lenguaje tica la concepción platónicamente realista del lengua-
je. La visión del lenguaje como simple significación no
Una filosofía del lenguaje que se separe, por un lado, es superada ni por el racionalismo, con su modelo de
de la lógica y de la gramática, por otro lado, de la lin- lenguaje de una mathesis universa/is en Descartes y
güística, e intente comprender el acontecer del lenguaje Leibniz, ni por la crítica del lenguaje por parte del

2s E. Betti, Teoria genera/e della interpretazione, 2 vol., Milán 1955. 2 ª Cf. H. Boeder, Grund und Gegenwart der frühgriechischen Philo-

26 Para la discusión referente a esto entre Gadamer y Betti, cf. sophie, La Haya 1962, principalmente 73 ss.; J. Lohmann, Zur Begeg-
Gadamer, o.e., 482 ss. nung von griechischen und frühchristlichen Logosdenken: «Lexis>>IV,
n Generalidades referentes al problema del lenguaje principal- Lahr in Baden 1954.
mente en K.O. Apel, «Die Idee der Sprache in der Tradition des 29 Cf. K.O. Apel, Der philosophische Wahrheitsbegriff einer inhaltlich

Humanismus von Dante bis Vico», Archiv für Begriffsgeschichte, t. 8, orientierten Sprachwissenschaft: Sprache, Schlüssel zur Welt (Home-
Bonn 1963; B. Liebrucks, Sprache und Bewusstsein, Francfort 1965 naje a L. Weisgerber) Oüsseldorf 1959; W. Wieland, Die aristotelische
ss.; H.G. Gadamer (dir.), Das Problem der Sprache (VIII Congreso de Physik, Gotinga 1962.
Filosofía, Heidelberg 1966); G. Janoska, Die sprachlichen Grundlagen
der Philosophie, Graz 1962.

~
Historia de la Hermenéutica 214

empirismo de Locke y Berkeley. Además la teoría lin- puesto que «propiamente los lenguajes no son un me-
güística de signos se enlaza en la edad moderna con dio para exponer la verdad ya conocida, sino más bien
la transformación del pensar del ser a la esencia; así la para descubrir la anteriormente desconocida» 36 .
palabra resulta subordinada como signo a la esencia Así se ofrece por primera vez en el lenguaje la totali-
pura. dad de una visión del mundo y la objetividad se da por
2. Una visión orgánica y originariamente unitaria de primera vez en esta totalidad transmitida lingüística-
la lengua no se produce hasta el siglo xv111 y principios mente. Por esto el lenguaje debe ser considerado y en-
del x1x, preparada por ejemplo por Giambatista Vico tendido también en su totalidad. La abstracción y análi-
(t 1744), pero principalmente por Johann Georg Ha- sis de palabras y de reglas aisladas, como ocurre en el
mann (t 1788), Johann Gottfried Herder (t 1803) y Wil- análisis científico, no puede jamás explicar esta totali-
helm von Humboldt (t 1835)3°. Para Hamann, cuya con- dad. Cuando Humboldt, finalmente, entiende el len-
cepción del lenguaje tiene por trasfondo la doctrina guaje como síntesis de materia y forma, se remonta con
cristiana del logos y se enlaza con un espíritu nueva- ello a Kant y al mismo tiempo le supera. Kant había vis-
mente despierto para la historia, el lenguaje no es otra to en cada conocimiento una «síntesis de lo diverso», en
cosa que la razón, no una significación accesoria para la cual la multiplicidad de contenidos de la visión senso-
algo previamente conocido o pensado; para él «el len- rial es llevada a la unidad y pensada como unidad por la
guaje es más bien la madre de la razón y de la revela- acción espontánea del sujeto. La síntesis es conducida y
32 . En el len-
ción, su A y í2»31 ; «razón es lenguaje, Aóyos-» posibilitada por principios apriorísticos de unidad, los
guaje se realiza la percepción y comprensión originaria, puros conceptos de razón que brotan de la unidad tras-
el lenguaje es «el organon y a la vez el kriterion de la cendental del puro «yo pienso». Pero cuando en Kant
razón ... Aquí hay pura razón, y a la vez su crítica» 33 • Ya se realiza el conocimiento como síntesis de lo diverso en
en estas palabras se anuncia la crítica a Kant, la cual se el juicio, o sea que se expresa lingüísticamente en la fra-
hace más expresa en la Metacrítica de la crítica de la ra- se, en ello ve Humboldt un acontecer lingüístico en el
zón pura, de Herder 34 ; la objeción es que la investiga- que a la función significadora de contenido de un con-
ción trascendental de Kant de las condiciones previas de cepto se suma una determinación formal por la que él
la posibilidad de conocimiento objetivo no ha avanzado es trasladado a una categoría determinada de pensa-
hasta el lenguaje. no ha mostrado el acontecer de len- miPntn. ('~to es, P~ in~ertado en un contexto lingüístico
guaje como condición del conocimiento de objetos, no determinado al que es referida la totalidad del lenquaje
ha ilustrado el origen y la esencia del lenguaje. Mientras y desde cuya totalidad es entendido.
que hasta ahora se había situado las más de las veces el También aquí nos sale otra vez al enlUentro, pero
lenguaje sólo en la ordenación teorética. como afirma ahora en vistas al acontrrer linquísti(n, PI problema dP
ción y afirmación dPI conocimiento, Herder fundamenta la comprl"nsión de cada cosa ,.n la totalidad de un
el lenguJjc l'fl el ~l·ntimiento, Pn la Pxperieoncic1inmedia- contexto de sentido y de significación, qu,. hl"rm,.néu-
ta que crea para si una expresión. Sin embargo, wr, ello t1tdt11ente resultd w¡nificativo. «Tampoco aquí mate-
se ha dado sólo el rontrnidn, y nn la fnrmil, (11H' P~ nhra ria y forma, receptividad y espontaneidad -como an-
de la retlexión. de la med1tauón; con todo, de una md '"' la, nposicione~ de In "~uhjPtivo" y lo "objetivo",
nPra que los dos elementos se penetran con la misma d,. lo "individual" y lo "común" son fragmentos Qll<'
orig111<HiPdad y hacpn brotar el lenguaje. caen ,.n pedazos, di" los qu,. SI" compone el proce,o
Sin ernb,;1rqo lHlcl vi1,.iónru1Pv.c1 dt1I IPrHJU,-1Jt 1 tt-1( ibo Id d!'I lenguaje, sino que son momentos pr@cisam,.nt,. @n
m:1xim,1 < 1..-uid.-Htl'rl Willn 1 lr11von Humboldt, qu1Pn lucha Pste mismo proceso gl"nético qu,. SI" pl"rtl"nl"cl"n mu-
..111IPtodo por un.J lümpruns1ón de la unid.ad viva del tu,1 y nl"c@silriilml"ntl". los cuall"s ,,. dl"jan s!'parar unm
lenguaJe1'. LI lenguaje es para él la unidad l"n opmición de otros sólo en nuestro anóli.,bn °
al 1"Spiritu individual y objetivo. porque ciertC1menk F.-.t,1v1c,1c'1nn1tf'V1l dd lrngllOJf", ton originario (Onlú
c.acfo uno ht1blt1\11 1d1nm.i, pr-rn c1Im1\n10 twtnpo f'"\ in- total, que aparece en Hamann, Herder y Humboldt.
lroduudn por PI 1d1c>rnt1rn IHM rnn111nidñd 1diomiltirc1, y apenas si fue conocida en su tiempo en su importancia
con ello f"n PI «r\píritl1 obwt1vn» dr lHlñ confiquración filMófica, que no fue valorada totalmente. Se ha alu-
histórirn y wlturul d,· l,1 l11nn<1n1dñdH lenquñ¡r r, ñdr- dido ya repetidamente a la rara tragedia que hay en el
más la unidi"ld en oposición de >UJ('toy ohwto, por , u,m- hr, ho dP quP por una parte la gran filosofía de aque-
to nosotros no atrontamos una objetividad subsistente lld época, el idealismo trnsc rndrntill quP Vil dP Kant il
en sí misma y dada previamente ya completa (hoy diría- Hegel, no haya recogido estos planteamientos. no ,e
mos entendida desde el positivismo). No descubrimos el hayan hecho expresamente del lenguaje un problema
mundo ni su sentido independientemente del lenguaje y no haya configurado una filosofia del lenguaje'", y

°
3
Cf. especialmente E. Cassirer, Philosoph1e der symbolischen 35 Cf. E. Cassirer, o.e., 98-106.
Formen, parte 1: Die Sprache, Berlín 1923, 89-106. 36 Über das vergleichende Sprachstudium (1820), Werke IV, 21 ss.;
3 1 Hamann an Jacobi, Briefwechsel mit Jacobi, edición de Gilde- Cassirer 102.
meister, Gotha 1868, 122, Cassirer 93. n E. Cassirer, 1.c. 105.
3 2 «Hamann an Herder)), en Schriften (Roth) VII, 151 s.; Cassirer 93. 38 Muestran planteamientos lingüísticofilosóficos en Hegel: J. Der-
33 «Hamann an Scheffner», en Schriften (Roth) VII, 216; Cassirer 93. bolav, Hegel und die Sprache. Ein Beitrag zur Standsortbestimmung
Cf. referente a ello, R. Unger, Hamanns Sprachtheorie, Munich 1905. der Sprachphilosophie im Systemdenken des deutschen ldealismus:
34 J.G. Herder, Verstand und Erfahrung, Vemunft und Sprache, Sprache Schlüssel zur Welt (Homenaje a L. Weisgerber) Düsseldorf
eine Metakritik zur Kritik der reinen Vemunft, leipzig 1799. Cf. 1959, 56-86; H. Lauener, «Die Sprache in der Philosophie Hegels».
íd., Sprachphilosophische Schriften, edición de E. Heintel, Hamburgo Sprache und Dichtung, nueva serie 10, Berna 1962; J. Simón, Das
1960. Problem der Sprache bei Hegel, Stuttgart, etc., 1966.
215 Historia de la Hermenéutica

de que por otro lado la nueva irrupción hacia una pero, así, sin embargo, su esencia propia vuelve a re-
comprensión más profunda del lenguaje, tan auténti- sultar oscura.
ca y justificada como fundamentalmente fue, ha esta- Esto es una advertencia de que la filosofía del len-
do muy lejos de alcanzar el nivel filosófico del idealis- guaje sigue siendo todavía un aspecto que se anuncia
mo especulativo, y principalmente no ha llegado, más en el trasfondo del problema hermenéutico. Desde los
allá de los planteamientos, a un desarrollo sistemáti- planteamientos que resultan de la historia del proble-
co, y por ello tampoco a una valoración plena. La filo- ma, el aspecto significa, sin embargo, entender el len-
sofía del lenguaje quedó al margen del pensamiento guaje como suceso vivo y originariamente unitario en
filosófico. el que el mundo se nos abre y en el que se constituye
3. Por mediación de la hermenéutica de Schleierma- la plenitud y totalidad concretas de un horizonte de
cher se llega por primera vez en Dilthey a una concep- nuestra comprensión propia y de la del mundo.
ción del lenguaje trascendental-hermenéutica, que 4. Cuando tal visión del lenguaje se plantea como
aborda la comprensión -reducida, es verdad, al espa- tar<>a a partir de la historia del problema es notable
, 10 dt• l.:is (ienci.is del espíritu--, a pdrtir de la totali- que desde un lado totalmente distinto y desde plan-
dad de nuestro acontecer histórico y lingüístico, que teamientos totalmente diferentes el desarrollo del pro-
muestra a éste, por consiguiente, como condición de blema muestra la misma dirf'cción, a saber, en el tdmpo
l,i po,ihilicfad dr In «m1prrnsión hi,tóricd. blo pene de lci f,lmofi,1 cincilitiCiJ4<•_También en ella se plantea
lro. como Y" ,e h" indirndo. en el pensilmiento de Hei- cada vez más el problema -diríamos hermenéutico-
degger. quien recoge y continúa el problema. funda- de la intelección de lo singular en la totalidad. Mien-
menti1ndo ---ya en 5ein und Zeit- el lenguaje en la tras que F.H. Bradley (t 1924), procediendo de Hegel,
«r_omprensión» exi,tenciilriil ontológica. hi,tóricoher- determinó el sentido de lo singular sólo a partir de la
nwnr11l1r,1 dr l,1 rxi,trm i,,. El lemJudje represenlil la estructura de lo toti11, sus discípulos G.E. Moore. pero
,on'!t1t1HHH1 r·1nt1ri1 y rx1'lterH1(_1r1d de Id ex1'ltencid en espeti,ilrnente B Russell. rechazan decididamente que
rnlrdad df' «SN f'n c,I rntmdo». f'rrn rn,-,ndo Ht'rd<-'<J(J<-'r, In t'"lrru Id dr 111,fn.,,,1, drprndd dr relauone.., e.un otrtt",
en su Í'porn m~s tardiñ, prr,til rn rn,-,yor <1trnc""' <11 cn'l.-n. tndt1'\ lt1..,rPl.1f1CHH_"'\ '\CHl \c·1lo Pxter1nrt·-'') Con ello
lenguaje -espl'cialmente f'n f'I f'Snito lJntNwrq, ;w \(' rPrlfHHia lr1trcHld c__1torn1st1c_ade lo..,s1yno"t, no ..,ólo Id
\pr,J(hf"' ((.,minando hacia el lengudje). 1959- . en del empirismo inglés, sino también la del racionalismo,
cierto sentido adquiere mayor profundidad y, al mis- de una manera tal que contenidos experimentables
mo ttempo, m.iyor rigor conwptu<1I. M.iyor profundi- simples o realidades corresponden a frases elemen-
dad, por cuanto él intenta comprendN f'I lenguajf' a talf's, y i>sti'ls,f'ntonces, f'stán liC]adas f'ntrf' si de forma
f)ilrtir del ser, esto es, quiere retraerlo del ámbito de pur,irnente lógica.
subjetividad y fundamento y comprenderlo a partir Bajo el estimulo de la lógica matemática se persigue
del suceso histórico del ser que se revela y que se ocul- la rnetd de un lenguaje científico ideal. Este aspecto se
ta, el wal nos habla en f'I lf'nguajf', la «V07 df'I SN». convirtió en eficaz por el influjo dP Wittqenstein en su
Con ello f'I aspecto del fenómeno del lengudJe no, '" primera época en el empirismo lógico del «circulo de
traído ciertamente a la vista: el lenguaje nos es dado Viena» (M. Schlick, R. Carnap entre otros). La determi-
previamente en una cierta independencia y legislalión nación del sentido de fr.ises sintétic.is es regido aquí
que le es propid; en su transformación histórica lleva primordialmente por el criterio de sentido de la posi-
una cierta vida propia, de la que participa a su manera bilidad de la verificación: el sentido de una frase viene
el que oye y habla el lenguaje. El lenguaje en si, por determinado a través de la manera de su verificación,
consiguiente, significa un destino determinado, his- que debe seguir por experiencia. Combinaciones ulte-
tórico y asignado a nosotros, por cuanto él nos indica riores de frases significativas son posibles sólo por rela-
un espacio determinado de conocimiento histórico de ciones lógicas que no dan ninguna ampliación del sen-
uno mismo. Pero cuando esto ha de ser entendido a tido. Por ello frases como las de la metafísica no son
partir del ser, y concretamente en la exclusividad del más o menos falsas, sino carentes de sentido: mera
puro pensar el ser que es propio de Heidegger en su «empaquetación conceptual »41 •
época tardía, entonces -prescindiendo de algún dis- El desarrollo posterior, sin embargo, ha comproba-
curso mítico sobre el ser- el lenguaje todavía es perci- do los limites, y con ello la insostenibilidad de una
bido únicamente como «lenguaje del ser», el cual aceptación ilimitada tanto del criterio de la posibilidad
«monologa» consigo mismo 39 • Y cuya voz nosotros de- de la verificación como del ideal de un lenguaje uni-
bemos oír y atender para corresponder a ella. Pero con versal científico. Primero la discusión se extendió al
ello se restringe la comprensión del lenguaje en cuan- modo de verificación -constataciones o frases proto-
to que esto aísla e hipostasia miticamente el lenguaje; colarias- con lo que la exigencia de verificación se

39 M. Heidegger, Unterwegs zur Sprache, pfullingen 2 1960, 265: 4 1 Cf. referente a esto M. Schlick, «Meaning and verification»,
«Pero el lenguaje es monólogo. Esto quiere decir ahora dos cosas: es Philosophical Review, 44 (1936): Gesammelte Aufsatze (editados por
únicamente el lenguaje el que propiamente habla. Y el lenguaje ha- F. Waismann), Viena 1938; A.J. Ayer, The Revolution in Philosophy, Lon-
bla solitariamente.» (Versión castellana: De camino al habla. Barce- dres 1957; G.E. Moore, Lectures on Philosophy, Londres 1966; R. Carnap,

l"-
"'''"'"
lona, 1987 .) Der logische Aufbau der Welt, Scheinprobleme der Philosophie,
40 Cf. W. Stegmüller, Hauptstrómungen der Gegenwartsphiloso- Hamburgo 1961. Además: M.J. Charlesworth, Philosophyand Linguistic
phie, Stuttgart 2 1965; K.O. Apel, <<Die Entfaltung der "sprachanaly- Analysis, Pitsburgo 1961; K. Popper, Logik der Forschung, Tubinga
f tischen" Philosophie und das Problem der "Geisteswissenschaften"», 2 1966.

n MM•s>.m-m.
Historia de la Hermenéutica 216

transforma en exigencia de falsación, y el mismo crite- uno por uno e interrogados, cada uno, en vistas al sen-
rio ya no se concibe como criterio para cada afirma- tido de sus afirmaciones, pero que tienen su sentido y
ción sintética significativa, sino más bien como criterio su posibilidad sólo en la unidad y multiplicidad vivas
de la limitación de frases con sentido empírico frente a del lenguaje natural.
otras frases. El intento de dar cuenta de la estructura A través de la ampliación del problema del lenguaje
lógica y el sentido de las afirmaciones mostró el ele- la filosofía analítica se acerca actualmente en algunos
mento teorético contenido en estas afirmaciones y puntos de vista no sólo a la fenomenología de Husserl
condujo finalmente a la visión de que incluso las sim- con su problema del «mundo de la vida», sino tam-
ples afirmaciones de experiencia están condicionadas bién, a pesar de la profunda diferencia de plantea-
por un elemento teorético no eliminable del lenguaje miento, a una hermenéutica existencial en la que Hei-
de la observación 42 • También se hizo patente que el degger intenta situar el lenguaje en la totalidad del
sentido de una expresión depende del contexto en «ser en el mundo». Pues también aquí se trata de com-
el que se da. Aquí se hacen valer puntos de vista prag- prender, a partir de su función en el todo de la vida
máticos para la distinción de lenguas determinadas. humana, la exteriorización lingüística singular como
Todo esto muestra que la afirmación lingüística de rea- un contexto concreto de significado en el cual ella está
lidades empíricas se encuentra ya siempre en el campo y desde el cual se pronuncia, es decir, se trata de com-
más amplio del conjunto de acontecimientos de len- prender la exteriorización lingüística singular desde el
guaje en el que originariamente se abre el sentido y se todo de un mundo como horizonte de comprensión,
entiende. Esta problemática ha conducido a una trans- abierto en todo el lenguaje vivo.
formación de la concepción del lenguaje, transforma-
ción en la que se regresó desde la terminología arti-
ficial de cada ciencia a la totalidad viva del lenguaje c) El problema de la mediación
natural.
5. Significativo para esta trnmformación es Ludwig La significación fundamental que corresponde a la
Wittgenstein (t 1951). q111Pnhñbi" inspirado ya desde cuestión hermenéutitd di' \,1 .c1ctu.il1d.Jd(no sólo con
el principio todo el mov1m,,.nto de Id « filosofía analiti- vistas a la comprt•mió11 l<'olólJ" ., d•• l.:i ~ .. grada herí-
can sin considerarse propi._1rnrntr prrl(~ru--{ irnh-- a ella. tura o a la comprensión 'l""""'I históri1., y prupi.:i d<>
Su Tractatm loqico philmophi«" (1'll1) 13 representa las ciencias del espíritti, sino 1.1111bit'>11 .i ¡,. problem~tica
el extrt'rno dr una teoría atomística de signos según la fu11d.i1111•11t.1I dP l<1filosofía), no se hilce c\¡¡rn hasta
cual el lengud¡e 1rr11t<1 \<1forma lógica de las realidades. que intentarnCJs u1111fH"11dc•r l;i fllPstión hermen@uticil
Pero ya aqui ,e enr.uentro1 p\,rntrndñ una visión que a partir del contexto d<>Id histo11.1d" los problemas de
lleva ma, ali.',.\,,, 11,1\,,, ""''"'"tra desarrollada expre- toda la fil()';.ofid modt}r rld. EntunLU'- ..g n1u~~trA cómo
'"rrwnl<' "" \,¡, l'h1/osoph1sche Untersuchungen o «\n- lds <.U<!sli<HIL''fundamentale, de la filosofí¡¡ moderna
v..,t"J"' """'' filosóficas» (obra póstuma publit,1d,1 l'II "xµ,,1111wnt;i11dqui una ampliñción y un¡¡ profundizo
l<J'd)". \,¡ función de la «marca» es insuficient<!, por- eit'u1, < ú11,u ¡¿lld ~uscita de man@ra inmanentemente
que las palabras no marcan de modo pr..,vio ,n,iv," .i y cons!lcuente el problem¡¡ actual de la hermenéutirn.
teoréticamente algo y después ""' u,.ut." "" , ...1<, wn Dll,de lli principio de la filmofli! moderntl ,e plt1nlen
tido, \ino qlH' <''-. c..11
r L•vl•\, pr 1111ero son usadcts @n ~I len- la cuestión de una nutotunriamrnitH ion <_ritKo-rnetod1-
<cJUJJ<> v1vu cot1d1ano y este um constituye rn siqniticu r ,, drl r nno11n11rnlo fdo,ofico. La cuestiónde lm suelo
ción. El l!'nquiljr ,nt1l1<,.-,\ dr \.-,,, 1enuas se deriva a criticamentP '"'1"'º· d<>I pl.rnl<'dlllillnto y de,arrollo
µart11 del lenguaje natural:"' 11n«j11Pqot1...1 l""'l"·'Í"" 11wlódico, del conocimi@nto ~@mantiene como proble
junlu d ulrm «JU<'\jüs del \enguate>> rno tunrfamrnt.-1\ dr,de l)e~rn,te, ha,ta hoy. Pero en la
FI intl11jn rnlo"'lol qlJe, e~µeualrnente en el ambito form.!l y m;iruH a e umu ~I;! rtJ·~µunt.J~ Ldd.l VíJZ ~ @\ta
1d1omlltico inglés. ha tenirlo Wittq<'ml<•in y l., .1111µl1d cuestión, ,,,; como tambit"n en la formo de plonteilrl,,.
disrn,iór, dPI Wittq,•mll'III de la epoca tardía hi! hecho se muestran protund,is rl"orpñn< "" en 111,que hay,
'l"" i11,lmu hoy en el ambito de la filosofía analítirn se -;in ernhíJrqo, 11r1,1 ( nnt1nuaciór1 consecuente de la pro-
t oni;erven solo en parte las tesis neopo~itivi:;taJ {por blcm/111( ñ obJ~tiva.
eiemplo, de R. Carnap y A.J. Ayer) y que por otrn \,,do, '"' 1. ~\ planteamiento inicial del probtern" "" ,,1 ll-'111•
Pmbargo, se extienda una interpretación tunuon,1/oper,1 nu critico-cognoscitivo exige que la verd.id y l,i "''"''·'
Uvd del lenguajP45 . del conocimiento deben ser legitimadas inmedid-
Según esto corresponden di lenguJje funciones teo- tamente en los contenidos ~ingulares que nos son da-
réticas y prácticas muy diversas. las cuales determinan dos. El ámbito global del conocimiento se investiga
cada vez su sentido. Hay distintos «lenguajes» y distintos con el fin de averiguar en cuál de sus contenidos sin-
«juegos de lenguaje». no sólo un lenguaje de las cien- gulares reside el conocimi<'nto primigenio y más direc-
cias naturales, que para el neopositivismo fue el único to de la verdad; el ideal en este orden de investigación
válido, sino también un lenguaje del arte, uno de la consiste en alcanzar un conocimiento que resulte inne-
ética, uno de la religión, etc.; que deben ser analizados gable e indudable.

4 2 Cf. P. Feyerabend, Das Problem der Existenz theoretischer 45 Cf. P. Lorenzen, Einführung in die operative logik und Ma-
Entitaten: Probleme der Wissenschaftstheorie, Viena 1960, 35-72. thematik, Berlín-Gotinga 1955; J. Lohmann, Phílosophie und Sprach-
43 L. Wittgenstein, Schriften, t. 1, Francfort 1963, 11-83. wissenschaft, Berlín 1965; W. Richter, Untersuchungen zur operativen
44 o.c., 289-544. Logik der Gegenwart, Friburgo 1965.
217 Historia de la Hermenéutica

Este planteamiento de la cuestión es, como proble- El mismo problema emerge de nuevo en cada forma
ma fundamental, absolutamente común al raciona- de pensamiento empírico o positivo. La pretendida in-
lismo y al empirismo. En esta forma deriva de Descar- mediatez de lo positivamente dado no existe; siempre
tes, quien es el primero en evidenciar la certeza del es ya mediata. Cada «descripción» de una realidad en
ego cogitans como primer conocimiento inmedia- frases protocolarias, cada afirmación verificable o fal-
tamente verdadero y seguro. De aquí hace derivar la sable presupone siempre el sujeto cognoscente, que
idea clara et distincta como criterio general de verdad da a la afirmación un sentido determinado a partir de
y de certeza, y es conducido por este criterio a la acep- su mundo.
tación de las ideae innatae, que resultan posesión co- 2. De aquí surge el problema trascendental, que
mún de todo el racionalismo hasta la filosofía acadé- -desde Kant- consiste esencialmente en sonsacar la
mica de Christian Wolff. mediación. Subyace a esta cuestión el hecho de ver
Pero ya aquí se alza un problema fundamental. Por- que no existe jamás una pura inmediatez de conoci-
que lo que dt>bería ser lo más inmediatamente dado y miento objetivo, sino que cada conocimiento de un
daro, lo que, por <>stomismo, debert<1 proporcion,H el objeto presupone el sujeto del wnocimiento, sujeto
terreno incondiciu11.:ilmente seguro P"'" lñ edificación qu<>debe apropi,n,e .. 1objeto por re,,li1..1ción propia y
filosófica del mumto del conocimiento, no se da exp«• .i través de su prop1n ncción, que dPlJP «mediar» hacia
sa y objetiv.:i1111mte,sino que apmnf' en el trasforuto un objeto cc,norido (o dicho en pdl.itir as de Hegel: el
de la co11, 1u1,c1,1 como pre,up,"i,ion de ella. Esto v.:ile sujeto «no twne la mediación fu.:>ra de él. sino qu<'
ya p.:ir..i,,1 "9º cogitam. qui' J<1milsse da inm,•d1.1t.m1en- él mi,nm "' esta mediat1(>11»'º).o sea que el sujrto, ""
1t, {clfl \í mismo como nbJrto, sino que i;,oldllll'flt(:! ie da cudnto d,, previament<' y ., priori las condirn11w, del
.1t.:>m,1tica,mente rn In r .. alización dl'I ,unocimiento , onm ,miento, deb<· "'' .ilcanzado por rPflrx,ún tras-
ob¡etivo; debe "'r. por consiguientP, comproba,do an ' t'ndental. Sólo ,t._.,,t,, .aqui pueden"" indrtgados posi-
tes redurt,viHnf'nte. Y esto Vdl<' con m¡js razón pilr,-1 1.-" bilidad. fJ<'<ul1..1ridady limite, dpl , unocimiento. Y
,r/e,w innatae, que no ,e da,n inmedia\<1menle, sino aquí, ~in ernbtugo. se pl,1nlt"t1 Id ,nterrogari6n: ¿l6mo
que lOll postulad.is <><poculativamente l <i inmediatez t,., de suceder esto' n.. lil historia d<'I d<',.:irrollo del
exigida no puede su~tenerse. El tund,m1ento se da de problema resulta torno respuesta und , I.H.:i alternativa
un modo medi11to, a través de 1.:ireflexión. que vuelv<' a significar inmediatez o mediauón 47 .
El empirismo parece escapar a e~td cuestión, puesto En Kant, e,ta es la respue,tu: mediación. Por un
que cree encontrar los contenidm más inmedi.Hos de lado el objeto se da sólo por «mediación» del sujeto,
, nno(imiento e11lo, simples acontecimientm sensorid- que pone la, tondiciones a priori del conocimiento.
les. Pero el problema retorna por el otro lado. FI plan- Po, otro lado, tampou, el sujeto se dd Jdlllás inmedia-
t!'amiento inmediato es dado ciertamente en un cono- tamente en si mismo; sólo puede ser alcanzado a par-
cimiento objetivamente expreso. Pero esta inmediatez tir del objeto, por dnálisis trascendental y reducción
se mue,tra a su vez como mediata, a saber, a través del del objeto; jamás llega a la mirada de si mismo, sino
mismo sujeto cognoscente. El problema se anuncia ya siempre en ,u función formulmente condicionan\<' y
en la distinción de Locke entre «sensación» y «re- determinante sobre cualquier objeto. O sea que el ob-
flexión». en la que viene a la vista la actividad propia jeto se da sólo por «mediación» del sujeto. El objeto es
del sujeto, y todavía más en la distinción entre cuali- determinado por el sujeto; pero el sujeto sólo puede
dades sensoriales primarias y secundarias, donde los ser determinado a partir del objeto; él mismo perma-
contenidos sensoriales dados inmediatamente se mues- nece a obscuras. Pero con ello la mediación del objeto
tran como cuestionables y exigen una revisión crítica. El no es alcanzada plenamente. Más bien se da un suceso
problema se muestra más radicalmente en Berkeley, en flotante y rotatorio de mediación que no alcanza nin-
quien los contenidos sensoriales de percepción se des- guna base firme. El objeto queda así ubicado en el
vanecen en meros contenidos de conciencia del «espíri- ámbito del fenómeno.
tu», o sea que convierte el empirismo en un idealismo Fichte rompe el círculo kantiano mediante la contra-
subjetivo. Con todo, resulta también en Hume que lo tesis de la inmediatez de una visión intelectual del yo
dado sensorialmente, cuando es considerado en inme- que se establece a sí mismo, que se realiza a si mismo.
diatez abstracta, pierde toda la valoración de ser y A partir de aquí debe resultar posible la derivación
toda consistencia real; el mundo del conocimiento se dialéctica de todo el mundo de experiencia, tanto teo-
disuelve en una vaga plenitud de experiencias sensoria- rético como práctico. Schelling eleva por encima de
les. Esto muestra que tampoco el mundo que nosotros Fichte la visión intelectual hasta la contemplación in-
experimentamos y entendemos se deja construir a par- mediata del principio absoluto, eterno e infinito, hasta
tir de la mera «inmediatez» de lo dado sensorialmente. una contemplación, por consiguiente, mística. Desde
Al mismo tiempo se muestra aquella misma inmediatez aquí ha de resultar otra vez realizable -con más ra-
como mediada a través del sujeto cognoscente, tanto, zón- una mediación deductiva a priori del conjunto
que para el sujeto se convierte en mero fenómeno. La de la realidad, tanto de la subjetividad como de la ob-
objetividad pura e inmediata del conocimiento se dilu- jetividad. Esto significa ciertamente la atrevida prueba
ye en el mismo instante en que se quiere sujetarla. de una mediación absoluta, esto es, de una mediación

46 Hegel, Phanomenologie des Geistes (versión castellana: Feno- 4 1 Para lo que sigue, cf. E. Coreth, ldentitat und Differenz: Gott in

menología del espíritu, Fondo de Cultura Económica, México 1966). We/t(Homenaje a K. Rahner), Friburgo de Brisgovia 1964, 158-187.
Werke 11,26.
Historia de la Hermenéutica 218

sobre la inmediatez del principio absoluto; apenas si por ello- tampoco el sujeto, en todo lo que determi-
se puede señalar como lograda. Como ha demostrado na y condiciona a priori su conocimiento, puede ser
ya la aguda crítica de Hegel, la solución continúa sien- comprendido «abstractamente», esto es, aislado en sí,
do muy cuestionable tanto en vistas a la inmediatez en la inmediatez de una mera contemplación interna,
del planteo como también con referencia a la media- ni puede ser alcanzado a través del retroceso trascen-
ción por deducción apriorística. dental de un objeto «abstracto» hasta sus condiciones
Hegel suprime la oposición entre la mediación en previas. De este modo la totalidad de las «experiencias
Kant y la inmediatez en Fichte y en Schelling, median- del espíritu» se convierte en el horizonte en el que el
do otra vez en la «mediación de la inmediatez». Por hombre experimenta y se realiza a sí mismo, en el cual
un lado rechaza la visión inmediata del principio abso- se da la autocomprensión del hombre concreto y se in-
luto; exige más bien una mediación por la totalidad de terpreta ella a sí misma. Hoy hablaríamos propiamente
la experiencia. Por otro lado es una mediación que no de la totalidad de nuestro «mundo», es decir, el mun-
se eleva en sí misma sin principio ni fin, sino que en do de experiencia humano, que es un mundo no sólo
cada uno de sus pasos presupone una inmediatez y re- condionado trascendentalmente, sino también acuña-
torna a ella, elevando la simple inmediatez del princi- do por la historia, interpretado por el lenguaje y, por
pio a una inmediatez mediata, más rica y plena por tanto, un mundo ya en sí múltiple y mediato.
consiguiente, diferenciada en su momento, comprensi- En esta totalidad gobierna de un modo insoslayable
ble. Es un pensamiento fundamental de Hegel, que él la limitación de inmediatez y mediación que Hegel ha
pronuncia ya en el principio de su Lógica y que más visto en el planteamiento, de forma acertada, y que
tarde recoge repetidamente, el que «no hay nada, en de nuevo se nos ha convertido en problema. Con todo,
el cielo, en la naturaleza, o en el espíritu, o donde sea, y precisamente con vistas a nuestra cuestión, debe te-
que no contenga tanto la inmediatez como la media- nerse en cuenta que la «mediación de la inmediatez»
ción, de manera que estas dos determinaciones se de Hegel significa no sólo que cada inmediatez está ya
muestran como inseparadas e inseparables, y aquella mediada por el total de experiencias del espíritu, sino
oposición como algo nulo» 48 . Según esto no existe ja- que también, a la inversa, cada mediación presupone
más ni en parte alguna una inmediatez que no encie- una inmediatez. la encierra en sí y la hace expresa, es
rre ya en si misma la mediación, y no hay ninguna me- decir, que no sólo cada inmediatez media, sino que
diación que no se base en la inmediatez y regrese a también cada inmediación es mediada. Sólo si se ven
ella, que sea, por consiguiente, «mediación de la inme- los dos aspectos en su unid.id y en su torreldtión ~e
diatez». En cada grado de conciencia se da una in- entenderá el planteamiento de Hegel y sólo entonces
mediatez del conocimiento o de la visión, pero una la visión de Hegel será fructífera para la solución del
inmediatez tal que se prueba a sí misma como media- problema objetivo.
ta, y que debe por esto, para entenderse d ,i rn1srnu. 3. La Fenomenología de Hegel indica, no sólo por
mediar díalécticamente y continuar determinando ha- una casual comunidad de titulo, id direttión del plante--
cia la «inmediatez mediata». Esta es mediata, pero la ami!'nto di' la cuestión fenomenológica desde Husserl.
mPdiñ(ión pe; su11rimidd en LHl<l nueva inmed1ate.l. Es cierto que Hegel no conoce ningún método fano-
Sólo en este camino, y no en la pura -Hegel diría «in- menológiro <:>nel sentido moderno, y Hu~serl no ha
genua» inm0di.-=itf'1 dt' lH1.i v1':.1ón, puede !i.er dkan- encontrado un acceso más profundo h.1sta HPqel; d.-.
Lado el punto de vista absoluto que gana Hegel en el ello no h.1y duda. Pero en Hegel emerge Y" --precisa-
«saber absoluto», a partir cie-1nrnl eomirn.rd d ~rr po')1 mente en ,u Fenomenología- el problema que en la
hlE:~f"I.-:.i<itf>rnñdt>lo e1enc Id db.,olutc..1. fenomenología más reciente retorna urqentem»nte
Aqui huy lÍerlarnente un planteamiento muy signifi- bajo el título de ((mundo)) o un1undo dP vut..1,>(Muí.t.lclrl)
cativo, incluso con vistas a la problemática dP la actua- y «sc>r"" ,.¡ 111u11do» (He1ueyycr), problem.i que ahora
lidad. /\hora podPmoc,. prP<;.c 1ndir dP Id t on\truu.1ón e~ se hd lonvertido en fundamental para la cuestión her-
peluidtivd en Id que la «fenomenología del espíritu» ml'ni'utica de la ilctllalidad.
intenta ordPnar todas las exr,erienrias de id tonc1enud ~¡ desarrollo del pensamiento del mismo Husserl re-
en una concatenación lógicamente necesaria. Hasta fleja de una manPr;i ;iproxirnclíi.1, .rnnqu<' totdl111ent<·
podernos prescindir también dPI «sab<>r <1bsoluto» 11Hl<'p<c'nu1ente,el uesJrrollo histórico del problema
corno Hegel lo entiende, un Sdber que hd dit,inzado que hemos señalado ¡,n tres tipos f1mdamentales. Ld
todas las condicionps mediadoras de sí mismo. corn instauración del pensamiento tenomenolóqico, princi-
prendiéndolas, ha superado con ello toda condiciona- palmente en l.:is lnveHigaciones lógicas es cercano a la
lidad y ha llegado a la incondicionalidad de un «punto manera de considerar crítico-cognoscitiva u objetivo-
de vista absoluto». analítica, la cual parte del hecho inmediato de conte-
Lo que aquí nos importa es la visión fundamental de nidos singulares. A esta forma de ver, bajo el lema «a
Hegel: el objeto no puede ser ni visto ni comprendido las cosas mismas», han permanecido fieles muchos de
en una inmediatez abstracta, sino únicamente en la to- los antiguos discípulos de Husserl, sin las reflexiones
talidad de un movimiento mediador que comprende de metodológicas del Husserl de la época tardía y sin se-
igual modo objeto y sujeto, y que, mediando, determina guir el giro trascendental que de ellas se deriva. Porque
el uno por el otro. Pero por otro lado -precisamente el mismo Husserl, principalmente en las Ideas relativas

48 Hegel, Wissenschaft der Logik, Werke 111, 60 s.; et. 111,


91 (versión über die Beweise vom Dasein Gottes, Werke XII, 380, edic. lasson,
castellana: Ciencia de fa lógica, Hachette, Buenos Aires); Vorlesungen Hamburgo 1966, 26.
219 Historia de la Hermenéutica

a una fenomenología pura es remitido del mero fenó- aunque condicionados por el mundo y por la historia,
meno considerado en sí a la acción de la pura concien- el conocimiento y la comprensión.
cia, acción que constituye el objeto y le da sentido. La El aspecto más empírico-fenomenológico del hori-
inmediatez del fenómeno se muestra ya como media- zonte en el sentido de relaciones anticipadas de alu-
da por la pura subjetividad. Ello provoca la interroga- sión dentro de una totalidad de significado ha sido re-
ción trascendental que conduce a Husserl a un «idea- cogido por Husserl y ulteriormente desarrollado por
lismo trascendental». Pero finalmente se muestra cada Heidegger en Ser y tiempo, cuando él intenta dilucidar
vez en forma más clara, principalmente en los escritos el fenómeno de la «totalidad de naturaleza» 56 en el
tardíos Experiencia y juicio y La crisis de las ciencias contexto de «ser en el mundo» 57 , a partir de cuya tota-
europeas, que el yo, o la conciencia, no puede ser lidad es entendida la «preocupación». Pero al mismo
comprendido o interpretado puramente en si mismo, tiempo profundiza Heidegger el concepto de horizon-
a saber. en inmediatez fenomenológica. sino única- te en sentido existenciario-aprioristico: el horizonte se
mPntP Pn la totalidad conrrPtil del horizonte de com convierte en un horizonte proyectado a priori en la
prensión previo de «mi mundo» o del «mundo df' a11torrf'illin1ción dP lil pxi,tencia. Esta se proyecta cada
df' lHld inh·rprrtt1{1Ón tem¡1t1tt.1.
v1d.-rn q1w prec ¡..,<1 vel su npoder ser)) propio, esto es. su mundo como la
Husserl sabe que tdda percepción singular o cada totalidad de sus posibilidades de ser. En cuanto PI pro
experiencia singular es codeterminnda por un «p.;.itio)) y<'<to dPI poder ser es u11proyecto uel futuro en cuan-
o utr.1dondo)) 4 ' 1· ldmb1u de Id deterrnind-
«5eyún f.-:.11 to «viene hacia mi», o sea que sucede en el tiempo, f'I
tión del contorno se modifica también la percepción hori1ontP proyPctrldo mtJt>"llrd l.t <<co11\t1tuc1011 de Id
misma... Cada vivencia influyf' f'n f'I nñtio (cl,Ho II ob,- trmpcHdl1d,ut»: ul11 cnnd1uon ex1stenc.it1ric1temporal
111ro) dt· lñ...viv,·nrlff\ i,lh·rHHt'')~u n HU')"..t.'rl mlruduu.? de la posibilidad del mundo reside en el hecho de que
, . ., ,··,le ,ent,do el toncepto de horizonte. Significa con la temporalidad como unidad extática tiene algo así
ello Id tutdliddd de lo que resulta percibido o anticipa- como un horizonte»'.i 8_ Este horizonte e~ el «mundo)).
do dternáticornente en el conocimiento singular temá- Por esto «pertenece al ente, que f'S ,iemprP "' <1qu1,
tico. Así es propia de toda la experiencia una «P<truc <llqo {{lfllO lJII lllUtldO .JblPfl(>n'l'l 5L'UÚíl e~tO, «rTlUrl
51 ,
tura dP hori1ontP)) r•n cuc.1nlü Plld 4..1 t, ..tlUIIIJJdflJdd do» no siynifitJ, corno Heidegger desarrolla y comple-
de un «sdbcr previo» de contenidos o determinaciones ta en su obra La f'~f'nria dPI f11ndamPnto, ni In «totali-
ultNiOrf'S Qllf' no han lleq,vio ;il hecho o no hdn ilcgd ddd de las cusas naturales» ni la «comunidad de los
do todavía temáticamente a él. «Este saber previo es hombres» 60, mucho menos una suma de entes, sino la
inrJPtPrmin.JdO en (Ll.lnto el \U fOlltPnido, O dt'tt.•rmi tot..iliUJU uel horizonte previamente proyectada. Así,
nado imperfectamente, pero jamás es totalmente va- el proyecto del mundo no hay que comprenderlo, por
lio»"), el desconocimiento es «siempre al mismo tiem- ejemplo, como un asentamiento del ente, sino como
µo un modo de conocimiento»". Toda experiencia «capa del mundo proyectado sobre el ente. La capa
tiene. como Husserl continúa d,stinguiendo, no sólo previa posibilita que el ente se revele como tal. Este
un horizonte «interno», en cuanto lo dado «prealude» suceso de la capa que proyecta, donde el ser de la exis-
a algo ulteriormente experimentable en él o por él, tencia se origina, es el "ser en el mundo"»b 1.

sino también un «horizonte externo», en cuanto indi- Más tarde los acentos se desplazan, puesto que Hei-
ca, por encima de sí, un circulo de «objetos acompa- degger -según su muy citado «viraje» -piensa cada
ñantes»54, en cuya continuidad es experimentada y en- vez más exclusivamente y más expresamente el «ser en
tendida y, finalmente, interpretada, la totalidad de si». El centro de gravedad de su pensamiento se des-
objetos, es decir, la totalidad del «mundo» como «ho- plaza desde el hombre al ser. Ya no es el ser el que es
rizonte abierto de la espaciotemporalidad» 55 • Ya este entendido a partir del hombre, sino el hombre a par-
estado de cosas es de gran importancia no sólo para la tir del ser. El ser ya no es proyecto de ser del hombre,
estructura de la experiencia, sino especialmente para sino que el hombre es proyectado por el ser, «que
lo que ocurre siempre en la comprensión y se muestra como proyección ha proyectado la esencia del hom-
-otra vez con palabras de Hegel- como «inmediatez bre»62. Así tampoco el mundo es ya proyección en el
mediata». No existe, pues, una subjetividad pura, sin tiempo del «poder ser» humano, sino que es «la aper-
mundo ni historia, ni tampoco una objetividad pura, tura del ser» 63, «la iluminación del ser, en la que el
independiente del sujeto y sólo captable por la ciencia hombre sale hacia fuera a partir de su esencia proyec-
moderna. Más bien están ambas incluidas en un acon- tada»64. El mundo tiene, por consiguiente, su origen
tecer abarcador, en el cual se realiza, sin embargo, en el ser que se revela y que se oculta, es decir, en un

4 9 E. Husserl, Ideen zu einer reinen Phdnomenologie: Husserliana 56 Martín Heidegger, Sein und Zeit, 83 ss., 149 ss.
lll, La Haya 1950, 202, especialmente nota 1; versión castellana: Ideas 57 O.e., 52 SS.
relativas a una fenomenología pura, Fondo de Cultura Económica, 58 O.e., 365.
México 2 1962. 59 O.e., 365.
5º O.e., 202 S. 60 M. Heidegger, Vom Wesen des Grundes (Francfort 4
1955) 33;
5 1 E. Husserl, Erfahrung und Urteil, Hamburgo 2 1954, § 8: «La es- versión castellana: La esencia del fundamento, 1944.
tructura de horizonte de la experiencia» 26 ss. 61 O.e., 36.
52 O.e., 27. 62 M. Heidegger, Platons Lehre von der Wahrheit mit einem Brief
53 O.e., 34. über den Humanismus, Berna 1947, 100.
54 O.e., 28. 63 O.e., 100.

ss O.e., 29. Para Husserl, cf. L. Eley, Die Krise des Apriori in der 64 O.e., 100.

transzendentalen Phdnomenologie E. Husserls, La Haya 1962.


Hombre 220

acontecimiento en el que el ser se nos transmite o se menología de la percepción de M. Merleau-Ponty 67 o


nos aparta históricamente, se nos revela o se nos ocul- en vistas al problema de la comprensión histórica en
ta. Pero este acontecer del ser es comprendido por el H.G. Gadamer 68 • Más decisivo es el planteamiento de
Heidegger de la época tardía cada vez más como un que el hombre se encuentra previamente siempre ya
suceder lingüístico pensado histórico-ónticamente 65 , en su mundo como en la totalidad de un horizonte en
puesto que la «iluminación del ser» ocurre en el len- el que él experimenta cada vez lo singular y lo entien-
guaje, en él se revela la «comprensión del ser» y en él de en su sentido, en el que también él se experimenta
habla la «voz del ser». Estas afirmaciones, por míticas y se comprende a sí mismo. Con ello nos encontramos
que resulten, aluden sin embargo al significativo fenó- en medio de las cuestiones fundamentales de una her-
meno de que nuestro mundo, esto es, la totalidad de menéutica y se abriría la ulterior tarea de recoger la
nuestro horizonte de comprensión, a partir del cual problemática objetiva en sí a partir del trasfondo his-
es cada vez posible la comprensión de lo singular, es tórico del problema mismo, para «comprender» la
siempre un «mundo lingüístico» determinado, a saber, «comprensión» en su esencia y en su posibilidad, en
un mundo lingüísticamente abierto, lingüísticamente sus estructuras y en sus condiciones.
interpretado, lingüísticamente mediado, y en un len-
guaje concretamente determinado siempre, sobreveni-
do y convertido en histórico, en el que nosotros hemos Bibliografía
crecido, en el que vivimos y pensamos, en el que se
realiza toda nuestra comprensión. CoRETH,E.: Cuestiones fundamentales de Hermenéutica.
No es necesario seguir más de cerca la repercusión Ed. Herder, Barcelona 1972.
del concepto de mundo de Husserl y de Heidegger en
la filosofía de la actualidad 66 , por ejemplo en la feno- Emerich Coreth

Hombre
En la constitución de nuestra especie hay una encru- en las formas que produce la cultura. De ahl que la
cijada decisiva. El volumen cerebral aumenta de mane· aproximación al sistema vital humano tenga que se
ra continua desde los 500/800 cm 3 del Horno habi/is guir dos angularidades Pvolutivas quP dPtPrminan su
hasta llegar a los ± 1.500 cm' del Horno sapiens. Ahí se especificidad: los diferenciales biológicos con respecto
estabiliza globalmente la evolución del Horno como a otras espPCiPSy los difNen(iillPs técnirn-culturalPs
sistema biológito. En ese momento, la evolución técni con relación a su propia constitución biológica.
ca-cultural, que había tenido un elemental y lento de-
'>dr rullu, l'\ 11npul\<ldd l'fl Urld Ht'\fJlfc:tl 1nfl~1nondr1;1» dP
producción -tanto por el creciente número de utensi- 1. Diferenciales blológlcos
lios como por el rendimiento en su aplicación-. Cuan-
do la evolución biológica se consolida y se despliega en El proceso de hominización tiene unos desencade-
una constante linea horizontal, la evolución utensiliar nantes azarosos. No tanto unas mutaciones genéticas
despega en una progresión geométrica que la proyecta como una confluencia de factores ecológicos que pre-
en una línea vertical aparentemente interminable. Esto sionan la supervivencia en una nueva direccionalidad.
ocurre han' ±250.000 anos (A. Leroi-Gourhan). En e\te La prolongilda \rquiil drl Mioceno (hil<e 1S millonr,
uuc_e '>e <onden">d la complejidad df'I .,i-,ternd vitdl hu de dno,) de,pldza los limite, habitable, de diferente,
mano: la evolución deja de ser predominantemente especies: la superficie forestal retrocede y aumenta la
biológica para ser masivamente cultural. Así se consti- de la sabana. En el interior de esta modificación global
tuyP un c,ic,tpm,-ivit.11 quf' intP~r d do\ suhsistPm,l\ npP <.P produc P un dtH_.nrdPn P<.pPcífico Pn PI h.-=Jhitcit
dr e irr
rdtivos ton lógicas regulddds por lunddmentos y .irti tos grupo~ de prir11at11s: ~u progresivo Jur1111ntode peso
culaciones diferentes: una lógica biológica, que marca rompe PI Pquilibrio entrP volumen y Pspacio indispen-
unos imperativos y unos limites orgánicos, y una lógica sable para preservar su nicho en la vida arborícola.
técnico-cultural, que responde a esos imperativos y Esta ruptura del límite etológico (ley de Depéret) impi-
crea otros nuevos en la interpretación de sus limites. de que estos primates retrocedan con el bosque, los
Un procesamiento en espiral, pero con una direcciona- empuja a descender de los árboles y los sitúa en el lí-
lidad recursiva que ocupa el intersticio de ambas lógi- mite ecológico de la reorganización de espacios vita-
cas: la dimensión cultural termina por envolver la es- les producida por la sequía. Diferentes familias (Póngi-
tructura orgánica que la hace posible, y la misma dos, Driopitecinos, Oreopitecos) son así situadas en la
presencia de lo orgánico es estratificada y significada frontera de dos biozonas -bosque/sabana-; pero las

65 M. Heidegger, Unterwegs zur Sprache, pfullingen 21960. et. ade- 67 M. Merleau-Ponty, Phénoménologie de la perception, Galli-
más: O. Póggeler, Oer Denkweg Martin Heideggers pfullingen 1963. mard, París 1945.
66 Cf. además H. Spiegelberg, «The phenomenological Mouvement» 68 H.G. Gadamer, Wahrheit und Methode, Tubinga 2 1965.

(Phenomenofogica 5-6), La Haya 1960.

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