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TRABAJADORES DE IRRIGACIÓN DES AMPARADOS

A los conocidos hechos que se vienen suscitando en Irrigación desde la


asunción del actual Superintendente (caso Gomensoro por posible tráfico
de influencias, viajes de funcionarios a distintos continentes, entre ellos
de una comitiva de 18 personas a Europa con costo millonario, y la
semana pasada, el usuario atado en la puerta del organismo reclamando
ser atendido), se le suma el hecho de que el organismo se encuentra
debatiendo 12 causas judiciales, entre Amparos Sindicales y/o Querellas
por Práctica Desleal y una Acción Procesal Administrativa ante la Corte
Provincial, que podrían significarle al organismo el desembolso de una
suma millonaria (estimada entre 5 y 6 millones de pesos a la fecha), que
deberían afrontar los regantes y que, demás esta decir, podrían traducirse
en obras que tanta falta le hace a la provincia para mejor administración
del recurso hídrico.
En comunicación con las autoridades gremiales, las mismas manifiestan
que, desde el inicio de la actual gestión, se vienen produciendo una serie
de medidas persecutorias y de hostigamiento al trabajador de Irrigación
en general y antisindicales, en relación a la Asociación Sindical que nuclea
al personal del organismo, sus dirigentes y representantes.
Además del cuestionamiento a la política de personal, que prioriza la
confrontación por sobre el diálogo, llevada adelante por la actual gestión,
entre las medidas a las que hacen referencia las demandas judiciales en
trámite ante la Justicia Laboral y la Corte Provincial, en concreto se
denuncian alteraciones en las condiciones de trabajo de dirigentes y
representantes sindicales, a través de traslados y cambios de funciones,
de quitas y/o disminución de adicionales y la desafectación de jefaturas
interinas a dirigentes y representantes sindicales; la adopción de
represalias por el desarrollo de actividades sindicales; injerencia patronal
en elecciones gremiales; presiones y exigencia a trabajadores
“contratados” a que renuncien a su afiliación y/o actividad gremial como
condición para renovarles sus contratos; y despidos de trabajadores
claramente persecutorios.
Así, por ejemplo, entre los contratos dados de baja en diciembre pasado,
se destacan los casos de una trabajadora que, por el hecho de haber sido
elegida delegada gremial por sus compañeros, fue dejada sin trabajo, sin
miramientos, incluso sabiendo que la misma llevaba adelante un avanzado
embrazo, dejándola sin percepción de haberes y lo que es peor, sin
cobertura médica, todo ello, en contramano de toda la legislación vigente
en derecho laboral (nacional y supra nacional). Como, así también, el de
un trabajador maquinista que después de 10 años de servicios sucesivos
para la Administración Hídrica (paso de una Inspección de Cauce, a una
Asociación y de allí a la Subdelegación de Aguas del Río Tunuyán Inferior),
fue dejado sin trabajo sin tomar en consideración que el mismo es padre
de una menor discapacitada.
Que si bien, como expresan las autoridades gremiales, no es intención de
esa entidad generar un perjuicio a la repartición, se vieron obligados a
realizar los reclamos judiciales ante la desatención de titulares de
irrigación a los sucesivos reclamos efectuados a fin de llegar a una
solución pacífica a los temas planteados, corriendo peligro de que se
venzan los plazos judiciales para realizar los reclamos y permitir que los
hechos queden impunes.

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