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Psicopatología Clínica Básica: Concepto, Clasificación

y Aplicaciones
Enviado por Joel Fortunato Reyes Perez

Partes: 1, 2
1.
2. La Psicopatología como Ciencia
3. Concepto y Definición de la Psicopatología Clínica
4. Clasificación de la Psicopatología
5. El Objeto de Estudio de la Psicopatología Clínica
6. Aplicaciones y Usos de la Psicopatología Clínica
7. Bibliografía

Introducción
El hombre ha estado desde los más remotos tiempos, sujeto a múltiples influencias, algunas
ligeramente nocivas y otras perjudiciales en extremo, y han sido de tan antiguo conocidas
que se pierden en el tiempo. Cuando estas influencias, se constituyen en elementos lo
suficientemente intensos que afecten el equilibrio saludable del individuo, se consideran
factores y causas de alteraciones mentales. Al perder el hombre su salud mental, se
presentan una serie de síntomas y signos anormales, que integran los fenómenos
psicopatológicos, y que pueden formar parte de enfermedades psiquiátricas, síndromes
neurológicos, trastornos conductuales o desequilibrios psicológicos.
Para abordar el estudio de estos problemas se han creado y desarrollado
diversas ciencias en el campo de la salud, como la semiología y semiótica, la nosología y
nosografía, así como la fenomenología, dentro del campo especial de la psicopatología
clínica, por lo que pasaremos a revisar dichos conceptos.
Semiología: Es el estudio de los signos y síntomas de las enfermedades en su sentido
clínico, es decir, se analizan y describen las diversas manifestaciones por medio de las
cuales nos damos cuenta de todo lo que nos sirve para descubrir la presencia de una
alteración de la salud, clasificarla y distinguirla de las demás enfermedades. Es en esencia,
una de las técnicas del diagnostico medico, cuyos datos se obtienen de la entrevista y
exploración clínica.
Semiótica: Es en la medicina, el estudio de los signos de las enfermedades, y que
representan la evidencia objetiva de anormalidad, como por ejemplo, la fiebre o la ictericia
(coloración amarillenta de la piel). Es lo que permite describir, diferenciar y clasificar las
enfermedades.
Nosología: Es el estudio completo de las enfermedades, desde sus primeros signos y
síntomas, así como su evolución, hasta su terminación, sea por curación o fallecimiento.
Siendo la parte de la medicina que nos orienta acerca de las enfermedades y nos permite
plantear los tratamientos.
Nosografía: Se refiere a la clasificación metódica, la organización del conjunto de
manifestaciones de síntomas y signos en un cuerpo de conocimientos, orgánicamente
relacionados, que facilitan su estudio como entidades particulares, y se les llame
enfermedades, síndromes o conjuntospatológicos.
Fenomenología: Es un termino que se utilizo primeramente para designar la teoría de los
fenómenos, en sentido amplio, la ciencia de los fenómenos, y en sentido estricto para la
psicopatología clínica, es la ciencia de los fenómenos que se manifiestan en la conciencia.
Es por tanto, una ciencia neutral, que trata de los hechos psíquicos como fenómenos en si,
esto es, en cuanto a contenidos significativos. Y considera el principio de especificidad
descriptiva, donde el mejor concepto, es el que traduce los rasgos más específicos del
trastorno.

La Psicopatología como Ciencia


La psicopatología es una ciencia, en tanto, conjunto de conocimientos ordenados y
sistematizados, cuyo objeto propio de estudio son los fenómenos mentales patológicos, los
cuales son abordados de acuerdo al método científico. Sin embargo, esto no significa, que
este mismo grupo de fenómenos, no puedan ser estudiados, ni sean objeto de otras ciencias
distintas, como la Neurología, Psicofarmacología, Psicometría y Filosofía entre muchas
otras. Como ciencia, tiene un carácter objetivo, no es el fruto de la voluntad y creación de
un hombre en particular, es el producto de la necesidad histórica de la humanidad,
para poder enfrentar uno de sus grandes problemas, esto es, su salud mental. En términos
generales, es un reflejo del conocimientologrado a través de múltiples esfuerzos, de todo
aquello que se ha logrado establecer, como por ejemplo: los vínculos, relaciones, causas y
factores implicados en los fenómenos psicopatológicos. Es el fundamento esencial de la
Psiquiatría Clínica, en tanto, rama de la medicina encargada del diagnostico, investigación y
tratamiento de las enfermedades mentales.

Concepto y Definición de la Psicopatología Clínica


Psicopatología Clínica Básica: Concepto, Clasificación
y Aplicaciones (página 2)
Enviado por JOEL FORTUNATO REYES PEREZ

Partes: 1, 2

El conocimiento de la psicopatología surge y se desarrolla en el seno de la práctica médica,


por ejemplo: cuando se empezaron a observar conductas anormales, enfermos con
manifestaciones psíquicas absurdas y fenómenos mentales caóticos. Y como parte lógica de
su desarrollo, en el proceso delpensamiento medico, se fueron creando palabras,
construyéndose juicios y conceptos acerca de esas diversas observaciones. Es así, como se
han ido generando los conocimientos, investigándose y edificando teorías explicativas. De
tal manera, que se puede definir a la psicopatología, como la rama del conocimiento que,
sistematiza, selecciona, diferencia, describe y clasifica, la forma y el contenido de los
fenómenos que constituyen las experiencias psíquicas anormales, sus signos y síntomas. No
obstante, cuando es posible, busca establecer las relaciones existentes entre los diversos
fenómenos, haciendo asociaciones comprensibles, investigando vínculos significativos y
realizando diversas articulaciones entre los elementos encontrados, con el fin de dar
coherencia a las distintas observaciones. La psicopatología, al igual que otras ciencias, tiene
su clasificación y división, la cual ha sido hecha de muy variadas formas, aquí se hace, de
acuerdo al objeto al que se aplica.

Clasificación de la Psicopatología
Psicopatología General.-Es aquella que abarca la totalidad del conocimiento, relativo a
los trastornos y fenómenos mentales patológicos. Conocimiento siempre en progreso,
nunca acabado, que va desde su fundamento epistemológico, axiológico y ontológico, hasta
los de índole lógicos, físico-matemáticos, históricos, culturales y sociales.
Psicopatología Evolutiva.-Es aquella que estudia los fenómenos psicopatológicos, en
relación con las diversas épocas de la vida, por lo que se divide en: Infantil, De
la Adolescencia, Adultez y La Vejez (ancianidad).
Psicopatología Experimental.-Es aquella donde se abarcan e interrelacionan, los
fenómenos psicopatológicos con aspectos de investigación en laboratorio, psicométricos,
estudios histoquímicos, neuroquímicos y psicofarmacológicos, hasta los aspectos
anatomofisiologicos, y en general, todos aquellos conocimientos donde se buscan las
relaciones objetivas, es decir, de relaciones cuantitativo-materiales.
Psicopatología Clínica.-Es aquella que trata el aspecto teórico de su aplicación practica,
es decir, del conocimiento psicopatológico en el ejercicio clínico, por lo que se relaciona
fundamentalmente con la semiología, metodología y nosografía, siendo la base de la
psiquiatría clínica, que es la encargada además, de la terapéutica.
Psicopatología Especial.-Es aquella que trata los aspectos particulares, de trastornos
genéricos, como por ejemplo: De las Psicosis, De las Neurosis, De los Trastornos Mentales
Orgánicos, incluidas las De las manifestaciones mentales de Trastornos
y Enfermedades Sistémicos.
Psicopatología Forense: Abarca la aplicación de los conocimientos psicopatológicos en
particular, los del tipo clínico para el mejor esclarecimiento y en auxilio de
la administración de justicia, en otras palabras, son los conocimientos psicopatológicos
relacionados con los aspectos legales de la conducta humana y sus anomalías, a la luz de
la jurisprudencia.

El Objeto de Estudio de la Psicopatología Clínica


Si bien, el objeto de la clínica psicopatología, es darse cuenta del estado mental que guarda
un individuo, su finalidad es diversa, pues puede orientarse al diagnostico y llevar
intenciones curativas, o ser objeto de investigación, para finalidades pedagógicas,
readaptativas, jurídicas y epidemiológicas entre otras mas. Esto ha sido posible, gracias a la
aplicación de conocimientos generales, a casos particulares. De alguna manera, la
ciencia nos dice cuando puede.Esto es. Y la clínica.Esto pasa. Es un prejuicio, la creencia de
que la misión única y principal de la clínica, es buscar y dar nombre a la enfermedad de un
paciente, pues esto, cuando es, es solo Nosología pura.
De una manera general, el objetivo de la psicopatología clínica, es buscar los fenómenos,
por lo que se interesa por lo pronto y mas de cerca, de conocer he identificar los estados
psíquicos anormales que puedan ser capaces de modificarse. De tal manera, que al observar
los fenómenos, estos puedan identificarse y localizarse rigurosamente, sean a su vez
ponderados, y que al aislarse adecuadamente, sirvan de orientación y guía al propósito
perseguido.
Por otra parte, uno de los papeles fundamentales de la clínica psicopatológica es aconsejar,
siendo este, muy amplio, ya que ordena autorizadamente, por ejemplo: el tratamiento
urgente, la vigilancia, la hospitalización, etc. Así también, su labor trasciende la salud y
tiene consecuencias, familiares, sociales, escolares y económicas. En otras palabras, la
psicopatología clínica, tiene también por objeto, el ensenar lo que conviene. Es por esto,
que la psicopatología clínica debe ser practica y su trabajo cada vez mas fino y profundo,
por lo que buscara siempre el provecho del paciente, cuando se hace así, se debe escoger lo
útil y abandonar pronto, lo que parece estéril, dejando lo abstruso por lo sencillo, lo remoto
por lo cercano, lo hipotético por lo evidente, y prefiriendo siempre lo mas cognoscible. Pues
sucede, que cuando la clínica no ve, no presencia, es como si los fenómenos no existieran, y
frecuentemente lleva a gruesos errores y amargas consecuencias.

Aplicaciones y Usos de la Psicopatología Clínica


En términos generales, su campo de aplicación es muy diverso, y se utiliza donde existan
personas que tengan problemas, especialmente cuando estos se manifiestan, en
el comportamiento, el raciocinio, los sentimientos, así como en otras circunstancias donde
se trascienda a la esfera familiar, laboral, escolar y social. Su conocimiento permite
identificar los fenómenos anómalos, y en algunos casos, las posibles causas que deterioran,
obstaculizan o alteran el equilibrio y eficiencia de la personalidad. Por ejemplo: en las
fabricas, escuelas, hospitales, centros penitenciarios e incluso el mismo hogar, pues siempre
habrá personas que tengan en alguna época de su vida, trastornos y dificultades, sean de
índole conductual, psicológico, vivencial, mental u otras condiciones, como síntomas
aislados, trastornos de personalidad, enfermedades corporales que influyan la vida mental
o psíquica, problemas de la vida, vocacionales, de relaciones interpersonales.etc.
Ahora bien, cuando se cuenta con un buen adiestramiento, en las técnicas que se utilizan en
la evaluación psicopatológica, se esta en mejores condiciones de hacer las recomendaciones
mas oportunas, por ejemplo: la enfermera que observa cambios desusuales en el
comportamiento de los enfermos, e informa con claridad al medico tratante; la maestra que
observa alumnos con dificultades de adaptación, aprendizaje, conductas raras, estará en
mejores posibilidades de recomendar y canalizar adecuadamente
al servicio correspondiente.
Así también, la trabajadora social que observa individuos con anormalidades del
comportamiento dentro de alguna familia, podrá consignar sus observaciones con mayor
precisión, y hacer sus recomendaciones más oportunas. El personal que labora en la
administración de justicia, tendrá una perspectiva más clara, acerca de las anomalías
mentales y del comportamiento y realizara su labor en forma más conveniente. Además de
todos los profesionales directamente implicados en la asistencia y tratamiento de personas
con trastornos mentales, como enfermería psiquiátrica, psicologíaclínica y todos los
médicos en general. En este ultimo punto, y dentro del campo de la medicina, es esencial
para el adecuado diagnostico psiquiátrico, y la correcta identificación de las enfermedades
mentales, así como para evaluar,
los fenómenos mentales anómalos, asociados o consecutivos a las enfermedades corporales,
sean sistémicos o localizados. Frecuentemente es útil para justificar el uso inmediato de
terapéutica, prevenir mayores complicaciones, evaluar la evolución de los trastornes
mentales y un sinfín de otros casos, por ejemplo: al Jurista sirve para individualizar las
penas, analizar la inimputabilidad, recomendar medidas de seguridad, canalizar a la
institución idónea, incluso es útil para las actividades militares, donde su conocimiento es
esencial, tanto para seleccionar como rechazar al personal no apto para realizar labores
potencialmente peligrosas, como el manejo de armas, control de material nuclear y en
muchas otras. Finalmente, y dentro del ambienteacadémico -formativo, el conocimiento de
la ciencia psicopatológica, permite desechar y prescindir de los prejuicios y especulaciones
acerca de los fenómenos psicopatológicos, así como evaluar con sensatez, las diversas ideas
y teorías psicológicas que se han generado.

Bibliografía
1.-Beauchesne H.: Psicopatología del Nino y del Adolescente, Ed.-Paraninfo, España,
(Madrid), 1979.
2.-Bleuler Eugen.: Tratado de Psiquiatría, Ed.-Espasa-Calpe S.A.
3era. Edición, traducción de la 10ª. Alemana de Alfredo Guera Miralles, España (Madrid),
1971.
3.-Bochenski I. M.: Los Métodos Actuales Del Pensamiento, Ed.-Ediciones Rialp S.A., 9na.
Edición, España (Madrid). 1974.
4.-Caso M.A.- Fundamentos de Psiquiatría, Ed.-Limusa, 3era. Edición, México, 1984.
5.-De La Fuente M. R.: Psicopatología. En cuadernos de Psicología Medica y Psiquiatría,
Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, U.N.A.M., México,
1986.
6.-Frazier S. H. y Carr A. C.. : Que es la psicopatología. Ed. El Ateneo, Argentina, (Buenos
Aires), 1980.
7.-Freeman T.: Psicopatología De Las Psicosis. Ed.- Ediciones Toray, España (Madrid),1971.
8.-Grau K.J.: Lógica, Ed.-El Bachiller, 3era. Edición, Mexico, 1975.
9.-Hoch P.H..: Psicopatología De La Vejez, Ed.-Morata, España, (Madrid), 1964.
10.-Jananashuili M.M.: Patología Experimental de la Actividad Nerviosa Superior, Ed. Mir
Moscú y Científico Técnica, Cuba (La Habana), 1991.
11.-Jaspers Karl.: Psicopatología General, Ed.-Beta, 2da. Edición, traducción de la 5ta.
Alemana del Dr. Roberto O. Saubidet, Argentina (Buenos Aires). 1963.
12.-Maher Brendan A.: Principios de Psicopatología, Ed.-Mc Graw Hill, México, 1979.
13,-Marchais P.- Procesos Psicopatológicos En El Adulto, Ed.-Prensa Medica Mexicana
S.A., México, 1985.
14.-Millon T.- Psicopatología y Personalidad. Ed.-Interamericana, México, 1974.
15.-Monedero C.: Psicología Evolutiva y Sus Manifestaciones Psicopatológicas, Ed.-
Biblioteca Nueva, España, (Madrid), 1982.
16.-Patino J. Luis.: Psiquiatría Clínica, Ed. Salvat, De La Biblioteca Medica Mexicana,
México, 1980.
17.-Stone y Church.: Psicología y Psicopatología Del Desarrollo, Ed.-Paidos, Argentina
(Buenos Aires), 1970.
18.-Sullivan H.S.: Concepciones de la Psiquiatría Moderna, Ed.-Psique, Argentina (Buenos
Aires), 1959.

Autor:
Dr. Joel Fortunato Resyes Perez
Medico Cirujano Psiquiatra (UNAM).
Maestría En Ciencias y Técnicas de Investigación Educativa (UACJ)
Psiquiatra Forense y Clínico Criminológico.

Historia de la psicopatología
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La psicopatología, (del griego, psyché: alma; pathos: enfermedad; y logos: discurso
racional) es una disciplina científica cuyo objeto de estudio es la conducta anormal o
desviada, y que presta especial interés a la naturaleza u orígenes de los comportamientos
patológicos. Sirve como base para disciplinas más aplicadas, como la psicología clínica o
la psiquiatría, y guía los procesos de prevención, diagnóstico y tratamiento. Uno de sus
principales objetivos es lograr establecer unos principios generales que permitan identificar
las causas de la conducta anormal mediante la aplicación del método científico.1
A lo largo de la historia de la psicopatología, el concepto mismo de enfermedad
mental ha evolucionado en función del momento histórico y de las circunstancias culturales
de cada sociedad. Tanto la conducta anormal como el modo en que debía ser tratada se
han entendido de muy distintas formas desde la antigüedad hasta nuestros días. Así,
podemos señalar las primeras concepciones mágicas y animistas de las sociedades
primitivas; la notable influencia de los factores religiosos durante la Edad Media que
impulsaron una visión de la locura como castigo divino ante el pecado; la progresiva
tendencia hacia la asunción de posiciones de carácter más organicista a partir del siglo
XIX y el posterior desarrollo de la psicobiología y la psicofarmacología; y los modelos de
corte psicogénico, que buscan las causas de la desviación conductual en factores de
índole psicológico o psicosocial.

Don Quijote de la Mancha. Ilustración de Ricardo Balaca (1880-1883).

Índice

 1Sociedades primitivas
 2Civilizaciones preclásicas
 3Antigüedad clásica: Grecia y Roma
 4Edad Media
 5Renacimiento e Ilustración
o 5.1Los centros de internamiento
 6Del siglo XVIII al XIX
o 6.1El tratamiento moral
o 6.2Disciplinas precientíficas
 7Siglo XIX
o 7.1Organicismo y teoría degeneracionista
o 7.2La psicopatología descriptiva y las clasificaciones clínicas
o 7.3Hacia una psicopatología experimental
o 7.4Corriente psicologista
 8Del siglo XX a la actualidad
o 8.1Modelos psicopatológicos
o 8.2Auge de los psicofármacos
o 8.3Clasificaciones psicopatológicas modernas
 9Véase también
 10Notas
 11Referencias
 12Bibliografía
 13Bibliografía adicional
 14Enlaces externos

Sociedades primitivas[editar]

Un cráneo trepanado que data del periodo neolítico. El crecimiento de nuevo tejido óseo alrededor
de la oquedad indica que el individuo sobrevivió a la intervención.

Existe la concepción generalizada de que el pensamiento mágico y animista que


caracterizaba a los pueblos primitivos de culturas preliterarias también sustentaba su
concepción del comportamiento anormal, que en algunas sociedades se entendía como la
expresión de algún tipo de posesión por parte de espíritus malignos, o como el resultado
de un castigo divino. No existen muchas fuentes fiables de épocas tan pretéritas, por lo
que las teorías elaboradas al respecto emanan de la información aportada por el análisis
de los hallazgos arqueológicos que se han realizado en el último siglo en diversos lugares
del mundo. En Perú se encontraron restos de cráneos trepanados que datan de la Edad de
Piedra.2 Se ha propuesto una explicación de tipo demonológico para estos hallazgos, en el
sentido de que las trepanaciones podrían responder a la intención de expulsar del cuerpo
a los espíritus malignos que lo invadían. La costumbre de la trepanación se ha venido
observando en diversas culturas mediterráneas y precolombinas,3 siendo una práctica
frecuente en la Edad Media que quedó reflejada en la obra de El Bosco, Extracción de la
piedra de la locura. No obstante, existe otra interpretación de carácter no demonológico
para estas trepanaciones, según la cual estas rudimentarias operaciones pudieron deberse
a motivos de índole puramente biológico u organicista; concretamente, como un modo de
liberar un exceso de presión intracraneal.4 Otras hipótesis aventuran la posibilidad de que
las trepanaciones respondieran a costumbres relativas a la neurofagia, en la creencia de
que la ingestión del cerebro del fallecido pudiera resultar beneficiosa.56
Además de los hallazgos arqueológicos, otra fuente de datos al respecto es la que se
obtiene a partir del estudio etnográfico de sociedades actuales cuyo nivel de evolución
cultural se supone equiparable al de los periodos paleolítico y neolítico.7 A partir de los
estudios realizados sobre estas sociedades se ha señalado la existencia de un tipo de
pensamiento mágico que, sin embargo, no adquiere las connotaciones negativistas de la
demonología, sino que se considera algo positivo para la sociedad. Bajo esta concepción
se encuentra la figura del chamán, considerado por los miembros de la sociedad como un
individuo con poderes especiales, capaz de comunicarse con los espíritus y de realizar
rituales curativos, entre otras habilidades, y cuya sintomatología sería considerada en otro
tipo de sociedades como indicativa de la presencia de un trastorno mental.8

Civilizaciones preclásicas[editar]
En las civilizaciones anteriores al pensamiento greco-romano, entre las que se encuentran
las culturas mesopotámica, hindú, china, hebrea y egipcia, también predominó una
concepción sobrenatural de la naturaleza de los comportamientos anormales,
entendiéndose en muchos casos como una suerte de castigo divino o posesión maligna.9
En la cultura mesopotámica, los espíritus vigilaban los actos de los hombres y castigaban
sus males acciones enviándoles la enfermedad. Una de ellas era la locura, que se atribuía
a la intervención del demonio Idta. Las técnicas curativas pasaban por averiguar la causa
del castigo, por lo que se hacía necesaria una labor de investigación e interrogación
acerca de los actos cometidos. Ensalmos, oraciones y sacrificios eran prácticas habituales
para tratar de alcanzar la sanación.10

Fragmento del Papiro Edwin Smith.

Respecto a la cultura hebrea, existen pasajes del Antiguo Testamento en los que la locura
se explica como un acto de Dios contra los pecadores. Así, en el Deuteronomio se advierte
de que la violación de los mandamientos será castigada con «la locura, la ceguera y la
paralización del corazón». Bajo la influencia del confucianismo, en la antigua China se
consideraba que la locura era la consecuencia de no respetar las tradiciones instauradas
por los antepasados. Por su parte, el hinduismo especifica los siete demonios
responsables de los diferentes tipos de locura.8 En el libro hinduista Majabhárata aparecen
descripciones de sintomatologías que se ajustan a lo que hoy se considerarían conductas
psicopatológicas.11
A pesar de esta predominancia de la concepción demonológica de la enfermedad mental
en las sociedades preclásicas, el hallazgo del papiro quirúrgico de Edwin Smith12
en Tebas, que data aproximadamente del año 1500 a. C., constituye una prueba
documental de que en el Antiguo Egipto ya manejaban nociones referentes a la
localización de las funciones mentales en el cerebro. El papiro contiene indicaciones al
respecto del diagnóstico, tratamiento y pronóstico de diversas enfermedades, y se
considera uno de los textos médicos más antiguos de los que se tiene constancia.1310

Antigüedad clásica: Grecia y Roma[editar]


La concepción sobrenatural o mágica de la conducta anormal fue dejando paso a una
concepción del trastorno mental como fenómeno natural a lo largo del periodo de
la antigüedad clásica, a resultas de la influencia ejercida por las corrientes de pensamiento
de la civilización grecorromana. Sin embargo, durante los primeros tiempos de la cultura
griega, todavía se encuentran prácticas de tipo religioso encaminadas a exorcizar a los
demonios de la locura en las que se invocaba a Asclepio, dios de la medicina y la curación.
Con la aparición de la Escuela jónica en el siglo VI a. C., la mitología va dejando paso a las
explicaciones racionales a través de la denominada filosofía de la naturaleza. La filosofía
presocrática sentó las bases de esta nueva concepción naturalista de la realidad. Filósofos
como Tales de Mileto (ca. 630 - 545 a. C.), Anaxímenes (ca. 585 – 524 a. C.)
o Anaximandro (610 - 546 a. C.) entre otros, teorizaban acerca del Arché u origen esencial
de todas las cosas en el ámbito de lo material.14
Hipócrates, por J.G de Lint (1867-1936).

Se considera que el inicio de la psicopatología como tal tiene lugar con la obra
de Hipócrates (460 - 370 a. C.), que desde una perspectiva somatogénica equiparó las
alteraciones mentales al resto de enfermedades físicas, en el sentido de que todas ellas
tendrían un origen natural radicado en determinadas alteraciones anatómicas o
fisiológicas. Hipócrates situó el origen de las funciones intelectivas en el cerebro, y realizó
la primera clasificación de los trastornos mentales, dividiéndolos en tres grupos: manía,
melancolía y frenitis. Describió las afecciones que hoy relacionamos con los términos
de paranoia, alucinosis alcohólica y psicosis postparto, y desdeñó las interpretaciones
mágicas al respecto de la epilepsia.15 Desde un punto de vista constitucionalista, elaboró
su célebre teoría de los cuatro humorescorporales (sangre, bilis amarilla, bilis negra y
flema), de cuyo equilibrio (eucrasis) o desequilibrio (discrasis) dependía la salud del
individuo. A pesar de los escasos conocimientos fisiológicos de la época, la tradición
constitucionalista ha seguido ocupando un lugar en la psicopatología hasta nuestros días,
con un mayor o menor grado de aceptación.1617
Ya en la época romana, destaca la figura de Galeno (130 - 200), médico de la corte del
emperador Marco Aurelio. En su obra El tratado de las pasiones, Galeno esboza la figura
del psicoterapeuta, como una persona que orienta al paciente a través de la palabra,
señalando sus defectos y equilibrando sus emociones.18 De sólida formación fisiológica,
incorporó la teoría hipocrática de los cuatro humores a la tradición médica occidental.
Empleó el término «temperamento» (en latín, temperamentum, «mezcla proporcionada»)
para referirse al resultado de la mezcla de las cuatro cualidades fundamentales (caliente,
frío, húmedo y seco). Estableció nueve posibles combinaciones de los cuatro humores,
una de ellas temperada o proporcionada, y las otras ocho, intemperadas o
desproporcionadas.nota 1
Tras la muerte de Galeno, el desarrollo de la psicopatología sufrió un periodo de
estancamiento. En la época romana tardía, las influencias orientales y la importación por
parte del cristianismo de la concepción religiosa de la enfermedad mental característica
del judaísmo, condujeron a un declive intelectual que desembocó en el inicio de la Edad
Media.20

Edad Media[editar]
Detalle de la obra Extracción de la piedra de la locura de El Bosco.

Durante la Edad Media, la concepción de la enfermedad mental adquiere un carácter


marcadamente religioso como consecuencia de la influencia de la Iglesia sobre la mayor
parte de los ámbitos de la vida cotidiana. Suele establecerse una distinción en dos
períodos. Durante el primero de ellos, que abarca desde el siglo V hasta el siglo XIII, el
enfermo mental es considerado una víctima de la acción del diablo, y los tratamientos
encaminados a la sanación no resultan denigrantes o agresivos con el enfermo
(oraciones, exorcismos, agua bendita, peregrinaciones, etc.) Sin embargo, a partir del siglo
XIII, el enfermo mental pasa a considerarse el culpable de su afección, que se entiende
bien como un castigo divino a una vida pecaminosa, bien como el resultado de un pacto
voluntario con el demonio a cambio de poderes sobrenaturales. En esta segunda época,
los tratamientos se endurecen considerablemente, y pueden incluir la tortura o incluso
la pena de muerte, al considerarse que el castigo iba dirigido al demonio que poseía a la
víctima, y no a la persona en sí.21 En la Edad Media, en Occidente confluyen tres marcos
culturales diferenciados: el bizantino, el árabe y el cristiano. Bizancio se mantiene hasta
el siglo XV como un referente cultural de primer orden, sirviendo como vía de transmisión
de las aportaciones de la civilización greco-romana hacia el mundo árabe, como la
medicina basada en los principios humorales. Desde el siglo IX hasta el XV, los árabes
transmiten la cultura griega y romana al resto de Occidente. Las aportaciones de
la medicina árabe a la historia de la psicopatología son notables: fueron los árabes los
primeros en fundar centros de cuidados para enfermos mentales en ciudades
como Bagdad, Damasco o El Cairo, entre otras. El tratamiento al enfermo en estas
instituciones era de tipo humanitario, al imperar la idea de que el enajenado debía sus
síntomas al hecho de haber sido escogido por Dios para hablar por su boca. De entre las
figuras más destacadas de esta época (Avenzoar, Averroes o Maimónides, entre otros)
resulta especialmente importante para la psicopatología la figura de Avicena (980-1037),
que en su obra El canon de medicina dedica un capítulo a la psicopatología descriptiva,
donde específica las alteraciones de diversos procesos psicológicos como la memoria,
el razonamiento o la imaginación.2223

La Inquisición, cuadro de Goya.

El cristianismo es sin duda el factor que más ha influido en la caracterización de la


enfermedad mental en la Edad Media. Durante la Baja Edad Media aún se observaba
cierta tolerancia hacia los rituales paganos. Pero a partir de mediados del siglo XV, con el
declive de las civilizaciones árabe y bizantina y la predominancia del cristianismo, la Iglesia
católica comienza la instauración de medidas de persecución hacia todos aquellos actos
considerados como formas de herejía, brujería, magia o locura. Los participantes en este
tipo de prácticas eran considerados disidentes o peligrosos. En este contexto, el
papa Inocencio III crea la Santa Inquisición en el año 1119, inicialmente destinada a la
lucha contra los herejes, pero que en el siglo XIII amplía su objetivo a la brujería, con lo
que se establece una equiparación entre ambas actividades. Así, se acusa a los herejes
de cometer actos satánicos, y se pasa a conceder a la brujería carácter de verdad. En
el siglo XV, el papa Inocencio VIII publica la bula Summis Desiderantes Affectibus en la
que reconoce la existencia de las brujas, en contra de lo que hasta entonces establecía
el Canon Episcopi. Se inicia así la caza de brujas, respaldada por la posterior publicación
de obras como el Malleus maleficarum («martillo de las brujas») de los inquisidores
dominicos Enrique Kramer y Jakob Sprenger, ya en pleno Renacimiento. En esta obra se
detallan de forma pormenorizada las diversas técnicas de interrogación y castigo de las
que podía hacerse uso, así como las prácticas sexuales aberrantes llevadas a cabo por las
brujas de forma habitual.24. Se estima que entre mediados del siglo XV y finales del siglo
XVI se ajustició a más de 100.000 personas bajo la acusación de brujería. En la actualidad
se considera muy probable que en muchos de esos casos, los síntomas que presentaban
las víctimas estuvieran provocados por algún tipo de enfermedad mental o neurológica,
como la epilepsia o la esquizofrenia.25

Una edición del año 1669 del Malleus maleficarum.

Sin embargo, en la Edad Media también existió una preocupación por establecer una
distinción entre los «locos» y los «endemoniados». Autores como Alberto el
Grande (1193 - 1280), Tomás de Aquino (1225 - 1274) o Arnau de Vilanova (1204 - 1311)
establecieron relaciones entre la enfermedad mental y la enfermedad somática. Las
teorías humorales seguían estando presentes, así como la teoría de las facultades, según
la cual la locura podía deberse a la pérdida de alguna facultad de tipo sensorial, intelectual
o conativa. En los casos en los que se consideraba que la locura no obedecía a una
posesión demoníaca, los afectados podían ser cuidados en sus casas por sus familiares
cercanos si no se les consideraba peligrosos, y en caso contrario podían ser recluidos en
cárceles.26 De entre las primeras instituciones dedicadas al cuidado de los enfermos
mentales en Europa, destaca el Hospital Real de Bethlem, considerado el primer hospital
psiquiátrico de Europa. Otros centros a mencionar son los
de Metz (1100), Braunschweig (1224), y Érfurt(1385).27 En Valencia, el religioso Juan
Gilaberto Jofré fundó el primer centro dedicado exclusivamente al cuidado de los enfermos
mentales en el año 1409, que se inauguró el 1 de junio de 1410 bajo el nombre de Hospital
d’Innocents, Follcs i Orats, conocido popularmente como Hospital de Inocentes de
Valencia. El papa Benedicto XIII autorizó el hospital con la condición de que se encontrara
bajo la advocación de los Santos Inocentes Mártires. En el año 1412, el Hospital de la
Santa Cruz de Barcelona designó un departamento para atender a este tipo de
pacientes.28

Renacimiento e Ilustración[editar]
A partir del siglo XVI tiene lugar en occidente la que se ha considerado como la «primera
revolución en salud mental». El humanismo que caracteriza al periodo
del Renacimientoestablece el centro de interés en el ámbito del hombre, la razón,
la ciencia y la naturaleza, aunque en el ámbito de la salud mental, las creencias religiosas
encuentran un arraigo muy firme que se mantendría todavía durante mucho tiempo. No
obstante, el estudio de la salud mental abandona paulatinamente el modelo demonológico
para adoptar una perspectiva naturalista, organicista y biologicista; la idea del pecado deja
paso a la de enfermedad; los «endemoniados» pasan a ser pacientes.29 Entre las causas
de este cambio de perspectiva puede señalarse un enriquecimiento de la infraestructura
cultural: la aparición de la imprenta favorece la difusión de los textos científicos; los
avances alcanzados durante el Imperio Bizantino fluyen hacia Occidente tras la conquista
de Constantinopla; y el descubrimiento de nuevos territorios (América, Asia) amplía la
visión general del mundo. Además, aumentan en gran medida los conocimientos en las
áreas de medicina, anatomía y fisiología. Todos estos factores hacen que el periodo
comprendido entre los siglos XVI y XVIII se caracterice por una densidad cultural muy
superior a la de épocas anteriores.30

Juan Luis Vives, precursor de la organización de los servicios sociales en Europa y un defensor del
trato humanitario al enfermo mental.

La perspectiva humanística y psiquiátrica de la época se manifiesta en la obra de diversos


autores. Cornelio Agripa (1486 - 1535) rechazó con firmeza el modelo demonológico y
escribió en defensa de las mujeres, por lo que se le considera un feminista adelantado a
su tiempo. Juan Luis Vives (1492 - 1540) enfatizó la necesidad de ofrecer un trato
desprovisto de crueldad a los enfermos mentales en la obra De subventione
pauperum (1526). Asimismo, en De anima et vita (1538), Vives propuso para
lapsicología una orientación empírica basada en la observación. Andrés
Vesalio (1514 - 1564) profundizó en los conocimientos sobre anatomía humana. Otros
autores representativos de la época fueron Paracelso (1493 - 1541), Felix
Plater (1536 - 1614) o Johann Weyer (1515 - 1588), considerado por algunos como el
primer psiquiatra de la historia. Autor de la obra De praestigiis daemonum, realizó
descripciones clínicas en clave psicopatológica de diversos trastornos mentales, y
defendió un tratamiento al enfermo basado en la comprensión y la empatía. Con la obra
de della Porta (1535 - 1615) da comienzo el estudio de la fisiognomía, que pretende
analizar psicológicamente a las personas a partir de determinados rasgos físicos,
principalmente faciales, y cuya influencia se extendió hasta el siglo XX a través de autores
como Lombroso o Kretschmer.31 Juan Huarte de San Juan (1529-1588) escribió el Examen
de ingenios para las ciencias, que se considera el primer tratado de psicología
diferencial de la historia,3233 y que fue censurado por la Inquisición al ubicar en
el cerebro el centro de la razón y rechazar las explicaciones teológicas al respecto de la
enfermedad mental.
Ya en el siglo XVII, el neuroanatomista inglés Thomas Willis (1621 - 1675) clasificó
la epilepsia, la histeria y la hipocondría entre las enfermedades nerviosas; y el también
inglés Thomas Sydenham (1624 - 1689) aplicó por primera vez a la medicina el método
inductivo en la práctica clínica, valiéndose de la observación para identificar los diferentes
síntomas y posteriormente poder agruparlos en síndromes. Otros autores que
posteriormente conceptualizaron la enfermedad mental como una alteración de tipo
nervioso fueron William Cullen (1710- 1790), que acuñó el término «neurosis»; Johann
Cristian Reil (1759 - 1813) y Robert Whytt (1714 - 1766).34
Los centros de internamiento[editar]
San Juan de Diossalvando a los enfermos de incendio del Hospital Real, Manuel Gómez-Moreno
González (1880).

Un punto central de esta época histórica en lo que a la psicopatología se refiere es la


proliferación de las instituciones manicomiales. Los centros de atención al enfermo mental,
que ya habían hecho su aparición de forma esporádica a principios del siglo XV,
experimentan un crecimiento notable. Destaca en este ámbito la figura de Juan Ciudad
Duarte o Juan de Dios (1495 - 1550). Habiendo sido internado en un centro tras sufrir un
episodio psicótico en su juventud, decidió que el tratamiento allí recibido no se ajustaba a
las necesidades de los enfermos mentales, por lo que en el año 1527fundó una institución
en Granada cuyo modelo humanitario de tratamiento al paciente se extendió al resto
de España, Italia y Francia.nota 2 Los tratamientos que se ofrecían en la mayor parte de los
centros de la época incluían medidas tranquilizantes o estimulantes, así como vendajes,
baños, sangrías o dietas. Por otra parte, se buscaba garantizar un trato humano al
enfermo mediante la ausencia de agresiones físicas, el ofrecimiento de medios de disfrute
cultural (libros, música, etc.) y la posibilidad de realizar tareas ocupacionales con vistas a
la reinserción social.36nota 3
Así, la proliferación de las instituciones de cuidados a enfermos mentales continúa su
curso. Bajo el influjo de la Ilustración, surge el culto a la razón, por lo que la locura o
sinrazón pasa a convertirse en un fenómeno despreciable. Disminuye el número de
centros de carácter religioso, pero en países como Francia comienzan a surgir
instituciones que, bajo control estatal, tienen como objetivo último la reclusión y custodia
de aquellos individuos que pudieran alterar el orden público, entre los que se incluyen no
ya solamente a los enfermos mentales (representantes de esa «desgracia moral» que es
como se considera la locura), sino también a los vagabundos y menesterosos. Comienzan
a surgir teorías de corte pseudocientífico que niegan la existencia de sentimientos
humanos a los dementes, y se justifican así todo tipo de tratamientos denigrantes y
crueles.38

Del siglo XVIII al XIX[editar]


El tratamiento moral[editar]
Philippe Pinel, considerado el padre de la psiquiatría moderna.

Se considera a Philippe Pinel (1715 - 1826) como el padre de la psiquiatría moderna. Fue
un defensor de la corriente anatomopatológica, que entendía la enfermedad mental como
el resultado de alteraciones de tipo anatómico, y no funcional. Pero su verdadera
importancia para la psicopatología radica en el hecho de haber llevado a cabo la
instauración del denominado tratamiento moral para los enfermos mentales,39 lo que ha
sido considerado como la segunda revolución psiquiátrica. Al ser nombrado director
médico del Hospital de Bicêtre (1793), y posteriormente de la Salpêtrière (1795), Pinel
puso en marcha una serie de medidas que pasaban por romper las cadenas con que se
reducía a los internos y ofrecer una serie de programas terapéuticos estructurados a través
de un trato amable, libre de agresiones y desde una posición de respeto al paciente. Autor
del Traité mèdicophilosophique sur l'aliénation mentale, Pinel es considerado uno de los
precursores de la terapia ocupacional.40 Su principal discípulo fue Jean Étienne Dominique
Esquirol (1772 - 1840).41
El tratamiento moral de Pinel pronto se extendió a otros países. En la ciudad
de York, William Tuke fundó en 1792 un centro de atención a enfermos mentales que
incluía actividades como la laborterapia y la reestructuración ambiental, y en los Estados
Unidos se crearon varios centros de financiación privada de la misma orientación. En Italia,
el gran duque de Toscana Leopoldo II promulgó la primera Ley de Dementes en el
año 1774, que obligaba a tratar médicamente a los enfermos mentales. En España, el
tratamiento moral llegó de la mano del profesor de la Universidad de Barcelona Joan Gine i
Partagas (1836 - 1903). No obstante, la falta de sistematización que caracterizaba a los
principios terapéuticos del tratamiento moral, la carencia de un sustrato teórico de base por
la falta de desarrollo de una psicología científica, y el incipiente auge biologicista del
momento, condujeron al declive de este tipo de prácticas clínicas.42 Autores como Thomas
Szasz y Michel Foucault43 criticaron el tratamiento moral por abrir las puertas a una política
institucional de carácter represivo y controlador, así como por dejar caer la responsabilidad
de la curación exclusivamente en el enfermo.44
Disciplinas precientíficas[editar]
Diagrama frenológico del S. XIX.

A finales del siglo XVIII y principios del XIX comienzan a desarrollarse en Europa diversos
movimientos de carácter pseudocientífico, principalmente en Viena, donde Franz Joseph
Gall (1758 - 1893) y Franz Mesmer (1734 - 1815) desarrollan respectivamente las tesis de
la frenología y el mesmerismo. Según la frenología de Gall, en concordancia con las
doctrinas fisiognómicas, el funcionamiento de los diversos procesos psíquicos estaba
relacionado con el desarrollo anatómico de determinades partes del cerebro. A cada
función psíquica correspondía una región cerebral localizada. Desde este punto de vista,
un análisis de las protuberancias craneales podría conducir a determinar las
características psíquicas de un individuo, en función de las áreas cerebrales que se habían
desarrollado en mayor o menor medida.
Algunos de los presupuestos de la frenología pueden encontrarse posteriormente en los
trabajos de autores como Paul Broca o Alfred Binet. En cualquier caso, a pesar del
carácter poco científico de esta disciplina, la asunción de la existencia de una relación
entre diferentes áreas cerebrales y determinades funciones psicológicas es la base de la
actual neuropsicología, y los primeros descubrimientos en el ámbito de la anatomía
patológica que tuvieron lugar en estas fechas sentaron las bases para el surgimiento de
una tendencia organicista que se desarrollaría a lo largo del siglo XIX.4546
El mesmerismo, por su parte, suponía la asunción del hecho de que los astros influyen en
el comportamiento de los individuos mediante su movimiento y situación. Esta disciplina
presuponía la existencia de un «fluido magnético universal» o «magnetismo animal».
Mesmer suponía que cada individuo participaba en cierta medida de ese magnetismo, de
tal suerte que las diversas alteraciones de carácter histérico se debían a una mala
distribución de los fluidos corporales. Suele referirse a Paracelso (1493 - 1541) como un
antecedente de estas prácticas, al haber atribuido propiedades curativas a los imanes. El
mesmerismo gozó de una gran popularidad en el París de finales del siglo XVIII, en un
contexto histórico en el que estaban muy presentes los estudios sobre fuerzas
gravitacionales y electricidad llevados a cabo por Isaac Newton y Benjamin Franklin. Este
último, a la sazón embajador de los Estados Unidos en París, dictaminó la ineficacia
terapéutica del mesmerismo tras un estudio que se prolongó durante cinco años.47

Siglo XIX[editar]
Organicismo y teoría degeneracionista[editar]
Carl Wernicke, neurólogo y psiquiatra alemán.

A medida que avanza el siglo XIX, y sobre todo a partir de su segunda mitad, el contexto
científico se va impregnando de un tinte naturalista y organicista que repercute en la mayor
parte de los ámbitos de investigación, incluida la psicopatología, cuyos principales focos de
crecimiento se localizan en Francia, Alemania e Inglaterra. Las ciencias naturales avanzan
en la elaboración de taxonomías; aumenta el calado de la metodología observacional, y
la teoría de la evolución hace notar su influencia sobre las ciencias biológicas.48 Se
produce un amplio desarrollo en el ámbito de la fisiología y los conocimientos anatómicos
del sistema nervioso central y periférico en Francia y Alemania con los estudios de Claude
Bernard (1813 - 1878) y Hermann von Helmholtz (1821 - 1894).49 Además, autores
como Carl Wernicke (1848 - 1905), John Hughlings Jackson (1835 - 1911) y Sergéi
Korsakov (1854 - 1900) facilitan una orientación biologicista de la psiquiatría mediante sus
respectivas aportaciones al conocimiento fisiológico y anatomopatológico en el ámbito de
la neurofisiología, la organización de los niveles cerebrales y las alteraciones mnésicas.50
En Alemania, el principal precursor de esta tendencia organicista se encuentra en la figura
del fisiopatólogo Wilhelm Griesinger (1817 – 1868), autor de la obra Patología y
tratamiento de las enfermedades mentales (1843), y el primero en afirmar de forma
explícita que las enfermedades mentales eran trastornos cerebrales, relativizando así la
importancia concedida a los aspectos culturales en el desarrollo de las psicopatologías, lo
que supuso una ruptura con la tradición alemana, fuertemente entroncada hasta entonces
en las raíces románticas y los principios teológicos.51
En Francia, las tesis organicistas se concretan en la llamada «teoría de la degeneración»,
cuyos principales exponentes fueron Bénédict Morel (1809- 1873) y Valentin
Magnan (1835 – 1916). Según esta teoría, la causa de la enfermedad mental radicaría en
una degeneración genética, que se transmitiría de generación en generación, y que sería
responsable de las neurosis, las psicosis, y en última instancia, de la deficiencia. La teoría
de la degeneración llegó hasta Inglaterra de la mano del psiquiatra Henry
Maudsley (1835 – 1918), donde obtuvo una gran aceptación,52 y su influencia también se
extendió a España.5354
La psicopatología descriptiva y las clasificaciones clínicas[editar]
Emil Kraepelin, uno de los precursores de la psiquiatría moderna.

Durante el siglo XIX, se construye la psicopatología como una lengua descriptiva. Este
proceso, que comienza en Francia y concluye en Alemania, causa la fragmentación del
modelo dieciochesco de locura (como entidad monolítica) y da lugar a la creación de
unidades de análisis que, en imitación de la medicina, también se les llama ‘signos y
síntomas’ (mentales).55 A finales del siglo XIX, sería un discípulo de Griesinger, el
alemán Emil Kraepelin (1856 - 1926), quien sentaría las bases de
una psicopatología basada en la descripción de los síntomas. Combinó una concepción
orgánica del origen de los trastornos mentales con una clasificación sistematizada de tales
trastornos desde una perspectiva descriptiva y longitudinal. La obra de Kraepelin se
considera la base de los sistemas actuales de clasificación de los trastornos
psicopatológicos, como el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de
la APA y la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS. Por estos motivos
está considerado como el padre de la psiquiatría moderna. A lo largo de las sucesivas
ediciones de su Tratado de psiquiatría prestó especial atención al desarrollo del curso de
las psicopatologías mediante estudios longitudinales, lo que le permitió establecer una
distinción entre lo que denominaba «psicosis maníaco-depresiva» (en la que se
englobaban los diversos trastornos del estado de ánimo) y la «demencia precoz»
(posteriormente denominada por Eugene Bleuler como esquizofrenia).5624
Hacia una psicopatología experimental[editar]
La psicología experimental o científica dio sus primeros pasos a finales del siglo XIX,
principalmente mediante el desarrollo paralelo de dos corrientes metodológicas
diferenciadas. Una de ellas se centró en la manipulación de variables con el objetivo de
establecer relaciones causales, y estaba representada por las figuras de Iván
Pavlov (1849 - 1936) y Wilhelm Wundt (1832 - 1920). La otra corriente, correspondiente a
los trabajos de Francis Galton (1822 - 1911) y Charles Spearman (1863 - 1945), adoptó un
punto de vista multivariado y se centró en el establecimiento de asociaciones, más que de
causalidades. Esta fue la metodología que sirvió como punto de partida para el desarrollo
de disciplinas como la psicometría. Paralelamente al nacimiento de la psicología
experimental surgió también la psicopatología experimental, dado que Pavlov también
aplicó sus trabajos al ámbito psicopatológico, y acuñó el término «neurosis experimental»
en sus investigaciones sobre discriminación estimular realizadas con perros.
El propio Kraepelin puede ser considerado como uno de los precursores de la
psicopatología de carácter experimental en el contexto de la Alemania de finales del siglo
XIX. Tras trabajar durante nueve años con Wundt en Leipzig, fundó su propio laboratorio
en Heidelberg, donde realizó estudios experimentales sobre aspectos como la emoción, la
fatiga, la memoria y los efectos de diversas sustancias psicofarmacológicas. Desde
entonces, y ya entrado el siglo XX, comenzaron a proliferar los laboratorios
psicopatológicos, especialmente en los Estados Unidos, tanto en hospitales (Nueva
York, 1896; Massachusetts, 1904 y 1911) como en universidades (Harvard, 1913,
o Yale, 1916).57
Corriente psicologista[editar]
Jean-Martin Charcot, dando una clase en el Salpêtrière de París.

De manera paralela a los modelos organicistas, surge una corriente que enfoca la
psicopatología desde un punto de vista más psicológico. Entre las figuras más importantes
de esta tradición destacan, en Europa, Jean-Martin Charcot (1825 - 1893), Joseph
Babiński (1857 - 1932), Paul Janet (1859 - 1947) y Eugen Bleuler (1857 - 1939). Asimismo,
en Estados Unidos, es de reseñar la obra de Adolf Meyer, suizo de nacimiento.58 Bajo el
influjo de esta perspectiva se desplazó el centro de atención desde la etiología
exclusivamente organicista de los trastornos mentales hacia una visión más centrada en
las relaciones que se establecen entre el mundo interior del hombre y los problemas de la
vida que le puedan afectar. Así, se pasó a prestar especial atención a las estrategias de
afrontamiento desplegadas ante las situaciones estresantes. Esta corriente hunde sus
raíces en el idealismo y romanticismo alemán, y supone el punto de origen del desarrollo
de teorías posteriores, como la obra de Sigmund Freud. Así, los franceses Charcot,
Babiński y Janet realizaron estudios sobre la neurosis, la histeria y los procesos
de sugestión. Bleuler acuñó conceptos como «autismo» y «esquizofrenia», y estableció
una diferenciación entre los subtipos de esquizofrenia hebefrénica, catatónica, paranoide y
simple. Por su parte, Meyer combatió el modelo médico de enfermedad mental y prestó
especial atención al modo en que los individuos reaccionaban a los problemas del medio
como forma de explicación del desarrollo de las diferentes patologías mentales, lo que
favoreció el desarrollo de nuevas técnicas terapéuticas en los Estados Unidos, como
la terapia ocupacional.59

Del siglo XX a la actualidad[editar]


A partir del siglo XX tiene lugar una proliferación de diversas escuelas y modelos
psicopatológicos. De entre los movimientos de mayor importancia que han tenido lugar a lo
largo de este periodo, cabe destacar el surgimiento del psicoanálisis, el desarrollo de las
escuelas fenomenológicas, los descubrimientos y avances en el ámbito de
la psicofarmacologíay la neurociencia, y el asentamiento de los modelos de atención
comunitaria, así como la desaparición de los hospitales mentales como centros de
referencia para el tratamiento de las psicopatologías.60 A partir de la segunda mitad del
siglo XX se establecen las nosologías y los sistemas de diagnóstico y tratamiento de
mayor reconocimiento a nivel general, como el Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales y la Clasificación Internacional de Enfermedades.61
Modelos psicopatológicos[editar]
Tratado de Psicopatología General (Allgemeine Psychopathologie) de Karl Jaspers (1913).

Con la aparición del psicoanálisis, el centro de atención de la psicopatología se desplazó


desde la enfermedad hacia el individuo, al buscar las motivaciones de los trastornos en la
historia personal de los pacientes. Además de fomentar la psicologización del trastorno
mental, el psicoanálisis supuso un avance en lo que respecta a las técnicas de
intervención y tratamiento verbales; la curación a través de la palabra. Por último, el
psicoanálisis fomentó el tratamiento individual en contraposición al internamiento del
enfermo en instituciones manicomiales.62
El conductismo es otra corriente psicológica que se desarrolló durante el siglo XX,
principalmente en Estados Unidos. Bajo una concepción estrictamente ambientalista de la
psicopatología, el trastorno mental se explica como el resultado de un aprendizaje
deficiente de la interacción entre el sujeto y su medio. A partir de los estudios de Edward
Thorndike e Iván Pávlov surgen los trabajos de John Broadus Watson (1878 - 1958), en los
que trata de aplicar los principios del condicionamiento clásico al comportamiento
psicopatológico. Más adelante destacarían autores como Hans Eysenck (1916 -1997)
y Joseph Wolpe (1915 - 1997), así como el célebre Burrhus Frederic
Skinner (1904 - 1990), que desarrollaría los principios del condicionamiento operante.63
En oposición a la corriente psicoanalítica, en Europa surgen las posturas fenomenológicas
desarrolladas por Karl Jaspers (1883 - 1969), que hunden sus raíces en la
corriente existencialista, niegan la estructuración tripartita de la psique que proponía Freud,
y relativizan el papel que este le otorgaba al inconsciente en el comportamiento humano.
La obra cumbre de Jaspers, «Psicopatología General» (Allgemeine Psychopathologie), ha
ejercido una influencia capital en el desarrollo de la psicopatología hasta nuestros días.64
Pueden apreciarse las huellas de estos modelos fenomenológicos en la psicología
humanista que surgió en los Estados Unidos de la mano de autores como Abraham
Maslow (1908 - 1970), Carl Rogers (1902 - 1987) o Eric Berne (1910 - 1970),65
autoproclamada como «la tercera fuerza» frente a las posturas psicoanalíticas y
conductuales.66
Auge de los psicofármacos[editar]
Los primeros tratamientos de corte biológico que se desarrollaron en el siglo XX suponían
graves perjuicios al paciente: sumamente rudimentarios, con peligrosos efectos
secundarios y de eficacia muy reducida o directamente nula, algunos de estos métodos
eran la psicocirugía radical (lobotomía o lobectomía), los electrochoques, o la inducción
de convulsiones y comas insulínicos. Pero en los años cincuenta, los avances en las áreas
de la bioquímica y la biología molecular permitieron el desarrollo de diversas clases de
psicofármacos que pasaron a convertirse en parte importante de muchas terapias de
índole psicopatológico. Algunos de los grupos de fármacos más habituales son:
 Neurolépticos: indicados para el tratamiento de síntomas psicóticos
(principalmente alucinaciones y delirios), desarrollados a partir del descubrimiento de
la clorpromazina en el año 1953. Supusieron un gran avance en el tratamiento de
la esquizofrenia, y fueron uno de los factores que facilitaron la disminución de los
internamientos institucionales al posibilitar un tratamiento ambulatorio libre de
síntomas.
 Antidepresivos: Incluyen los primeros antidepresivos tricícliclos,
(imipramina, clomipramina, etc.), los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), y
los más recientes inhibidores selectivos de la recaptación de monoaminas, como
los ISRS. En 1949 se descubre que el litio es un estabilizador eficaz del estado de
ánimo en los casos de trastorno bipolar (entonces conocido como psicosis maníaco-
depresiva), y el tratamiento se populariza a partir de los años setenta.
 Ansiolíticos: los tranquilizantes menores combaten los síntomas de uno de los
problemas más comúnmente diagnosticados: los trastornos de insomnio y ansiedad.
No obstante, desde los años sesenta y hasta la actualidad se ha venido observando
una presencia cada vez más generalizada de este tipo de prescripciones, lo que en
ocasiones ha sido visto como un problema de salud pública que afecta a una parte
importante de la sociedad.6768
Clasificaciones psicopatológicas modernas[editar]
El empleo de criterios diagnósticos precisos para formular las diferentes categorías
diagnósticas ha sido esencial en el desarrollo del actual corpus teórico de la epidemiología
psicopatológica y de los procedimientos de evaluación y diagnóstico. El Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales y la Clasificación Internacional de
Enfermedades sientan las bases de la psicopatología moderna, en la medida en que
vertebran y guían el proceso de diagnóstico clínico desde una perspectiva descriptiva y
ateórica, estableciendo unos criterios concretos para el diagnóstico de cada trastorno
definido, y convirtiéndose así en herramientas indispensables para la práctica clínica en
psicopatología y psiquiatría. No obstante, no escasean las voces que señalan las
limitaciones de estos modelos de clasificación,69 de carácter siempre transicional y en
constante evolución, adaptándose al contexto social del momento

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