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Homilía 15 de octubre del 2018

En este día de Santa Teresa de Jesús, el evangelio nos hace unirnos a la aclamación y
alabanza que hace Jesús del Padre Dios. En primer lugar, es una aclamación de gratitud,
hacía Dios es confusión para unos y alegría para otros. Dios que confunde a los sabios
con las ideas del Reinado de Dios y les abre el corazón a los sencillos (los últimos)
mostrando su amor y misericordia infinitos. En segundo lugar, Jesús también se alegra
por la entrega que ha hecho Dios hacia él y siente en sintonía como en una relación
reciproca entre él y Dios padre, de ida y vuelta. Por último, hace una invitación a dejar de
cagar mucho peso y aceptar con humildad que no siempre se puede cargar con él. Es la
invitación a una mimesis de misericordia con nuestras fragilidades y la de los demás.
Pidamos para que…

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