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INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA DOCENCIA

SIRIA CALIXTA SANTACRUZ DE RAMIREZ

Monografía presentada a la Facultad de Post Grado de la Universidad Tecnológica


Intercontinental como requisito para aprobar la Especialización en Didáctica.

HERNANDARIAS, 2016
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TABLA DE CONTENIDO

TABLA DE CONTENIDO ..............................................................................................ii


CARATULA .................................................................................................................... 1
Resumen ........................................................................................................................... 2
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 3
DESARROLLO ................................................................................................................ 7
Antecedentes de estudios sobre la Inteligencia Emocional en la Docencia ............... 7
Modelo de inteligencia emocional que incluyó cuatro aptitudes agrupadas en dos
grandes tipos de competencias .................................................................................. 10
Competencias personales. .................................................................................... 10
Competencia social. ............................................................................................. 11
Para qué sirven las emociones................................................................................... 11
Las raíces de la empatía ............................................................................................ 12
El coste del alfabetismo emocional ........................................................................... 14
El aprendizaje social y emocional ............................................................................. 15
Algunas matizaciones metodológicas para facilitar “la colaboración para el avance
del aprendizaje emocional y social” en las aulas. ..................................................... 16
Educación emocional ................................................................................................ 20
Inteligencia emocional y el quehacer docente .......................................................... 21
El profesor emocionalmente competente .................................................................. 21
La importancia de considerar las dimensiones afectivas de la enseñanza ................ 22
CONCLUSIONES .......................................................................................................... 23
REFERENCIAS ............................................................................................................. 25
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

CA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA DOCENCIA

Siria Calixta Santacruz de Ramírez

Universidad Tecnológica Intercontinental

Especialización en Didáctica Universitaria, Sede Hernandarias


lic_siria.70@hotmail.com
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

Resumen

El trabajo que se expongo en el presente material, se ha iniciado a raíz de los trabajos


realizados con docentes de diferentes niveles educación, principalmente de nivel medio
muchos de los docentes alegan perder el control emocional en la clase y le cuesta lidiar
con los alumnos en situaciones conflictivas, dando origen al siguiente cuestionamiento
¿será que los docentes presentan un nivel adecuado de inteligencia emocional para a
afrontar con mayor éxito los contratiempos cotidianos que se enfrentan en los contexto
educativo. Lo que originó las preguntas de investigación los objetivos: general y
específicos, los cuales motivaron la tarea de investigativa. La metodología con la que
se presenta esta monografía se enmarca dentro del tipo de compilación y de esquema
lineal. El marco del desarrollo del trabajo presenta la Inteligencia Emocional en la
docencia, la educación emocional y el rol de docente. El docente emocionalmente
inteligente es, el encargado de formar y educar al alumno en competencias como el
conocimiento de sus propias emociones, el desarrollo del autocontrol y la capacidad de
expresar sus sentimientos de forma adecuada a los demás. Para que el profesor se
encuentre preparado para asumir este reto, es necesario, en primer lugar, que piense en
su propio desarrollo emocional: solo entonces estará apto para capacitarse y adquirir
herramientas metodológicas que le permitan realizar esta labor. Educar afectiva y
moralmente a estudiantes implica contar con una estructura de valores clara, además
con dominio de las propias emociones.

Palabras claves: Inteligencia emocional-docencia-inteligencia-autocontrol


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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

INTRODUCCIÓN

La inteligencia emocional es la capacidad para identificar, entender y manejar


las emociones correctamente, de un modo que facilite las relaciones con los demás, la
consecución de metas y objetivos, el manejo del estrés o la superación de obstáculos.

Ante cualquier acontecimiento que suceda en tu vida, las emociones, tanto


positivas como negativas, van a estar ahí, y pueden servirte de ayuda y hacerte feliz o
hundirte en el dolor más absoluto, según cómo sea tu capacidad para manejarlas.

Los docentes con una alta inteligencia emocional no necesariamente tienen


menos emociones negativas, sino que, cuando aparecen, saben manejarlas mejor.
Tienen también una mayor capacidad para identificarlas y saber qué es exactamente lo
que están sintiendo y también una alta capacidad para identificar qué sienten los
alumnos. Al identificar y entender mejor las emociones, son capaces de utilizarlas para
relacionarse mejor con los demás, tener más éxito en su trabajo y llevar vidas más
satisfactorias.

La presente investigación es un estudio sobre el manejo de inteligencia


emocional de los docentes en la sala de clase de diferentes niveles educativos
principalmente de nivel medio.

A partir de los trabajos realizados con docentes de diferentes niveles de


educación, muchos de los cuales alegan que pierden el control de las emociones,
gritando y llegaron a agredir emocionalmente e inclusive físicamente (pinchándolo,
estirando del cabello, empujándolo contra la pared o contra el piso) a los alumnos en la
clase y le cuesta lidiar con los padres de familia en el momento del reclamos sobre
alguna conducta disyuntivas de sus hijos.
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
La investigación se plantea el siguiente cuestionamiento: ¿En qué consiste la
educación emocional en el rol del docente?
Del cual se desglosan las siguientes preguntas:
¿Para qué sirven las emociones?, ¿cuáles son las raíces de la empatía?, ¿cuál es
el coste del alfabetismo emocional? y, ¿qué es el aprendizaje social y emocional?
De acuerdo al problema formulado a las preguntas de la investigación el
siguiente objetivo general
Describir el concepto de la educación emocional en el rol docente
Y los siguientes objetivos específicos
Reconocer la importancia de las emociones
Identificar las raíces de la empatía
Establecer el coste del alfabetismo emocional.
Diferenciar el aprendizaje social y emocional

Las razones que impulsan la realización del presente trabajo se basa en la


dificultad que presentan los docentes en la hora de lidiar con situaciones conflictiva en
la sala de clase, y la educación emocional y el rol del docente, siendo la finalidad de la
educación formar estudiantes emocionalmente competentes (capaces de reconocer y
manejar sus emociones) y por lo tanto, de relacionarse con los demás de forma
adecuada y pacífica, surge el planteamiento de una educación emocional como forma
de implicar al proceso educativo en la búsqueda de este logro.

Esta intervención, enfocada al desarrollo afectivo y mediado por la educación,


ya no debe circunscribirse a actividades aisladas, como las realizadas en la “hora de
tutoría”. Corresponde, más bien, al acto educativo en sí. Resulta transversal a la
práctica docente, por lo que ya no son solo los tutores los encargados de trabajar los
temas afectivos, sino también todos los maestros que interactúen con alumnos.

El docente emocionalmente inteligente es, entonces, el encargado de formar y


educar al alumno en competencias como el conocimiento de sus propias emociones, el
desarrollo del autocontrol y la capacidad de expresar sus sentimientos de forma
adecuada a los demás.
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
Para que el profesor se encuentre preparado para asumir este reto, es necesario,
en primer lugar, que piense en su propio desarrollo emocional: solo entonces estará
apto para capacitarse y adquirir herramientas metodológicas que le permitan realizar
esta labor.

Se sabe que es imposible educar afectiva y moralmente a estudiantes si no se


cuenta con una estructura de valores clara, además de un cierto dominio de las propias
emociones.

El desarrollo de los recursos emocionales del docente debe ser el primer paso
para emprender este cambio educativo. El maestro emocionalmente inteligente debe
contar con los suficientes recursos emocionales que acompañen el desarrollo afectivo
de sus alumnos. Con ello, establece un vínculo saludable y cercano con ellos,
comprende sus estados emocionales, y les enseña a conocerse y a resolver los conflictos
cotidianos de forma conciliadora y pacífica.

El presente trabajo va dirigido principalmente a los profesionales de la


enseñanza.

El trabajo se limita a una recopilación de bibliográfica y análisis del mismo,


con relación a la educación emocional y el rol del docente, la inteligencia emocional y
el desempeño de los docentes, en el proceso de alfabetización emocional de los
alumnos.

El tipo de monografía del presente trabajo es la de compilación, en el que se


analiza y presenta una opinión personal tras una revisión bibliográfica exhaustiva.
(Barón, 2006).

El esquema utilizado es lineal, a través del cual se plantea una pregunta en la


introducción y en cada uno de los capítulos que componen el desarrollo, abordando los
temas en un orden lógico hasta llegar a la conclusión (Barón, 2006).
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
El trabajo cuenta con tres apartados fundamentales que se detalla a
continuación:

La primera parte corresponde a la parte Pre-textual, donde se expone la


presentación del trabajo, en cuando a la portada, el resumen y el índice.

La segunda parte, denominada Textual, contiene lo referente a la introducción


(problema, preguntas, objetivos y justificación de la investigación), el desarrollo de la
monografía y su correspondiente conclusión.

La tercera parte, considerada Pots–textual, presenta las citas de obras


consultadas para el desarrollo de la investigación.
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

DESARROLLO

Antecedentes de estudios sobre la Inteligencia Emocional en la Docencia

En 2004, Vivas de Chacón Educadora de Venezuela, realizó una


investigación sobre las competencias socioemocionales del docente, con
el fin de sugerir un programa de formación del profesorado. A partir de
información, recopilada en un conjunto de entrevistas a profundidad,
plantea un modelo que identifica cuatro tipos de necesidades que los
docentes entrevistados consideran como competencias pendientes de
desarrollo: Conocimientos sobre inteligencia emocional: Sobre las
emociones y su relación con los procesos cognitivos, así como el papel
que juega la Inteligencia. Emocional, en la adaptación y establecimiento
interpersonal de las personas.

Estas necesidades fueron claramente reflejadas en el informe de Jacques Delors


de la UNESCO (1996), que propuso que la educación respondiera a las demandas
sociales y fuera un mecanismo de prevención del conflicto humano. Este trabajo
manifestaba la enorme preocupación por la incapacidad de las personas de convivir y
tolerar las diferencias.

Dicho informe planteó cuatro pilares fundamentales en el desarrollo de la persona:


Aprender a conocer.

El dominio de las formas o métodos que permiten adquirir, comprender


y descubrir conocimiento, y derivar un aporte significativo a la sociedad.
Comprende “aprender a aprender” para aprovechar las oportunidades
que ofrece la educación a lo largo de la vida.
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

Aprender a hacer.

“La adquisición de competencias generales que incluyan las destrezas


personales necesarias para la productividad (creatividad, trabajo en equipo, toma de
decisiones, etc)”.
Aprender a convivir.

“Aprender a descubrir progresivamente a los demás, reconocerse como seres


interdependientes de otros, desarrollar la capacidad de resolver conflictos, y respetar los
valores de pluralismo, comprensión mutua y paz”.

Aprender a ser

“El desarrollo máximo del potencial humano de la persona y el logro de un


pensamiento autónomo”.

La educación emocional, entendida como el desarrollo n 1990, Mayer y


Salovey fueron los primeros en acuñar el término de “inteligencia
emocional”, definiéndola como “la forma de inteligencia social que
implica la capacidad de supervisarse a uno mismo y a otros, sus
sentimientos y emociones, para diferenciar entre ellos y utilizar esta
información para conducir el pensamiento y la acción” (Vivas de Chacón
2004, p. 5).

Podemos decir, que la inteligencia emocional, es la capacidad del ser


humano para sentir, entender, controlar y modificar su propio estado
emocional y el de los demás, manejando de forma correcta las
emociones que nos hacen tener unas relaciones más productivas con
quienes nos rodean. Por eta razón, las personas con una elevada
inteligencia emocional pueden tener más éxito en la vida de las que
tienen mayor coeficiente Intelectual.
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
Inteligencia emocional no significa ignorar nuestras emociones, sino
dirigirlas y equilibrarlas.

“En otras palabras, la inteligencia emocional se entiende como una habilidad


para reconocer, percibir y valorar las propias emociones, así como para regularlas y
expresarlas en los momentos adecuados y en las formas pertinentes” ( Vivas de
Chacón. 2004, p. 5).

La inteligencia emocional es la práctica de mantener la cordura, la capacidad de


un control sobre las emociones negativas para la prevención de situaciones inadecuadas
dentro de las relaciones interpersonales.

Howard Gardner, en 1983, había planteado la no existencia de una


inteligencia única fundamental para el éxito en la vida. Postulaba un
amplio espectro de inteligencias con siete variedades claves, entre las que
se incluían las inteligencias “intrapersonal” e “interpersonal”. Las tesis de
Gardner abrieron, en cierto modo, el desarrollo de una línea que afirmaba
la importancia de los elementos afectivos, emocionales y sociales en el
desarrollo de la persona, así como en el éxito que pudiera obtener en su
interacción con el entorno ( Vivas de Chacón 2004, p.5).

La persona puede llegar al logro de sus objetivos a través de la puesta en marcha


de los factores fundamentales dentro de la inteligencia emocional como el afecto, el
amor, la empatía, carisma, buenas relaciones interpersonales, confianza en sí mismo y
en los demás.

En 1990, Salovey incluyó las inteligencias personales de Gardner en su


definición básica de inteligencia emocional. Señaló, asimismo, cinco capacidades
fundamentales:

Conocer las propias emociones: reconocer un sentimiento mientras ocurre.


Manejar las emociones: manejar los sentimientos para que sean los adecuados.
Encontrar la motivación: ordenar las emociones al servicio de un objetivo mayor,
desarrollando la capacidad de “auto motivarse”.
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
Reconocer las emociones de los demás: la empatía.
Manejar las relaciones: manejar las emociones de los demás dentro del contexto
interpersonal y social. Estas habilidades se relacionan al liderazgo y la eficacia
interpersonal.
La Inteligencia Emocional hace referencia a una serie de capacidades
relacionadas con el conocimiento de uno mismo, el control de los
impulsos, la empatía, la motivación, la perseverancia, la comprensión, el
altruismo, la autodisciplina, etc., cuestiones todas ellas que facilitan el

equilibrio personal y la integración social en el medio (Vivas de


Chacón 2004, p.6).
La inteligencia emocional se desarrolla a través del dominio de los impulsos, la
comprensión hacia los demás, el equilibrio de las emociones, poniendo en práctica las
buenas relaciones interpersonales.

Modelo de inteligencia emocional que incluyó cuatro aptitudes agrupadas en dos


grandes tipos de competencias

En 2002, Goleman propuso un modelo de inteligencia emocional que

incluyó cuatro aptitudes agrupadas en dos grandes tipos de


competencias: la personal y la social. La primera impactaría
directamente en el tipo de relación que uno entabla consigo mismo; en la
segunda, la competencia social definiría el tipo de vínculos que se
establecen con los otros.
Competencias personales.
Conciencia de uno mismo.

“Comprender profundamente las emociones, fortalezas y debilidades, valores y


motivaciones. Se sustenta en el desarrollo de tres habilidades: la conciencia emocional,
la valoración personal y la confianza en uno mismo”.
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

Autogestión
Regular los afectos y emociones para actuar con lucidez y claridad,
según las demandas de cada situación. En tal sentido, además de la
capacidad de regular la expresión de las emociones, se necesitan
habilidades como la transparencia, la capacidad de adaptarse a entornos
cambiantes y responder con iniciativa y optimismo, y la orientación
hacia el logro a través del esfuerzo (Goleman, 2002, p.30).
Competencia social.
Conciencia social
Ser capaces de comprender los sentimientos ajenos y tomarlos en cuenta
durante el proceso de toma de decisiones. Se resalta el rol de la empatía,
pero se requiere también del desarrollo de habilidades complementarias,
como la facultad de tomar conciencia en la organización de los grupos
humanos y la actitud de servicio (Goleman, p.30).

Gestión de las relaciones.

“Regular las emociones de las otras personas; inspirarlas y movilizarlas en la


dirección adecuada. Para ello, resulta indispensable ser capaz de establecer vínculos
auténticos y duraderos, gestionar los conflictos, y trabajar en equipo en favor de los
cambios deseables” (Goleman, 2002, p. 31.)
Las personas inteligentes emocionalmente son competentes como seres
humanos y dentro de relacionamiento social.
Para qué sirven las emociones

Ante la pregunta ¿para qué sirven las emociones? Daniel Goleman destaca el
relevante papel que éstas han jugado a lo largo de la evolución, y cómo los científicos
lo atribuyen a la predominancia del corazón sobre la mente en los momentos realmente
importantes.

Son las emociones -afirman- las que nos permiten afrontar situaciones
demasiado difíciles- el riesgo, las pérdidas irreparables, la persistencia
en el logro a pesar de las frustraciones, la relación de pareja, la creación
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
de una familia…-como para ser resueltas exclusivamente por el intelecto
(Goleman,2002, p.31)

Sin embargo, ¿cuántas veces nos sentimos desbordados por la tristeza, la ira o el
miedo? Tomar conciencia de la existencia de una emoción, es el primer paso para abrir
las puertas del cielo, tal y como nos muestra este relato japonés:

“En cierta ocasión un belicoso samurái desafió a un anciano maestro zen a que le
explicara los conceptos de cielo e infierno. Pero el monje replicó con desprecio:

- ¡No eres más que un patán y no puedo malgastar mi tiempo con tus tonterías!
El samurái, herido en su honor, montó en cólera y, desenvainando la espada, exclamó:
-Tu impertinencia te costará la vida.
-¡Eso -replicó entonces el maestro-es el infierno!
Conmovido por la exactitud de las palabras del maestro sobre la cólera que le estaba
atenazando, el samurái se calmó, envainó la espada y se postró ante él, agradecido.
-¡Y eso-concluyó entonces el maestro-, eso es el cielo!

Esta reacción es lo que Goleman denomina secuestro emocional, e


ilustra a la perfección la diferencia entre permanecer atrapado por un
sentimiento y darse cuenta de que uno está siendo arrastrado por él. ”La
enseñanza de Sócrates “conócete a ti mismo”-darse cuenta de los propios
sentimientos en el mismo momento en que éstos tienen lugar- constituye
la piedra angular de la inteligencia emocional (Goleman, 2002, p. 33).

Las raíces de la empatía

La palabra empatía deriva del término griego empátheia (sentir dentro),


recibe también el nombre de inteligencia interpersonal (término acuñado
por Howard Gardner) y se refiere a la habilidad cognoscitiva y
emocional de una persona para comprender el universo emocional de
otra (Goleman, 2002, p. 34).
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
El término de empatía fue empleado por primera vez en los años veinte
por el psicólogo Edward B. Titchener, para describir la capacidad de
percibir la experiencia subjetiva de otra persona, Tichener pensaba que
la empatía surge a partir de una especie de imitación física de aflicción
del otro que evoca entonces los mismos sentimientos en uno mismo
(Goleman, 2002, p. 34).

La empatía se construye sobre la conciencia de los sentimientos de uno


mismo, cuanto más abiertos estamos a nuestras propias emociones, más
estamos de los sentimientos de los demás, la compenetración, la raíz del
interés por alguien, surge de la sintonía emocional, de la capacidad de
cada quien de sentir empatía (Goleman, 2002, p.34).

“Esa capacidad o interés acerca de lo que siente el otro, entra en juego en una
amplia gama de situaciones de la vida, desde las ventas y la administración, hasta la
paternidad, la compasión y la actividad política” (Goleman, 2002, p. 34).

Las raíces de la empatía pueden rastrearse desde la infancia, ya que


prácticamente desde que nacen los niños se sienten perturbados cuando
oyen llorar a otro bebé, esta respuesta algunos investigadores la
consideran precursora de la empatía. Los psicólogos del desarrollo han
descubierto que los bebés sienten una preocupación solidaria antes de
tener consciencia de ellos mismos como entes separados de los demás;
incluso poco después del nacimiento, los niños reaccionan ante la
perturbación de quienes, los rodean como si fuera algo propio, llorando
cuando ven lágrimas de otro niño (Greenberg J, 1999, p. 42 ).

Marianne Radke Yarrow y Caroline Zahn Waxler, del Institute of Mental


Health mostraron que la capacidad de sentir estaba presenten en los
chicos a los que se les llamaba la atención con respecto a la aflicción
que su mala conducta producía en otros “mira lo triste que la has puesto”
a diferencia de “Eso estuvo muy mal”. También descubrieron que la
empatía se modela a partir de cómo los demás reaccionan ante la
aflicción de alguien (Greenberg J, 1999, 42 ).
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

La empatía es un factor fundamental de la inteligencia emocional pues la


persona empática es una ser humano capaz de comprender, entender y compartir con
los demás en diferentes ambientes y situaciones
El coste del alfabetismo emocional

La persona que carece de inteligencia emocional tiene dificultad para el


dominio de sus emociones, además entender y comprender las emociones de los demás,
por lo tanto, tiene dificultades para relacionarse con los demás entre los demás.

“El analfabetismo emocional hace alusión a la incapacidad para moverse,


sentirse cómodos y ser dueños de las emociones. El analfabetismo emocional señala la
carencia de desarrollo de las habilidades emocionales más básicas: RECONOCER,
ACEPTAR, GESTIONAR, EXPRESAR Y CREAR emociones” (Daniel Goleman,
2002, p. 45).

“RECONOCER las emociones: darme cuenta de lo que siento, de las emociones


que tengo y que aparecen en mi universo interior”.

“ACEPTAR las emociones: darme cuenta, no negar que “esto es lo que siento”
sea lo que sea y darme cuenta de que eso me pertenece”.

“GESTIONAR las emociones: darme cuenta de que hay un espacio, un lapso,


que me permite observar y decidir que deseo hacer con lo que siento”.

“EXPRESAR las emociones: darme cuenta de que una vez decidido tengo
libertad para manifestar esa emoción, que puedo elegir como expresarla”.

“CREAR las emociones: darme cuenta de que es posible generar desde el


interior las emociones que me faciliten la vida, tanto en lo personal, como en lo
interpersonal y que esto afectara al entorno en que me muevo y por tanto al mundo”.
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
Los síntomas de analfabetismo emocional son múltiples y su coste enorme.
Están en la raíz de las grandes dificultades por la que está pasando en estos momentos
la humanidad.

Algunos de dichos síntomas son los siguientes:


• Separatismo
• Patriotismo enfermizo
• Multiplicación de fronteras
• Necesidad enfermiza de tener razón
• Fanatismo (religioso, político, sexual, deportivo… ideológico en general)
• Racismo enfermizo
• Dictaduras (no solo políticas, las hay de muchos tipos, individuales y colectivas)
• Inflexibilidad
• Censuras y represiones
• Esclavitud (emocional, psicológica y física)
• Adicciones (a drogas varias y diversas: alcohol, televisión, comida, trabajo, sexo,
heroína, sufrimiento, victimismo, violencia, queja, pesimismo… y un larguísimo etc.)
• Estrés
• Enfermedades diversas, generalmente de carácter crónico.
Es urgente la necesidad que tenemos de alfabetización emocional. Es necesario que
comprendamos que es posible la educación y el entrenamiento de habilidades
emocionales que no hagan más capaces y creativos en el arte de ser felices (Goleman,
2002, p.47).

El aprendizaje social y emocional

La historia del Desarrollo del Aprendizaje Emocional y Social en las


Escuelas, podemos iniciarla en 1995, Daniel Goleman publicó su libro
originador/seminal, Emotional Intelligence (Inteligencia Emocional,
1996): partiendo desde el trabajo de Salovey and Mayer (1989-90). Las
ideas de Goleman fueron escuchadas y reconocidas en todo el mundo.
Los jóvenes necesitaban que se le enseñaran las habilidades sociales y
emocionales que les ayudará a enfrentarse al conflicto y manejarse en la
vida con éxito (Goleman, 2002, p.50)
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

CASEL, 98. "El aprendizaje social y emocional es el proceso de


conseguir la habilidad de reconocer y dirigir emociones, tomar
decisiones responsables y establecer relaciones positivas."(Elías, 1997).
Con el apoyo del campo de salud pública, educadores por todo los
E.E.U.U. están implementando programs apropiados para el desarrollo
como The School Development Program, The Resolving Conflict
Creatively Program, The Child Development Program, Second
(Greenberg, 1999, p.42.)

Steps, The New Haven Social Development Program, Social Decision


Making, Social Problem Solving, Promoting Alternative Thinking
Strategies y muchos más. Estos programas se centran principalmente en
la prevención con la esperanza de reducir los factores de riesgo que
brotan de una variedad de factores sociales y fisiológicos. Es importante
reconocer que pocas veces hay una sola causa de factores de riesgo. Así
mismo, los niños se adaptan de forma diferente a estos factores. No todos
desarrollan problemas de adaptación. Lo que sí sabemos es de que los
factores protectores, "son variables que reducen la posibilidad de
resultados de mal adaptación bajo condiciones de riesgo (Greenberg,
1999, p.42).

Algunas matizaciones metodológicas para facilitar “la colaboración para el avance


del aprendizaje emocional y social” en las aulas.
Conocerse a sí mismo.

“Percibir fielmente los sentimientos, actitudes, valores y virtudes de uno mismo”( Patti,
2000, p......)

Identificar emociones.
Identificar y etiquetar los sentimientos de uno mismo. Esto incluye:
diferenciar los sentimientos y reconocer que estos pueden afectar a los
pensamientos y al comportamiento y viceversa; que los sentimientos
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
cambian; que uno puede tener más de un sentimiento a la vez; y que los
sentimientos tienen efectos físicos (ibíd).

Ser responsable.
“Reconocer y comprender la obligación que se tiene para comportarse de forma
ética, segura y legal. Esto incluye: identificar y desarrollar sus propios valores
personales para fomentar la honestidad, la fiabilidad y la responsabilidad” ”( Patti,
2000, p32).

Reconocer virtudes.

Identificar y cultivar las virtudes y atributos positivos de uno mismo.


Esto incluye: estar motivado para saber aprovechar los créditos
personales, tener confianza en poder manejar tanto las tareas diarias
como los desafíos de forma eficaz, y ser optimista sobre su propio futuro
(ibíd).
Ser solidario.
“Reconocer los pensamientos y sentimientos de los demás; apreciar las
diferencias entre la gente y respetar sus derechos y valorar la vida y el medioambiente
que lo sostenga” (ibíd).

Tomar perspectiva.
“Identificar y comprender los sentimientos de los demás. Esto incluye:
interpretar los indicios que demuestran cómo se sienten los demás, percibir sus puntos
de vista y comprender por qué piensan y se sienten así” (ibíd).
Apreciar la diversidad.
Comprender que las diferencias individuales y las de grupo se
complementan mutuamente y hacen que el mundo sea más interesante.
Esto incluye: aceptar que las personas tienen actitudes y valores
diferentes; reconocer que a pesar de estas diferencias, todos tenemos
necesidades, sentimientos y deseos similares; oponerse a los estereotipos
y fomentar los derechos de todos ( Patti, 2000, p.50)
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
Respetar a los demás.

Creer que los demás merecen ser tratados con amabilidad y compasión y
sentirse motivado a contribuir al bien común. Esto incluye: valorar los
sentimientos y opiniones de otros, preocuparse por el impacto que uno
tiene sobre los demás, ayudar a los amigos ya la familia, aceptar la
dirección de la autoridad, mejorar su centro de enseñanza y su
comunidad, así como preservar el medioambiente (ibíd).

Tomar decisiones responsablemente.

“Usar el pensamiento crítico para tomar decisiones, fijar metas y resolver


problemas de manera que fomente el bienestar de uno mismo y de los demás” ( Patti,
2000, p......)

Dirigir emociones.

Controlar y regular los sentimientos para que ayuden a manejar


situaciones y no estorbarlas. Esto incluye: hacer uso de los sentimientos
como motivación para solucionar los problemas, utilizarlos como guía en
la toma de decisiones, ejercer auto-control, demorar la gratificación
personal y abordar el estrés (ibíd).
Analizar situaciones

Percibir de forma objetiva las situaciones en las que las decisiones son
necesarias y analizar los factores que pueden influir en su respuesta. Esto
incluye: ser consciente de que se tiene alternativas; evaluar sus propios
sentimientos, valores y virtudes; interpretar las señales que se
caractericen como situaciones de oportunidades o desafíos; evaluar tales
factores contextuales como recursos disponibles, sentimientos de otros,
presión por las malas influencias, imágenes impartidas por los medios de
comunicación y las normas y valores de la familia y la comunidad (ibíd).
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
Fijar metas.

Establecer y trabajar hacia el logro de metas pro-sociales de corto y largo


plazo. Esto incluye: identificar qué resultados se desean; desarrollar
pasos de actuación y sus plazos de tiempo para su cumplimiento;
analizar los posibles impactos que las decisiones actuales puedan tener
en el logro de estas metas, controlar y mantener su progreso y celebrar
los éxitos (ibíd).

Resolver problemas.

Generar, implementar y evaluar soluciones positivas a los problemas con


conocimiento de causa. Esto incluye: identificar los problemas; idear
soluciones; recoger información relevante; prever las consecuencias;
seleccionar e implementar una solución y evaluar los resultados y
aprendiendo de ellos ( Patti, 2000, p64).

Gareth Mills, especializado en la innovación curricular y el rediseño del


aprendizaje, señaló que las raíces del aprendizaje serán siempre las
mismas aunque las tecnologías cambien y precisó: “los profesores son
diseñadores del aprendizaje, arquitectos de la educación” y “tenemos que
conseguir que los jóvenes crean que pueden cambiar la sociedad”. El
director asociado de Futurelab, un foro de reflexión e investigación
educativa del Reino Unido, constata que las tecnologías cambian y
seguirán evolucionando, pero “las raíces del aprendizaje serán siempre
las mismas”. El pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación, la
innovación, es espíritu emprendedor, la inteligencia emocional, la
capacidad colaborativa, el amor y los valores, la confianza y la
integridad configuran esas raíces en las que se basa el aprendizaje en la
escuela y que, a veces, los profesores se olvidan de planificar o no les
dedican el tiempo necesario. “Podemos cambiar nuestra vida y también
cambiar la vida de nuestra comunidad, luego todos juntos podemos
cambiar el mundo”, manifestó (Gareth Mills en el Global Education
Fórum, 2010, p.41).
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

Educación emocional

La práctica del docente frente a grupo es fundamental ya que dentro del


aula, en su desempeño, es esencial al igual que el programa de la
materia, pues los estudiantes perciben el apoyo emocional del maestro en
la práctica y en la actividad de la asignatura, se regulan las emociones y
presentan menores niveles de agresividad de acuerdo a la formación
emocional del profesor que constituye un componente en el desarrollo
emocional de los alumnos (Bárbara Gutiérrez, 2014, párr. 19).

Las estrategias para la enseñanza de la Inteligencia Emocional por parte


del docente hacia sus alumnos deben iniciarse teniendo calma,
controlando el tono de voz, hablando con respeto, fomentando el decir
“gracias”, “por favor”. Respirar profundamente cuando el maestro se
encuentre enojado será fundamental para enseñar con el ejemplo
(Rodríguez de Ibarra, 2007 citado en Barba Gutiérrez, 2014, párr. 20).

Para el desarrollo de competencias emocionales, Chabot y Chabot (2009, citado en


Barba Rodríguez, 2014, párrafo 21) indican que existen cuatro categorías que se
encuentran implicadas en el éxito o fracaso del aprendizaje del alumno, éstas son:

- Comunicación interpersonal: “es la base de cualquier relación humana, ya que los


individuos se comunican tanto verbal como corporalmente”.

- Motivación: “es el impulso o motor que se desarrolla en el individuo para lograr el


fin u objetivo, ya sea intrínseca o extrínsecamente”.

- Adaptabilidad o autonomía: “es el ajuste que realiza el individuo para lograr un


cambio”.
- Gestión personal: “es la planificación, la organización, la dirección y el control que
realiza el ser humano para alcanzar las metas deseadas”.
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

Inteligencia emocional y el quehacer docente

Si la dimensión emocional es la clave en las relaciones humanas y la


práctica docente se desarrolla en escenarios interactivos, es válido
entonces el llamado de atención a todos y cada uno de los que practican
la docencia a cualquier nivel, a desarrollar explícita e implícitamente
competencias sociafectivas, pues su papel mediatizador redunda en la
adquisición de aprendizajes significativos, en el desarrollo emocional y
en la convivencia pacífica de los discentes dentro y fuera del aula; pero
también en la emocionalidad del propio docente y la eficacia de su labor
(Abarca, M; Marzo, L. y Salas, J., 2.002, p. 1 citado en Uribe,2009, párr.
7).

Las tendencias actuales de la Psicología Educativa sugieren por ejemplo


que los profesores, y todo el personal vinculado al sistema educativo,
desarrollen competencias como la toma de decisiones oportunas y
acertadas; la comunicación asertiva, afectiva y efectiva; la solución de
conflictos de manera creativa y exitosa; la cooperación y trabajo en
equipo, todo ello dentro y fuera del aula de clases, en relación con los
discentes pero también con otros docentes, con el personal
administrativo, las directivas de la institución y en general con toda la
comunidad educativa. Indiscutiblemente esto requiere que el docente
desarrolle su Inteligencia Emocional (Uribe, 2009, párr. 8).

El profesor emocionalmente competente

Los problemas vienen solos. Las soluciones hay que crearlas... Una
competencia es un conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades
y actitudes necesarias para realizar actividades diversas con un cierto
nivel de calidad y eficacia, que, dado su carácter práctico, integra tanto
el saber cómo el saber hacer y el saber ser. Competencias
socioemocionales: habilidades que permiten interactuar con los demás o
con uno mismo de forma satisfactoria, además de contribuir a la
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
satisfacción interna, a la consecución de éxitos personales y
profesionales, y a una adecuada adaptación al contexto. Somos seres
emocionales más que racionales. La enseñanza es una actividad
intrínsecamente social. El aula de hoy es un nuevo escenario ( Vaello
Orts, 2009, párr. 2).

La educación socioemocional es un proceso educativo continuo y


permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como
complemento indispensable del desarrollo cognitivo, ambos esenciales
en la personalidad integral. La dimensión socioemocional interactúa con
la cognitiva como sinergias: la una sin la otra son incompletas e
ineficaces ( Vaello Orts, 2009, párr. 3).

La importancia de considerar las dimensiones afectivas de la enseñanza

La UNESCO por su parte (Delors, 1996) ha señalado la necesidad de


que el logro de los estudiantes vaya más allá de los aspectos cognitivos.
En el conocido documento titulado “La Educación encierra un tesoro” se
plantea lo que la UNESCO denomina “pilares del aprendizaje” aprender
a conocer (la materia de estudio), aprender a hacer (habilidades),
aprender a convivir y aprender a ser (dimensiones sociales, afectivas y
éticas) (Delors, 1996, citado por García Cabrero, 2009, p.6).

El punto de vista de la UNESCO ha influenciado el diseño de planes y


programas de estudio de diferentes niveles educativos en diversos países,
incluido el nuestro, en el sentido de que los aprendizajes esperados que
se proponen en dichos planes y programas de estudio, como evidencia de
logro académico, no sólo incluyen conocimientos, sino también
habilidades y actitudes (García Cabrero, 2009, p.6).

El recientemente introducido enfoque por competencias para el diseño


de planes y programas de estudio, así como para la evaluación de los
aprendizajes, coincide con el planteamiento de la UNESCO respecto de
la necesidad de desarrollar en el alumno una variedad de aprendizajes o
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
“recursos”. No es sin embargo suficiente con desarrollar dichos recursos
para poder actuar de manera competente, sino tener la capacidad de
“movilizarlos” ante una demanda específica de acción e interacción en
un contexto determinado (Denyer, Furnémont, Poulain y Vanloubbeeck,
Perrenoud, 2004 citado por García Cabrero, 2009, p.6).

CONCLUSIONES

La investigación realizada pudo responder a los objetivos trazados inicialmente,


expresándose a continuación los principales hallazgos al respecto.

En cuando al primer objetivo general: Describir el concepto de la educación


emocional en el rol docente. La inteligencia emocional se entiende como una habilidad
para reconocer, percibir y valorar las propias emociones, así como para regularlas y
expresarlas en los momentos adecuados y en las formas pertinentes. Es decir, es la
habilidad para gestionar bien las emociones. Tanto las nuestras como las de los demás.

Con relación al primer objetivo específico: Reconocer la importancia de las


emociones: podemos decir que las emociones no se pueden elegir, se desarrollan de
acuerdo a las circunstancias a la que se enfrenta la persona intrínsecamente, son
impulsos que la llevan a que actúen acorde a su estado de ánimo. El adecuado
reconocimiento de las emociones, es imprescindible para evitar interpretaciones
imprecisas, la que generalmente están sujetas a un componente emocional individual y
que se suelen conocer como proyecciones. Por lo que una acertada interpretación de
esta, es señal de una mente sana. Se puede apreciar entre las emociones más conocidas:
la ira, la tristeza, el miedo, la felicidad, la sorpresa, el desprecio, la culpa entre otros.
Goleman, asocia emoción a inteligencia hablando de “Inteligencia Emocional”, lo que
señala es la capacidad de reconocer los sentimientos propio y los de los otros, así como
saber motivarse para manejar adecuadamente las relaciones personales.
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

El segundo objetivo específico: Identificar las raíces de la empatía: podemos


señalar que las raíces de la empatía radican en la conciencia de uno mismo, es la
facultad sobre la que se rige la empatía, puesto que cuando más abierto nos hallemos a
nuestras propias emociones, mayor será nuestra destreza en la compresión de los
sentimientos de los demás.

Con respecto al tercer objetivo específico: Establecer el coste del alfabetismo


emocional, se puede mencionar en la naturaleza de los síntomas de analfabetismo
emocional son múltiples y su coste enorme. Están en la raíz de las grandes dificultades
por la que está pasando en estos momentos la humanidad.

Es urgente la necesidad de alfabetización emocional. Es necesario que se


comprenda que es posible la educación y el entrenamiento de habilidades emocionales
que no hagan más capaces y creativos en el arte de ser felices.

El cuarto objetivo específico: Diferenciar el aprendizaje social y emocional


Con la cual se pudo concluir lo siguiente: El docente emocionalmente inteligente es,
entonces, el encargado de formar y educar al alumno en competencias como el
conocimiento de sus propias emociones, el desarrollo del autocontrol y la capacidad de
expresar sus sentimientos de forma adecuada a los demás.

Para que el profesor se encuentre preparado para asumir este reto, es necesario,
en primer lugar, que piense en su propio desarrollo emocional: solo entonces estará
apto para capacitarse y adquirir las herramientas metodológicas que le permitan
realizar esta labor. Se sabe que es imposible educar afectiva y moralmente a estudiantes
si no se cuenta con una estructura de valores clara, además de un cierto dominio de las
propias emociones
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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL

REFERENCIAS

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Número 8. Conexión Revista Académica.Aliat Universidades.
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Universitaria 1 de noviembre 2009 • Volumen 10 Número 11 • ISSN: 1067-
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Goleman, D. La Inteligencia Emocional. (2002) .México: ED. B. México SA BCU,


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Cornisa: INTELIGENCIA EMOCIONAL
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“aulas” turbulentas Adaptación del libro Ed. GRAÓ.
http://es.slideshare.net/iibarrog/el-profesor-emocionalmente-competente-
3730659

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