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La metodología, es el conjunto de estrategias, procedimientos y acciones organizadas y

planificadas por el profesorado, de manera consciente y reflexiva, con la finalidad de posibilitar


el aprendizaje del alumnado y el logro de los objetivos planteados, según el Real Decreto
126/2014.

Comprende tanto la descripción de las prácticas docentes como la organización del trabajo de
los docentes y Antúnez define la metodología como “el conjunto de criterios y decisiones que
organizan, de forma global, la acción didáctica en el aula: papel que juegan los alumnos y
profesores, utilización de medios y recursos, tipos de actividades, organización de los tiempos y
espacios, agrupamientos, secuenciación y tipo de tareas, etc.”

La metodología en la que nos basamos para llevar a cabo este proceso de enseñanza y
aprendizaje seguirá los siguientes principios metodológicos.

 Partir del nivel de desarrollo del alumnado y de sus aprendizajes previos.


 Asegurar la construcción de aprendizajes significativos a través de la movilización de
sus conocimientos previos y de la memorización comprensiva.
 Proporcionar situaciones de aprendizaje que tienen sentido para los alumnos y alumnas,
con el fin de que resulten motivadoras.
 Posibilitar que los alumnos realicen aprendizajes significativos por sí solos.
 Las actividades serán flexibles y adecuadas a los distintos ritmos de aprendizaje de los
alumnos y alumnas.

En el momento de tomar las decisiones metodológicas se debe de tener en cuenta que dentro del
aula debe permitirse que todos los alumnos participen en las mismas actividades de enseñanza-
aprendizaje, por lo que debe diseñarse una programación que oriente la actividad del aula para
ofrecer al alumnado enseñanza personalizada, autonomía cognitiva y aprendizaje cooperativo.

Referente al espacio, dispondremos de los alumnos colocados en forma de U, de modo que


todos puedan verse los unos a los otros. Aprovecharemos esta disposición para poder alternar
tanto las actividades individuales (como la lectura individual o realización de algún ejercicio en
su propia mesa) con actividades grupales o colectivas (como la lectura en voz alta, realización
de alguna asamblea…) Esta disposición del espacio siempre podrá ser cambiada en necesidad a
la actividad o tarea planteada.

Dispondremos en el aula de un rincón de la lectura, rincón TIC, rincón del arte, rincón de las
matemáticas… De modo que intercalaremos actividades donde pueda visitar estos rincones con
los de actividad dirigida (dictados, actividades del libro…)

A partir de una serie de indicadores o criterios, evaluaremos nuestra propia práctica docente, lo
cual nos permitirá detectar errores que podamos cometer e introducir un continuo feedback para
ir mejorando día a día.

Se valorarán los procesos de enseñanza y su puesta en práctica en el aula.

Las herramientas de auto-reflexión serán varias, puesto que la evaluación debe ser global y
continua. De tantas, nosotros optaremos por, principalmente, el uso de un cuestionario que
evalúe las programaciones didácticas del área. Y un cuestionario para la autoevaluación y
reflexión sobre la forma de mejorar la propia práctica, lo cual debería hacerse al menos una vez
al trimestre.

Es necesario favorecer que las dos etapas se organicen desde una misma lógica. Consistiria
como indica Aguerrondo (2002) en establecer procesos de articulación, una articulación cuyo
propósito sea la continuidad de su trayectoria escolar en la que las experincias que se propician
a lo largo de la etapa de educación infantil para estimular el desarrollo global del alumno sean
consideradas como punto de partida en el primer curso de Primari, para lo que resulta
indispensable una adecuada conexión entre ambas etapas que garantice un transito adecuado.

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