El tránsito vehicular (también llamado tráfico vehicular, o simplemente tráfico) es el
fenómeno causado por el flujo de vehículos en una vía, calle o autopista. Antes de cualquier diseño geométrico de una vía se deben conocer las características del tránsito que va a ocupar esa carretera o calle. Mediante el análisis de los elementos de flujo vehicular se pueden entender las características y el comportamiento del tránsito, requisitos básicos para el planteamiento, proyecto y operación de carreteras, calles y sus obras complementarias dentro del sistema de transporte. Con la aplicación de las leyes de la física y las matemáticas, el análisis del flujo vehicular describe la forma como circulan los vehículos en cualquier tipo de vialidad, lo cual permite determinar el Nivel de eficiencia de la operación.
Identificar vías principales:
Para poder articular las vías y ver la mejor opción (convertirlo en peatonal)
Caso extremo construir un bypass en calles
Potenciar un transporte verdaderamente multimodal, para lo cual es
necesario habilitar carriles bici (independientes de los conductores), zonas de las vías con prioridad para autobuses o vehículos de emergencia, y mecanismos que limiten el acceso de los coches a zonas más céntricas o congestionadas de la ciudad, como impuestos por circulación en esas zonas (de los cuales ya hablamos hace unos días).
El uso de la tecnología debe permitir que los conductores estén más
informados
La proliferación de cámaras con visión artificial puede ayudar a
controlar la congestión de tráfico en cada vía, pudiendo redirigir el tráfico de una forma más adecuada, informando (quizás de forma directa a los usuarios), sobre rutas alternativas a seguir, y de igual forma, pudiendo controlar que se respetan los semáforos, o sirviendo para notificar a las autoridades de tráfico en caso de que no sea así.