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Geología de los Recursos Energéticos Naturales

1. Recursos energéticos (no renovables, renovables y concepto de reservas)


1.1 Energía:

El término energía (del griego ἐνέργεια enérgeia, ‘actividad, operación’; de


ἐνεργóς energós, ‘fuerza de acción’ o ‘fuerza trabajando’) tiene diversas acepciones y
definiciones, relacionadas con la idea de una capacidad para obrar, transformar o poner
en movimiento.
En física, «energía» se define como la capacidad para realizar un trabajo.

https://es.wikipedia.org/wiki/Energía

1.2 Recurso Energético


Se considera como recurso energético a toda aquella sustancia sólida, líquida o gaseosa,
de la cual podemos obtener energía a través de diversos procesos. El amplio grupo de
sustancias que conforman el conjunto de los recursos energéticos puede ser agrupado en
dos categorías generales en función de su proceso de formación y de su disponibilidad.

1.3 Los recursos energéticos no renovables.


Los recursos no renovables son todos aquellos recursos que se encuentran en una cantidad
limitada en el planeta, por lo tanto con el tiempo terminan desapareciendo al conformar un
sistema en el que solo hay salidas por gasto, y ninguna entrada puesto a que la mayoría de
estos recursos se originan por la acción de los agentes geológicos internos y por tanto su
síntesis es extremadamente lenta, lo que origina que su tasa de consumo sea muy superior a
su tasa de síntesis, lo cual los convierte en algo limitado.

1.4 Combustibles Fósiles.

Dentro de este grupo de recursos podemos encontrar al petróleo, el carbón y el gas natural;
todos ellos dependen de los procesos geológicos internos para su formación por tanto su
síntesis es muy lenta, despreciable en la escala de tiempo humana, estos recursos iniciaron
su formación hace millones de años a partir de materia orgánica tanto animal como vegetal
que quedó confinada en condiciones anóxicas iniciándose procesos de fermentación.

En el caso del petróleo, este se formó debido a la muerte masiva y precipitación del
plancton marino sobre el lecho del océano, compuesto este por arenas y arcillas, con el paso
del tiempo las arenas y arcillas se convirtieron en rocas sedimentarias y la materia orgánica
se convirtió en petróleo tras sufrir un proceso de fermentación; como los hidrocarburos de
que se compone el petróleo son mucho más ligeros que el agua, estos comenzaron a
ascender separándose de la roca original que lo contenía, la mayor parte de estos
hidrocarburos se evaporaron al alcanzar la superficie del océano difundiéndose en la
atmósfera sin embargo en algunos casos esta masa de hidrocarburos en ascenso se
encuentra con una masa de roca impermeable que detiene su ascenso obligando al petróleo
a acumularse en las rocas porosas adyacentes denominadas rocas almacén, quedando esta
masa de petróleo limitada en la parte inferior por una bolsa de agua de mar y en la superior
por una bolsa de gas (gas natural) formada en su mayor parte por metano y originada por la
liberación de gases durante la fermentación de la materia orgánica.

El carbón se forma a partir de la materia orgánica de origen vegetal acumulada en el fondo


de lagos o deltas, donde ésta queda sometida a condiciones anóxicas lo cual impide su
destrucción por microorganismos aerobios. Con el tiempo esta materia se recubre de
sedimentos que cada vez a medida que se acumulan más materiales se van haciendo más
gruesos y pesados sometiendo a la materia orgánica a una presión cada vez mayor lo cual
provoca una serie de cambios en su estructura molecular originándose así el carbón, en
función de la presión a la que ha sido sometido y de su concentración en carbono se
diferencian tres tipos de carbón, lignito, hulla y antracita. A partir de estos recursos se
pueden obtener grandes cantidades de energía liberada al romperse los enlaces que
componen sus moléculas durante reacciones de combustión en las cuales a partir de la
combinación de la materia orgánica con el oxígeno atmosférico se libera dióxido de
carbono, agua y una gran cantidad de energía calorífica.

Los combustibles fósiles son uno de los principales recursos energéticos empleados por el
ser humano puesto que liberan por combustión una gran cantidad de energía, que puede ser
empleada para calentar hogares, cocinar... Del mismo modo esta energía puede
aprovecharse para mover barcos, aviones y otros vehículos que gracias a mecanismos como
el motor de vapor el de explosión o las turbinas, son capaces de transformar esta energía
liberada en la combustión, en movimiento, energía mecánica. Por último, la energía
liberada en la combustión también puede ser transformada en energía eléctrica, proceso que
se realiza en las centrales eléctricas.

Uno de los principales inconvenientes de estos combustibles es su elevadísima emisión de


gases de efecto invernadero y contaminantes como el dióxido de carbono, los óxidos de
nitrógeno, y los óxidos de azufre que suelen formarse en los procesos de combustión de
estos combustibles, provocando estas emisiones aumentos en la temperatura global,
alteraciones del clima, lluvia ácida, entre otros efectos perniciosos que justifican los
esfuerzos llevados a cabo para limitar su uso.
Figura 1. Carbón.

1.5 Combustibles nucleare

Se consideran combustibles nucleares a determinados elementos como el uranio o el


plutonio que se caracterizan por su elevada masa atómica y por tener un núcleo atómico
mucho más grande que el del resto de los elementos lo cual les hace especialmente
inestables y susceptibles de sufrir desintegración radioactiva, dando lugar a un par de
átomos de menor masa molecular (elementos hijos) y liberando en el proceso una gran
cantidad de energía que en las centrales nucleares se emplea para formar vapor de agua que
acciona las turbinas y el alternador produciendo grandes cantidades de energía eléctrica.
Pese al gran rendimiento energético de estos combustibles lo cual es una de sus principales
ventajas se encuentran en cantidad bastante limitada en la superficie terrestre, su
purificación es costosa y los residuos generados son peligrosos debido a su alta
radioactividad la cual se perpetua durante incluso millones de años.

1.6 Los recursos potencialmente renovables

Los recursos potencialmente renovables hacen referencia a todos aquellos recursos que se
originan de forma lo suficientemente rápida como para que puedan ser considerados como
renovables, siempre que la velocidad a la que se consumen no sea superior a la velocidad a
la que se forman puesto a que esto provocaría la extinción de estos recursos, un recurso
potencialmente renovable es la materia vegetal y animal (biomasa), ya que tanto los
vegetales como los animales pueden desarrollarse a una velocidad lo suficientemente rápida
como para que el consumo de éstos por el ser humano sea sostenible. Sin embargo debido
al ritmo actual de desarrollo de la sociedad en poco tiempo y si no se aplican ciertas
medidas de sostenibilidad en su explotación la tasa de consumo será demasiado elevada
como para permitir la regeneración de estos recursos.

La biomasa constituye una de las alternativas al uso de combustibles fósiles, esta presentan
ventajas, como su carácter sostenible, el posible aprovechamiento de los residuos, puesto
que la mayor parte de los residuos orgánicos que de otra forma se degradarían en los
vertederos, pueden ser aprovechados para producir energía. Sin embargo, pese a sus
ventajas presenta el inconveniente de que favorece el efecto invernadero al liberar su
combustión grandes cantidades de dióxido de carbono al medio, a pesar de que esta emisión
es mucho más sostenible puesto a que si la gestión de estos recursos es responsable y
moderada, gran parte del dióxido de carbono emitido en la combustión puede ser absorbido
nuevamente por los vegetales favoreciendo esto el desarrollo de la biomasa.

1.7 Los recursos renovables.

Se consideran recursos renovables a todos aquellos de los que se puede obtener energía
siendo su carácter ilimitado una de sus principales características, ya que conforman un
sistema en el que sólo hay entradas por síntesis, puesto que las salidas por consumo
resultan despreciables en comparación con la ingente magnitud de las entradas. El origen de
todos estos recursos renovables se encuentra en el sol la principal fuente de energía de todo
el sistema solar que a su vez activa en la tierra la dinámica atmosférica, por tanto siendo
éste el responsable de recursos renovables como el viento el agua que transita por los ríos y
los mares. Otras de estas son: Biomasa; bosques y madera, productos de la agricultura,
agua, energía hidráulica (puede ser hidroeléctrica), radiación solar, viento, olas, energía
geotérmica.

https://es.wikipedia.org/wiki/Recurso_energético

Oferta y demanda de energía a nivel mundial

Se espera que la demanda de energía aumente considerablemente en los próximos años a


causa de crecimiento demográfico y el desarrollo económico (EIA, 2007).
Los incrementos mayores en la demanda de energía se registrarán en los países en
desarrollo, donde se pronostica que la proporción mundial del consumo de energía habrá de
aumentar del 46 al 58 por ciento entre 2004 y 2030 (EIA, 2007). Las cifras del consumo per
cápita se mantendrán sin embargo probablemente muy por debajo de las de los países de la
Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Según las proyecciones, el consumo de energía en los países en desarrollo crecerá a un


ritmo promedio anual del 3 por ciento entre 2004 y 2020. En los países industrializados con
economías maduras y un crecimiento demográfico previsible relativamente escaso, la
demanda proyectada de energía crecerá al ritmo más bajo del 0,9 por ciento anual, pero
partiendo de un nivel mucho más alto. El consumo de energía en las regiones en desarrollo
superará, según las proyecciones, al de las regiones industrializadas para 2010. La
generación de energía eléctrica representará alrededor de la mitad del incremento de la
demanda mundial de energía, y el transporte supondrá un quinto de esa demanda, que en su
mayor parte será de combustibles petrolíferos (EIA, 2007).
Una gran proporción del aumento de la demanda de energía resultará del rápido
crecimiento de las economías asiáticas, especialmente China y la India. La demanda
proyectada de energía en los países en desarrollo de Asia crecerá a un ritmo del 3,7 por
ciento anual, cifra muy superior a la de cualquier otra región (Figura 1). El consumo de
energía en Asia más que doblará durante los próximos 20 años, representando alrededor del
65 por ciento del incremento total de la demanda de energía de todos los países en
desarrollo.

CLASIFICACION DE RESERVAS.
Existen diversos criterios para clasificar las reservas de hidrocarburos dentro de los cuales
los más importantes son:
a)- Según la cantidad y el grado de exactitud de los datos
1. Reservas Probadas.
2. Reservas Probables.
3. Reservas Posibles.
b)- De acuerdo con el tipo de fluidos
1. Reservas de Aceite.
2. Reservas de gas.
3. Reservas de Condensados.

RESERVA PROBADA
Es aquella que procede de yacimientos donde existe la “evidencia de producción de
hidrocarburos” por información confiable, tal como la proveniente de: (1) pozos
productores, (2) pruebas de información,
(3) pruebas de producción, (4) registros geofísicos, (5) balance de materia, etc.

RESERVA PROBABLE
Es aquella cuya “existencia” se supone en “áreas vecinas” a las probadas de acuerdo con la
interpretación geológica, geofísica o la aplicación de métodos de balance de materia.
Además, se consideraran como reservas probables, los incrementos que se infieran puedan
provenir de los proyectos de inyección de fluidos o el empleo de mejores técnicas para
complementar el mecanismo de recuperación, podrán incluirse como “Probadas” cuando el
incremento en la recuperación ha sido “confirmado” por una prueba piloto representativa o
un programa en operación.

RESERVA POSIBLE
Es aquella que pudiera provenir de áreas donde se hubieran localizado “condiciones
geológicas favorables” para la acumulación de hidrocarburos. Esas condiciones podrán ser
en nuevas estructuras o en formaciones más profundas que las conocidas.

En forma convencional se entenderá como RESERVA TOTAL (HASTA PROBABLE), a


la suma de las reservas probada y probable, análogamente, RESERVA TOTAL (HASTA
POSIBLE) será la suma de las reservas probada, probable y posible.
Bibliografía: Mecánica de Yacimientos (Recopilación bibliográfica).

2. Origen y evolución de los hidrocarburos (kerógeno, transformación, clasificación y


características)

En el siglo XIX se creía ampliamente que el petróleo tenía un origen magnético y que este
emigró desde las grandes profundidades a lo largo de las fallas de la corteza terrestre. Hoy
en día, las evidencias sugieren que el material fuente del petróleo es la materia orgánica
formada en la superficie de la tierra. El proceso inicia con la fotosíntesis, en la que las
plantas, en presencia de luz solar, convierten el agua y el dióxido de carbono en glucosa,
agua y oxígeno. La glucosa es la materia para la síntesis de polisacáridos más complejos y
otros compuestos orgánicos.

La fotosíntesis es una parte del complejo ciclo del carbono. Normalmente la mayoría de la
materia orgánica producida por la fotosíntesis vuelve a ser reciclada en la atmósfera como
dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, el ciclo del carbono no es completamente
eficiente. Una pequeña cantidad de materia orgánica, alrededor de una parte en 1.000,
escapa del reciclaje y es enterrada. A través del tiempo geológico, este pequeño aporte ha
producido grandes cantidades de materia fósil, estimada en alrededor de 20x1015 toneladas
métricas. No obstante, la mayor parte de este material es ampliamente dispersado en la
columna sedimentaria. Solamente alrededor de una molécula de CO2 de cada millón
tomado inicialmente por el proceso de fotosíntesis es eventualmente convertida en petróleo
económicamente explotable, gas natural o carbón. La serie de eventos que hacen posibles
las acumulaciones concentradas de combustibles fósiles son, por lo tanto, altamente
selectivas.

La materia orgánica se acumula preferencialmente en aguas tranquilas, es decir, en


ambientes de baja energía. Consecuentemente, la materia orgánica se encuentra
principalmente en rocas de grano fino, tales como lutitas y lodos limosos. Estos ambientes
de baja energía se encuentran usualmente en los océanos, lagos, o, en el caso del carbón, en
los pantanos. Sin embargo no todas las lutitas contienen suficiente materia orgánica para ser
rocas madres. Las lutitas ricas en materia orgánica son originadas tanto por una alta tasa de
producción de materia orgánica, como un alto potencial de preservación. Toda la materia
orgánica del océano es formada originalmente a través de la fotosíntesis. Los productores
principales son el fitoplancton, que son plantas microscópicas flotantes como las diatomeas,
dinoflagelos y las algas verdes-azules. La producción de fitoplancton está relacionada a
variables físicas y químicas. La luz es particularmente importante, debido a su papel en la
fotosíntesis y la profundidad de penetración en el océano define la zona fótica, cuyo
espesor depende principalmente de la altitud y claridad del agua (puede alcanzar más de
100 metros bajo la superficie en mares tropicales).
El segundo factor importante es la tasa de aporte de nutrientes para la zona fótica;
especialmente fosfatos y nitratos, que son liberados por la descomposición bacterial de la
materia orgánica, y son vitales para el crecimiento de plantas y animales. El oxígeno,
aunque no es importante para el fitoplancton, es vital para los animales que forman parte de
la cadena alimenticia. El fitoplancton incrementa el contenido de oxígeno de las aguas
superficiales, como un producto de la fotosíntesis. En el océano abierto, las zonas de alta
productividad orgánica ocurren en altas latitudes (alrededor de 60° Norte y Sur) y a lo largo
del Ecuador. La productividad es también muy alta en las aguas someras y bien mezcladas
sobre las plataformas continentales, especialmente donde los grandes ríos entran en el
océano y aportan abundantes nutrientes. Estos principios que gobiernan la distribución de
materia orgánica en los océanos modernos pudieron haber prevalecido en el pasado; pero es
difícil de extrapolar estos datos debido a que los continentes se han movido, los patrones de
circulación oceánica han cambiado y la diversidad de grupos de plantas y animales se ha
alterado a través del tiempo.

Las áreas de alta productividad no son necesariamente las más adecuadas para la
preservación de la materia orgánica. La preservación ocurre más favorablemente en
cualquiera de las siguientes situaciones: tasa de deposición rápida y cuerpos de aguas
pobres en oxígeno con fondos anóxicos. En estos casos se evita la acción de bacterias
aeróbicas que destruyen la materia orgánica convirtiéndola en CO2 y H2O. La acción de las
bacterias anaeróbicas a profundidades relativamente superiores a los 100 cm, forma
cantidades apreciables de metano biogénico. Sin embargo, la mayoría de esta acción
bacterial (tanto aeróbica como anaeróbica) que destruye la materia orgánica ocurre dentro
de los 30 – 60 cm superiores del sedimento, por lo que este enterramiento rápido solo
permite que las bacterias actúen por un breve tiempo y la descomposición es menos
completa. La preservación también se ve favorecida por la estratificación de las aguas de
fondo pobres en oxígeno; tal como ocurre en lagos y lagunas someras, y en mares
restringidos donde el agua fresca de los ríos entre un cuerpo de agua salada densa.

La mezcla de las aguas es inhibida entre las capas. El oxígeno producido por la fotosíntesis
o disuelto en el agua de la atmósfera, en la capa más superior, no puede circular a la capa
inferior. Como resultado; las aguas más densas y más profundas se hacen anóxicas y la
materia orgánica puede preservarse fácilmente. Un buen ejemplo actual de aguas
estratificadas y deficientes de oxígeno es el Mar Negro y el Mar Muerto. La estratificación
de las aguas y deficiencia del oxígeno disuelto no ocurre solamente en lagos y mares
aislados, sino en plataformas llanas y amplias donde la circulación puede ser mínima.
Ejemplo: “Evento Anóxico Cretácico”, donde el pico de preservación de la materia
orgánica coincide con el pico de transgresión cretácica sobre las plataformas continentales.
En ambientes continentales, la degradación de la materia orgánica es principalmente
aeróbica y las acumulaciones de material orgánico sólo ocurren en lagos estratificados o en
pantanos de carbón anaeróbicos.
Hay tres estados importantes en el entrenamiento y evolución de la materia orgánica a
hidrocarburos: diagénesis, catagénesis y metagénesis. La diagénesis se inicia tan pronto
como el sedimento es enterrado, y aquí se considera que incluye todos los cambios que
ocurren hasta el estado de generación de petróleo. Los lodos recién depositados son
inconsolidados y pueden contener más del 80% de H2O en sus poros. Estos lodos se
compactan rápidamente. La mayor parte de la porosidad se pierde en los primeros 500
metros. Luego la compactación continúa mucho más lentamente. Cualquier materia dentro
de estas lutitas es sometida a cambios complejos. El punto de inicio de estos cambios son
los cuatro (4) grupos principales de compuestos orgánicos o biopolímeros que son
sintetizados por plantas y animales: Carbohidratos, proteínas, ligninas y lípidos. Los
carbohidratos ocurren tanto en plantas como en animales e incluyen azucares simples, tales
como glucosa, y sus polímeros complejos, tales como la celulosa y almidón. Las proteínas
principalmente en animales y, en menor proporción en las plantas. La lignina es construida
de cadenas de carbono armónicas de alto peso molecular, y ocurre solamente en plantas
superiores. Los lípidos ocurren tanto en plantas como en animales. Ellos son compuestos
insolubles, y son los materiales precursores principales de los hidrocarburos líquidos.

Durante la diagénesis temprana, los biopolímeros complejos son rotos y transformados en


moléculas más pequeñas y simples, llamadas geomonómeros. Las proteínas son las menos
estables, seguidas por los carbohidratos, lípidos y ligninas. El más activo de los
geomonómeros reaccionará espontáneamente con cada uno de los otros y polimeriza hasta
producir geopolímeros complejos estables. A diferencia de los biopolímeros, los
geopolímeros tienen una estructura aleatoria y son, por lo tanto, resistentes a la
biodegradación. Estos cambios son llevados a cabo primero por las bacterias y procesos
químicos no biológicos, y más tarde por el craqueo termal. La transición a geopolímeros
ocurre en un tiempo geológicamente corto, probablemente sólo unos pocos cientos o
millones de años. Con el incremento del enterramiento, la materia orgánica pierde casi todo
su nitrógeno, mucho de su oxígeno y azufre, y algo de su hidrógeno y carbono. La mayoría
de los heteroátomos se pierden en la forma de moléculas pequeñas, tales como CO2, NH3,
N2, O2, H2O y H2S.

El único hidrocarburo producido en cantidades medibles durante la diagénesis es el metano


biogénico, como producto de la destrucción anaeróbica. El producto final de la diagénesis
de la materia orgánica es el Kerógeno, que se define como la materia orgánica en las rocas
sedimentarias que es insoluble en solventes orgánicos, a diferencia de la porción soluble de
la materia orgánica que se denomina bitumen. Bajo el microscopio, el Kerógeno se
presenta como fragmentos orgánicos diseminados. Algo de este material es estructurado, es
decir, son reconocibles como fragmentos de tejidos de plantas, esporas, algas, etc. Estos
fragmentos con cierta estructura derivados de plantas pueden ser agrupados en unidades
biológicas distintas denominadas macerales, que son equivalentes en el Kerógeno a los
minerales en las rocas.
Tres grupos de macerales principales son importantes: Vitrinita, exinita e inertinita. La
Vitrinita es el maceral dominante en muchos Kerógenos y es el componente principal del
carbón. Este se deriva casi enteramente de tejidos leñosos de las plantas terrestres
superiores, principalmente ligninas, por lo que es difícil romper y puede aparecer en casi
todos los ambientes depositacionales (marino o no marinos), y es generalmente el tipo más
abundante de partícula estructurada. Los macerales Exinita son derivados en su mayoría de
algas, esporas, polen y cutículas de hojas cerosas. Los altos porcentajes de exinita no son
comunes, pero si está presente, esto implica ambientes marino somero o locutrino. Los
macerales de Inertinita provienen de varias fuentes que han sido intensamente oxidados
antes de ser depositados y reciclados. La inertinita es un componente usualmente de menor
proporción en el Kerógeno. Algunos componentes del Kerógeno son amorfos, los cuales
han sido rotos mecánicamente y/o químicamente alterados por bacterias y hongos,
enmascarando y destruyendo su estructura original. Esos componentes no son verdaderos
macerales, aunque el término “amorfinita” se ha aplicado a estos materiales.

Las partículas amorfas probablemente representan el material fuente de hidrocarburos más


atractivo en el Kerógeno, debido a que éstas pueden madurar al petróleo a temperaturas
significativamente más bajas que los macerales asociados. Además un volumen de material
amorfo producirá una cantidad mucho mayor de hidrocarburos, ya que su volumen ha sido
reducido y su densidad incrementada en comparación con los tipos estructurados. El
material amorfo tiene una mayor representación de partículas derivadas de exinita, debido a
que este grupo está compuesto de partículas blandas con menos moléculas complejas, que
son más fáciles de romper que los tejidos leñosos más resistentes del grupo de la vitrinita.

Hidrocarburos y Tipo de Kerógeno.

Los tipos de macerales y partículas amorfas presentes en el Kerógeno afectan su capacidad


para generar hidrocarburos, así como también, determinan el tipo de petróleo generado. Los
Kerógenos precursores del petróleo pueden dividirse en dos grupos: el tipo I o Kerógeno
algal que tiende a producir crudos que son ricos en hidrocarburos saturados. El tipo II o
Kerógeno mixto que tiende a producir petróleos nafténicos y aromáticos, y más gas que el
tipo I. El Kerógeno tipo III generará principalmente gas seco y algunos petróleos,
principalmente parafínicos, derivados de sus constituyentes amorfos y exinita. Hay un
cuarto tipo de Kerógeno pero es muy raro, que prácticamente no tiene capacidad para
generar petróleo o gas.
Tipos Origen Constituyentes Orgánicos
I Condiciones de generación En su mayoría sus
de algas marinas, lacustrinos, componentes son de algas de
Algal incipiente material Exinita (alginita) algunos
carbonoso. amorfos derivados de
material de algas.

II Descomposición y reducción Partículas amorfas derivadas


de materia orgánica en principalmente de
ambientes marinos Fitoplanton, Zooplanton y
Marinos principalmente. algunos organismos
(Mixtos) superiores; algunos
macerales son de este grupo.

III Restos de vegetación Formado principalmente por


continental (maderas, Vitrinita, algunas Exinitas
Carbonos esporas, hojas, cutículas, (no algal) y amorfos por
resinas, tejido de plantas). descomposición de sus
componentes.
IV Charco Fósil y otros Principalmente constituidos
materiales oxidados de por Inertita y algunos
Inerte vegetación continental amorfos en descomposición
de materia vegetal.

Cambios Químicos con la Maduración del Kerógeno.

En la diagénesis cada tipo de Kerógeno tiene una química única, ya que su composición
está controlada por los tipos de macerales y los biopolímeros originales que lo constituyen.
Esta variabilidad química de los tipos de Kerógenos inmaduros y los cambios que ocurren
hasta que el petróleo es generado pueden presentarse como gráficos de la relación
hidrógeno/carbono (H/C) versus la relación oxígeno carbono (O/C). Este gráfico es llamado
Diagrama de Van Krevelen.
Gráfico de Van Krevelen.

Si estos Kerógenos son calentados, pueden alcanzar el segundo estado de la evolución de la


materia orgánica o catagénesis, que se define como la etapa en la que el petróleo y el gas
natural son generados del Kerógeno. Debido a que las moléculas de petróleo y gas tienen
altas relaciones H/C, la generación de petróleo causa que la relación H/C del Kerógeno
residual disminuya. Finalmente, todos los tipos de Kerógenos convergirán a lo largo de un
patrón durante el estado final en la evolución de la materia orgánica o metagénesis. Durante
la metagénesis, la generación de petróleo y gas a partir del Kerógeno cesa, pero una
cantidad considerable de gas metano puede generarse por alteración termal del crudo
previamente generado. El Kerógeno residual de este estado llega a formar carbón puro o
grafito.

Profundidad, Temperatura y Tiempo en la Formación de Petróleo.

Las profundidades a las cuales se inicia la generación de hidrocarburos dependen del


gradiente geotermal local, el tipo de Kerógeno y la historia de soterramiento. En la figura a
la izquierda muestra las profundidades de generación máxima, mínima y promedio para el
petróleo, gas y metano biogénico. A la profundidad promedio de 1-2 kilómetros se inicia la
catagénesis y alcanza su máxima generación entre 2-3 kilómetros de profundidad;
denominándose este rango “ventana de petróleo”. La catagénesis tardía se inicia a
profundidades de 3-3.5 kilómetros y esta es la zona principal de formación de gas (húmedo
o seco). Por debajo de los 4 kilómetros, la roca se hace sobremadura, iniciándose la
metagénesis y solamente es generado metano. La correlación de la generación de petróleo
con profundidad es principalmente una función del incremento de temperatura.
Las leyes de la química dicen que la tasa de una reacción es una función tanto de la
temperatura como del tiempo. El tiempo puede compensar a la temperatura y viceversa. Las
rocas madres que han permanecido relativamente frías pueden tomar unos 100 millones de
años o más para generar petróleo, mientras que las rocas madres jóvenes pueden generar
hidrocarburos en unos pocos millones de años, si están a temperaturas suficientemente
altas. El efecto de la temperatura es exponencial, mientras que el tiempo es lineal. En
consecuencia, la temperatura juega un papel más importante en la maduración de la roca
madre que el tiempo. Las rocas madre del Paleozoico que nunca han sido calentadas por
encima de 50°C no generarán petróleo, no importa el tiempo que pase. En contraste, el
tiempo juega un papel insignificante en la generación de petróleo de rocas madres jóvenes
en cuencas activas con gradientes termales altos. La generación temprana de hidrocarburos
se encuentra donde ocurre enterramiento rápido y donde los gradientes geotermales son
relativamente altos. Aunque la generación de hidrocarburos tenga lugar en un lapso de
tiempo breve (geológicamente hablando), esto no significa que sea inmediatamente de la
deposición de la roca madre, ya que esta última puede permanecer a profundidades muy
someras y a bajas temperaturas por un largo período de tiempo, antes de ser enterradas a
suficiente profundidad para generar hidrocarburos.

Paleotermometría.

Mucha información está basada en las temperaturas de fondo de los pozos medidas en el
presente, y no en paleotemperaturas. A menudo, el gradiente geotermal fue más alto cuando
la cuenca era activa, que en el presente. Es de una importancia crítica, por lo tanto, ser
capaz de medir la máxima temperatura a la que una determinada roca madre ha sido
cocinada por medios de paleo-termómetros adecuados. Algunos métodos de Paleo-
termometría están basados en las propiedades físicas y químicas del Kerógeno, otros
utilizan las propiedades de la roca. El Diagrama de Van Krevelen es uno de los métodos
empleados, ya que después que el tipo de Kerógeno ha sido determinado
microscópicamente, el punto en el cual se encuentra dentro de su patrón de evolución puede
ser fácilmente determinado.

El color del polen y las esporas también pueden utilizarse como un paleotermómetro, ya
que cuando estas son calentadas, su color cambia progresivamente del amarillo claro al
naranja, marrón rojizo, marrón oscuro y finalmente negro; indicando la temperatura más
alta alcanzada por la roca madre. Otro método está basado en la reflactancia de la vitrinita
(Rm) del Kerógeno. Existen otros métodos indicadores de maduración, tales como la
fluorescencia de la exinita. Usualmente, deben utilizarse al menos dos métodos de
Paleotermometría diferentes para asegurar la madurez de una roca madre determinada.

Lutitas Petrolíferas.

Las rocas madres no siempre alcanzan la madurez termal necesaria para generar petróleo o
gas, y permanecen rellenas de Kerógeno. Cuando contienen cantidades apreciables de
Kerógeno, estas rocas son frecuentemente denominadas Lutitas Petrolíferas. Este petróleo
puede ser producido solo por calentamiento de la lutita petrolífera en una atmósfera inerte
hasta unos 500°C, proceso este conocido como pirólisis. El contenido de materia orgánica
necesario para clasificar a una de estas rocas como lutita petrolífera ha sido establecido en
5% por los economistas; y las mismas contienen principalmente Kerógeno tipo I o tipo II.
Se estima que el volumen de petróleo contenido en estas lutitas, a nivel mundial, es de 4
trillones de barriles, del cual sólo alrededor del 2% es recuperable utilizando la tecnología
actual.

http://www.portaldelpetroleo.com/2011/08/origen-de-los-hidrocarburos.html

Origen y formación de petróleo

El petróleo se origina como consecuencia de transformaciones químicas complejas de


material biológico depositado en grandes cantidades en el fondo marino o lacustre junto a
sedimentos minerales. Durante millones de años, estos sedimentos y los restos orgánicos
atrapados, fueron sometidos a grandes presiones y altas temperaturas como consecuencia de
un progresivo enterramiento, dando origen a una roca sedimentaria conocida como “roca
madre”, saturada de bitúmen. La materia orgánica dominante en la formación del petróleo
deriva de organismos microscópicos, conocidos como fitoplancton y zooplancton, junto con
material terrígeno transportado hacia los cuerpos de agua.

La deposición rápida y activa de sedimentos de grano fino en el fondo de estos cuerpos de


agua provee, por una parte, la cobertura necesaria para la conservación de la materia
orgánica evitando una drástica descomposición, y por otro lado, una matriz rica en agua en
la cual pueda tener lugar el proceso de diagénesis (cambios físico-químicos) de la sustancia
orgánica. Entre estas transformaciones, producidas bajo la influencia de bacterias, el
proceso más notable es la conversión de estructuras biológicas o
biopolímeros proteínas, celulosa y lípidos), en sus componentes individuales o monómeros
(aminoácidos, azúcares y ácidos grasos). A medida que progresa el enterramiento, los
materiales son sometidos a un paulatino calentamiento debido a la existencia de un
gradiente geotérmico que en promedio asciende a 30 °C por cada km. de profundidad.
Durante estos procesos, los biomonómeros comienzan a reaccionar entre ellos mismos,
conformando complejas estructuras orgánicas refractarias bi-dimensionales conocidas
como kerógeno. Este material, insoluble en agua y en los principales solventes, está
constituido por macromoléculas aromáticas, conteniendo heteroatomos (O, S, N).

Estos procesos de transformación de la sustancia orgánica son de tipo termocatalítico, ya


que las transformaciones aumentan a medida que aumenta la temperatura, dependiendo
asimismo de las características superficiales de la roca sedimentaria presente. En particular,
las arcillas ejercen una acción catalítica que favorece el progreso de la reacción de
generación de hidrocarburos. A través de estos procesos, primero se elimina gran parte de
los heteroátomos en forma de productos volátiles (CO2, H2S, N2) y sucesivamente se
forman hidrocarburos cada vez más livianos quedando como residuo final una sustancia
más rica en carbono, cuya estructura y constitución tiende a acercarse notablemente a la del
grafito.

Más allá del estrés térmico y de los millones de años de enterramiento, las reacciones
ocurren lentamente, removiendo oxígeno como dióxido de carbono y agua, transformando
así el kerógeno en petróleo crudo. Cuando el enterramiento es importante, la temperatura
supera los 50 o 100 °C, y el petróleo crudo puede ser transformado en gases de
hidrocarburos. A muy altas temperaturas, mayores a 100 °C, la mayor parte del petróleo
crudo y del gas natural, es convertida en metano. Seguido a la formación de gas y petróleo,
los fluidos son movilizados desde la roca madre, migrando con mecanismos en gran parte
desconocidos hacia la roca reservorio donde el petróleo se acumula constituyendo
yacimientos de importancia comercial.

La química original de la materia orgánica, el ambiente de la depositación, el tiempo y el


calor impuesto sobre el material biológico, determina el tipo de crudo y de gas formado. La
química del petróleo y del gas puede ayudar a reconstruir la fuente original de materia
orgánica y la temperatura de generación de los hidrocarburos.
El petróleo crudo formado durante largos y complejos procesos está compuesto de una
mezcla de diversas sustancias, a partir de la cual se producen diversos productos refinados
del petróleo (gasolina, kerosene, combustible diésel y lubricantes). Estas sustancias son
mayormente compuestos de carbono e hidrógeno, por consiguiente son llamados
hidrocarburos. Otros elementos, así como oxígeno, azufre y nitrógeno, pueden estar
presentes en menores cantidades. También en forma de trazas puede aparecer el fósforo y
metales pesados como vanadio y níquel.

A pesar de las amplias variaciones en la composición química de los crudos, la


composición elemental genérica presenta la siguiente distribución aproximada: Carbono
(84 a 87%), Hidrógeno (11 a 14 %) como los elementos más abundantes, Azufre (0 a 3%),
Nitrógeno (0 a 2%), Oxígeno (0 a 1%) como elementos de menor importancia y elementos
trazas que pueden incluir Fósforo, Vanadio y Níquel, entre otros.

https://es.wikipedia.org/wiki/Geoquímica

3. Rocas generadoras y migración (tipos, características petrofísicas, tipos y causas de


la migración)
Roca Madre. Se considera como Rocas Madres o generadoras del petróleo a las lutitas
bituminosas, arenas, arcillas, margas de foraminíferos, que en zonas petrolíferas aparecen
en grandes espesores, formando sedimentos de tipo litoral, ciertas calizas y pizarras
bituminosas que suministran la máxima cantidad de destilados. Se cree que las rocas
generadoras más importantes son las lutitas marinas, aunque ciertas calizas, especialmente
las de origen arrecifal, también pudieran haber generado petróleo.

Las investigaciones, sobre todo el estudio de depósitos bituminosos recientes, indican que
tanto las plantas como los animales pueden suministrar petróleo, pero no los grandes fósiles
por ejemplo peces, mamíferos o algas, sino sobre todo los microorganismos que son los que
entran en consideración con este suceso. Se ha confirmado la existencia de colesterina y
fitosterina en el petróleo, su procedencia de grasas animales y vegetales está probada.

Además de las rocas bituminosas, también suministran petróleo, potentes sedimentos


marinos arcillosos; los campos petrolíferos se encuentran sobre todo en zonas de deposición
epicontinentales o en aquellas regiones geosinclinales que en un principio eran someras y
en las cuales, se acumularon potentes sedimentos litorales, arcillosos o calizos a medida
que se iban hundiendo lentamente el fondo. Los arrecifes coralinos, con su exuberante
fauna de playa, pudieron convertirse en rocas-madres o rocas-almacén al producirse un
nuevo descenso del fondo. Asimismo, el fango de las marismas pudo transformarse en
roca-madre de una nueva trasgresión.

http://portalweb.sgm.gob.mx/museo/es/petroleo/origenforma

Debido a que el aceite y el gas no se encuentran generalmente en las rocas donde se


originan, es necesario considerar una migración de los hidrocarburos de una roca
generadora a una almacenadora.

Y además pensar en una migración de los mismos hidrocarburos dentro de la roca


almacenadora, hasta que escapen a la atmósfera o se encuentren con una trampa natural
donde se acumule el yacimiento.
El estudio de la migración primaria es un tanto difícil de entender. La secuencia de
evolución desde el kerógeno hasta el aceite crudo o al gas es compleja. La evaluación de si
la transformación fue realizada antes, durante o después de la migración desde la roca
generadora es difícil de saber.

Uno de los principales problemas en comprender la migración de los hidrocarburos es su


baja solubilidad del agua.

Migración: es el movimiento de aceite y/o gas en los poros y/o discontinuidades de las
rocas (porosidad primaria y secundaria) en el interior de la corteza terrestre.

Migración primaria.
Es el desprendimiento de los compuestos del aceite y gas de las partículas orgánicas
sólidas (kerógeno) en los lechos generadores y su transporte dentro y a través de los
capilares y poros estrechos de la roca generadora de grano fino a la roca porosa y
permeable que representa la roca almacenadora.

Los compuestos del petróleo pueden emigrar a través de uno o más lechos portadores, con
permeabilidad y porosidades similares a las rocas generadoras, antes de quedar atrapados
por una barrera impermeable o de permeabilidad muy baja. Por ejemplo: El gas bajo
presión se puede mover prácticamente en todas las rocas, a menos que sean
extremadamente compactas, por lo que se moverá en la dirección de menor presión que
generalmente es hacia arriba. El aceite, se mezcla con el gas en una fase homogénea de
vapor, tomando una movilidad de dicho aceite comparable con la del gas natural. Por lo que
se cree que la migración a largas distancias es posible.

Migración secundaria: el aceite que es expulsado de la roca generadora y que pasa a través
de los poros más amplios de las unidades de roca más permeable.

Dismigración: son los desplazamientos de hidrocarburos a la superficie terrestre. La pérdida


de hidrocarburos de una trampa. Lo que provoca la formación de manifestaciones
superficiales.
Conmigración: son todos los desplazamientos de hidrocarburos que conducen más o menos
rápida y directamente a la formación de un yacimiento por acumulación y segregación en
una trampa.

Aspectos físicos-químicos de la migración primaria

Temperatura y presión
Compactación
Fluidos

Temperatura y presión
La mayoría de las acumulaciones de petróleo y gas se encuentran en la superficie a una
profundidad de 6000 a 7000 m. Las condiciones fisicoquímicas que prevalecen en las rocas
generadoras y del yacimiento cambian con la profundidad de sepultamiento. Por lo que es
más notable el aumento de temperatura y presión. Se observan diferentes gradientes
geotérmicos (°C/ Km). Un promedio mundial sería de 25°C/ Km. Las variaciones de los
gradientes en las cuencas sedimentarias se presentan entre 15°C/km hasta 50°C/Km. Sin
embargo se han encontrado gradientes desde 5 °C/Km hasta 77 °C/Km. Gradientes bajos de
5°C/km en un pozo a 14 585 ft la Isla de Andros de las Bahamas y gradientes altos de 76.9
°C/km en un pozo en el suroeste de Alemania. Gradientes muy altos hasta 90°C/km en el
campo petrolero de Walio, de la cuenca de Salawati en Indonesia).

Los gradientes geotérmicos no siempre son lineales, sino que existen irregularidades
originadas por la conductividad térmica de las distintas litologías, por la proximidad a la
superficie y por el flujo de agua subterránea.

MIGRACION PRIMARIA:
La causa principal de la expulsión de fluidos de una roca generadora es la
COMPACTACIÓN

La Materia orgánica puede propiciar una estructura físil a las lutitas creándose planos
paralelos.
 La compactación en los sedimentos provoca un aumento de la densidad y pérdida de
porosidad, con el aumento de la presión, temperatura y tiempo.
 La compactación rápida de las arcillas puede provocar que el agua no se expulse
rápidamente y esto provoque la creación de zonas de presiones anormalmente altas
puede generar metano y otros hidrocarburos de bajo peso molecular, sin embargo
estas presiones son transitorias.
 Las presiones anormales permiten que la expulsión pueda darse tanto hacia arriba
como hacia abajo.

El ritmo de la compactación está gobernado, en gran parte por las propiedades del material
del sedimento (físicas como químicas).

Los conceptos de Presiones Normales, Anormales o Subnormales son muy frecuentes en la


Industria del Petróleo. En esta gráfica representamos lo que significa cada uno de estos
términos pues es muy importante entenderlos para poder saber sus aplicaciones.

Presión Normal ó Hidrostática. Estas presiones son las causadas primordialmente por el
peso de la columna de agua. El gradiente de las presiones normales decíamos que es 0.433
psi/ft. Este gradiente se muestra en la gráfica como: Presión Hidrostática.

El gradiente de presión normal es solamente un gradiente de referencia que se usa con el


propósito de comparar. En cualquier área las aguas de la formación van a contener solidos
disueltos, por lo tanto la presión va a ser igual al peso de la columna de agua más el peso de
los sólidos disueltos.

En general decimos que las presiones son normales para tal profundidad si caen o están
localizadas cerca del gradiente de presión normal o sea que en la práctica decimos que si
tienen un gradiente que oscila entre 0.40 y 0.50 psi/ft decimos que la presión es normal.

Presiones Anormales o Geo-presiones. Se denominan presiones anormales aquellas que son


significativamente altas para la profundidad en consideración. Estas presiones siempre van
a caer o estar graficadas a la derecha de lo que se considera presiones normales o
hidrostáticas. También las podemos definir como aquellas presiones que se expresan en un
gradiente de más de 0.50 psi/ft.

Las presiones anormales ocurren cuando la matriz de la roca se compacta y los fluidos de
los poros no pueden escapar o cuando los gases y fluidos dentro de los poros se expanden y
la matriz de la roca no lo permite en cualquiera de los casos el resultado que se tiene es que
la permeabilidad disminuye y los gases/ fluíos no pueden salir.

Las presiones anormales son supremamente comunes en muchas cuencas sedimentarias


alrededor del mundo. Se encuentran u ocurren a diversas profundidades y en formaciones
de diferentes edades geológicas. Podemos decir que se encuentran mayormente asociadas a
secuencias clásticas de granos finos o grandes masas de arcilla. Sin embargo, pueden estar
asociadas a otras litologías.

Los hidrocarburos se transportan a través de sedimentos finos con permeabilidades de 10-3


a 10-11 milidarcys, por lo que los compuestos moleculares más pequeños pueden escapar
más fácilmente.

El tamaño promedio de los poros en las lutitas es de ~3 nm, (algunos pueden ser de más de
100 nm) por lo que los hidrocarburos cíclicos pueden migrar con cierta facilidad con
porosidad de las lutitas de 10% (o menos) a más de 6,000 m de profundidad.

Los asfaltenos tienen más dificultades para migrar (la solubilidad se incrementa cuando
decrece el número de carbones, de los alkanos normales y la serie aromática), pero muchos
de ellos se forman en el propio yacimiento.

1 Darcy = 9.86923 X 10-13 m2

Diámetro de poros y áreas superficiales internas.

Durante la compactación y la reducción también se presenta una disminución notable de los


diámetros de poro, especialmente en los sedimentos clásticos de grano fino.

El sistema de poro sedimentario a una escala microscópica, es muy heterogéneo (geometría


irregular), parcialmente interconectado y estrechas gargantas de poro que llevan a
volúmenes de poro mayores.

Principales mecanismos de la Migración Primaria:

1. Difusión
2. Expulsión en fase de aceite
3. Expulsión en fase gaseosa
4. Solución
1. DIFUSIÓN. Las moléculas de hidrocarburos son pequeños agregados moleculares que
poseen energía respecto a su posición, capaces de moverse en el subsuelo de las áreas de
mayor energía potencial a las de menor Energía Potencial (EP).

2. EXPULSIÓN EN FASE DE ACEITE


- Ocurre en Rocas generadoras muy ricas en materia orgánica, desde el principio de la
generación de hidrocarburos.
- La migración se lleva a cabo cuando los primeros bitúmenes forman una red interna
continua que reemplaza al agua.
- La transformación de la MO en líquidos y gases permite que el volumen original crezca
hasta en un 25%, creándose micro fracturas que se cierran y se vuelven a abrir hasta que la
generación termina.

2. EXPULSIÓN EN FASE GASEOSA


- El gas comprimido puede disolver grandes cantidades de hidrocarburos líquidos pesados
cuando la T y la P aumentan.
- Los gases migran a través de micro-fracturas disolviendo los bitúmenes de poros
adyacentes.
- Eventualmente, los gases alcanzan condiciones de menor T y P, produciéndose la
condensación de una fase de aceite.
- La migración en fase gaseosa no es importante para la creación de grandes
acumulaciones de aceite (p. ej. Cantarell) a menos que se considere que se han perdido
grandes volúmenes de gas.
- Tampoco es importante en condiciones de madurez incipiente (Cantarell).
3. SOLUCIÓN (solubilidad).
- La solución molecular es un mecanismo que puede ser válido para el metano e
hidrocarburos ligeros en los sedimentos.
- En el metano y etano su solubilidad aumenta rápidamente con la presión y temperatura.

DISTANCIAS DE MIGRACIÓN PRIMARIA.


Las distancias cubiertas por los hidrocarburos durante la migración primaria son cortas.
“Pueden variar entre unos centímetros hasta 100 metros o más, pero no kilómetros”.
La migración primaria termina en cuanto se alcanza un conducto permeable (roca
almacenadora, transportadora ó acarreadora ó yacimiento) para la migración secundaria.
Debido a que la roca generadora se sobre-presuriza la migración primaria puede darse
lateralmente, hacia arriba o hacia abajo.

MIGRACIÓN SECUNDARIA.
Una segunda migración se lleva a cabo a lo largo de la roca almacenadora, hasta que el
aceite llega a una trampa que impide su movimiento, o escapa a la superficie. Esta
migración puede no existir cuando la trampa la constituye una lente arenosa aislada.

La Flotación (Empuje). “Es la primera causa de movimiento del aceite”. Se requieren de


dos condiciones para que exista la flotabilidad: a) Líquidos inmiscibles b) Fluidos de
diferentes densidades. Debido a que los receptáculos están siempre llenos de agua en una
trampa, siempre se encuentra el aceite y el gas en las partes más altas de ellas.

Inclinación de las rocas. Para que el aceite se mueva también es necesario que exista una
inclinación. La magnitud de esa inclinación dependerá de: La viscosidad del aceite, el
volumen del aceite y del agua del receptáculo, etc. Se conocen acumulaciones donde el
echado probablemente nunca excedió 13 a 16 metros por 1.6 km y hasta 3 metros por 1.6
km. La movilidad del aceite se da por: 1. Aumento del echado por plegamiento.
2. Disminución de la viscosidad del aceite por aumento de la temperatura por
enterramiento.
3. Combinación de ambos.

Los hidrocarburos son más ligeros que el agua y por ende son capaces de desplazar el agua
hacia abajo y moverse hacia arriba.
La magnitud de la flotación es proporcional a la diferencia de densidades entre el agua y la
fase de hidrocarburos.
Contraria a la flotación, es la Presión Capilar de Entrada o resistencia a que los
hidrocarburos pasen a través de una garganta de poro.

DISTANCIAS DE MIGRACIÓN SECUNDARIA.


Se considera que los hidrocarburos pueden migrar decenas, e incluso centenas de
kilómetros.
Esos casos son raros, requieren de condiciones tectónicas extremadamente estables y rocas
acarreadoras continuas o yuxtapuestas y sin barreras estratigráficas.
La migración lateral generalmente es obstaculizada por fallas y cambios de facies
provocados por la misma tectónica.

Migración Lateral (Paralela): son los desplazamientos de hidrocarburos en el interior de


una formación de la misma edad, sea cual sea la distancia y el desnivel recorridos.
Migración Vertical (Transversal): se refiere a movimientos de hidrocarburos de forma
perpendicular a los límites crono-estratigráficos y que ocasiona que fluidos de una
formación determinada circulen a otra formación de edad diferente.
Existen dos casos. a) “Per ascensum”: si el paso de hidrocarburos se realiza de una
formación antigua a otra estratigráficamente más joven. b) “Per descensum”: si el paso de
hidrocarburos se realiza de una unidad estratigráfica joven a otra más antigua.

EVIDENCIAS DE LA MIGRACIÓN
 Presencia de chapopoteras.
• Presencia de escapes de gas.
• Acumulaciones de hidrocarburos en rocas sin contenido de materia orgánica.
• Correlación entre aceites del receptáculo y aceites residuales encontrados en las rocas
generadoras.
• Aceites químicamente semejantes en una serie de receptáculos sobrepuestos.
 Ajustes estructurales (acomodo y distribución) de los hidrocarburos en el yacimiento.
• Consideraciones volumétricas cuantitativas, ya que existen yacimientos con volúmenes
muy grandes.
• Explotación de hidrocarburos sin bombeo.
• Presencia de bacterias que se alimentan de hidrocarburos en sitios donde no hay derrames
producidos por el hombre.

FUERZAS QUE CAUSAN LA MIGRACIÓN DEL PETRÓLEO.


1. Fuerzas debidas a la acción de la gravedad:
La presión ejercida por las capas de rocas.
La presión del agua.
El peso específico diferencial.

2. Fuerzas moleculares: Absorción.- Ocurre cuando las rocas atraen las moléculas de aceite
o gas y las retiene entre sus poros. Adhesión.- es la mutua atracción entre las moléculas
desiguales; la adhesión controla la dirección de la acción capilar. La acción capilar y la
tensión superficial.- La capilaridad es la propiedad de los sólidos de atraer a los líquidos
que los mojan y repelen a los que no los mojan.
3. Fuerzas debidas a la acción química: La cementación gradual o sea el relleno de los
intersticios entre los granos de las rocas, desplazan a los hidrocarburos. Esta cementación
puede eventualmente causar la acumulación del petróleo en pequeñas bolsas porosas
completamente rodeadas por el creciente anillo de cementación.

4. Fuerzas debidas a movimientos tectónicos y a la profundidad de sepultamiento: Estas


fuerzas comprenden la formación de pliegues y fallas, los terremotos, el gradiente de
temperatura.

5. Fuerzas debidas a la acción bacterial: Una de las más importantes funciones de las
bacterias es la de liberar el petróleo de los sedimentos. Se efectúa por la disolución de las
calizas, las dolomías y de otras rocas calcáreas por el ataque de ácido carbónico y otros
ácidos orgánicos producidos por las bacterias.

FACTORES QUE GOBIERNAN LA MIGRACIÓN DEL PETRÓLEO.


1.- Porosidad efectiva de las rocas.
2.- Grado de saturación de las rocas.
3.- Peso específico, viscosidad y cantidad de gas.
4.- La migración es favorecida por fuertes pendientes en los estratos, por las discordancias
angulares y por el fracturamiento.
5.- La composición y cantidad de las aguas asociadas con el petróleo afectan su migración.
6.- Tamaño de la garganta del poro.

http://usuarios.geofisica.unam.mx/gvazquez/explotacionELIA/zonadesplegar/Clases/Clase
%2010%20Migracion.pdf

4. Rocas almacenadoras, sello y trampas (tipos y características petrofísicas; así como


tipos y clasificación de trampas).

Es aquella roca que sea capaz de almacenar a los hidrocarburos. Generalmente tienen una
extensión geográfica mayor que la de los yacimientos, debido a que estos están restringidos
a la trampa. La mayor parte de las acumulaciones de petróleo en el mundo se encuentran en
rocas almacenadoras clásticas o detríticas, incluyendo las areniscas, pero en México la
mayor producción es en rocas carbonatadas.

Para que un cuerpo o estrato pueda considerarse como almacenadora debe de ser:

o Poroso: Poseer espacios suficientes para almacenar un volumen considerable de


hidrocarburos. La porosidad de las rocas de yacimiento o almacenadoras, normalmente
queda dentro del intervalo de 5% a 30%, la porosidad de la roca carbonatada
frecuentemente es algo menor que en las areniscas pero la permeabilidad de los
carbonatos puede ser superior
o Permeable: Sus poros deben de estar interconectados de manera que cedan fácilmente
los hidrocarburos al ser alcanzados por un pozo para que la roca sea permeable y
permita el movimiento del agua, aceite o gas; así como contener poros o espacios para
almacenar el petróleo.
o Mostrar cierta continuidad lateral y vertical: Las características almacenadoras de una
roca pueden ser originales como la porosidad intergranular de las areniscas, o
secundarias resultantes de cambios químicos como la disolución en las calizas o el
fracturamiento de cualquier tipo de rocas. Los cambios secundarios pueden aumentar la
capacidad almacenadora de una roca o puede provocarla en rocas que no tenían
originalmente.

Principales Rocas Almacenadoras

La mayor parte de las reservas mundiales de aceite y gas se encuentran en rocas


almacenadoras detríticas o químicas. En el primer grupo, las representantes más
importantes son las areniscas; en el segundo grupo, está representado por dolomías y
calizas a las que en lo sucesivo denominaremos rocas carbonatadas.

Areniscas

Las areniscas se presentan en una variedad de consolidaciones y en algunas partes del país,
presentan texturas muy heterogéneas. Aunque la mayor parte de las areniscas son de granos
muy finos a medios; por lo general, los núcleos tomados de yacimientos en areniscas tienen
mayor número de servicios a realizar una vez que llega al laboratorio. Son mucho más
susceptibles a daños de formación debido a la delicadeza de su mineralogía, y la
tortuosidad de su sistema de poro. Por lo mismo, la tortuosidad de su sistema de poro
requiere mayor número de herramientas para caracterizar dicho sistema y conocer su
efectividad para trasmitir fluidos.

Areniscas consolidadas

Las areniscas consolidadas por lo general son las que tienen de moderada a baja porosidad
y permeabilidad. Debido a su regular a pobre calidad de roca, frecuentemente se les
realizan estimulaciones para mejorar la producción de las mismas.

Los estudios del laboratorio dedicados a suministrar información para el diseño de las
estimulaciones de los yacimientos frecuentemente requieren que el núcleo sea tomado con
una técnica para orientarlo y preservarlo desde la boca del pozo. En otras instancias,
dependiendo del objetivo de la toma del núcleo y las pruebas del laboratorio programadas,
es posible que el núcleo consolidado no requiera preservación alguna.

Los núcleos de arenisca consolidada impregnados con aceite, por ejemplo los de
Chicontepec, siempre deben contar con preservación realizada en el pozo. Frecuentemente
los núcleos de la cuenca de Burgos no requieren preservación.

La mayor parte de las areniscas consolidadas se encuentran productivas en la cuenca de


Burgos y el paleocanal de Chicontepec. Otras de menos importancia existen en la sub-
cuenca de Macuspana, la cuenca de Misantla y la cuenca terciaria de Veracruz. Las cuencas
de Misantla, Veracruz y Macuspana cuenten con areniscas friables que son, o que
potencialmente pueden ser prolíferas para la producción de aceite y gas. A veces, estas
areniscas resultan no consolidadas.

Areniscas no consolidadas

Cuando se sospecha que el núcleo puede presentar sedimentos deleznables, muy friables o
no consolidados, se debe contar con un corte, preservación y manejo muy especial. Más del
90% de los núcleos cortados en areniscas deleznables en México hasta la fecha de la
publicación de esta guía, han sufrido daños irreparables antes de llegar al laboratorio.
Desde un corte brusco, lavado de los sedimentos frente la corona, el viaje a la superficie, su
manejo en la superficie, la falta de estabilización en el pozo, todo permite un reacomodo de
los granos de las areniscas produciendo un empacamiento de granos no representativo del
yacimiento. La textura de las arenas (tamaño de grano, clasificación de granos, angulosidad
y esfericidad) con poca o nula arcilla define muchas de las características (reserva y
comportamiento de producción) de las areniscas.

La alteración de estas texturas por descuido en la planificación de la toma del núcleo


representa un gasto innecesario y una pérdida para la empresa.

La mayor parte de las areniscas no consolidadas han sido productivas en la Región Marina

Suroeste, en las cuencas de Macuspana, Reforma Comalcalco, Istmos de Salinas. Por lo


general se encuentra a profundidades menores a 2000 metros en las cuencas mencionadas.

Carbonatos.

Los yacimientos en carbonatos tienen una gran variedad de texturas y sistemas porosos.
Muchas de las rocas carbonatadas tienen textura cristalina bastante compacta con poca
porosidad exceptuando aquellas que tienen presencia de fracturas. Por lo general, estas
rocas son fáciles de manejar en cuanto a su preservación en el pozo. La preservación que
requieren estos tipos de caliza cuando están impregnados con aceite tiene la finalidad de
prevenir la oxidación de crudo.

Su sistema poroso de matriz por lo general cuenta con gargantas de poros pequeñas, son de
baja permeabilidad de matriz, entonces en algunos casos cuando transcurre poco tiempo
entre la recuperación del núcleo y su llegada al laboratorio, no se requiere preservación
alguna (solo colocar tapas en los extremos de los tubos antes de despachar al laboratorio).

Los carbonatos con texturas más complejas, incluyendo porosidad por disolución (brechas,
por ejemplo), son mucho más delicados, y si están impregnados con aceite, se requiere
mantener el aceite aislado del aire con una preservación adecuada. La preservación cumple
el objetivo de evitar oxidación del aceite que podría provocar cambios de mojabilidad y
para facilitar la limpieza de aquellas muestras que las requieren.

La preservación debe ser realizada de tal manera que no afecte la porosidad de la roca, bien
sea porosidad formada por fracturas abiertas o por cavidades de disolución. La inyección de
sustancias de preservación daña la porosidad, reduciéndola a valores menores que su estado
natural. Esto afecta todas las mediciones realizadas sobre el núcleo en el laboratorio.

La anisotropía de la transmisibilidad de los fluidos en los yacimientos de rocas


carbonatadas debe ser tomada en cuenta en la planificación del núcleo si la medición del
mismo es importante para el desarrollo o explotación del yacimiento. Los sistemas de
fracturas frecuentemente presentes en yacimientos de calizas y dolomías son caracterizados
mediante un núcleo orientado. Los núcleos pueden ser orientados cuando se tomen, o
posteriormente en el laboratorio.

En cualquiera de los dos casos, el núcleo requiere un manejo inicial (desde el pozo)
particular para asegurar que se obtenga la mejor información de los estudios del laboratorio.

La mayor parte de los niveles Mesozoicos productivos son del sur del país, en los estados
de Tabasco y Campeche, aunque también existen en la plataforma de Córdoba, parte de la
Faja de Oro, Sur de Tamaulipas, y la cuenca de Sabinas.

Diferencias Fundamentales entre Areniscas y Carbonatos

Areniscas

La naturaleza generalmente silícea de las areniscas almacenadoras las hace menos


susceptibles a las alteraciones diagenéticas reductoras de la porosidad y permeabilidad, por
lo que tales rocas son bastantes consistentes en dichas propiedades, tanto lateral como
verticalmente.
Debido a los procesos sedimentarios que intervienen en su formación, las partículas o
granos detríticos que las constituyen tienden adoptar formas más bien esféricas a sub-
esféricas por el efecto del transporte prolongado, lo que se traduce en una geometría porosa
de alta calidad para la extracción de los fluidos que contengan.

El transporte prolongado también se traduce en otras características, tales como


predominancia de minerales estables y graduación en la granulometría del sedimento (la
mayor parte de las areniscas almacenadoras tienen diámetros de grano entre 0.05 y 0.25
mm.), formando estratos en general bien definidos.

Finalmente, las areniscas de tipo almacenador tienden a formar cuerpos en forma


lenticular, más que en forma de capas muy extensas (excepto las depositadas en
condiciones marinas transgresivas), y a acumularse en ambientes de alta energía.

Carbonatos

La naturaleza mineralógíca de estas rocas (minerales inestables) las hace muy


susceptibles a cambios diagenéticos que reducen notablemente su porosidad y
permeabilidad primarias; así mismo, estas propiedades no son consistentes en toda la
extensión de un mismo cuerpo, por lo que resultan ser muy heterogéneas desde el punto de
vista de la explotación de los hidrocarburos que almacenan.

A diferencia de las areniscas, las partículas que constituyen las rocas carbonatadas
almacenadoras sufrieron un transporte muy reducido (excepto las que constituyen las
turbiditas calcáreas) o nulo, es decir se formaron in-situ en la cuenca de depósito.

El depósito de carbonatos químicos o bioquímicas requiere de condiciones ambientales y


de energía del medio acuoso muy especiales, estos se reflejan en cuerpos extensos
arealmente y con gran potencia (espesor), frecuentemente masivos si dichas condiciones se
mantienen estables; y de cuerpos extensos arealmente pero de escaso espesor (generalmente
de estratos delgados), si las condiciones varían frecuentemente. La energía del medio
acuoso debe ser esencialmente moderada a baja para repartir el depósito de las partículas
que conforman estas rocas.

Dado que el primer elemento esencial de una roca almacenadora es su porosidad, a


continuación se presenta en la Tabla 1.8 la comparación de esta propiedad entre las rocas
carbonatadas y areniscas, publicada por Choquette y Pray.

Tabla 1.8. Comparación de la porosidad entre areniscas y carbonatos publicada por


Choquette y Pray.
Roca sello
Son aquellas que por su escasa permeabilidad impiden el paso del petróleo, sirviendo como
cierre a su migración o desplazamiento; las mejores rocas sello son las rocas evaporíticas,
pero las más abundantes son las lutitas. La característica principal de la roca sello será la de
constituir una barrera a la migración de los hidrocarburos y de esa manera permitir su
acumulación en una trampa.

Para que una roca sea considerada desde el punto de vista práctico, como impermeable, esta
no debe poseer fracturas interconectadas. Debido a que los yacimientos petroleros aparecen
normalmente tectonizados en mayor o menor grado, las rocas sello, deben tener
comportamiento plástico, de manera que respondan a los esfuerzos mecánicos
deformándose en el campo dúctil, formando pliegues en lugar de fracturarse en el campo
frágil, si esto ocurre se abrirían las vías a la migración del petróleo.

Las mejores condiciones para la preservación de los sellos se tienen en las regiones con una
historia geológica simple, ya que en áreas muy deformadas, los sellos se destruyen
frecuentemente. Los principales campos gasíferos del mundo se encuentren en áreas
cratónicas.

El espesor de la roca sello es muy variable, puede ser de espesor muy reducido, si tiene
excelente calidad o de espesor mediano o grueso, si es de calidad mediana o mala. El grado
de tectonismo que presenta puede modificar su calidad, de tal forma que en regiones muy
tectonizadas se requiere un espesor de roca sello mayor.

En el caso de una roca sello de gran extensión geográfica, es importante conocer la forma y
el tamaño de los poros, el contenido de fluidos y régimen hidrodinámico; rasgos que
pueden ser estudiados localmente, pero cuyos datos son difíciles de extrapolar a toda la
extensión de un campo petrolero.
En el caso de una trampa anticlinal buzante simple, se tiene la ventaja de que en la mayoría
de los casos la roca sello no presenta variación lateral significativa en sus características
físicas, por lo tanto, requiere únicamente de un sello superior; en cambio, las estructuras
afalladas necesitan además un sello adyacente al plano de falla que generalmente es
material arcilloso llamado milonita o microbrecha. En el caso de las trampas por variación
de permeabilidad, la geometría del sello es muy variable, sin embargo, en la mayoría de los
casos rodean y cubren a la roca almacenadora.

Principales Rocas Sello

Los tipos de roca sello son muy variados; en general cualquiera que se adapte a la
definición. Entre los tipos más comunes están, además de las lutitas, las margas y las
calizas arcillosas muy finas, y toda la serie de las evaporizas.

Lutitas: Son las rocas sedimentarias más abundantes de la corteza sedimentaria.

Comúnmente se encuentra interestratificadas con areniscas, rocas carbonatadas o ambas.

De esta manera que existen muchas probabilidades de que una roca almacenadora esté
situada entre capas de arcillas. El grado de impermeabilidad de las arcillas depende de la
textura y de los minerales presentes. Una gran mayoría de los sellos están constituidos por
lutitas.

Rocas Carbonatadas: De entre ellas las calizas más comunes son las arcillas, las que
gradualmente pueden pasar a arcillas calcáreas; otro tipo son las margas y ciertas cretas,
que son de grano extremadamente fino, y además plásticas en cierta medida, de manera que
tienen una mejor capacidad a la deformación; y finalmente, las anhidríticas; aquellas calizas
que contienen partículas diseminadas de anhidrita.

Evaporitas: La anhidrita es el mineral más importante como material de taponamiento


también es más abundante que el yeso, la sal y otros precipitados salinos.

http://www.ptolomeo.unam.mx:8080/xmlui/bitstream/handle/132.248.52.100/1107/A5.pdf?
sequence=5

https://www.academia.edu/8330918/Trampas-Geologicas
5. Clasificación de yacimientos (geológica y de acuerdo con el punto de burbuja,
estado de fluidos, etc.)

TRAMPAS GEOLOGICAS

Una trampa petrolífera o trampa de petróleo es una estructura geológica que hace posible la
acumulación y concentración del petróleo, manteniéndolo atrapado y sin posibilidad de
escapar de los poros de una roca permeable subterránea. El petróleo así acumulado
constituye un yacimiento petrolífero y la roca cuyos poros lo contienen se denomina roca
almacén.

TIPOS DE TRAMPAS PETROLIFERAS

Las trampas petrolíferas pueden ser clasificadas de diversos tipos, de acuerdo a diferentes
Autores; pero la clasificación más adecuada para el estudio de éstas, se dividen en 3, las
cuales son: estructurales, estratigráficas y mixtas.

ELEMENTOS DE UNA TRAMPA:

a. Cresta: punto estructural más alto.

b. Punto inferior de cierre o punto derrame.

c. Contacto Agua-Petróleo (CAP) Condiciones Indispensables para la existencia de una


Trampa Petrolífera

d. Roca almacén o reservorio: Roca porosa y permeable en la cual se acumulan los


hidrocarburos, siendo las más comunes areniscas y calizas de arrecifes.

e. Roca sello: Estas rocas presentan una baja permeabilidad impidiendo que se escape el
petróleo y los gases, generalmente son rocas ricas en arcillas, también pueden ser sello:
rocas volcánicas, calizas poco permeables, entre otras.

f. Cierre: Es la distancia vertical entre el punto más alto de la trampa y un cierto nivel, por
debajo del cual migra el petróleo. En general existen dos tipos de cierres: estructurales y
prácticos.

DEFINICIÓN DE YACIMIENTO

Se entiende por yacimiento una unidad geológica de volumen limitado, poroso y permeable
que contiene hidrocarburos en estado líquido y/o gaseoso. Los cinco ingredientes básicos
que deben estar presentes para tener un yacimiento de hidrocarburos son: (1) fuente, (2)
Camino migratorio, (3) Trampa, (4) Almacenaje/porosidad, (5) Transmisibilidad/
Permeabilidad.

5.1 CLASIFICACION DE LOS YACIMIENTOS DE ACUERDO A LAS


TRAMPAS GEOLOGICA

INTRODUCCION.- Geológicamente los yacimientos se clasifican en:

Estratigráficos y sedimentarios

Estructurales

Combinados

1.-YACIMIENTOS ESTRATIGRAFICOS:

Son aquellas en las que los procesos orogénicos están ausentes o tienen muy poca
importancia, aquí el yacimiento se forma por cambios litológicos en las formaciones-
almacén, independientemente de las posibles estructuras producidas por procesos
orogénicos. Se considera dentro de esta categoría las trampas que no aparecen relacionadas
con estructuras claramente definidas, tales como las que se encuentran en flancos de
pliegues, en zonas de plegamiento monoclinal o sub-horizontal, arrecifes, trampas
secundarias, etc.

a. Trampas en lentejones arenosos: son trampas que se forman en masa lenticulares,


más o menos extensas y complejas, de arenas o areniscas, que pasan lateralmente a
margas, arcillas u otras rocas impermeables. Su actuación es semejante a la de una
esponja, que por tener en su interior menos presión que las arcillas circundantes,
más fácilmente compresibles, atraen a los hidrocarburos, que se acumulan allí en
gran cantidad. El origen de estos lentejones puede ser muy variado, habiéndose
formado donde predomine la sedimentación detrítica: relleno de valles fluviales y
canales costeros, barras arenosa de playa, formaciones deltaicas, depósitos de talud
continental y turbiditas formada a gran profundidad.

b. Trampas en discordancias: un tipo de trampas relativamente común se encuentra


asociado a discordancias (es una superficie de erosión que cubre estratos inclinados.
La roca reservorio se encuentra localizada debajo de ella y la roca sello encima),
cuando los niveles almacén, plegados y erosionados, quedan sellados por
formaciones impermeables discordantes. La trampa aparece precisamente bajo la
superficie de discordancia. En este caso, las cualidades del nivel-almacén pueden
quedar mejoradas como consecuencia del efecto de la etapa de erosión
intermedia.

c. Trampas asociadas a erupciones volcánicas: en algunos casos especiales, en ciertas


erupciones volcánicas, al atravesar una serie de estratos han dado origen a trampas
estratigráficas. Estas trampas pueden ser de dos tipos: al atravesar la intrusión
volcánica capas porosas pueden sellarlas, constituyendo una barrera de
permeabilidad. El otro tipo se produce por que los bordes de la intrusión pueden
aparecer alterados, presentando una porosidad secundaria, donde se pueden formar
pequeños yacimientos. Este tipo de yacimiento petrolífero fue el que dio pie a
suponer que el petróleo podría haberse formado por vía inorgánica, mediante
agentes catalíticos que hubiesen liberado carbono e hidrogeno de la roca eruptiva.
De hecho, en esta interpretación el error estaba en suponer que la roca eruptiva
había provocado la formación del petróleo, siendo así que su papel había sido
completamente pasivo, limitándose a sellar las capas sedimentarias en las que luego,
mucho después, se había acumulado el petróleo en esta trampa natural.
2.-YACIMIENTOS ESTRUCTURALES:

Los yacimientos estructurales pueden ser de diferentes tipos como fracturas en rocas calizas
o rocas ígneas, discordancias, fallas, fallamiento en areniscas, sinclinales anticlinales,
domos salinos, etc.

Cuando la causa es tectónica. Puede ser una falla que ponga en contacto una roca
impermeable con otra porosa, produciendo un escalón en donde se acumula el petróleo, o
más frecuentemente por un pliegue anticlinal, que forma un recipiente invertido en el
que queda atrapado el petróleo en su lenta huida hacia la superficie.

a. Trampa Anticlinal: forma de arco y fueron los primeros tipos de trampas


reconocidos. Se forma en áreas de comprensión, pueden tener múltiples zonas de
producción y formar campos gigantes. Se subdividen en: anticlinal cerrado, es
aquel donde el petróleo y el gas quedan atrapados debajo del cierre superior en la
parte alta de tales pliegues, pues alcanza ese punto emigrando hacia arriba por uno
de los dos flancos debido a su flotabilidad inherente. Si continuaran hacia abajo por
el otro lado, se moverían en la dirección de mayor presión, lo cual no es posible.
Y anticlinal buzante, está superpuesto en el flanco e un monoclinal mucho mayor,
con su eje normal al rumbo regional. Los cuales son de la máxima importancia en
las trampas por fallas y en las acumulaciones en trampas de combinación.

b. Trampas por fallas: las fuerzas que crean los pliegues, rompe también las rocas;
las fallas normales son el resultado de movimientos verticales y tensión horizontal,
mientras que las fallas inversas son el producto de fuerzas laterales e compresión. Las fallas
tienen diversas funciones en la acumulación del petróleo; por ejemplo, una fosa tectónica
puede producir una sección sedimentaria lo suficientemente potente para la acumulación
del petróleo en un área donde la sección normal es demasiado delgada; las fallas por
empuje, pueden producir anticlinales en el manto de corrimiento o pueden sellarlas posibles
trampas del bloque inferior. En algunas áreas, los planos de las fallas funcionan como
canales para la emigración vertical o transversal del petróleo y agua. Normalmente son
esenciales las siguientes condiciones para la formación de una trampa en una falla,
suponiendo la presencia de cierres paralelos por encima y debajo de la roca almacén:

1) La capa almacén cortada por la falla debe estar cerrada por sal banda o el
desplazamiento de la falla debe enfrentarla a través del plano de la falla con una roca
impermeable.
2) La zona de la falla debe ser impermeable en las cercanías de la roca almacén.
3) La falla debe o bien cortar un anticlinal buzante para que el agua marginal encierre
en un semicírculo la acumulación de hidrocarburos desde un punto de la falla a otro punto
de la misma falla, o la trampa debe estar cerrada lateralmente por fallas perpendiculares o
por desaparición de la permeabilidad.
Búsques de trampas en fallas: Es tan difícil como la búsqueda de la proverbial aguja; ya que
son muchos factores los que intervienen entre ellos: rumbo, buzamiento y posición de la
falla y la estructura detallada de las capas sedimentarias. Lamentablemente, las fallas suelen
cambiar de buzamiento con la profundidad (usualmente disminuyendo).

c. Trampas que combinan anticlinales y fallas: este es el caso más frecuente en la práctica,
pues normalmente no se encuentra anticlinales totalmente desprovisto de fallas, sino que lo
más corriente es que en una región plegada estén combinados ambos, apareciendo la
mayoría de los anticlinales afectados por una o varias fallas. Estas fallas que pueden ser
longitudinales, transversales u oblicuas, tiende a compartimentar los anticlinales en
distintos bloques, complicando tanto la forma del yacimiento como su interpretación y
explotación.
Anticlinal Discordancia Falla Domo salino

2.1 YACIMENTOS POR TIPO DE FALLA.- Las fallas son fracturas de las capas de
rocas, a lo largo de las cuales ha habido un desplazamiento de los bloques fracturados.

La línea o traza de la falla es la intersección del plano de falla con la superficie del terreno.

El estudio y determinación de la posición de las fallas es muy importante en la geología del


subsuelo o del petróleo, porque ellas pueden servir de trampas a la acumulación de
hidrocarburos.

2.2 Reconocimiento de fallas.- en el subsuelo, las fallas pueden ser reconocidas según las
siguientes condiciones:

• En los perfiles o registros: las fallas pueden ser reconocidas según las siguientes
condiciones:

a) Omisión o falta de sección en un pozo.

• En los mapas: en escala regional, la presencia de algunas anomalías en los


contornos estructurales pueden indicar fallas. Entre las principales anomalías tenemos:

b) Curvas anormalmente separadas con respecto al resto de las curvas.

c) Curvas normalmente unidas.

d) Repetición de una curva o secuencia de estratos.


2.3 TIPOS DE FALLA

Los tipos de fallas que clasifican a los yacimientos son:

Falla normal
Falla inversa
Falla por corrimiento
Falla por movimiento lateral
Falla por movimiento vertical
Falla por movimiento oblicuo
Falla de rotación simple
Falla en pivote
Falla horst
Falla graben
Falla en escalón
3.- YACIMIENTOS COMBINADOS O MIXTAS

En este tipo de trampas el yacimiento se ha originado por la acción conjunta de fenómenos


tectónicos y sedimentarios. Aunque en ese tipo de yacimientos se pueden incluir muchas
trampas de las que hemos considerado como estratigráficas, cuando los cambios litológicos
han sido producidos por fenómenos tectónicos, las trampas que mejor se adaptan a este tipo
son las asociadas a los domos y diapiros de sal.

a. Domos de Sal supra-yaciendo (Domos y Fallas): El levantamiento de un domo


salino, puede llegar a levantar la cubierta sedimentaria que lo supra-yace formando
trampas; la cubierta sedimentaria puede ser cortada por fallas normales y formarse así
trampas por fallas.

b. Domos de Sal Roca Techo (Caprock): La sal es inicialmente halita la cual se


disuelve a medida que el domo se va levantando dejando residuos insolubles, formando se
así una roca de techo de varios cientos de pies de espesor, las fracturas y cavidades por
disolución hacen a la roca de techo una buena roca reservorio.

c. Domos de Sal Trampas en Flanco: A lo largo de los flancos de los domos salinos,
se forman trampas en las rocas reservorios cortadas por la inyección del domo, estas
trampas tienden a presentar zonas de pay gruesas.
4.- OTROS TIPOS DE TRAMPAS

a. Trampas en ruta: serian puntos concretos donde de modo temporal se producirían


condiciones de energía potencial mínima y donde la ruta de migración del petróleo, se ve
obstaculizada.

b. Trampas hidrodinámicas: las cuales son originadas por el flujo de agua a través del
almacén o del carrierbed, son importantes sólo en las cuencas de tipo foreland.

c. Trampas secundarias: en donde la roca almacén, inicialmente impermeable, adquiere


características de porosidad y permeabilidad de procesos posteriores. A esta categoría se
refieren las trampas en calizas y cuarcitas fracturadas, relacionadas con zonas de fallas; las
trampas por cambios mineralógicos, como las dolomitizaciones de calizas, que dan lugar a
una porosidad adicional: las trampas por disolución, como los procesos relacionados con
los fenómenos cársticos, etc.

d. Trampa de rocas bituminosas: a veces la concentración es tan alta que los gases
comprimen con fuerza, y sumado esto a la compresión por las fuerzas tectónicas provoca
que las capas superior e inferior de margas arcillosas terminen por empaparse de petróleo a
pesar de su resistencia a la permeabilidad, transformándose en lo que se denomina rocas
bituminosas o esquistos bituminosos (son rocas metamórficas arcillosas, generalmente
negruzcas, que contienen materiales inorgánicos y orgánicos, procedentes de la fauna y la
flora acuáticas, en lenguaje coloquial serían rocas empapadas de petróleo). Este material es
transformado diagénicamente en medio reductor y da lugar a materia orgánica compleja
con un elevado peso molecular.
Bibliografía. ##############

5.2 Clasificación de Acuerdo al Punto de Burbuja

Primeramente tomaremos en cuenta algunas definiciones que nos van a ayudar a


comprender mejor el conocimiento de los yacimientos.

De manera general los fluidos están clasificados como gases y líquidos. Un fluido puede
existir como gas, líquido, dependiendo de la presión y temperatura a la cual el fluido está
sometido.

Vapor es cualquier sustancia que existe en estado gaseoso durante condiciones normales o
standard. En cuanto a hidrocarburo se refiere es conveniente pensar que gas y vapor son
sinónimos.
Un sistema de hidrocarburos puede ser homogéneo o heterogéneo. Un sistema homogéneo
es aquel que tiene las mismas propiedades químicas y físicas a lo largo de su extensión, y
un sistema heterogéneo es todo lo contrario, es decir, no mantiene las mismas propiedades
químicas y físicas, y además está compuesto por partes, o por fases, diferenciándose entre
ellas por sus propiedades. Una fase es homogénea y está separada del resto de las fases por
distintos bordes.

La dispersión de una fase respecto al sistema heterégoneo es inmaterial, es decir, no


necesariamente tiene que ser continua. Un sistema heterogéneo por ejemplo podría consistir
de agua, hielo, y vapor de agua.

Las siguientes definiciones son importantes para poder comprender las propiedades de los
fluidos:

• Presión: Es la fuerza por unidad de área ejercida por las moléculas alrededor de los
materiales

• Temperatura: Es una medida de la energía cinética de las moléculas

• Fase: Es cualquier parte homogénea de un sistema que físicamente distinta a las otras
partes.

• Componente: La cantidad de elementos independientes que constituyen un sistema. Por


ejemplo el gas natural, puede consistir de metano, etano, o cualquier otra combinación
química, y cada uno de ellos son componentes.

• Propiedades Intensivas: Son aquellas propiedades independientes de la cantidad de


materiales bajo consideración.

• Propiedades Extensivas: Son aquellas propiedades directamente proporcionales a la


cantidad de materiales bajo consideración.

• Punto Crítico de un sistema de una sola fase: El más alto valor de presión y de
temperatura a la cual dos fases de un fluido pueden coexistir.

• Punto Crítico de un sistema multifásico: Es el valor de presión y temperatura donde las


propiedades intensivas del gas y del líquido son continuas e idénticas.

• Temperatura Crítica: Temperatura en el punto crítico.


• Presión Crítica: Presión en el punto crítico.

• Presión de Saturación: Presión a la cual el petróleo ha admitido todo el gas posible en


solución.

• Punto de Burbujeo: Es el punto donde a una determinada presión y temperatura se forma


la primera burbuja de gas del líquido en una región de dos fases.

• Punto de Rocío: Es el punto donde a una determinada presión y temperatura se forma


líquido del gas en una región de dos fases.

• Región de Dos Fases: Es la región limitada por el punto de burbujeo y el punto de rocío.

• Cricondentérmico: La más alta temperatura a la cual el líquido y el vapor pueden


coexistir en equilibrio.

• Cricondenbárico: La mayor presión a la cual el líquido y el vapor pueden coexistir en


equilibrio.

• Retrógrado: Cualquier región donde la condensación o vaporización ocurre de forma


contraria al comportamiento normal.

• Condensación Retrograda: Cuando el líquido se condensa bien sea disminuyendo la


presión a temperatura constante, o incrementando la temperatura a presión constante.

• GOR: Relación gas/petróleo.


Fig. Sistema multicomponente

(Halliburton, Recopilación técnica, Ingeniería de yacimientos).

1. Sub-saturados. Yacimientos cuya presión inicial es mayor que la presión en el punto de


burbuja. El lector debería referirse al punto A de la Fig. 1.9. Inicialmente solo se presenta la
fase líquida. Las burbujas de gas se desprenden del crudo una vez el punto de burbuja se
alcanza. Eventualmente, el gas librado empieza se aglutina hasta tener condiciones de flujo
hacia al pozo en cantidades cada vez incrementales. Contrariamente, el flujo de crudo
decrementa gradualmente y en la etapa de depleción permanece mucho crudo en el
yacimiento 2,3.

2. Saturados. Yacimientos cuya presión inicial es menor o igual que la presión en el punto
de burbuja. Ver punto B y C de la Fig. 1.2.a. Este yacimiento bifásico consiste de una zona
gaseosa suprayaciendo una zona líquida. Puesto que la composición del gas y el crudo son
completamente diferentes, estas pueden representarse por diagramas de fases individuales
que tienen poca relación entre ellas o en composición. La zona líquida está en su punto de
burbuja y será producida como un yacimiento subsaturado modificado con la presencia de
la capa de gas. La capa de gas está en el punto de rocío y podría ser retrógrada o no
retrógrada (yacimiento de gas). Ver Fig. 1.2.b y 1.2.c.
Fig. 1.2.a. Clasificación de los Yacimientos de acuerdo al punto de burbuja.

Fig. 1.2.b. Diagrama de fases de la capa de gas y la zona de crudo mostrando capa de gas

retrógrada2.
Fig. 1.2.c. Diagrama de fases de la capa de gas y la zona de crudo mostrando capa de gas
no retrógrada2.

(Freddy H. Escobar, 2004)

5.3 Clasificación de Acuerdo al Estado de los Fluidos

1. Petróleo negro. Consiste de una amplia variedad de especies químicas que incluyen
moléculas grandes, pesadas y no volátiles. El punto crítico está localizado hacia la
pendiente de la curva. Las líneas (iso-volumétricas o de calidad) están uniformemente
espaciadas y tienen un rango de temperatura amplio. Los primeros crudos de este tipo
fueron de color negro, de allí su nombre. También se le llama crudo de bajo encogimiento o
crudo ordinario. Estos crudos tienen GOR ≤ 1000 pcs/STB, el cual se incrementa por
debajo del punto de burbuja. Bo ≤ 2 y API ≤ 45 y el contenido de C7+ mayor o igual a 30
%, ver Fig. 1.3.c. Las temperaturas del yacimiento son menores de 250 °F. La gravedad
decrece lentamente con el tiempo hasta bien avanzada la vida del yacimiento donde vuelve
a incrementarse ligeramente. Este crudo es normalmente negro (compuestos pesados)
aunque pude ser marrón o verduzco. (Figs. 1.3.a, 1.3.b, 1.3.c y 1.7.b)5.

2. Petróleo volátil. El rango de temperatura es más pequeño que en petróleo negro. La


temperatura crítica (Tcr) es también menor que en crudos negros y está cerca de la
temperatura del yacimiento, TR (Tcr > TR). Las líneas de calidad no están igualmente
espaciadas y están desplazadas hacia arriba hacia el punto de burbuja. Una pequeña
reducción en presión por debajo del punto de burbuja causa una liberación enorme de gas.

Hasta un 50 % de estos crudos puede convertirse en gas en el yacimiento cuando la presión


cae unos cientos psi debajo del punto de burbuja. Estos también se llaman crudos de alta
encogimiento o crudos cercanos al punto crítico. La Ecuación de Balance de Materia
(EBM) de petróleo negro no trabaja en estos casos. El punto de división entre crudo volátil
y negro es arbitrario, pero se toma como referencia la tolerancia de la EBM. Bo > 2, 1000 <

GOR < 8000 scf/STB (Ver. Fig. 1.4.c), 45 < API < 60, C7+ mayor o igual a 12.5 %, la
temperatura del yacimiento ligeramente menor que la crítica y el gas liberado puede ser del
tipo gas condensado. El GOR y La API se incrementan con la producción a medida que la
presión cae por debajo de la presión del punto de burbuja. El color es usualmente café claro
a verde). Ver Figs. 1.4.a y 1.4.b2,5.

Fig. 1.3.a. Diagrama de fases para el petróleo negro5.

Fig. 1.3.b. Diagrama de fases para el petróleo negro5.


1.3.c. Variación en el porcentaje de C7+ de acuerdo a la relación gas petróleo inicial.

Fig. 1.4.a. Diagrama de fases para el petróleo volátil5.


Fig. 1.4.b. Diagrama de fases para el petróleo volátil.

Fig. 1.4.c. Producción de crudo volátil y GOR en un pozo colombiano.

(Freddy H. Escobar, 2004)

Yacimientos de Gas (Gas Reservoirs)


Los gases naturales consisten generalmente de 60% a 80% de metano, y el resto
principalmente compuesto de hidrocarburos gaseosos como el etano, propano, butano, y
pentano. Lo menos que un gas natural puede contener de metano es el 7%. Cuando el
nitrógeno, el dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno, y helio estan presentes en pequeñas
cantidades son consideradas impurezas, sin embargo cuando hay cantidades suficientes
pueden ser usadas de forma comercial. Los hidrocarburos que estan en condición de vapor
en el yacimiento están clasificados como gas, y se subdividen en tres clasificaciones: gas
condensado, gas mojado o gas seco.

(Halliburton, Recopilación técnica, Ingeniería de yacimientos).

3. Gas condensado (retrógrados). El diagrama de fases es menor que el de los aceites


negros y el punto crítico está bien por debajo y a la izquierda de la envolvente. Esto es el
resultado de gases retrógrados conteniendo muy pocos hidrocarburos pesados que los
crudos. La (Tcr < TR) y el punto cricondentérmico es mayor que TR. A medida que la
presión cae, el líquido, normalmente claro, se condensa y se forma líquido en el yacimiento,
el cual normalmente no fluye y no puede producirse. C7+ menor o igual a 12.5 % (ver Fig.
1.5.c). 70000 < GOR < 100000 pcs/STB (Fig. 1.5.b) y se incrementa a medida que la
producción toma lugar. API > 60 y se incrementa a medida que la presión cae por debajo de
la presión de rocío. El líquido es ligeramente colorado, marrón, anaranjado, verduzco o
transparente. También se les llama condensados. Ver Fig. 1.5.a.

Fig. 1.5.a. Diagrama de fases para el gas retrógrado5.


Fig. 1.5.b. Producción de condensado y GOR en un pozo colombiano

1.5.c. Variación en el porcentaje de C7+ de acuerdo a la relación gas petróleo inicial

(Condensados)

(Freddy H. Escobar, 2004).

4. Gas húmedo. Todo el diagrama de fases de la mezcla de hidrocarburos con moléculas


predominantemente pequeñas yacen debajo de la temperatura del yacimiento. La línea de
presión no entra la envolvente y por tanto no se forma líquido en el yacimiento, pero si en
superficie (dos fases). La gravedad, mayor de 60 API, de los líquidos es similar a la de los
gases retrógrados. La gravedad se mantiene constante y el color de los líquidos es
transparente. GOR > 15000 pcs/STB y permanece constante durante toda la vida del
yacimiento. Se producen menos de 60 STB crudo por cada millón de pies cúbicos normales
de gas. Ver Fig. 1.6.a y 1.6.b.

Fig. 1.6.a. Diagrama de fases para el gas húmedo5

1.6.b. Variación en el porcentaje de C7+ de acuerdo a la relación gas petróleo inicial (gas
húmedo)
Fig. 1.7.a. Diagrama de fases para el gas seco5

(Freddy H. Escobar, 2004)

5. Gas seco. Está formado principalmente por metano y algunos intermedios. El diagrama
de fases muestra una mezcla de hidrocarburos gaseosa tanto en superficie como en el
yacimiento. No hay presencia de líquidos ni en yacimiento ni superficie. Sin embargo, a
temperaturas criogénicas, menores de 50 °F, se puede obtener fluidos de estos gases. La
EBM puede aplicarse tanto a gas como gases húmedos para determinar gas original in-situ
y predecir reservas de gas. Ver Fig. 1.7.a.

6. Asfalténicos. En estos yacimientos, las condiciones iniciales del yacimiento están muy
por encima y a la izquierda del punto crítico. El rango de temperatura es bastante amplio.

Estos no se vaporizan ni tiene punto crítico. Ver Fig. 1.7.b.

Cuando la presión del yacimiento localiza a éste en la zona de una sola fase, normalmente
la composición se mantiene constante. Sin embargo, cuando la presión localiza al
yacimiento por debajo de la envolvente, el gas puede producirse más fácilmente y la
relación gas-petróleo no se mantiene causando un consecuente cambio del punto de burbuja
y un desplazamiento del diagrama de fases. Caso típico ocurre en un yacimiento de
condensado retrógrado. Al pasar por el punto de rocío la condensación toma lugar y el
líquido queda atrapado dentro de los poros de la roca, luego el producto en superficie tendrá
menos contenido líquido y como consecuencia se incrementa el GOR. Una vez el punto de
rocío se alcanza, la composición del fluido cambia y la envolvente se desplaza a la derecha
lo que agrava la pérdida de líquido en los poros.
Las Figs. 1.7.b, 1.7.c, 1.8 y 1.9 también ilustran la caracterización de los fluidos del
yacimiento.

Fig. 1.7.b. Clasificación de los yacimientos de acuerdo al estado de los fluidos

Fig. 1.7.c. Comportamiento de fases de diferentes mezclas con diferentes proporciones de


los mismos hidrocarburos.
Fig. 1.8. Variación en el porcentaje de C7+ de acuerdo a la relación gas petróleo inicial
(todos los fluidos)

Fig. 1.9. Comportamiento del GOR y la gravedad API a través del tiempo

(Freddy H. Escobar, 2004)

1.4.4. Clasificación de Acuerdo al Mecanismo de Producción

La producción inicial de hidrocarburos está acompañada por el uso de la energía natural de


este y normalmente se conoce como producción primaria. El petróleo y el gas son
desplazados hacia los pozos productores bajo producción primaria mediante a) expansión
de fluido, b) desplazamiento de fluidos, c) drenaje gravitacional y d) expulsión capilar.

Cuando no existe ni acuífero ni inyección de fluidos, el recobro de hidrocarburos se debe


principalmente a la expansión del fluido, sin embargo en crudo, este podría producirse
mediante drenaje gravitacional. El uso de gas natural o inyección de agua es llamado
producción secundaria y su principal propósito es mantener la presión del yacimiento
(adición de energía), de modo que el término mantenimiento de presión normalmente se usa
para describir procesos de recobro secundario. Cuando el agua procede de un acuífero o
es inyectada en los pozos, el recobro es acompañado por un mecanismo de desplazamiento,
el cual puede ser ayudado por drenaje gravitacional o expulsión capilar. El gas se inyecta
como fluido de desplazamiento para ayudar al recobro de crudo y también como gas cíclico
para recuperar condensados. Dicha inyección normalmente modifica la presión de rocío y
por lo tanto desplaza el diagrama de fases.

Existen otros procesos de desplazamiento llamado recuperación terciaria y mejor referida


como recobro realzado (Enhanced Oil Recovery, EOR) los cuales se desarrollaron para
cuando los procesos secundarios resultan inefectivos. Adicional a la adición de energía al
yacimiento, este proceso considera cambios en las propiedades de la roca (como la
mojabilidad) o del fluido (como la viscosidad o la tensión interfacial). Sin embargo, el
mismo proceso se considera para casos donde el recobro primario no se utilizó por bajo
potencial de recobro. En este caso el término terciario está mal empleado. En algunos
yacimientos es ventajoso iniciar un proceso secundario o terciario antes de terminar la
producción primaria. En estos casos el término recobro mejorado (improved oil recovery,
IOR) se ha convertido en popular y algunos consideran que la diferencia entre EOR e IOR
es que esta última involucra un proceso de reingeniería y caracterización del yacimiento2.

En muchos yacimientos pudieren simultáneamente operar varios mecanismos de


producción, pero generalmente predomina uno o dos. Durante la vida del yacimiento la
predominancia puede cambiar de un mecanismo a otro ya sea natural o artificialmente. Por
ejemplo, un yacimiento volumétrico podría producir inicialmente por expansión de fluidos,
cuando este se ha depletado lo suficiente la producción hacia los pozos podría deberse a
drenaje gravitacional ayudado por un mecanismo de bombeo. Más tarde, un proceso de
inyección de agua puede usarse para adicionar mayor empuje a los hidrocarburos. En este
caso el ciclo de los mecanismos es expansión-gravitacional y desplazamiento de drenaje.

En general la producción de los yacimientos se debe a los siguientes mecanismos:

1. Hidráulico, cuando se presenta agua proveniente de un acuífero adyacente.


2. Gas en Solución (línea B-C en Fig. 1.2.a). Los fluidos gaseosos ayudan a producir la fase
líquida cuando el gas intenta liberarse del seno del crudo.
3. Capa de gas (No hay distribución uniforme de los fluidos)
4. Expansión líquida y de roca (hasta el punto de burbuja) Línea A-B en Fig. 1.2.a.
5. Gravedad o segregación gravitacional, el cual es común en yacimientos con espesor
considerable y que tienen buena comunicación vertical o en yacimientos que tienen alto
buzamiento pues permiten la migración del gas a la parte superior de la estructura.
6. Combinado
7. En yacimientos gasíferos se tiene depleción o expansión gaseosa (línea D-E-F en Fig.
1.2.a).
1.4.5 Clasificación de Acuerdo a Variaciones del Volumen Originalmente Disponible a
Hidrocarburos

1. Volumétricos, cuando no existe un acuífero adyacente al yacimiento (yacimiento


cerrado).

2. No volumétricos. El volumen disponible a hidrocarburos se reduce por la intrusión de


agua procedente de un acuífero aledaño.

Tabla 1.1. Características de los diferentes mecanismos de producción

Fig. 1.10. Influencia de los mecanismos de producción en el recobro de petróleo.

Freddy H. Escobar, 2004, Fundamentos de Ingeniería de Yacimientos.


6. Regiones y Activos Petroleros en México (regiones norte, sur suroeste y noreste)

Provincias petroleras de México

Provincia de Sabinas – Burro Picachos

La Cuenca de Sabinas y la parte adyacente del paleo‐elemento denominado Península de


Tamaulipas, en las que se ha establecido producción principalmente de gas seco, se
localizan en la porción noreste del país y cubren partes de los estados de Coahuila y Nuevo
León (Figura 12). Desde el punto de vista tectónico, la Cuenca de Sabinas se ha
interpretado como un rift abortado o aulacógeno asociado a la apertura del Golfo de
México.

Distribución campos en la provincia de Sabinas‐Burro Picachos y sección estructural de la


parte central de la Cuenca de Sabinas (Pola et al., 2007).
Las rocas generadoras principales corresponden a las facies arcillo‐carbonosas de los
miembros inferior y superior de la Formación La Casita, en tanto que las facies arcillo‐
calcáreas de la Formación La Peña del Aptiano y las facies calcáreo‐carbonosas de la Eagle
Ford de edad Turoniano‐Cenomaniano han contribuido en menor porcentaje a la generación
de hidrocarburos (Cuevas, 1984; González y Holguín, 1992; Zea et al., 1994; Román y
Holguín, 2001; Rodríguez et al., 2007).

Adicionalmente, existen capas de carbón depositadas en facies fluvio‐deltáicas de las


formaciones San Miguel, Olmos y Escondido del Cretácico Superior con un importante
potencial minero para la producción de metano asociado a carbón (Eguiluz, 2001; Eguiluz y
Amezcua, 2003; Gentzis et al., 2006).

El play principal corresponde a calizas y dolomías del Cretácico La Virgen, donde las
trampas son de tipo estructural, en pliegues laramídicos de edad Paleoceno‐Eoceno,
sellados por secuencias de anhidrita. Los hidrocarburos también se encuentran alojados en
calizas dolomitizadas y dolomías del play Cretácico Padilla y en las areniscas calcáreas
fracturadas de los plays La Casita (Kimmeridgiano ‐ Tithoniano) y La Gloria (Oxfordiano‐
Kimmeridgiano), presentando el mismo estilo de entrampamiento que el play La Virgen.
En estos plays se presentan trampas con componente estratigráfico por cambio de facies o
acuñamiento. Tanto la porosidad primaria como la permeabilidad en los yacimientos de
esta provincia son de muy baja magnitud, obteniéndose de la porosidad secundaria y la
permeabilidad inducida por el fracturamiento natural altas productividades iniciales pero
rápida declinación (Guzmán, 1999; Eguiluz, 2001).

La generación de aceite de las rocas jurásicas se produjo durante el Cretácico, cuando


todavía no estaban formadas las trampas Laramídicas, mientras que la generación de gas
ocurrió principalmente en el Paleógeno y continúa en menor proporción hasta la fecha
(Rodríguez et al., 2007), lo que explica la predominancia de gas seco en los yacimientos.

Esta cuenca llegó a producir 158 millones de pies cúbicos por día (MMpcd) de gas en 1979
(Figura 13), teniendo a la fecha una producción acumulada de 440 mil millones de pies
cúbicos de gas provenientes de 23 campos, de los cuales los más importantes son
Monclova‐Buena Suerte, Merced, Pirineo, Forastero, Lampazos y Minero. Esta provincia
contiene reservas remanentes por más de 280 miles de millones de pies cúbicos (MMMpc)
de gas y recursos prospectivos por 1.2 millones de millones de pies cúbicos (MMMMpc) de
gas.

Cuenca de Burgos

La Cuenca de Burgos, considerada como la principal provincia productora de gas no


asociado en el país, se localiza en el noreste de México, abarcando principalmente el estado
de Tamaulipas, el extremo oriental de Nuevo León y se extiende costa afuera hacia
plataforma continental (Figura 14).
En su etapa temprana, la Cuenca de Burgos formó parte de una antefosa o cuenca de
antepaís ubicada delante del frente del cinturón plegado laramídico de la Sierra Madre
Oriental que afectó del Paleoceno al Eoceno medio sobre todo la parte sur y occidental de
esta cuenca. Sin embargo, la mayor parte del relleno sedimentario de la cuenca representa
depósitos de la parte norte de la margen pasiva del Golfo de México.

Las rocas generadoras principales corresponden a calizas arcillo‐carbonosas y lutitas


calcáreocarbonosas de la Formación Pimienta del Jurásico Superior con materia orgánica
tipo II, lutitas y limolitas arenosas de las formaciones Midway y Wilcox del Paleoceno‐
Eoceno con materia orgánica tipo III y facies arcillosas de la Formación Vicksburg del
Oligoceno con materia orgánica tipo III y cantidades subordinadas de tipo II (González y
Holguín, 1992; Rodríguez et al., 2008).

A A´

Figura 14. Distribución de campos y columna estratigráfica en la que se indican los principales intervalos
almacenadores. El mapa y la sección muestran la distribución de los principales sistemas sedimentarios.
En la Cuenca de Burgos los plays más importantes son Wilcox, Vicksburg y Frío, cuyas
rocas almacén están conformadas por areniscas de ambientes marinos marginales
(desarrollo de barras y deltas) que se encuentran implicadas en trampas estructurales y
combinadas asociadas al fallamiento lístrico. El resto de los plays establecidos en esta
provincia son Midway, Reklaw, Queen City, Cook Mountain, Yegua, Jackson y Anáhuac.
Ocasionalmente el entrampamiento es de tipo estratigráfico en forma de acuñamientos y
cambios de facies, particularmente en areniscas del Paleoceno. Las rocas sello están
representadas por paquetes de facies arcillosas que sobreyacen de manera alternante y
cíclica a las facies arenosas. Por lo que respecta a la extensión costa afuera de esta
provincia, con una exploración incipiente, contiene una importante proporción de los
recursos prospectivos de esta provincia.

El gas es predominantemente termogénico. Las rocas de Jurásico Superior iniciaron el


proceso de generación de hidrocarburos a partir de finales del Cretácico y continúan activas
hacia el poniente de la cuenca. Las rocas de la Formación Midway entraron en la ventana
de generación de gas en el Eoceno temprano, las de la Formación Wilcox lo hicieron en el
Eoceno tardío y las de Vicksburg alcanzaron su madurez en el Mioceno temprano
continuando en ella hasta la actualidad (Román y Holguín, 2001; Rodríguez et al., 2008).

La producción en la Cuenca de Burgos inició en 1945 con el descubrimiento del campo


Misión y se incrementó a partir de 1956, principalmente debido al desarrollo del campo
Reynosa, hasta alcanzar 620 millones de pies cúbicos diarios en 1970 (Figura 15). Tras un
período de escasa inversión, las actividades de exploración y producción se reiniciaron a
finales de la década de los 90, contribuyendo a reactivar la producción de 200 millones de
pies cúbicos diarios a más de 1,000 millones de pies cúbicos diarios. Este vuelco en la
producción se convirtió en un ejemplo reconocido de revitalización de cuencas a nivel
internacional. A partir de 2004 la cuenca produce más de 1,300 MMpcd y ha acumulado
más de 10 MMMMpc de gas. Se tienen un total de 237 campos de los cuales los más
importantes son Reynosa, Monterrey, Cuitlahuac, Arcabuz, Culebra, Arcos, Pandura,
Corindón, Fundador y Enlace entre otros. Las reservas remanentes y recursos prospectivos
de gas de la cuenca son de 4.5 y 12 MMMMpc de gas respectivamente.
Cuenca Tampico-Misantla

La Cuenca Tampico‐Misantla, productora principalmente de aceite, se ubica en el oriente


de México y comprende desde el extremo sur del estado de Tamaulipas hasta la parte
central del estado de Veracruz, abarcando porciones de Hidalgo, oriente de San Luís Potosí,
norte de Puebla y un segmento de la plataforma continental del Golfo de México hasta la
isobata de 500 m (Figura 16).
La provincia Tampico‐Misantla estuvo influenciada por el inicio de la apertura del Golfo de
México desde fines del Triásico hasta el Jurásico Medio, lo que generó depo-centros
dominados por grabens y medios grabens asociados al proceso de rifting. A partir del
Jurásico Tardío se estableció un régimen tectónico de margen pasiva que continuó hasta el
Cretácico Tardío. Posteriormente, como resultado de la formación del cinturón de pliegues
y cabalgaduras de la Sierra Madre Oriental durante el Paleoceno y Eoceno se desarrolló la
antefosa de Chicontepec, la cual estaba parcialmente limitada al este por la Plataforma de
Tuxpan. Tras el cese de la deformación laramídica, la antefosa se colmató y la provincia
pasó a un nuevo dominio de margen pasiva en el que el paquete sedimentario depositado
sobre la margen continental fue afectado por subsidencia y basculamiento hacia el oriente,
debido al colapso o subsidencia térmica del depocentro del Golfo de México (Figura 16).

Las principales rocas generadoras de esta provincia son del Jurásico y corresponden a la
Formación Santiago del Oxfordiano, a la Formación Tamán del Kimmeridgiano y
principalmente a las rocas arcillosas de la Formación Pimienta del Tithoniano, las cuales se
encuentran actualmente en el pico de generación de aceite (González y Holguín, 1992;
Román y Holguín, 2001). Adicionalmente, en la porción centro occidental de esta provincia
se presentan lutitas carbonosas de la Formación Huayacocotla con materia orgánica
precursora de gas y condensado de submadura a sobremadura (Román et al., 1999).

Actualmente el play con mayores reservas lo constituye el conjunto de areniscas


turbidíticas del Paleocañón Chicontepec, las cuales se encuentran constituyendo trampas
principalmente estratigráficas. En términos de producción acumulada, el play Tamabra es el
más importante de esta provincia y está constituido por brechas carbonatadas de pie de
talud, Las trampas en este play son combinadas con sello lateral por el cambio a facies
compactas de la Formación Tamaulipas Superior.

Otros plays de importancia en la Cuenca Tampico‐Misantla son: Play El Abra constituido


por carbonatos de plataforma con alta karstificación conformando trampas estratigráficas
por paleorelieve depositacional; el play San Andrés consistente en calizas oolíticas de borde
de plataforma que conforman trampas estratigráficas y combinadas; y el play Tamaulipas
Inferior, compuesto por carbonatos de cuenca fracturados dispuestos en trampas
estructurales, y el play San Felipe – Agua Nueva, formado por calizas de cuenca
naturalmente fracturadas, dispuestas en trampas estructurales. Adicionalmente, en la
extensión marina de esta provincia se tienen plays en areniscas terciarias y en carbonatos
mesozoicos que contienen actualmente la proporción mayor de los recursos prospectivos de
esta provincia.

La producción acumulada de esta provincia asciende a más de 5,500 millones de barriles de


aceite (MMb) y 7.5 MMMMpc de gas. Entre los campos más importantes se encuentran
Poza Rica, Tres Hermanos, Tamaulipas‐Constituciones, Arenque, San Andrés, Cerro Azul,
Santa Águeda, Atún y Bagre.

En la década de 1920, durante el primer boom de la producción petrolera de México, esta


provincia llegó a producir más de 500 mil barriles por día (Figura 17). Las reservas
remanentes y los recursos prospectivos de esta provincia ascienden a 18,875 y 1,700
MMbpce, respectivamente. Las reservas remanentes se localizan principalmente en los
yacimientos de la Formación Chicontepec.

Cuenca de Veracruz

La provincia petrolera de la Cuenca de Veracruz se ubica en el oriente de México y está


comprendida principalmente en el estado de Veracruz, extendiéndose hacia la plataforma
continental del Golfo de México (Figura 18). De acuerdo a sus características actuales, la
provincia de Veracruz se puede subdividir en dos sub‐provincias: 1) el Frente Tectónico
Sepultado en el occidente, caracterizado por yacimientos de aceite y gas amargo en calizas
cretácicas plegadas y cabalgadas, y 2) la Cuenca Terciaria de Veracruz que abarca la mayor
parte de esta provincia y que está caracterizada por yacimientos principalmente de gas seco
en rocas siliciclásticas del Mioceno‐Plioceno.

En la Provincia de Veracruz se tienen tres intervalos generadores probados. El Jurásico


Superior contiene predominantemente kerógeno tipo II, con entrada a la ventana de
generación en el Cretácico Tardío‐Paleoceno y con generación principal de gas en el
Eoceno‐Oligoceno, agotándose en el Mioceno. El Cretácico Inferior‐Medio contiene
kerógeno tipo II, encontrándose actualmente dentro de la ventana de generación de aceite y
gas, con entrada a la ventana de aceite en el Paleoceno‐Eoceno, alcanzando la zona de gas
en el Mioceno‐Plioceno. Finalmente las rocas generadoras del Mioceno contienen materia
orgánica inmadura y han generado el gas biogénico que se encuentra almacenado en rocas
del Mioceno superior‐Plioceno inferior. Los hidrocarburos termogénicos migraron hacia las
facies almacenadoras a lo largo de fallas profundas, discordancias y planos de
estratificación, mientras que el gas biogénico ha tenido una migración más localizada
cargando areniscas adyacentes a las rocas generadoras (González y Holguín, 1992; Serrano‐
Bello et al., 1996; Román y Holguín, 2001; Talukdar et al., 2002, 2003; Vázquez y
Morelos, 2002; Vázquez, 2004, 2007).

Los plays principales en esta provincia lo constituyen las areniscas de sistemas turbidíticos
del Mioceno y Plioceno, las cuales se encuentran conformando trampas estratigráficas y
combinadas en estructuras neógenas (Jennette et al., 2003; Arreguín y Weimer, 2004b;
Martínez et al., 2006, 2007).

En la parte correspondiente al frente tectónico sepultado de la sierra Madre Oriental, los


plays establecidos son: El play Orizaba que corresponden a carbonatos de margen de
plataforma y el play San Felipe‐Méndez constituidos por brechas carbonatadas que se
encuentran plegadas conformando trampas estructurales laramídicas.
Los campos de gas más importantes son Playuela, Lizamba, Vistoso, Apértura, Arquimia y
Papán, mientras que los campos de aceite más relevantes son Mata Pionche, Mecayucan,
Angostura, Perdiz y Cópite. La producción máxima histórica de la provincia es de 1010
millones de pies cúbicos diarios (Figura 19). La producción acumulada total a 2008 es de
2.4 MMMMpc de gas y 75.8 millones de barriles de aceite. Las reservas remanentes al 1º
de enero de 2009 son de 1.2 MMMMpc y 28.5 millones de barriles de aceite. Se estima un
recurso prospectivo de 4 MMMMpc de gas.

Cuencas del Sureste

Esta es la provincia productora de aceite más importante del país. Se ubica en el sureste de
México, quedando comprendida en su parte terrestre principalmente en el Estado de
Tabasco, parte norte de Chiapas, occidente de Campeche y el extremo sureste de Veracruz,
extendiéndose hacia la actual plataforma continental de esta región del Golfo de México
(Figura 20).
Con base en origen y características geológicas actuales, la Provincia del Sureste se
subdivide en 3 sub‐provincias cada una con estilos estructurales propios (Figura 20):

1. Cuenca de Macuspana. Esta cuenca se formó a principios del Mioceno medio, por
efectos de transtensión producida a lo largo del límite con la plataforma de Yucatán (Rojas,
2001; Pindell et al., 2002). Se caracteriza por fallas lístricas del Mioceno‐Plioceno
temprano de orientación noreste‐suroeste e inclinación al noroeste con anticlinales de roll‐
over asociados a la evacuación de arcillas del Oligoceno y sal en la porción marina, fallas
lístricas del Plioceno tardío‐Pleistoceno con orientación noreste‐suroeste e inclinación hacia
el sureste y anticlinales alongados y apretados asociados a la inversión de las fallas lístricas
miocénicas durante el Mioceno medio‐tardío y Plio‐Pleistoceno. Los hidrocarburos se
encuentran entrampados principalmente en los anticlinales producidos por la inversión
estructural, rollovers, y en trampas estratigráficas por cambio de facies (Ambrose et al.,
2002, 2003; Meneses et al., 2002; Guzmán y Calderón, 2004; Sánchez, 2006).

2. Pilar Reforma‐Akal. Corresponde a un bloque rocas mesozoicas que se desplazó hacia el


noroeste con la apertura de la Cuenca de Macuspana y que posteriormente fue truncado con
la apertura de la Cuenca de Comalcalco en el Plioceno. Se caracteriza por pliegues y
cabalgaduras de edad miocénica y orientación noroeste‐sureste que afectan rocas
mesozoicas y del Paleógeno, con niveles de despegue en horizontes arcillosos y
evaporíticos del Oxfordiano y Calloviano y vergencia hacia el noreste. Los pliegues están
localmente afectados por almohadillas y diapiros de sal, fallas normales con caída tanto al
este como al oeste y fallas lístricas con inclinación al noroeste y orientación norte‐sur y
noreste‐suroeste del Plioceno.

Los hidrocarburos se encuentran almacenados principalmente en el play brechas del


Cretácico Superior y en play calizas oolíticas del Jurásico Superior. En esta subprovincia
existen también otras facies almacenadoras tales como areniscas de cuarzo y calizas
arcillosas del Jurásico Superior, calizas cretácicas de plataforma fracturadas y calcarenitas
del Eoceno (Ángeles et al., 1994; Aquino et al., 2003; González et al., 2004; Martínez et al.,
2005a; Mitra et al., 2005, 2006).

3. Provincia Salina del Istmo. Esta subprovincia, que incluye la sub‐cuenca de Comalcalco,
se caracteriza por la presencia de sal jurásica que se dispone en forma de diapiros, paredes,
lengüetas y toldos de sal que afectan la columna mesozoica y cenozoica suprayacente y
cuya evacuación dio lugar a la formación de cuencas, tales como la cuenca de Comalcalco,
y minicuencas en las que los sedimentos terciarios conforman sinclinales. Las rocas
mesozoicas y paleógenas presentan pliegues y cabalgaduras con dirección noreste‐suroeste
y vergencia hacia el noroeste mientras que en el Terciario se presentan fallas lístricas con
inclinación al noroeste y fallas lístricas contra‐regionales con inclinación al sureste. Los
plays principales son areniscas deltaicas, barras costeras y turbidíticas del Mioceno y
Plioceno que conforman trampas estructurales, estratigráficas y combinadas asociadas a
estructuras extensionales y deformación salina. Los hidrocarburos se encuentran
principalmente en areniscas del Mioceno y Plioceno en trampas estructurales,
estratigráficas y combinadas asociadas a la tectónica salina (Oviedo, 1998; Gómez, 2003;
Robles et al., 2004; Soto et al., 2004).

En las Cuencas del Sureste se han reconocido cinco horizontes generadores principales. El
de mayor importancia corresponde a calizas arcillosas del Tithoniano, las cuales ha
alimentado a los principales yacimientos de la provincia. Otras rocas generadoras de menor
importancia corresponden a calizas arcillosas de rampa externa y cuenca del Oxfordiano,
calizas arcillosas de cuenca del Cretácico, así como lutitas bentoníticas calcáreas del
Eoceno medio, lutitas del Oligoceno inferior y del Mioceno, éstas últimas de importancia
sólo en aquellas zonas con mayor gradiente geotérmico y mayor sepultamiento como la
Cuenca de Macuspana, en donde además se ha generado gas biogénico y probablemente
por craqueo secundario (González y Holguín, 1992; Caballero et al., 2001; Fuentes et al.,
2001; Guzmán et al., 2001; Prinzhofer y Guzmán, 2001; Sosa y Clara, 2001).

La producción diaria de la Provincia del Sureste ha sido y es la más importante del país,
alcanzando su máximo histórico de más de 4,000 MMbpce por día en el año 2004 (Figura
21), donde más de la mitad provenía del campo supergigante Cantarell. La producción
acumula de la provincia es de 31,229 millones de barriles de aceite y 41.2 MMMMpc de
gas. Las reservas remanentes y recursos prospectivos son de 23,785 y 18,100 MMbpce,
respectivamente.

Golfo de México profundo

Comprende el área con tirantes mayores a 500 m del Golfo de México cubriendo una
superficie de más de 570,000 km2, de los cuales, alrededor de 300,000 se ubican en tirantes
de agua entre 500 y 3000 m. En base a sus características geológicas, el Golfo de México
profundo se ha subdividido en 7 provincias geológicas (Figura 22), la cuales se describen
brevemente a continuación haciéndose énfasis en las más prospectivas.

Provincia Salina del Bravo. Esta provincia ubicada en la porción nororiental del sector
mexicano del Golfo de México, está dominada por la presencia de mantos tabulares de sal,
toldos (canopies) y diapiros, evacuados desde el poniente. En la parte occidental se
presenta una franja caracterizada por la evacuación de la arcilla paleógena a manera de
diapiros y paredes, desarrollando depresiones o minicuencas entre ellos en las que se
depositaron los sedimentos del Neógeno. Interpretaciones de métodos potenciales y análisis
de velocidades de detalle sugieren que estas minicuencas están gobernadas por diapirismo
salino y arcilloso. Se presentan trampas estratigráficas y combinadas: cierres contra falla,
crestales, acuñamientos contra diapiro y estructuras tipo tortuga, este último tipo está
asociado a la distensión y la expulsión de la arcilla.
Cinturón Plegado Perdido. Al oriente de la Provincia Salina del Bravo se formó un cinturón
plegado y fallado originado por emplazamiento de sal y deslizamiento gravitacional sobre
la cima de la sal jurásica, que involucra a la secuencia mesozoica. Las estructuras están
nucleadas por sal, siendo alargadas, muy grandes (de más de 40 km) y apretadas. Este
cinturón subyace a tirantes de agua de entre 2,000 y 3,500 m. El cinturón de pliegues se
extiende hacia la parte estadounidense del Golfo de México, en donde se han realizado
varios descubrimientos entre los que se encuentran Trident, Great White, Tobago, Silvertip
y Tiger (Camerlo y Benson, 2006). La deformación ocurrió principalmente del Oligoceno
tardío al Mioceno. La sección Mesozoico‐Paleoceno se encuentra en la ventana de
generación.

Cordilleras Mexicanas. Echado abajo de una franja distensiva conocida como Cinturón
Extensional Quetzalcoatl y que se extiende desde la parte sur de la Cuenca de Burgos y
costa afuera de Tampico‐Misantla, se formó un amplio cinturón plegado por deslizamiento
gravitacional sobre un plano de despegue inclinado hacia el oriente. Este cinturón plegado
se conoce como Cordilleras Mexicanas y se extiende a lo largo de 500 km y cubre cerca de
70,000 km2 en tirantes de agua de entre 1000 y 3000 m. La superficie de despegue se ubica
dentro del Terciario y da lugar a anticlinales simétricos, con vergencia hacia el centro de la
cuenca y en algunos casos en sentido opuesto, de gran longitud (algunos de hasta 120 km) y
muy estrechos en proporción a su eje. La edad de la deformación es del Mioceno al
Reciente y los pliegues más jóvenes y de mayor amplitud son los que se localizan hacia el
centro de la cuenca. Las rocas almacenadoras esperadas son areniscas turbidíticas
depositadas en aguas profundas como sistemas de nivel bajo (Guzmán, 1999; Salomón‐
Mora et al., 2004; Holguín‐Quiñones et al., 2005).

Salina del Istmo (porción de aguas profundas). Esta provincia es la extensión echado
abajo de la Cuenca Salina del Istmo. Dentro del área, tanto la sección mesozoica como la
terciaria están afectadas por desplazamiento de sal en forma de diapiros, capas
interestratificadas y toldos (canopies) que han creado un gran número de estructuras que
constituyen oportunidades exploratorias. El tipo de hidrocarburos esperados serían
principalmente gas, aceite ligero y pesado, en función de la madurez de las rocas
generadoras, y estarían entrampados en calizas mesozoicas fracturadas y areniscas
turbidíticas terciarias de complejos de canal y abanicos submarinos depositadas sobre
límites de secuencia principalmente como sistemas de nivel bajo cuya distribución estuvo
influenciada por la tectónica salina (Guzmán, 1999; Cruz y Villanueva, 2004; Holguín et
al., 2005).

Cinturón Plegado Catemaco. Como efecto del colapso gravitacional de las cuencas de
Macuspana y Comalcalco durante el Neógeno se formó el Cinturón Plegado Catemaco,
caracterizado por pliegues en rocas primordialmente del Paleógeno tardío y Neógeno con
orientación noreste‐suroeste y vergencia al noreste, algunos de ellos afectados por fallas
inversas y cabalgaduras (Figs. 23 y 27). En esta provincia se tiene la presencia de areniscas
de canales y abanicos submarinos conformando trampas estructurales y combinadas en los
anticlinales y acuñamientos contra estas estructuras. El tipo de hidrocarburo esperado es
gas y aceite ligero (Holguín et al., 2005).

Escarpe de Campeche. Esta provincia está definida por la zona adyacente al abrupto talud
que bordea la provincia de la Plataforma de Yucatán, se caracteriza por ser una franja
angosta que comprende partes del Golfo de México y el Caribe. Está formada por rocas
sedimentarias del Mesozoico y Terciario. La sedimentación es característica de los taludes
submarinos. Se infiere que pueden existir rocas almacenadores carbonatadas conformando
trampas estratigráficas y combinadas, siendo el sello y la madurez de la roca generadora los
principales elementos de riesgo.

Abisal del Golfo de México. Ubicada en el centro de la Cuenca del Golfo de México, en su
mayor parte en tirantes de agua mayores a 3,000 m. Se caracteriza por ser una planicie
formada por rocas sedimentarias del Terciario y del Mesozoico con sutil deformación en
sus bordes. El basamento de la parte central de esta provincia está conformado por corteza
oceánica simática de alta densidad.

En las provincias del Golfo de México profundo, al igual que en zonas circunvecinas, los
estudios realizados a la fecha indican que las rocas generadoras principales corresponden a
calizas arcillosas y lutitas del Tithoniano, las cuales están en condiciones de generar
hidrocarburos gaseosos en la parte centro‐occidental del Golfo, en la parte norte y sureste
están en condiciones de generar hidrocarburos líquidos, mientras que se consideran
inmaduras en una gran área de la porción oriental.

Los campos más importantes descubiertos a la fecha son Nab de aceite pesado y Lakach,
Lalail, Noxal y Leek de gas no asociado. Las reservas 3P de la provincia ascienden a 542
MMbpce (al 1 de enero de 2010), mientras que los recursos prospectivos ascienden a 29.5
MMMbpce.

(Escalera Alcocer, J. A., 2010, Estrategia, logros y desafíos de la exploración Petrolera en


México)

Estudios de Plays y su impacto en la Exploración Petrolera

White y Gehman, 1979 y White, 1980


“A group of reservoirs genetically related by depositional origin, structural style or trap
type, and nature of source rocks or seals”

Play: Conjunto de campos o prospectos genéticamente relacionados, que comparten


características similares de roca almacén, roca generadora, trampa, sello, procesos de carga
de hidrocarburos (generación, expulsión, sincronía, migración, acumulación y
preservación) y tipo de hidrocarburos*; siendo la primera unidad de análisis económico y
que permite con mayor certidumbre evaluar los recursos prospectivos y orientar la
estrategia exploratoria.

*Proced. Admvo. Análisis y Eval. de Plays, STER 2010


Escala de unidades de análisis.
Identificación del play

La definición del play está regida por la presencia y eficiencia de 5 elementos: roca
generadora, roca almacén, roca sello, trampa y procesos de migración y sincronía. La
ausencia ó inadecuada eficiencia de cualquiera de estos, da lugar a la inexistencia del play.

Play Establecido: Play en el que se han descubierto hidrocarburos en uno o más


yacimientos, para los cuales se han estimado Reservas.* Play Hipotético: Play visualizado
por el analista, con base en información geofísica y el conocimiento geológico regional del
área. Es una hipótesis y el concepto de Play no ha sido verificado.*
*Proced. Admvo. Análisis y Eval. de Plays, STER 2010
Roca Generadora calidad y madurez. La roca generadora está constituida por sedimentos
muy finos, depositados en condiciones acuosas (marinas y terrestres) con ausencia de
oxígeno, que favorece la preservación de la materia orgánica.

Riqueza orgánica Sistemas generadores


Roca Almacén distribución y calidad. Una roca almacén es aquella que tiene espacios
porosos entre sus granos o dentro de éstos y que están interconectados permitiendo el
alojamiento de fluidos o gases.

Sección estratigráfica Luna5, Núcleo 2

Modelo Sedimentológico Luna-5, Nucleo-2

Isopacas
Roca Sello distribución y efectividad Los sellos geológicos son rocas de baja
permeabilidad que retienen el flujo de hidrocarburos.

Factores que determinan la efectividad del sello:

- Litología
- Ductilidad
- Espesor
- Continuidad lateral
- Prof. de sepultamiento.
Región Activos Cabecera regional
Región Marina Noreste 1. Cantarell Ciudad del Carmen
2. Ku-Maloob-Zaap
3. Ek-Balam
Región Marina Suroeste 1. Abkatún Ciudad del Carmen
2. Pol-Chuc
3. Litoral Tabasco
Región Sur 1. Muspac Villa Hermosa
2. Samaria-Sitio Grande,
3. Jujo-Tecominoacán,
4. Luna,
5. Chilapilla-José Colomo,
6. Bellota-Chinchorro
7. Cinco Presidentes
Región Norte 1. Burgos Poza Rica
2. Veracruz
3. Poza Rica
4. Altamira

REGIÓN

Ámbito geográfico correspondiente a la división administrativa de Pemex Exploración y


Producción.
ACTIVO

Subdivisión administrativa de cada región. Como resultado de la reestructuración de las


regiones en torno a sus principales activos, en 1998 se tiene una división con diecisiete
activos (DGEI-183-04 Estudio-1079-PEMEX Exploración y Producción).

7. Yacimientos de Carbón (origen, composición, petrografía y ubicación de yacimientos).

Geología, estructura y composición de los principales yacimientos de carbón mineral


en México

Rodolfo Corona-Esquivel1, 2*, Jordi Tritlla3, María Elena Benavides-Muñoz4, Noé Piedad-
Sánchez5, Ismael Ferrusquía-Villafranca1

Resumen En México se conocen yacimientos de carbón mineral desde el año 1850. La


primera producción comercial de la que se tiene referencia se inició en el año 1884 en el
estado de Coahuila. El carbón se utilizó primero para fundir cobre en las minas de Pánuco,
Coah, después para proveer de combustible a los ferrocarriles y hacia fines del siglo XIX,
para las recientes industrias metalúrgica y del acero. Los principales yacimientos de carbón
se localizan en 3 regiones que, por orden de importancia actual, corresponden a los estados
de Coahuila, Oaxaca y Sonora. También se encuentran evidencias de carbón en otros
estados de la República: Colima, Chihuahua, Chiapas, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco,
Nuevo León, Michoacán, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco y Veracruz. La región
carbonífera de Coahuila es la más importante del país, se ubica en la porción norte-central
del estado de Coahuila y se extiende al oriente hasta incluir una pequeña área del estado de
Nuevo León. Esta región, también designada ”Cuenca de Sabinas”, puede dividirse en dos
sub-regiones. La primera se sitúa al sur de Nueva Rosita y de Sabinas, extendiéndose hasta
las cercanías de Monclova, y cubre una superficie aproximada de 10,000 km2 . La segunda
se localiza en el área de Nava-Piedras Negras, se extiende en una franja paralela al Río
Bravo del Norte cubriendo una superficie de aproximadamente 2,000 km2 y se le designa
como “Zona de Fuentes-Río Escondido”. Las rocas que afloran dentro de la Región
Carbonífera de Coahuila varían en edad del Jurásico Tardío al Cuaternario, y se estructuran
bajo la forma de anticlinales y sinclinales de dimensiones relativamente grandes. El carbón
de estas sub-cuencas es de tipo sub-bituminoso apropiado para su transformación en coque,
tiene volatilidad media a baja, presenta preponderanteménte vitrinita como constituyente
con un poder reflector de 0.6-1.2 %. Las reservas estimadas de carbón en estas subcuencas
es de unos 1,200 millones de toneladas. La Región de Mixtepec–El Consuelo–Tezoatlán se
localiza en la porción noroccidental del estado de Oaxaca y se extiende hacia los vecinos
estados de Puebla y de Guerrero. Los mantos de carbón se encuentran en la parte inferior de
las Formaciones Rosario, Zorillo y Simón del Jurásico Medio, constituidas por una
alternancia de areniscas, lutitas y limolitas, depositadas probablemente en un ambiente
deltaico. El espesor de las capas de carbón varía de unos cuantos centímetros hasta 3 m. Se
estima que esa área contiene un tonelaje mayor a los 30 millones de toneladas de carbón.

El carbón de Sonora, se localiza aproximadamente a 90 km al sur de Hermosillo. La unidad


portadora, tanto de los mantos de carbón como del grafito, es la Formación Barranca del
Triásico, constituida por conglomerados, areniscas y limolitas rojas con intercalaciones de
lutitas y mantos de carbón y grafito. Las reservas de carbón en el estado son del orden de
los 85 millones de toneladas estimadas. Palabras claves: Carbón, yacimientos,
características, México (Corona-Esquivel et al., 2006).

1. Introducción
El carbón ha sido y aún continúa siendo uno de los recursos energéticos no renovables más
apreciados por la humanidad. A partir de la revolución industrial, la exploración y
explotación de los yacimientos de carbón ha incidido en la evolución y modernización de la
sociedad, pasando de ser prácticamente la única fuente de energía a un complemento de los
hidrocarburos utilizados en la generación de electricidad (Laherrère, 2000; Tissot, 2001).
La crisis anunciada desde hace años tanto en la calidad como en la cantidad de petróleo,
hace que el carbón gane otra vez importancia en el desarrollo del país. En consecuencia,
resulta oportuno revisar el conocimiento que se tiene actualmente sobre la geología y
características de los yacimientos de este recurso.

2. Génesis de los yacimientos de carbón

Generalmente se define al carbón como una roca de origen orgánico que se genera por la
diagénesis, a cierta presión y temperatura, de materia vegetal procedente de pteridofitas,
gimnospermas y angiospermas. La composición del carbón incluye carbono, hidrógeno,
oxígeno, así como pequeñas cantidades de azufre y nitrógeno; contiene además, dióxido de
carbono y metano; compuestos aceitosos, como alquitrán y brea, que a su vez contienen
amoniaco, tolueno, naftas y creosotas (Diessel, 1986, 1992; Philp, 1994; Clayton, 1998;
Chen y Ma, 2002; Wilkins y George, 2002). La mayoría de los yacimientos de carbón
mineral se generan en paleoambientes pantanosos asociados a lagunas, deltas o estuarios.
La formación de yacimientos económicamente explotables ocurre cuando se cumplen las
siguientes cuatro condiciones:

1. Presencia de vegetación muy abundante, normalmente en un ambiente tropical, cálido y


húmedo.

2. Ambiente tectónico de subsidencia balanceado con el crecimiento y sepultamiento de la


vegetación.
3. El sepultamiento de la vegetación muerta debe ser rápido, de tal manera que ésta no
quede expuesta a la oxidación en la superficie. Bajo estas condiciones, la descomposición
de la materia orgánica sepultada ocurre muy lentamente o no sucede, permitiendo que se
forme la turba.

4. Todas las condiciones anteriores deben presentarse juntas durante intervalos de tiempo
prolongados, alternados con lapsos durante los que se depositen otro tipo de sedimentos. La
acumulación de turba se lleva a cabo in situ, en el propio medio de vida de las plantas como
deltas, estuarios o albuferas y, muy pocas veces, por transporte en medios distintos al de
formación. Estas características permiten diferenciar los carbones autóctonos, formados en
el propio ecosistema, y los carbones alóctonos, formados en un medio diferente al
ecosistema original, por lo que la materia vegetal ha sufrido un transporte más o menos
largo. Según el medio de formación, también es posible diferenciar entre los carbones
hímnicos, formados en medios lacustres, y parálicos, formados en ambientes transicionales
como deltas, estuarios o lagunas (Águeda et al., 1991; Calder et al., 1991; Diessel, 1992;
van Krevelen, 1993; PiedadSánchez, 2005).

Así, los medios más propicios en los que pueden darse procesos de acumulación de materia
vegetal son:

• Lagunas, estuarios y marismas, saladas o salobres. Éstas son zonas con comunicación
ocasional con el mar, en las que se produce una importante actividad biológica vegetal. •
Zonas pantanosas, ciénagas, canales, lagos y charcas intra-continentales, con vegetación de
tipos diversos (herbácea o leñosa) controlada por la profundidad del medio, sus condiciones
del fondo, temperatura de las aguas, etc.

• Manglares de las zonas tropicales que se encuentran bordeando a las lagunas y a los
estuarios.

• Ambientes fluviales y deltaicos. Un factor también importante es el clima (paleoclima)


imperante durante la época de formación del carbón. Los más favorables son los
paleoclimas tropicales, generadores de vegetación exuberante. Asimismo, es importante
considerar la edad de las series sedimentarias en las que aparece, ya que las plantas
vasculares aparecieron en el Silúrico, y poblaron la mayor parte de la superficie de la Tierra
durante el Devónico, originándose entonces los depósitos de carbón más antiguos
conocidos. Posteriormente, se formaron yacimientos de carbón prácticamente de todas las
edades, aunque existen períodos especialmente favorables que se explican por factores
fundamentalmente tectónicos, paleoclimáticos y de tipo de vegetación predominante en
cada uno de dichos períodos (Águeda et al., 1991; Calder et al., 1991; Diessel, 1992; van
Krevelen, 1993; PiedadSánchez, 2005).

El carbón es una roca sedimentaria organoclástica de grano fino, compuesta esencialmente


por restos carbonizados de plantas. Estas rocas organoclásticas suelen constituir secuencias
estratigráficas características que reciben el nombre de ciclotema, es decir, una secuencia
litológica que se repite en el tiempo.

Los ciclotemas están típicamente constituidos, de la base a la cima, por capas de: (1)
arcillas (lacustres o marinas); (2) areniscas y limolitas; (3) conglomerados; y (4) carbón.
Aunque no todos los ciclotemas contienen yacimientos de carbón económicamente
explotables, el estudio de estas secuencias ha llevado a un mejor entendimiento de la
formación de tales yacimientos (Prothero y Schwab, 1996). Gracias precisamente a esta
estructura estratigráfica, con frecuencia el carbón forma mantos de gran extensión, cuyo
espesor varía desde pocos milímetros hasta varios metros. En otros casos, los estratos de
carbón aparecen intercalados aleatoriamente con areniscas, limolitas, margas o calizas. Es
de destacar que la zona de transición continental/marina constituye el ambiente
sedimentario más frecuentemente asociado a la génesis de yacimientos de carbón.

En el ciclotema representado en la Figura 1, la secuencia estratigráfica se inicia con tres


capas de rocas sedimentarias no marinas. El miembro 1 corresponde a una unidad de
arenisca que descansa discordantemente sobre las capas que subyacen al ciclotema. Esta
capa de arenisca está cubierta por estratos de lutita (miembro 2) y caliza lacustre (miembro
3). El miembro 4 suele ser un paleosuelo gris con fragmentos de raíces, que siempre
subyace al manto de carbón (miembro 5). Una serie de 5 unidades sobreyacen al carbón; su
composición incluye lutitas arcillosas (Miembro 6), calizas marinas (Miembro 7), lutitas
(Miembro 8), calizas marinas (Miembro 9) y, finalmente, lutitas arcillosas (Miembro 10).
Esta última unidad está truncada por una superficie de erosión, que forma la base del
ciclotema suprayacente. Así, es posible reconstruir la sucesión de ambientes sedimentarios:
los miembros no marinos (1, 2, 3) se intercalaron con arenas fluvio-deltaicas y lodos, junto
con limos y calizas lacustres; el miembro 4 representaría el suelo en el cual creció la gruesa
cubierta vegetal cercana a la costa en un complejo pantanoso sobre la planicie costera
laguna o delta; el miembro 5, el estrato de carbón, se formó cuando la transgresión marina
inundó la masa vegetal, sepultándola rápidamente. La acción de las bacterias junto con el
sepultamiento y la compactación de este material turboso, generó carbón bituminoso, el
cual mediante metamorfismo, pudo haberse transformado en antracita.

La destrucción del complejo pantano-bosque de estuario o delta fue causada por una
transgresión marina abrupta (miembros 6 al 10). La porción superior marina del ciclotema
(miembro 10), registra una nueva regresión que está marcada por la presencia de una
superficie de erosión que indica el subsiguiente descenso del nivel del mar, hecho que
provoca la formación de una región costera y el restablecimiento de los ambientes y
vegetación. Los ciclotemas no necesariamente se ajustan a esta secuencia o patrón
idealizado de diez miembros, lo cual puede indicar que los cambios del nivel del mar
ocurrieron más rápidamente, o bien, que algún proceso interrumpió la secuencia habitual de
eventos.
La mayoría de los ciclotemas con carbón se extienden a través de grandes regiones
continentales formando series, aunque raramente pueden también presentarse aislados. En
algunas áreas se han reconocido series de hasta 10 ciclotemas (Prothero y Schwab, 1996).
En Norteamérica, los ciclotemas portadores de carbón se extienden por miles de kilómetros
cuadrados, son notablemente uniformes en espesor y en organización interna. Durante el
Carbonífero, gran parte de Norte América Oriental era una enorme planicie que yacía casi
al nivel del mar, similar a la actual planicie costera del Golfo de México. El apilamiento de
estos ciclotemas carboníferos indica frecuentes y repetidos ascensos y descensos del nivel
del mar. (Prothero y Schwab, 1996).

Otro de los ambientes sedimentarios favorables para la formación de yacimientos de carbón


es el deltaico. La distribución, orientación y arquitectura de los deltas depende de varios
factores, como son el clima, el caudal del río y la dinámica de éste en la desembocadura,
aporte de sedimentos, el oleaje, los vientos, así como la pendiente, configuración y
“movilidad tectónica” de la cuenca de depósito.

Por lo general, los sedimentos deltaicos presentan grandes espesores (varios cientos de
metros), principalmente de areniscas y/o limolitas. Las capas de carbón que se forman en
estos ambientes suelen contener fauna en las unidades inter-estratificadas que pueden
indicar ambientes de aguas marinas o continentales que, junto con las estructuras
sedimentarias, sugieren unas condiciones de depósito en aguas poco profundas (Águeda et
al., 1991; Calder et al., 1991; Diessel, 1992; Prothero y Schwab, 1996).

La investigación y la experimentación continúan en el dominio de la tecnología de


exploración y producción, con el objetivo adicional de extraer el gas natural de los
yacimientos de carbón (metano de hulla o “gas grisú”). El carbón contiene en proporción
más o menos significativa materia volátil compuesta esencialmente por hidrógeno y
metano, aunque también puede contener compuestos complejos.

La desorpción de esta materia volátil puede volumétricamente alcanzar más de 100 m3 de


gas por tonelada de carbón extraído (Boden y Ehrlich, 1998; Bustin y Clarkson, 1998;
Crosdale et al., 1998; Flores, 1998; Laxminarayana y Crosdale, 1999; Krooss et al., 2002).
El gas de las minas es prácticamente idéntico al gas natural en su composición por lo que
puede ser y es utilizado como combustible. El contenido y la composición química del gas
grisú es variable y consiste principalmente de metano (CH4 ), con cantidades menores de
dióxido de carbono (CO2 ), nitrógeno (N2 ), oxígeno(O2 ), agua (H2 O), ácido sulfhídrico
(H2 S) y otros hidrocarburos (Querol, 2005).

Desde el punto de vista energético, el aprovechamiento del gas metano de las minas de
carbón es una realidad desde hace más de medio siglo. Desde el siglo XIX se inició la
desgasificación de las minas de carbón en Inglaterra y el gas obtenido se utilizaba para
iluminar la ciudad de Londres.

En 1931 se perforó el primer pozo para extraer gas grisú en West Virginia, EE.UU. En
Alemania, desde 1950 se inició la construcción de gasoductos para transportar el gas grisú,
siendo su uso principalmente para la energía térmica y eléctrica (Querol, 2005). Un ejemplo
de exploración para este recurso natural es Francia, un país con una muy escasa producción
de gas natural “clásico” y que tiene sus principales minas de carbón cerradas, por lo que
está evaluando la posibilidad de descubrir nuevas fuentes de gas para cubrir su consumo
interno (Laherrère, 2000).

Recientemente, se ha demostrado que la cantidad de hidrocarburos generados por un carbón


dado varía con su composición maceral y su grado de maduración (metamorfismo), y que el
aceite generado se transforma en gas por cracking secundario en la microestructura
molecular de los macerales del carbón. (Mukhopadhyay y Hatcher, 1993). Asimismo, se
conoce que cada compuesto orgánico o maceral (liptinita, vitrinita e inertinita) juega un
papel diferente en la generación y el transporte de los hidrocarburos en el carbón (Figura 2;
Mukhopadhyay y Hatcher, 1993). Así, la liptinita y algunos macerales de la vitrinita (los
más hidrogenados) son responsables de la generación de los hidrocarburos en el carbón. La
inertinita no genera hidrocarburos pero puede ser considerada como una verdadera
“autopista” para la circulación de los fluidos generados por los otros macerales. Además,
las propiedades físicas y químicas de los macerales varían con el grado de metamorfismo
en función de las pérdidas de hidrógeno y de oxígeno debidas a la maduración térmica. En
función del grado de maduración de un carbón, los hidrocarburos generados van a ser
líquidos o gaseosos y la porosidad y la permeabilidad molecular o física de los macerales
va a cambiar. En estos intervalos de evolución térmica, la fisuración va a desarrollarse
siguiendo la composición química de los macerales y su capacidad de absorción o de
desorpción de gas (Bodden y Ehrlich, 1998; Bustin y Clarkson, 1998; Crosdale et al., 1998;
Flores, 1998; Laxminarayana y Crosdale, 1999; Krooss et al., 2002).

Por todo ello, la caracterización de los diferentes depósitos de carbón servirá para los
estudios de exploración por gas y petróleo, principalmente para dilucidar aspectos sobre la
generación, migración y cinética de los hidrocarburos generados en el carbón.

Figura 2. Microfotografía del carbón de la Formación Olmos en el área de Palaú, Coah.: Vitrinita (V) con
cavidades celulares en cuyo interior contiene liptinita (L, exudatinita) e Inertinita porosa (I). Luz blanca
reflejada.

3. Yacimientos de carbón mineral en México

3.1. Antecedentes

En México se conoce el carbón mineral como un recurso económicamente rentable desde


1850, cuando Birkinbine publicó algunos datos sobre el hierro y carbón de Oaxaca,
descubiertos por José V. Camacho (Jiménez, 1921).

La primera producción comercial de la que se tiene referencia se inició en el año 1884, en


un socavón excavado cerca del pueblo de San Felipe, al sur de la Estación Sabinas,
Coahuila. El carbón se utilizó primero para fundir cobre en las minas de Pánuco (al SW de
la Estación Candela, Coahuila), después para proveer de combustible a los ferrocarriles y
hacia finales del Siglo XIX, para las nacientes industrias metalúrgicas y del acero. Cabe
destacar que la primera exploración sistemática la realizó en 1860 el Ing. Jacobo Küchler,
cuando presentó la primera descripción fisiográfica y geográfica, del área de San Felipe El
Hondo, población cercana a Sabinas, Coahuila (Salas y Benavides, 1976).

Durante el período de 1910–1930, el carbón fue desplazado por el uso del petróleo, sin
embargo, siguió siendo un factor indispensable en la industria siderúrgica y minero-
metalúrgica, originando un sólido mercado interno. Durante esta época, los subproductos de
los materiales volátiles fueron desaprovechados. A partir de 1930 y hasta 1959 la
explotación del carbón fue esencial para el desarrollo cada vez más estable de las industrias
impulsadas desde 1910, contrastando con la forma muy limitada en que fue aprovechado
para la generación de energía eléctrica. Se estima que por esos años el porcentaje máximo
utilizado en este servicio no sobrepasaba a las 250,000 ton/año. En este mismo período se
establecieron las primeras plantas para obtener los subproductos de los materiales volátiles
del carbón (Salas y Benavides, 1976).

Las estadísticas muestran que de 1902 a 1910 se produjeron 10.08 millones de toneladas de
carbón “todo uno”. De 1911 a 1921 la producción bajó a 3.97 millones de toneladas debido
a la Revolución. De 1921 a 1940, época en que proliferaron las compañías carboníferas
pequeñas y se iniciaron algunas mayores, la producción acumulada fue de 31.99 millones
de toneladas de carbón “todo uno”, casi todo coquizable, y procedió de las llamadas
Subcuencas de Sabinas, Esperanza y otras, en el Estado de Coahuila (Salas y Benavides,
1976).

A partir de 1954 se instalaron en el país plantas coquizadoras de capacidad suficiente para


recuperar hasta el 85% de los subproductos de carbón. En 1959 se instaló en Monclova,
Coah., la primera planta de fertilizantes que utilizó gas de la coquizadora construida por
Mexicana de Coque y Derivados S.A. de C.V. con una capacidad de 560,000 ton/año
(Piedad-Sánchez, 2005).

En décadas posteriores, el rápido desarrollo tanto de la industria siderúrgica como el de la


minero-metalúrgica, originaron un sólido mercado interno. Hasta 1940 se habían producido
33.39 millones de toneladas de carbón “todo uno”. Para 1972 la producción se incrementó a
un total de 89.7 millones de toneladas de carbón del mismo tipo (Salas y Benavides, 1976).

La industria del carbón en nuestro país es primordial como generadora de empleos,


inversiones y de electricidad con costos bajos. Sin embargo, la participación de México con
respecto a los países más importantes en la exportación del carbón hacia Estados Unidos de
América (el principal mercado mundial) es nula, no pudiendo competir con Japón, China y
Canadá, en los últimos años (Gobierno del Estado de Coahuila, 2003; Piedad-Sánchez,
2005).
De acuerdo a la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía, la Región
Carbonífera de Sabinas sigue detentando el primer lugar en el país en la producción de
carbón al finalizar el año 2004, con un estimado de 11’305,022.50 toneladas, señalándose
que Coahuila registró un valor de la producción minera para el año 2003 de 2,293’050,400
millones de pesos para el carbón (Gobierno del Estado de Coahuila, 2005; Piedad-Sánchez,
2005).

3.2. Localización y geología de las cuencas carboníferas

Si bien se conoce la presencia de indicios de carbón mineral en varios estados de la


República Mexicana, los principales yacimientos de este recurso natural se localizan en 3
regiones que, citadas en orden de importancia actual, corresponden a los estados de
Coahuila, Oaxaca y Sonora.

En otros estados de la República (Colima, Chihuahua, Chiapas, Durango, Guerrero,


Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Michoacán, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco y Veracruz)
también se encuentran evidencias de carbón (Figura 3), aunque siempre de menor
importancia económica.

Figura 3. Localización esquemática de las cuencas carboníferas de México (Modificado de Salas y Benavides,
1976).
Actualmente, el mayor conocimiento tanto geológico como económico se tiene en las
Subcuencas del Distrito Monclova-Sabinas del Estado de Coahuila, las Subcuencas en el
Distrito Tezoatlán-Mixtepec, Oaxaca, y las de San Javier-San Marcial en la Cuenca de
Barrancas, Sonora.

3.2.1. Región Carbonífera de Coahuila

La Región Carbonífera de Coahuila es la más importante del país, aportando más del 90%
de la producción nacional de carbón, de acuerdo a las últimas cifras indicadas por el
Consejo de Recursos Minerales (2003). Esta región se ubica en la porción norte-central del
Estado de Coahuila y se extiende al oriente hasta incluir una pequeña área del Estado de
Nuevo León (Figura 4; Robeck et al., 1956, 1960; Flores-Galicia, 1988; Flores-Espinoza,
1989; Brizuela, 1992).

Figura 4. Plano de localización de las cuencas carboníferas de los estados de Coahuila, Nuevo León y
Tamaulipas (Tomado de Rivera-Martínez y Alcocer-Valdés 2003).
Dumble (1892) y Vaughan (1900) realizaron los primeros estudios geológicos,
describiendo las formaciones de la región. Böse y Cavins (1927), con base a la
biogeocronología europea, asignaron edad a estas unidades. Finalmente, Stephenson (1927)
definió las formaciones tal y como se conocen hasta ahora. El estudio geológico más
completo es el de Robeck et al. (1956), en el que se describe detalladamente la estratigrafía
y estructura de la región de Sabinas, y se estiman las reservas de carbón. Otros trabajos más
recientes han sido publicados por Flores-Galicia (1988), Consejo de Recursos Minerales
(1994) y Rivera-Martínez y Alcocer-Valdés (2003), quienes han actualizado el cálculo de
reservas.

La Región Carbonífera de Coahuila, también designada “Cuenca de Sabinas”, aunque tal y


como se ha indicado anteriormente, comprende una cierta parte del territorio de Nuevo
León, se divide en dos sub-regiones. La primera se localiza al sur de las poblaciones de
Nueva Rosita y de Sabinas, y se extiende hasta las cercanías de Monclova (Figura 5),
cubriendo una superficie aproximadamente de 10,000 km2. La segunda se localiza en el
área Nava-Piedras Negras, se extiende en una franja paralela al Río Bravo del Norte, cubre
una superficie de aproximadamente 2,000 km2 y se le designa “Zona de Fuentes-Río
Escondido”, nombre tomado de una pequeña mina del área. (Robeck et al., 1956, 1960;
López-Ramos, 1985; Flores-Galicia, 1988; Verdugo y Ariciaga, 1988a, b; Flores-Espinoza,
1989; Santamaría-Orozco, 1990; Brizuela, 1992).

Geológicamente, la “Cuenca de Sabinas” está constituida por ocho “subcuencas” que se


corresponden con sinclinales amplios, cuya orientación NW-SE se ajusta a la estructura
regional. Estas “subcuencas” localmente se designan como Sabinas, Esperanzas, Saltillito,
Lampacitos, San Patricio, Las Adjuntas, Monclova y San Salvador (Flores-Galicia, 1988)
(Figura 5).

Las rocas que afloran dentro de la Región Carbonífera de Coahuila varían en edad del
Jurásico Tardío al Cuaternario (Young, 1972, 1983; Flores-Galicia, 1988; Santamaría-
Orozco, 1990; Eguiluz de Antuñano, 2001; Román-Ramos y Holguín-Quiñones, 2001). Los
materiales mesozoicos están esencialmente representados por rocas sedimentarias de
ambientes marinos; los sedimentos del Terciario y Cuaternario están esencialmente
representados por rocas de tipo continental, incluyendo algunos derrames de basalto.

Estas rocas han sido estudiadas por varios autores, entre ellos Robeck et al. (1956, 1960),
de quien se transcribe parte de sus descripciones. En estos apuntes no se hará la descripción
concreta de estas formaciones.
Figura 5. Plano de localización de la Cuenca Sabinas-Monclova (Tomado de Rivera-Martínez y Alcocer-
Valdés 2003).

Historia geológica de la Región Carbonífera de Coahuila.


La historia geológica de esta región forma parte de los eventos geológicos ocurridos
durante el Jurásico y Cretácico en la Región Carbonífera de Coahuila y en la
Paleopenínsula de Coahuila localizadas hacia el este. Por los estudios estratigráficos
realizados en el área se sabe que esta última península actuó como la fuente principal de los
sedimentos depositados en la Cuenca de Sabinas, principalmente durante el Jurásico Tardío
y el Cretácico Temprano, ya que a partir del Cretácico medio la continua transgresión
marina se extendió considerablemente hacia el oeste y cubrió los últimos vestigios de la
Península de Coahuila (Robeck. et al., 1956; Salas y Benavides, 1976).

Al término del Cretácico Tardío (Campaniano), la región experimentó los primeros efectos,
de la deformación Larámide, lo que motivó una regresión general del mar hacia el oriente.
Finalmente en el Maastrichtiano, la zona que corresponde en la actualidad a la Región
Carbonífera, formaba parte de una extensa planicie deltaica, caracterizada por una
vegetación exuberante y la presencia de amplias e irregulares zonas palustres, en las cuales
se acumuló y preservó la materia orgánica. Inicialmente este material se transformó en
productos carbonosos de bajo grado, como turba y lignito; sin embargo, los eventos
tectónicos de la deformación Larámide, motivaron su conversión en carbones de grado más
elevado carbón bituminoso y carbón sub-bituminoso, que se explotan hoy en día en la
mencionada Región Carbonífera de Coahuila (Salas y Benavides, 1976).

Recursos en la Región Carbonífera de Coahuila.

Dentro de estas subcuencas, la de Sabinas es la mejor conocida debido a su intensa


explotación de carbón, tiene 62 kilómetros de longitud, con una anchura máxima de 24
kilómetros. La profundidad máxima a la que se encuentra el manto de carbón es de 490 m,
en un lugar que está como a 6 kilómetros al oriente de Los Piloncillos. La subcuenca de
Esperanzas, localizada al poniente de la subcuenca de Sabinas, también ha sido objeto de
exploración y explotación; tiene 34 km de longitud, con una anchura máxima de 7 km.
(Robeck et al., 1956).

El carbón explotable se encuentra principalmente en las “subcuencas” de Sabinas y de


Esperanzas. Se presenta como un doble manto separado por un cuerpo arcillo-limolítico. En
los demás depósitos conocidos de las otras subcuencas, no siempre se encuentra el segundo
manto.

En la cima del segundo manto, aparece un horizonte de arcilla refractaria de 25 a 30 cm de


espesor, que corresponde probablemente a una toba volcánica transformada parcialmente
en bentonita. Este horizonte es un índice confiable para la correlación de los mantos de
carbón de una mina a otra, así como para la correlación de áreas próximas entre sí (Figuras
6 y 7).
El carbón de estas subcuencas (Tabla 1) es de tipo sub-bituminoso apropiado para su
transformación en coque, tiene volatilidad media a baja, presenta vitrinita preponderante
como constituyente, y un poder reflector de la vitrinita de 0.6-1.2 % (Piedad-Sánchez et al.,
2005).

En cuanto a las reservas, al año de 1993 se estimó un potencial total de 1,387’22,586 Ton.
(Rivera-Martínez y Alcocer-Valdés, 2003).

En la sub-región “Zona de Fuentes-Río Escondido”, la litología de las unidades


estratigráficas del Cretácico Tardío que contienen los horizontes de carbón, es
prácticamente la misma que los depósitos contemporáneos de la cuenca de Sabinas. La
diferencia está en el tipo de carbón que posee, ya que se trata de carbón sub-bituminoso
“C”, de alta volatilidad (de flama larga), poco apropiado para que se le pueda transformar
en coque (Tabla 1).

Figura 6. Vista panorámica del tajo La Florida ubicado en la subcuenca Saltillito-Lampacitos. Abajo en color
negro se observa el manto principal de carbón de edad cretácica, el cual tiene en promedio 1.6 a 1.8 m de
espesor (Fotografía del 11 de enero de 1972 tomada por el Ing. Luís Benavides).

De acuerdo con las normas A.S.T.M. el carbón de la zona Fuentes-Río Escondido


corresponde a un tipo de alta volatilidad bituminoso “C”, y con base en la clasificación de
combustibles fósiles sólidos, este carbón queda clasificado como tipo vítrico con más de
65% de vitrinita y de facies mixta cuya materia mineral excede el 20% (Verdugo y
Ariciaga, 1988a, b).

Desde el punto de vista estructural, los sedimentos carboníferos de esta zona forman un
monoclinal contínuo, buzando hacia el noreste, por lo cual dichas unidades quedan pronto
cubiertas por las formaciones marinas del Terciario que afloran hacia el este y que
constituyen la Planicie Costera del Golfo de México (Figuras 8 y 9).

De acuerdo con Rivera-Martínez y Alcocer-Valdés, (2003) los mantos de carbón detectados


se encuentran desde la superficie hasta los 250 m de profundidad, tienen espesores de 0.10
hasta 2.50 m, presentándose por lo general de dos a seis mantos, con separaciones de 0.50 a
20 m.

El depósito está asociado a un sistema deltaico que se desarrolló durante el Maastrichtiano-


Campaniano y que ha sido clasificado como del tipo constructivo lobulado.

Sus facies están representadas por las formaciones Upson (prodelta), San Miguel (frente
deltaico) y Olmos (planicie deltaica), siendo esta última la que contiene, hacia su base, los
mantos de carbón con espesores económicos (Verdugo y Ariciaga, 1988b).

Los trabajos de exploración, realizados en forma coordinada por la Comisión Federal de


Electricidad y por Minera Carbonífera Río Escondido, S.A. (Micare, 1982) permitieron
comprobar reservas del orden de 600 millones de toneladas de carbón sub-bituminoso, de
flama larga, cuyas características se pueden consultar en la Tabla 1.

De acuerdo con el programa de diversificación energética, la Comisión Federal de


Electricidad desarrolló en el año 1982 un proyecto termo-eléctrico, para generar 1,200 MW
que consumirían 4.3 millones de toneladas de carbón por año, extraído de la cuenca
carbonífera Fuentes-Río Escondido.

Es importante señalar la alternativa del aprovechamiento del gas grisú asociado al carbón
mineral de las cuencas carboníferas de Coahuila, debido tanto a las características
bituminosas del carbón como a las condiciones estructurales de sus capas. La mina Pasta de
Conchos, en el mismo Estado, inició un programa de desgasificación a principios de los
90’s, debido a que la mina detectó valores >1% en el aire de retorno de la ventilación; para
lo cual utilizó barrenación horizontal de los mantos previo al minado. El proyecto logró
bajar las concentraciones de gas en el aire de 1.5 % a 0.4 % (Querol, 2005).
Figura 7. Detalle del tajo La Florida que muestra la parte superior del manto principal de carbón (color
oscuro). Arriba, en la foto, se observan dos capas delgadas de carbón con impurezas (Fotografía del 11 de
enero de 1972 tomada por el Ing. Luís Benavides).

(http://www.geociencias.unam.mx/~alaniz/SGM/Centenario/58-1/(5)Corona.pdf)
8. Yacimientos Geotérmicos (definición, relación con acuíferos, clasificación y
ubicación de reservorios).

BIBIOGRAFÍA

Davis, George & Reynolds, Stephen (1996): Structural Geology of Rocks and Regions. US,
John Wiley & Sons, 776 p.
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Costa Craft, B. C. & Hawkins, M. (1991): Applied Petroleum Reservoir Engineering. US,
Prentice Hall, 431 p.
Sansaloni, J. (1993): Petróleo y Gas Natural. España, Universidad Politécnica de Valencia,
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Freeze, R. Allan. (1979): Groundwater. US, Prentice-Hall.
McCain, Jr. W. (1990): The properties of Petroleum Fluids. US, Penn Well Books, Second
Edition, 548 p.
Selley, Richard (1998): Elements of Petroleum Geology. US, Academic Press, Second
Edition, 470 p.

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