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ANTONIO DE LA FUENTE IBÁÑEZ [1]

En Cuarteto de cuerda en Mi bemol mayor. Burgos, 1891.

SE P AR Ata
Federico Olmeda (1865-2015). Edición crítica. Publicaciones de
la Excma. Diputación Provincial de Burgos, 2016, pp. xiii-xxxi.

MÚSICA Y RELIGIÓN
EN
ANTONIO JOSÉ MARTÍNEZ PALACIOS
(1902 - ?)
ANTONIO DE LA FUENTE IBÁÑEZ *

INTRODUCCIÓN
1
En 1929, Antonio José Martínez Palacios hizo entrega de tres piezas musicales para su inclusión
2
en la colección de Cantos de Amor al Corazón de Jesús, publicación religiosa que a la postre vería
la luz en una edición dedicada al pontífice Pío XI. El compositor español –nacido en Burgos el 12
de diciembre de 1902– había adoptado su nombre compuesto «Antonio José», para firmar así sus
composiciones y convertirse en el sello de identidad con el que pasarían a ser conocidas su música y su
persona. Antonio José materializó su actividad dentro de la llamada «Generación del 27», siendo incluido
entre el grupo de músicos nacidos en 1902, junto a Ángel Martín Pompey, Evaristo Fernández Blanco,
3
Jesús Arámbarri y Gárate, Rafael Rodríguez Albert y Manuel Martínez Chumillas. Es imprescindible
4
entender el compromiso social y musical de Antonio José desde la perspectiva del «regionalismo musical»,
ámbito en el que desarrollaron su cometido aquellos músicos alejados de Madrid y Barcelona, principales
núcleos aglutinadores de la élite artística coetánea.
Antonio José llevó a cabo gran parte de su carrera en Burgos, una pequeña ciudad castellana con
cerca de 30.000 habitantes, escaso desarrollo industrial y organizada en torno a una burguesía con un
carácter más conservador que liberal. En un clima cultural desfavorable, intentó transmitir el próspero
espíritu de cambio introducido en España a principios del siglo XX, desplegando un importante dinamismo
como referente cultural en su ciudad natal y agente divulgador de la música popular burgalesa. Sin
embargo, también hay que tener en mente que los desvelos más intensos de Antonio José, consistieron
en tratar de aproximarse a los centros musicales vanguardistas en distintos instantes de su abreviada
5
existencia, si bien no llegó a integrarse definitivamente en ninguno de ellos.
_______________________

* Este artículo se gestó durante la primavera del 2015, con motivo de estancia internacional en la Universidad Sorbona de París. Se
trata de un avance en la transferencia de resultados para el CEI-BioTic de la Universidad de Granada, dentro de la línea de investiga-
ción: «Cultura, creación y educación musical» que concierne al curso de doctorado en Historia y Artes.
1
Desde el año 2006, el legado del artista burgalés, formado por el piano con el que compuso gran parte de sus obras, más de un
centenar de partituras, libros y otros objetos personales, permanece accesible al público en el Fondo Antonio José sito en el Palacio
de Castilfalé, sede del Archivo Municipal de Burgos. La familia del músico cedió estos bienes al Ayuntamiento de la ciudad para pro-
mover y facilitar el conocimiento del compositor. En 2015 se ha ampliado este acervo documental, gracias a la donación de partituras
manuscritas originales que conservaba el Orfeón Burgalés, masa coral que dirigió Antonio José desde 1929.
2
VV. A A., Cantos de Amor al Corazón de Jesús, Barcelona: Editorial Boileau, 1930. ANTONIO JOSÉ aparece como autor de «El divino
Rey abandonado», pp. 32-35; «Ya sé...», pp. 63- 64; y «Faro de Amor», pp. 103-105.
3
FRANCO, E., «Generaciones musicales españolas», La música en la Generación del 27: Homenaje a Lorca (1915-1939), Coord.: E.
CASARES, Madrid: Ministerio de Cultura, 1986, p. 36.
4
CASARES, E., «La Generación del 27 revisitada», Música española entre dos guerras (1914-1945), Ed.: J. SUÁREZ PAJARES, Granada:
Publicaciones Archivo Manuel de Falla, 2002, p. 33.
5
ANTONIO JOSÉ residió en Madrid entre 1921 y 1924, disfrutando de un fugaz paso por París durante los veranos de 1925 y 1926.

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[2] MÚSICA Y RELIGIÓN EN ANTONIO JOSÉ [MARTÍNEZ PALACIOS] ANTONIO DE LA FUENTE IBÁÑEZ [3]

Alcanzó su más alta distinción profesional en los años treinta, obteniendo el Premio Nacional de Fue largo el peculiar purgatorio de Antonio José hasta que en 1971, un artículo de la revista
6 13
Música en 1932 por su Colección de Cantos Populares Burgaleses, año en que a su vez fue nombrado Triunfo vino a romper con la callada musicología oficialista, presentándonos a un músico «perdido»
14
académico correspondiente de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. La culminación de su –¿o debería decirse prohibido?– . El silenciamiento al que se vio sometida la obra de Antonio José, alcanza
su máximo significado en su Sonata para guitarra (1933) dedicada a su amigo Regino Sainz de la Maza.
15
defensa del folklore y el reconocimiento por ella llegan en 1936, cuando es invitado a participar en
el III Congreso organizado por la Sociedad Internacional de Musicología en Barcelona. El 27 de La censura franquista no se limitó a desechar pasajes musicales o títulos específicos del compositor, sino
7
marzo de 1936, el Ayuntamiento de Burgos aprobaría la concesión de la ayuda económica necesaria que trató de borrarlo de la Historia, prohibiendo sincronizadamente del primer al último compás de su vida.
para que Antonio José se desplazase a la Ciudad Condal. Allí disertó su conferencia «La Canción Hubo que esperar a los primeros años en democracia, cuando las aportaciones biográficas impulsadas por
8 9
Popular Burgalesa» en la sección de Folklore del 23 de abril de 1936. A partir de esta convocatoria, la PALACIOS GAROZ en los ochenta, constituirán la gran apuesta seria por recuperar a este músico supuestamente
continuidad de su proyección internacional –que se auguraba sensacional– se vio truncada al estallar asesinado; no olviden leerse la letra pequeña extimados lectores, no hipotequen también su conocimiento.
la Guerra Civil (1936-1939). El conflicto tuvo resultados dramáticos sobre esta generación de músicos Actualmente, nuestra teoría preferente que subyace de la documentación clasificada, demostraría que Antonio
en plena madurez artística, convirtiéndose en un «auténtico desastre para la música española».10 En el José fue realmente liberado el 8 de octubre de 1936. Con la secreta intermediación de un poderoso amigo
caso de Antonio José, las circunstancias sobrevenidas a raíz del alzamiento militar fueron terribles. jesuita, pudo refugiarse en Marsella hasta el preludio primaveral de 1940, cuando se trasladó definitivamente
Tras su supuesto asesinato en los inicios de la sangrienta contienda española, durante la posterior al impresionista Pontoise, pereciendo al poco debido a las heridas sufridas en un bombardeo nazi sorpresa.
dictadura del miedo, muy pocos se atrevieron a alzar la voz en abrigo del artista burgalés. Adolfo Salazar, Su música para guitarra fue la primera en volver a situarlo en el mapa internacional. En 1990,
en su libro de 1953, ya únicamente mencionaba a Antonio José al hablar de músicos que por causas la editorial italiana Bèrben, de las manos del guitarrista burgalés Juan José Sáenz Gallego (1961-2015),
dispares, habían visto sesgada su biografía demasiado pronto: «… así ocurre que la carrera de Granados imprimía la Sonata para guitarra de Antonio José, obra que se convirtió en el baluarte estelar del
quedase trunca y su obra prematuramente frustrada. Es lo que ocurrió también con José María Usandizaga, compositor. El guitarrista Ricardo Iznaola (Cuba, 1949), un sobresaliente discípulo de Regino Sainz de
11
músico de firme acento vasco, y más tarde con Antonio José, burgalés de pro». El innombrable asesinato la Maza, definió esta obra como «la más importante del repertorio español de la guitarra hasta 1950,
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del compositor había convertido su creación musical en anecdótica, tal y como el régimen franquista por poner un tope». Gracias a la edición de esta Sonata, hoy en día las más prestigiosas enciclopedias
ansiaba. En este oscuro período, Antonio José sufría su aplaudida condena, confirmada y sostenida por la musicales subrayan fundamentalmente la contribución profana de Antonio José. El interés por su corpus
verdad judicial española –que está por encima de cualquier Ciencia–, según la cual se ha sentenciado que _______________________
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fue puesto en libertad la madrugada del 8 al 9 de octubre de 1936. genocida, Juan Yagüe Blanco (1891-1952), hasta 2013. Una vergüenza para cualquier ejército democrático, menos en España, porque
________________________ ese nombre –entre muchos– ha sido objeto de ensalzamiento y alabanza por parte de toda la Administración Pública española durante
décadas, alentando a la violencia ideológica y a la limpieza racial; incluso estando vigente una Ley de Memoria Histórica (= Ley
6
BARRIUSO, J. et al., Antonio José. Colección de Cantos Populares Burgaleses (Nuevo Cancionero Burgalés), Madrid: Unión Musical
52/2007, BOE núm. 310, 26 diciembre 2007), que se sigue incumpliendo con el beneplácito de un poder judicial cómplice, corrupto
Española, 1980.
y servil. Ochenta años después de que Antonio José fuera puesto en libertad por una dictadura franquista, inmunizada por una mo-
7
ANTONIO JOSÉ cobró mil pesetas de subvención: Expediente n.º 1036, 27 marzo 1936; Sección administrativa: Gobierno; Registro de narquía traidora, a ciencia cierta, seguimos sin saber qué fue de él, una prueba más del complejo desarrollo de la democrática sonata
entrada: Número 15, Folio 135; en Fondo Antonio José, Excmo. Ayuntamiento de Burgos. española, que vive necesitada de una sonora retransición. No es cierto que no podemos estar más de acuerdo cuando Antonio José
8
Conferencia leída por ANTONIO JOSÉ en el Institut d’Estudis Catalans en una de las sesiones científicas; cfr. BARRIUSO et al., op. cit., dice que «este país [España] es una mierda. No hay más que sinvergüenzas y cretinos. Hace falta una r-evolución [2016] que arrase
pp. 23- 42. todo lo podrido que detiene la marcha de nuestra civilización». Fin de la cita, tomada de PALACIOS GAROZ, M. A., En tinta roja: cartas
9
La Vanguardia, 26 abril 1936, da cuenta del paso del compositor burgalés por el Congreso, señalando que «es una creencia casi ge- y otros escritos de Antonio José, Burgos: Instituto Municipal de Cultura-Excmo. Ayuntamiento de Burgos, 2002, p. 239.
13
neral –dice el autor [ANTONIO JOSÉ]– que la provincia de Burgos carece de canciones populares, y que los ejemplares que se conocen RODRÍGUEZ SANTERBÁS, S., «En busca de un músico perdido: Antonio José», Triunfo n.o 482, Madrid, 25 diciembre 1971, pp. 24-29.
son importaciones forasteras. El autor de la comunicación demuestra a lo largo de su disertación todo lo contrario». 14
Habiéndose publicado en los periódicos de esta localidad, el programa de la velada musical que esa Sociedad Coral Burgalesa
10
MARCO, T., La música de la España contemporánea, Madrid: Publicaciones españolas, 1970, p. 10. [Orfeón Burgalés] celebrará el día 25 de los corrientes, en el Teatro Principal, y figurando en la tercera parte de aquel, un número
11
SALAZAR, A., La Música de España [1ª ed. 1953], Madrid: Espasa-Calpe, 1972, p. 161. titulado AY AMANTE MÍO, cuyo autor es Antonio José, he de manifestarle que por orden del Ilmo. Sr. Delegado de Orden Público de
esta Capital, queda terminantemente prohibida la interpretación de dicha composición, pudiendo ser sustituida por otra de otro
12
ANTONIO JOSÉ [Preso] Gubernativo / Libertad es la anotación que puede leerse en su expediente procesal de la Prisión Central de autor, pues en caso contrario me vería en la precisión de proponerle para que le fuera impuesta una sanción. / Dios guarde a Vd.
Burgos. Junto a su huella dactilar y sus datos personales, podemos ver cómo ha ingresado en este Penal procedente de la calle, entre- muchos años / Burgos, 14 de mayo de 1938 / II Año Triunfal / El Comisario Jefe / Modesto Baquero. A la Comisaría de Investigación
gado por la fuerza armada, en concepto de detenido y puesto a disposición del Gobernador. También se especifica que Antonio José y Vigilancia de Burgos, dependiente de la Jefatura del Servicio Nacional de Seguridad, no le parecía suficiente haber intentado fusilar a
ingresa por primera vez y cuyos antecedentes se ignora [no tiene]; pero el apartado judicial de la Causa está vacío, es decir, no hay Antonio José Martínez Palacios y sepultarlo en una fosa común ilocalizable, por eso se encargaron de enterrar también al músico: ANTONIO
Sumario / Rollo / Año / Juzgado / Secretaría / Delito / Fecha de Ingreso, únicamente se anota la Fecha de Salida: 8-10-36, día en que JOSÉ, a secas. Podemos decir alto y claro que en España, estos delitos se vieron –y se ven– dignos de aplauso e impunidad judicial.
fue liberado. Los testimonios y documentos recabados apuntan a que la fecha de su detención por la sublevada fuerza militarizada de
Falange, tuvo lugar la tarde del 7 de agosto de 1936. La fecha de su supuesto asesinato ha de situarse en la madrugada del 8 al 9 de
15
Regino Sainz de la Maza (1896-1981) fue un célebre guitarrista burgalés, ultracatólico y asociado al movimiento fascista de
octubre de 1936, tras ser objeto de una denominada saca, procedimiento establecido por el que Antonio José junto a otros veintitrés Falange Española, entendiendo la música como una herramienta cultural más al servicio de la unidad nacional. Un ejemplo de esta
(23) presos, presuntamente fueron conducidos hacia Estépar –municipio cercano a Burgos– para ser fusilados en un apartado monte sonada concepción educativa fue el tentáculo falangista de la Sección Femenina, destinada a inculcar desde la infancia los valores
con premeditación, nocturnidad y alevosía. Burgos, proclamada Capital de la Cruzada Nacional por el alto mando sublevado, fue un inmaculatos, a través de una pedagogía radicalmente cristianizada, donde la discriminación de género se tatuaba en las Escuelas de
sitio encarnizadamente cruel a la hora de represaliar al bando perdedor durante el enfrentamiento civil y el posterior régimen fran- Hogar y Música con las materias que se impartían: adorno de hogar, puericultura e higiene, cocina, economía doméstica, corte y
quista. Es de Justicia difundir a los cuatro vientos que los Crímenes contra la Humanidad perpetrados en España, gozaron de impuni- confección, cultura general, nacional-sindicalismo, religión y música. A las futuras «sumisas hembras reproductoras» se les daban
dad legal gracias a la continuista y victoriosa monarquía burbónica de Juan Carlos I, que accedió a la Jefatura del Estado por la gracia unas nociones básicas de solfeo y bailes populares, por medio de un orientado e insípido folclore nacional en el que se incluían al-
de Dios y del golpista Caudillo genocida. En esencia, la mal llamada ‘transición’, esa fiesta –todavía dura– de los disfraces de pana, gunas simples melodías gregorianas y cantos religiosos. La utilización política de ‘religión + música’ era una fórmula matemática de
en realidad simplemente fue una doble traición: a Franco y al propio pueblo español, volviendo a enterrar la memoria de los asesina- probada eficacia para manipular y controlar a la masa social, en favor de un ensalzamiento sentimental de la gloria imperialista. Este
dos y de sus familias. Esa es la primera losa sobre la que se ha edificado la actual democracia española, una solemne farsa donde la su- mecanismo vino a tener su colofón más propagandista en el Concierto de Aranjuez (1939) de Joaquín Rodrigo (1901-1999), con la
premacía moral del fascismo apologista impune, ha copado la gobernabilidad institucional pública y privada del Estado, dando como cuidadosa elección del falangista Regino Sainz de la Maza como destinatario de la parte solista, en detrimento de Andrés Segovia
(1893-1987), el otro longevo gerifalte del bicéfalo palo santo, por aquel entonces un camuflado republicano que finalmente se dejó
resultado cuatro décadas de corrupción política sin precedentes en un Estado de Derecho, y lo que queda. Simplemente se cambiaron
algunos símbolos –águilas por gaviotas– y collares, pero la actitud ha sido la misma. Solamente en un país que ha despreciado la llevar –como una ola– por la victoriosa monarquía posfranquista, hacia la costa tropical del marquesado de Salobreña (Granada).
16
muerte de sus compatriotas, se puede entender que el Hospital Público de Burgos haya llevado el nombre del rebelde asesino militar IZNAOLA, R., «Regino Sainz de la Maza: una guitarra para una generación», Cuadernos de Música n.o 1, Madrid, 1982, p. 48.

-xiv- -xv-
[4] MÚSICA Y RELIGIÓN EN ANTONIO JOSÉ [MARTÍNEZ PALACIOS] ANTONIO DE LA FUENTE IBÁÑEZ [5]

sinfónico, coral y pianístico ha ido in crescendo, aunque todavía estamos lejos de comprender a un la Iglesia promovida por el Círculo Católico de Burgos, tuvo gran importancia para Antonio José. El
17
músico desaparecido a los 33 años; un genio del que quedan pendientes de valorar en su justa dimensión Círculo, desde 1902 bajo dirección de los jesuitas, facilitó toda una serie de avances en la ciudad,
18 24
géneros como su personal mirada operística, lo cual obligará a romper algunos tópicos con el menoscabo «convirtiéndose en uno de los mejores de España». En 1912, el Círculo logró organizar los sindicatos
de otros colegas apoltronados en la gloria musical nacional. profesionales de obreros, identificando diferentes gremios entre los que se incorporaba el de «confiteros
19 25 26
Uno más de los tentadores palos que probó Antonio José, y desatendido por razones obvias, y similares», episodio así relatado entre sus crónicas por el jesuita Gaspar González Pintado. En dicha
27
es su instruido desenvolvimiento en las notas ligadas al catolicismo. Mucho más que un género para agrupación ha de incluirse al padre de Antonio José, Rafael Martínez Calvo, maestro confitero que
28
Antonio José, va a tratarse de su capital entorno humano; aquel donde la Iglesia Católica jugará el papel trabajaba en el obrador de la Confitería Lastra, apodada la Rojilla. A merced de esta nueva articulación
de clavo ardiente y castiza red social a la que agarrarse. La música religiosa de Antonio José viene pasando social, Antonio José llegó a pertenecer a la Congregación Mariana y fue miembro de la Escolanía del
prácticamente inadvertida para el gran público, con la excepción de recientes propuestas editoriales por Círculo Católico de Obreros, ambas corporaciones vinculadas a la orden Jesuita.
20
parte de la Institución Fernán González, adentrándose en esta derivada mística a la que Antonio José,
Aunque no vamos a detenernos en todo el repertorio –actualmente en construcción– para este avance
un joven de fe, brindó gran parte de sus esfuerzos. Desde 1917 hasta sus últimos días, hay en él una constante
publicado, entre las fuentes manuscritas localizadas en España y Francia, sí que damos algunas claves de la
dedicación al género, cuestión para la que ha sido primordial consultar la aproximación al catálogo de obras
21 música religiosa de Antonio José, en concreto aquella música que se acomodó a los dictados de la liturgia
elaborado por Yolanda ACKER. Se trata de un completo trabajo pionero en la investigación musicológica
católica de la época, denominada música sacra o sagrada. Antonio José vivió dentro de la generación que
destinada al compositor, que alberga referencias de creaciones ignoradas, algunas de las cuales se han perdido
tuvo que hacer frente al Motu Proprio ( MP) de Pío X, aquel documento pontificio Tra le sollecitudini
y otras permanecen inéditas o silenciadas. Así sucede con su drama lírico misional Minatchi –género muy en
sellado el día 22 de noviembre de 1903, en la simbólica festividad de Santa Cecilia. La regulación de la
boga debido al fervor colonialista– que Antonio José intentó llevar sin éxito a la Exposición Internacional de
música sacra adquiere entonces la categoría de ley, dando así un atronador golpe definitivo sobre la mesa
Barcelona (1929), al disfrutar la Misión Jesuita de representación en el pabellón misional construido.
tras la reciente disolución de los Estados Pontificios. A causa de los anteriores mandatos de Pío IX y
22
Antonio José inició sus estudios en la Escuela de San Lorenzo, guardando en su memoria el recuerdo León XIII, Pío X se encontró con un Vaticano totalmente descolocado en una Europa insistentemente
de la carencia de medios y la entrega de sus esmerados profesores. El dominio de la activa y evangelizadora batalladora, haciendo forzoso aprovechar todos los recursos disponibles, entre ellos la música, para lograr
Compañía de Jesús resultará básico en el devenir artístico del compositor. Unido a una moralizante templar su posición. La ciudad de Ratisbona, en el sur de Alemania, fue el epicentro elegido para esta
doctrina católica, gracias a esta orden recibió sus primeras nociones musicales. Recientemente, el autor reorientación de la música sagrada, afianzando el catolicismo en un país mayoritariamente protestante. El
Robert Lincoln LONG ha mostrado un destacado afecto en su tesis doctoral por la figura de Antonio José.
23
MP no surgió por iluminación divina, sino que obedecía a una planificación perfectamente estructurada
El hecho de provenir de una familia humilde y sin trayectoria artística previa, son un lastre que hará muy que venía cuajándose desde siglos atrás. La Iglesia Católica había exhibido una recurrente preocupación
difícil la incursión de Antonio José entre la flor y nata establecida. El investigador americano designa una por su música desde el Concilio de Trento (1545-1563), cuando se vendrá a modificar el tradicional sonido
amplia atención a los orígenes del músico, comparándolo con el pedigrí de otros artistas con mayor fama, al cristiano gracias a la revolución polifónica del XVI. Además, la reacción trentina contra la cismática
proceder de familias con superior nivel económico, ya que la música y demás disciplinas artísticas se entendían Reforma del protestantismo luterano, se cristalizó en una larga travesía en busca de un primigenio canto
dignas e inherentes de ejercer por una elevada burguesía. Al igual que propone LONG, es inevitable analizar romano. Si en los siglos XVII y XVIII, la música católica se fue adulterando progresivamente, una tendencia
aquí las secuelas de la profunda cristianización en la educación pública, donde la presencia del catecismo más renovadora se agudizó en el XIX, fundamentada en la emergencia de hacer frente a la amenaza del
católico y sus principios estaban presentes a diario. La Iglesia, una institución que volvía a ser sobreprotegida protestante Bach como padrino de la armonía occidental, ya que empezaba a ser universalmente reconocido
por el Estado en el s. XX, se encargaba de una concreta imposición moral, aleccionando desde la niñez con y admirado, con vasta difusión de su vida y obra. Este hecho supuso una necesidad del cristianismo católico
un sistema pedagógico parcial e influyente en todos los estamentos estatales. La acción comunitaria de por retomar sus méritos identitarios, desde el Cecilianismo surgido en Roma con el papado de Sixto V, el
_______________________ modelo de Palestrina y los místicos polifonistas del XVI, así como rescatar el olvidado canto gregoriano.
17
En base a lo aquí reflejado es importante dejar en el aire este matiz, ya que la justicia se ha negado a investigar esta desaparición, así _______________________
como la de una multitud de seres humanos ‘paseados’ que no eran ‘puestos en libertad’, sino –según la legislación española– personas 24
REVUELTA GONZÁLEZ, M., La Compañía de Jesús en la España Contemporánea, t. III: Palabras y Fermentos (1868-1912), Madrid:
legítimamente asesinadas y enterradas en hoyos de rencor, es decir, un genocidio legal en su momento y legalizado por la indolente
Ediciones Universidad de Comillas, Sal Terrae y Ediciones Mensajero, 2008, p. 875.
Constitución de 1978, gracias a la cual, el criminal generalísimo Franco es –a día de hoy– Alcalde Honorario de la Ciudad de Burgos.
25
18 Ibid., p. 876.
LLama a la reflexión el desprecio de instituciones españolas como el Instituto Cervantes hacia su ópera El mozo de mulas, que
permanece sin estrenarse en un quijotesco alarde de venganza prohibicionista, ajeno a cualquier criterio musical civilizado.
26
Gaspar González Pintado, S. J., (1868-1947), burgalés perteneciente a la Societas Jesu desde 1890. Cursó el bachillerato en el Cole-
19 gio de la Inmaculada Concepción de Aranda de Duero y en el Seminario Conciliar de El Burgo de Osma, donde completó sus estudios
Bien pudiéramos decir aquello de “con la iglesia hemos dado, Sancho” que aparece en el Capítulo IX del Quijote. «Con la variante
de Latinidad, Teología y Filosofía. Fue profesor de literatura, matemáticas y filosofía, dedicándose también a la predicación y publi-
topado por dado, se ha convertido en frase proverbial para indicar un enfrentamiento con una autoridad a la que puede resultar pro-
cación de diversas obras en verso y prosa, que abarcan poesía, novela, teatro, biografía e historia. Colaboró en las revistas El Siglo
blemático contradecir»; cita extraída [http://cvc.cervantes.es/literatura/clasicos/quijote/edicion/parte2/cap09/default.htm].
de las Misiones, La Estrella de Mar o Voluntad, entre otras, y fue autor de libretos para diferentes dramas líricos misionales.
20
PALACIOS GAROZ, M. A. & CALZADA PEÑA, R., Antonio José (1902-1936 ). Diez cánticos religiosos, Burgos: Institución Fernán Gon- Quédense con este nombre –Pintado– porque además de amigo, será el hombre que artesone con sus poemas varias composiciones
zález, 2012. religiosas de Antonio José.
21
ACKER, Y., The Castilian Composer Antonio José Martínez Palacios (1902-1936 ): A Biographical Study with a Catalogue of Works, 27
Del matrimonio entre Rafael Martínez Calvo y Ángela Palacios Berzosa –ambos fallecidos antes de la Guerra Civil– nacieron
Thesis, Australia: University of Melbourne, 1995, (inédito). dos hijos: Antonio José (soltero y sin descendencia) y su hermano Julio (1898-?). El primogénito era maestro de escuela en el mu-
22
ANTONIO JOSÉ, «Una Escuela...», Málaga, diciembre 1925; publicado en Diario de Burgos, 17 diciembre 1925; reproducido nicipio burgalés de Pradoluengo, afiliado al sindicato UGT y colaboraba ocasionalmente de redactor en el Diario de Burgos. Fue
en PALACIOS GAROZ 2002, op. cit., pp. 291-293. Antonio José recibió el sacramento del bautismo católico en la misma parroquia detenido el mismo día que Antonio José (7 agosto 1936) y presuntamente fusilado en Estépar (12 octubre 1936). Casado y con dos
de San Lorenzo. hijos, sus descendientes conservaron pacientemente gran parte de la herencia musical de Antonio José.
28
23
LONG, R. L., Salir del desierto: Dissident Artistic Expression under Franco, 1936-1975, Ph. D., San Diego: Univ. of California, 2014. Así se conocía popularmente la tienda; cfr. BARRIUSO, J. et al., Antonio José: Músico de Castilla, Madrid: U. M. E., 1980, p. 22.

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[6] MÚSICA Y RELIGIÓN EN ANTONIO JOSÉ [MARTÍNEZ PALACIOS] ANTONIO DE LA FUENTE IBÁÑEZ [7]

ESPÍRITU MUSICAL DE UN COMPOSITOR «IMPERTINENTE»


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si en algún momento Antonio José pudo ser un joven de fe, en el sur acabó reconociéndose un hombre de
La fuerte personalidad crítica de Antonio José siempre estuvo presente en sus palabras, y fue en ciencia folklórica. Esperanza e ingenuidad se convirtieron en sus únicas armas, llegando a creerse que en la
30
la revista Burgos Gráfico, fundada en 1935, donde su expresión iba a acarrear sus peores consecuencias. estrecha y cerrada sociedad burgalesa podían tener cabida su sentida música y su amado Orfeón.
31
Antonio RUIZ VILAPLANA nos relata cómo un general al mando en el Penal burgalés, trató de argumentar Además de su escritura, Antonio José había participado habitualmente en las tertulias organizadas
personalmente el ajusticiamiento de Antonio José, enseñándole un artículo dedicado a Alberto Hemsi, que
32 por la Peña del Ciprés [de Silos], emblema burgalés inmortalizado por Gerardo Diego en su enhiesto
33
llevaba por título «Coplas Sefardíes» –canciones propias de los judíos de origen español– y que había soneto. Este movimiento, fundado por Eduardo de Ontañón en 1932, quiso ser un espacio destinado a la
sido tomado de base para probar su directa condena a muerte, sentencia contra la que no cabía recurso tolerancia y pluralismo de credos. Aquí, Antonio José había expresado francamente su posicionamiento
alguno. Antonio José elogiaba en su texto la valía del citado compositor judío, y nos daba su visión político a favor de la República, siendo calificado años más tarde por Ontañón como «temperamento
35
sobre la tradición de la música popular española, que «fue enriquecida por la sucesiva concatenación de de hombre de izquierdas». Varios miembros de esta Tertulia con similar tendencia ideológica fueron
diversos dominadores y de civilizaciones disímiles, y después emprendió viajes de exportación en todas igualmente apresados: entre ellos, el impresor Luis Sáiz Barrón y el funcionario de correos Ignacio Ángel
direcciones. Los moriscos y los judíos sacaron estas canciones de España, cuando una política regia – como Arroyo Merino, ambos ejemplarmente ejecutados en las primeras semanas del levantamiento militar.
dice mi buen amigo el erudito musicólogo José Subirá en un prólogo – deseosa de afianzar la unidad en Sobre las causas de este fatal extremo, hay que señalar que Antonio José nunca fue militante de ninguna
lo religioso y en lo étnico, tras la conquista de Granada y el descubrimiento de América, les impuso el organización política, aunque su talante progresista le llevó a colaborar en revistas «destinadas a paliar la
36
abandono de una tierra donde ellos y sus antepasados habían vivido como en su propia patria». Entre escasez de ideas nuevas y pensamiento libre» como Parábola o la ya mencionada Burgos Gráfico, y en
estas líneas, el perturbado militar golpista aseguraba encontrar indicios de «estar escrito en clave e incitar la revista Trabajo perteneciente al órgano socialista-ugetista. En 1942, Ontañón establecía un paralelismo
34
a la rebelión». Más que una prueba documental de su condena, puede considerarse este hecho un simple a través de este supuesto asesinato y el de Lorca, tratando así de manifestar lo absurdo de estas muertes
intento de descargo, ya que Antonio José había sido marcado públicamente por su ideología contraria al cuando «a Lorca –como a Antonio José, que ninguno de los dos eran practicantes de otra bandería que
bando fascista, y nadie le iba a indultar de su sabido desprecio hacia el victorioso catolicismo castrense. el arte, si es que este lo es– no pudieron acusarle más que de eso: de poeta. Motivo suficiente para los
Desde su vuelta a Burgos en 1929, Antonio José había expuesto un progresivo distanciamiento mediocres, porque sabido es que no hay nada que cohíba y encocore tanto a los seres sombríos como la
37
de la doctrina católica, sin duda, desengañado por la actitud excesivamente conservadora del clero, y que claridad diáfana».
había sufrido durante su estancia como profesor en el jesuita y malagueño Colegio de San Estanislao de Una vez demostrada esta sociológica «impertinencia» de Antonio José, que convirtió su anulación
Kostka, enclavado en la barriada de Miraflores del Palo. Allí se mudó en 1925, gracias a sus amistades en en perspicua pertinencia –valgan la rebuznancia y repugnancia–, se nos permite asumir su perfil más
dicho ambiente religioso, y pese a ser una experiencia muy productiva desde el punto de vista compositivo, humano y podemos reconducir nuestra curiosidad hacia su Arte. Entre los documentos de Antonio José
que hacen mención expresa al concepto de «música religiosa», por lo rica en su contenido, resulta
_______________________
necesario profundizar en una crítica inédita (1925) a un artículo firmado por un tal Conde de Carlet,
38
[ ANEXO ]
29
ANTONIO JOSÉ firmaba alguno de sus escritos con este alias “el impertinente”, añadido de su puño y letra para referirse a sí mismo. 39
30 y publicado por la revista Raza Española.
Revista mensual publicada en Burgos entre septiembre 1935 y junio 1936, incluía reportajes sobre música, cuentos, deportes, radio, cine
y teatro. Dirigida por el burgalés Antonio Pardo Casas (1909-?), periodista, poeta, dramaturgo, novelista, de adhesión republicana, y puesto _______________________
en libertad junto con Antonio José en la saca del 8 de octubre de 1936; cfr. CALVO ARAUZO, S., La pluma silenciada de un intelectual, Trabajo
35
Fin de Grado en Historia y Patrimonio, Univ. de Burgos, 2015, (inédito), [http://elblogdelosfusiladosenesteparburgos.blogspot.com.es]. ONTAÑÓN, E., «Antonio José. Historia de un asesinato fascista», Frente Rojo, Valencia, 17 febrero 1938, p. 8.
31 36
Antonio RUIZ VILAPLANA desempeñó diversas funciones durante su destino en Burgos: abogado y secretario del Juzgado de Instrucción BARRIUSO et al., ... Músico de Castilla, op. cit., p. 50.
de Burgos (Capital de la España Nacionalista). Trabajaba en el Penal cuando se produjo el alzamiento militar, dejando constancia de la 37
ONTAÑÓN, E., Viaje y aventura de los escritores de España, México: Ed. Minerva, 1942, p. 47.
sinrazón del supuesto crimen cometido por el compositor, dentro del Capítulo X: «La ejecución de Antonio José, el músico poeta», Doy 38
Condado creado en 1604 por Felipe III y que había de regir en el municipio valenciano de Carlet, dando origen al título nobiliario
fe. Un año de actuación en la España nacionalista [1ª ed. París, 1937], Barcelona: 3ª ed. Epidauro, 1977, pp. 103-114.
que ostentaba el catalán Salvador Armet y Ricart (1860-1928) en modo consorte, al haber contraído matrimonio en 1889 con Isabel
32
Alberto Hemsi (1897-1975), compositor de origen judío-italiano nacido en Cassaba (Turquía). Realizó sus primeros estudios musica- María del Carmen Castellví y Gordon (1865-1949), excelsamente española de toda España, onceava Condesa de Carlet [ y del Cas-
les en la ciudad de Izmir, inmerso en la doctrina del Talmud Torah y continuando su formación a partir de 1913 en el Conservatorio di tellá]. Salvador fue profesor y arqueólogo socio de la Asociación Artístico-Arqueológica Barcelonesa, folklorista, violonchelista y
Musica Giuseppe Verdi de Milán. Trabajó de director musical en diversas sinagogas de Egipto (1927-1957) y Francia (d. 1958). Publi- crítico musical. En la sección de necrológicas de La Vanguardia se publicaba la siguiente reseña el domingo, 1 abril 1928: Por el
có diez series de Coplas Sefardíes: Series I-V (Ops. 7, 8, 13, 18 y 22), Edition Orientale de Musique (Egypte), 1932-1938; Series VI-X alma del Conde de Carlet y del Castellá se han efectuado los funerales en la iglesia de San Vicente de Paúl, habiendo asistido a
(Ops. 34, 41, 44, 45 y 51), Aubervilliers (Paris), 1969 -1973. Se trata de canciones para voz y piano elaboradas a partir de poemas ella numerosas personas. El finado don Salvador Armet y Ricardo, había casado en primeras nupcias con doña Mercedes de Moxó
y melodías del antiguo Imperio Otomano y cantos judeo-españoles del Mediterráneo oriental: Rodas, Salónica, Esmirna, Anatolia, y Cerdá, ya fallecida, la cual era hermana del marqués de Sant Mori, igualmente finado. En segundas nupcias estaba casado con
Estambul y Oriente Medio; cfr. FINTZ MENASCÉ, E., «Alberto Hemsi and his Coplas Sefardíes», Jewish Folklore and Ethnology doña Isabel María del Carmen Castellví y Gordon, condesa de Carlet y del Castellá. Hijos suyos son doña Mercedes (Religiosa
Review, vol. 12, N.º 1-2, Jewish Folklore and Ethnology Section of The American Folklore Society, Harrisburg-Pensilvania, 1990, reparadora), don Ricardo, don Francisco, doña María de la Paloma, don Juan Antonio y don Jorge e hijos políticos don Federico
pp. 62-69. Al musicólogo José Subirá (1882-1980) está dedicada la copla No. 48: ‘Un cabretico. Canción de noche de Pascua’, Serie Barris y doña María Almudena Medina. Casualmente y con una columna de separación, en esta misma página del periódico, aparece
VIII, España 1492 - Esmirna y Anatolia 1920 (Op. 44, Aubervilliers, 1972); un canto religioso judío posteriormente adoptado por el la noticia de un Regino Sainz de la Maza, tan admirado en Barcelona, al haber ofrecido la noche anterior un concierto en la Sala
pueblo gitano del Sacromonte de Granada, que revisitan tal mestizo villancico de la Navidad católica, y popularizado en el flamenco Mozart, interpretando las composiciones suyas Zambra, Andaluza y Alegrías, Romances mejicanos de Ponce, Romancillo de Sala-
andaluz por la cantaora Estrella Morente en los “Tangos del Chavico” de su disco Calle del Aire (Chewaka/Virgin, 2001). zar y Fandanguillo de Turina; atestiguando el firmante Z. que «la labor de Sainz de la Maza, personal y acabada, mereció como más
33 arriba decimos, fervorosos aplausos del distinguido auditorio».
ANTONIO JOSÉ publicó dos artículos bautizados «Coplas Sefardíes» relativos a Hemsi y su investigación, la cual le había sido en-
viada por mediación de su amigo común, José Subirá. El primero salió en el Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos His- 39
Publicación madrileña activa entre 1919 y 1930. En ella prestaron su colaboración integrantes de las Reales Academias de la Lengua,
tóricos y Artísticos de Burgos, n.o 42, 1933, pp. 413- 418; tras recibir la Serie I, España 1492 - Rodi 1932 (Op. 7, Alexandrie, 1932), Historia y Bellas Artes, catedráticos, profesores universitarios y directores de diversos organismos culturales. Subtitulada «de España
añadiendo al texto crítico los versos de la copla No. 6 ‘Ansí dize la nuestra novia”, y las melodías No. 3 ‘No paséch por la mi sala’ y y América», estaba destinada a fomentar una imagen positiva de la Historia de España con temáticas variadas: arquitectura, escultura,
No. 2 ‘Durme, durme, hermosa donzella’. El segundo artículo –considerado delictivo– salió en Burgos Gráfico, año I - n.º 3, noviem- pintura, literatura... La música ocupó una sección aparte con periodicidad un tanto irregular hasta desaparecer en 1926, siendo una de
bre 1935, p. 6; tras recibir la Serie IV, España 1492 - Salónica 1932 (Op. 18, Alexandrie, 1935), y del que se conservan las 8 cuartillas las artes que más interés despertaron. Presentan la raza «más allá del concepto biológico, como una magna federación espiritual que une
manuscritas, AJ-7/1; reproducido en BARRIUSO et al., op. cit., ... Músico de Castilla, pp. 77-81. todo lo hispano como una gran Madre civilizadora de América». Siguió la línea de otras publicaciones, similares a la Revista de la
34
RUIZ VILAPLANA, op. cit., p. 112. Raza (1914-1928) en su intento de promocionar el país como potencia colonial, pese al ya confirmado desastre de finales del XIX.

-xviii- -xix-
[8] MÚSICA Y RELIGIÓN EN ANTONIO JOSÉ [MARTÍNEZ PALACIOS] ANTONIO DE LA FUENTE IBÁÑEZ [9]

El manuscrito de Antonio José se centra en examinar eso que el noble aristócrata denomina «cultura [...] Pero ahora vamos a sorprender al Conde de Carlet en varios renuncios; ahora que habla 14

40
musical española», y nos sirve para introducirnos a su opinión en torno a la música religiosa que se venía de la música religiosa y de Eslava al que «con justicia se ha llamado, en el sentido que hace verdadera
la acepción, el último músico religioso español. Con Doyagüe conservó la tradición gloriosa del arte
haciendo en la dividida España de aquel entonces. Antonio José apuntará que el autor «ha incurrido en
his- pano», (apunta, Fabio) «aplicando, con prudencia y sin menoscabo de su esencial sentido patético y
algunas equivocaciones y en no pocos renuncios». La pasión del músico burgalés se desata, y el encendido 15
severo, en sus obras personales, las adquisiciones del arte moderno sin librarse, empero, de la epidemia
de la mecha se produce a causa del comentario que Antonio José enmarca, citando al referido Conde: rossiniana». ¡Y tanto que no se libró de esa fatal epidemia! Por eso fue desertor de nuestra tradición
[41]
«A Manuel García, padre de las celebérrimas cantantes Malibrán y Viardot, debe, en justicia, llamársele gloriosa, y quizá por lo mismo hizo escribir al eminente maestro Pedrell: «¿Qué obras del maestro
fundador de la escuela española de música». Dejando en momentánea cuarentena esta sentenciosa afirmación, Eslava admito según las disposiciones eclesiásticas? Casi ninguna: soy absoluto en estas cuestiones: lo
y aunque podemos considerar al sevillano Manuel García más que relevante, llegando a ser estimado uno de que no vale, musicalmente hablando, no es digno de la Casa de Dios. En época de Eslava los tiempos
los músicos españoles más internacionales de su generación, sí que vamos a alinearnos en la tesis defendida estaban duros todavía, es verdad; sin embargo, pudo y no hizo. Como compositor fue traduttore, 16
traditore y aun trucidatore de textos musicales latinos. Debía pegarse fuego a aquellos volúmenes de
por Antonio José, al cuestionarlo ser de plano un símbolo «fundacional» de una escuela española.
su Lyra Hispana y al mismo título profano de Lyra…»
Para reafirmar su postura, Antonio José inicia en su crítica una agradable ilustración musical
Sigue nuestro desacertado articulista [Carlet] diciendo que «debido quizás a la fama y grandeza
historicista nacional, comenzando por el siglo XV y la escuela española de vihuelistas, nombrando a que la Música había logrado alcanzar en España, en otras épocas, se resentía más de la decadencia en
Bartolomé Ramos de Pareja (1440-1522), «autor del tratado De música (1482)». Se remonta a San Isidoro que vivió en toda Europa la rama religiosa, sufriendo los desvíos y grandes pecados de la profana» y
obispo de Sevilla (570-636) en sus Etimologías, y como «excelsos polifonistas» nos cita a un Cristóbal de poco después, contradiciéndose ingenuamente agrega que «coincidiendo con el esplendor que Eslava
Morales (1500-1553) «de genio tan elevado y original», pasando por el «suavísimo místico» Francisco y sus discí- pulos dieron a la música religiosa», (¡no te distraigas, Fabio!) «florecieron compositores 17

Guerrero (1527-1599) y Tomás Luis de Victoria (1540 -1611). Este último con un reconocimiento aparte, de mérito y talento positivos, cultivando muchos la dramática y lírica; las semillas que esparcieron
germinaron lozanas», (¡como los cardos!) «y sus cosechas constituyen la época brillante de nuestro arte
es «aquel gigante de la polifonía, más expresivo, más humano, más genio que el mismísimo Palestrina,
moderno». (!!!??) Esta terminante afirmación prueba que, o no ha leído ni oído a Eslava, (la música
antorcha inmensa de cegadora luz; portentosa figura digna de formar con Bach, Beethoven y Wagner
suya, por supuesto) o no sabe lo que es el género religioso puro.
la sublime Cuaternidad en el Empíreo de la MÚSICA. Entérate bien, lector amable: Victoria, Bach, Precisamente D. Hilarión y los de su tiempo fueron un verdadero azote para el religiosismo
Beethoven y Wagner. Cuatro colosos; cuatro ídolos; y siéntete orgulloso de Victoria como español, del musical hispano; sobre todo, si se tiene en cuenta nuestra antigua y espléndida tradición en ese aspecto.
mismo modo que se envanecen, (y con razón) de Beethoven sus paisanos». Antonio José se detiene en los Acuérdate, lector, de los polifonistas antes mencionados, y escucha de nuevo a Pedrell que dice: 18
españoles organistas-compositores, empezando por «el ilustre burgalés que mereció ser llamado el Bach «Hay que destruir esa leyenda Eslava, formada por sus discípulos, muchos muy malos músicos, todos
español» –subraya–, al referirse a Antonio de Cabezón (1510 -1566) «como creador del arte de variar un tema, hombres de un solo libro (cualquiera de los de Eslava), que ocultan su ignorancia juntándose con lo
que creen una buena compañía. Pudo Eslava hacer mucho, porque gozó protecciones de todo género,
propagador del arte de tañer órgano y propulsor de la escuela de los virginalistas ingleses, y perfeccionador
pero no hizo nada… o muy poco (seamos misericordiosos) ni en la especulación histórica, ni en la
de la nuestra». Antonio José no se olvida de Francisco de Salinas (1513-1590), «verdadera celebridad de su
científica musical, ni la tratadística, ni en la producción directa o propia. En la histórica, ahí está su
época que rayó casi en lo divino, tanto es así que con el nombre de “el divino ciego” o “el divino Salinas” Gaceta Musical, que es un colmo de desatinos y de lugares comunes. Tuvo un ejemplar de las obras
ha pasado a la posteridad»; sin desatender a cronistas reales de la talla de Ambrosio de Morales (1513-1591), de Cabezón, que he tenido en la mano para corregir las pruebas de los cuatro volúmenes de mi 19
–concluyendo– «mucho antes de nacer Manuel García, ya existía (a pesar del parecer de nuestro comentado antología Hispaniae Schola Musica Sacra, dedicados al insigne ciego, y ni siquiera debió de abrir el
Conde de Carlet) una espléndida escuela musical en nuestro país; y al existir, no había ya posibilidad de ejemplar (por miedo a la cifra, sin duda), que de haberlo abierto, hubiera leído que Cabezón fue ciego
fundarla». Anclado este planteamiento, Antonio José prosigue destinando un más que nutrido énfasis a las a poco de nacer. En mi Antología he tenido que descargar duro y fuerte contra el historiador, no sé
si más sorprendido que indignado por su ignorancia, bien manifiesta en su famoso Museo Orgánico,
consideraciones tomadas por el Conde de Carlet relativas a la música religiosa. El juicio de Antonio
donde también es de sorprender su ignorancia en materias científicas. ¿Sabía algo de acústica? Y
José aquí ofrecido resulta de particular provecho, ayudándonos a discernir y contextualizar su inclinación
¿sobre su Memoria de la Música religiosa en España? Y ¿aquella cómica división de estilos? Y ¿sobre
hacia una determinada tendencia estética de su tiempo. Por ello, dado este indudable interés, y por ser una sus Tratados? Recuérdese el divertidísimo de Instrumentación, más divertido todavía que el de
42 20
de las escasas fuentes manuscritas al respecto, reproducimos a continuación el desconocido texto íntegro: Melodía. Y del trato con nuestros polifonistas clásicos ¿qué se le pegó? Ahí están sus composiciones
_______________________ para demostrarlo. ¿Y aquella Lira (¡Lyra!) Sacro Hispana? En efecto: estas cosas no hay que dejarlas;
40
El Conde de Carlet dirigió una trilogía al ensalzamiento de la música nacional en la referida Raza Española: «De la cultura musical la ignorancia ha de combatirse. Por lo tanto, enristre V. la péñola y duro con la leyenda; sostenida tan
española III», n.º 77-78, 1925, pp. 69-80; «Sardanas y caramellas [II]», n.º 65-66, 1924, pp. 118-122; y «De la cultura musical españo- solo por los malos músicos».
la [I]», n.º 63- 64, 1924, pp. 70 - 82. Salvador publicó en esta misma revista artículos dedicados a temas variopintos y otros específicos Continúa nuestro Conde de Carlet y afirma que «en la mayoría de nuestras catedrales se
musicales: «La ópera melódica. La melodía en Mozart», «Juan Pierluigi de Palestrina», «El drama lírico modernista. La ópera sin me-
conservaban las gloriosas tradiciones de los grandes maestros polifónicos –acabados modelos
lodía», «De la música rusa», «La música escandinava y Grieg», «Del teatro japonés» y «La música en España en la época del Descubri-
miento de América»; cfr. GONZÁLEZ LÓPEZ, M.ª A., «Índice de la revista Raza Española (1919-1930)», Revista de Literatura, vol. LXIII - que guardaban los archivos–, obras selladas con la impronta de su inspiración, unción y ciencia 21
n.º 126, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 2001, pp. 535-582. Escribió un Estudi sobre‘l cant pla o gregorià, Vich: que continuaban llenando los ámbitos en las grandes solemnidades y ceremonias, cual si estuviesen
Imprenta R. Anglada i Pujals, 1883; cfr. ELÍAS DE MOLINS, A., Diccionario biográfico y bibliográfico de escritores y artistas catalanes del presentes sus autores, aquellos grandes maestros de capilla». (Digo rara vez por no pensar en
siglo XIX, tomo I, Barcelona: Imprenta de Fidel Giró, 1889, pp. 153-154. En colaboración con José María Serrate, director del periódico
La Reconquista, publicó un Boceto crítico de la tragedia y la ópera Hamlet, Barcelona: Redondo y Xumetra, 1882; donde el periodista se
que casi nunca se interpretan tales modelos. Han venido primando, por el contrario, y desde que
encarga de la crítica literaria del drama de William Shakespeare (1564-1616), y el Conde, de contextualizar la música de Ambroise Thomas fueron escritas, las obras de Eslava, Gorriti, Barrera y otros por el estilo). «Para la cultura general
(1811-1896), entonces director del Conservatorio de París; cfr. La Ilustració Catalana, año IV - n.o 78, Barcelona, 1883, p. 15. y universal, tales monumentos continuaban, sin embargo, ignorados; el vulgo los desconocía;
[41]
RADOMSKI, J., The Life and Works of Manuel del Pópulo Vicente García (1775-1832): Italian, French and Spanish Opera in early seguían siendo tesoros escondidos en los polvorientos archivos, solo admirados en las respectivas
19th-century Romanticism, 2 vols., Ph. D., Ann Arbor, Michigan: U.M.I., Dissertation Services, 1994. capitales sin que nadie se preocupara de ellos, sin que ningún talento emprendedor ni ningún erudito 22
42
ANTONIO JOSÉ, «Crítica a un artículo del Conde de Carlet», AJ-6/1, manuscrito inédito, 30 cuartillas numeradas, Málaga, 1925.

-xx- -xxi-
[10] MÚSICA Y RELIGIÓN EN ANTONIO JOSÉ [MARTÍNEZ PALACIOS] ANTONIO DE LA FUENTE IBÁÑEZ [11]

conocedor, cuando menos, de su existencia, ni ningún artista caritativo, sabedor de estos tesoros Desconocemos por qué Antonio José se dirige al Conde de Carlet con el nombre de «Fabio»; posi-
de nuestra época dorada –y digo caritativo, porque caridad es la divulgación entre el pueblo de las blemente fuese con la idea de molestar e importunar, actitud bastante habitual de Antonio José. Igualmente,
riquezas del arte patrio– se hubiese tomado la pena de ocuparse de ello». Todos esos monumentos ignoramos las razones que llevaron a la censura de este escrito en la recolección de PALACIOS GAROZ 2002.
artísticos, creo sinceramente que siguen ignorados para el pueblo y para algunos otros más, a pesar
Únicamente podemos dejar constancia de una explicación para que esta crítica quedase inédita en su día,
de los supuestos trabajos realizados para evitarlo por Eslava y otros que el articulista no nos cita.
De nuevo vuelve a desconcertar con sus inexplicables contradicciones el Conde de Carlet; y
cuando Antonio José daba cuenta de las siguientes vicisitudes en una carta del 28 de octubre de 1925:
no atino a comprender la falta de lógica que tienen sus revueltos apuntes, escritos o mejor transcritos 23 Sobre la publicación de mi artículo contra el Conde de Carlet, recibí una atenta carta de D.a Blanca
sin meditación alguna: «La ópera bufa –dice– gozó en España de gran popularidad, ya que la seria [43]
de los Ríos en la cual me dice “que muy gustosamente accedería a insertar en Raza Española el
se hallaba reducida a una especie de “concierto vocal”, y sin coros, en el que lucían sus facultades y artículo que tiene Vd. la amabilidad de ofrecer, y que desde luego tendrá importancia por el asunto
agilidades los virtuosos en arias, dúos y algún terceto desprovistos de interés dramático y musical. Fue a que se refiere y por la interesantísima controversia que provocaría entre autoridades en la materia;
tal la virulencia de este morbo, importado de Francia, en nuestra sociedad, al mediar la decimoctava pero compromisos contraídos anteriormente y trabajos ya solicitados completan con exceso los números
centuria, que llegó a invadir hasta los templos con tan gran entusiasmo, que no pudo menos de en prensa, y por el tiempo que tardaría en aparecer además de la actualidad perdería el interés que
pro- mover la indignación de Feijóo y del Padre Isla. Músicos españoles, conocedores a fondo de 24 al presente inspire. Sírvase insertarle en otra publicación y mucho estimaría lo advierta para tener el
las sublimes creaciones de Gluck, Haydn y Mozart, artistas de bien sentada reputación, no pudieron gusto de leerle”. Por esta razón aún está en su poder (en el de Vds.) mi trabajillo, y yo desde luego
sustraerse al citado morbo. La fe de este siglo XVIII no es aquella fe robusta que, con toda la fuerza de ya no pienso publicarle si no es en el Diario de Burgos, donde le estimarán mucho aunque no sea de
una creencia dominadora y de una inspiración más terrible que amorosa, creó en los siglos XV y XVI actualidad, y más por ser mío que por su valor insignificante. Devuélvanmele, pues, cuando puedan,
las obras del divino Morales, del magnífico Victoria y del gran Cabezón, en España, y de Palestrina, en si no les molesta, y libramos al Conde de una pedrada...44
Italia, no; es una fe tocada de sensualismo y frivolidad, que prefiere los reflejos de oro de los altares
churriguerescos, se pirra por las imágenes llenas de bordados, encajes y telas recamadas, y llena los 25 Una de las mayores falacias que se generaron entonces –vigentes hoy en día a través de autores
templos del aroma de las flores, dándoles ambiente de recreo de los sentidos, que presenta también,
por lo general, la música religiosa española de esta época, incapaz de expresar la fe y el fervor, ni
como LÓPEZ CALO –, consiste en atribuir a Hilarión Eslava un carácter precursor nacional, desde Sevilla y
el ascetismo, ni la fuerza y robustez que la hicieron cantar “Improperios” y “Lamentaciones” con la Madrid, de aquella corriente cecilianista que se había retomado en Europa durante el XIX. Ciertamente, en
terrible y elevada grandeza de nuestros grandes polifonistas. A la inversa de lo que sucedía en los siglos España, no se puede hablar de una emergente reforma de la música religiosa hasta 1880, con la llegada al
XV y XVI, cuando la música profana adoptaba el lenguaje de la religiosa, hasta el punto de que ni los burgalés Monasterio de Santo Domingo Silos por parte de los monjes benedictinos franceses, provenientes
Madrigales más graciosos lograron evadirse del tono serio y devoto, en el siglo XVIII, al adoptar los 26 de la Abadía de Solesmes. Fueron ellos quienes trajeron consigo una verdadera reparación del canto
compositores el estilo de la época, llevan a la iglesia la “tonadilla” y los dejos de la copla popular, gregoriano, junto con la recuperación polifónica del XVI que Pedrell comienza a extender con un criterio
hablando, en los momentos más solemnes, el lenguaje de la ópera de actualidad».
Todo este largo trozo es muy discreto por lo verdadero, y llama la atención por lo contrario que _______________________
es a los otros en que habla [Carlet], con la admiración que hemos visto, de Eslava y otros que como él [43]
Blanca de los Ríos Nostench (1859-1956), fundadora de la revista Raza Española. Frente a un centenar de nombres masculinos,
perjudicaron grandemente la música religiosa verdaderamente litúrgica y digna. Aún hoy día, por desgracia, a ella se unieron la Condesa de Carlet y del Castellá, Sofía Casanova, Concha Espina y Emilia Pardo Bazán, asiduas escritoras espa-
ñolas, y varias americanas: Mercedes Claro Solar (Chile), Rosa Bazán de Cámara (Argentina) o Angélica Palma (Perú), entre otras;
más de un noventa por ciento de los oyentes que acuden a las catedrales, se pirra, según la frase de 27 cfr. SIMÓN PALMER, M. C., «Relaciones de escritoras españolas y americanas tras la Independencia», Mujeres y emancipación de la
nuestro articulista, por aquella clase de música; preciosa para zarzuela y opereta, pero lamentable desde el América Latina y el Caribe en los siglos XIX y XX, Eds.: I. BAJINI, L. CAMPUZANO, E. PERASSI, Milán: Ledizioni, 2013, pp. 263-277.
punto de vista religioso. Como anillo al dedo viene un párrafo firmado por “Cecilio” [Otaño] que copio Cuando falleció la Condesa de Carlet, su amiga Blanca de los Ríos le dedicó una página del ABC, 3 junio 1949: «... la mitología
de la Revista Música Sacro-Hispana (Bilbao, Febrero, 1910) y que dice donosamente: «solo os daré unos musicada de Wagner y los versos de Rubén, cargados de poesía, tan afrancesados, pero hispánicos e hispanizadores, se disputaban el
alma ardiente y creadora de Carmen, cuya fantasía exaltadísima, como mariposa etérea, revolaba indecisa en las lindes de la Poesía
consejos, lectores míos: que al hacer música de iglesia os apartéis lo más posible de la manera de hacer
y de la Música. Entonces, y bajo los absorbentes influjos de Wagner y de Rubén Darío, nació su Poema del Cisne y la Princesa, todo
de Eslava: que si ponéis sus misas alguna vez, sea para evitar mayores males y por no tener cosa mejor; y en sonetos modernistas, alguno de los cuales mereció elogios de Menéndez Pelayo. Prosa y verso –continúa de los Ríos– prueba del
que si no las ponéis nunca, ningún artista, ninguno que sienta bien de las cosas de iglesia os reprochará por 28
dualismo poético-musical de Carmen fue su memorable conferencia en el Ateneo de Madrid, acerca de El momento y la obra maestra
ello, antes os aplaudirán, os bendecirán y os considerarán muy devotos fieles de la religión y del arte». de Albéniz, donde disculpaba su atrevimiento de hablar de música, con “su oscura condición de poeta, que hizo de la música la pasión
más grande de su vida intelectual”. Así decía y así era. Calificó a la Iberia de “monumento de nuestra geografía lírica y espiritual”;
En otro lugar nuestro desacertado y fácilmente engañable escritor [Carlet] escribe; «Doyagüe, que dijo que “sus doce cantos condensan nuestra leyenda desde el fausto de los califas al drama oscuro y carcelario... desde el fatalismo
vivió del año 1755 al 1842, asistió a estas transformaciones del arte musical (viveza del ritmo y más musulmán hasta la desvergüenza de Lavapiés”. Mostró cómo Isaac Albéniz transfundió a la mejor técnica musical moderna todo el
brillantez en las sonoridades con el desarrollo habido de la orquesta, dispuesta ya a expresar las pasiones alma popular de España. El celo por el triunfo de sus amigos muertos, su pasión por el Arte, su ardiente españolismo caldeaban sus
palabras que, profetizando la gloria de Albéniz, sonaban entre el tronar de continuas ovaciones. Fue un día de triunfo para Carmen».
tumultuosas del pueblo emancipado y de un siglo enfermo, precursora de la gran época sinfónica que se
La Condesa de Carlet también dirigió la página femenina de El Liberal de Barcelona, «Manos Blancas»: “una interesante sección
avecinaba) en su técnica y en sus procedimientos, pero, hijo del siglo XVIII, no pudo jamás someterse a consagrada exclusivamente al bello sexo”, tal y como anunciaba su inauguración en Blanco y Negro, Madrid, 20 julio 1901, p. 17.
lo nuevo ni sustraerse al sensualismo ita- liano ni a la frivolidad que en nuestro suelo dejaron Scarlatti, 29
Otras críticas literarias eran menos benevolentes con la Condesa: «Su verso es flojo y desmayado; las palabras mal escogidas y poco
Boccherini y comparsa». Durísimo me parece llamar parte de comparsa, ni aun jefe de ella a un maestro castellanas muchas de ellas; en conjunto, el libro [Poema del Cisne...] da una impresión de flojedad y de desaliño, que hace pensar en
que la poetisa ha escrito a ratos y sin inspiración este libro. Muchos poetas como la señora Condesa del Castellá, y perdería España
como Scarlatti que tantas y tan maravillosas muestras dejó de su talento admirable y espontáneo. ¿No
su renombre de cuna de poetas líricos...». Por supuesto, en estas críticas artísticas no podían faltar los despectivos comentarios de
conoces, lector, sus deliciosísimas sonatas? ¿Ni sabes tampoco lector que fue Scarlatti el compositor más género: «... claro está que las mujeres tienen talento, ¿quién lo duda?, pero es un talento menos alto, menos idealista que el de los
grande de los que este género cultivaron en su tiempo? Además algunos dan como cosa cierta que Scarlatti hombres. El talento de las mujeres es un talento prosaico, práctico, cotidiano, si podemos decirlo así: un talento que jamás se eleva
fue influenciado por la pujante escuela española, o mejor quizá, por el rico aroma de aquella escuela, en a las altas cimas de la idealidad. Es un talento menudo, nimio, consistente en advertir pequeños detalles de la realidad. Jamás ven
el universo en conjunto ni abarcan la vida en su inmensa complejidad»; cfr. GONZÁLEZ BLANCO, A., «Crítica literaria. El Cisne y la
el tiempo que pasó en España como profesor de clave de la Princesa de Asturias. Y repito que los frutos 30 Princesa», La Correspondencia, 27 agosto 1911.
sabrosos de su ingenio más aprovecharían a los músicos de aquella época por su expresiva elegancia, que 44
ANTONIO JOSÉ, carta a Claudio Sánchez Elorza y Emiliano Artiz Ariceta, Málaga, 28 octubre 1925, Fondo José Subirá, Centro de
perjudicarles, como a ese pretendido Doyagüe, con su sensualismo y frivolidad. [...] Documentación Musical de Catalunya; reproducido en PALACIOS GAROZ 2002, op. cit., p. 103.

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avanzado. A esto hay que sumar la llegada por el norte peninsular de una nueva música, abanderada por una Repudiado en Madrid por su manifiesta antipatía a los «zarzueleros de moda», Antonio José encontró
esforzada hornada de organistas-compositores vascos de impresionantes cualidades artísticas, y que iban a en el contexto jesuita el camino más recto para alcanzar algo de reconocimiento en territorio español. Fue
revolucionar el panorama musical español. En 1890, Vicente Goicoechea (1854 -1916) accede al puesto de MC un sincero continuador de la misión de Olmeda, pese a estar inhabilitado para musicar ceremonialmente la
en Valladolid, archidiócesis que irá proponiendo toda una renovación de autores y repertorio sin precedentes, Catedral. Bien lejos de ser un «hombre de probada virtud», será desde la Iglesia de la Merced donde Antonio
e iniciativas colectivas inspiradas en la Schola Cantorum parisina. En Francia, con la aportación visionaria José, junto a la protección y enseñanzas de su profesor José María Beobide (1882-1967), llegue a convivir
de Alexandre Choron (1771-1834), los oficios litúrgicos del primer cuarto del XIX experimentaron un eficaz con una lectura más vanguardista del MP. No obstante, la esencial traba en aquel conato de airear la música
movimiento por reivindicar a Palestrina. Incluso virtuosos como Franz Liszt (1811-1886), desde París en torno religiosa burgalesa, fue el sabor folklorista que tanto Olmeda como Antonio José quisieron reinstaurar en la
a 1840, clamaban por esa enmienda ineludible en la música que se ejecutaba en las iglesias. La conveniencia población. En el acallado espectro burgalés, un sentimiento de orgullo folklórico popular nunca ha estado
de utilizar símbolos, textos y demás parafernalia espiritual conocida y atractiva para el gran público, había bien visto, ya que se entiende como un posible aliento de independentismo antipatriota. Desde los tiempos del
sido exitosamente postulada ya por Bach, y seguida por Wagner, quien desde 1850 coincidirá con un creciente Cid Campeador, una de las decanas deformidades de los tradicionales gobiernos de Castilla, es su tendencia
antisemitismo europeo, tendente al enfrentamiento político de religión y arte para consolidar fines espurios. a pensar más en la quimera del imperio que en su propio pueblo. Una tradición cultural que reforzase ese
El retraso español, a consecuencia de las sucesivas desamortizaciones eclesiásticas, vivía enmascarado en un espíritu musical plurinacional, mezcla de probada diversidad y singularidad local, era predicada por Antonio
escenario desolador, atenuado tras el Concordato de 1851 firmado entre España y la Santa Sede bajo el reinado José, siendo identificado como un peligro perseguible, es decir, un personaje perfectamente digno de ser
de Isabel II. Aunque se apaciguó el deterioro de la música sacra, fue a todas luces insuficiente, dando fe de aniquilado. Bastante había ya con los ascendentes nacionalismos vascos y catalanes. En Burgos, el MP no fue
ello Olmeda desde su maestría burgalesa, con continuos reproches sobre esta realidad al finalizar el siglo: sino un elemento más, empleado por la Iglesia para la radicalización de los individuos y el enfrentamiento
siempre dual, sin sitio para los matices. La Guerra Civil es el logro de un colectivo fanatizado, la enésima
El estado de la música religiosa es alarmante. Comenzando por la Catedral, en donde generalmente
reconquista de la incultura, donde solamente cabía el pensamiento único: político, religioso, musical...
no se cantan más que obras mal representadas, de compositores de épocas muy decadentes para la
música religiosa, como Reyero y Don Plácido García, es decir folías como diría Feijóo, y concluyendo
por el último pueblo, se ve, que en un punto á música sagrada, aquí no ha quedado nada de aquella Tal y como presentábamos esta separata, una de las publicaciones que queremos resaltar en este
grandiosidad del arte polifónico español del siglo XVI, y apenas nada de aquellas canciones del estilo avance, son los Cantos de Amor al Corazón de Jesús editados en 1930, destinados a la transmisión del
del canto gregoriano, que tanto debían abundar antes á juzgar por las reminiscencias y vestigios que ideario católico a través de la música. Fueron dedicados «al sumo pontífice glorificador de Cristo Rey
he encontrado en el mismo pueblo por aquí y por allí en mi extensa peregrinación por la provincia.
y defensor del canto litúrgico, Pío XI, en el jubileo de su ordenación sacerdotal». Mediante su constitución
[...] Con la última generación se puede asegurar que ha bajado a la muda é impenetrable fosa de los
muertos un tesoro de canciones sagradas, que hubieran tenido un valor incalculable para el repositorio apostólica Divini cultus sanctitatem del 20 de diciembre de 1928, al celebrarse 25 años del Motu Proprio
y restauración del canto gregoriano.45 y el noveno centenario de la llegada del monje benedictino Guido d’Arezzo a Roma, Pío XI seguía poniendo
en valor la divulgación de una renovada música sacra en consonancia a las normas establecidas por
La pretendida reforma de la música católica a partir de 1903, salvo contadas decisiones, nunca Pío X. Con un total 32 composiciones originales –todas ellas con poesías del Padre Pintado–, el dictamen de
llegó a calar en la comunidad feligresa, quedándose en una especie de esfera casposa y petulante, en la que los censores del arzobispado de Burgos señala en la primera página, «la conformidad de dicha obra con las
los propios músicos del clero se erigieron en sus mejores críticos. Un desfile de infructuosos Congresos vigentes normas pontificias sobre música sagrada». De este modo, se otorgan cien días de indulgencia «a
nacionales hasta mediados del XX, y una ingente verborrea en todo tipo de revistas y publicaciones surgidas todos los que en el templo tomen devotamente parte en la ejecución de cualquiera de los cantos contenidos
al efecto, no dejaron lugar a dudas de que el caso español iba a ser un rotundo fracaso. En Burgos, Federico en esta obra». Tal y como afirma en la introducción su promotor e inspirador Pintado, el ofrecido ejemplar
Olmeda fue un adelantado a su tiempo con una incómoda propuesta de libertad a la hora de asumir el es «un selecto compendio, y rico muestrario, de la música religiosa que se compone en nuestro tiempo»,
Motu Proprio, una tercera vía complementaria a los ya manidos vértices de Pedrell y Eslava. Se mostró adonde encontramos obras, entre otros, del P. Donostia, Guridi, Almandoz, Beobide, Turina o Antonio José,
firmemente crítico con aquella radical interpretación del MP que imponía el Padre Nemesio Otaño, idolatrado para una suma de 23 autores. El burgalés anunciaba que «el maestro Falla prometió una composición suya,
líder nacional que durante el franquismo asumiría un rol institucional preponderante, transformándose en que no ha llegado a publicarse por no retrasar la salida del libro; pero que aparecerá incluida seguramente
46
un racista compositor de himnos patrióticos y música militar, en clerical desenfreno una vez alcanzado el en la segunda edición», la cual nunca llegó a producirse. Pintado tardó varios años en sacar adelante
47
triunfo. Sin duda, el MP constituyó un instrumento que la Iglesia Católica española supo usar sabiamente en este primer y único volumen. Así, ya el 9 de noviembre de 1927, remitiría una carta a Joaquín Turina
los albores del siglo pasado, con el único objetivo de apuntalar su prestancia en la sociedad civil y militar. desde la bilbaína Universidad de Deusto, solicitando su intermediación para que el maestro Falla pusiera
Antonio José, desde fuera de la disciplina eclesiástica –por lo menos tuvo la honestidad de no disfrazarse de la guinda en este proyecto:
negro–, compuso música religiosa y supo aprovechar las oportunidades que esa red social le ofrecía. Es lo que He pensado que esta ocasión ha llegado ahora, y el destinado por Dios para sacar de ella el conveniente
había, al igual que hicieron tantos a lo largo de la Historia de la Música en sus variadas etapas –recuerden resultado es Usted. ¿Quién mejor podría obtener que el Sr. Falla se dignase a valorar con una página
al cura rojo–, lo mismo que Olmeda, más interesados en el oficio musical que el sacerdotal. suya la hermosa colección que estamos haciendo?

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45
Cita tomada de la presentación con que Olmeda nos introduce a la sección tercera, dedicada a los «cantos sagrados» de su Cancio- ANTONIO JOSÉ, «Bibliografía sacro-musical», Diario de Burgos, 4 abril 1930; reproducido en PALACIOS GAROZ 2002, op. cit., p. 329.
nero; cfr. Folklore de Burgos por el Maestro F. Olmeda (= edición facsímil de OLMEDA, F.: Folk-Lore de Castilla o Cancionero popu- 47
Además de esta carta a Turina, la relación epistolar entre el Padre Pintado y Manuel de Falla consta de un total de 11 misivas de ida
lar de Burgos, Sevilla: Librería Editorial de María Auxiliadora, 1903), Publicaciones de la Excma. Diputación Provincial de Burgos, y vuelta que mantuvieron Pintado: 15/10/1928, 13/8/1929, 27/8/1929, 4/11/29, 23/11/1929, 28/11/1929; y las contestaciones de Falla:
1992, p. 183. 22/10/1928, 20/8/1929, 30/10/1929, 26/11/1929, 4/12/1929. Correspondencia conservada en el Archivo Manuel de Falla (Granada).

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Posteriormente, Pintado se dirigió personalmente a Falla entre 1928 y 1929, enviando desde el se llega a la consciencia del vivir. Porque ahora sois semejantes a aquellos sepulcros blanqueados por
Colegio de la Merced (Burgos) un conjunto de cartas a Granada, para convencerle de que contribuyese fuera, de que habla la Biblia.51
con alguna pieza musical a este empeño. Falla manifestó su negativa inicial por estar sumergido en la Efectivamente, poco tenía ya que ver este Antonio José treintañero con aquel joven creyente que
composición de su Atlántida, ya de por sí con un elevado componente místico, transmitiéndole a Pintado afrontaba sus primeras composiciones católicas. Un afamado Ave María será uno de sus primeros frutos
sus inquietudes y que esperase al último trimestre de 1929: corales, fechado en Burgos el 20 de abril de 1917, y pautado en los moldes de esa viva y sobria inspiración
Para entonces, Dios mediante, creo que podré proponerle algo que podamos utilizar para el fin altísimo creadora que defendía el Motu Proprio. En España, la influencia italiana había sido perjudicial para el
a que usted me invita con tan generosa bondad. Digo esto porque, aun siendo preciosas las canciones desarrollo del misticismo musical que habían alcanzado nuestros artistas del XVI. Fue una práctica común
que usted me envía, no entran, por su carácter popular moderno, en mis formas de expresión musical. El de la nobleza y realeza europea del XVII, aunarse en una paulatina profanación de las Capillas Reales con
día en que tenga el mucho gusto de conocerle personalmente, explicaré a usted cuales son mis aspiracio-
músicas al estilo del clavicordio y la teatralidad mundana. Esta costumbre se acentuó en el XVIII, dado
nes en lo concerniente a nuestra música religiosa; por escrito necesitaría muchas páginas para expresarle
el singular oído que trajo la dinastía borbónica tras la Guerra de Sucesión. Por la corte española de
algo siquiera de mi manera de ver y de sentir lo que tan intensa y constantemente me preocupa.
Felipe V, Fernando VI, Carlos III y Carlos IV, pasaron los Giacomo Facco (1676 -1753), Francesco Corselli
Las exigencias de Falla, sabedor de su propio camino trazado –plagado de diferencias estéticas con (1705-1778), el castrato Farinelli (1705-1782), Gaetano Brunetti (1744 -1798), Luigi Boccherini (1743-
aquella Generación del 27–, le llevaban a tener dudas sobre si Pintado, podía componer unos versos definitivos 1805) o incluso Domenico Scarlatti (1685-1757); todos contagiaron de su saltarín concepto musical a los
que encajasen dentro de sus intenciones musicales, por lo que al final se desistió de tal posibilidad: compositores españoles, capitaneados por el Padre Soler (1729 -1783), imitando parte de un estilo italiano
a capricho de la monarquía que se viralizó por los templos. Podemos decir que algo del mal gusto musical
Creo que en modo alguno deben por mi causa demorarse ni en la publicación ni en la entrega al Santo
borbón se mantiene hoy en día, basta con escuchar el ‘himno’ mudo español –no se puede cantar–, al tratarse de
Padre de la colección, aplazando el trabajo mío para incorporarlo en la segunda edición.
una belicista marcha instrumental granadera, propia del fanfarrioso y alabado posfranquismo monárquico.
La antología ya estaba lista a finales de 1929 y Pintado no espero más, imprimiéndose a comienzos En este arriesgado punto de salida ponemos fin a este avance, fijando nuestra hipótesis en llegar
de 1930, sin continuidad en una posterior segunda iniciativa, dados los acontecimientos tan poco propicios a demostrar que el adolescente Antonio José, pudo leer un escrito que marcaría su trágico destino vital y
52
para el ejercicio de la música religiosa que se iban a desencadenar. La proclamación de la Segunda artístico. El 18 de agosto de 1917, se publicó un artículo titulado «Divagación: Las reglas en la música» en
el Diario de Burgos. Su autor, Federico García Lorca (1898 -?), se encontraba durante ese verano en un
53
República, cerrando una separación entre Iglesia y Estado en la Constitución de 1931, desembocó en una
54
política anticlerical represaliante y «aproximadamente 7.000 clérigos regulares y seculares (entre ellos viaje de estudios por Castilla y León. Aunque Lorca había manifestado una temprana vocación musical,
13 obispos) fueron víctimas mortales, la mayoría de ellos cruelmente asesinada durante los primeros este recorrido por las viejas ciudades castellanas «despertó en su espíritu el gusto de la expresión artística.
48 55
meses de la Guerra Civil». En 1932, mediante el decreto de 23 de enero se ordenaba la disolución Poco después empezó a escribir poesías». Este documento es señalado por Jorge de PERSIA como «único
56
de la Compañía de Jesús, no siéndoles restituidos sus derechos y propiedades hasta su derogación por texto específico» en que Lorca dedica su cuidado a la música, si bien las citas y llamadas musicales están
el Primer Gobierno Provisional de Franco. En este aspecto, «la disolución fue para la mayoría de los a menudo recogidas en sus obras y disertaciones. En el ensayo, Lorca muestra su admiración por autores
jesuitas un destierro, hasta que se fueron reincorporando a la vida nacional en virtud del decreto de contemporáneos, atribuyendo a Debussy «modulaciones maravillosamente desquiciadas» o describiendo
3 de mayo de 1938. [...] Lo que la opinión popular consideró al principio como una desgracia, ellos un Ravel «tan técnico y tan extraño que hace sonar instrumentos que no existen». El apunte musical
lo vieron como providencial, ya que gracias a esa medida se salvaron en gran parte de la hecatombe lorquiano se centrará en potenciar la libertad formal y armónica, y en hacer prevalecer la expresión frente
49
mortal de religiosos producida en la zona republicana». Sobre esta atrocidad, HEINE nos indica que el a cualquier otro elemento ya que «un arte así no cabe en las reglas». Según nuestro analítico desenlace
Vaticano beatificó desde 1987 alrededor de ochocientos afectados de ambos sexos, declarándolos mártires comparativo, ni la música profana de Antonio José ni su música religiosa, ni tan siquiera su vida se
de la persecución religiosa en España. Pero también en el otro bando hubo víctimas católicas. Según someterán disciplinadamente a la norma imperante. Por ello, el burgalés solía afirmar en sus conferencias
nos recuerda PALACIOS GAROZ, «16 sacerdotes vascos fueron fusilados en 1936 en la zona nacional y que «el arte es para el hombre lo que para Dios es la facultad de crear», con una máxima de libertad
50
ninguno de ellos ha sido aún beatificado». La similitud en la barbarie de ambas facciones, contrasta con para tratar de evidenciar si «la música es también una religión» e invitar a la reflexión.
el trato desigual dado por la Iglesia, naturalmente proclive a las discriminaciones ideológicas. Antonio José, _______________________
víctima de esta atmósfera, se dirigía así en 1933 al sacerdote García Blanco, uno de sus primeros maestros: 51
ANTONIO JOSÉ, carta a Julián García Blanco, Burgos, 9 febrero 1933; reproducido en PALACIOS GAROZ 2002, op. cit., p. 144.
52
GARCÍA LORCA, F., «Divagación: Las reglas en la música», Diario de Burgos, 18 agosto 1917; recogido por GIBSON, I., «Federico
Todo te agradezco mucho, hasta los bienes espirituales que me deseas y de los que, según tú, ando García Lorca, su maestro de música y un artículo olvidado», en Ínsula n.º 232, Madrid, 1966, p. 14; e incluido en Federico García
bien necesitado. ¿Y quién no los necesita? Vosotros, los curas, y vuestros fanáticos seguidores, os creéis Lorca, Prosa inédita de juventud, Ed.: Ch. MAURER, Madrid: Cátedra, 1994, pp. 289-292.
poseedores de la verdad, ahítos de gracia, de espíritu desbordante y al margen de toda duda... Pedidle 53
Durante esta excursión, Lorca publicó otros cuatro artículos en Diario de Burgos; cfr. «Federico García Lorca en Burgos: más artículos
a vuestro Dios que os ilumine y que llene de inquietud vuestra alma seca. Pedidle dolor, que por el dolor olvidados», GIBSON, I., Bulletin Hispanique, t. LXIX, n.º 1-2, Burdeos, 1967, pp. 179-194; véase JABATO DEHESA, M.ª J., Torres de aire
y plata: Los artículos de Federico García Lorca en Diario de Burgos, discurso de ingreso en la Real Academia Burgense de Historia y
_______________________ Bellas Artes, Burgos: Institución Fernán González, 2012; destellos de la prosa que Lorca presentó después en su primera obra titulada
48
Cfr. HEINE, Ch., «La situación de la música sacra en las ‘Dos Españas’: reflexiones en torno a la repercusión de la Guerra Civil en la his- Impresiones y paisajes, Granada: Imprenta de Paulino Ventura Traveset [1918], Ed.: R. LOZANO MIRALLES, Madrid: Cátedra, 1994.
54
toria del género», Itamar, Revista de investigación musical: territorios para el arte n.o 3, Univ. de Valencia & Rivera Editores, pp. 267-277. GIBSON, I., «Lorca y la Música», La música en la Generación del 27..., op. cit., p. 81.
49 a 55
ALDEA, Q., «España», Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, vol. II, Dir.: Ch. E. O’NEILL & J. M. DOMÍNGUEZ, Madrid: TORRE, G., Tríptico del sacrificio, Buenos Aires: 2ª ed. Losada, 1960, p. 57.
Ed. Universidad Pontificia Comillas, 2001, p. 1289. 56
PERSIA, J., «Lorca, Falla y la Música. Una conciencia intergeneracional», Falla y Lorca. Entre la tradición y la vanguardia, Coord.:
50
Op. cit., ... Diez cánticos religiosos, p. 9. S. ZAPKE, Kassel: Ed. Reichenberger, 1999, p. 71.

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[16] MÚSICA Y RELIGIÓN EN ANTONIO JOSÉ [MARTÍNEZ PALACIOS] ANTONIO DE LA FUENTE IBÁÑEZ [17]

[A N E X O]

CRÍTICA A UN ARTÍCULO DEL CONDE DE CARLET INÉDITO


ANTONIO JOSÉ
Málaga, 1925

[...] Incompleto, faltan págs. 1 y 2 sencillísima virtud de saber leer, escribir y de poseer una buena dosis de sentido común, me fue dado
[ar-] ticulista es muy digna de elogio al ensalzar entusiásticamente 3

la «cultura musical española», pues este y no otro fue su intento; pero ya sea por no documentarse descubrir las Obras de Música para tecla, arpa y vihuela de Antonio de Cabezón, Músico de la Cámara
bien al tratar ciertas cosas; ya por haber bebido noticias en un libro solo; ya, quizá, por tener otro y Capilla del Rey Don Philippo... re- copiladas y puestas en cifra por Hernando de Cabezón, su hijo... 10

criterio distinto al mío; (y esto no quiere decir que yo sea la verdad, sino mi punto de vista estético, y La fama del músico ciego que tantas claridades nuevas y esplendentes vio en el Arte músico, como
sabido es que cada cual tenemos necesariamente el nuestro;) sea, en fin, por lo que fuere, ello es que creador del arte de variar un tema, propagador del arte de tañer órgano y propulsor de la escuela de los
ha incurrido en algunas equivocaciones y en no pocos renuncios. virginalistas ingleses, y perfeccionador de la nuestra, gracias a los estudios y adivinaciones de Hugo
«A Manuel García –dice– padre de las cele- bérrimas cantantes Malibrán y Viardot, debe, Riemann, Van den Borren, la fama del sublime ciego, repito, se ha extendido mucho por las regiones
4
en justicia, llamársele fundador de la escuela española de música». Manuel García, o mejor Manuel de Europa toda». A esto añade López-Chavarri en su Historia de la Música, tomo I, pág. 155, que
Vicente García fue indudablemente una prestigiosa figura en su tiempo, como cantante, director de Antonio de Cabezón «fue organista y clavecinista de Cámara de Carlos V y de Felipe II; acompañó a
orquesta y compositor; triunfó en estos aspectos, en París, Italia, Londres, New York, Méjico, etc.; este último monarca por Flandes e Inglaterra y tanto allí como en Italia causó sensación por su modo 11

dejó al morir además de sus famosas Canciones, 17 obras españolas, entre tonadillas y zarzuelas; de ejecutar»; y que «sus obras ofrecen una soltura rara para su época, y el sistema de imitaciones,
36 óperas italianas y 8 francesas. Pero antes de creer la afirmación rotunda de que «a Manuel García, los cánones y los famosos tientos, o improvisaciones constituyen un monumento de gloria española».
debe, en justicia, llamársele fundador de la escuela española de música», tengamos en cuenta el lapso Otro organista famosísimo, también de Burgos, o mejor dicho, del mundo, fue Francisco de
de su vida (1775-1832). ¿ No es archisabido que mucho antes de estas fechas, en el siglo XV, era Salinas (1512-1590), verdadera celebridad de su época que rayó casi en lo divino, tanto es así que con
5
admirada en el mundo la pujante escuela española de los vihuelistas? ¿Y nuestros insignes tratadistas? el nombre de «el divino ciego» o «el divino Salinas» ha pasado a la posteridad. Fray Luis de León le
Recordad tan solo al meritísimo Bartolomé Ramos de Pareja, (para muestra, y buena, sobra con este cantaba en sus versos inmortales; conocida de todos es una Oda que termina así: 12

formidable botón) nacido en Baeza hacia 1440, profesor en la ciudad de Bolonia y autor del tratado De ¡Oh, suene de continuo
música (1482), «en donde su doctrina sobre el temperamento o afinación de la escala musical produjo Salinas, vuestro son en mis oídos,
una verdadera y sonada revolución, extendiéndose rápidamente por todo el mundo científico». Qué tal por quien al bien divino
no andaría España en música entonces, cuando ya en años remotos, (aún el lenguaje musical era un despiertan los sentidos,
6
tímido balbuceo) San Isidoro, obispo de Sevilla (570-636), «distingue en su obra Etimologías (libro quedando a lo demás adormecidos!
XX) la harmonía compuesta de consonancias, de la diafonía en la cual entran las disonancias»; prueba Y Ambrosio de Morales (1513-1591), el historiador de Felipe II, dice en su Crónica: «Tiene
de la simultaneidad en las voces, indicio de una antigua «harmonía» definida por San Isidoro así: tan profunda inteligencia en la Música que yo le he visto, con mudarla tañendo y cantando, poner en
“Harmonica est modulatio vocis et concordantia plurimorum sonorum, vel coaptatio”; es decir, Harmonía pequeño espacio en los ánimos diferentísimos movimientos de tristeza y alegría, de ímpetu y de reposo
es modulación de las voces y concordancia de varios sonidos, y coadaptación de los mismos. con tanta fuerza, que ya no me espanta lo que Pytágoras, escriben, hacía con la música ni lo que 13
¿Y nuestros excelsos polifonistas sin rival en el universo todo? Cristóbal de Morales Santo Agustín dice se puede hacer con ella». Y López-Chavarri en su op. cit., tomo I, pág. 92, escribe
7
(149...-1553) de «genio tan elevado y original en inspiración como en la técnica», «que le hizo célebre que «Salinas todavía sigue el principio matemático de su tiempo, pero admite también el concurso de
en Roma, y en Alemania es actualmente de los más venerados». Francisco Guerrero (1527-1599), el los sentidos para juzgar musicalmente; por esto sus ideas parecen adelantarse a las que formulará más
suavísimo místico hermano en sensibilidad tierna a Santa Teresa y Fray Luis de León; aquel que no tarde, en el siglo XIX, el filósofo Kant. Nota curiosísima del libro de Salinas (De musica libri septem...,
concedía estima ni aprecio a la música que solo halaga los oídos. Tomás Luis de Victoria (1540?-1611), Salamanca, 1577), son los ejemplos de canciones populares españolas que presenta al tratar del ritmo,
aquel gigante de la polifonía, más expresivo, más humano, más genio que el mismísimo Palestrina; y que han servido muchísimo para estudiar nuestra música nacional».
antorcha inmensa de cegadora luz; portentosa figura digna de formar con Bach, Beethoven y Wagner 8
Fácil es ver la importancia que tiene todo lo anteriormente expuesto en la historia musical 14
la sublime Cuaternidad en el Empíreo de la MÚSICA. Entérate bien, lector amable: Victoria, Bach, española, y bien se puede pensar por ello en que mucho antes de nacer Manuel García ya existía (a
Beethoven y Wagner. Cuatro colosos; cuatro ídolos; y siéntete orgulloso de Victoria como español, del pesar del parecer de nuestro comentado Conde de Carlet) una espléndida escuela musical en nuestro
mismo modo que se envanecen, (y con razón) de Beethoven sus paisanos. país; y al existir, no había ya posibilidad de fundarla. [...]
¿Y nuestros maravillosos organistas-compositores? Antonio de Cabezón (1510-1566) el ilustre
Cuartillas 14-30 dedicadas a la «música religiosa»,
burgalés (nacido en Castrillo de Matajudíos, barrio de Castrojeriz) que mereció ser llamado el Bach
véanse pp. xxi-xxii
español por su asombroso genio, y de quien dice Pedrell en el tomo I, pág. 20 de su Cancionero
Musical Popular Español: «Las obras de órgano y clavicordio de Antonio de Cabezón (sea dicho en [...] En fin, y para terminar este comentario que de seguir al pie de la letra el artículo del Conde 30

honor de este inventor de la differencia sobre temas de la canción o de la danza, a quien tanto deben 9
de Carlet sería inacabable; «la Marina de Arrieta, –dice– será siempre admirada y tenida por modelo» de
en hecho de influencias de todo género los virginalistas ingleses) están repletas de canciones populares ópera española. A Guridi le hace autor de Mendi-Mendiyan; y a Usandizaga de Mirentxu. (Al revés te lo
y de ritmos de danza, como casi todas las de los organistas clásicos que siguieron las tradiciones de digo...) A Serrano le llama «escultor musical de nuestro verbo hispano-árabe»; más adelante también
escuela española...» Y más adelante en el tomo III, pág. 28 de la misma obra, dice: «Desde que por la llama «verbo» al maestro Millet, y en otro
[...] Incompleto, últimas páginas perdidas.

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lmeda, ajeno a cualquier etiqueta y considerado posteriores, redescubridores de la musicología de la cita-


un elemento en discordia, aparecía por los con- ción a la que hoy en día nos enfrentamos, muy útil cuan-
gresos con sus peculiares propuestas, calificadas do se tiene poco que decir. Una vez enterrada la autóno-
de «heterodoxas» frente a la ortodoxia autoritaria impul- ma aportación religiosa de Olmeda, solamente quedaba
sada por Otaño. Las luchas editoriales inundaban el uni- combatir contra las «leyendas de músicas de rebaño e ido-
CITAS

A
verso sacro-musical, tocando su punto más álgido con lillos de localidad», así descritos por Pedrell al referirse a
Francia y Alemania enfrentadas por lograr la bendición Eslava en Sevilla o Doyagüe en Salamanca, cabecillas del
papal de la Edición Vaticana (1904), cuando el mode- caduco ramillete de la compañía teatral «Eslava y Cía.»
ntonio José acudirá a una cita ineludible con el guiendo en el desorganizado culto una función estricta- lo gregoriano propuesto por Solesmes fuera proclama- que Antonio José reprueba reiteradamente.
servicio militar obligatorio en Burgos, interrum- mente litúrgica de otra popular. En esta última, es donde do canto oficial de la Iglesia Católica. En el encuentro A modo de homenaje, Antonio José cita el Can-
piendo su azarosa vida madrileña a partir de «debe hallarse retratado tan vivamente el espíritu nacio- sevillano, Olmeda libró su particular pelea –perdida– y cionero (1922) de Pedrell, apreciadas páginas de donde
1924. Entrado el mes de agosto, deseando ampliar sus nal y regional. [...] Existe una música vibrante, abundan- entró en pugna con la MSH de Otaño, para hacerse con el burgalés extraerá el material temático de su premia-
horizontes musicales, solicitará «una pensión para ir a te y hermosa en el mismo corazón del pueblo español. el control y difusión de los dictámenes congresuales na- da Sonata gallega para piano (1926).12 En este sentido, a
París a perfeccionar los estudios que tiene ya hechos de Esta es la música popular sagrada, y yo la vengo oyendo cionales a través de su propia Voz Antonio José «se le puede califi-
composición musical».1 En la capital del reino, ha ido desde que hace unos doce años me dediqué a estudiarla de la Música. Las diferencias sur- car de educador musical del pue-
rellenando unas modestas estanterías que le irán otorgan- en sus fuentes nativas, en el mismo pueblo».5 Sin duda, gidas entre ellos, llevarán a Ota- blo, comparable con los maes-
do un más que resuelto y bien amueblado bagaje cultural; Otaño, tras un primer paso por Burgos (1900-01), cur- ño a escribir que «hasta la misma tros húngaros Zoltán Kodály y
sin llegar a la erudición de Olmeda, cuya biblioteca fue sando Humanidades y dirigiendo el coro de la Iglesia muerte de Olmeda –uno de nues- Béla Bartók, que fueron también
adquirida y catalogada en 1911 por Karl Hiersemann, li- de la Merced, asumió parte de los saberes que Olmeda tros mayores obstáculos–, nos ha músicos del pueblo por el tesoro
brero de Leipzig, quien facilitó su venta a la Hispanic infundía en su manera de entender el folklore y la com- ayudado no poco para desarrollar folklórico que recogieron y que,
Society of America de Nueva York.2 Desde 1917, Anto- posición religiosa. nuestros planes».8 En estos térmi- como Antonio José, en él basa-
nio José únicamente se dedicaba a la música. Su técnica La desconcertante deriva del II Congreso de nos se expresaba en una carta del ron sus composiciones».13 Halla-
compositiva, la cual ha ido adquiriendo con los años una Sevilla (1908), hizo que Otaño lanzase una ofensiva a 24 de junio de 1909, dirigida al mos en todos ellos un compro-
elevada dosis de autodidactismo, se nutre acompasada de través de MSH contra el continuismo de los «eslavistas», también jesuita Angelo de Santi miso coral con la educación, al
su pasión por la fotografía y la lectura. Fueron frecuentes corriente desafiante a la nueva normativa del Motu Pro- (1847-1922), alma mater vaticana Cuartilla manuscrita n.º 21 redactada por Antonio José
igual que en Olmeda, apelando
en su mocedad burgalesa, las visitas a la Biblioteca de la prio de Pío X, invitando a Pedrell a que participase en del MP junto al compositor Lorenzo Perosi (1872-1956). siempre a la «sensibilidad campesina» que había tenido
Casa del Pueblo o la Pública del Consulado del Mar, para esta cruzada musical.6 El citado Otaño [Cecilio] –a veces Ambos, inspiradores del cambio con sus publicaciones en oportunidad de contemplar in situ dentro del saber po-
consultar manuales de Historia de la Música 3 como el con el pseudónimo de [Gregorio]–, utilizaba el bole- La Civiltà Cattolica, facilitaron el ascenso al papado del pular. Este sería un tema habitual de conversación en la
citado. Con un paso obligado por la Historia de las ideas tín para avivar la polémica entre los dos irreconciliables Cardenal Giuseppe Sarto –futuro San Pío X– desde el Pa- casa madrileña de Regino Sainz de la Maza, anfitrión de
estéticas en España de Menéndez Pelayo y el «regene- frentes estéticos. Bajo estas evidentes referencias a San- triarcado de Venecia, haciendo de la reforma musical una reuniones donde Antonio José conocería a figuras como
racionismo» de la época, Antonio José retorna a la exal- ta Cecilia (patrona mártir de la música) y San Gregorio sustancial credencial a la hora de suceder a León XIII. Adolfo Salazar y Federico García Lorca. Un hipotético
tación del XVI y «muestra una predilección por los escri- Magno (reunificador del canto gregoriano), escondían sus Anulada la competencia de Olmeda, prevale- encuentro entre Lorca y Antonio José, pudo rondar en
tores de la Generación del 98»,4 viéndose afectado por la pretensiones y rogativas, tratando de rememorar a la an- cerán las convicciones de Otaño, a quien Antonio José torno al folklore que ambos conocían. El granadino,
dolorosa letra de Unamuno en la revisión del Quijote, o cestral y romana Academia Santa Cecilia de 1585. Fun- conocerá en una segunda parada del guipuzcoano por estudioso de los cancioneros de Barbieri, Ledesma o
la reinvención de una Castilla imperialista para la que el didos en este espíritu, el 4 de septiembre de 1880, ya Burgos (1919-21), destinado ahora al Colegio-Residencia Pedrell, y también el de Olmeda,14 había descubierto las
músico reclama otro reivindicativo espacio diferenciado. se había convocado el I Congreso Nacional Ceciliano en de los jesuitas. Una reactivación del debate en los años bondades de Burgos en su juventud, al lado de su pro-
Tras un primer periplo parisino en el verano de Milán, quedando constituida la Asociación Italiana Santa veinte, coincidirá con la presencia del Cardenal Segura 9 fesor Domínguez Berrueta.15 Finalmente, aunque «la ilus-
1925, Antonio José se trasladó a Málaga, donde redactó Cecilia para la música sacra. El asociacionismo del movi- en la archidiócesis burgalesa de 1927. El arzobispo, se- tración musical del folklore épico y la canción popular,
este manuscrito inédito. Los jesuitas andaluces le darán miento ceciliano europeo se extenderá en el último cuar- guidor del tándem vasco-catalán y las iniciadas directri- llevada a cabo en Rusia como búsqueda y construcción
acceso a la bibliografía religiosa especializada, como es to del XIX, trascendiendo las fronteras del catolicismo in- ces de Otaño y Pedrell, será uno de los protagonistas de de identidad nacional, fascina al Conde de Carlet»,16 el
el caso del número de la revista Música Sacro-Hispana ternacional. La paralela versión española se plasmará en este nuevo impulso que se materializó en el IV Congreso nacionalismo musical que promueve Raza Española,
que Antonio José nos cita. Creada por Otaño, sirvió la creación de la Asociación Isidoriana (1895) y la orga- de Vitoria (1928). Por ello, Antonio José elude a Olmeda, tan criticado por Antonio José, aboga por sostener un
de medio difusor del I Congreso Nacional de Música nización del Congreso Internacional de Música Sacra decantándose aquí por acudir a referencias de Pedrell,10/11 pasado tradicional, sin sobresaltos existenciales que mo-
Sagrada (1907) celebrado en Valladolid. Citado para el (1896).7 Nacida en ese último año, La música religiosa en proveniente de citas casualmente copiadas por autores dulen una armonía monárquica y católica.
27 de abril, Olmeda intervino con su ponencia «La Mú- España guiará una variación de rumbo inicial, con Pedrell _______________________
sica Sagrada en las Parroquias», interpretando algunas al frente de su edición hasta 1900, colmando sus aspira- 8
LÓPEZ FERNÁNDEZ, op. cit., p. 468.
canciones populares de su repertorio parroquial, y distin- ciones al llevar a Barcelona el III Congreso de 1912. 9
El burgalés Pedro Segura Sáenz (1880-1957) cursó sus estudios de Latinidad en San Pedro de Cardeña y completó su formación en el seminario de
_______________________ la Compañía de Jesús en Comillas, regresando en 1908 a la diócesis burgalesa en la parroquia de Salas de Bureba. Fue nombrado cardenal por Pío XI
1
ANTONIO JOSÉ cobró dos mil pesetas de subvención: Expediente n.º 1087, 27 marzo 1925; Sección administrativa: Gobierno; Registro de entrada: y propuesto por Alfonso XIII como arzobispo de Burgos en 1927, donde «afirmó que su programa sería difundir la devoción al Sagrado Corazón».
Número 5, Folio 102; en Fondo Antonio José, Excmo. Ayuntamiento de Burgos. Posteriormente, al frente del arzobispado de Sevilla, en su instrucción pastoral «Sobre la Música Sagrada» del 25 de febrero de 1945, certificó la
prohibición del Miserere (1835-37) de Eslava, compuesto en su día para la catedral hispalense.; cfr. MARTÍNEZ SÁNCHEZ, S., El Cardenal Pedro Segura
2
JOSA, L. & LAMBEA, M., Manojuelo Poético-Musical de Nueva York (Edición crítica y estudio interdisciplinario), Madrid: Consejo Superior de In- Sáenz (1880-1957), Tesis, Pamplona: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra, 2002.
vestigaciones Científicas, 2008, p. 33 ss.
3
10
LÓPEZ CALO, J., «Felip Pedrell y la reforma de la música religiosa», Recerca Musicològica, XI-XII, Servicio de Publicaciones de la Universidad
LÓPEZ-CHAVARRI, E., Historia de la Música, tomo I, Barcelona: Hijos de Paluzíe Editores, 1914.
Autónoma de Barcelona, 1991-1992, p. 208. Pedrell, respondiendo con su artículo «en defensa de Don Gregorio [Otaño]», asevera que «Eslava como
4
GÓMEZ BERNALDO DE QUIRÓS, J., «Antonio José y la literatura», La obra para piano de Antonio José en el contexto de la Edad de Plata, Tesis, Uni- compositor es pequeño, pequeñísimo. [...] Así siente Chapí y así sentimos aquí en Madrid todos los amigos (Roda, Pérez Casas, Conrado del Campo,
versidad Autónoma de Madrid, 2013, p. 90. Facundo Laviña, Manrique de Lara, etc.)».
5
OLMEDA, F., «La Música Sagrada en las Parroquias», publicado en España y América, año V- vol. III, Madrid, 1907, pp. 199-213. Olmeda incluye 11
PAVIA, J., «Pervivencia de la obra de Felip Pedrell en la musicografía española: Tesoro Sacro Musical», ib., p. 287.
la muestra de una página con la composición de unos Gozos a la Inmaculada Concepción: «lo que canta el coro unísono representa la parte que y en
que el pueblo debe cantar»; discurso con origen en la temática que Olmeda trató en su Estudio de la Música Sagrada en las Parroquias, Burgos: Imp.
12
Cfr. SANTIAGO, R. A., «Un concurso musical y una Sonata gallega para piano del compositor Antonio José», Revista del Instituto José Cornide de
y Libr. del Círculo Católico, 1907. Estudios Coruñeses, año I - n.º 1, La Coruña, 1965, pp. 161-167.
6
Junto al castellonense Vicente Ripollés (1867-1943) [Alter Gregorius], calificado por Otaño como «la mejor pluma de la revista [MSH ]», conformaron el
13
SAGARDÍA, A., «Antonio José. Ante el cincuentenario de la muerte del compositor», Monsalvat n.º 143, Barcelona, 1986, p. 48.
terceto principal unido en la causa de una dura campaña contra Eslava y su paradigmático Miserere, emblema de la resistencia a la reforma en un excepcio-
14
Cfr. ONÍS, F., «Lorca folklorista», La música en la Generación del 27..., op. cit., pp. 84-88.
nal relato; cfr. LÓPEZ FERNÁNDEZ, M., «La polémica en torno a Eslava tras el Congreso de Sevilla», La aplicación del Motu Proprio sobre Música Sagrada de 15
Cfr. GIBSON, I., «Martín Domínguez Berrueta, Burgos y Federico García Lorca», Ínsula n.º 278, Madrid, 1970, pp. 3-13; véase JABATO DEHESA, M.ª J.,
Pío X en la Archidiócesis de Sevilla (1903-1910): Gestión institucional y conflictos identitarios, Tesis, Ed. Universidad de Granada, 2014, pp. 572-580. Martín Domínguez Berrueta: luz en la sombra, Burgos: Institución Fernán González, 2014.
7
Cfr. FERRER, M.ª N., «Una aportación al estudio de la reforma religiosa en España: el Congreso Internacional de Música Sacra (Bilbao, 1896)», Re- 16
GONZÁLEZ LÓPEZ, M.ª A., «Música y nacionalismo en Raza Española: Blanca de los Ríos y el arte», Pensamiento español y música: Siglos XIX y XX,
vista de Musicología, vol. XX - n.º 1, Madrid, 1997, pp. 605- 615. Eds.: M. VEGA RODRÍGUEZ & C. VILLAR -TABOADA, Valladolid: Glares Gestión Cultural, 2002, p. 44.

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