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DELINCUENCIA
Las medidas extraordinarias en materia de seguridad aplicables a los centros penales, y que
fueron dadas a conocer de manera extraoficial, cuentan con el apoyo de partidos políticos y
analistas, quienes reiteran que estas son acertadas, aunque algunos cuestionan que debieron
ponerse en marcha desde hace mucho tiempo, dada la naturaleza de orden ejecutivo.
Para Portillo Cuadra, lo único que debe analizarse es la prohibición de la visita de abogados,
en el caso de que se entienda se esté vulnerando el derecho a la defensa de los internos.
“Nosotros estamos de acuerdo en aprobar las medidas que tengan tendencia a bajar los
niveles de violencia. Vamos a acompañar al gobierno de acuerdo a la de estas legalidad. Los
índices no bajarán mientras no exista control de los penales ”, indicó el legislador.
Para el diputado de GANA, Guillermo Gallegos, de llevarse a cabo esta propuesta se estaría
dando un duro golpe a la delincuencia. Opina que el reciente comunicado de los pandilleros a
través de un video hecho público el fin de semana es en respuesta a estas medidas.
En cuanto al papel del director y al inspector de la PNC en penales, explicó que a su punto de
vista el trabajo se realizará en conjunto, donde el oficial de la PNC tendrá que rendir cuentas
al director general de penales.
“Yo lo veo como un esfuerzo en conjunto. El director juega un papel importante, pero con la
declaratoria de emergencia, el Estado debe de volcarse a buscar solución a este problema”,
expresó.
En tanto, el analista político Geovanny Galeas, insiste en que las medidas no oficializadas son
extraordinarias y que pueden correr en respuesta a la “situación extraordinaria en el país”.
Además hizo ver que uno de los mecanismos que no puede faltar es el bloqueo de la señal en
los centros penales.
“Yo creo que eso es positivo y me atrevería a decir que el tema de los penales tiene que ver
con la señal de las telefónicas. Eso tiene que ser eliminado y así será. El Estado lo dará por
sentado. Si las telefónicas no atienden el llamado entonces las torres serán anuladas por el
Estado”, agregó.
Mauricio Interiano, director de Asuntos Económicos del Coena, indicó que la línea del partido
es en la vía del control de los penales.
“Nosotros siempre hemos estado en esa línea, que lo primero que hay que hacer es tener
control de las cárceles, pero no tengo más detalles sobre eso”, expresó a Diario La Página.
Por su parte, el presidente del Coena, Jorge Velado, señaló en un canal televisivo que aplicar
un estado de emergencia en las cárceles es una medida congruente para disminuir los
homicidios y las extorsiones, y que esta iniciativa fue una de las recomendaciones hechas por
el partido ARENA ante el Consejo de Seguridad.
Velado expresó que si es de los centros penales desde donde se dan las órdenes para
cometer delitos, se debe buscar la manera de evitar que los reos se comuniquen con el
mundo exterior.
"Esa nos parece una medida congruente para disminuir los homicidios y las extorsiones, por lo
que la apoyaríamos", manifestó; sin embargo insistió en que el gobierno no necesita la
aprobación de la Asamblea Legislativa y que bastaría con que el presidente declare el estado
de emergencia en los centros penales.
El problema de seguridad, para Velado, se puede solucionar, pero hay que tomar algunas
medidas valientes y estratégicas. "Lastimosamente este gobierno no ha sido lo
suficientemente efectivo", lamentó.
Previo a las recientes festividades, el Ejecutivo indicó que presentaría un plan ante la
Asamblea Legislativa para bajar los altos niveles de violencia en los que se encuentra el país
y garantizar seguridad a los habitantes. Los próximos días serán cruciales en relación a este
tema.
En este sentido, el decreto transitorio incluye otras acciones como: la restricción o limitación
de la libertad ambulatoria, la restricción o suspensión de visitas por el tiempo que sea
necesario, que incluye abogados, y la suspensión y destitución de empleados que vulneren la
administración de los penales. El corte de las telecomunicaciones en los espacios físicos
donde están ubicados los centros penitenciarios. De manera adicional a estas medidas, el
Gobierno de El Salvador prepara un conjunto de acciones de mayor cobertura para reforzar el
control del territorio, mejorar la capacidad de respuesta y golpear directamente a estos grupos
criminales.
El estado de emergencia tenía quince días de vigencia, como plazo máximo, prorrogables,
pero, con la aprobación de las medidas extraordinarias de la Asamblea Legislativa se amplia
hasta un año.