Está en la página 1de 7

Colegio Juan Pablo II

ARICA

LECTURA DOMICILIARIA: CUENTOS DE SIEMPRE PARA NIÑOS DE HOY, DE FLORIDOR PÉREZ


Nombres
Apellidos
Curso 4º año Básico Fecha Lunes, 8 de octubre de 2018

Las tres hachas


Floridor Pérez
Mientras cruzaba sobre un árbol caído que hacía de puente, un leñador tropezó, perdió el equilibrio y soltó su hacha,
que cayó al torrentoso río.
Sin poder consolarse, gemía por la pérdida de su valiosa herramienta de trabajo.
Compadecida, el Hada de las Aguas emergió desde el fondo, presentándole un hacha de
oro.
—¿Es ésta tu hacha? —le dijo.
—¡No! —dijo sorprendido el leñador—. No es la mía.
El Hada de las Aguas se sumergió de nuevo y reapareció con un hacha de plata.
—¿Es ésta tu hacha?
—¡Tampoco es la mía!
Volvió a sumergirse el Hada de las Aguas y esta vez le mostró su hacha de acero.
—¡Ésa es la mía! —exclamó al instante el leñador, con la alegría del que encuentra a un ser querido.
Para premiar su honradez, el Hada de las Aguas le entregó las tres hachas.
De vuelta a casa, los vecinos lo rodearon asombrados de su preciosa carga. El leñador les contó su aventura.
Un envidioso que lo oía, se alejó disimuladamente del grupo y corrió hasta el río. Tiró su hacha al agua y rompió a
llorar.
El Hada de las Aguas emergió desde el fondo con un hacha de oro.
—¿Es ésta tu hacha? —preguntó.
— ¡Sí, sí, ésa es mi hacha...! —exclamó el hombre, e inclinándose codiciosamente para alcanzarla, se fue de bruces al
torrente.
Y porque había mentido, el Hada de las Aguas no le dio el hacha de oro ni le devolvió la suya de acero.
Chorreando maldiciones, el envidioso volvió a casa.

1. Al leñador se le cayó el hacha cuando cruzaba: 2. En el texto, “Compadecida, el Hada de las Aguas emergió
A. Nadando el río. desde el fondo”, significa que ella:
B. Un puente sobre el río. A. Tuvo pena del campesino.
C. Un puente sobre el mar. B. Lo premio a él.
D. Saltando las rocas en el río. C. Lo castigo a él.
D. Lo ignoró.

3. El leñador al perder el hacha, se lamentó porque: 4. El leñador era una persona:


A. El hacha era de oro. A. Honesta.
B. No era suya y tendría que devolverla. B. Ambiciosa.
C. No podría trabajar sin el hacha. C. Quejumbrosa.
D. Le gustaba quejarse por todo. D. Generosa.
5. El primer hacha que le ofreció el hada era de: 6. ¿De qué era el hacha que le ofreció el hada al leñador?
A. plata A. De oro.
B. bronce B. De plata.
C. hierro C. De bronce.
D. oro D. De hierro.

7. ¿Por qué razón el leñador recibió las tres hachas? 8. ¿Por qué el vecino que escuchó al leñador fue al río?
A. Debido a que se las robo sin que nadie lo notará. A. Para recibir un hacha de acero.
B. Ya que logró engañar a la Hada de las Aguas. B. Porque sintió envidia del leñador.
C. Porque era honesto, íntegro y desinteresado. C. Para ver si era verdad lo que contó el leñador.
D. Ya que era envidioso, codicioso y estafador. D. Porque quería cambiar su hacha.

9. ¿Qué le sucedió al vecino después que se le apareció 10. En el texto, ¿qué significa la expresión "rompió a
el Hada? llorar"?
A. Se devolvió sin nada a su casa. A. Dejó de llorar.
B. Se cayó al río. B. Sintió deseos de llorar.
C. El Hada lo convirtió en pez. C. Comenzó a llorar.
D. A y B son correctas. D. Hizo llorar a una persona.

7. ¿Cuál es la enseñanza que deja este texto? 8. ¿Qué otro título le pondrías a esta historia?
A. Los espíritus del agua son generosos. A. Los dos campesinos.
B. Mentir a veces trae beneficios. B. El campesino y su hacha.
C. Siempre es bueno decir la verdad. C. El campesino y el Hada de las aguas.
D. Se debe tener cuidado para no perder las cosas. D. El vecino envidioso.

9. ¿Crees que es bueno ser como el leñador que perdió su hacha? Sí ……. No ……..
¿Por qué?
…………………………………………..………………………………………..………………………………………..………………………………………..
………………………………………..………………………………………..………………………………………..…………………………………………..
………………………………………..………………………………………..………………………………………..…………………………………………..

Juan Pereza
Floridor Pérez
Ésta era una pobre anciana campesina que se vivía quejando, y con razón.
Solita debía salir a comprar lana, lavarla, hilarla y tejer los ponchos, chombas, refajos y calcetas de cuya venta vivía.
Y todo eso si n dejar de atender a su hijo Juan, un mozo veinteañero que por la mañana no hacía nada y por la tarde
descansaba. A medio día devoraba trabajosamente una enorme fuente de porotos y por la noche dormía.
Nadie le conoció más familia que su anciana madre, pero eso no creaba problema alguno ya que a la hora de
nombrarlo todos lo llamaban Juan Pereza.
Colmada ya su paciencia, la pobre anciana le dijo un día que debía ganarse la vida, o al menos ayudar a su mantención.
Tan en serio lo dijo que al otro día tempranito Juan Pereza salió a buscar trabajo y lo encontró en una hacienda vecina.
Le tocó acompañar al dueño a cobrar la venta de unos animales y en pago le dio un billete nuevo.
Juan no había tenido jamás un billete y lo llevó en la mano, hasta que al cruzar el río un zancudo lo picó en la frente y
por darle una palmada se le voló.
—Eres un gran tonto le dijo su madre—. ¿Por qué no te echaste la paga al bolsillo?
—Lo haré la próxima vez.
Al otro día el hacendado lo mandó a separar las vacas de los terneros y en pago le dio un cántaro de leche.
Como había prometido, Juan se echó la paga al bolsillo.
—¡Por Dios, Juan—se lamentó su madre— ¿Por qué no trajiste la paga sobre la cabeza?
—Lo haré la próxima vez.
Al día siguiente lo mandaron a la quesería, y en pago recibió un enorme queso fresco.
Juan lo equilibró sobre la cabeza y marchó a casa. Ustedes se imaginan cómo llegaron
Juan y el queso. La madre no podía creerlo.
—¿Por qué no trajiste tu paga cuidadosamente en los brazos?
—Lo haré la próxima vez.
Al otro día el hacendado lo envió con un arreo de cerdos y en pago le dio un chanchito de
varios meses.
Juan lo tomó cuidadosamente en brazos, pero al cruzar el río sobre un tablón de pino, el chancho se asustó, dio un salto
y cayó al agua. Esa historia fue todo lo que Juan llevó a casa esa tarde. La madre se tiraba sus canosas mechas.
—¿Por qué no amarraste tu paga a un cordel y te viniste tirando?
—Lo haré la próxima vez.
Juan había comenzado a trabajar el lunes, y el viernes fue mandado a la carnicería de la hacienda, que ese día
entregaba la ración semanal. Por supuesto su paga fue un costillar de cordero. Juan lo amarró con un cordel y se fue
tirando por el terroso camino. Ni qué decir la furia de la pobre anciana al verlo llegar con todos los gatos y perros del
vecindario a la siga.
—¿Cómo no se te ocurrió que lo mejor era cargar tu paga a la espalda?
—Lo haré la próxima vez.
El sábado era día de feria en el pueblo vecino y Juan acompañó al hacendado. Lo único que no vendieron fue un burro
pequeño que Juan recibió en paga por su trabajo.
Ya se imaginan cuánto le costó al mozo cargar su paga sobre la espalda pero era macizo y forzudo de modo que al fin lo
consiguió. Tomando un atajo debía pasar frente a la casa de otro rico hacendado cuya hija única había quedado muda a
causa del terror sufrido una noche en que unos bandoleros asaltaron la casa. El doctor había dicho que sólo podría
curarla una inmensa alegría o algo que la hiciera atacarse de risa. Pero como la mudez y la sordera andan juntas en
vano les habían traído a los más famosos cómicos o payasos.
Como todos los días la niña no hacía más que mirar desde el balcón y en eso estaba cuando Juan pasó con su burro a la
espalda. Con sus cuatro patas al aire, agitadas con desesperación, y las dos de Juan caminando con pasos de borracho
bajo aquel peso, debían ser un espectáculo inolvidable. Y tan cómico, que la bella joven debió afirmarse en la baranda
para no caerse, en una carcajada que le cortaba la respiración.
—¡Miren eso..., miren eso! —gritaba llamando a todos.
Y todos vinieron a ver el milagro de la niña que había recobrado el habla.
Pasada la feliz impresión, cuando el padre de la joven comprendió la causa de su risa, no pudo olvidar su juramento, la
manda que había hecho a la Virgen de Andacollo de casar a su hija con el primero que lograra hacerla reír y le
devolviera el habla.
—¿Qué pasó después?
—Pasó que, como Juan Pereza hacía todas las cosas al revés, también hizo lo contrario de todos los enamorados: en vez
de perder la razón en presencia de tan hermosa novia, recuperó el juicio.
Viéndolo rico y feliz, los vecinos que asistieron a la boda recuperaron también la vista —que siempre se nubla un poco
ante la pobreza— y reconocieron en Juan al huaso fortacho y nada mal parecido que siempre fue.
El único problema pendiente parecía cómo llamarlo, pues a la hora de irle a pedir prestada una yunta de bueyes, no
podrían decirle don Juan Pereza.
Pero aquella sociedad aldeana, tradicionalista y conservadora, dio pronto con la solución de buena crianza: desde
entonces, y sin previo acuerdo, todos lo llamaron el señor Juan Pérez.

10. A Juan le decían Juan Pereza porque: 11. ¿Qué palabra puede reemplazar a lo subrayado: “Juan,
A. No sabían quién era su padre. un mozo veinteañero”?
B. Le gustaba ayudar siempre a su anciana madre. A. Adulto
C. No trabajaba y solo descansaba. B. Camarero
D. No sabía trabajar. C. Niño
D. Joven

12. ¿Qué día de trabajo recibió Juan como pago un billete? 13. ¿Cuál fue el segundo pago de Juan?
A. Primer día. A. Un billete.
B. Segundo día. B. El cerdo.
C. Tercer día. C. Leche.
D. Cuarto día. D. Un burro.

14. En la oración: le dio un cántaro de leche, la palabra 15. Lo contrario a forzudo es:
subrayada significa: A. Musculoso
A. Vasija grande para transportar líquidos. B. Fortachón
B. Producir sonidos armoniosos. C. Debilucho
C. Sonidos melodiosos y variados. D. Atlético
D. Infección aguda de las vías respiratoria.

16. ¿Qué hizo Juan con el chanchito? 17. ¿Por qué crees que perdió el queso?
A. Se lo metió en el bolsillo. A. Se lo comieron los ratones.
B. Lo cargó en su espalda. B. Rodó porque se lo puso en su cabeza.
C. Lo lleva en la cabeza. C. Se derritió con el sol.
D. Lo dejó en el suelo. D. No se puede saber.
18. ¿Por qué la niña perdió el habla? 19. ¿Qué hizo la dama al ver a Juan?
A. Tuvo una enfermedad A. Se asustó.
B. Sufrió un gran susto. B. se enamoró.
C. La embrujaron. C. Se rio muchísimo.
D. No había encontrado el amor. D. Se desmayó.

20. Juan Pereza hizo reír a la joven porque: 21. ¿Qué milagro sucede según el texto?
A. Lo vio cargando un burro sobre sus hombros. A. La jovencita se ríe.
B. Le bailaba graciosamente. B. Le cambian el nombre a Juan.
C. Le contaba muchos chistes. C. La niña recupera la voz.
D. Le bailaba reggaetón. D. Juan recupera el juicio.

22. ¿Cuándo se dice que ocurrió el milagro? 23. Juan Pereza se casó con:
A. Cuando Juan conoce a la niña. A. Una princesa, hija de un Sultán.
B. Cuando la jovencita ve a Juan cargando al burro. B. Con una joven reina
C. Cuando el padre permite el matrimonio. C. Una joven hija de un hombre adinerado
D. Cuando Juan pide la mano de la niña. D. Una joven de campo.
24. ¿Cuál es el significado de pereza? 25. ¿Cuál de estos títulos escogerías para esta historia?
A. Falta de ganas de trabajar, o de hacer cosas. A. El joven y la anciana.
B. Fruto del peral, de color verde o amarillo. B. El hijo y su madre.
C. Es el mamífero más lento en toda la tierra. C. El milagro de la vida.
D. Apellido derivado del nombre propio Pedro. D. El joven perezoso.

La opinión ajena
Floridor Pérez
A un molinero de aldea le iba tan mal ese año, que se vio en la necesidad de vender su burro.
Llamó a su hijo y se fueron caminando a la feria del pueblo, con el burro de tiro.
No habían avanzado gran trecho, cuando se cruzaron con unos viajeros que al verlos soltaron la risa:
—¡Ja, ja!, ¿para qué tienen burro si viajan a pie?
—¿Sabes que tienen razón? —Dijo el padre—.
—Monta tú en el burro.
El chico montó de un brinco y siguieron su camino. Poco más allá se cruzaron con tres
respetables mercaderes, que exclamaron con indignación:
—¡Eh, chicuelo! ¿No te da vergüenza ir así, cómodamente instalado, mientras tu viejo
padre te sigue a pie? ¡Él es quien debería ir montado!
El molinero se rascó la cabeza y dijo que esos señores tenían razón. Bajó al hijo y montó en el burro.
Al poco andar debían cruzar un puente, bajo el cual unas mujeres lavaban ropa en el riachuelo.
—¡Jesús, María y José!, —exclamaron compasivas—
Miren al viejo egoísta bien montado, mientras el pobre chiquillo lo sigue caminando. ¡Ni huérfano que fuera!
El molinero creía muy justo que él fuera montado, pero no dejó de hallarles razón a las mujeres.
Y le tendió una mano al niño, que haciéndose impulso saltó al anca del burro. Este meneó la cola en señal de
desaprobación, pero el molinero sólo miraba al frente, feliz de haber encontrado una solución razonable para todos.
No pensaba lo mismo un grupo de aldeanos que volvían de la ciudad a la que venían llegando padre e hijo.
—¿Han visto tamaños infieles? ¿Qué manera más cruel de maltratar a una pobre criatura de Dios? Si lo van a vender,
no más con el cuero llegarán a la feria...
¿Qué hizo entonces el molinero?
Yo no lo sé, querido lector, porque este cuento lo leí cuando era niño, en un libro que había leído mi padre cuando era
niño, en un libro que... El hecho es que al viejo libro le faltaba una hoja.
Claro que ahora yo podría inventarle un final, pero ¿no me pasaría lo mismo que al molinero, y siempre quedaría
alguien descontento?

26. Antes de escuchar las críticas de los demás: 27. El anciano hizo caso de las críticas recibidas porque:
A. El anciano iba montado en el burro. A. Estaba seguro de que todos tenían razón.
B. El niño iba montado en el burro. B. Los argumentos expuestos por los demás eran
C. El anciano y el niño iban a pie. lógicos.
D. El anciano y el niño iban montados en el burro. C. No estaba seguro si lo que hacía estaba bien.
D. Le importaban demasiado las opiniones ajenas.
28. ¿Crees que es correcto estar pendientes siempre de lo que los demás dicen? Sí ……. No ……..
¿Por qué?
…………………………………………..………………………………………..………………………………………..………………………………………..
………………………………………..………………………………………..………………………………………..…………………………………………..
………………………………………..………………………………………..………………………………………..…………………………………………..

29. La palabra antónima (lo contrario) para chicuelo es: 30. La expresión “saltó al anca del burro” significa que:
A. Chico A. Se bajó del burro.
B. Viejo B. Caminó al lado del burro.
C. Muchacho C. Se subió en el burro.
D. Jovencito D. Llevó al burro en sus hombros.

31. Este texto nos demuestra que en el actuar cotidiano: 32. De los siguientes refranes que aparecen a
A. Se debe escuchar siempre las opiniones de los continuación selecciona aquel que se relaciona con la
demás. moraleja de esta fábula.
B. No se debe tener en cuenta las opiniones de los A. Haz bien y no mires a quien.
demás. B. El ojo del amo engorda al caballo.
C. Se debe actuar con seguridad y confianza en C. El que no escucha consejos no llega a viejo.
nuestras decisiones. D. No se puede quedar bien con todo el mundo.
D. No se debe tener en cuenta la opinión de todo el
mundo.

33. El mejor título para esta historia puede ser: 34. ¿Qué tipo de texto es el que acabas de leer?
A. El molinero y su burro regalón. A. Narrativo
B. El molinero, el hijo y el burro. B. Poético
C. El hijo del molinero. C. Informativo
D. El burro del molinero. D. Ninguna de las anteriores.

35. El autor de los textos leídos es:


A. Floridor Pereza
B. Gabriela Mistral
C. Floridor Pérez
D. Anónimo
HOJA DE RESPUESTAS
LECTURA DOMICILIARIA: CUENTOS DE SIEMPRE PARA NIÑOS DE HOY, DE FLORIDOR PÉREZ
Nombres
Apellidos
Curso 4º año Fecha Lunes, 8 de octubre de 2018
_básico
Puntaje ideal
Nota Final
Puntaje obtenido
Ennegrece el casillero de la respuesta correcta:

N° A B C D
1
2
3
4
5
6
7
8
9 Se responde en la prueba
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28 Se responde en la prueba
29
30
31
32
33
34
35

También podría gustarte