Está en la página 1de 3

Universidad Autónoma de la Ciudad de México

Colegio de Ciencias y Humanidades


Licenciatura en Promoción de la Salud.
Introducción a la Promoción de la Salud.
Plantel Centro Histórico
2018 – II
Alumno: Juan Enrique López Gómez

García de Alba, J. (2012). Saberes culturales y salud: una mirada de la realidad polifacética en
Desacatos. 39 (pp.84 – 102). Recuperado de
http://desacatos.ciesas.edu.mx/index.php/Desacatos/article/view/242

En la opinión de la gran mayoría la salud no se concibe sin la enfermedad, siendo un error no

contemplar la parte psicológica, económica, social y física. Está puede verse condicionada por el

nivel económico, social y geográfico, influidos a su vez por los prestadores de servicios de salud

que no consideran las necesidades particulares de los pacientes, trabajando de manera

estandarizada y apegada a normas no siempre amigables para todos los enfermos. La salud se

convierte en un producto que varía de calidad de acuerdo al precio que el paciente puede pagar y

que conduce a la desigualdad.

Esta desigualdad debe combatirse desde el aspecto cultural, admitiendo que la salud es una

necesidad humana y con ella no se puede negociar, por lo tanto, la atención médica debe

proporcionarse indiscriminadamente, sin restricciones y debe ser gratuita.

La relación de salud-enfermedad-atención debe ser estudiada de manera interdisciplinaria y

comprender que es un proceso sociocultural con un contexto biológico, psicológico y de

diversidad. Está relación debe mejorar la salud haciéndola igualitaria y efectiva en sociedades

multiculturales. Debe tomar en cuenta el sentido y/o significado que la gente percibe de la

relación y no dejar de lado los valores y tradiciones de cada población.


Existen enfermedades que carecen de un diagnóstico clínico provenientes o descritos por la

costumbre, la tradición, la religión y la cultura de una población, donde es más importante el

remedio que el origen o la causa de la enfermedad, los síntomas y/o malestares son semejantes en

todas partes, pero sus nombres se determinaran por la región y la cultura en la que se encuentren.

Algunos ejemplos de estas enfermedades son el mal de ojo, el aire y el empacho donde la

herbolaria desarrolla un papel para el tratamiento de estas dolencias.

La herbolaria es un conocimiento desarrollado por las poblaciones y transmitida de generación en

generación para restaurar su estado de salud, siendo una práctica que busca la solución a las

enfermedades y que en ocasiones complementa la medicina oficial.

El conocimiento popular no puede ignorarse, el médico debe contemplar que el paciente no es

ningún objeto, es una persona que busca restablecer su estado de salud, también tiene

conocimiento, vivencias y experiencias que pueden contribuir a su tratamiento y a los cuidados

posteriores a su tratamiento.

De manera implícita o explícita la responsabilidad de los cuidados de un paciente pasan a ser

responsabilidad de los familiares, en este aspecto los determinantes económicos, creencias,

valores y el género son muy importantes. Relegando estas responsabilidades, el sistema de salud

reduce gastos y reduce el riesgo de contagio a sus recursos humanos.

Cuando los pacientes resultan ser enfermos crónicos los gastos de tratamiento incrementan, al

igual que con los pacientes con vejez son considerados improductivos, lo que genera una

discriminación en su necesidad de adquirir servicios o cuidados médicos.

Al igual que los pacientes, también los cuidadores o prestadores de sus servicios para beneficio

de la población enferma en hospitales y clínicas de salud, tienen la necesidad de cuidar de ellos


mismos y en ocasiones sus derechos a pasear, descansar y dormir se ven afectados cuando el

paciente enfermo no cuenta con familiares. Esto repercute en el desgaste físico y mental del

cuidador hasta el descuido sí mismo, el aislamiento social y afectivo, donde su calidad en el

servicio se puede ver influenciado por el estrés y frustración que su trabajo puede generarle,

llevándolo a un mal desempeño y prestar un mal servicio.

El medio ambiente es crucial para la conservación de un estado de salud, pues la contaminación

genera padecimientos, malestares y enfermedades que puede llegar a transformar cuerpos,

espíritus y creencias. Es importante orientar, proporcionar conocimientos y dar armas a las

comunidades pobres de las ventajas que puede traerles de manera social y económica mantener

un ecosistema sustentablemente limpio.

Como promotor de la salud, considero el deber de sensibilizar a los médicos para un ejercicio de

su profesión más humana, contemplando también todos los problemas institucionales que llevan

al médico a desconectarse de esa parte sensible de su profesión a tratar a los enfermos como

números de expediente o cama, concientizar a la industria farmacéutica sobre el uso de la

herbolaria para la producción de medicamentos económicos y efectivos. Otro gran problema de

salud en la sociedad mexicana es la inequidad en los servicios, la falta de sensibilidad en la

mayoría de los médicos que se ven a sí mismo como eminencias incuestionables sobre la salud, la

falta de empatía por parte de prestadores de servicios y cuidadores que ven la vocación con la que

empezaron a ejercer su carrera, minada y languidecida por la falta de personal, el exceso de

trabajo, la rutina, el nepotismo que devora las instituciones. La economía del país influye en la

atención a nuestros enfermos, los intereses de políticos y empresarios en el aumento de sus

ganancias impide la implementación de nuevos programas de salud en pro de las comunidades

más pobres.

También podría gustarte