Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Fascismo, Crítica Social y Terrorismo PDF
Fascismo, Crítica Social y Terrorismo PDF
RESUMEN
Las Estados actuales legitiman su poder a partir del constante asedio que, en
últimas, garantiza su propia razón de ser y justifica su barbarie. Terrorismo ha
sido el rótulo indiscriminadamente atribuido a las corrientes progresistas que
no renuncian a las posibilidades de liberación y cuyos argumentos se desvirtúan
bajo falaces atribuciones de hechos lejanos a las palabras e intenciones. Este
término se ha aplicado a aquellos críticos pensadores, malinterpretados –y mu-
chas veces intencionalmente calumniados– por parte de sectores y grupos de
corte fascista, que los hace objeto de acusación donde los acusados son siempre
los perdedores, situación que ha contribuido a que la sociedad existente luche
contra su propia posibilidad de liberación.
* Este trabajo constituye un avance dentro de la investigación de “Autoritarismo, guerra y derecho en las sociedades modernas”,
adelantada por el Grupo de Investigación de Filosofía del Derecho, Derecho Internacional y Problemas Jurídicos Contemporáneos, y
coordinada por el autor en calidad de investigador principal, la cual fue iniciada el mes de julio del 2007, adscrita al Departamento
de Investigaciones de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena.
** Coordinador del Grupo de Investigación de “Filosofía del Derecho, Derecho Internacional y Problemas Jurídicos Contemporáneos”
de la Universidad de Cartagena; Coordinador del Grupo de Investigación de “Filosofía del Derecho y Derecho Constitucional” de la
misma institución. Ha sido ponente en diversos Congresos Nacionales e Internacionales de Filosofía del Derecho, Filosofía Política
y Derecho Constitucional. daniel.florez@hotmail.es.
Opinión Jurídica, Vol. 8, No. 16, pp. 81 - 95 - ISSN 1692-2530 - Julio - Diciembre de 2009 / 188 p. Medellín, Colombia 81
Daniel E. Flórez Muñoz
ABSTRACT
Current States legitimate their power from a permanent siege which eventually
assures their own purpose and justifies their barbarian activities. Terrorism has
been the term to indiscriminately label progressive currents which do not resign
their possibilities of freedom and their arguments are distorted and attributed
with false facts. Term terrorism has been applied to those critics and thinkers
who have been intentionally calumniated by fascist-type sectors and groups
which accuse them. This situation has made current society to fight against its
own possibility to be free.
82 Opinión Jurídica
Fascismo, crítica y terrorismo. Un ensayo sobre el lenguaje instrumental y los medios de rotulación
Opinión Jurídica, Vol. 8, No. 16, pp. 81 - 95 - ISSN 1692-2530 - Julio - Diciembre de 2009 / 188 p. Medellín, Colombia 83
Daniel E. Flórez Muñoz
para hacer referencia a un fenómeno que llega Queda por verse en qué medida la
a sobrepasar el espectro político, en sentido transferencia de la autoridad paterna a
estricto2, para constituir toda una estructura la colectividad modificó la constitución
intrínseca de la autoridad misma, pero
de represión y dominación que limita al indi- sería absurdo, de cualquier manera,
viduo y lo encadena con ataduras que reposan identificar la crisis de la familia con la
en el interior de la estructura de carácter de declinación de la autoridad como tal.
los asociados y distorsionan su percepción La autoridad, al contrario, se vuelve
de la realidad, al punto de permitir el aflora- más abstracta, y por lo tanto, cada vez
miento de sentimientos colectivos, movidos más inhumana e inexorable. El ideal
del yo agigantado y colectivizado es
por la necesidad de un líder, que los salve de
el espejo satánico del ideal de un yo
la supuesta hostilidad del mundo exterior. liberado (Adorno & Horkheimer, 1996,
Este elemento es el primero y quizá el más p. 146).
importante de todos, ya que implica delegar
la responsabilidad y la autodeterminación Producto de esa visión, del mundo idólatra, se
en las manos de una autoridad distinta a sí desprende y naturaliza la exclusión; la masa de
mismo; por tanto, en virtud del temor y la derecha es excluyente por naturaleza; dada la
soledad que implica la existencia misma del necesidad de que exista un otro bélico; ese otro,
ser como individuo y no como parte de una siempre constituye una amenaza constante que
masa3, el individuo delega su presente y su legitima la represión, el sacrificio, el orden, la
futuro a la voluntad de un extraño, en el que disciplina y la agresividad que se manejan y
se materializan todos los valores e ideales que disponen, por lo cual no es extraño ver cómo
la sociedad represiva reclama. aumentaron de forma considerable las células
y grupos durante la Alemania del Tercer Reich;
Esto puede entenderse como el resultado de grupos y asociaciones sin ningún valor propio,
diversos factores que juegan en una infancia con toda una parafernalia simbólica que bus-
represiva, a tal punto que daría como resultado, caba cohesionar y desindividualizar la colecti-
por una parte, un individuo que solo recono- vidad, en otras palabras, hacerla una “masa”,
ce la autoridad en sí mismo y vive buscando entorno a un sentido de pertenencia dirigido a
enemigos para justificar su agresión; por otro una abstracción, en la cual se enmarca el grupo,
lado, y este es un resultado más general, la en cuyo seno existía una estructura vertical a
formación de un individuo que necesita im- la cual se le debía todo. Estos grupos, propios
periosamente una autoridad a la cual seguir, de la sociedad atomizada, que fomentan la
una autoridad que lo oriente, lo acepte y, sobre identidad de individuos carentes de la misma,
todo, lo proteja; es decir, la masa de derecha solo tienen sentido para los mismos pertene-
vive en la constante búsqueda de un “Padre”, cientes. Se presenta una absoluta distorsión de
proyectando en él un tipo de personalidad me- la realidad: el individuo no vale si no es parte
siánica, para que este sea quien lo libere y lleve de determinadas colectividades, al punto que
de la mano hacia la llamada utopía autoritaria. En “el aislamiento se convierte en proximidad, la
relación con esta afirmación, Theodoro Adorno deshumanización, en humanización, la extin-
y Max Horkheimer, en el libro titulado Lecciones ción del sujeto en su confirmación”; y de esta
de Sociologia, muestran cómo forma, “la socialización de los seres humanos
perpetúa su asociabilidad, sin permitirle si-
2 Sobrepasa el espectro político en sentido estricto, en virtud
quiera al inadaptado social enorgullecerse de
de que no responde a una ideología determinada, muestra ser humano” (Adorno, 2005, p. 44), petrifica el
de esto es el considerado fascismo rojo desarrollado en la
URSS estalinista.
vínculo afectivo, y llega hasta la abnegación
3 Ver al respecto Horkheimer (1973, p. 138-170). entre el llamado líder y su masa.
84 Opinión Jurídica
Fascismo, crítica y terrorismo. Un ensayo sobre el lenguaje instrumental y los medios de rotulación
Erich Fromm (1964), miembro de la primera del caudillo, presuponiendo una descendencia
generación de la llamada Escuela de Frankfurt y común y remontándolos a glorias pasadas
reconocido psicoanalista, que ostenta el galar- perdidas, dignas de ser retomadas a partir de
dón de ser quien introdujo a la teoría crítica los lo que se denomina tradiciones imaginarias; por
supuestos del psicoanálisis para, de la mano tanto, es meramente pasional.
de Marx y Freud, entender mejor al individuo
en la sociedad capitalista, en su obra titulada
Psicoanálisis en la sociedad contemporánea nos mues- EL FASCISMO EN LA SOCIEDAD
tra cómo el fascismo, el nazismo y el stalinismo
tienen de común que ofrecieron al individuo
CONTEMPORÁNEA
atomizado un refugio y una seguridad nuevos.
Ahora bien, en la sociedad contemporánea,
todavía se mantienen latentes los gérmenes de
Estos regímenes son la culminación
de la enajenación. Se hace al individuo ese sistema totalitario y autoritario denomina-
sentirse impotente e insignificante, do fascismo. Son estos modelos, denominados
pero se le enseña a proyectar todas sus fascismo fussi, los que operan como un fascismo
potencias humanas en la figura del jefe, camuflado pero igualmente represivo, agresivo
en el estado, en la “patria”, a quien tiene y dominador.
que someterse y adorar.
Opinión Jurídica, Vol. 8, No. 16, pp. 81 - 95 - ISSN 1692-2530 - Julio - Diciembre de 2009 / 188 p. Medellín, Colombia 85
Daniel E. Flórez Muñoz
86 Opinión Jurídica
Fascismo, crítica y terrorismo. Un ensayo sobre el lenguaje instrumental y los medios de rotulación
personas y no fueran cosificadas cual producto de China por el llamado Movimiento Obrero
o mercancía. Bajo esos aires, se adelantaron y independiente Revolucionario sumergiéndo-
conformaron grupos de resistencia. Se tenía los así según el profesor Jaramillo Vélez en el
claro, por lo menos para un sector de estos plano de la esterilidad teórica (Jaramillo, 1998,
grupos, que la resistencia debía hacerse por p. 254), y las provenientes de la URSS de Stalin
medio de la fuerza, fuerza encauzada hacia la por parte del Partido Comunista; cada uno de
liberación humana. Otro sector consideraba que estos movimientos manifestaba en sus inicios
el sistema ofrecía las herramientas necesarias un apoyo hacia una lucha paralela, la una desde
para transformarlo y superarlo, y de esta forma las urnas, y la otra en el campo y la montaña;
implementar el socialismo; dicho sector más los primeros bajo la bandera de Mao, con el
adelante se denominó socialdemócrata, pero, pre- ELN, y los segundos con las FARC; vemos,
vio a esto, la socialdemocracia confiaba en que pues, cómo los dos grupos, que quizá sean los
la violencia no era del todo inaplicable, por el más determinantes en el acontecer político de
contrario, brindaba una posible herramienta de la izquierda en Colombia, nacen lejos de ser la
inmediata contundencia a la hora de desestabi- materialización de una teoría marxista en el
lizar el sistema; entre este grupo encontramos sentido estricto de la expresión.
a Rosa Luxemburgo, gran ideóloga marxista
que configuro quizá una de las posiciones de No es mi intención hacer un análisis del conflic-
izquierda mas férreas en la Alemania pre nazi. to colombiano directamente, pero sí ver cómo
conflictos paralelos podrían dar luces para un
El marxismo soviético constituye para algunos análisis, más meticuloso, y menos limitado de
una arista del pensamiento leninista más que la realidad.
del mismo Marx. En este punto es importante
hacer la aclaración de que en el tránsito de uno
a otro quedaron por fuera quizá los elemen- APROXIMACIÓN CONCEPTUAL
tos más significativos de la teoría marxista:
elementos políticos, sociales y gran parte del
AL TERRORISMO
sentido humanista se vieron violados; no se En el frío racionalismo normativo característico
comprendió que Marx era un heredero de la de los sistemas jurídicos de influencia francesa
Ilustración; ahora bien, habría que guardar una en los cuales la ley es sinónimo de derecho, y el juez
distancia crítica con el pensamiento de Leon en cuanto más se ciña a la misma mejor juez
Trotski cuando me refiero al marxismo soviéti- es, se denominan prácticas terroristas las que
co, en virtud de que no se podría igualar a Leon se adecuan al tipo penal denominado terrorismo,
Trotski con Joseph Stalin en el campo teórico y,
por lo tanto, en la praxis; en ese sentido, Trotski
mantiene algunas aproximaciones a la teoría Lo primero que debe cambiar
de Marx (Marcuse, 1958). La implicación del es el individuo mismo, la persona debe
problema planteado fueron que se asoció, casi llegar a tomar conciencia
automáticamente, que la teoría política marxis- y levantarse contra sí misma, contra
ta debía ser materializada necesariamente por su propio sistema de necesidades;
la praxis soviética o china, y que la filosofía de debe ubicarse en la historia y,
Marx se encontraba contenida en los manuales sobre todo, debe entender
panfletarios, propios del adoctrinamiento so-
que la realidad no es tan simple
viético. En Colombia, nos comenta el maestro
como se nos presenta.
Rubén Jaramillo Vélez, las ideas marxistas de
este tipo fueron recibidas: las provenientes
Opinión Jurídica, Vol. 8, No. 16, pp. 81 - 95 - ISSN 1692-2530 - Julio - Diciembre de 2009 / 188 p. Medellín, Colombia 87
Daniel E. Flórez Muñoz
previsto en el artículo 343 del Código Penal den el Presidente de Colombia, el de Estados
Colombiano, cuyo supuesto de hecho es: Unidos y los presidentes de los demás países
encauzados en esta lucha.
El que provoque o mantenga en estado
de zozobra o terror a la población o a Dada la brevedad de este ensayo, la interesante
un sector de ella, mediante actos que
genealogía del concepto de terrorismo será ob-
pongan en peligro la vida, la integridad
física o la libertad de las personas o jeto de un trabajo diferente, pero no sin antes
las edificaciones o medios de comu- dejar constancia de que el terror, como medio,
nicación, transporte, procesamiento o solo constituyó un arma eficaz para quienes
conducción de fluidos o fuerzas motri- detentaban el poder, es decir, el terrorismo
ces, valiéndose de medios capaces de históricamente solo ha servido de forma eficaz
causar estragos (ley 599 del 2000, 2000). para la materialización de los intereses de la
derecha política.
Naturalmente, vemos como constituyente pri-
mario del tipo, el llamado estado de zozobra
o terror, conductas o hechos que bajo ningún TERRORISMO GUERRILLERO
análisis manejan una dimensión política; por
tanto, así, tal cual reza la norma, el terrorista
Y EMANCIPACIÓN SOCIAL
no necesariamente debe ser movido por un
interés político, no existe para el código una Luego de este muy ligero análisis de concep-
necesaria causa ideológica que sirva de motor tos, llegamos al punto donde las relaciones en-
para la consumación de actos, mediante el tre fascismo, crítica y terrorismo se evidencian.
terror y la zozobra; en consecuencia, vemos Wellmer nos comenta cómo políticos, cien-
cómo el mismo concepto de terrorismo, pre- tíficos sociales y periodistas conservadores
visto por la legislación, permite una libre e, acusan en la actualidad a las teorías sociales
inclusive, arbitraria interpretación y aplicación de “izquierda”, como defensoras e incitado-
del concepto como un simple presupuesto ras, a prácticas terroristas. Suponen que este
político-propagandístico de la derecha política. tipo de teorías ha creado un piso firme para
Internacionalmente no existe un criterio unifi- el desarrollo de doctrinas cuya única forma
cado para definir terrorismo. En cada Estado, de acción es el combate armado. Ante esto,
la palabra terrorismo enmarca actos diferentes. estas acusaciones, los representantes de tales
Estados Unidos llama terrorismo a las “fuerzas teorías tienden a reaccionar de forma tal que,
que buscan la destrucción total o parcial de sin darse cuenta, aceptan el papel de adversario,
la democracia y poner caos en el mundo”; por papel que, sin importar lo que se demuestre
ello, se eleva esta nación como defensora de en la forma de refutar estas acusaciones,
los intereses mundiales, y entabla una lucha en las palabras de Marx, Adorno y Marcuse,
contra el terrorismo, haciendo, con sus accio- corresponde a las ideas comunicadas por la
nes, difusa la línea que separa la barbarie de RAF, en el caso alemán. Aunque los acusados
unos con la barbarie de los otros, pero siempre expliquen que dichas frases, teoremas y argu-
justificando la barbarie en nombre de ideales mentos encierran un sentido distinto al que
que sirven para demostrar que siempre pueden esos grupos denominados terroristas le han
estar peor las cosas. Este solo es un ejemplo dado, ya en ese momento y sin saberlo, se han
de lo que encierra el concepto de terrorismo: situado como parte acusada en el campo de
terrorismo es, en este contexto, todo lo que ese derecho penal de la intención6, en el cual,
constituya una amenaza para el statu quo, o
6 Ver al respecto la propuesta jurídico penal contem-
régimen establecido. Y de esta forma lo entien- poránea en Jackobs y Melía (2003).
88 Opinión Jurídica
Fascismo, crítica y terrorismo. Un ensayo sobre el lenguaje instrumental y los medios de rotulación
en palabras de Wellmer, los acusados son siempre es decir, fue la reproducción ciega de modelos
los perdedores; por tanto, lo mismo da si logran ajenos a las circunstancias y contextos políticos,
o no demostrar su inocencia: la denuncia económicos y sociales distintos. En el caso de
constituye un indicio en sí misma, y con esos las RAF, ellas pudieron interpretar los proble-
rótulos y etiquetas, son sentenciados desde la mas de emancipación del Primer Mundo como
simple acusación mediática; este proceso es categorías de los movimientos de liberación del
lo que la criminología crítica, denomina control Tercer Mundo, con la convicción de que, por
social informal. una parte, la sangre de unos cuantos mostraría
al sistema tal como es; en consecuencia, las
En relación con el terrorismo guerrillero, me masas populares los reconocerían a ellos, no
centraré en lo que se denomina “guerrilla como enemigos, sino como liberadores y los
urbana” que igualmente pretendió, en sus apoyarían en contra del enemigo común; y por
inicios, por regla general, constituir modalida- otra parte, la correcta idea de que solo podrían
des radicalizadas de política de izquierda; de introducirse cambios sociales donde los indi-
ahí que hoy en día muchos sectores manejen viduos optaran por una práctica emancipadora
una auto-censura, producto de un análisis se transformó en la ilusión de “una docena de
histórico-genealógico del fenómeno. En el caso luchadores que comiencen de verdad y no se
de las RAF, por ejemplo, vemos como Ulrike limiten a discutir sin fin… pueden introducir un
Meinhof se unió a este grupo como socialista. cambio fundamental en la escena política, y por
Ella, entre otros muchos personajes, vieron en cierto que por medio de la lucha armada era
estas modalidades, la solución, y en el terror, posible obtener el asentamiento de las masas
una herramienta; por tanto, se debe seguir a la lucha armada y con ello ponerse en marcha
con respeto y cuidado el análisis de estas la emancipación” (Rote Armee Fraktión, 1997,
prácticas y grupos, denominados terroristas, p. 251). Vemos cómo se maneja, de una forma
y tener especial cuidado con generalizaciones quizá bastante distante de una línea teórica se-
apresuradas (Wellmer, 1996, p. 294). ria, la lucha bélica: en este caso, ven en las ma-
sas populares un posible sujeto revolucionario
Ahora bien, considero impreciso entender es- y por ello, con la convicción de que es posible
tos grupos como forma radical de política de que ellas adhieran a la lucha en un momento
izquierda, ya que más bien encajarían en lo que determinado, justifican los esfuerzos, la muerte
corresponde a un juego de reaccionarismo social de y suplicio que significa constituir la resistencia
los que, en un extremo, ellos son agentes, y del armada. Ahora bien, la situación varía un poco
otro, la derecha política hace lo suyo; cada uno cuando se habla del ámbito metropolitano, y
legitima sus acciones, en contraste con las del de la persona de la ciudad.
contrario, lo que constituye un círculo vicioso
vacío de transformación seria y real. La función de las guerrillas en las metrópolis
aparece redefinida, como “elite leninista que
Comenta Wellmer (1996, p. 295), respecto a las tendría como función suministrar al pueblo,
guerrillas urbanas de la RAF, –y dicha observa- para el eventual enfrentamiento de clases,
ción es perfectamente extrapolable a otros gru- una vanguardia político-militar que entrara a
pos armados insurgentes– que estas formas de garantizar las condiciones de capacidad revo-
combate corresponden a la reproducción vacía lucionaria y de acción” (Rote Armee Fraktión,
de un modelo tercermundista de liberación: los 1997, p. 253). En concordancia con el análisis
fenómenos Che Guevara, Mao y Fanon cons- de Wellmer, vemos que la población de las
tituyeron la peor ilusión que una vanguardia metrópolis surge como sujeto político a largo
libertaria universal pueda confiar y proclamar, plazo y que los individuos ya no se constitu-
Opinión Jurídica, Vol. 8, No. 16, pp. 81 - 95 - ISSN 1692-2530 - Julio - Diciembre de 2009 / 188 p. Medellín, Colombia 89
Daniel E. Flórez Muñoz
yen como los auténticos destinatarios de las con los planteamientos teóricos marxistas y
iniciativas revolucionarias, pues no se trata ya que puede, al menos, entenderse o hacerse
de poner en marcha directamente procesos inteligible recurriendo a la situación de un país
emancipatorios en las metrópolis; sólo es gobernado autocráticamente y retrasado, como
cuestión de participar (en el corazón mismo era Rusia antes de la Primera Guerra Mundial.
del enemigo, en la metrópolis) en la guerra Sin embargo, vemos cómo lo problemática,
de liberación del Tercer Mundo contra el im- que era la concepción leninista del partido,
perialismo: “la destrucción de las metrópolis quedó claramente evidenciada en la evolución
se convierte en objetivo de la lucha armada, estalinista de la Unión Soviética.
y las masas de estas metrópolis aparecen ya
como objetos de esta lucha” (Wellmer, 1996, Ahora bien, cuando me refiero a la existencia,
p. 254). Por tanto, lejos de constituirse en en estos grupos, de un grado de irracionali-
fuerza universalista, cada vez se ven como dad y de fanatismo dogmático, me refiero al
redentores de un marco más reducido de esa producto de un proceso histórico, proceso
población explotada. que quizá no contenía estos vicios en sus ini-
cios, pero que, como efectos del aislamiento
Tal como las RAF lo dijeron en una entrevista anteriormente señalado, entraron a constituir
a Der Spiegel, en la época de la tercera huelga elementos propios de su naturaleza.
de hambre de los presos de este grupo, se nos
muestra cómo a partir de frases como “teoría y Y esto se confirma en el hecho de que el núcleo
praxis se convierten en una unidad en la lucha” (Rote primitivo de muchos de los grupos alzados en
Armee Fraktión, 1997, p. 253), las secuelas de armas estaba conformado por un número de
un aislamiento de sus círculos, producto de la mujeres y hombres, cuyo destino, un destino
lucha ilegal conduce a una inmunización contra elegido por voluntad propia, y no hablo de su
toda corrección por la experiencia. En virtud fin en virtud de que no puedo hacer cábalas al
de que se reduce al mínimo el espacio para respecto, provocó gran tristeza y consternación
la reflexión deliberativa, que solo se discuten en muchos que nunca se vieron tentados a se-
nuevas formas de estrategia, y que se aceptan guir y, de hecho, reprochaban acciones de tal
como dogmas los presupuestos que los han naturaleza. Y esto era producto de un contexto
llevado a tal punto, podríamos encontrarnos donde las discusiones y debates no temían
en el terreno del fanatismo, cerrado a toda hacerse, y el nivel de reflexión y de análisis
posibilidad de discusión racional. deliberativo era admirable, producto quizá de
sus contactos íntimos en el caso de las RAF
En la misma entrevista, surge también la frase con los grupos provenientes del movimiento
que quizá sea la más decisiva para entender estudiantil de los 60, y por ello, aun cuando:
las raíces filosófico-políticas y la vinculación
de estos grupos a las teorías sociales: “lo Hacia ya mucho tiempo que resultaba
que para Lenin era el partido bolchevique inaccesible a la crítica por parte de la
izquierda, todavía tenían tanto la inte-
de cuadros, es hoy, bajo las condiciones de
ligencia como también la voluntad de
la organización multinacional del capital, la explicarse públicamente y por que sus
organización de contrapoder proletario que acciones, por lo menos en parte, toda-
surge de la guerrilla” (Rote Armee Fraktión, vía eran accesibles a interpretaciones
1997, p. 253). En esta frase queda marcado políticas (Wellmer, 1996, p. 298).
en palabras de Wellmer lo “fantástico de la
auto-comprensión leninista”, agregando que la Para la generación siguiente de terroristas, es-
concepción leninista de partido se contradice tos elogios no pueden valer, dado que se vuelve
90 Opinión Jurídica
Fascismo, crítica y terrorismo. Un ensayo sobre el lenguaje instrumental y los medios de rotulación
Opinión Jurídica, Vol. 8, No. 16, pp. 81 - 95 - ISSN 1692-2530 - Julio - Diciembre de 2009 / 188 p. Medellín, Colombia 91
Daniel E. Flórez Muñoz
Después de haber declarado única reali- críticos; con ello se permite el desarrollo libre
dad del sistema ese desnudo terror que de políticas de corte fascista, donde se anula
el sistema combatido por ellos difunde toda posibilidad de resistencia, de critica o de
en sus imágenes (Vietnam), mediante
su propia forma de lucha hacen en si
reflexión alguna, satanizadas por los medios y,
verdadero aquello que habían afirmado por tanto, recibidas con recelo por las masas.
del sistema, a saber, la reducción de
todos los procesos de la vida social a Vemos cómo el terrorismo entra a jugar una
pura difusión del terror (Wellmer, 1996, marea, que corresponde en gran medida a
p. 300). los intereses de la derecha, ya que justifica la
represión y el llamado “terrorismo de Estado”
El segundo de los mecanismos responsable de
que siempre son entendidos como respuesta a
esta mutación concierne a las llamadas con-
las acciones bélicas de las guerrillas o grupos
secuencias políticas y sociales de terrorismo.
terroristas y juega en contra de los ideales mis-
mos de la izquierda democrática y los grupos
Como los terroristas se han desconecta-
do concientemente de las necesidades, de corte socialista que, quizá, bajo condiciones
experiencias y procesos de aprendizaje dadas, puedan garantizar una mejor opción y
de su entorno social, como su estrategia demostrar una nueva “praxis social”.
contiene ya una buena dosis de despre-
cio hacia las masas que supuestamente Ahora bien, parece ser que hasta el momento
están liberando, nada tiene de extraño se hubiese dejado de lado, el análisis moral al
que sus acciones hayan chocado en
una predominante mayoría de la pobla-
terrorismo; es claro que existen razones a priori
ción, con reacciones que van desde la en contra del ejercicio de la violencia contra los
incomprensión hasta el asco (Wellmer, otros hombres y, por extensión, también contra
1996, p. 301). la destrucción humana. Por tanto, la violencia
física, cuanto más dura e irrevocable sea,
Ese sentimiento de repudio, en parte responsa-
bilidad de estos grupos, por motivos ya citados … (n) ecesita por tanto de una
brevemente, es lo que permite la coyuntura legitimación que sea c apa z de
neutralizar en determinados casos tales
política, para que los grupos de ideología
contraargumentos. Que hay situaciones
conservadora, es decir, la derecha política, en las que puede justificarse el uso
sistematicen una campaña difamadora, en de la violencia, eso es algo, que ni los
contra de toda la izquierda indiscriminada- liberales discuten (…) pero quien se
mente, estableciendo conjeturas, la mayoría de decide por la violencia, asume la carga
veces, arbitrarias, para mostrar o evidenciar las probatoria (Wellmer, 1996, p. 302).
cercanías entre las teorías marxistas o críticas,
con estos grupos terroristas, y en el proceso de En todo caso, hay que ser delicado en este te-
difamación dejan como víctima a toda posibi- rreno, ya que la moral, en la actualidad, consti-
lidad de izquierda; entiéndase, por tanto, que tuye un elemento del discurso del sistema, con
los afectados son la izquierda democrática, una carga ideológica tal que ha conducido a
grupos reformistas, y colectividades radicales, una evolución semántica, de la cual se evacuan,
todos en el mismo saco y todos responsables en sentido estricto y coloquial, temas como la
de los mismo males. Este es el punto donde la libertad, y se encamina solo a la connotación
supuesta sana armonía entre los partidos y la sexual de la sociedad. Pero esto es algo que
solidaridad liberal quedan de lado; de lo que se solo dejaré señalado, ya que lo referente a la
trata es de suprimir de la opinión pública toda operabilidad del lenguaje y a su construcción
posibilidad de análisis, movida por supuestos histórica son asuntos de la ideología.
92 Opinión Jurídica
Fascismo, crítica y terrorismo. Un ensayo sobre el lenguaje instrumental y los medios de rotulación
El lenguaje de la moral es hoy también un que depurarlo, para ver la forma de comenzar
lenguaje de dominación, de ahí que “el radi- la imperativa dinámica de liberación7.
calismo político implica el radicalismo moral:
la afloración de una moral que puede precon- Con ánimos de conclusión, considero impor-
dicionar al hombre para la libertad.” (Wellmer, tante no entender el terrorismo fuera de los
1996, p. 303). contextos sociales y políticos bajo los que se
desenvuelve; de igual forma, es menester en-
Este radicalismo pone en acción la base marcar en una serie de categorías inspiradas
elemental, orgánica, de la moralidad en por las contradicciones y patologías fomenta-
el ser humano. Anterior a toda conducta
das y criadas en el seno de las sociedades ac-
ética de acuerdo con criterios sociales
específicos, anterior a toda expresión tuales; por tanto, es importante ver al terroris-
ideológica, la moralidad es una “dispo- mo: (a) como una clara expresión de problemas
sición” del organismo, enraizada quizás de legitimación y de patologías sistémicas de
en el impulso erótico que contrarresta nuestra sociedad; (b) llegar a entender cómo se
la agresividad, para crear y preservar muestran o los efectos que producen en él los
“unidades cada vez mayores” de vida. elementos irracionales, existencialistas y accio-
Tendríamos entonces, de este lado de nistas que tienen en común con otras formas
todos los “valores”, un fundamento de rebeldía; y (c) debe entenderse cómo las
instintivo para la solidaridad entre los patologías del sistema se reproducen, incluso,
seres humanos: una solidaridad que cómo las experiencias son elaboradas por los
ha sido efectivamente reprimida de
terroristas (Wellmer, 1996, p. 306).
acuerdo con los requerimientos de la
sociedad clasista, pero que ahora apare-
ce como una de las condiciones previas Las tres categorías presentadas han sido tra-
de la liberación (Marcuse, 1969, p. 17). tadas propedéuticamente, en forma de tesis
tácitas en el desarrollo de este trabajo, pero
Por tanto, la crítica hecha desde la moral al te- siempre es importante aclarar algunos pun-
rrorismo como tal se transforma en hipocresía tos, especialmente de la primera categoría, es
en la medida en que esta lleve de la mano “un decir, entender el terrorismo como una clara
subrepticio tolerar, admitir e incluso justificar expresión de problemas de legitimación y de
abiertamente, formas de terror estatalmente patologías sistémicas de nuestra sociedad.
organizadas o de desprecio tecnológicamente
organizadas de la vida humana. Pues el despre- Estudiaremos el problema desde el terreno de
cio de las normas morales por los terroristas la teoría crítica, teniendo en cuenta la forma en
solo es reflejo de las funciones ideológicas que Karl Marx, Max Weber, Adorno, Horkheimer
que dichas normas cumplen en la sociedad” y el mismo Habermas analizaron la evolución
(Wellmer, 1996, p. 303). El objetivo debe ser de las sociedades capitalistas como un proceso
reencauzar las energías morales que hoy se de “racionalización” técnica y burocrática diso-
descargan sobre el terrorismo, hacia el objetivo ciado de la racionalidad práctica, en el que a la
de una humanización de la sociedad, liberán- creciente destrucción de la naturaleza externa
dola así de una vez y por todas del carácter corresponde un creciente control técnico y ma-
represivo e ideológico. Entonces el problema nipulativo de la naturaleza interna de los indi-
del terrorismo se solucionaría por sí solo, viduos, así como una creciente administración
aparte de alcanzar un fundamento biológico burocrática de las relaciones sociales (Wellmer,
del socialismo, en palabras de Marcuse, ya que la 1996, p. 300). Y es esta automatización de lo
moral constituye la muestra fehaciente de que que Weber denominó razón instrumental la que
este fundamento nos es dado, y por tanto hay 7 Al respecto, ver Marcuse (1969).
Opinión Jurídica, Vol. 8, No. 16, pp. 81 - 95 - ISSN 1692-2530 - Julio - Diciembre de 2009 / 188 p. Medellín, Colombia 93
Daniel E. Flórez Muñoz
94 Opinión Jurídica
Fascismo, crítica y terrorismo. Un ensayo sobre el lenguaje instrumental y los medios de rotulación
no sirven más que para fortalecer la sociedad contarse siempre con la situación
fascista, enferma y represiva que es en la que afortunada y relativamente fácil de que
hoy nos desarrollamos, y que encuentra en estas fuerzas revolucionarias existan
y estén listas, en cierto sentido ready
esos actos su propia justificación e, inclusive, made, al iniciarse el movimiento revo-
su razón de ser. Tenemos nuevos medios como lucionario. Pero existe, en mi opinión
la Internet y nuevas formas como la pedagogía; un criterio valido, a saber: cuando téc-
por tanto, no es conveniente pensar que al ver nicamente están presentes las fuerzas
al grupo de individuos armados y de camuflado materiales e intelectuales para llevar a
las cosas pueden y van a cambiar. Ya que a fin cabo la transformación, pese a que su
empleo racional resulte impedido por
de cuentas:
la organización existente de las fuerzas
productivas. Y en este sentido creo yo
Los portadores sociales de la transfor- que podemos hablar efectivamente,
mación solo se forman en el proceso hoy, del fin de la utopía. (Marcuse,
mismo de transformación, y no puede 1986, p. 4).
REFERENCIAS
Adorno, T. (2005). Mensaje en una botella. En: Zizek, Slavoj (Comp.). Ideología. Un mapa de la cuestión. Segunda
reimpresión. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Adorno, T. & Horkheimer, M. (1969). Lecciones de Sociología. Buenos Aires: Editorial Proteo S.A.
Foucault, M. (1968). Las palabras y las cosas. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.
Fromm, E. (1964). Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.
Jackobs, G. & Meliá, M. (2003), Derecho penal del enemigo. Madrid: Civitas Ediciones.
Marcuse, H. (1969). Un ensayo sobre la liberación. México: Cuadernos de Joaquín Mortiz. México.
Marcuse, H. (1958). The soviet marxism. New York: Columbia University Press.
Opinión Jurídica, Vol. 8, No. 16, pp. 81 - 95 - ISSN 1692-2530 - Julio - Diciembre de 2009 / 188 p. Medellín, Colombia 95