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Miguel Ángel Díaz Mier*

VISIONES CRÍTICAS DE LA OMC


Existe una amplísima literatura en torno a la OMC. Generalmente se destacan aspectos
relacionados con sus actividades, su filosofía y sus acuerdos. Pero también se encuentra
una amplísima relación de opiniones contrarias a su funcionamiento. En el trabajo, los
autores llevan a cabo una exposición de los aspectos positivos y los negativos sobre la
institución. Para ello, lo dividen en varios apartados. El primero relacionado con las
críticas que recibe la OMC respecto a los fenómenos de globalización. El segundo
examina algunos aspectos como los relacionados con la soberanía nacional, los
derechos humanos y su peculiar situación en relación con el sistema de Naciones
Unidas. En el último se abordan cuestiones relacionadas con la complejidad, la
transparencia y especialmente sobre la carencia de sentido democrático de la
institución.

Palabras clave: OMC, globalización, desarrollo, democracia, gobernanza.


Clasificación JEL: F10, F13, F19.

1. Introducción totalidad de los quehaceres de la OMC y no sólo de al-


gunos de sus aspectos.
El nacimiento de la OMC (Organización Mundial del De hecho, buena parte de las críticas —positivas y
Comercio) y su posterior desarrollo han dado origen a negativas, que de todo hay en un campo bien extenso—
un buen número de polémicas sobre las que la biblio- provienen de autores con posiciones predeterminadas
grafía que acompaña a este trabajo es apenas un reflejo (lo que, sin duda, complica cualquier examen objetivo).
mínimo. De hecho, resulta fácil encontrar en páginas Se reconoce y se destaca que, en buen número de ca-
web de todo el mundo bloques enteros de informacio- sos, los ataques o las defensas a la OMC provienen de
nes con títulos tan significativos como stop wto; no wto; una cierta consideración de esta institución y de sus ac-
anti wto y un largo etcétera. Esas simples abreviaturas tividades con la intensificación de los fenómenos rela-
engloban un conjunto de temas muy controvertidos so- cionados con la globalización. Otros se refieren a pro-
bre los que ha de indicarse que existe una amplísima di- blemas específicos que, dentro de la red de acuerdos
versidad de opiniones. Sin embargo, no resulta frecuen- que conforman la OMC, se han encontrado en el trans-
te encontrar dentro de esa literatura posiciones funda- curso de sus 15 años de historia.
mentadas en buenos conocimientos prácticos de la En el lado más positivo, aun reconociendo fallos en el
sistema, se encuentran otras posiciones, muchas veces
basadas en experiencias reales contrastables. Así, des-
* Profesor titular de la Universidad de Alcalá de Henares. tacaremos el informe realizado por un grupo de antiguos

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funcionarios de la institución o relacionados con ella (el 2. Aspectos generales


informe Sutherland al que nos referiremos frecuente-
mente). En él se señala que «quienes atacan a la globa- El Tratado de Marrakech que creó en 1994 la OMC se
lización la han equiparado casi exclusivamente con la inspiró en los objetivos y principios del GATT (Acuerdo
OMC», olvidando que existen «otros factores como el General sobre Aranceles y Comercio) de 1947 al que a
aumento de los movimientos de capitales y de personas su vez la OMC sustituía e integraba en su organización.
que han tenido un papel significativo en el proceso, al La nueva institución, como su antecesor, buscaba, por
igual que la tecnología y el menor costo del transporte una parte, la elevación de los niveles de vida, la conse-
de carga y de pasajeros». Con todo, en muchas de las cución del pleno empleo, el crecimiento de la produc-
críticas a la OMC podemos encontrar algo más que la ción mundial, la utilización óptima de los recursos y la
referencia a la globalización. Así, algunas de ellas se di- conservación del medio ambiente conforme a los objeti-
rigen al sistema económico mundial, otras al papel de vos del desarrollo sostenible. Por otra parte —lo que
los Estados en él y otras a aspectos no estrictamente constituye la nota diferencial más destacada entre
económicos. GATT y OMC—, una mayor integración de los países en
Dada la diversidad de opiniones y trabajos, no ha desarrollo en el sistema de comercio mundial multilate-
resultado fácil la realización de estas reflexiones ni el ral y abierto.
intento de presentar una exposición objetiva de los ar- Para conseguir los objetivos señalados se habrían de
gumentos utilizados por las posiciones contrarias a utilizar dos grupos de instrumentos principales. El pri-
que nos hemos referido. De hecho, hemos llevado a mero de ellos está formado por un conjunto de Acuer-
cabo un buen número de borradores hasta encontrar dos Multilaterales que desarrollan reglas derivadas de
la forma que nos ha parecido más conveniente para algunos principios generales pactados entre los Esta-
los objetivos perseguidos en este número de Informa- dos miembros. Según los mismos, las relaciones co-
ción Comercial Española. Ciertamente no nos ha re- merciales entre los participantes han de obedecer a ta-
sultado fácil condensar todos los aspectos suscepti- les reglas. Su importancia radica en que, en la práctica,
bles de análisis dentro de los límites de la publicación. estas normas de comercio internacional y más específi-
Tampoco realizar su clasificación en breves aparta- camente las relativas a políticas comerciales, se aplican
dos. Hemos optado por una especie de resumen de a los intercambios entre empresas que, en el mundo ac-
los temas en varios bloques. Comenzaremos así tual, son los auténticos protagonistas del comercio exte-
nuestra exposición recordando brevemente lo que rior. Y, claro está, les puede afectar en mayor o menor
constituye el sistema OMC y sus principales caracte- medida.
rísticas. En un segundo apartado se presentarán las Los principios indicados son: a) el de no discrimina-
críticas más importantes sobre tal sistema que se en- ción que se aplica a las normas comerciales de los paí-
cuentran en gran parte en relación con los fenómenos ses (aplicando la cláusula de nación más favorecida) y a
de globalización como antes hemos señalado. En un los productos nacionales y extranjeros (principio de
tercer apartado, incluiremos un conjunto de temas igualdad de trato o trato nacional); y b) el de transparen-
que pueden definirse como «no estrictamente econó- cia que se aplica a las reglas nacionales relativas a in-
micos». En el último apartado se expondrán las críti- tercambios por medio de la publicación de tales normas
cas procedentes de la propia institución lógicamente y su notificación a la secretaría de la OMC. Podríamos
basadas en los deseos de mejora de su funcionamien- añadir a los anteriores un lógico requisito previo como
to. Por último, terminaremos las reflexiones con unas es la necesidad de existencia de buena fe de los miem-
notas a modo de síntesis. bros referida tanto al respeto de los compromisos adqui-

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ridos como a una prohibición de medidas disfrazadas de comercio, sino más bien la sujeción de las mismas a un
proteccionismo. conjunto de normas pactadas para la coexistencia eco-
En el GATT la aplicación de los principios señalados nómica, cuyos principios generales, los anteriormente
sufría numerosas excepciones que han hecho que los indicados, eran como hemos señalado objeto de nego-
autores del informe Sutherland hablen de la erosión del ciaciones y acuerdos. El propio GATT representaba una
principio de no discriminación. Ello venía justificado por especie de compromiso entre las posiciones librecam-
razones de orden público en un sentido lato (moral pú- bistas, que consideraban que la liberalización del co-
blica, protección de la vida y de la salud humana, vege- mercio habría de beneficiar a los participantes, y las pro-
tal, animal, etcétera) que los países aducían para no teccionistas. Recordemos al respecto que, en el fondo,
aplicarlo y, en otras ocasiones, por otras relativas a la la intención de los creadores del Acuerdo y la de los ar-
seguridad nacional. Existían, además, las destinadas a quitectos del sistema de Bretton Woods era la neutrali-
favorecer en grado incipiente a los países en desarrollo zación de todo resurgimiento de las causas económicas
(especialmente desde 1964 con la introducción de dis- de la Segunda Guerra Mundial.
posiciones específicas relativas a ellos incluidas en el Por otro lado, el eje principal para lograr el dinamismo
texto del Acuerdo) y a las integraciones económicas. Se del sistema introducía en él el difícil equilibrio entre un
podía decir así que, más que un conjunto de reglas, el objetivo ya matizado de liberalización comercial y las
GATT era un conjunto de excepciones. A remediar esta disciplinas de las políticas comerciales nacionales. En
situación se ha consagrado la OMC. principio, cada Estado miembro de la OMC decide de
El segundo grupo de instrumentos al que nos hemos manera libre su grado de participación en el sistema, si
referido al servicio de los objetivos del sistema han sido bien queda claro que al hacerlo ha de aceptar el conjun-
y son las negociaciones comerciales entre los partici- to de normas pactadas. Ahora bien, según cuál sea el
pantes destinadas tanto a la creación de nuevos acuer- grado de intervención pública sobre la vida comercial,
dos, que han ido teniendo cada vez mayor alcance, los agentes económicos que participan en los intercam-
como de compromisos específicos. Tales negociaciones bios pueden verse afectados en mayor o menor medida.
presentan algunas características destacables: a) de- Hemos de resaltar que la evolución del sistema esta-
ben ser recíprocas (con extensión en el caso de acuer- blecido en 1947 y en proceso de negociación desde tal
dos bi o plurilaterales al conjunto de países miembros) y fecha hasta nuestros días muestra que en el mismo se
mutuamente beneficiosas; b) han de estar orientadas ha aumentado el número de actividades económicas
hacia reducciones importantes de barreras al comercio afectadas, pasando del establecimiento sólo de discipli-
(entendidas éstas en el sentido tradicional de aplicación nas relativas a la regulación de las políticas comerciales
de los aranceles y otros instrumentos a los intercambios relacionadas con los intercambios de productos, a inte-
de mercancías y hoy en el más amplio que afectaría a grar en él nuevas materias económicas. Recordemos
los intercambios de servicios y a los derechos de propie- simplemente que las reglas establecidas en 1994 (Acta
dad intelectual); c) en aplicación de la propia filosofía del de Marrakech) han llevado al ámbito de la OMC temas
multilateralismo comercial las negociaciones tendrían como la ordenación de la agricultura, de los servicios o
tendencia a eliminar los tratamientos discriminatorios en de los derechos de propiedad intelectual relacionados
las relaciones comerciales entre naciones. con el comercio. Hoy se discute una posible extensión,
Conviene matizar el anterior esquema con otros dos entre otras áreas, a la regulación de la competencia, al
elementos. Por un lado, el sistema, pese a una opinión medio ambiente o a los derechos sociales.
generalizada pero no fundamentada, nunca ha tenido Debemos destacar en este esquema otros aspectos.
como objetivo básico la eliminación de las barreras al En primer lugar, que el sistema comercial multilateral

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fue concebido como un mecanismo de cooperación con Pero no es sólo esto. Las complicaciones de un siste-
el que sus actores —los Estados— pretendían conciliar ma que consta de cinco acuerdos multilaterales, dos
aquellas posiciones e intereses propios de cada uno plurilaterales así como de una veintena de acuerdos
que pudieran afectar a los intercambios comerciales con que desarrollan los multilaterales, han originado en su
el respeto a los principios anteriormente indicados. En aplicación práctica una serie de cuestiones que han sido
segundo lugar, que la creación de la OMC venía acom- tratadas unas veces desde fuera de la institución y otras
pañada de un mecanismo de solución de las diferencias en el ámbito interno de los Consejos y otros órganos
surgidas en la práctica por las regulaciones nacionales creados para desarrollar y aplicar las reglas pactadas a
sobre políticas comerciales, mecanismo que perfeccio- que nos hemos referido.
naba el establecido anteriormente en el GATT. El impac-
to de dicho sistema, que ha sido sometido a críticas muy 3. Críticas a la OMC desde la globalización
diversas, desde las presentadas por ecologistas hasta
las de partidarios de concepciones tradicionales de so- En nuestra opinión, ha sido la coincidencia en tiempo
beranía estatal, ha sido entendido por los críticos como y espacio con los fenómenos de la globalización de la
algo que sobrepasa el ámbito de la OMC. Por el contra- economía mundial la que se encuentra en el fondo y en
rio, para sus partidarios, el mecanismo se valora espe- la forma de buena parte de las críticas dirigidas a la
cialmente desde la perspectiva de su eficacia en la apli- OMC, sin descuidar otros factores que examinaremos
cación del conjunto de principios y normas de la OMC. en apartados posteriores. En efecto, se ha pretendido
En ese sentido, se le ha considerado como útil para es- identificar a esta institución y a su desarrollo como cau-
tablecer posibles regulaciones internacionales en mate- santes de buena parte de los males asociados a la mun-
rias tales como el respeto a los derechos de los trabaja- dialización. Ahora bien, como opinión previa, nos pare-
dores o de las normas medioambientales. ce que cada uno de los temas asociados al concepto de
En esta exposición inicial se ha subrayado de manera globalización puede presentar claros y oscuros o, con
especial la ampliación de los ámbitos de aplicación de un lenguaje más propio de los economistas, costes y
los principios. La OMC ha pasado de ser el esbozo de beneficios. Expondremos seguidamente de forma sinté-
una organización, plasmada en el GATT, que habría de tica aquellos que nos parecen más destacables, bus-
regular las negociaciones comerciales centradas en los cando una fórmula de presentación neutral. No nos
aranceles aduaneros a constituir un cuerpo legal amplio cabe duda de que una exposición exclusivamente de los
que se ocupa de nuevos campos relacionados de forma aspectos negativos de forma parcial o total constituye
más o menos directa con los intercambios internaciona- una forma de actuación que podría ser utilizada. Lo ha-
les de diversas áreas de actividades económicas. Entra- cen especialmente algunas posiciones críticas. Pero no
rían en ese ámbito la ordenación de actividades agríco- compartimos esas formas de análisis como tampoco las
las (Acuerdo de Agricultura), la protección de los consu- de aquellos que señalan solamente aspectos positivos
midores y del medio ambiente (por ejemplo, el impacto de la OMC. Consideramos que en toda institución social
de los organismos genéticamente modificados), así existen luces y sombras.
como la regulación de buen número de servicios. La En la literatura sobre globalización se ha destacado
ampliación a ese gran número de actividades, si bien en que los actuales procesos de mundialización (por otra
algunos casos no han pasado de simples proyectos, parte nada nuevo puesto que ello ha ocurrido en mu-
han provocado críticas hostiles de diversas instituciones chas situaciones históricas) se caracterizan porque en
públicas y privadas y especialmente en el mundo aca- ellos se dan ganadores y perdedores. Así, los efectos
démico. en diversos órdenes económicos como la producción,

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las inversiones extranjeras, las empresas multinaciona- 1) Cabe destacar que una de las principales cues-
les y, claro está, también los intercambios comerciales tiones que se plantean en las polémicas sobre globali-
pueden resultar más fácilmente asumibles y percepti- zación y OMC es la consideración de éstas desde una
bles para unos grupos sociales o para unos individuos perspectiva de la justicia social, entendida a escala
que para otros. Lógicamente algunos se ven favoreci- mundial. Para algunos tratadistas quizá las injusticias
dos y otros no. Lo mismo puede aplicarse a los Estados. podrían no ser consustanciales a la globalización pero
Esta descripción permitiría encontrar una explicación re- han destacado que, en la práctica, se ha registrado
lativamente lógica a las posiciones de antiglobalización como una de las principales consecuencias de la defi-
(y como corolario a las posiciones anti-OMC) cuando tal nición neoliberal de globalización el aumento de las
globalización es entendida desde una sola dirección de desigualdades entre los países y también dentro de
efectos negativos. De hecho, en nuestra opinión, la los mismos. La liberalización del comercio mundial
ecuación simplificada mundialización igual a capitalismo atribuida a la OMC habría contribuido no sólo al seña-
neoliberal y las críticas legítimas a éste han provocado lado incremento de la desigualdad sino sobre todo a
un amplísimo número de reacciones contrarias en todos un aumento de la pobreza a escala mundial. Ello se
los órdenes. manifestaría de forma especial en los indicadores
Encontramos buen número de autores significativos asociados a la Declaración del Milenio de Naciones
que han realizado descripciones afortunadas de los be- Unidas.
neficios y costes de la globalización y sus repercusiones En un sentido favorable a la globalización y a su rela-
sobre la OMC. En este orden, constituye una prueba mí- ción con la liberalización comercial, el equipo de Suther-
nima la bibliografía final que acompaña a este trabajo. land ha indicado al respecto que, frente a la baja en sa-
Por otro lado, ha de destacarse que en muchas obras se larios provocada por algunas experiencias de integra-
han efectuado intentos de clasificación en los que se es- ción comercial como el Tratado de Libre Comercio de
tablecen grados de influencia y de prioridad. En todo América del Norte, caben otras interpretaciones. Tales
caso, no querríamos dejar de señalar los trabajos de defensores del comercio más libre y sometido a reglas
Bhagwati y de Khor como ejemplos de posiciones anta- pactadas señalan que «la presión sobre los salarios rea-
gónicas (el primero favorable, el último contrario a la les no provino de la liberalización comercial sino de la
globalización) y los de Held y sus colegas y de Aart estabilización que hubo de llevarse a cabo como conse-
Scholte como estudiosos a fondo de temas relativos a la cuencia de la crisis del peso». Utilizando conocidas teo-
globalización entre autores que no escriben en castella- rías económicas indican que el aumento del comercio
no. Entre los que lo hacen en esta lengua y también internacional habría de relacionarse con incrementos
desde posiciones muy diversas no podemos dejar de ci- del crecimiento a nivel macroeconómico y que, a su vez
tar los nombres de Arriola y de Guerrero, de Martínez dicho crecimiento acabaría por reducir la pobreza.
González-Tablas y de De la Dehesa. Para nuestro análi- Partidarios y detractores de la OMC y del estudio del
sis hemos añadido a ellos los trabajos de instituciones impacto de sus regulaciones sobre el aumento o dismi-
internacionales y especialmente el ya citado «informe nución de la pobreza analizan en sus estudios expe-
Sutherland» sobre el futuro de la OMC, así como un riencias bien distintas, entre las que destacan, aparte
buen número de páginas que se pueden encontrar en la de la ya citada, los aumentos positivos registrados en
red web. No hemos tratado de presentar un muestrario las variables macroeconómicas de la Europa de la pos-
completo de todas las posiciones, sino simplemente guerra y los espectaculares casos de crecimiento más
destacar algunos aspectos que permiten situar las refle- recientes en la India y en China. En esta polémica se
xiones. utilizan indicadores relacionados con la convergencia y

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amplísimas series de datos que, pese a sus buenas De un modo llamativo y dentro de este orden, hemos
construcciones, no permiten obtener conclusiones defi- de señalar que los críticos de la globalización se refieren
nitorias. a sectores con empleos especialmente afectados por la
Así, los partidarios de la globalización reconocen la misma como es el agrario. Se recogen en diversos tra-
existencia de una serie de economías vulnerables en las bajos casos dramáticos como los suicidios de campesi-
que la relación anteriormente señalada podría no quedar nos en la India o la autoinmolación de manifestantes
establecida de manera clara. Los contrarios a la liberali- agrícolas en Corea como consecuencia de la mundiali-
zación comercial, que solicitan en casos extremos la abo- zación. Sin duda, tales hechos exigen una considera-
lición de la actual OMC y, en otros casos, su renegocia- ción especial, a la vez que resultan una invitación al
ción para tener en cuenta realidades nacionales distintas análisis de los papeles que los sectores primarios de las
a las existentes en el momento de su creación, interpre- economías juegan en la actual economía mundial. Por
tan los datos en el sentido de reconocer la existencia en ejemplo, en referencia a la agricultura de zonas templa-
sentido positivo de indicadores de crecimiento económi- das se ha puesto de manifiesto la existencia de los agro-
co pero, a la vez que su distribución entre países y entre business, expresivos de la consideración en esa activi-
grupos sociales dista de ser equitativa. dad de cadenas en las que se integran industrias y ser-
Desde una perspectiva que podría ser aplicable a la vicios de diversos tipos que proporcionarían menor
mayor parte de los temas que se incluyen en este apar- número de empleos que en etapas anteriores. Resultan
tado nos parece que un tratamiento realista de los te- muy ilustrativos los casos de Estados Unidos y de la
mas relativos al crecimiento económico y a la distribu- Unión Europea en los que la población campesina ha
ción de sus frutos dista de ser objetivo cuando se atribu- ido disminuyendo de forma muy llamativa.
ye el mismo a un solo factor como sería la liberalización En sentido amplio, en áreas de países en desarrollo
del comercio. Más bien estamos entre quienes piensan con poblaciones que viven del campo en proporciones
que el crecimiento y el desarrollo económico, así como superiores al 90 por 100 (véanse al respecto los datos
los aspectos relacionados con su distribución, son resul- del Banco Mundial) o en las que los cultivos de exporta-
tado de una complejísima red de factores acerca de los ción producidos por métodos tradicionales se ven afec-
cuales el progreso de la ciencia económica tendrá aún tados por la competencia de entidades multinacionales
mucho que decir. muchas veces subvencionadas muy generosamente
2) También podemos encontrar posiciones favora- por algunos gobiernos (es el caso de varios países afri-
bles y contrarias a la globalización en estudios sobre la canos productores de algodón que han llevado lógica-
relación entre liberalización comercial y mercados de tra- mente su situación a la OMC), se dista mucho de enten-
bajo y empleo. En las polémicas sobre el tema se utilizan der favorablemente las consecuencias de la liberaliza-
datos de distintos países relacionados con la creación de ción comercial preconizada por la OMC.
puestos de trabajo, pero también lógicamente en otras se Nos parece que estas consideraciones mínimas y
señalan las destrucciones. Así, se cuestiona la capaci- otras similares habrían de realizarse en relación con los
dad de los sistemas internacionales existentes para pro- importantes objetivos de la actual cooperación interna-
porcionar puestos de trabajo a esos miles de millones de cional expresados en la Declaración del Milenio estable-
personas que hoy forman la población activa mundial. cida en el año 2000. Los resultados que presentan ac-
Una cifra que ha de examinarse con cuidado es la de tualmente los informes correspondientes de varias pres-
3.000 millones de personas consideradas como activas, tigiosas instituciones internacionales parecen mostrar
de las que más del 50 por 100 se encontraría en condi- datos muy lejanos a la pretendida disminución de la po-
ciones de desempleo o de subempleo. breza primaria. En relación con el tema objeto de nues-

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tras reflexiones señalaremos que nos parece que ha de existencia desde 1994 de un Comité de Comercio y Me-
seguirse investigando acerca de los papeles que la libe- dio Ambiente con un mandato muy amplio corrobora la
ralización del comercio ha desempeñado y que habrá afirmación anterior por medio de una pluralidad de tra-
de desempeñar en la construcción de un nuevo orden bajos interesantes que se han efectuado en él. Claro
internacional en materia económica. está que este hecho vendría matizado por una realidad
3) Entre las cuestiones relacionadas con los im- como es la suspensión operativa de sus actividades en
pactos negativos de la globalización —y por extensión tanto se llevan a cabo las negociaciones de la Ronda
de la OMC— figuran aspectos relacionados con el me- Doha desde 2001. Pensamos que, como en otros te-
dio ambiente. Su planteamiento en términos de senci- mas, la supersimplificación —sea favorable o contraria
llos interrogantes es fácil a la vez que ilustrativo: ¿los al principio de la ordenación pactada de los intercam-
procesos de liberalización comercial asociados a la bios comerciales— no es la mejor de las actitudes para
mundialización han tenido, y en qué grado, efectos so- estudiar la pluralidad de aspectos involucrados en la
bre los equilibrios ecológicos? Se pueden encontrar cuestión.
sobre ambas cuestiones posiciones que, en unos ca- 4) En los apartados anteriores hemos enunciado te-
sos, resaltan los efectos contaminantes de la expan- mas especialmente delicados y complejos sobre todo
sión de los intercambios de mercancías sobre elemen- desde la perspectiva de los países calificados como paí-
tos naturales (erosión de la tierra, sobre las aguas in- ses en desarrollo. Respecto a la consideración de tales
ternas y los océanos, sobre el aire, sobre el países, partimos de hechos simultáneos y contradicto-
agotamiento de recursos y sobre ese concepto tan de rios: los intentos de integración de estos países en el
moda como es el cambio climático). sistema comercial internacional multilateral de comercio
En sentido contrario, hay otras posturas que señalan abierto que se centra en la OMC frente a las críticas a la
que, con la mundialización la humanidad ha adquirido configuración actual del sistema.
una idea más clara y general de la importancia que los En este orden, se ha señalado como un elemento pri-
temas medioambientales tienen para la misma y para su mordial sobre el que se precisa reflexionar, la asimetría
futuro. La globalización habría estimulado el desarrollo en las reglas de la OMC. Para los contrarios, éstas se-
de medios y procedimientos técnicos para hacer frente rían herederas directas de los principios establecidos en
a las alteraciones medioambientales, a la vez que ha- el GATT por un conjunto de países vencedores de la Se-
bría despertado una mayor responsabilidad general gunda Guerra Mundial. Tales países no tenían especial
acerca de las cuestiones planteadas en este orden. sensibilidad por la situación de los países en desarrollo.
Esto se pondría de relieve por medio de la convocatoria Muchos de éstos adquirieron su independencia política
y el desarrollo de conferencias de alto nivel que desde con posterioridad a la creación del Acuerdo General y,
los años 1970 se han celebrado, así como por el naci- lógicamente, no pudieron influir en la redacción de las
miento de industrias y actividades «limpias» que se ex- indicadas normas. El hecho de tener que conformarse
panden internacionalmente. También productos y servi- con las mismas pondría de manifiesto que no todos los
cios relacionados con un mejor medio ambiente son ob- países han tenido ni tienen pesos iguales en los proce-
jeto de intercambios internacionales cuyas cifras dimientos de la OMC, no sólo en la elaboración sino
muestran notables incrementos. también en la aplicación de las normas.
Desde un punto de vista más directamente relaciona- Así, en campos muy diversos pero especialmente en
do con la OMC hemos de resaltar que las preocupacio- los relacionados con las importaciones de tecnología,
nes relativas al medio ambiente se han manifestado en con las reglas aplicables al comercio de derechos de
esta organización prácticamente desde su creación. La propiedad intelectual o con la liberalización de los servi-

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cios (pero no sólo en tales campos sino también en as- más, las normas multilaterales se habrían dirigido hacia
pectos de producciones tradicionales como las de los la protección de los derechos de algunos tipos de em-
países africanos productores de algodón), se habría im- presas, especialmente de las multinacionales. Por otro
puesto a los países en desarrollo una liberalización de lado, se habrían erosionado o limitado las capacidades
los intercambios de mercancías sin que éstos obtuvie- de los países en desarrollo para regular sus actividades.
sen a cambio liberalizaciones en los movimientos de Respondiendo en parte a las críticas anteriores, los
mano de obra, considerada ésta como uno de los princi- defensores de la OMC han señalado que ésta ha trata-
pales factores de producción en que tales países po- do, con éxito razonable, de crear un conjunto de normas
drían presentar ventajas (todo ello en contra de las posi- comerciales que han mostrado preocupación por defen-
ciones beneficiosas de una liberalización comercial aso- der los intereses de los países pobres. En esa línea, el
ciada a las teorías de los economistas clásicos). informe Sutherland indica que «los gigantes del siste-
Además, los intercambios especialmente en el dominio ma, que pueden elegir la forma en que conducen sus re-
agrícola se ven afectados de forma negativa por las laciones comerciales, mientras opten por ejercer el po-
subvenciones que las principales potencias otorgan a der de mercado en un contexto multilateral con arreglo a
las exportaciones de tales productos en perjuicio de los normas acordadas por todos» harán que los «pobres y
citados países en desarrollo. los débiles no hayan de temer una vuelta a la ley de la
En otro orden, las dificultades y costes de aplicación selva». En el citado informe se resumiría que todos los
de las normas de la OMC a los países en desarrollo países, sean desarrollados o en desarrollo, estarían in-
afectan prácticamente a todos los campos que ésta teresados en el éxito de la OMC como institución, pero
abarca, aunque suelen considerarse como más proble- destacan que «ningún grupo lo estaría más» que los in-
máticos los relativos a derechos de propiedad intelec- dicados pobres y débiles.
tual, a las medidas sanitarias y fitosanitarias, a las nor- Por otra parte, en otra aportación aclaratoria del infor-
mas técnicas y a la valoración aduanera. Desde la ópti- me citado se señala que la OMC no puede garantizar el
ca de los países en desarrollo se piensa que sería éxito comercial. Su tarea sería la elaboración de normas
necesario no sólo una revisión de las normas existentes que permitan a las empresas operar en los mercados
sino el establecimiento de capacitaciones de técnicos y extranjeros y aprovechar las oportunidades que en és-
de estructuras administrativas que permitiesen poner en tos puedan ofrecerse. Según los partidarios de la OMC,
práctica los compromisos obligados y adquiridos en la la situación de los países en desarrollo no se debería
institución comercial. No cabe duda de que la aplicación únicamente a factores comerciales. Sería preciso tener
no matizada de las reglas obliga a tales países a asumir en cuenta otros aspectos diversos como la carga de la
unos costes que consideran excesivos. deuda, las deficiencias en los sistemas educativos o sa-
Otros autores apuntan una idea muy extendida, se- nitarios, la inadecuación de las infraestructuras y de los
gún la cual son los países desarrollados los que se han servicios, la administración ineficiente o con graves pro-
visto beneficiados en mayor medida por los procesos de blemas de corrupción, etcétera.
liberalización comercial de los intercambios de produc- De nuevo cabe señalar aquí que la tendencia de algu-
tos y también, desde la creación de la OMC, de buena nos críticos de la OMC a utilizar consideraciones unila-
parte de los relativos a servicios. Ello por un conjunto de terales caería dentro de las críticas que suscitaron las
razones. Así, se habrían incluido primordialmente en el posiciones relacionadas con el pensamiento único. Nos
sistema GATT-OMC aquellas áreas en que tales países parece, sin pretender con ello quitar importancia a los
poseen una hegemonía tecnológica hacia las que se problemas del desarrollo, que la interrelación y la com-
orientarían sus economías y sus empresas. Pero, ade- plejidad de variables sociales, políticas y económicas es

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de tal magnitud que debería impedir a cualquier obser- cho las protagonistas de los intercambios comerciales,
vador imparcial caer en simplificaciones. Claro es que cuyo crecimiento desde finales de la Segunda Guerra
también esta idea, en sentido contrario, podría exten- Mundial está fuera de toda duda, como muestran las
derse a los apologistas de la OMC. estadísticas al respecto disponibles desde esa fecha. A
5) Desde esta exposición mínima, hemos de referir- tal incremento, en su opinión, habrían contribuido insti-
nos a otras cuestiones también interesantes para nues- tuciones como el GATT y ahora la OMC, por medio del
tros propósitos: las relativas a las empresas y a las inte- establecimiento de normas para una coexistencia eco-
racciones entre variables de tipo económico. Por parte nómica basada en reglas, que, a su vez, han sido obje-
de muchos críticos de la OMC se ha indicado que ésta to de acuerdos negociados. Desde su óptica, en ellos
sirve fundamentalmente para apoyar intereses específi- radicaría el aspecto más positivo del sistema.
cos de las empresas multinacionales. En tal sentido po- En los tiempos actuales otras perspectivas empresa-
nen como ejemplo las presiones que algunos grupos riales han insistido en cuestiones relacionadas con la
norteamericanos ejercieron para conseguir en la Ronda deslocalización de sus actividades, atribuyendo en este
Uruguay una mayor liberalización de ciertos sectores de orden un papel decisivo a la liberalización comercial.
servicios como los de telecomunicaciones o para lograr Pero, para otros autores, las deslocalizaciones constitu-
un acuerdo sobre protección de algunos derechos de yen un tema muy complejo en el que habrían de tenerse
propiedad intelectual (las patentes de ciertas compa- en cuenta una pluralidad de factores. Sus efectos a ni-
ñías farmacéuticas). veles macro y microeconómicos distan mucho de haber-
Los defensores del sistema de comercio abierto y so- se estudiado en todas sus dimensiones. Los partidarios
metido a reglas pactadas, que recordemos constituyen de la liberalización comercial unida a la posibilidad de
las características de la OMC, han replicado que, por una instalación de empresas en localizaciones distintas a las
parte, las empresas pertenecen a las personas, que pro- de la matriz señalan que esta situación ha constituido
porcionan empleo y que, además, pagan impuestos que una constante en la historia económica pero, además,
también acaban beneficiando a otras personas a través los partidarios indican que las entidades que deslocali-
de las inversiones públicas. Según estos defensores el zan sus actividades se encuentran en condiciones de in-
interés de las empresas no debería perjudicar el bien so- vertir en otros sectores en el país de origen, con un
cial y en definitiva el bienestar colectivo. Es más, señalan efecto positivo de creación de nuevos empleos que
que es precisamente cuando las empresas actúan contra compensaría la destrucción de los primitivos. Al respec-
un comercio abierto (no precisamente infrecuente) cuan- to, hemos de indicar que las evidencias estadísticas que
do se plantean situaciones en que se dañan intereses so- se basan en experiencias reales distan de proporcionar
ciales en el sentido más amplio. Y remachan que precisa- datos concluyentes en una u otra dirección.
mente las normas de la OMC han sido diseñadas para 6) En la consideración de conceptos macroeconó-
impedir que los gobiernos actúen frente a quienes lo ha- micos de aplicación a nuestro tema, muchos autores
cen en contra del más amplio bien común. han puesto de manifiesto la complejidad de las interre-
Al efecto los partidarios recuerdan que, en la prácti- laciones de las variables que no podría ser atribuida en
ca, algunos de los argumentos empleados para hacer exclusiva a la existencia de la OMC. Por ejemplo, se ha
efectiva una «competencia viable» deseada como ob- estudiado la importancia experimentada en el mundo
jetivo común de muchos países están relacionados con de la financiación internacional a consecuencia de la
la apertura de los mercados, buscando no impedir la globalización. Esto sin duda tiene una relación con las
presencia de entidades extranjeras en los mismos. Y al actividades de la OMC. Encontramos al respecto opi-
mismo tiempo subrayan que las empresas son de he- niones de muy diversos matices, lo que no es de extra-

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ñar por la pluralidad de posiciones manifestadas en tra- 4. Críticas a la globalización desde perspectivas
bajos y otros medios. Así, en una buena síntesis, el no estrictamente económicas
profesor Rodríguez Prada de la Universidad de Alcalá
de Henares, señala que podría haberse extendido la Incluimos bajo este apartado cuestiones diferentes
idea de que «la sucesión de crisis cambiarias y finan- que han sido empleadas generalmente por críticos del
cieras experimentadas por muchos países durante la sistema GATT-OMC para destacar las que consideran
última década ha ido generando un cierto consenso en deficiencias del mismo. Por su parte, muchos partida-
la idea de que la profundización de la globalización fi- rios del sistema, aun reconociendo los fundamentos de
nanciera ha aumentado la vulnerabilidad de las econo- tales opiniones, las consideran elementos discutibles.
mías a los ataques especulativos, a los efectos de con- Desde el punto de vista neutral que hemos pretendido,
tagios y las crisis financieras». en orden a centrar la discusión, pensamos que ésta se
No es ésta la única opinión expresiva de posibles centra en otorgar prioridades a los elementos que anali-
consecuencias negativas de la apertura financiera. zan. No afectarían tanto al funcionamiento del sistema
Otros autores han destacado en ella cuestiones como como a su filosofía. Entre las cuestiones que son objeto
su ruptura con la economía real o la distribución desi- de debate figuran aspectos relacionados con la concep-
gual de poderes frente a opiniones más favorables, ción de la soberanía de los Estados; con la situación de
como sería la puesta a disposición de países que lo ne- la OMC respecto al sistema de Naciones Unidas; con el
cesitan para iniciar su despegue económico de abun- lugar que ocuparían los derechos humanos dentro de
dantes medios financieros. En resumen, nos parece los objetivos de la OMC y, por último, críticas genéricas
que resultaría necesaria una profundización en los es- a los Estados y al sistema capitalista, especialmente en
tudios sobre globalización financiera y su relación con su vertiente neoliberal.
los aspectos comerciales. De modo similar también 1) En relación a la cuestión de la soberanía nacio-
pueden estudiarse cuestiones relacionadas con la difu- nal, algunos autores han señalado que el sometimiento
sión de tecnología, la consideración de los activos in- de una parcela importante de la misma (la comercial) al
tangibles, etcétera. sistema de normas que constituye la OMC la restringiría
La relación entre OMC y globalización, entendida en buena medida. Ahora bien, en los últimos 50 años se
aquélla, además, como causa principal de los efectos han planteado cuestiones del mismo tipo en relación
de esta última, posición que criticamos tanto desde los con otras instituciones multilaterales de carácter econó-
puntos de vista positivos como de los negativos, no sue- mico (pensemos en el FMI) así como también respecto
le tomar en consideración un conjunto de factores socia- a muchos procesos de integración. El análisis a fondo
les, políticos, militares, culturales, etcétera, que se en- de este tipo de cuestiones lleva de inmediato a conside-
cuentran en muchos de los estudios explicativos de la raciones acerca de la transformación del concepto de
mundialización. En definitiva, como en las diversas soberanía y a los nuevos papeles que los Estados de-
cuestiones presentadas en este apartado, no nos pare- sempeñan en la etapa de la mundialización.
cen adecuadas para un análisis científico las tendencias Desde el punto de vista de los estudiosos de la evolu-
a las reducciones, como tampoco nos parece acertada ción del concepto de soberanía en relación con la regu-
la opinión de que todo lo que se relaciona con la OMC o lación de los intercambios comerciales resultan de la
con la mundialización sea negro o blanco. No nos cabe mayor utilidad las aportaciones del profesor Jackson.
duda de que en los dos conceptos se encontrarían mati- Para este destacado internacionalista la soberanía
ces plurales que requerirían una atención más profunda abarca una amplia gama de ideas muy complejas, relati-
que la que muchos le prestan. vas unas veces a las funciones de los Estados en las or-

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ganizaciones internacionales y otras a divisiones inter- realidad indica que carecemos de un gobierno mun-
nas del poder y al grado de autoridad gubernamental dial con capacidad suficiente para llevar a cabo fun-
respecto a los gobernados. En todo caso, el concepto ciones reguladoras correctoras de los fallos de tales
tradicional que surgió en el Siglo XVII que se ha asocia- mercados mundiales. En esta situación —y quizá
do al Tratado de Westfalia ha ido sufriendo importantes como un paso intermedio— pueda situarse el naci-
modificaciones en el mundo contemporáneo. miento de las organizaciones internacionales de coo-
Las discusiones académicas sobre el sentido actual peración interestatal. Posiblemente, sus actuaciones
de la soberanía continúan ocupando una amplia parcela habrían de ser más eficaces y necesitadas de mejoras
de trabajos de multitud de científicos sociales, especial- pero, en nuestra opinión, de ahí a condenarlas con el
mente de politólogos internacionales y de especialistas simple argumento de su acción eliminatoria de sobe-
en relaciones internacionales. De una forma muy resu- ranías nacionales, hay un amplio camino.
mida, en tales discusiones se señala la asociación del En las actuales circunstancias de globalización en
concepto indicado de soberanía con diferentes caracte- que actúan actores de tanta importancia y volumen
rísticas (la titularidad del poder político, el uso legítimo como las empresas multinacionales de dimensiones
de la fuerza dentro del territorio nacional, el control de globales y en las que encontramos redes de producción
las fronteras, entre otros) que, en los momentos actua- y de distribución de dimensiones también mundiales, se
les, son cuestionadas en mayor o menor grado. ha cuestionado la posibilidad de actuaciones de los
Los Estados ocupan un lugar muy importante en la Estados. En el informe Sutherland se recuerda que hoy
actual configuración del mundo económico, junto con «cuando se trata de los asuntos económicos, los Esta-
las que O’Brien y Williams han definido como Civic dos no pueden controlarlos o regularlos con eficacia». Y
Associations, compuestas principalmente por ONGS de ahí la necesidad de acciones cooperativas, entre
y, claro está, por empresas multinacionales. En la opi- ellas las que llevan a cabo las organizaciones nacidas
nión de partidarios de la OMC las «estructuras guber- después de la Segunda Guerra Mundial.
namentales siguen brindando la mejor protección a No podemos olvidar que el sistema de cooperación
muchos objetivos importantes de la sociedad, inclui- internacional establecido tras dicho conflicto, que se
dos la democracia y los derechos humanos, así como plasma entre otros ejemplos notables en la experiencia
para el funcionamiento satisfactorio de los merca- de integración económica, se traduce en instituciones a
dos». Queremos subrayar esta característica puesto las que los Estados tradicionales han cedido voluntaria-
que la historia de las instituciones políticas muestra la mente una parte de su soberanía con el convencimiento
existencia de una relación entre Gobierno, entendido de que las ventajas que pueden conseguirse con ello
en el amplio sentido de dirección política, y mercado. superan las pérdidas de la soberanía entendida en un
Claro es que en la actualidad cuando hablamos de sentido adecuado para épocas pretéritas.
mercados mundiales se plantean temas conexiona- Ahora bien, las críticas en este terreno suelen refe-
dos con la gobernanza mundial, cuestión de la que se rirse a ciertas acciones de la OMC (léanse especial-
ocupan muchos académicos. mente los casos de aplicación de su sistema de solu-
A niveles estrictamente económicos debe recordar- ción de diferencias en que medidas adoptadas por un
se que las intervenciones de los Estados se han justi- Estado soberano han sido «condenadas» y obligadas
ficado por su condición de reguladores para evitar los a modificarse, así como las disposiciones que se en-
fallos del mercado. La cuestión que surge en las situa- cuentran en algunos de los acuerdos que constituyen
ciones contemporáneas tiene que ver con las dimen- el sistema, los cuales limitarían las posibilidades de
siones globales que han adquirido los mercados. La actuación de los Estados en materia de acciones co-

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merciales). Todo ello ha sido utilizado como argumen- cial» del sistema ha sido comentada, entre otros, por
to para justificar la necesidad de proteger una sobera- Paugam, que recuerda que ya en la Carta de La Habana
nía nacional cuyo alcance no se especifica, si bien pa- (1947), precedente de la OMC, se hablaba de un respe-
rece desprenderse el mantenimiento de posiciones to a las «normas equitativas de trabajo». Las cuestiones
tradicionales. En todo caso, no se suelen tener en relacionadas con el dumping social, las discusiones so-
cuenta las modificaciones del concepto que han teni- bre el «comercio justo» o el establecimiento de normas
do lugar especialmente en el Siglo XX y a las que nos laborales mínimas constituyen aspectos de una cues-
hemos referido. tión que dista de haber sido resuelta. Quizá un primer in-
Curiosamente también entre los que señalan a la tento de búsqueda de soluciones para ello sean las re-
OMC como paradigma de la erosión de la soberanía na- comendaciones de una Comisión creada en la Organi-
cional se encuentran los partidarios del «todo merca- zación Internacional del Trabajo sobre la dimensión
do», que no querrían ver de ninguna forma limitadas las social de la globalización, que se dirige a conseguir una
acciones de éstos. También encontramos concepciones mayor coherencia de las políticas de las instituciones,
más o menos románticas de los Estados, que tuvieron cuestión que tiene relación con la situación de la OMC
sus razones de ser en otras etapas de la historia, pero respecto al sistema de Naciones Unidas.
que, en nuestra opinión, no resultan adecuadas a los Nos encontramos en esta esfera muchos debates
momentos actuales. sobre valores sociales. Recordemos que buena parte
En todo caso, las situaciones de cooperación entre de los análisis económicos se han enmarcado en cua-
Estados tienen, además, su justificación en que las insti- dros éticos de los que han de destacarse que presen-
tuciones creadas por los mismos en el orden económico tan situaciones diversas entre los países. Las activida-
lo han hecho dentro de los límites pactados. Así, en tér- des de la OMC se sitúan en un marco de principios y
minos generales, tales instituciones no pueden estable- valores mínimos enunciados en el Acta de Marrakech,
cer impuestos, ni conceder subvenciones ni actuar mo- acerca de los que más de 150 naciones miembros han
dificando normas nacionales que afecten a la compe- conseguido un acuerdo. Parece lógico que la OMC,
tencia. Parece necesaria una adaptación de las que se esfuerza en cumplir un papel fundamentalmen-
instituciones a los problemas derivados de la mundiali- te técnico, se encuentre en multitud de ocasiones ante
zación. En este orden resulta oportuno recordar que en cuestiones relacionadas con la elección de priorida-
tales instituciones se crean obligaciones que inciden en des, con la adecuación de sus normas y principios al
las ordenaciones económicas de los Estados y lógica- tratamiento de los problemas sociales y de los dere-
mente en los conceptos tradicionales de soberanía. No chos humanos y sus distintas elaboraciones que llegan
puede sorprendernos, en resumen, que la OMC haya hasta el grado de una Declaración Universal. Todas es-
sido objeto de muy diversos ataques. tas cuestiones son lógicamente consideradas de forma
2) Una importante parte de las críticas que se diri- distinta por países y de forma aún más diversa por per-
gen a la OMC se relacionan con la consideración y si- sonas de diferentes matices ideológicos. Pero quizá a
tuación dentro de la misma de los derechos humanos y modo de un punto de encuentro mínimo, hemos de in-
en especial de los derechos sociales. Los detractores dicar que los estudiosos de la OMC no encuentran con-
de la institución subrayan la primacía que, dentro de sus tradicciones esenciales entre los objetivos de la misma
actividades, en su opinión, tendrían las consideraciones y los actuales convenios sobre derechos humanos. Sin
de orden económico sobre preocupaciones de ámbito embargo, no cabe ocultar que existen opiniones radi-
social como serían los derechos sociales o los temas re- calmente contrarias y que se discute la adecuación de
lacionados con el medio ambiente. Esta «dimensión so- las normas de la OMC en este orden.

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3) Otros autores han expresado también posiciones rísticas de una organización sui generis. No sería un or-
críticas respecto a la OMC en relación a su situación es- ganismo especializado de las Naciones Unidas, aunque
pecial dentro del sistema de organizaciones internacio- de facto pueda considerársele así.
nales de Naciones Unidas. Al respecto el ya citado Pau- La Carta de Naciones Unidas, que prima en principio
gam ha realizado una síntesis interesante señalando en estas materias de organización, atribuye a su Asam-
que «orgánicamente la independencia de los dos siste- blea General la competencia en materia de promoción
mas es real aunque poco justificable» puesto que, en su de la cooperación económica y requiere que las agen-
opinión, la misma sería resultado de circunstancias his- cias intergubernamentales especializadas se encua-
tóricas más que de la aplicación de la lógica jurídica. dren en el Consejo Económico y Social (ECOSOC).
Se recuerda así que la Carta de La Habana consagra- Para algunos, sólo se trataría de un reconocimiento for-
ba la creación de una Organización Internacional del mal de la igualdad entre las normas comerciales y otras
Comercio (OIC), que debía constituir la tercera institu- normas internacionales relacionadas con otras materias
ción de Bretton Woods, junto al FMI y el Banco Mundial (como las referentes a derechos humanos o las relati-
que tendría el carácter de agencia especializada de la vas a la salud, la cultura o el medio ambiente). En el in-
ONU. Pero en 1947 los países que negociaron tal Carta, forme Sutherland y en otros trabajos doctrinales se hace
decidieron que sólo entrase en vigor con carácter provi- hincapié en el equilibrio funcional, que está en relación
sional una parte de la misma, la correspondiente a ne- con la cooperación concreta de los dos sistemas. Desde
gociaciones arancelarias que recibiría el nombre de este punto de vista se han producido episodios varia-
GATT. Como es sabido, tras la no aprobación por parte dos, aunque en los últimos años la cooperación parece
de los Estados Unidos de dicha Carta y tras una serie de haberse reforzado.
nuevas redacciones continuó la vida «provisional» del Todas las cuestiones que se han tratado anterior-
GATT hasta su integración en la OMC. Ha de recordar- mente han sido y siguen siendo objeto de análisis y
se, por ejemplo, que la situación de la Secretaría del estudios académicos de evidente importancia espe-
GATT era la de un Comité interino de la OIC establecido cialmente cara al futuro. Dentro de nuestro enfoque
por resolución del Consejo Económico y Social de presentación de críticas positivas y negativas a la
(ECOSOC) de Naciones Unidas y relacionada con la OMC, nos ha parecido necesario presentar la síntesis
ONU por acuerdos logísticos. anterior de opiniones respecto a temas no exclusiva-
La creación de la OMC ha planteado de nuevo el mente económicos para dar paso, en el apartado si-
tema. En efecto, por una parte miembros muy importan- guiente, a otras consideraciones que se han formula-
tes de la misma simplemente han rehusado su participa- do desde el interior de la organización. La conclusión
ción en el sistema de Naciones Unidas. Por otra, el Acta general que se obtiene de los aspectos incluidos en
de Marrakech que crea la OMC consagra su indepen- este apartado es que la OMC, para bien o para mal,
dencia, facultando al Consejo General para concertar no resulta indiferente.
acuerdos de cooperación con otras organizaciones in-
tergubernamentales que tengan responsabilidades afi- 5. Críticas a la OMC desde perspectivas internas
nes a las de la OMC. En dicha Acta se hace igualmente
referencia al intento de conseguir una mayor coherencia En este apartado recogeremos algunas críticas positi-
en la formulación de las políticas económicas a escala vas y negativas respecto a la OMC puestas de manifies-
mundial y, en consecuencia, a mejorar la cooperación to desde la propia institución. Buscamos con ello expo-
de la OMC con FMI y Banco Mundial. La situación actual ner un conjunto de cuestiones que los miembros llevan
de la OMC se definiría en que ésta tendría las caracte- tiempo intentando corregir. Un posible enfoque hubiera

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sido realizar un análisis minucioso de los problemas que 2) Otra de las críticas más extendidas acerca de la
la puesta en práctica de los acuerdos que constituyen el OMC es la relacionada con una ausencia de democra-
sistema han ido presentando. Especialmente dentro de cia en su funcionamiento. No entraremos en la amplísi-
los artículos de la veintena de acuerdos se han mostra- ma discusión acerca de este concepto, sino que utiliza-
do una amplia serie de deficiencias, de nuevas situacio- remos algunas de las concepciones asociadas al térmi-
nes o simplemente de deseos de clarificar redacciones. no. La democracia se ha entendido así como un
En la actual Ronda Doha hay que destacar la existencia proceso de toma de decisiones basado en el pluralismo,
de un área específica dedicada al estudio de las nor- la participación y la transparencia. El concepto y su
mas. Sus trabajos, así como los de otros ámbitos (agri- práctica se encuentran en un proceso permanente de
cultura, servicios, propiedad intelectual, solución de di- creación. Dentro de esta concepción, tanto en el ámbito
ferencias, etcétera) constituyen caminos apropiados doctrinal como en el práctico, se encuentran posiciones
para señalar las deficiencias que se han encontrado en contrapuestas respecto al sistema de regulación del co-
su aplicación a la realidad. mercio.
1) En este orden, se ha destacado la complejidad Este sistema se basa en la búsqueda de consensos
de los textos y de la documentación en que se reflejan sobre todos los temas que se lograrían a través de un
las actuaciones de la institución. En ellos se reflejan los sistema de círculos concéntricos que han sido descritos
trabajos y programas de la OMC. Ahora bien, desde de la siguiente forma: «un reducido círculo de miem-
nuestra perspectiva su complejidad no difiere sustan- bros, que varían en número en función del interés que
cialmente de la de trabajos similares que se encuen- suscitan las cuestiones de que se trate, actúa como gru-
tran en los quehaceres de otras organizaciones econó- po de discusión, debate y negociación. Este grupo infor-
micas internacionales. En sentido positivo han de des- ma acerca de los resultados de sus trabajos a un círculo
tacarse los intentos de simplificación llevados a cabo más amplio de otros miembros, el cual a su vez repite el
de forma especial en los últimos 20 años. En efecto, si- proceso y presenta los resultados de sus trabajos a otro
gue siendo impresionante la existencia de más de círculo más amplio de miembros hasta que se alcanza a
150.000 documentos que se refieren a multitud de te- la totalidad. Al final del proceso se solicita a todos los
mas que abarcan desde los realizados en la prepara- miembros que adopten una decisión por consenso acer-
ción de las conferencias previas a la creación de la ca de las recomendaciones que proceden de los círcu-
Organización Internacional del Comercio en los años fi- los más restringidos».
nales de la década de 1940 hasta los producidos con Este sistema ha sido puesto en tela de juicio especial-
ocasión de la Ronda del Desarrollo de Doha de 2001. mente por representantes de países en desarrollo con
Esta documentación es desigual pero constituye un in- ocasión de la celebración de la Conferencia de Seattle y
dicador de la pluralidad y de la ampliación de las activi- ha dado origen a una discusión entre especialistas que
dades emprendidas desde los lejanos años 1940. Por se centra en torno a la siguiente cuestión: ¿cómo hacer
otro lado, la OMC ha avanzado en la puesta a disposi- compatibles la eficacia en las decisiones de una organi-
ción de los interesados de toda esta documentación fa- zación que contaba a fines de 2007 con más de 150
cilitándola con el empleo de instrumentos electrónicos miembros con el tradicional sistema de búsqueda de
para el tratamiento de textos, de documentos y de da- consenso que significa que cualquier miembro, por in-
tos, así como repertorios e índices analíticos. Ahora significante que sea su participación en los intercambios
bien, no puede negarse que, para entrar en esta llama- mundiales, podría disponer de un veto respecto a cual-
da «selva documental», se requiere una mínima prepa- quier decisión de la Organización? Con todo, como indi-
ración para entender los lenguajes empleados. ca el informe Sutherland éste sería el medio para que

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VISIONES CRÍTICAS DE LA OMC

los países ricos y poderosos no puedan imponerse a los nómicos eran facilitadas únicamente a través de los
más pobres y débiles. conductos oficiales de cada país miembro (o Parte Con-
Es de interés entrar en una exposición detallada de los tratante en el lenguaje utilizado en el Acuerdo General).
intentos de solución que se han planteado. Indiquemos Lógicamente, según fuese el grado de acercamiento en-
algunos. Encontramos en este orden propuestas como la tre administraciones públicas y diversos sectores de la
creación de sistemas similares a los empleados por otras sociedad fluctuaba correspondientemente el grado de
instituciones como el FMI y el Banco Mundial en que las conocimiento.
decisiones se toman en Comités Ejecutivos, integrados De hecho una de las críticas históricas más significati-
por un número limitado de miembros que se reúnen va- vas que ha recibido el GATT fue con ocasión del dicta-
rias veces por semana y del que forman parte con carác- men de un panel de solución de la diferencia entre Esta-
ter fijo una serie de países y otros van rotando, si bien dos Unidos y México, conocida en el ámbito académico
asegurando una representación de los no presentes. como el caso «atún-delfín». Los grupos ecologistas nor-
Otro sistema sería el definido como «de geometría varia- teamericanos, muy poderosos en dicho país, utilizaron
ble», en el que los miembros asumirían mayor o menor toda clase de medios para protestar contra la solución
alcance en las obligaciones, lo que plantea especiales adoptada en este caso en la que consideraban prima-
consecuencias en los procesos de negociación. En todo ban en exceso los aspectos comerciales frente a los re-
caso, no puede decirse que el tema de las decisiones lativos a la defensa del medio ambiente. A la vez, en
esté ausente en los trabajos para reforma de la OMC. esta ocasión y en otras se han quejado diversos secto-
Esta preocupación se ha extendido a posibles mejo- res de la sociedad del secretismo de las deliberaciones,
ras en el sistema de solución de diferencias, que consti- dado que grupos sociales significativos como las em-
tuye una piedra fundamental del edificio OMC. Igual- presas no podían tomar parte en las discusiones que les
mente, sin entrar en su descripción, puede indicarse afectaban.
que en la actual ronda de negociaciones iniciada en En 2001 el entonces Director General de la OMC se-
2001 (Ronda Doha) se llevan a cabo discusiones para ñalaba que el proceso de toma de decisiones efectivo y
mejorar algunos aspectos logísticos y de procedimiento. basado en el consenso debía conseguirse aumentando
Así, se pretende un acortamiento en los plazos requeri- en él la transparencia así como el grado de participación
dos para el establecimiento de los grupos especiales, de diversos sectores del público. En este sentido, el in-
una mejora en los recursos financieros y humanos desti- forme Sutherland dedica un capítulo a la necesidad de
nados al servicio del sistema, etcétera. Se discute tam- conseguir un mayor diálogo con la sociedad civil, resal-
bién la posibilidad de establecer compensaciones mo- tando que desde 1996 en los últimos años la OMC ha-
netarias para los países más pobres. En definitiva, no bía hecho progresos significativos. Ahora bien, para mu-
puede decirse que éste sea un tema sobre el que no se chos la cuestión no se limita a la mejora de aspectos
encuentran en la actualidad intentos de avance. como el indicado de acercamiento a los interesados de
3) Seguramente una de las críticas más extendidas los documentos generados, sino a las discusiones acer-
sobre la OMC y su funcionamiento es la relacionada con ca de conseguir la más efectiva cooperación de la insti-
la falta de transparencia, tanto en el orden interno como tución con organizaciones no gubernamentales y tam-
en su comunicación con el exterior. En el primer GATT bién con la participación de empresas, especialmente
ésta se derivaba de una aplicación rigurosa de su carác- las multinacionales. En la literatura actual pueden en-
ter de acuerdo intergubernamental en el que la mayoría contrarse opiniones contradictorias al respecto. En par-
de la documentación generada era de circulación res- te se insiste, frente a la petición de mayor apertura, en
tringida. De hecho, las informaciones a los agentes eco- que ciertas cuestiones que suponen partes muy impor-

60 AÑOS DEL SISTEMA GATT-OMC


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tantes de los quehaceres de la OMC (las negociaciones vía efectiva para la defensa de los miembros más débi-
comerciales multilaterales o las soluciones de contro- les de la comunidad internacional recordando la evolu-
versias) requieren dosis de confidencialidad. ción satisfactoria desde la creación del GATT en 1947.
Entre los aspectos relacionados con el logro de una De modo especial se ha insistido en que un sistema de
mayor transparencia se señala la accesibilidad del pú- comercio internacional abierto constituye un elemento
blico a la totalidad de los documentos generados en la fundamental para el crecimiento económico mientras
vida del sistema. Ahora bien, en un terreno más acadé- que el proteccionismo actuaría como freno de las capa-
mico, se habla de las implicaciones de la mundialización cidades de las economías para aprovechar nuevas tec-
de los intercambios sobre la reglamentación multilateral nologías. Esta adaptación permanente a las circunstan-
de las relaciones económicas internacionales. Merece cias cambiantes constituiría una buena respuesta para
la pena destacar que, como hemos subrayado en el se- la justificación del sistema. Así, el informe Sutherland in-
gundo apartado, las nuevas concepciones acerca del dica como ejemplo de posiciones partidarias de la OMC
papel del Estado buscan ampliar el papel de muchas que «desde la creación del GATT en 1947 se han produ-
ONG. Y, por otra parte, para muchos se trata de ajustar cido grandes cambios en las condiciones políticas y
el «tiempo» de los sistemas interestatales a las conside- económicas del mundo. La caída del muro de Berlín,
raciones en el orden de eficacia y rapidez de las decisio- junto con importantes innovaciones tecnológicas ha ge-
nes de entes privados, especialmente las empresas. De nerado posibilidades sin precedentes para un mundo
hecho, para muchos autores, la erosión del sistema verdaderamente interdependiente».
multilateral del comercio con la creación de multitud de Si se considera suficiente el incremento de benefi-
bloques regionales se ha debido a la complejidad y lenti- cios para la economía mundial con base en la legitimi-
tud con que en tal sistema se llevan a cabo los ejercicios dad habría de entrarse en la cuestión de la mejor distri-
negociadores. bución de los beneficios en un mundo en que la liberali-
4) También se discute acerca de los conceptos rela- zación comercial da lugar a ajustes a las realidades
cionados con la legitimidad del sistema. A estas alturas económicas. La mejora del funcionamiento de la OMC
de nuestra exposición no debe extrañar que al respecto de forma que ésta pueda hacer frente a nuevas realida-
también se encuentren posiciones antagónicas. Así, en des mediante fórmulas como la mayor cooperación con
un extremo se situarían las posiciones de algunas insti- otras instituciones multilaterales que se preocupan de
tuciones que dan la impresión en sus afirmaciones de aspectos de la economía, la mayor presencia de instru-
que el sistema OMC se encontraría a punto de quebrar, mentos parlamentarios o una definición más profunda
precisamente por carecer de legitimidad. En el otro ex- de las tareas de los órganos directivos suponen aspira-
tremo, también se encuentran posiciones que buscarían ciones lógicas que podrían abordarse desde el recono-
con la creación de una nueva OMC lograr esa legitimi- cimiento de la existencia de aspectos mejorables en la
dad de hecho. institución.
Sin entrar, como en otros temas, en el complejo mun-
do de las discusiones académicas acerca de lo que sea 5. A modo de reflexión final
legitimidad y señalando simplemente que este concepto
está asociado a los sistemas democráticos, debemos Al finalizar los cuatro apartados anteriores hemos de
recordar que se han utilizado conceptos como la efica- proceder a realizar una especie de balance de los as-
cia de la cooperación entre Estados y la generación de pectos expuestos. De esa forma, partiendo de las difi-
beneficios de dicha cooperación. Como hemos señala- cultades de expresar en términos cuantitativos la impor-
do, para los defensores del sistema éste constituye una tancia y el impacto de la OMC en la economía mundial,

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VISIONES CRÍTICAS DE LA OMC

hemos de estimarlos desde otros ángulos significativos. fuese neutral y académica, una evaluación cualitativa
Así, se plantea, en primer lugar, la cuestión de si las re- de la OMC resultaría positiva.
glas y normas del sistema han facilitado los intercam-
bios entre países, desde los productos tradicionales a Referencias bibliográficas
los servicios más sofisticados influyendo así en el creci-
miento económico. Como en muchas otras ocasiones [1] AART SCHOLTE, J. (2005): Globalization: A Critical
Introduction, 2.ª ed., Palgrave-McMillan, Nueva York.
de la literatura económica la cuestión se plantea en tér-
[2] ARRIOLA, J. y GUERRERO, D. (eds.) (2000): La nueva
minos de «huevo-gallina»: ¿gracias a la creación del
economía política de la globalización, Universidad del País
GATT-OMC han aumentado los intercambios comercia- Vasco.
les o bien el incremento de éstos ha conducido a la ne- [3] ÁVILA ÁLVAREZ, A. y DÍAZ MIER, M. A. (2005): «Una
cesidad de crear reglas que los regulen? No tenemos nota sobre la democracia en la OMC», Boletín de Información
Comercial Española, número 2.845.
respuesta para ello.
[4] BAGWELL, K. y STAIGER, R. (2002): The Economics of
Está claro que todo sistema normativo puede ser criti-
the World Trading System, MIT Press.
cado desde una pluralidad de órdenes: se le puede con- [5] BHAGWATI, J. (2005): En defensa de la globalización,
siderar excesivo o insuficiente; claro u oscuro; favorece- Debate, Barcelona.
dor de unos y contrario a otros; etcétera. Las posibilida- [6] BHAUMIK, T. K. (2006): The WTO: Adiscordant Orches-
des de valoración desde posiciones personales, tra, SAGE Publications, Londres.
[7] BLACKHURST, R. (2001): «Reforming WTO Decision
políticas o sociales son numerosas pero, en nuestra opi-
Making: Lessons from Singapore and Seattle», en DEUTSCH
nión, deberían estar siempre justificadas en hechos y y SPEYER (eds.), The World Trade Organization Millennium
datos. En el análisis de posturas críticas respecto a la Round, Routledge, Abingdon, Reino Unido.
OMC hemos notado en muchos casos que se da la ele- [8] CROOME, J. (1999): Guide to the Uruguay Round Agree-
vación a categorías absolutas a las que no dejan de ser ments, Klumer Law International-OMC, La Haya, Holanda.
[9] CURZON PRICE, V. (2004): Place of Non-Discrimina-
sino anécdotas particulares. De la misma forma, no re-
tion in a Rapidly Integrating World Economy, Cordell Hull Insti-
conocer la existencia de fallos y aspectos mejorables en tute Trade Policy Analysis.
la OMC estaría también en contra de toda lógica científi- [10] DEHESA, G. DE LA (2003): Globalización, desigual-
ca. Por otro lado —y ésta es una situación que presenta dad y pobreza, Alianza Editorial.
aspectos positivos y negativos—, encontramos en ge- [11] DÍAZ MIER, M. A. (2005): Globalización y OMC, Noti-
cias de la UE, número 243.
neral en las críticas de todos los extremos un descono-
[12] DÍAZ MIER, M. A. y GARCÍA MIRANDA, C. (2007):
cimiento operativo de lo que es la OMC. Globalización, Antiglobalización y la otra Globalización, po-
Resulta muy extendida la idea de que en el caso de nencia presentada a la IX Reunión de la Sociedad de Econo-
que la OMC no existiera habría de crearse una OMC en mía Mundial.
la que ésta existiera. En un mundo interdependiente y [13] DICKEN, P. (2007): Global Shift: Transforming the
World Economy, 5.ª ed., Sage.
cada vez más complejo, la existencia de una organiza-
[14] DREZNER, D. (2007): All Politics is Global, Princeton
ción fuerte encargada de la regulación de las políticas University Press, Princeton, Nueva Jersey.
comerciales mediante el diálogo y la cooperación desti- [15] FRIEDEN, J. y LAKE, D. (2004): International Political
nada a evitar antiguas guerras comerciales parece im- Economy, 4.ª ed., Routledge.
prescindible. Se podrán discutir la extensión de sus [16] GEORGE, S. (2002): Pongamos la OMC en su sitio,
Icaria, Barcelona.
prácticas y principios a otros órdenes de la vida econó-
[17] GILLS, B. y THOMPSON, W. (2006): Globalization and
mica internacional en sentido estricto y a otros aspectos Global History, Routledge, Abington, Reino Unido.
de la vida económica de las naciones. En todo caso, [18] GRISWOLD, D. (2000): WTO Critics Trade Away Truth
desde la posición de este trabajo que hemos pretendido for a Sound Bite, Catos Center for Trade Policy Studies.

60 AÑOS DEL SISTEMA GATT-OMC


Julio-Agosto 2008. N.º 843 ICE 43
MIGUEL ÁNGEL DÍAZ MIER

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