- Qué se necesita para que un acuerdo arbitral sea válido?
Debe de haber consentimiento entre las partes, la Ley 11 de 1975, la cláusula compromisoria puede constar en un Contrato, un documento privado, en una escritura pública, cartas, telegramas y telex. Sólo se requiere que conste por escrito para su propia validez.
- Interacción de las partes y los terceros en el acuerdo arbitral.
El consentimiento de las partes es un requisito previo de las partes. Esto se da mediante el acuerdo arbitral, que mayormente se hace por escrito y esta firmado por las partes. Por lo general, las partes en conflicto acuden al arbitraje, ya que se encuentra establecido en el contrato, en una cláusula arbitral, donde se establece que las partes en caso de conflicto se comprometen a someterse a un tribunal arbitral. A veces se presentan problemas con la interpretación de dichas cláusulas, especialmente en lo que respecta a la jurisdicción y al lugar del arbitraje entre otros.
- El alcance del acuerdo arbitral.
Mediante el acuerdo arbitral se confiere al tribunal arbitral un mandato para decidir la expresión controversias o reclamos. El "el laudo arbitral consentido o ejecutoriado tiene valor equivalente a la de una sentencia y es eficaz y de obligatorio cumplimiento desde su notificación a las partes. Si lo ordenado en el laudo no se cumple por la parte o partes a quienes corresponda hacerlo, el interesado podrá solicitar su ejecución forzada ante el juez, especializado en lo civil del lugar de la sede del arbitraje que corresponda".
- Cláusulas arbitrales viciadas.
Incoherencia, ambigüedad e ineficiencia son los principales defectos que vician las cláusulas compromisorias. Las partes acuerdan que cualquier controversia que surja desde la celebración del contrato será resuelta mediante arbitraje de Derecho, conforme a las disposiciones de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado y su Reglamento.
- Qué sucede cuando hay pluralidad de partes en un arbitraje?
Cuando una controversia involucra a varias partes, por lo general se considera conveniente disponer de las cuestiones existentes mediante un mismo proceso en lugar de someterlas a una serie de procesos distintos. Ocurre cuando la demandante o la demandada o ambas están integradas por más de una persona o porque interviene un tercero que tiene interés en los resultados del proceso por ser titular de su propio derecho.