El químico Svante Arrhenius, investigó los efectos
de la adición de ciertos solutos al agua que lograban formar una solución conductora de la electricidad.
Se basó en la teoría de Michael Faraday que había
nombrado a estas sustancias electrolitos, indicando con ello que era capaces de conducir la electricidad al fundirse o al ser disueltas en agua; postulando:
Los ácidos producen iones hidrogeno (H+)
en solución acuosa. Las bases en las mismas condiciones producen iones de oxhidrilo o hidróxido (OH-).