El 12 de octubre, popularmente, se conoce como “El día de
la Raza”, desde 1915, cuando la Unión Ibero-Americana
pensó en una celebración que uniese a España e Iberoamérica. Con el pasar de los años y con el creciente impulso de los pueblos originarios por revivir sus culturas, el 12 de octubre ha ido tomado, en algunos lugares de Latinoaérica, una connotación distinta, especialmente desde 1992, al conmemorarse 5 siglos desde la conquista, emergiendo el concepto del “Día de la Resistencia Indígena”. Si se analiza este escenario, el significado que da una u otra cultura a este día, es completamente contradictorio, desde España se habla de un legado cultural, mientras que en los pueblos de Latino América se habla de usurpación, robo, exterminio y opresión. Son las deudas históricas que permanecen impagas y ajenas a las voluntades políticas de los distintos países, las que van profundizando más y más en los pueblos originarios de América, la necesidad de revivir su identidad, recuperar sus tierras y su libertad, como aquel derecho que por siglos les ha sido negado, al alero de la necesidad de homogenización que trajeron desde el viejo continente los colonos de nuestra América Latina.