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Biblioteca Theroamericana Enrique Anderson Imbert La critica litera y sus métodos Alianza Editorial Mexicana PREFACIO Admitamos, ante todo, que el tema es ingrato, Se trata de hacer la critica a la critica, Es decir, {fue tenemos que alejarnos de la literatura, que es lo que de veras vale, y acomodar nuestro oje a un huevo objeto. Nuestro objeto no es ya la litera tura: es la critica. La diferencia esta en que la literatura es la expresion de un modo de intuit las cosas; y Ia critica, en cambio, es el examen imtelectual precisamente de aquella expresién, Laliteratura, expresi6n; la critica, examen. Sin duda estos dos movimientos del alma —expresar, examinar— se dan en una misma persona. En todo poeta hay un critico agazapado, ue le esta ayudando a cuidar la estructara des Poema; y, a su vez, en todo critic hay un poeta que desde dentro, le esté ensetiando a simpatizar Con lo que lee. Por eso, en la historia de la boesi fs frecuente el caso de poetas que nos han dejado hicidas autocriticas; y, en la historia de la critica, también es frecuente el caso de criticos que mas 9 10 Enrique Anderson Imbert que analizar objetivamente una obra ajena se Ponen a revelar su propio lirismo. Por supuesto, estas mezclas no dan por resultado la critica lite. raria, Darén autocriticas, darén pero a eso, para ser critica de veras, Ie falta obje- lividad. Otras veces las dos funciones, la creadora y la critica, operan separadamente en la misma persona. Es el caso de ciertos escritores que cult van con igual fortuna la expresién de su propia obra por un lado y el examen de la obra ajena por otto. Quienes buscan «criticos puross, criti €os que no sean més que criticos, suelen exaspe- Tarse ante esos bicéfalos poetas-criticos (o ‘riticos-poetas). Hay, sin embargo, criticos de tuna sola cabeva. No son necesariamente mejores. {ia profesién de eritico no es garantia de agu- deza. En la convocatoria a los criticos que aqui se haga no habré prejuicios gremiales, Nadie’ saca patente de critico. Que comparezca la critica tal vomo se da y desde donde se dé. No pediremos credenciales. Eso si, dejaremos de lado la critica farragosa, ésa que pensada por mentes desorde- nadas —sean profesionales © no— s6lo ofrecen observaciones superfluas y a medio hacer. Es la mas copiosa, pero no vale la pena ocuparse de ella. Nos ocuparemos, pues, de la critica sister tica ¢Qué entendemos por critica sistemitica? No nos referimos, desde lnego,a la forma externa de que se reviste esa critica, sino al rigor intelectual con que esté razonada. Un breve y ocasional coz mentario a un libro puede estar concebido siste maticamente y, al revés, todo un tratado de api- riencias académicas puede carecer de sistema Llamamos critica sistemtica a la ejercida por eri. ticos que se desvelan por comprender todo lo que entra en el proceso de la creacién de una obra literaria, Durante siglos la meditacién sobre la litera- tura ha sido seria. No habian nacido las ciencias que hoy todo el mundo respeta y ya la critica se Proponia ser cientfica. Es injusto, pues, que mucha gente crea que cualquier profano mas 0 menos familiarizado con la literatura esta en Gondiciones de hacer critica. La critica requiere iniciacion, Ante una literatura que acentia lo ideol6gico, el eritico puede discutir ideas genera, les; ante una literatura hermética, el eritico se hace especialista del andlisis; ante wna literatura remota, el critico debe recurrir a la historia y la filologia; pero en todos los casos la eritica re- quiere un serio esfuerzo de amaestramiento. ‘Toda persona culta tiene una nocion mas 0 ‘menos clara de qué es la critica. Partiendo de esa idea general vamos a explorar el territorio de la ica literaria contemporénea y a trazar su mapa, Como en toda cartografia, sefialaremos on lineas gruesas las relaciones mayores, pres Cindiendo de los detalles. Por supuesto, nuestras clasificaciones seran meramente didacticas, Lo gue importa, ya se sabe, es la unidiad del espirita, #] marcar regiones es sélo una ayuda para la jeada total. Sinos atrevemos a recargar ef reticuy lado de clases y subclases es, precisamente, por.

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