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LA EDUCACION PATRIMONIAL: DE LA RENTABILIDAD SOCIAL A LA RENTABILIDAD IDENTITARIA DIFUNDIR LA EDUCACION PATRIMONIAL IMPLICA DIFUNDIR EL PATRIMONIO Debemos ser conscientes del gran “poder” que tiene la educacién patrimonial sobre el propio patrimonio, pues realmente la educacién patrimonial permite asentar las bases de una apropiacién simbélica hacia el mismo por parte de los ciudadanos, lo que supone un garante para la continuidad del patrimonio. Si se ‘ija metas mayores, la educacién patrimonial puede llegar a abordar la cuestiOn de la identidad patrimonial, sensibilizar a los eiudadanos, implicarles en su euidado y transmisién e inchuso conseguir que se rescaten del “olvido de Ia historia” bicnes patrimoniales que habian permanecido latentes a la espera de que alguien decidiera ponerlos en valor (PRATS, 2001). De hecho los valores del patrimonio siempre son atribuidos, dependen de que el ser humano decida otorgirselos; esto nos da idea de lo importante que puede resultar que una sociedad esté conveniente educada en el patrimonio para que pueda tener un abanico de valores yla sensibilidad suficiente que le permita seguir otorgindoselos al patrimonio que ha recibido ya valorado, para ser capaz de decidir nuevos valores o simplemente para reconocer las claves y valores de un presente cultural que debe dejar en herencia a futuras generaciones. Todo ello nos sugiere que no solo es importante trabajar educativamente el patrimonio, sino que es fundamental dar a conocer ese tipo de acciones; saber qué estan haciendo las escuelas, los museos, las ciudades, asociaciones de veeinos, ete. en torno al patrimonio nos permite tomar el pulso de la implicacién y compromiso de determinado territorio hacia sus diferentes patrimonios y, por tanto, hacia las personas que son sus legatarias, depositarias, las encargadas de cuidarlo y darlo a conocer. 33 on EDUCAR EN EL PATRIMONIO ES MUCHO MAS QUE DARLO A CONOCER En el ambito de la educacién patrimonial, atin disciplina emergente, suele ser habitual la confusion terminoldgica y conceptual entre quienes no proceden de la disciplinao no estan especializadosenclla, Enocasionesse empleanindistintamente los términos didactica del patrimonio, educacién patrimonial, educacién en el patrimonio, comunicacién del patrimonio, etc. Por lo mismo, son frecuentes los materiales, recursos, diseiios o proyectos que s¢ autodenominan “educativos” 0 lacticos", cuando realmente son propuestas de comunicacién, difusion o transmisién del patrimonio. Si entramos a valorar la estructura e intencionalidad educativa de muchas de estas propuestas, encontramos que se limitan a seleccionar determinados bienes culturales y aportar informacién — generalmente empleando estrategias transmisivas ¢ interpretativas ~ que habitualmente se sustenta en contenidos de tipo conceptual (en detrimento de otros de tipo procedimental, actitudinal, valorativo...) (CALAF, 2008). Este seria un retrato, quizd mis bien una “caricatura” de lo que puede entenderse por educacién pattimonial. Si bien et cierto que este tipo de enfoque es una parte de To que abarea la educacién patrimonial, es igualmente cierto que estamos ante uun dmbito ciemtiico que cuenta en la actualidad con un amplio desarrollo, una genealogia disciplinar sida y clara y, por tanto, emergente (CALAF, 2008). Prueba de ello son las numerosas investigaciones, txis doctorales, publicaciones eventos cientificos que se han multiplicado en la kima década en nuestro pas. De un modo resumido, podrfamos plantear la educacién patrimonial como la disciplina que se ocupa de estudiar y ordenar las formas de relacién entre las personas, y los bienes culturales. En realidad, partimos de un coneepto de patrimonio que abarca mucho mas que bienes culturales; nos referimos a ese conjunto de formas de relacién entre los bienes y las personas, entendidas en términos de propiedad, perteneneia, cuidado, disfrute, transmisién, ete. Por tanto, el objeto de estudio de la educacién patrimonial no es el patrimonio, sino las formas de relacién que establecen las personas con él. Tenemos aqui un pilar esencial en el modo de concebir esta disciplina. Por tanto, nos alejamos de la comunicacién y difusién del patrimonio, donde el objeto de interés se sitia en los propios bienes patrimoniales, para acercarnos «una disciplina en la que ese objeto de interés ha pasado alas personas, depositarias, legatarias y verdaderas destinatarias de ese patrimonio. Tenemos perfilados, por asi decis, los dos extremos de a educacién en el patrimonio: una cimentacién basada en el interés hacia los bienes patrimoniales y otra que se sustenta sobre el interés en las relaciones de ls personas con éstos. Pademos imaginar que la estructura pedagégica que se construye sobre estas dos cimentaciones es realmente diferente y que, entre ambas, se abre todo un abanico de modelos educativos que van transitando por 34 la dimensién comunicativa, interpretativa, propiamente educativa, identitaria simbélico-social (FONTAL; MARIN, 2011) Por eso, educar en el patrimonio es mucho més que dar a conocer a las personas contenidos relacionados con él. Supone aportar claves para comprenderlo, definir estrategias que sensibilicen a las personas ante la importancia del patrimonio propio y el que no lo es; requiere implementar procesos de puesta en valor, abordar actitudes como el respeto; abarca el euidado y la eustodia como responsabilidades basicas en los ciudadanos y, inalmente, no se olvida de la propia transmisién entre personas, grupos y, en definitiva, generaciones que disfrutaran de él. Todos estos vverbos— conocer, comprender, respetar, valorar, sensibilizar, disfrutar, transmitir~ en realidad forman parte de lo que denominamos “procesos de patrimonializacién” (FONTAL, 2003; FONTAL, 2008) y se imbrican en algo tan potente y tan clemental cuando hablamos de patrimonio como son los procesos de conformacién de identidades individuales y colectivas. EL OBSERVATORIO DE EDUCACION PATRIMONIAL EN ESPANA En 2010, cuando solicitabamos el proyecto de I+D+i que posteriormente dio lugar al Observatorio de Educacién Patrimonial en Espafia®, deseribfamos una situacién poco favorable para nuestro pais en edueacién patrimonial, pues siendo cl 2° pais en cuanto a bienes declarados como Patrimonio de la Humanidad por Ia UNESCO (por citar un referente internacional), no encontraba un desarrollo equiparable en los esfuerzos educativos que se dedican a su ensefianza. Por otra parte avanzibamos que en nuestro pais existian numerosos disefios, propuestas, actuaciones y proyectos en torno al patrimonio que no contaban con una estructura ‘comtin o un proyecto de orden nacional. Pasados tres afios la situacién ha cambiado sustancialmente: contamos con un Observatorio de Educacién Patrimonial tinico en el mbit internacional yen 2013 se aprobari el texto definitivo del Plan Nacional de Educacién y Patrimonio (PNEyP) Estos dos instrumentos cambian radicalmente la situacién que describiamos hace a penas tres afios y dibujan un panorama de gran proyeccién internacional para ‘nuestro pais (Domingo, Fontal y Ballesteros, 2013). El Observatorio de Educacién Patrimonial en Espatia (OEPE), es un proyecto de I+Dsi financiado por el Ministerio de Economia y Competitividad que tiene su primer desarrollo entre enero de 2010 y diciembre de 2012 y un segundo trienio entre enero de 2013 y diciembre de 2015. Desde este observatorio se ha generado uuna base de datos (Base OEPE) y una pégina web (Web OEPE) que sirve como 35 rallo ents enero de 2010 y dcier die 2012 (€0U2008-08679) ae 2015 (EDU2012. El equipo de investiga std compuesto por 20 invesigadores procedentes de 9 Areas de conacimient, J 7 unversidades ospafolas y una francosa

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