Está en la página 1de 9

Introducción

El sistema inmune integra órganos y células que participan en la respuesta


inmunitaria, comprende órganos linfoides primarios o generadores como son la
médula ósea, el timo y la bolsa de Fabricio, y órganos linfoides secundarios o
periféricos que están poblados por los linfocitos y células presentadoras de
antígeno entre los cuales tenemos al bazo, ganglios o nodos linfáticos, tonsilas,
placas de Peyer y grupos de células linfoides en la mucosa respiratoria,
digestiva, urinaria y conjuntival principalmente, sitios en donde se inicia la
respuesta inmune al reconocer a antígenos extraños que de forma espontánea
o deliberada ingresan al organismo.
La inmunología estudia las funciones del sistema inmunitario y los tipos de
inmunidad. La inmunidad es la propiedad de los organismos de rechazar
cualquier cuerpo extraño que pretenda invadirlos.
Existen dos tipos de defensas:

-Innatas: Son aquellas que protegen al cuerpo de muchos patógenos. Por


ejemplo: la piel.
• Posee baja especificidad
• Respuesta inmediata: constituye la primera línea de defensa frente a un
patógeno
• Incluye 4 tipos de barreras defensivas:
– Anatómica (piel, mucosas)
– Fisiológica (temperatura, pH, mediadores químicos)
– Fagocítica (neutrófilos, macrofagos)
– Inflamatoria

-Adquiridas o específicas: Son aquellas que están dirigidas a un tipo de


organismo. Por ejemplo: los anticuerpos.
Patrones de reconocimiento en el sistema inmune innato

Muchos patrones de carbohidratos o lípidos son típicos de paredes bacterianas


pero no del huesped Las células fagocíticas (macrófagos, neutrófilos,
dendríticas) poseen receptores que reconocen estructuras comunes en muchos
patógenos. Todas las células de un mismo tipo expresan los mismos receptores
(no hay distribución clonal).
Funciones: estimulan fagocitosis; pueden ser quimiotácticos; activan el
complemento; inducen moléculas efectoras de la respuesta adquirida.

Los dos tipos de defensas actúan juntas y de manera coordinada. Las primeras
son más rápidas y pueden actuar rápidamente ante cualquier patógeno. Las
otras, por el contrario son más lentas, pero más eficaces y específicas.
Las defensas innatas pueden ser externas (como la piel) o internas (respuesta
inflamatoria). Las internas son el sistema inmunitario y la respuesta inflamatoria

Los tipos de inmunidad:

innata y adaptativa. Cuando las barreras primarias del organismo son


superadas, el sistema inmune debe iniciar su acción. Para esto, han surgido
durante la evolución dos grupos generales de mecanismos: (a) Los mecanismos
innatos, también llamados mecanismos inespecíficos, son aquellos que actúan
contra materiales foráneos sin hacer una distinción muy fina en cuanto al tipo de
microbio o de sustancia invasora. Son mecanismos que se basan en reconocer
propiedades muy generales de los distintos grupos de microorganismos para
activarse, tales como la presencia de componentes químicos comunes de su
superfice y otras cualidades que los distinguen de nuestras células. Como su
nombre lo indica, estos mecanismos están presentes en nuestro organismo
desde el nacimiento, y se encuentran aún en los grupos más simples de animales
invertebrados en la escala filogenética, indicando que son muy antiguos en la
evolución. Como ejemplos de estos mecanismos se puede citar la fagocitosis (un
proceso de ingestión de partículas y microorganismos por parte de células
especializadas), la respuesta inflamatoria, el sistema de proteínas del
complemento, y otros. Dichos mecanismos se describen posteriormente, en el
Capítulo 3. (b)
Los mecanismos adaptativos, también denominados específicos o adquiridos,
como los señala su nombre, son aquellos capaces de reconocer los materiales
foráneos con un alto grado de especificidad molecular. Estos mecanismos
pueden incluso distinguir entre dos antígenos invasores muy similares, para
generar de esta manera una respuesta altamente selectiva por parte del sistema
inmune. Los mecanismos adquiridos son mucho más elaborados que los innatos,
y aparecieron durante la evolución junto con el surgimiento de los animales
vertebrados (iniciándose con los peces cartilaginosos y óseos). La propiedad
más llamativa que poseen los mecanismos específicos es la capacidad de
proveer una SISTEMA INMUNE Mecanismos Mecanismos innatos adaptativos
Celulares Celulares Humorales Humorales (ej. fagocitosis) (ej. complemento) (ej.
linfocitos T) (ej. anticuerpos) B. Lomonte Nociones de Inmunología 15 adaptación
al medio, es decir, de mostrar respuestas inmunes cada vez mayores y más
eficientes ante el estímulo repetido por parte de un mismo antígeno. Esta
propiedad es conocida como la memoria inmunológica, y se describe en el
Capítulo 4. Por esta razón, se dice que los mecanismos específicos conllevan a
estados de inmunidad adquirida (en contraposición).
La inmunología estudia las funciones del sistema inmunitario y los tipos de
inmunidad. La inmunidad es la propiedad de los organismos de rechazar
cualquier cuerpo extraño que pretenda invadirlos.
Existen dos tipos de defensas:

-Innatas: Son aquellas que protegen al cuerpo de muchos patógenos. Por


ejemplo: la piel.
-Adquiridas o específicas: Son aquellas que están dirigidas a un tipo de
organismo. Por ejemplo: los anticuerpos.

Los dos tipos de defensas actúan juntas y de manera coordinada. Las primeras
son más rápidas y pueden actuar rápidamente ante cualquier patógeno. Las
otras, por el contrario son más lentas, pero más eficaces y específicas.
Las defensas innatas pueden ser externas (como la piel) o internas (respuesta
inflamatoria). Las internas son el sistema inmunitario y la respuesta inflamatoria

Hablamos de inmunosupresión o, eventualmente de inmuno-inhibición, cuando


el sistema inmunitario de un enfermo se inactiva de forma voluntaria. Para ellos
se utilizan habitualmente los medicamentos inmunosupresores (por ejemplo, la
ciclosporina). La inmunosupresión se realiza, especialmente, en caso de un
trasplante de un órgano con el fin de evitar el riesgo de rechazo del órgano. Sin
esta inmunosupresión el sistema inmunitario del paciente identificaría el órgano
trasplantado como un cuerpo extraño e intentaría destruirlo. La inmunosupresión
también puede utilizarse en el tratamiento de ciertas enfermedades auto-
inmunes (por ejemplo, la enfermedad de Crohn), que se caracterizan por tener
un sistema inmunitario que ataca las propias células del organismo. Aunque es
eficaz, la inmunosupresión tiene un gran inconveniente: mientras dura el
tratamiento las defensas del cuerpo del paciente frente a los agentes patógenos
están muy bajas. Incluso un virus normalmente poco peligroso puede, en estas
circunstancias, provocar graves problemas.
• Posee una elevada especificidad y diversidad
• Respuesta diferida: se pone en marcha tras la estimulación antigénica.
• Posee memoria
• Es capaz de discernir entre propio y ajeno
• Sus principales agentes son los linfocitos
Linfocitos T
Los linfocitos T poseen receptores (los TCR) que solo reconocen
antígenos unidos a unas proteínas de membrana llamadas MHC
(Major Histocompatibility Complex): Presentación del antígeno
Tipos de linfocitos T
Hay dos subpoblaciones de células T:
• Células T
C citotóxicas
• Células T
H cooperadoras (helper)
La activación de T
H libera citoquinas que activan
Otras células (macrófagos, células B, T, C...)
Células presentadoras de antígenos
Las células presentadoras de antígenos unidos a MHC clase I presentan
antígenos derivados de proteínas virales (o tumorales) sintetizadas en el citosol:
célula propia alterada
Células Presentadoras de Antígenos Profesionales: Son células presentadoras
de antígenos unidos a MHC clase II, como macrófagos, células B y células
dendríticas.

¿Qué son las inmunodeficiencias?


Las inmunodeficiencias son trastornos del sistema inmunitario que tienen en
común defectos en la puesta en marcha de la respuesta inmune frente a
patógenos, como virus o bacterias, células cancerígenas, etc. Estos trastornos
pueden deberse a alteraciones en uno de los componentes del sistema inmune
(es decir en órganos, células o moléculas inmunitarias) o pueden ser el resultado
de un deterioro global de la respuesta inmune (mal funcionamiento o falta de
respuesta). Siendo el sistema inmunitario el encargado de proteger nuestro
organismo frente a cualquier amenaza, una deficiencia en esta estructura de
defensa, especialmente cuando se hace crónica, puede dar lugar a múltiples
problemas de salud. Así pues, las personas con una inmunodeficiencia son más
propensas a infecciones y procesos oncológicos.

Las inmunodeficiencias se clasifican en dos tipos: las inmunodeficiencias


congénitas y las adquiridas. Las primeras suelen ser hereditarias y surgen como
consecuencia de defectos genéticos, que pueden afectar a alguno de los
componentes del sistema inmune o a alguna otra función que se relaciona con
éste directamente. Suelen aparecer ya en la infancia.

Las segundas se deben a factores externos, como pueden ser infecciones,


malnutrición, depresión, cáncer, etc. Así por ejemplo, el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es causado por una infección del virus de
inmunodeficiencia humana (VIH). Este virus infecta a células del sistema inmune,
alterando o anulando su función.

La característica más conocida de los pacientes con inmunodeficiencias es la


elevada tendencia que tienen a contraer infecciones oportunistas de origen
vírico, bacteriano, fúngico o parasitario. Incluso también pueden sufrir
infecciones de microorganismos que raramente causan enfermedades.

No existe un tratamiento universal para las inmunodeficiencias. Hay terapias que


tratan de eliminar los agentes infecciosos implicados, otras que tratan de
restablecer el potencial del sistema inmunitario y otras qua actúan a nivel génico.
La Micro-Inmunoterapia, en combinación con los tratamientos convencionales,
puede ser de gran ayuda en optimizar la respuesta del sistema inmune y
controlar las infecciones. En lo relativo a la precaución en las inmunodeficiencias
adquiridas, llevar una dieta equilibrada y prestar especial atención a las
principales vías de transmisión de los agentes patógenos, como el VIH, resulta
esencial.

La inmunodeficiencia se produce cuando hay un número insuficiente de


defensas. Ya sea por una poca producción, o porqué lo que se fabrica no es de
buena calidad.

Existen dos tipos, dependiendo de si nacemos así o es algo adquirido durante la


vida:

Primaria:

- Nacemos así

- Causas genéticas

- Defecto linfocito B

- Defecto Linfocito T

Defecto sistema complemento

Secundaria:

- Adquirida durante vida

- Después de infección

- Después ataque autoinmune

- Cáncer
Hay dos tipos de inmunodeficiencias:

 Primarias: Dichas enfermedades suelen estar presentes desde el


nacimiento y suelen ser hereditarias. De modo característico se
manifiestan durante el primer año de vida o en la infancia. Sin embargo,
algunos trastornos de inmunodeficiencia primaria (tales como
la inmunodeficiencia común variable) no llegan a ser reconocidos hasta la
edad adulta. Existen más de 100 inmunodeficiencias primarias, todas
ellas son relativamente poco frecuentes.
 Secundarias: Suelen aparecer a una edad más avanzada y, por lo
general, son consecuencia de la administración de ciertos medicamentos
o de otro trastorno, como la diabetes o el virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH). Son más frecuentes que las primarias.

Algunas acortan la esperanza de vida, mientras que otras persisten durante toda
la vida, aunque sin alterar la esperanza de vida, y unas pocas desaparecen con
tratamiento o sin él.

Causas

Inmunodeficiencia primaria
Estos trastornos de inmunodeficiencia primaria pueden tener su origen en
mutaciones, a veces en un gen específico. Si el gen mutado está localizado en
el cromosoma X (sexual), la enfermedad a la que da lugar se denomina ligada al
cromosoma X. Los trastornos vinculados al cromosoma X se producen con más
frecuencia en los varones. Alrededor del 60% de las personas con
inmunodeficiencias primarias son hombres.

Las inmunodeficiencias primarias se clasifican según la parte del sistema


inmunitario afectada:

 Inmunidad humoral, relacionada con los linfocitos B (células B), un tipo de


glóbulos blancos (leucocitos) que producen anticuerpos
(inmunoglobulinas)
 Inmunidad celular, relacionada con los linfocitos T (células T), un tipo de
glóbulos blancos (leucocitos) que ayudan a detectar y destruir las células
extrañas o anómalas
 Inmunidad tanto humoral como celular (células B y células T)
 Fagocitos, células que ingieren (fagocitan) y destruyen a los
microorganismos
 Proteínas del complemento (proteínas con diferentes funciones
inmunitarias, como destruir las bacterias y otras células extrañas, además
de facilitar la detección y la ingesta de las células extrañas por parte de
otras células del sistema inmunitario)

El componente del sistema inmunitario afectado puede estar ausente, ser escaso
o presentar alguna anomalía y funcionar de forma inadecuada.
Las inmunodeficiencias primarias en las que existen problemas en los linfocitos
B son las más frecuentes, ya que representan más de la mitad de los casos.

Inmunodeficiencias secundarias
Estos trastornos pueden ser el resultado de:

 Padecer determinadas enfermedades prolongadas (crónicas) y/o graves,


como diabetes o cáncer.
 Fármacos o sustancias
 Raramente, radioterapia

Las inmunodeficiencias pueden ser consecuencia de casi cualquier enfermedad


grave prolongada. Por ejemplo, la diabetes puede derivar en una
inmunodeficiencia, debido al funcionamiento inadecuado de los glóbulos blancos
(leucocitos) cuando la concentración de azúcar en sangre es alta
(hiperglucemia). La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
(VIH) produce el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), que es el más
frecuente de los trastornos por inmunodeficiencia adquirida grave.

Muchos tipos de cáncer pueden causar inmunodeficiencia. Por ejemplo,


cualquier tipo de cáncer que afecta a la médula ósea (tales como la leucemia y
el linfoma) puede impedir que la médula ósea produzca glóbulos blancos
normales (células B y células T), que son parte del sistema inmunitario.

La desnutrición (por carencia de todos los nutrientes o solo de uno de ellos)


puede deteriorar el sistema inmunitario. Cuando el peso disminuye a menos del
80% del recomendado por desnutrición, el sistema inmunitario suele resultar
afectado. Una reducción a menos del 70% suele derivar en una insuficiencia
grave.

La inmunodeficiencia secundaria también ocurre en personas de edad avanzada


y en personas que están hospitalizadas.
https://www.researchgate.net/profile/Bruno_Lomonte/publication/260339769_N
ociones_de_Inmunologia/links/5615b41a08ae4ce3cc655db1/Nociones-de-
Inmunologia.pdf
https://sites.google.com/site/microbiologiainmunologia/inmunologia
https://salud.ccm.net/faq/20511-inmunosupresion-definicion
http://www.misistemainmune.es/que-son-las-inmunodeficiencias/
https://www.unprofesor.com/ciencias-naturales/que-es-la-inmunodeficiencia-y-
tipos-1273.html
https://www.msdmanuals.com/es-pe/hogar/trastornos-
inmunol%C3%B3gicos/inmunodeficiencias/introducci%C3%B3n-a-las-
inmunodeficiencias
http://mural.uv.es/airo/docs/01.inm.pdf

También podría gustarte