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Capítulo I: Consumo de tabaco.

¿Qué es el consumo de tabaco?


Consideramos a éste padecimiento como la práctica de ingerir tabaco en sus
diferentes formas y posibilidades. Es una adicción que se hace presente cuando
una persona consume de manera exagerada dicho producto. Los cigarros de tabaco
son la forma más común de ingesta, éste producto contiene elementos químicos
que generan dependencia y que con el tiempo hacen prácticamente imposible su
abandono, principalmente gracias a la nicotina.

Origen y causas del tabaco.


“Se dice que el origen del tabaco estuvo en la zona andina entre Perú y Ecuador y
podemos fecharlo entre el 5000 y el 3000 aC. Cuando los españoles llegaron a
finales del siglo XV su consumo se había extendido por todo el continente. Sus usos
eran diversos: se fumaba, se masticaba, se comía, se le daba usos medicinales,
rituales y hasta afrodisiacos.

Cristóbal Colón recogió en su diario que los españoles se quedaron asombrados al


ver a los indios con un tizón encendido en las manos y expulsando humo por la
boca. En Cuba mandó a dos de sus hombres, Luis de la Torre y Rodrigo de Jerez a
explorar la isla y comprobaron que esta costumbre estaba muy extendida e incluso
a uno de ellos, Rodrigo de Jerez, le gustó la experiencia terminando enganchado a
ella. Cuando llegó a España el vicio casi la cuesta caro. Se puso a fumar expulsando
el humo por la boca y la nariz dejando perplejos a todos los que le rodeaba. Fue
denunciado por brujería y la Inquisición le condenó a siete años al pensar que sólo
el diablo podría darle a un hombre el poder de echar humo por la boca. Buen método
para dejar de fumar.”

Consecuencias.

Basando la investigación en una revista especializada del tabaco, se logró rescatar


lo siguiente:

“Aunque los efectos del tabaco se producen de forma progresiva y están


directamente relacionados con el tiempo de duración de la adicción, las
consecuencias son demoledoras desde la primera calada: la nicotina alcanza el
cerebro poco tiempo después de ser consumida, el monóxido de carbono impide
que los glóbulos rojos puedan realizar su función de transporte de oxígeno a todos
los órganos del cuerpo. ¿Por qué ocurre esto? Porque la sangre es la encargada
(entre otras cosas) de transportar por todo el cuerpo el oxígeno que recoge en los
pulmones. Al fumar, los pulmones se llenan de humo con cientos de sustancias
tóxicas, que al no haber oxígeno, son transportadas y expandidas por el sistema
circulatorio. Por ello, todos los órganos del cuerpo se ven deteriorados en un
fumador, porque reciben mucho menos oxígeno que el resto de las personas.

Efectos en la salud y algunas enfermedades que produce:

- Cáncer: Si se fuma, el riesgo de padecer cáncer de pulmón es 22 veces mayor.


Cuanto más tabaco se consume más se multiplica el riesgo de padecer otros tipos
de cáncer como el de nariz, boca, glándulas salivales, garganta, esófago, laringe,
pulmón, estómago, riñón, vejiga, pene, páncreas, colon, entre otros.

- Enfermedades pulmonares: La obstrucción crónica del pulmón, producida por la


bronquitis y el enfisema, produce una discapacidad respiratoria progresiva. Esta
obstrucción está provocada por el estrechamiento de los conductos de aire en los
pulmones y por la destrucción de los alvéolos. El inicio de esta enfermedad es
gradual y surge la incapacidad respiratoria cuando ha sido destruida casi la mitad
de los pulmones. Una vez que la enfermedad se ha establecido es raramente
reversible.

-Pérdida sustancial de sentidos: prácticamente los cinco sentidos del ser humano
se ven mermados a causa del consumo de tabaco:

 Audición: el humo del tabaco provoca que se formen placas en las paredes
de los vasos sanguíneos con la reducción de riego del oído interno.
 Olfato: Es evidente que aquellos órganos que tienen contacto directo con el
humo incandescente de un cigarro serán los más perjudicados. Por ello, los
sentidos que nos proporcionan la nariz y la boca (olfato y gusto) son los que
más rápidamente se pierden.
 Gusto: Las papilas gustativas se atrofian por obstrucción debido a los
componentes del cigarrillo y la temperatura que alcanza el humo en esta
primera etapa del humo en el cuerpo.
 Vista: En el caso de un estudio publicado recientemente, se pone de
manifiesto la mayor frecuencia de ceguera en personas mayores debido al
consumo de tabaco. Los autores postulan que el tabaco aumenta el riesgo
de sufrir degeneración macular, proceso oftalmológico que constituye la
principal causa de pérdida de visión en Estados Unidos y determinados
países europeos. Según los resultados del trabajo, las personas que
consumen más de 40 cigarrillos al día, tienen un riesgo tres veces superior
de padecer ceguera, comparado con las personas que no fuman.
Efectos en la estética:

 Olor corporal: El humo de tabaco y su olor se adhieren con facilidad a ropa,


pelo, piel, manos, etcétera.
 Caída de cabello: el tabaco provoca que el cuerpo sea más sensible al
lupus eritematoso que causa la caída del cabello y la aparición de úlceras
bucales.
 Arrugas: el tabaco provoca el envejecimiento prematuro de la piel debido al
desgaste que ocasiona en las proteínas que le confieren elasticidad.
 Deterioro de dentadura: al interferir en los procesos químicos que tienen
lugar en la boca y provoca un exceso de sarro, tiñe los dientes y acelera el
deterioro de la dentadura.
 Discromía en los dedos: el alquitrán que contiene el humo del tabaco se
acumula en los dedos y en las uñas tiñéndolos de color amarillento y
causando un olor muy molesto.

Efectos económicos:

 El ahorro que supone dejar de fumar puede llegar y superar los 50€
semanales. Que al año puede suponer un ahorro de más de 2000 €. Hay
tratamientos efectivos para dejar de fumar que suponen un desembolso
económico mucho menor que lo que cuesta fumar a una persona.
 En España, el servicio sanitario es gratuito y universal. Por contra, otros
países tienen servicios sanitarios de pago y el ahorro en visitas al médico pos
causas relacionadas con el tabaco puede llegar a ser muy importante.

Efectos medioambientales:

 Catástrofes medioambientales: Entre otros actos negligentes, el lanzamiento


de cigarros incandescentes, también desde coches en marcha, es causa
habitual de incendios forestales y urbanos, cuyos efectos son devastadores.
 Suciedad: Ante la falta de ceniceros, o por fumar en la calle, suele ser
habitual arrojar la ceniza o el mismo cigarro al suelo.”
Capítulo II:

¿Por qué los jóvenes inician a fumar?


Cuando los jóvenes con edad de 15 a 17 años inician a fumar no se sabe realmente,
el por qué es que inician hacerlo, si realmente para ellos es una necesidad que ellos
sienten o es porque el ambiente en donde se encuentran ubicados se les obliga de
cierta forma hacerlo, es por ello que se cuenta con comentarios como:
“La presión del grupo de amigos es un factor fundamental para iniciarse en el hábito
tabáquico, la necesidad de establecer relaciones sociales puede hacer que los
adolescentes se sientan obligados a ir a los lugares de ocio donde fumar es algo
normal.” Pérez. (2012).
Entonces se inicia a pensar que los jóvenes más que iniciar a consumir tabaco por
voluntad propia inician a hacerlo porque alguno de sus amigos que estas a su
alrededor en este tipo de ocasiones indicen al joven para que aparentemente este,
pueda entrar mejor al círculo social.
¿Para todos los jóvenes es igual?
Aunque se ha demostrado que la sociedad influye bastante en los jóvenes también
se ha visto que no en todos los jóvenes en general es lo mismo puesto que los
hombre y las mujeres se dice inician a fumar por situaciones poco diferentes, es así
como se encontró en la revista científica encargada de realizar estudios del tema
ya mencionado lo siguiente.
“ Para los hombres (jóvenes) fumar supone un rol de autoridad personal en relación
a sus iguales, un paso hacia la madurez y la aceptación de la uniformidad del grupo
de amigos". Es decir, fuman para hacerse los importantes, ganar poder en su grupo
de amigos y sentirse mayores. En cambio, en las chicas "predomina la curiosidad,
la sensación de control del peso y la influencia positiva que ejerce el hecho de fumar
para mejorar su relación de pareja", Ordoñez. (2013).
Finalmente siendo distintos factores entre el inicio de fumar entre hombres y
mujeres el estudio anterior mencionado demuestra que el factor social es pieza
clave para que los jóvenes inicien con este vicio.

Consecuencias sociales.
Después de haber probado el primer cigarro los jobees tienden a pensar que por
haberlo hecho una vez y obtener “buenos resultados sociales” volverlo hacer
ayudara más y más, hasta en su vida social, a tal grado que se inicia a pensar que
ello dependerá del tabaco, pero tras el transcurso del uso de tabaco se puede
generar una demencia física, es así como el especialista cuenta lo siguiente:
Hasta la mitad de los fumadores adolescentes presenta una adicción a la nicotina.
Y esta dependencia es elevada en uno de cada cinco". La dependencia es un factor
que facilita que se mantenga su consumo.
Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts (EE.UU.)
asegura que los adolescentes son más vulnerables a los efectos adictivos de la
nicotina, ya que su cerebro todavía está en desarrollo. Esta adicción puede
generarse desde la primera calada. Según los datos de esta investigación, el 40%
de los 332 adolescentes evaluados mostró síntomas de adicción, aunque muchos
de ellos solo habían probado el tabaco una vez.
Además, no hay que olvidar que los riesgos asociados con fumar son peligrosos, y
que aumentan cuanto antes se empiece la costumbre. Los especialistas del Grupo
Español de Cáncer de Pulmón (GECP) en un estudio realizado en 2008,
apuntaban que, debido a la precocidad con que se inicia el hábito tabáquico, cada
vez hay más casos de cáncer de pulmón por debajo de los 40 años.” Gutiérrez.
(2014).
¿Cómo logran acceder al tabaco?
Este es otro problema del consumo del tabaco en los jóvenes puesto que cuando
existen reuniones sociales entre jóvenes poder consumir tabaco no es ningún
problema para ellos, es así como el especialista nos complementa con lo siguiente:
"El tabaco sigue teniendo una gran aceptación social que normaliza su consumo:
los adolescentes pueden ver el tabaquismo como una actividad normal de la vida
diaria". A pesar de que no está permitido que los menores de 18 años compren
tabaco, para ellos sigue siendo muy fácil adquirirlo. Y este fácil acceso a una
sustancia tan adictiva es un problema en la lucha contra el tabaquismo entre los
adolescentes. "Evitar la venta indiscriminada a menores de edad es una medida
altamente eficaz contra el tabaquismo en los jóvenes". Gutiérrez. (2014).

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