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Doctor
Manuel Amador Hernández
Presidente Junta Directiva
Colegio de Abogados de Costa Rica
S. O.
Estimado señor:
Para brindar una adecuada respuesta a su consulta, estimamos necesario abordar una
a una las interrogantes vertidas.
I.-
Sobre lo consultado.
Para brindar una adecuada respuesta a esa interrogante, estimamos necesario analizar,
en primer término, la naturaleza jurídica de la actividad registral y el caso concreto
del CONESUP, respecto a la inscripción de títulos expedidos por la universidades
privadas; en segundo lugar, interesa abordar el tema de los mecanismos que otorga el
ordenamiento jurídico para modificar esos asientos registrales.
Sin embargo, orientado por la opinión del sector mayoritario de la doctrina italiana,
que clasifica los actos de registro o inscripciones dentro de los meros actos
administrativos o de conocimiento, en atención a que los efectos jurídicos operan por
mandato legal y no por una declaración de voluntad autónoma de la Administración,
este Órgano Superior Consultivo modificó tácitamente el anterior criterio mediante el
dictamen C-189-96 de 27 de noviembre de 1996, en el que se indica, expresamente,
que el acto de registro es un acto administrativo.
Siguiendo la línea sentada por los últimos pronunciamientos supra citados, debemos
advertir que si bien la aceptación de la inscripción registral como acto administrativo,
no ha sido pacífica, nuestra jurisprudencia administrativa más reciente sí lo ha
calificado como tal.
Ahora bien, en cuanto al punto consultado, interesa advertir que el CONESUP, aún
antes de la reforma introducida por el Decreto Ejecutivo Nº 29631-MEP de 18 de junio
del 2001, ha tenido a su cargo la inscripción registral de los títulos académicos
expedidos por las universidades privadas.
"Artículo 37.-
"Artículo 37º.Todo título expedido por las universidades privadas y que tengan
por objeto acreditar un grado universitario, deberá ser refrendado por la
Secretaría Técnica e inscrito ante el CONESUP."
"Artículo 2º.-
(...)
"Artículo 37: Lo cuestionan en cuanto crea el requisito de que los títulos que
expidan las universidades privadas deben inscribirse ante el CONESUP,
haciendo depender dicha validez de esa inscripción, exigencia que introduce
además una discriminación en perjuicio de las universidades privadas, pues a
las públicas no se les somete a semejante control.-
Sin lugar a dudas, la educación, como medio que le permite alcanzar al individuo el
más pleno desarrollo de su condición humana, y por ende, el mejoramiento de la vida
social en tanto conjunto armónico de quienes la conforman, ha sido consagrada
expresamente como un derecho fundamental, intrínseco a la dignidad humana
(Dictamen C-283-2000 de 13 de noviembre del 2000).
No obstante esa conceptualización de la enseñanza como libertad, no es irrestricta.
Muy al contrario, según lo ha perfilado la jurisprudencia constitucional, en el caso de la
enseñanza privada, ésta es de interés público, y por ello, el Estado tiene el deber de
inspeccionarla y fiscalizarla (Artículo 79 constitucional); tutela que abarca las
universidades privadas (Ley de Creación del CONESUP -Nº 6693 de 27 de noviembre
de 1981 y sus reformas-, en especial lo dispuesto en su artículo 3º, inciso e).
Recuérdese que del ordinal 456 del Código Civil se deriva un principio general,
según el cual: "La inscripción no convalida los actos o contratos inscritos que sean
nulos o anulables conforme a la ley..."
Por ello, si en el acápite anterior se estableció que, a criterio de este Órgano Asesor,
el acto de inscripción "es un acto administrativo", entonces ello implica que es posible,
al menos como tesis de principio, aplicarle el régimen de nulidades de la Ley General de
la Administración Pública.
Con base en lo expuesto, resulta evidente que la eliminación del refrendo de los
títulos expedidos por las universidades privadas, por parte del CONESUP, no incide
mayormente en el contenido de nuestro dictamen C-055-2001 de 27 febrero del 2001,
salvo en lo atinente al refrendo mismo, pues al ser éste eliminado, lo que subsiste y
prevalece, con iguales efectos jurídicos, es la inscripción del título académico, entendida
ésta como acto declaratorio de derechos.
De conformidad con lo previsto en el artículo 2º, inciso h), del Decreto Ejecutivo Nº
29631-MEP de 18 de junio del 2001, el CONESUP deberá inscribir los títulos que
expidan las universidades privadas, "previa declaración jurada, del Rector ante notario
público, dando fe de que se cumplió con los requisitos académicos y legales
establecidos".
Resulta obvio que dicha declaración jurada, como acto jurídico no negociable que
envuelve una declaración de conocimiento, debe constar en un documento notarial
protocolar, es decir, debe consignarse en el protocolo de un notario público (Artículos
70 y 80 del Código de Notariado –Ley Nº 7764 de 17 de abril de 1998, publicado en La
Gaceta Nº 98 de 22 de mayo del mismo año-); y como tal, en los términos de los
numerales 369 y 370 del Código Procesal Civil, vendría a constituir un documento
público que hace plena prueba de la existencia material o formal, de un hecho, una
situación, una relación o una conducta allí consignado –en este caso, que para expedir
el título respectivo, se han cumplido con todos los requisitos académicos y legales
establecidos-; valor probatorio, que en todo caso podría ser rebatido, incluso en un
proceso penal en el que se acuse su falsedad (artículo 396 Ibídem); y si ésta es
declarada, subsecuentemente se determinaría la responsabilidad penal, por el delito de
falso testimonio, de quien hizo tales aseveraciones bajo la fe de juramento (Artículo 316
del Código Penal –Ley Nº 4573 de 4 de mayo de 1970 y sus reformas-).
Sin lugar a dudas, mientras se logra revertir la validez de los títulos inscritos que han
sido irregularmente expedidos por la universidades privadas sujetas al control y
fiscalización del CONESUP, tal y como lo indicamos en el dictamen C-055-2001 de 27
de febrero del 2001, en ejercicio legítimo de la función fiscalizadora y de vigilancia de
los profesionales que pretenden incorporarse, que le ha sido encomendada por el
Estado, y en aras de evitar un perjuicio a la sociedad, incorporando profesionales que
eventualmente incumplen los requisitos de ley, los Colegios Profesionales pueden
continuar ordenando de forma excepcional, y por acuerdo de su Junta Directiva, la
suspensión del procedimiento de incorporación respectivo, esto como una medida
precautoria o cautelar (Véanse las resoluciones Nºs 2001-09035 de las 10:15 horas y
2001-09036 de las 10:16 horas, ambas del 7 de setiembre del 2001, así como la 2001-
10451 de las 15:17 horas del 16 de octubre del 2001, todas de la Sala Constitucional
de la Corte Suprema de Justicia).
Pero somos enfáticos en advertir que la decisión que se tome en ese sentido, deberá
comunicarse, en forma personal y oportuna, al interesado; con indicación expresa y
detallada de los motivos que la sustentan, sin que ello implique de ningún modo que
deba concedérsele la oportunidad previa de manifestarse sobre la oportunidad y
conveniencia de la medida adoptada (Sobre medidas cautelares pueden verse además,
la resolución Nº 4 de 1991 de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, las
resoluciones Nºs 4621-00 de las 09:32 horas del 2 de junio del 2000 y 2001-04082 de
las 09:22 horas del 18 de mayo del 2001, ambas de la Sala Constitucional; así como
GONZÁLEZ PÉREZ, Jesús. "El derecho a la tutela jurisdiccional". Civitas. Madrid.
1984 y FIGUERUELO BURRIEZA, Angela. "El derecho a la tutela judicial efectiva".
Tecnos. 1990).
Y cabe señalar, que frente a la eventual inercia del CONESUP, la Sala Constitucional
también ha advertido que "no es posible, que una duda respecto de la validez del título
exhibido por el interesado, debidamente inscrito en el CONESUP, obligue al
interesado a aportar la documentación que tiene o le corresponde tener el Colegio
accionado, generando así al particular un sacrificio en tiempo y recursos que no le
corresponde sufragar."
(resolución Nº 2001-06400 de las 21:51 horas del 5 de julio del 2001, Sala
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia).
Por consiguiente, podemos afirmar que, siempre y cuando se respeten los principios
derivados la jurisprudencia anteriormente aludida, los Colegios Profesionales podrían
ordenar la suspensión cautelar de la incorporación.
Conclusión:
En la forma dispuesta se contestan las interrogantes vertidas en su consulta y se
precisan los alcances actuales del dictamen C-055-2001 de 27 de febrero del 2001; al
cual deberán apegarse estrictamente los Colegios Profesionales, en caso de encontrar
alguna irregularidad en la expedición de un título académico, por parte de las
universidades privadas.
C. copia:
-Dra. Astrid Fischel, Ministra de Educación Pública y Presidenta del CONESUP;
-Ing. Manuel Enrique Santos Carrillo, Secretario Ejecutivo del CONESUP;
-Dr. Eduardo Flores Montero, Presidente Junta Directiva Colegio de Médicos y
Cirujanos;
-Ing. Saúl Trejos Bastos, Presidente Junta Directiva Colegio de Ingenieros Civiles;
-Dra. Nuria Montero Chinchilla, Presidente Junta Directiva Colegio de Farmacéuticos
de Costa Rica.