Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Protocolo de tesis
Presentación
2
COMUNICACIÓN, DISCURSO Y PRÁCTICAS DEL BULLYING
EN ESTUDIANTES ADOLESCENTES. CASO 4º Y 5º DE
SECUNDARIA DE LA IE. MARÍA AUXILIADORA
1. ÁREA TEMÁTICA
2. PROBLEMA DE TESIS
1
Lima Este, es un gran sector de nuestra capital, donde la incidencia del bullying es mayor. Se convirtió en
refugio de las victimas que inmigraron de provincias hacia la capital producto de la época de violencia
terrorista en nuestro país.
3
4. JUSTIFICACIÓN
Asimismo se registró que el 34% de los escolares agredidos “no comunican a nadie el
drama que estaban viviendo”. Si a esto se le suma un similar porcentaje de compañeros
que “no les interesa defender o protestar por el maltrato que están observando”, y
“…el 25% de maestros y padres de familia que no reaccionan ni “protegen” a las
víctimas”, nos encontramos ante una estructura legítima y legitimante de violencia, con
nuevos y más actores que la perpetúan y reproducen en un gran discurso catalizador de
conductas y concepciones violentas.
En ese sentido nuestra investigación tiene interés en la incidencia del bullying los
colegios de Lima Metropolitana, en especial en Lima Este donde el estudio “Violencia
escolar (bullying) en colegios estatales de primaria en el Perú” la toma como un lugar
de incidencia en Lima Metropolitana y además porque son varios los estudios que en la
capital se hacen de manera frecuente pero de manera aislada.
4
4.1 PARA QUÉ INVESTIGO
5
Presentación
Nuestra comprensión de los fenómenos sociales parte de una mirada crítica a la realidad. Hechos
como el bullying y toda sus consecuencias perjudiciales para la integridad de la persona no son
parte de una realidad que se debe aceptar. Si los contextos nos han hablado de la evidente
práctica de la violencia en todos los ámbitos no por eso vemos con agrado cuantos niños, niñas y
adolescentes, frustran su desarrollo y formación. Si de algo nos ha permitido este contexto, es
poder conocer y comprender los fenómenos que ocurren dentro de la sociedad con mayor
amplitud.
La realidad de las escuelas y los colegios demuestran que no escapan a ser la proyección en
pequeño de una realidad violenta. No obstante, lo que ocurre dentro de estos espacios lo
construyen seres con percepciones y actitudes distintas, que desde su diferencia aportan de varias
formas a la convivencia estudiantil.
La representación social sobre bullying es una acción. No solo es una idea fijada en el tiempo y en
el espacio; es una acción. Los que la conciben acuden a su bagaje de experiencias, vivencias, para
formar una opinión, un parecer frente a esta realidad.
Es poco probable que nuestro público objetivo, los adolescentes, detecten fácilmente que en la
interacción diaria es donde y cuando se construye sistemas de convivencia, de influencias. La
relación del bullying acosador – acosado habla de dos roles identificables, que han sido mediados
por los lugares de interacción, formando hábitos y sobretodo una percepción. En esta
construcción estuvo la comunicación como escenario, como el establecimiento de relaciones.
6
comunidad. Se habla de procesos de negociación implícitos donde los actores del bullying ponen
en común sus miedos, sus prejuicios, sus maneras de concebir la violencia, en este caso al acoso y
hostigamiento.
En efecto, las investigaciones sobre el bullying hablan de actores protagónicos y pasivos, es decir
el acosador, el acosado y los “espectadores” o “testigos”. No es necesario ser un sujeto activo para
saber que es el acoso y opinar sobre este tema. Esto psicológicamente se percibe. Sin embargo,
conocer sus secuelas si lleva a una reflexión profunda.
A continuación la línea histórica de investigación sobre este fenómeno del que mucho se sabe
pero poco se conoce, y que ahora más visible que antes, gracias a los medios de comunicación y a
los grandes esfuerzos de los gobiernos e instituciones mundiales por frenar este mal, veremos
plasmada en sus distintos avances.
2
Acoso escolar: Uno de los tantos significados que se le da al significado de bullying. Abordaremos más
adelante y con más detalle este término de origen anglosajón.
7
(Trautmann, 2008; Fuensanta Cerezo, 2006; Landázuri Wurst, 2007; Daza Navarrete,
2007, entre otros), interesada en descubrir la incidencia del acoso escolar, así como la
detección de sus causas y efectos en perjuicio de la salud de las víctimas.
También en el Perú, se vienen realizando investigaciones sobre el bullying a través de las
tesis (Mezones Valdez, 2010; Ccoicca Miranda, 2010) y en las investigaciones universitarias
que tratan el tema en distintas sectores de Lima Metropolitana y del país en general
(Oliveros et al, 2008; Becerra et al, 2009; Amemiya, 2009). Además se encontró nuevas
investigaciones en torno al bullying a través de las TIC’s, en una última investigación
realizado por la Universidad Nacional de San Marcos (García el al, 2010) titulado
“Cyberbullying en escolares de educación secundaria en Lima Metropolitana”. Todas estas
investigaciones corroboran el interés en nuestro país, a propósito de la creación de una
asociación civil denominada Observatorio sobre la violencia y la convivencia en la Escuela
donde se pudo hallar información especializada acerca de este fenómeno social.
“merece destacarse que son construcciones mentales que actúan como motores
del pensamiento, que funcionan y perduran con independencia de tales o cuales
individuos concretos y generan conductas relacionadas con ellas. Es decir, este
tipo de pensamiento desempeña funciones sociales específicas, orientando la
interpretación/construcción de la realidad y guiando las conductas y las relaciones
sociales entre los individuos” (Hebe Lacolla, 2005)
3
El libro que dio inicio a la elaboración de este modelo teórico metodológico fue realizada en 1961 con el
nombre de El psicoanálisis, su imagen y su público, publicado en Francia, teniendo en 1979 en Argentina, su
primera versión en castellano.
8
La pertinencia y validez del uso de esta teoría – metodología en las investigaciones de los
temas sociales ha calado en el interés de muchas disciplinas. Solo en nuestro país, a partir
de un repaso por los estudios que integran el gran estudio de las representaciones sociales
tenemos el campo de la salud (Flores Valdivia et al 2010; Torrejón Salmón, 2009; Chávez
Álvarez, 2007), en la cultura (Vasilachis de Gialdino, 2003; Rivera Torres, 1997), en la
educación (Orellana y García, 2008) entre otros. Asimismo en los estudios a nivel de la
lengua castellana así como en otros idiomas encontramos un gran contingente de
investigaciones científicas con inclinaciones disciplinarias propias.
A nivel latinoamericano también ocurre similar situación donde los estudios sobre la
violencia escolar (bullying) desde las representaciones sociales y las percepciones de los
alumnos aún no tiene mayor abordaje (Salgado, 2009; Barceló, 2008).
Mientras tanto, se viene notando la presencia del abordaje de otras disciplinas en el tema
de la violencia escolar y específicamente del bullying como un hecho que nos pone en el
escenario desde donde miraremos la problemática del bullying.
Una de las investigaciones que más destacan son las de Carmen Castillo Rocha,
antropóloga y participante de proyectos de investigación en comunicología, quien
propone la mirada del abuso escolar desde la perspectiva comunicológica. En respuesta a
este tipo de abordaje transdisciplinario es que pretendemos seguir con nuevas pistas de
lectura desde la comunicología a nuestro objeto de estudio que es el bullying.
9
intervención de los medios de comunicación y las tecnologías de información y
comunicación (TIC’s), pero sin dar lugar a la comunicación interpersonal que por sí sola
tiene una gran complejidad, y desde donde ya nos proyectamos a decir que es la base de
la complejidad comunicativa, desde donde se crean modos de construcción del mundo y
de la vida cotidiana. En otras palabras es necesario ver la otra cara de la moneda cuando
se habla de violencia, no evadiendo el análisis de los influjos del sistema social
necesariamente, pero si indagando acerca de los que los individuos construyen en una
situación o contexto históricamente situados. Como señala Reguillo Cruz (2006): “…las
violencias [bullying] son mediaciones socioculturales que se inscriben en la dinámica de
una sociedad particular”, con una forma de comunicación y acción también particular.
10
1.1 Definición del bullying
Es necesario hacer un rápido deslinde entre bullying y violencia escolar, ya que el
bullying, según muchas de las investigaciones, es una modalidad de violencia
escolar.
11
1.2 Caracterización del bullying
La caracterización del bullying parte de la identificación clásica de tres tipos de
actores: agresor, agredido o víctima y los que participan en la relación de agresión
en distinto grado por acción u omisión, aunque sea como simples
espectadores(as).
Asimismo, según Becerra F. (2010) para que se dé una situación de bullying debe
existir una desigualdad de poder. El bullying también se puede entender como una
situación desigual y de indefensión por parte de la víctima.
A continuación Sara Becerra F, (2010) ciñe la caracterización del bullying a algunos
puntos clave para detectarlo:
“La acción agresiva tiene que ser repetida. Tiene que suceder durante
periodo largo de tiempo y de forma recurrente.
La agresión supone un dolor no sólo en el momento del ataque, sino de
forma sostenida, ya que crea la expectativa en la victima de poder ser
blanco de futuros ataques. Se manifiestan a través del ejercicio de
acciones negativas sobre la/s víctima/s. Estas acciones negativas pueden
tomar formas físicas, psicológicas, sociales o verbales. Lo más frecuente es
que combinen varias o todas estas formas.
Suelen ocurrir díadas reiterativas. Los/as que ejercen la agresión suelen
“emparejarse” de manera “enfermiza” con sus víctimas.
Los participantes en el acoso suelen compartir espacios relativamente
“cerrados” en los que están abocados a desenvolverse y de los que
difícilmente pueden salir por múltiples motivos.
Todas las conductas de acoso producen efectos de victimización muy
dañina a corto, medio y largo plazo a quien la sufre y también
consecuencias negativas en el resto de participantes. Ausencia de
provocación por parte de la víctima.
Tampoco es imprescindible que la agresión se manifieste de forma física y
palpable, sino que puede adquirir formas escondidas y sibilinas.”(Becerra
F; 2010)
12
1.3 Factores psicosociales asociados al fenómeno de Acoso escolar
Los factores relacionados a la dinámica del bullying suelen ser de distinto tipo. A
través de la tesis doctoral “Nivel de implicación en bullying entre escolares de
educación primaria. Relación con el estatus socio métrico y la percepción del clima
familiar y escolar” (2009), Sanchez Lacasa registra dos importantes clasificaciones
de factores denominados “de riesgo”; uno que responden a las características
personales, tanto del agresor y el agredido, (sexo, edad, la inteligencia, la
impulsividad, la raza y los factores individuales e integración social) y otro, a las
características de los entornos sociales (sociedad, familia, escuela).
En esa misma línea Muro Mesones (2010) detalla y asocia al factor género con el
acoso escolar, explicando a través de varios autores las prácticas de agresión y sus
motivaciones propias de cada sexo; asimismo subraya el factor edad como un
componente asociado al bullying, ya que en muchos casos es un determinante que
complejiza los niveles de acoso, como en el caso de la adolescencia, “donde se
vincula la práctica de violencia como forma de reducir ciertas incertidumbres
acerca de la definición de su propia identidad entre otros.” (Muro Mesones, 2010)
13
Finalmente cierra el círculo de factores con el entorno familiar. Mesones
identifica causales presentes en el ámbito familiar de los agresores, entre
los que se hallaron:
Como señala Sánchez Lacasa (2010), algunos estudios buscan definir al fenómeno
en función de las edades. Unos circunscriben la mayor tendencia a practicar el
acoso en los 11 – 13 años de edad. Otros deslegitiman este criterio y ensanchan el
rango a los 9 – 15 años de edad, sosteniendo que existe una tendencia a que los
agresores sean siempre mayores que sus víctimas.
14
escolar en función de las edades. Se observa que hoy en día las situaciones de
acoso escolar se dan en edades tempranas.
En efecto, nuestra reflexión nos lleva a repensar las propuestas de estudio sobre el
acoso escolar en la edad adolescente. El rótulo social que muchas veces el
adolescente se le fue impuesto, fue la de un individuo influenciado, víctima de la
sociedad, sin poca capacidad para decidir y formar un concepto de hacer sociedad.
4
La adolescencia según García y Besteiro (2004) se clasifican en tres: adolescencia inicial (12 - 15);
adolescencia media (15 - 18) y la adolescencia tardía (18 - 21). Recogemos esta clasificación, debido a que
nuestra muestra poblacional de intervención posee las edades entre 15 – 18, es decir se sitúan en la
adolescencia media.
15
Nuestra reflexión comparte con un párrafo que Rossana Reguillo, esboza en su
artículo: “Cartografía de las violencias juveniles. Escenarios, fronteras y desbordes”
(incluido en Miradas interdisciplinarias sobre violencia en las escuelas, 2006):
16
atención de sus educandos que vienen desarrollando los cambios propios de su
edad. (Reyes Juárez, 2009)
17
2. Bullying como producto sociocultural
Teniendo presente las investigaciones realizadas sobre el bullying o acoso escolar entre
pares que se han venido desarrollando con mayor interés en la actualidad, ponemos a
disposición de un análisis teórico la línea de investigación que canaliza las investigaciones,
no pretendiendo deslegitimarlas sino abrir su campo de comprensión.
Sin embargo, existe un gran problema estructural que es la actual crisis de las instituciones
sociales. Traemos a la discusión este referente contextual, ya que las problemáticas sociales
se hacen más agudas, por la ausencia de garantías dentro de la misma sociedad que regulen
su propia construcción en la vida diaria.
Rossana Reguillo (2006), señala que “las grandes tendencias estructurales que marcan y
definen las opciones juveniles y que, sin ser causales “directas”, configuran el escenario en
el que ellas se manifiestan como alternativa viable e incluso legítima para grandes sectores
de jóvenes.”. Recogemos esta preocupación de Reguillo en tanto la misma estructura social
va perdiendo el poder “regulador”, “garante” de las prácticas de sus mismos ciudadanos.
Por lo tanto el bullying es un hecho social que aparece dentro de una estructura escolar
débil en el reconocimiento y garantización de las mejores prácticas que aporten a la
formación del educando.
18
Ahora bien, no solo es la escuela el espacio débil y sin reglas claras donde fenómenos
sociales, como el bullying se puedan congregar. Reguillo menciona tres factores
determinantes entre los que se encuentra la escuela, en la construcción de la violencia y su
legitimación en los jóvenes:
“la pobreza estructural, el repliegue del Estado social y los múltiples fracasos de las
instituciones modernas –como la escuela, los partidos políticos, la propia familia-
como garantes de la incorporación, de socializaciones “exitosas” y como
escenarios para la construcción de ciudadanía.”
Martin Jesús Barbero, en su libro de “los medios a las mediaciones” (2003) nos pone
en un plano de la arquitectura social, donde resalta en primer lugar la importancia
de los medios¸ entendida como los usos y herramientas usadas por el hombre para
emitir sus mensajes, por donde la cultura hegemónica de nuestra sociedad actual
se ha ido posicionando en el imaginario colectivo. Sin embargo, su análisis no queda
allí, ya que esta cultura hegemónica, según Babero, los valores del capitalismo, que
es recepcionada a través de los grandes medios de comunicación, hablando desde la
actualidad, es transformada e interpretada por los actores sociales (audiencias) de
acuerdo a sus propias realidades y puntos de vista, lo que permite que al final de
cuentas se convierta en las acciones que cambiaran su entorno.
En ese sentido, las mediaciones son ámbitos de influencia cultural, desde la cual los
significados y sentidos son producidos y apropiados por los que los miembros que la
19
conforman. Sea la familia, la escuela, el barrio, los espacios donde interacciona el
individuo, son ámbitos de múltiples mediaciones por donde se canalizan los
mensajes y discursos fuerza que rigen la sociedad, para ser adoptados y utilizados
en la transformación de los propios ámbitos que la contienen.
¿No será este el sistema y sus respectivos flujos y procesos por donde la violencia
llega a legitimarse en las escuelas?
Pensamos que esta es una realidad cotidiana, pero se deja en claro que no son las
estructuras las que predominan, sino el poder de las mediaciones, de la redundancia
de los discursos, la propagación de los mensajes que se dan indefectiblemente
través de la interacción que finalmente construye un nuevos tipos de vida, de
símbolos, de convivencia.
En efecto, podemos esbozar tres caminos de estudio que nos permitan llegar hacia
una interpretación desde la comunicología: interacción, procesos de comunicación y
construcción del mundo.
20
3. Lectura desde la Comunicología posible
A partir de uno de las cinco dimensiones que propone esta teoría, nos apoyaremos
para trabajar el análisis de las percepciones de los estudiantes.
21
BIBLIOGRAFIA
1.
REFERENCIAS
22