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ORGANIZACIÓN DE LOS TRIBUNALES Y COADYUVANTES A LA

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

CLASIFICACIÓN DE LOS TRIBUNALES DE JUSTICIA

Teniendo en consideración diversos aspectos orgánicos – procesales es posible


realizar diversas clasificaciones de los tribunales de justicia. Las distinciones más
importantes son las siguientes:

Según la fuente de origen los tribunales se clasifican en ordinarios,


especiales y arbitrales.

Los tribunales ordinarios integran el Poder Judicial y son aquellos que se


encuentran establecidos jerárquicamente en el Código Orgánico de Tribunales y a
los que corresponde el conocimiento de la inmensa mayoría de los conflictos
jurídicos que pueden requerir del ejercicio de la jurisdicción. Conforme lo
dispuesto en el artículo 5 inciso 2° del Código Orgánico de Tribunales los
tribunales ordinarios son la Corte Suprema, las Cortes de Apelaciones, los
tribunales del juicio oral en lo penal, los juzgados de garantía, los juzgados de
letras y los Presidentes y Ministros de Corte en los casos en que actúan como
tribunales unipersonales de excepción. Estos dos últimos se denominan,
también, tribunales ordinarios accidentales o de excepción porque, a diferencia
de los primeros, la función jurisdiccional no la ejercen en forma permanente sino
sólo en el evento que exista un conflicto de especial relevancia que autorice su
intervención de conformidad a la ley.

Los tribunales especiales son aquellos que se encuentran regulados en una ley
especial que los faculta para conocer únicamente de las materias que dicha ley
autoriza. A partir de la lectura del artículo 5 inciso 3° del Código Orgánico de
Tribunales y de otras leyes especiales podemos señalar como tribunales de este
tipo a los tribunales de familia, los del trabajo y cobranza laboral y previsional,
los tribunales militares en tiempos de paz (tribunales militares, navales,
aeronáuticos y Cortes Marciales), los tribunales aduaneros, tributarios, los
juzgados de policía local, tribunal constitucional, tribunal calificador de
elecciones, tribunales electorales regionales y tribunales militares en tiempos de
guerra. Por definición, los juzgados especiales también se encuentran bajo la
superintendencia directiva, correccional y económica de la Corte Suprema
(artículo 79 de la Constitución Política de la República) Se exceptúan de este
control, sin embargo, el tribunal constitucional, el tribunal calificador de
elecciones, los tribunales electorales regionales y los tribunales militares en
tiempos de guerra.

Los tribunales arbitrales, finalmente, se componen de jueces árbitros que son


aquellos nombrados por las partes, o por la autoridad judicial en subsidio, para
la resolución de un asunto litigioso (artículo 222 del Código Orgánico de
Tribunales) Los jueces árbitros pueden ser de derecho, arbitradores o mixtos.

Según su composición los tribunales se clasifican en unipersonales,


unipersonales de composición múltiple y colegiados.

Los tribunales unipersonales son aquellos que se encuentran compuestos por un


solo juez. Por ejemplo, un juzgado de letras, uno mixto o un juzgado de garantía
con dotación legal de un juez.

Los tribunales unipersonales de composición múltiple son aquellos que se


encuentran constituidos por varios jueces pero, cada uno de ellos, desarrolla la
función jurisdiccional con independencia de los restantes miembros del tribunal.

Los tribunales colegiados, en cambio, son aquellos que se encuentran


constituidos por varios jueces y la función jurisdiccional la realizan en forma
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conjunta o colegiada. Estos tribunales, entonces, funcionan en salas compuestas,
cada una de ellas, por más de un juez y es necesaria la concurrencia de todos
ellos para la validez de la resolución del conflicto jurídico respectivo. Ejemplos de
este tipo son la Corte Suprema, las Cortes de Apelaciones, las Cortes Marciales,
los tribunales del juicio oral en lo penal, el tribunal constitucional.

Según la jerarquía que detentan los tribunales pueden ser superiores o


inferiores. Los tribunales superiores de justicia son la Corte Suprema y las
Cortes de Apelaciones. Los tribunales inferiores de justicia, a contrario sensu,
son los restantes.

LOS TRIBUNALES ORDINARIOS DE JUSTICIA

1.- Los juzgados de garantía

Los juzgados de garantía, entonces, son tribunales ordinarios de competencia


penal compuestos por uno o más jueces que conocen y resuelven en forma
unipersonal los procesos en que intervienen y cuyo rol fundamental es cautelar el
respeto a las garantías y derechos del imputado y la legalidad de la investigación
desarrollada por el ministerio público (artículos 14 y siguientes del Código
Orgánico de Tribunales)

El rol de los tribunales de garantía se encuentra asociado a las etapas de inicio,


de investigación, intermedia y de ejecución de las sentencias definitivas en el
nuevo proceso penal chileno. Este tipo de juzgados, además, cuenta con una
planta profesional en el área de gestión agrupada en unidades operativas a cargo
del administrador del tribunal (artículo 25 del Código Orgánico de Tribunales) y,
en los tribunales en los que sirven tres o más jueces, el diseño y la fiscalización
de la orgánica de funcionamiento interno está entregada al juez presidente y al
comité de jueces (artículos 22, 23 y 24 del Código Orgánico de Tribunales)

En los lugares en los que no existen juzgados de garantía, dicha función la


realizan los juzgados de letras respectivos, pasando a denominarse por esta
razón, juzgados o tribunales mixtos. Por ejemplo, el juzgado mixto de Paillaco o
de Panguipulli.

Las principales funciones de los tribunales de garantías son las siguientes:

- Otorgar autorizaciones judiciales previas que solicite el ministerio público para


realizar actuaciones que priven, restrinjan o perturben los derechos de un
imputado o de terceros que se encuentran asegurados en la Constitución (artículo
9 del Código Procesal Penal)

- Controlar la legalidad de las detenciones de personas imputadas de haber


cometido un delito flagrante.

- Dirigir las audiencias públicas de la fase de la investigación y resolver los


incidentes que se promuevan en ellas.

- Resolver acerca de la procedencia de la prisión preventiva o de cualquier otra


medida cautelar respecto de un imputado.

- Dirigir la audiencia de preparación de juicio oral. Esta audiencia oral y pública


es aquella que se realiza con la presencia del fiscal, la defensa, el imputado y el
querellante, si lo hay, con el propósito de discutir acerca de las pruebas que
serán presentadas en el juicio oral y las que serán excluidas del mismo, así como
también, acerca de los hechos que se tendrán por probados (convenciones
probatorias) (artículo 260 y siguientes del Código Procesal penal)
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- Dictar sentencia en el procedimiento abreviado, cuando corresponda. En virtud
de este procedimiento abreviado el imputado asistido por su abogado renuncia
libre e informadamente a su derecho a tener un juicio oral, aceptando
expresamente los hechos contenidos en la acusación y los antecedentes en que se
funda la investigación. Para que tenga lugar el procedimiento abreviado el fiscal
debe requerir la imposición de una pena no superior a cinco años en cuyo caso el
juez de garantía procede a dictar la sentencia de inmediato pues, al haberse
aceptado los hechos, no existe prueba ni juicio propiamente tal (artículo 406 y
siguientes del Código Procesal Penal)

- Conocer y fallar las faltas penales y algunos simples delitos conforme al


denominado procedimiento monitorio y procedimiento simplificado. En este
último caso, el juez de garantía es competente tanto en el caso que el imputado
acepte la responsabilidad en el hecho en los términos del artículo 395 del Código
Procesal Penal ( procedimiento simplificado propiamente tal) o en el evento
contrario, en cuyo caso tendrá lugar el llamado juicio simplificado (artículo 396
del Código Procesal Penal)

- Aprobar los denominados acuerdos reparatorios que son aquellos celebrados


entre el imputado y la víctima del delito cuando sólo se refieren a hechos
investigados que afecten bienes jurídicos disponibles de carácter económico,
lesiones menos graves o cuasidelitos (artículo 241 del Código Procesal Penal)

- Aprobar la suspensión condicional del procedimiento que es una forma de poner


término a un proceso mediante un acuerdo entre el fiscal y el imputado, supuesto
que concurran ciertos requisitos legales y el imputado cumpla con las
condiciones establecidas y las exigencias legales (artículo 237 del Código Procesal
Penal.

- Pronunciarse acerca del discernimiento de un menor de edad sometido a ese


trámite cuando fuere procedente (artículo 28 de la ley N°16.618)

- Controlar la detención y aplicar, en su caso, medidas cautelares a las personas


que hubiesen cometido un acto de violencia intrafamiliar en horas o días en que
no funcione el tribunal de familia competente (artículo 83 inciso 2° de la ley
N°19.968)

- Controlar la ejecución de las condenas criminales y de las medidas cautelares o


de seguridad que se establezcan (artículo 14 letra f) del Código Orgánico de
Tribunales y 150 del Código Procesal Penal)

2.- Los tribunales del juicio oral en lo penal

Son tribunales ordinarios de competencia penal de carácter colegiado llamados a


conocer de las causas por crimen o simple delito que no sean de conocimiento de
un juez de garantía y a conducir el debate durante el juicio oral para resolver,
luego, acerca de la culpabilidad o inocencia del acusado.

Este tipo de tribunales funcionan en una o más salas integradas, siempre, por
tres jueces. Cada sala es dirigida por un juez presidente de sala, quien tiene
varias de las atribuciones concedidas por la ley para los presidentes de sala de
Corte de Apelaciones (artículo 92 del Código Orgánico de Tribunales).

La integración de estas salas, esto es, la individualización de los jueces que las
compondrán se determina mediante un sorteo anual que se efectúa en el mes de
enero de cada año. Asimismo, la distribución de las causas penales entra las
diversas salas de un mismo tribunal, en el caso que las haya, se verifica de
acuerdo a un procedimiento objetivo y general que debe ser anualmente aprobado
por el comité de jueces del tribunal a propuesta del juez presidente (artículo 17
del Código Orgánico de Tribunales)
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Desde un punto de vista administrativo cabe consignar que los tribunales del
juicio oral en lo penal se organizan en base a unidades operativas de gestión a
cargo del administrador del tribunal (artículo 25 del Código Orgánico de
tribunales) y de una orgánica judicial interna compuesta por un juez presidente y
por el comité de jueces (artículos 23, 24 y 25 del Código Orgánico de Tribunales)

Las funciones propias de los tribunales del juicio oral en lo penal son las
siguientes (artículo 18 del Código Orgánico de Tribunales)

- Conocer y juzgar en el juicio oral las causas por crimen o simple delito, salvo
aquellas relativas a simples delitos cuyo conocimiento y fallo corresponde a un
juez de garantía por la vía del juicio simplificado o de los procedimientos
simplificado o abreviado. El juicio oral, entonces, es aquel que se realiza en una o
más audiencias continuas, concentradas, orales y públicas ante el tribunal del
juicio oral en lo penal quien conoce directamente la acusación, la defensa y las
pruebas aportadas por los intervinientes.

- Resolver, cuando corresponda, acerca de la libertad o prisión preventiva de los


acusados puestos a su disposición.

- Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral.

- Conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal les encomiende.

3.- Los juzgados de letras

Los juzgados de letras son tribunales ordinarios unipersonales que,


regularmente, detentan competencia común o general en una comuna o
agrupación de comunas.

En la actualidad los juzgados de letras pueden ser de tres categorías, de menor a


mayor: comuna, capital de provincia o de asiento de Corte de Apelaciones. En
algunos casos los de asiento de Corte de Apelaciones tienen competencia
exclusiva para conocer sobre ciertos juicios, por ejemplo, los de hacienda (artículo
48 del Código Orgánico de Tribunales)

Los juzgados de letras, son tribunales de competencia residual, esto es, conocen
generalmente de todos los asuntos acaecidos dentro de su territorio, salvo
aquéllos que se encuentran entregados al conocimiento de otro tribunal, en el
caso que éste exista dentro de dicho territorio. En consecuencia, la función de los
juzgados de letras es más bien de orden regional o rural, esto es, pueden actuar
como tribunal civil, de comercio, laboral, de familia o de garantía en todos
aquellos lugares donde no existe un tribunal especializado en alguna de estas
materias. Es por esta razón que la ley también se refiere a ellos como tribunales
mixtos.

Los juzgados de letras se encuentran compuestos por un juez de letras, un


secretario y por funcionarios de secretaría denominados por la ley oficiales.

La función del secretario es de orden administrativa y jurisdiccional. Se encarga


de certificar la autenticidad de las actuaciones procesales del tribunal y de
subrogar al juez en caso de ausencia de éste (artículo 47A del Código Orgánico de
Tribunales).

La competencia absoluta de los juzgados de letras en razón de la materia es la


siguiente:

Conocer en única instancia de los asuntos civiles y comerciales cuya cuantía no


exceda de un monto económico determinado (artículo 45 N°1 letras a) y b) del
Código Orgánico de Tribunales)
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Conocer en primera instancia de los asuntos contenciosos civiles y comerciales
cuya cuantía exceda de un monto económico determinado (artículo 45 N°2 letra
a) del Código Orgánico de Tribunales)

Conocer en primera instancia de las causas de minas, esto es, aquéllas en que se
conocen derechos reconocidos por el Código de Minería, cualquiera sea su
cuantía (artículo 45 N°2 letra b) del Código Orgánico de Tribunales)

Conocer en primera instancia de los actos judiciales no contenciosos, cualquiera


sea su cuantía, con excepción de la solicitud de nombramiento de curador
especial, pues ésta es de competencia del tribunal de familia en el evento que
exista este tribunal en el territorio del juzgado de letras (artículo 45 N°2 letra c)
del Código Orgánico de Tribunales)

Conocer en primera instancia de las causas civiles y de comercio cuya cuantía


sea inferior a un determinado monto económico en que sean parte o tengan
interés algunas de las personas que gozan del denominado fuero menor. A este
tema nos referimos en el capítulo anterior al analizar el factor fuero propio de la
competencia absoluta (artículo 45 N°2 letra g) del Código Orgánico de Tribunales)

Conocer en primera instancia de las causas laborales y de familia a falta de un


tribunal especial que conozca de ellas en el territorio del juzgado de letras. La
alusión se encuentra referida a los tribunales de familia, a los tribunales
laborales y a los de cobranza laboral y previsional (artículo 45 N°2 letra h)

Cumplir las funciones de juez de garantía en los lugares en que no exista uno
(artículo 46 del Código Orgánico de Tribunales)

Conocer en primera instancia, sólo en cuanto se trate de un juzgado de letras de


asiento de Corte de Apelaciones, de las causas de hacienda cualquiera sea su
cuantía excepto que el Fisco obre como demandante, en cuyo caso, éste puede
ocurrir al tribunal indicado o al del domicilio del demandado (artículo 48 del
Código Orgánico de Tribunales) Las mismas reglas se aplican a los asuntos
judiciales no contenciosos en que tenga interés el Fisco.

Los juicios de hacienda son aquellas controversias civiles en que tiene interés el
Fisco de Chile y se tramitan conforme a las reglas del artículo 748 y siguientes
del Código de Procedimiento Civil. La representación del Fisco corresponde en
Chile, por lo general, al Consejo de Defensa del Estado.

Conocer de otras materias que las leyes le encomienden. En tal sentido podemos
señalar que existen diversos textos normativos que entregan competencia a los
juzgados de letras. Por ejemplo, algunas infracciones contenidas en la ley de
bosques o en la ley de pesca.

4.- LOS TRIBUNALES UNIPERSONALES DE EXCEPCIÓN.

También denominados tribunales accidentales o extraordinarios, se constituyen


únicamente cuando existe un conflicto jurídico que resolver de aquellos
expresamente señalados en la ley. Se trata de tribunales unipersonales
compuestos por un ministro de Corte y ejercen la función jurisdiccional en
primera instancia. La existencia de estos tribunales de excepción se encuentra
directamente vinculada con el factor fuero, a propósito de la competencia
absoluta.

Los tribunales unipersonales de excepción son los siguientes:

- Un ministro de Corte de Apelaciones (Artículo 50 del Código Orgánico de


Tribunales)

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Un ministro de la Corte de Apelaciones respectiva, según el turno que se
establezca, conoce en primera instancia de los siguientes asuntos:

a) Las causas civiles en que sean parte o tengan interés el Presidente de la


República, los ex Presidentes de la República, los Ministros de Estado,
Senadores, Diputados, miembros de los tribunales superiores de justicia,
Contralor General de la República, Comandantes en Jefe de las Fuerzas
Armadas, General Director de Carabineros de Chile, Director General de la Policía
de Investigaciones de Chile, Intendentes y Gobernadores, los Agentes
Diplomáticos chilenos, los Embajadores y los Ministros Diplomáticos acreditados
con el Gobierno de la República o en tránsito por su territorio, los Arzobispos, los
Obispos, los Vicarios Generales, los Provisores y los Vicarios Capitulares.

b) Las demandas civiles que se entablen contra los jueces de letras para hacer
efectiva la responsabilidad civil resultante del ejercicio de sus funciones
ministeriales y de cualquiera otra que una ley expresamente señale.

La apelación deducida en contra de la sentencia definitiva de primera instancia


pronunciada por un ministro será conocida en segunda instancia por esta misma
Corte de Apelaciones (Artículo 63 N°3 letra a) del Código Orgánico de Tribunales)
En este caso, sin embargo, se encuentra impedido el ministro que conoció como
tribunal de excepción de integrar la sala que conocerá de la apelación.

- El Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago (Artículo 51 del


Código Orgánico de Tribunales)

El Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago conoce en primera instancia


de los siguientes asuntos:

a) De las causas sobre amovilidad de los ministros de la Corte Suprema. Esta


disposición debe ser concordada con los artículos 53 N°1, 66 inciso 4° y 324 y
siguientes del Código Orgánico de Tribunales. Asimismo, estas normas se
encuentran relacionadas con aquéllas de rango constitucional que ya analizamos
con motivo del análisis de la responsabilidad de los jueces en cuanto a que la
inamovilidad de éstos termina al incurrirse en "mal comportamiento". El proceso
de amovilidad, entonces, tiene por objeto constatar este "mal comportamiento" y,
hecho, marginar del servicio judicial al funcionario infractor. La apelación
deducida en contra de la sentencia de amovilidad es conocida en este caso por la
Corte de Apelaciones de Santiago (Artículo 64 del Código Orgánico de Tribunales)

b) De las demandas civiles que se entablen contra uno o más miembros de la


Corte Suprema o contra su fiscal judicial para hacer efectiva su responsabilidad
civil por actos cometidos en el desempeño de sus funciones. La apelación de la
sentencia también será conocida en este caso por la Corte de Apelaciones de
Santiago (Artículo 64 del Código Orgánico de Tribunales)

- Un ministro de la Corte Suprema (Artículo 52 del Código Orgánico de


Tribunales)

Un ministro de la Corte Suprema designado por este tribunal conoce en primera


instancia de las siguientes materias:

a) De las cuestiones o juicios entre la Corporación de Ventas de Salitre y Yodo de


Chile y las empresas adheridas o que se retiren de la misma. En segunda
instancia conoce la Corte Suprema en Tribunal Pleno (Artículo 23 de la ley
N°12.033)

b) De los delitos de jurisdicción de los tribunales chilenos, cuando puedan afectar


las relaciones internacionales de la República con otro Estado. Esta materia fue
incluida por el artículo 7° de la ley N°19.047 de 14 de febrero de 1991 y se
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encuentra aún vigente (esta disposición no tiene sentido alguno en la actualidad
a causa de la promulgación de la ley N°19.696 del año 2000 que implementó la
denominada reforma procesal penal. En efecto, de conformidad al artículo 1° de
la ley N°19.640 le corresponde al Ministerio Público en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito. En el mismo sentido, son los
juzgados de garantía y los tribunales del juicio oral en lo penal los únicos
competentes para conocer en sede judicial de los procesos penales. Así las cosas,
en la actualidad ningún ministro de Corte tiene competencia absoluta en lo penal
para conocer como tribunal unipersonal, por lo que, debe entenderse que la
norma transcrita se encuentra hoy tácitamente derogada.)

c) Del procedimiento de extradición pasiva. En caso de que algún Estado solicite


la extradición de una persona que se encuentre en el territorio nacional chileno el
procedimiento en cuanto a hacer o no lugar a ella será de competencia de un
ministro de la Corte Suprema. En contra de la sentencia que se pronunciare
sobre la extradición proceden los recursos de apelación y de nulidad para ante la
sala penal de la Corte Suprema (Artículo 450 del Código Procesal Penal)

- El Presidente de la Corte Suprema (Artículo 53 del Código Orgánico de


Tribunales)

El Presidente de la Corte Suprema conoce en primera instancia de los siguientes


asuntos:

a) De las causas sobre amovilidad de los ministros de las Cortes de Apelaciones.


El conocimiento en segunda instancia corresponde en este caso a la Corte
Suprema en tribunal pleno (Artículo 96 N°3 del Código Orgánico de Tribunales)

b) De las demandas civiles que se entablen contra uno o más miembros o fiscales
judiciales de las Cortes de Apelaciones para hacer efectiva su responsabilidad
civil por actos cometidos en el desempeño de sus funciones.

c) De las causas de presas y demás que deban juzgarse con arreglo al derecho
internacional. El conocimiento en segunda instancia corresponde en este caso y
en el anterior consignado en la letra b) a la sala respectiva de la Corte Suprema
(Artículo 98 N°6 del Código Orgánico de Tribunales)

5.- LAS CORTES DE APELACIONES

Las Cortes de Apelaciones son tribunales ordinarios, colegiados compuestos por


un número variable de jueces llamados ministros y cuya función primordial es
ejercer dentro de su territorio la jurisdicción en segunda instancia y,
excepcionalmente, conocer en primera o única instancia de ciertos procesos, así
como también, de todos aquellos recursos judiciales expresamente establecidos
en la ley.

En Chile existen actualmente 17 Cortes de Apelaciones con competencia en cada


una de las regiones del país con excepción de aquellas regiones en que existe más
de una. Las Cortes en actual funcionamiento son las siguientes: Arica, Iquique,
Antofagasta, Copiapó, La Serena, Valparaíso, Santiago, San Miguel, Rancagua,
Talca, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Coihaique y Punta
Arenas (Artículo 54 del Código Orgánico de Tribunales)

Los ministros de las Cortes de Apelaciones son nombrados por el Presidente de la


República a partir de una terna (nómina de tres postulantes) confeccionada por la
Corte Suprema (Artículo 75 de la Constitución Política de la República)

- COMPOSICIÓN DE LAS CORTES

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Las Cortes de Apelaciones tienen un número variable de ministros, cuestión que
se encuentra expresamente regulada en la ley en el artículo 56 del Código
Orgánico de Tribunales. La composición de este tipo de tribunales es la siguiente:

a) Presidente de la Corte de Apelaciones: El artículo 57 del Código Orgánico


de Tribunales dispone que este tipo de tribunales sean regidos por un Presidente
cuyas funciones se inician el día 1° de marzo de cada año y se prolongan hasta el
último día hábil del mes de febrero del año siguiente. La designación de los
ministros debe corresponder por turno según el orden de antigüedad en la
categoría correspondiente del escalafón judicial.

Además de las funciones propias del Presidente derivadas de su cargo de ministro


en el caso que integre una sala de la Corte el artículo 90 del Código Orgánico de
Tribunales le otorga diversas funciones adicionales, tales como: 1) presidir el
respectivo tribunal en todas sus reuniones públicas; 2) instalar diariamente la
sala o salas de la Corte para su funcionamiento, haciendo llamar si fuere
necesario, a los funcionarios que deben integrarlas; 3) formar el último día hábil
de cada semana las tablas – nómina de las causas que serán conocidas por la
Corte – de que deba ocuparse el tribunal o sus salas en la semana siguiente; 4)
abrir y cerrar las sesiones del tribunal, anticipar o prorrogar las horas de
despacho en caso que así lo requiera algún asunto urgente y grave y convocar
extraordinariamente al tribunal cuando fuere necesario; 5) mantener el orden
dentro de la sala del tribunal; 6) dirigir los debates del tribunal; 7) fijar las
cuestiones que hayan de debatirse y las proposiciones sobre las cuales haya de
recaer la votación; 8) poner a votación las materias discutidas cuando el tribunal
haya declarado concluido el debate; 9) enviar al Presidente de la Corte Suprema
antes del quince de febrero de cada año la estadística exigida por el artículo 589
del Código Orgánico de Tribunales para los efectos de la cuenta anual; 10) dar
cuenta al presidente del Corte Suprema de las causas en que no se haya dictado
sentencia en el plazo de treinta días, contados desde el término de la vista de la
causa y de los motivos del retardo.

Además de estas atribuciones genéricas el Presidente de la Corte cuenta con


diversas otras facultades de orden administrativo tales como: sortear entre las
salas del tribunal las causas que deben agregarse extraordinariamente a la tabla,
conceder las solicitudes de feriado legal y de permisos administrativos, proceder
al nombramiento de ciertos funcionarios de los tribunales, etc.

b) Ministros de la Corte: Son aquellos jueces encargados de integrar las diversas


salas de la Corte a fin de conocer las materias sometidas a su conocimiento.

c) Abogados Integrantes: Son abogados designados por el Presidente de la


República encargados de subrogar en una Corte de Apelaciones a algún ministro
que se encuentre ausentes de sus funciones.

d) Fiscales Judiciales: Son aquellos funcionarios auxiliares de la administración


de justicia insertos dentro de la estructura orgánica del Poder Judicial y cuya
función principal es vigilar el correcto desempeño de los ministros de las Cortes
de Apelaciones, fiscales judiciales, jueces y demás funcionarios judiciales con el
propósito de detectar cualquier falta o abuso o incorrecciones cometidas en el
ejercicio de sus cargos. La ley les asigna, además, la función de emitir informes
jurídicos con motivo de la tramitación de ciertas causas y asumir una posición
activa poniendo en conocimiento de sus superiores cualquier irregularidad
administrativa detectada al interior del Poder Judicial (Por ejemplo, sustentar
una solicitud de querella de capítulos)

e) Relatores: Son funcionarios auxiliares de la administración de justicia


encargados de informar metódicamente a los ministros que conocen de una
causa acerca del contenido de ésta a fin de que puedan resolver lo debatido. Esta
comunicación se verifica en relación o en cuenta.

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f) Secretarios: Son auxiliares de la administración de justicia encargados de
certificar o dar fe acerca de la autenticidad de las actuaciones de la Corte, velar
por el normal funcionamiento administrativo de la misma y cumplir con las
demás funciones a ellos encargadas por la ley.

g) Personal Subalterno: Son empleados, también llamados oficiales, cuya


función es desempeñar las labores administrativas derivadas del funcionamiento
de las Cortes de Apelaciones.

- CONOCIMIENTO DE LAS CORTES

El conocimiento de todos los asuntos sometidos a la competencia de las Cortes de


Apelaciones puede verificarse en sala o en pleno. Este corresponde al
funcionamiento ordinario de una Corte de Apelaciones.

El conocimiento en sala significa que el asunto respectivo será analizado y


resuelto por alguna de las salas de la Corte en cuyo caso debe estar integrada por
tres ministros (Artículo 67 inciso 2° del Código Orgánico de Tribunales) En estos
casos cada sala representa a la Corte en los asuntos de que conoce (Artículo 66
inciso 2° del Código Orgánico de Tribunales)

Las Cortes de Apelaciones conocen en sala de las siguientes materias:

a) En única instancia (Artículo 63 N°1 del Código Orgánico de Tribunales)

- De los recursos de casación en la forma que se interpongan en contra de las


sentencias dictadas por los jueces de letras de su territorio o por uno de sus
ministros y de las sentencias definitivas de primera instancia dictadas por jueces
árbitros.

- De los recursos de nulidad interpuestos en contra de las sentencias definitivas


dictadas por un tribunal con competencia en lo criminal en los casos que proceda
este recurso.

- De los recursos de queja que se deduzcan en contra de jueces de letras, jueces


de policía local, jueces árbitros y órganos que ejerzan jurisdicción dentro de su
territorio.

- De la extradición activa

- De las solicitudes que se formulen de conformidad a la ley procesal para


declarar si concurren las circunstancias que habilitan a la autoridad requerida
para negarse a proporcionar determinada información, siempre que la razón
invocada no fuere que la publicidad pudiere afectar la seguridad nacional.

- Otros asuntos contenidos en normas especiales como el recurso de hecho (civil o


penal) que es aquel que tiene por objeto obtener de la Corte que enmiende, de
conformidad a derecho, el agravio producido a una parte por un tribunal inferior
al pronunciarse sobre un recurso de apelación (Por ejemplo, el tribunal recurrido
no concedió un recurso de apelación, debiendo haberlo hecho)

Otro ejemplo de asuntos que pueden ser conocidos en única instancia por una
Corte de Apelaciones son las contiendas de competencia (artículo 192 del Código
Orgánico de Tribunales)

b) En primera instancia (Artículo 63 N°2 del Código Orgánico de Tribunales)

- De los recursos de protección y de amparo a que se refieren los artículos 20 y


21, respectivamente, de la Constitución Política de la República.

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- De las querellas de capítulos

- Otros asuntos contenidos en leyes especiales, tales como: el amparo económico


contenido en la ley N°18.971 de 10 de marzo de 1990

c) En segunda instancia (Artículo 63 N° 3 del Código Orgánico de Tribunales)

- De las causas civiles, de familia y del trabajo y de los actos no contenciosos de


que hayan conocido en primera los jueces de letras de su territorio o uno de sus
ministros.

- De las apelaciones interpuestas en contra de las resoluciones dictadas por un


juez de garantía y de las consultas de las sentencias civiles dictadas por los
jueces de letras en el caso que este trámite proceda.

d) Reclamaciones especiales

Existen diversas leyes especiales que conceden competencia a las Cortes de


Apelaciones para conocer de las reclamaciones formuladas en contra de los actos
de ciertos organismos especializados. En algunos casos conocen en única
instancia y, en otros, procede la apelación ante la Corte Suprema. Asimismo,
algunos de estos asuntos son de competencia exclusiva de la Corte de
Apelaciones de Santiago.

Ejemplos: las reclamaciones de ilegalidad en contra de un decreto alcaldicio,


reclamaciones contra la Superintendencia de Valores y seguros, reclamaciones en
contra del Consejo Nacional de Televisión.

El conocimiento en pleno por parte de una Corte de Apelaciones, por su lado,


significa que el asunto en cuestión debe ser resuelto por la totalidad de ministros
que componen la Corte. El artículo 67 del Código Orgánico de Tribunales dispone
que para el funcionamiento del tribunal pleno se requiere, a lo menos, la
concurrencia de la mayoría absoluta de los miembros de que se compone la
Corte.

Las Cortes de Apelaciones conocen en pleno de las siguientes materias:

a) Del ejercicio de las facultades disciplinarias, administrativas y económicas, sin


perjuicio de que las salas puedan ejercer las disciplinarias en los casos de los
artículos 542 y 543 del Código Orgánico de Tribunales en los asuntos que estén
conociendo (artículo 66 inciso 4° del Código Orgánico de Tribunales)

b) Del conocimiento de los desafueros de diputados y senadores.

c) De los juicios de amovilidad en contra de los jueces de letras.

d) De la aplicación de medidas disciplinarias con motivo de la interposición de un


recurso de queja conocido por alguna sala.

e) La Corte de Apelaciones de Santiago en pleno conoce en forma exclusiva de los


recursos de apelación y casación en la forma, en su caso, que incidan en los
juicios de amovilidad y en las demandas civiles contra los ministros y el fiscal
judicial de la Corte Suprema.

Sin embargo, las Cortes de Apelaciones pueden tener un funcionamiento


extraordinario, cuestión que sucede cuando existe retardo, en cuyo caso, la
Corte deberá dividirse extraordinariamente en dos o más salas adicionales. Existe
retardo de conformidad a la ley cuando, dividido el total de causas en estado de
tabla y de las apelaciones que deben conocerse en cuenta, inclusive las

10
criminales, por el número de salas, el cuociente es superior a cien (Artículo 62
inciso 2° del Código Orgánico de Tribunales).

La integración de la sala extraordinaria se conformará con ministros de una sala


ordinaria y fiscales judiciales. A falta de estos podrá incorporarse un abogado
integrante (Artículo 62 inciso 1° del Código Orgánico de Tribunales)

- TRAMITACIÓN ANTE LAS CORTES DE APELACIONES

El artículo 68 del Código Orgánico de Tribunales dispone que las Cortes


resuelven los asuntos en cuenta o previa vista de la causa, según
corresponda.

Las resoluciones de mera sustanciación que son aquellas que tienen por objeto
dar curso progresivo a los autos sin decidir ni prejuzgar ninguna cuestión
debatida entre las partes serán proveídas por el presidente de la sala y, en el
evento de existir más de una, por el presidente de la primera sala.

La diferencia entre el conocimiento en cuenta y en relación radica en que, en este


último caso, han de cumplirse una serie de trámites previos que no son exigidos
para el conocimiento en cuenta, más específicamente, no se exigen la colocación
de la causa en tabla y los alegatos.

En términos generales, dependerá de la naturaleza del asunto sometido a


conocimiento de la Corte si éste se resuelve de una u otra forma. Por ejemplo, se
resuelven en cuenta los recursos de queja, las cuestiones de orden administrativo
y la apelación de toda resolución que no sea sentencia definitiva, a menos que
cualquiera de las partes, dentro del plazo para comparecer en segunda instancia,
solicite alegatos (Artículo 199 inciso 1° del Código de Procedimiento Civil)

Cuando la Corte de Apelaciones procede previa vista de la causa habrán de


verificarse los siguientes trámites previos:

a) Dictación y notificación del decreto "en relación".

b) Colocación de la causa en tabla.

c) El anuncio.

d) La relación.

e) Los alegatos.

6.- LA CORTE SUPREMA

La Corte Suprema es el tribunal de mayor jerarquía en la estructura judicial


chilena. Se trata de un tribunal colegiado de carácter permanente y con
competencia sobre todo el territorio nacional. Su función primordial en el orden
jurisdiccional consiste en conocer en forma exclusiva de los recursos de casación
en el fondo y de revisión. Tiene su sede en la capital de país, y detenta, además,
la superintendencia directiva, correccional y económica sobre todos los tribunales
de Chile, con excepción del tribunal constitucional, el tribunal calificador de
elecciones y los tribunales electorales regionales (Artículo 79 inciso 1° de la
Constitución Política)

A la Corte Suprema le corresponde, asimismo, instar por la uniformación en la


interpretación del derecho que hagan los diversos tribunales del país. Esta

11
función uniformadora del derecho es conocida como homofilaxia. A este tribunal
le correspondía, asimismo, velar por la correcta aplicación de la Constitución por
la vía del recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad. La modificación
introducida a la Carta Fundamental por la ley N°20.050 (2005), sin embargo,
alteró el tratamiento procesal tradicional sobre esta materia y traspasó, además,
su conocimiento al Tribunal Constitucional.

- COMPOSICIÓN DE LA CORTE SUPREMA

a) Presidente de la Corte Suprema: Uno de los ministros de la Corte se


desempeña como su Presidente por el período de dos años luego de ser elegido
por el tribunal pleno. Normalmente la elección recae en el ministro más antiguo y
no puede ser reelecto por otro período.

Dentro de las atribuciones del Presidente de la Corte Suprema se encuentra la de


presidir una audiencia pública el primer día hábil del mes de marzo de cada año
con el propósito de dar cuenta del trabajo efectuado por el tribunal en el año
judicial anterior y del que haya quedado pendiente para el año que se inicia; de
las estadísticas de trabajo remitidas por los tribunales inferiores y de las dudas y
dificultades que hayan ocurrido a la Corte Suprema y a las Cortes de Apelaciones
en la inteligencia y aplicación de las leyes y de los vacíos que se noten en ellas
(Artículo 102 del Código Orgánico de Tribunales)

Otras de las facultades del Presidente se encuentran contenidas en el artículo


105 del Código Orgánico de Tribunales. Entre ellas destacan el ejercicio de varias
de las facultades que el artículo 90 de ese código otorga a los Presidentes de las
Cortes de Apelaciones; formar la tabla respectiva para cada sala del tribunal;
atender al despacho de la cuenta diaria y dictar los decretos o providencias de
mera sustanciación de los asuntos de que corresponda conocer al tribunal o a
cualquiera de sus salas. Recordemos, asimismo, que el Presidente de la Corte
Suprema puede además actuar como tribunal unipersonal de excepción en los
casos previstos en el artículo 53 del Código Orgánico de Tribunales.

b) Ministros: El máximo tribunal del país cuenta con veintiún ministros


designados por el Presidente de la República con acuerdo del Senado de una
quina elaborada por la propia Corte Suprema.

c) Un Fiscal Judicial: El fiscal judicial de la Corte Suprema tiene a su cargo la


dirección del ministerio público judicial y de él dependen directamente los fiscales
judiciales de todas las Cortes de Apelaciones del país.

d) Un Secretario y un Prosecretario: Desempeñan funciones administrativas de


apoyo a la labor jurisdiccional de la Corte. Entre otras cosas, tienen a su cargo la
custodia de los expedientes, la certificación de ciertos hechos a solicitud del
interesado y dan fe de la autenticidad de las firmas suscritas por los ministros.
Se trata de profesionales abogados.

e) Relatores: Tal como sucede con las Cortes de Apelaciones los ministros de la
Corte Suprema se interiorizan de los procesos, en los casos en que la ley lo
faculta, mediante la relación o exposición verbal que de ellos hacen los abogados
que forman parte del tribunal denominados relatores.

f) Funcionarios subalternos: Son aquellos empleados judiciales, también


denominados oficiales de secretaría, encargados de cumplir labores de apoyo
administrativo a la función jurisdiccional.

- FUNCIONAMIENTO DE LA CORTE SUPREMA

Conforme lo prevenido en el artículo 95 del Código Orgánico de Tribunales la


Corte Suprema puede funcionar en sala o en pleno.
12
A diferencia de las Cortes de Apelaciones el funcionamiento en sala del máximo
tribunal se verifica a través de salas especializadas abocadas al conocimiento
exclusivo de ciertas materias. El funcionamiento en salas es ordinario cuando se
encuentran operativas la primera sala civil, la segunda sala penal y la
tercera sala constitucional y del contencioso administrativo. El
funcionamiento en salas es extraordinario, en cambio, cuando además de las
tres salas ordinarias, se abre una cuarta sala laboral y mixta.

Según lo dispuesto en el artículo 99 del Código Orgánico de Tribunales la Corte


Suprema, cada dos años, debe establecer mediante auto acordado las materias
que conocerá cada sala en su funcionamiento ordinario y extraordinario.

TRIBUNALES ESPECIALES

1.- LOS JUZGADOS DE FAMILIA.

Se trata de tribunales especiales, de carácter unipersonal pero de composición


múltiple, compuestos por un número variable de jueces. Cada juzgado de familia
tiene su asiento en una comuna del territorio nacional, pero su competencia
puede extenderse a una agrupación de comunas. El artículo 4 de la ley respectiva
se refiere a este punto. La función más relevante de estos tribunales es garantizar
con la debida reserva el cumplimiento de las normas del derecho de familia y el
interés superior del niño.

- COMPETENCIA Y PROCEDIMIENTO

La competencia de estos tribunales especiales se encuentra regulada en el


artículo 8 de la ley respectiva. En general, conocen en primera instancia de todas
aquellas materias de orden infraccional, personal o patrimonial derivadas de las
relaciones familiares o concernientes a los menores de edad. Entre estos asuntos
destacan:

a) Las causas relativas al derecho de cuidado personal de los niños, niñas o


adolescentes;

b) Las causas relativas al derecho y el deber del padre o de la madre que no tenga
el cuidado personal del hijo a mantener con éste una relación directa y regular
(denominado antiguamente derecho de visitas);

c) Las causas relativas al derecho de alimentos;

d) Las causas relativas a la aplicación de alguna medida de protección a niños o


adolescentes en grave vulneración o amenaza de sus derechos;

e) Las acciones de separación, nulidad y divorcio reguladas en la Ley de


Matrimonio Civil;

f) Las causas sobre violencia intrafamiliar.

g) Las causas relativas al maltrato de niños o adolescentes de conformidad al


artículo 62 de la ley N°16.618;

h) Los procedimiento previos a la adopción y el procedimiento de adopción


contenido en el título III de la ley N°19.620;

i) La separación judicial de bienes;

13
Es importante destacar, además, que en aquellas comunas en las que no existen
juzgados especializados de familia las funciones propias de estos deben ser
abordadas por los juzgados de letras.

En lo concerniente al procedimiento utilizado en los juzgados de familia la ley


reproduce las reglas generales implementadas con motivo de los juzgados de
garantía y del juicio oral en lo penal en cuanto a que dicho procedimiento debe
ser oral, concentrado y desformalizado; se desarrolla en audiencias continuas en
las que tanto las actuaciones procesales como las diligencias de prueba se
realizan siempre con la presencia del juez y de los intervinientes, quedando
prohibida la delegación de funciones. El juez, además, debe formar su convicción
sobre la base de las alegaciones y pruebas que personalmente haya recibido, no
obstante lo cual, se faculta a aquél para adoptar, de oficio, todas las medidas
necesarias para llevar a término el proceso con la mayor celeridad.

Una importante innovación introducida por la ley que crea los tribunales de
familia hace aplicable en ciertos casos la mediación familiar que consiste en un
sistema de resolución de conflictos en el que un tercero imparcial (distinto al
juez), sin poder decisorio, llamado mediador, ayuda a las partes a buscar por sí
mismas una solución al conflicto y sus efectos, mediante acuerdos.

La mediación es un procedimiento que produce como efecto la suspensión del


proceso judicial. En caso de llegarse a acuerdo sobre todos o algunos de los
puntos sometidos a mediación, se dejará constancia de ello en un acta de
mediación que deberá ser remitida por el mediador al tribunal para su
aprobación en todo aquello que no fuere contrario a derecho. Aprobada por el
juez de familia, tendrá valor de sentencia ejecutoriada. En el evento de no llegarse
acuerdo, en cambio, el acta de mediación será remitida al tribunal, terminando la
suspensión del procedimiento judicial a fin de que sea el juez de familia quien
dirima el conflicto (Artículos 103 y siguientes)

- ESTRUCTURA INTERNA DE LOS JUZGADOS DE FAMILIA

a) Los jueces de familia. Cumplen con la función jurisdiccional en forma


unipersonal. Esta labor, con excepción del despacho diario escrito, la realizan en
las audiencias que presiden.

El artículo 118 de la ley hace aplicable a los juzgados de familia, en cuanto


resulten compatibles, las normas del Código Orgánico de Tribunales para los
juzgados de garantía y tribunales del juicio oral en lo penal en lo que dice
relación al juez presidente, comité de jueces, administradores de tribunales y
organización administrativa de los juzgados

b) El administrador del tribunal. Es un funcionario auxiliar de la administración


de justicia encargado de organizar y fiscalizar la gestión administrativa del
tribunal. Es designado por el comité de jueces a propuesta en terna del juez
presidente, previo concurso público de oposición y antecedentes.

c) Unidades administrativas especializadas. Al igual que en los tribunales de


competencia penal existen unidades de gestión a cargo de profesionales y dotadas
de funcionarios destinadas a cumplir las siguientes funciones: 1) unidad de sala,
encargada de organizar y asistir al juez en la realización de las audiencias; 2)
unidad de atención de público, destinada a brindar una adecuada atención e
información al público que concurra al juzgado y manejar la correspondencia del
tribunal; 3) unidad de servicios, encargada del soporte técnico computacional del
juzgado, de contabilidad y de coordinación y abastecimiento de las necesidades
materiales del tribunal; y 4) unidad de administración de causas, encargada del
manejo de causas y registro de los procesos en el juzgado, incluida la labor
relativa a las notificaciones; al manejo de las fechas y salas para las audiencias;
al archivo judicial básico; al ingreso y al número de rol de las causas nuevas; a la
14
actualización diaria de la base de datos que contenga las causas del juzgado y a
las estadísticas básicas del mismo (Artículo 2 de la ley N°19.968)

d) El consejo técnico. En cada juzgado de familia debe existir un consejo técnico


interdisciplinario integrado por profesionales especializados en asuntos de la
familia e infancia. Los miembros de este consejo técnico son auxiliares de la
administración de justicia cuya función primordial es asesorar, individual o
colectivamente, a los jueces en el análisis y mejor comprensión de los asuntos
sometidos a su conocimiento, en el ámbito de su especialidad. En particular,
tienen las siguientes funciones: 1) asistir a las audiencias de juicio a que sean
citados con el objetivo de emitir las opiniones técnicas que le sean solicitadas; 2)
asesorar al juez para la adecuada comparecencia y declaración del niño, niña o
adolescente; 3) evaluar la conveniencia de derivar a mediación o aconsejar
conciliación entre las partes y sugerir los términos en que esta última pudiere
llevarse a cabo; y 4) asesorar al juez de familia en todas las materias relacionadas
con su especialidad. A estos consejos técnicos nos referiremos más adelante con
motivo de los coadyuvantes a la administración de justicia.

3.- LOS JUZGADOS LABORALES Y JUZGADOS DE COBRANZA LABORAL Y


PREVISIONAL

- Características y competencia

Los juzgados de letras del trabajo y los de cobranza laboral y previsional son
tribunales especiales integrantes del Poder Judicial, teniendo sus magistrados la
categoría de Jueces de Letras y les son aplicables las normas del Código Orgánico
de Tribunales en todo lo no previsto en la ley N°20.022

Cada juez ejerce unipersonalmente la potestad jurisdiccional y, dependiendo del


número de integrantes de los juzgados, cuestión que varía de caso a caso
conforme a la ley, pueden ser tribunales unipersonales propiamente tal o
unipersonales de composición múltiple.

Los juzgados de letras del trabajo tienen competencia genérica para conocer de
todos aquellos asuntos relativos a las relaciones laborales contenidas, en su
mayoría, en el Código del Trabajo. Los juzgados de cobranza laboral y previsional,
en cambio, conocen específicamente de los juicios en que se demande el
cumplimiento de obligaciones que emanen de títulos a los cuales las leyes
laborales y de previsión o seguridad social otorguen mérito ejecutivo y,
especialmente, la ejecución de todos los títulos ejecutivos regidos por la ley
N°17.322 relativa a la cobranza judicial de imposiciones, aportes y multas en los
institutos de previsión

- Estructura de funcionamiento

Los juzgados de letras del trabajo cuentan también con las mismas cuatro
unidades internas de gestión de sala, atención al público, administración de
causas y de servicios (Artículo 6)

Los juzgados de cobranza laboral y previsional, por su lado, cuentan con estas
mismas unidades, con excepción de la de sala, porque el procedimiento propio de
estos tribunales es escrito y no oral como el de los juzgados de letras del trabajo.
En reemplazo de la unidad de sala, sin embargo, cuentan con la unidad de
liquidación, encargada de efectuar los cálculos, con especial mención del monto
de la deuda, reajustes e intereses y eventualmente las multas que determine la
sentencia (Artículo 12)

15
- Procedimiento. Oralidad y litigación informática.

El procedimiento establecido para los juzgados de letras del trabajo es oral tal y
como se previó anteriormente para los tribunales con competencia penal y los de
familia.

El procedimiento establecido para los juzgados de cobranza laboral y previsional,


en cambio, es escrito, atendida la particular naturaleza de los asuntos de que
conoce este tipo de tribunales.

4.- LOS JUZGADOS DE POLICÍA LOCAL

Se encuentran regulados en el Decreto Supremo N°307 del Ministerio de Justicia


de 23 de mayo de 1978 que fijó el texto refundido, coordinado y sistematizado de
la ley N°15.231 sobre organización y atribuciones de los juzgados de policía local.

En las ciudades cabeceras de provincias y en las comunas cuyos municipios


tengan una entrada anual superior a treinta sueldos vitales anuales de la
provincia de Santiago la administración de justicia en lo referente a esta ley es
ejercida por un funcionario inserto en la planta municipal denominado juez de
policía local. En los demás casos, en cambio, dichas funciones son desempeñadas
por los Alcaldes, conforme a la normativa contenida en la propia ley. Sin
embargo, dos o más municipalidades vecinas pueden acordar establecer un
Juzgado de Policía Local común para ambas y, en ciertos casos, la función de
juez de policía local incluso puede ser ejercida por el abogado municipal.

Los juzgados de policía local, entonces, son tribunales unipersonales que ejercen
jurisdicción en única o primera instancia en una comuna, parte de ella o en dos o
más comunas vecinas respecto de los asuntos entregados por la ley a su
conocimiento. Tienen por superior jerárquico inmediato a la Corte de Apelaciones
pertinente y, en general, su razón de ser se vincula a ciertas infracciones menores
y a la resolución de conflictos de orden vecinal.

El procedimiento establecido en la ley para la tramitación de las causas en este


tipo de tribunales es escrito. Además de ello, existen comparendos, esto es,
audiencias reservadas en las que intervienen las partes y el juez, pudiendo en la
práctica éste, sin embargo, hacer delegación de funciones en empleados del
tribunal.

5.- LOS TRIBUNALES MILITARES EN TIEMPOS DE PAZ

De conformidad a lo dispuesto en el artículo 13 del Código militar, en tiempos de


paz, la jurisdicción militar es ejercida por los juzgados institucionales, los fiscales
militares, las Cortes Marciales y la Corte Suprema. Sin embargo, desde el
momento en que se nombre General en Jefe de un Ejército que deba operar
contra el enemigo extranjero o contra fuerzas rebeldes organizadas, cesa la
competencia de los tribunales militares en tiempos de paz y comienza la de los
tribunales militares en tiempos de guerra, en todo el territorio declarado estado
de asamblea o de sitio. Igual cosa sucede en el lugar o fortaleza sitiada o
bloqueada, desde el momento que su jefe proclame que asume en ella toda la
autoridad (Artículo 73 del Código de Justicia Militar)

- Los tribunales institucionales

Se trata de tribunales especiales de carácter unipersonal que forman parte del


Poder Judicial y cuya función es, en general, conocer en primera instancia de las
16
infracciones, asuntos civiles y delitos criminales en el orden militar dentro del
territorio a ellos asignados. Su superior jerárquico es la Corte Marcial.

Los tribunales institucionales son: a) los juzgados militares propiamente tal a


quienes les corresponde el conocimiento de los asuntos de índole militar que
digan relación con el Ejército o Carabineros; b) los juzgados navales que ejercen
jurisdicción sobre el territorio, los buques y embarcaciones que dependan del
mando naval respectivo; y c) los juzgados de aviación cuya labor recae en el
conocimiento de las causas de aviación.

Estos tribunales institucionales se encuentran a cargo de juez militar cuya


función la realiza el comandante en jefe de la respectiva División o Brigada en el
Ejército; de cada Zona Naval, Escuadra o División en la Armada; el Jefe del
Estado mayor General de la Fuerza Aérea y el Comandante en Jefe de la
respectiva Brigada Aérea, cuando correspondiere. Sin embargo, las autoridades
mencionadas pueden delegar la jurisdicción militar en un Oficial General que se
desempeñe bajo su mando, mediante resolución fundada que debe transcribirse a
la respectiva Corte Marcial (Artículo 16 del Código de Justicia Militar)

- Los fiscales militares

Los fiscales militares son funcionarios encargados de la sustanciación de los


procesos y formación de las causas de la jurisdicción militar, en primera
instancia. En general, sus atribuciones son: en materia civil, dictar todas las
providencias de sustanciación y recibir todas las pruebas que se produzcan,
hasta dejar la causa en estado de ser fallada por el juzgado institucional; y en
materia penal, instruir y sustanciar todos los procesos, recogiendo y consignando
todas las pruebas pertinentes, deteniendo a los inculpados y produciendo todos
los elementos de convicción que sean del caso (Artículo 25 del Código de Justicia
Militar)

Si se trata de fiscales militares letrados – abogados – corresponde su


nombramiento al Presidente de la República de entre los Oficiales de Justicia de
la respectiva institución. En los demás casos, la designación debe ser realizada
por el juez institucional de entre los Oficiales que le estén subordinados (Artículo
27 del Código de Justicia Militar)

- Las Cortes Marciales

Son tribunales especiales colegiados que forman parte del Poder Judicial, cuya
jurisdicción comprende todo el territorio de Chile y conocen en única y primera
instancia de los asuntos a ellos asignados en la ley y, segunda, de los procesos
sustanciados en primera por los juzgados institucionales.

En la actualidad existen dos Cortes Marciales en el país; la primera se denomina


Corte Marcial del Ejército, Fuerza Aérea y Carabineros con asiento en Santiago; y
la segunda, Corte Marcial de la Armada con sede en la ciudad de Valparaíso.

- La Corte Suprema

El artículo 70-A del Código de Justicia Militar dispone que a la Corte Suprema,
integrada por el auditor general del ejército o quien deba subrogarlo, corresponde
el ejercicio de las facultades conservadoras, disciplinarias y económicas en
relación con la administración de la justicia militar en tiempos de paz.

En virtud de lo anterior, la Corte Suprema debe conocer en tiempos de paz de los


siguientes asuntos:

a) De los recursos de casación en la forma y en el fondo deducidos en contra de


las sentencias pronunciadas por una Corte Marcial;
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b) De los recursos de revisión en contra de las sentencias firmes pronunciadas
por un tribunal militar en tiempos de paz;

c) De los recursos de queja interpuestos contra las resoluciones de las Cortes


Marciales y, en segunda instancia, de los recursos de queja conocidos por éstas
en primera;

d) De las solicitudes de implicancia o recusación contra los ministros de las


Cortes Marciales;

e) De las contiendas de competencia entre un tribunal militar y uno ordinario;

f) De las contiendas de competencia entre juzgados institucionales que no


dependan de una misma Corte Marcial y de las que se produzcan entre éstas; y

g) De la extradición activa en los procesos de competencia militar.

- EL MINISTERIO PÚBLICO MILITAR

Se encuentra personificado en el Fiscal General Militar, cuya misión es velar por


la defensa, ante los tribunales militares en tiempos de paz, del interés social
comprometido en los delitos de competencia de aquéllos y, en especial, del interés
de las instituciones de la Defensa Nacional. La función a él entregada por la ley la
cumple adoptando las medidas necesarias para defender los intereses militares
de las instituciones armadas o de Carabineros de Chile ante los tribunales
respectivos. En tal sentido, se encuentra facultado, entre otras cosas, para
recabar información, guardar secreto sobre los hechos de que tome conocimiento
en el ejercicio de sus funciones, denunciar hechos punibles en el orden militar y
hacerse parte en los procesos de que conozcan los tribunales militares en tiempos
de paz, preferentemente en segunda instancia o ante la Corte Suprema (Artículos
70-B y 70-C del Código de Justicia Militar)

6.- OTROS TRIBUNALES ESPECIALES

En Chile existen muchos tribunales especiales regulados en leyes que les asignan
competencia para conocer de temas determinados. Generalmente se trata de
materias muy técnicas. En algunos casos estos tribunales no se encuentran
insertos dentro de la estructura del Poder Judicial como es el caso ya planteado
del tribunal constitucional; en otros, se encuentran supeditados a los tribunales
ordinarios, quienes realizan el control jurisdiccional vertical de las decisiones por
ellos adoptadas.

a) El Tribunal Constitucional

Se encuentra regulado en los artículos 81 y siguientes de la Constitución Política


de la República y en su ley Orgánica Constitucional.

Se le considera un órgano del Estado, autónomo e independiente de toda otra


autoridad o poder y su función específica es, en general, controlar la
constitucionalidad de las leyes y de toda norma jurídica que pueda ser contraria
a las disposiciones de la Constitución Política de la República.

La ley N°20.050 de 18 de agosto de 2005 que introdujo diversas reformas a la


Constitución estableció profundas modificaciones a este tribunal asignándole un
rol importantísimo, pues, le otorgó no solo competencia para conocer de la
constitucionalidad en el proceso de formación de la ley – como sucedía antes –
sino también después de que ésta sea promulgada. En razón de ello, se le entregó
al Tribunal Constitucional la facultad que antes tenía la Corte Suprema para
conocer del recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad, pero, además,
esta declaración produce ahora efecto general y no sólo para el caso o juicio
18
concreto como sucedía antes. Asimismo, se traspasó desde la Corte Suprema al
Tribunal Constitucional la facultad para resolver las contiendas de competencia
que se susciten entre las autoridades políticas o administrativas y los tribunales
de justicia que no correspondan al Senado (Artículo 82 N°12 de la Constitución)

Conjuntamente a lo anterior se amplió la competencia en razón de materia de


este tribunal facultándolo para conocer de la constitucionalidad de normativa que
antes no se encontraba sujeta a este control, tal como sucede con la
constitucionalidad de los autos acordados dictados por la Corte Suprema, las
Cortes de Apelaciones y el Tribunal calificador de Elecciones (Artículo 82 N°2 de
la Constitución)

Las resoluciones de este tribunal, a raíz de su carácter autónomo, no son


susceptibles de ser impugnadas por recurso alguno, salvo que el propio tribunal,
conforme a la ley, rectifique los errores de hecho en que hubiere incurrido
(Artículo 83 de la Constitución)

b) El Tribunal Calificador de Elecciones

Se encuentra regulado en el artículo 84 de la Constitución Política de la


República y en su Ley Orgánica Constitucional N°18.460 de 15 de noviembre de
1985

Es un tribunal especial y autónomo del Poder Judicial encargado de conocer el


escrutinio general y de la calificación de las elecciones del Presidente de la
República, de diputados y senadores, así como también, las reclamaciones a que
dieren lugar, y proclamar a los que resulten elegidos. Este tribunal conoce,
también, de los plebiscitos y de las demás atribuciones que le entrega la ley.

c) Los Tribunales Electorales Regionales

Están normados en el artículo 85 de la Constitución Política de la República y en


la ley N°18 .593 de 9 de enero de 1987

Estos tribunales especiales tampoco forman parte del Poder Judicial, no obstante
que, tal como en el caso del Tribunal Calificador de Elecciones, en su integración
legal existen miembros regulares de los tribunales ordinarios (ministros de la
Corte Suprema y de Cortes de Apelaciones, respectivamente)

Los tribunales electorales regionales están encargados de conocer el escrutinio


general y la calificación de las elecciones que la ley les encomienda, así como de
resolver las reclamaciones a que dieren lugar y de proclamar a los candidatos
electos. Les corresponde, asimismo, conocer de la calificación de las elecciones de
carácter gremial y de las que tengan lugar en aquellos grupos intermedios que la
ley señale. Sus resoluciones son apelables para ante el Tribunal Calificador de
Elecciones.

g) El Tribunal de Contratación Pública

Fue creado por el capítulo V de la Ley N°19.886 publicada en el Diario Oficial de


30 de julio de 2003; se trata de un tribunal colegiado integrado por tres
miembros abogados designados por el Presidente de la República de una terna
confeccionada por la Corte Suprema. Tiene asiento en la ciudad de Santiago y se
encuentra sujetos a la superintendencia directiva, correccional y económica de la
Corte Suprema.

La Ley N°19.886 se aplica a todos los contratos que celebre la Administración del
Estado, a título oneroso, para el suministro de bienes muebles, y de los servicios
que se requieran para el desarrollo de sus funciones. En consecuencia, se ha
querido con esta normativa otorgar transparencia a la contratación pública con
19
los particulares y, a través del tribunal en análisis, asegurar a los afectados el
respeto de los principios consagrados en ella. Este órgano jurisdiccional, pues, es
un tribunal contencioso administrativo especial.

La competencia asignada al Tribunal de Contratación Pública, entonces, lo


faculta para conocer de la acción de impugnación contra actos u omisiones,
ilegales o arbitrarios, acontecidos en los procedimientos administrativos de
contratación con organismos públicos regidos por la Ley N°19.886,
especialmente, a propósito de la aprobación de las bases de la respectiva
licitación y su adjudicación.

b) El Tribunal de Propiedad Industrial

Este tribunal fue creado por la Ley N°19.996 publicada en el Diario Oficial de 11
de marzo de 2005que modificó la Ley N°19.039 sobre propiedad industrial.

Este tribunal especial es de origen colegiado y se encuentra integrado por seis


miembros abogados, elegidos por el Presidente de la República a proposición en
terna de la Corte Suprema; tiene asiento en la ciudad de Santiago y también se
encuentra sujeto a la superintendencia directiva, correccional y económica de la
Corte Suprema.

La competencia asignada por la ley a este tribunal especial lo faculta para


conocer del recurso de apelación deducido en contra de las resoluciones dictadas
por el Jefe de Departamento de Propiedad Industrial, quien actúa como tribunal
especial de primera instancia, en los juicios de oposición, de nulidad de registro o
transferencia, de caducidad y de cualquiera otra reclamación relativa a la validez,
los efectos o los derechos de propiedad industrial.

i) El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia

Fue establecido por la Ley N°19.911 publicada en el Diario Oficial de 14 de


noviembre de 2003; Se trata de un tribunal especial colegiado integrado por cinco
miembros. Su presidente debe ser abogado y es designado por el Presidente de la
República de una quina elaborada por la Corte Suprema. Los miembros restantes
son nombrados por el Presidente de la República y el Banco Central de Chile; dos
han de ser abogados especialistas en libre competencia y dos profesionales en el
área de la economía.

Este tribunal especial también tiene su asiento en la ciudad de Santiago y se


encuentra sujeto a la superintendencia directiva, correccional y económica de la
Corte Suprema.

La competencia de este tribunal se encuentra básicamente orientada en dos


sentidos: a) resolver a solicitud de parte o del Fiscal Nacional Económico los
conflictos que pudieren constituir infracciones a la ley de libre competencia; y b)
resolver a solicitud de parte o del Fiscal Nacional Económico los asuntos no
contenciosos que puedan contravenir las disposiciones a la ley de libre
competencia.

LOS TRIBUNALES ARBITRALES

- Clases de Jueces Árbitros

Los artículos 224, 225, 226 y 243 del Código Orgánico de Tribunales regulan los
requisitos e inhabilidades a que se encuentran sometidos este tipo de jueces. En
general, constituyen normas de idoneidad y garantía en cuanto al eficiente e

20
imparcial desempeño en sus funciones. Estas reglas, además, son aplicables a
toda clase de juez árbitro, esto es, a los de derecho, arbitradores y a los mixtos.

1.- Árbitros de Derecho

Los árbitros de derecho son aquellos elegidos por las partes con esa calidad a fin
de que sometan su proceder estrictamente a la ley. Así las cosas, deben
someterse, tanto en la tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia
definitiva, a las reglas que la ley establece para los jueces ordinarios, según la
naturaleza de la acción deducida (Artículos 223 del Código Orgánico de
Tribunales con relación al artículo 628 del Código de Procedimiento Civil)

Lo relevante es que en la legislación chilena los árbitros de derecho son la regla


general, esto es, si las partes no confieren al árbitro otra de las calidades que
analizaremos se entiende legalmente que lo designan con la calidad de árbitro de
derecho (Artículo 235 inciso 1° del Código Orgánico de Tribunales)

2.- Árbitros arbitradores o amigables componedores

Son aquellos jueces árbitros llamados a fallar sin sujeción estricta a las leyes y
obedeciendo únicamente a lo que su prudencia y la equidad les dictares (Artículo
223 inciso 3° del Código Orgánico de Tribunales con relación al artículo 636 del
Código de Procedimiento Civil)

3.- Árbitros mixtos

Esta categoría de jueces árbitros es intermedia a las dos mencionadas


anteriormente. En efecto, se trata de árbitros de derecho a quienes la ley les
concede la facultad de arbitradores en cuanto al procedimiento, pero al
pronunciar la sentencia deben hacerlo estrictamente a las reglas señaladas para
los jueces ordinarios o especiales. En otras palabras, estos jueces son aquellos
que tramitan el juicio conforme a las reglas que las partes les señalan, o en
subsidio de éstas, a las normas establecidas en la ley para los arbitradores, pero
deciden conforme a derecho, respetando las normas legales, del mismo modo que
los jueces ordinarios y los árbitros de derecho (Artículo 223 inciso final del Código
Orgánico de Tribunales con relación al artículo 628 del Código de Procedimiento
Civil)

LOS COADYUVANTES A LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

- La Academia Judicial de Chile

La Academia Judicial de Chile es una corporación de derecho público con


personalidad jurídica y patrimonio propio sometida a la supervigilancia de la
Corte Suprema y cuya finalidad primordial es la formación de los postulantes a
ciertos cargos del Poder Judicial y el perfeccionamiento o capacitación de los
integrantes de éste.

- La Corporación Administrativa del Poder Judicial

El artículo 506 del Código Orgánico de Tribunales la define como un organismo


con personalidad jurídica propia encargado de la administración de los recursos
humanos, financieros, tecnológicos y materiales destinados al funcionamiento de
la Corte Suprema, de las Cortes de Apelaciones y de los tribunales subordinados
administrativamente a aquélla. Se encuentra regulada en el título XIV del Código
Orgánico de Tribunales, artículos 506 y siguientes, y en diversos autos acordados
complementarios de la Corte Suprema. Sin embargo, no ha sido considerada por
la ley un auxiliar de la administración de justicia.

- EL MINISTERIO PÚBLICO
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El ministerio público es un organismo autónomo y jerarquizado encargado de
dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito,
los hechos que puedan determinar la participación punible y aquellos que
acreditarían la inocencia del imputado, debiendo, en su caso, ejercer la acción
(pretensión) penal pública.

En cumplimiento de dicho mandato legal el ministerio público está obligado,


además, a recibir las denuncias cursadas y las querellas particulares que
hubieren sido declaradas admisibles por un juez de garantía. Se encuentra
obligado a través de sus fiscales, por lo mismo, a sustentar las pretensiones y
políticas criminológicas de la institución en las audiencias públicas que tengan
lugar en los tribunales con competencia penal.

Al ministerio público, asimismo, le corresponde ponderar la adopción de medidas


para proteger a las víctimas y a los testigos pero, en caso alguno, puede ejercer
las funciones jurisdiccionales que le competen a los juzgados de garantía o a los
tribunales del juicio oral en lo penal (Artículo 80 A de la Constitución relacionado
con el artículo 1° de la ley N°19.640)

Por tratarse de un organismo autónomo e independiente de cualquier otro poder


del Estado no se encuentra sujeto a la superintendencia directiva, correccional y
económica de la Corte Suprema. Sin embargo, tal y como veremos, el Fiscal
Nacional tiene dicha superintendencia respecto del Ministerio Público.

A consecuencia de la facultad investigativa del ministerio público la ley lo ha


dotado de imperio, pues se encuentra autorizado para impartir órdenes directas a
Carabineros o a la Policía de Investigaciones, quienes, deben cumplirlas sin más
trámite, al no poder calificar su fundamento, oportunidad, legalidad o justicia de
las mismas. No obstante ello, existen algunas actuaciones de la investigación que
requieren autorización previa del juez de garantía. Estas actuaciones se las
conoce, genéricamente, como medidas intrusivas, pues privan al imputado o a
terceros del ejercicio de los derechos asegurados en la Constitución o los
restringen o perturban (Ejemplo, una solicitud de entrada o registro a un
domicilio particular o de interceptación telefónica o de correo electrónico)

- Estructura Interna de Funcionamiento

1.- El Fiscal Nacional

La autoridad máxima del ministerio público es el Fiscal Nacional. Es nombrado


por el Presidente de la República con acuerdo del Senado a propuesta de una
quina elaborada por la Corte Suprema (Artículo 80 E de la Constitución Política
relacionado con el artículo 15 de la Ley N°19.640) Dura diez años en el cargo, no
puede ser reelegido para el período inmediatamente siguiente y tampoco puede
ser removido de sus funciones, salvo por el voto conforme de los cuatro séptimos
de los miembros en ejercicio de la Corte Suprema a requerimiento del Presidente
de la República, de la Cámara de Diputados o diez de sus miembros, por
incapacidad, mal comportamiento o negligencia manifiesta en el ejercicio del
cargo (Artículo 80 G de la Constitución)

Sólo excepcionalmente puede asumir la dirección de la investigación, el ejercicio


de la acción penal pública y la protección de las víctimas o testigos respecto de
determinados hechos que se estimen constitutivos de delitos, cuando la
investidura de las personas involucradas lo hiciere necesario para garantizar que
dichas tareas se cumplirán con absoluta independencia y autonomía (Artículo 18
de la ley N°19.640)

De entre las atribuciones del Fiscal Nacional destacan por su importancia las
siguientes: a) fijar los criterios de actuación del ministerio público para el
cumplimiento de sus objetivos constitucionales y legales; b) la facultad de dictar
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instrucciones generales respecto del cumplimiento de las tareas de dirección de la
investigación de hechos punibles y demás facultades propias de los fiscales,
aunque en el ejercicio de esta facultad jamás puede dar instrucciones en casos
particulares, con excepción del asunto previsto en el artículo 18 de la ley orgánica
ya citado; c) nombrar y solicitar la remoción de los fiscales regionales; y d)
disponer de conformidad al artículo 19 de la ley orgánica, de oficio y de manera
excepcional, que un determinado fiscal regional – aunque se trate de uno distinto
de aquél en cuyo territorio se hubieren perpetrado los hechos – asuma la
dirección de la investigación, el ejercicio de la acción penal pública y la protección
de las víctimas y testigos en relación con los hechos delictivos que lo hicieren
necesario por su gravedad o por la complejidad de su investigación. Ejemplo de
esta última facultad la constituye la designación en 2005 del fiscal regional
Xavier Armendáriz de la Fiscalía Regional Oriente del área metropolitana en la
mentada investigación por abusos sexuales reiterados a menores ocurridos en la
IX región del país y que condujo, finalmente, a la condena del Senador de la
República Jorge Lavaderos.

2.- El Consejo General

Lo componen el Fiscal Nacional, quien lo preside, y los Fiscales Regionales. Sus


atribuciones se encuentran reguladas en el artículo 25 de la ley orgánica y se
vinculan, básicamente, a tareas de asesoría técnica al Fiscal Nacional.

3.- Los Fiscales Regionales

Se encuentran jerárquicamente bajo el Fiscal Nacional, correspondiéndoles las


atribuciones del ministerio público en la región o parte de la región en la que han
sido designados. Son nombrados por el Fiscal Nacional a propuesta en terna de la
Corte de Apelaciones respectiva y, si es más de una, por todas ellas reunidas en
pleno, previo concurso público de antecedentes.

Estos funcionarios duran diez años en sus funciones, no pueden ser designados
nuevamente en el mismo cargo por el período siguiente y cesan en funciones a los
75 años de edad.

Cada Fiscalía Regional cuenta, además, con las siguientes unidades


administrativas a cargo de un Director Ejecutivo Regional: a) unidad de
evaluación, control y desarrollo de la gestión; b) unidad de recursos humanos; c)
unidad de administración y finanzas; d) unidad de informática y e) unidad de
atención a las víctimas y testigos.

- Las Fiscalías Locales y los Fiscales Adjuntos

Las fiscalías locales son las unidades operativas de las Fiscalías Regionales para
el cumplimiento de las funciones propias del ministerio público. Estas unidades
se encuentran compuestas por fiscales adjuntos, otros profesionales
especializados y personal de apoyo.

Los Fiscales Adjuntos son los funcionarios abogados encargados de ejercer


directamente las atribuciones del ministerio público en los casos que se les
asignen. Son nombrados por el Fiscal Nacional a propuesta en terna del Fiscal
Regional respectivo, previo concurso público de antecedentes.

- Unidades Administrativas

La Fiscalía Nacional cuenta con unidades administrativas denominadas


divisiones a cargo de un Director Ejecutivo Nacional cuya función es organizarlas
y supervigilarlas a partir de las instrucciones generales dictadas por el Fiscal
Nacional.

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- LA DEFENSORÍA PENAL PÚBLICA

La Defensoría Penal Pública es un organismo público, descentralizada


funcionalmente y desconcentrada territorialmente, dotado de personalidad
jurídica y patrimonio propio. Fue creado por la ley N°19.718 de 10 de marzo de
2001 y se encuentra bajo la supervigilancia del Presidente de la República a
través del Ministerio de Justicia.

Conforme lo dispone el artículo 2° de la ley citada su finalidad es la defensa de las


personas imputadas o acusadas por un crimen, simple delito o falta, que sean de
competencia de un juzgado de garantía, de un tribunal de juicio oral en lo penal,
o de las respectivas Cortes, en su caso, que requieran de un defensor técnico –
abogado – de acuerdo a la ley procesal y que carezcan de él.

La Defensoría Nacional es la unidad superior del servicio a cuyo cargo se


encuentra la administración de los medios y recursos necesarios para la
prestación de la defensa penal pública en todo el país. Se encuentra a cargo del
Defensor Nacional quien, en su calidad de autoridad máxima de la entidad es
funcionario de exclusiva confianza del Presidente de la República. Tal y como
sucede con el Ministerio Público la Defensoría Nacional cuenta con diversas
unidades administrativas bajo la supervisión directa de un Director
Administrativo Nacional.

Existe, asimismo, un Consejo de Licitaciones encargado de cumplir las funciones


relacionadas con el sistema de licitaciones a privados de la defensa penal
pública. Las unidades operativas encargadas de la resolución de las licitaciones a
nivel regional son los denominados Comités de Adjudicación Regional,
compuestos por funcionarios de la administración del Estado, representantes
judiciales, de la defensoría y académicos entendidos en la realidad regional a fin
de garantizar una decisión apropiada (Artículos 11 y 45 de la Ley N°19.718)

Las defensorías regionales son aquellas encargadas de ejercer las funciones de la


Defensoría en la región o parte de la región respectiva. Existe una en cada región,
con excepción del área metropolitana en que existen dos. Se encuentran a cargo
de un Defensor Regional, nombrado por el Defensor Nacional, previo concurso
público de oposición y antecedentes

A la base de la estructura se encuentran las defensorías locales, definidas como


aquellas unidades operativas en las que desempeñan sus funciones los
defensores locales respectivos. Estos últimos son funcionarios a contrata
encargados de asumir la defensa de los imputados que carezcan de un abogado
propio a partir de la primera actuación del procedimiento dirigida en su contra.

- LA FISCALÍA JUDICIAL

Regulada en los artículos 350 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales, es


un órgano inserto dentro de la estructura del Poder Judicial a cargo del Fiscal de
la Corte Suprema e integrado, además, por los fiscales judiciales de las Cortes de
Apelaciones del país, quienes, son subordinados a aquél.

Sin embargo, la fiscalía judicial es, en lo pertinente al ejercicio de sus funciones,


independiente de los tribunales de justicia. Así, pues, puede defender los
intereses que les están encomendados por la ley en la forma que sus convicciones
se lo dicten, estableciendo las conclusiones que crean ajustadas a derecho
(Artículo 360 del Código Orgánico de Tribunales) Concordante con esta
autonomía el artículo 362 de este mismo cuerpo legal dispone que estos fiscales
deben provocar la intervención de la justicia siempre que en negocios de su
incumbencia fueren requeridos por el Gobierno.

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Los fiscales judiciales, de profesión abogados, gozan de la misma inamovilidad
que los jueces, tienen tratamiento de señoría, así como también, los honores y
prerrogativas de aquéllos. Estos fiscales tienen el rango de ministro de Corte
dentro de la estructura del Poder Judicial, razón por la cual, están facultados por
la ley para subrogarlos en caso de ausencia.

Las facultades que corresponden especialmente al fiscal judicial de la Corte


Suprema son las siguientes: (Artículo 353 del Código Orgánico de Tribunales)

a) Vigilar por sí a los ministros o fiscales judiciales de las Cortes de Apelaciones, y


por sí o por medio de alguno de los fiscales judiciales de las Cortes de
Apelaciones la conducta funcionaria de los miembros de los demás tribunales y
empleados del orden judicial, exceptuados los miembros de la Corte Suprema, y
sólo para el efecto de dar cuenta a este tribunal de las faltas o abusos o
incorrecciones que notare, a fin de que la referida Corte, si lo estima procedente,
haga uso de las facultades correccionales, disciplinarias y económicas que
detentan;

b) Transmitir y hacer cumplir al fiscal judicial de la Corte de Apelaciones que


corresponda los requerimientos que el Presidente de la República tenga a bien
hacer con respecto a la conducta ministerial de los jueces y demás empleados del
Poder Judicial, para que exija las medidas disciplinarias que correspondan del
tribunal competente o, para que, si hubiere mérito suficiente, entable la
acusación respectiva. Esta facultad es consistente con lo expresado en el artículo
32 N°15 de la Constitución Política en cuanto señala que es atribución del
Presidente de la República velar por la conducta ministerial apropiada de los
jueces y demás empleados del Poder Judicial.

La fiscalía judicial, además, debe emitir informes jurídicos en los siguientes


casos: (Artículo 357 del Código Orgánico de Tribunales)

a) En las contiendas de competencia que se presenten en razón de la materia en


conflicto o entre tribunales que ejerzan competencia de diferente clase. El artículo
357 N°2 del Código citado utiliza la palabra jurisdicción, no obstante lo cual,
conforme las explicaciones dadas en el capítulo anterior debemos entender que la
referencia legal correcta debe serlo al término competencia.

b) En los juicios sobre responsabilidad civil de los jueces o de cualquier empleado


público, por sus actos ministeriales;

c) En los juicios sobre el estado civil de alguna persona;

d) En los negocios que afecten los bienes de las corporaciones o fundaciones de


derecho público, siempre que el interés de las mismas conste del proceso o
resulte de la naturaleza del negocio y cuyo conocimiento corresponda a un
ministro de Corte de Apelaciones actuando como tribunal de excepción en los
términos del artículo 50 del Código Orgánico de Tribunales.

e) En todos los asuntos en que un tribunal estime pertinente pedir informe al


fiscal judicial, a excepción de cuestiones de materia criminal (Artículo 359 del
Código Orgánico de Tribunales)

- Los Defensores Públicos

Se encuentran regulados en el artículo 365 del Código Orgánico de Tribunales y


cumplen funciones en los procesos civiles y es por esta razón, justamente, que el
artículo 365 dispone que deba existir por lo menos un defensor público en el
territorio de cada juzgado de letras.

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La función del defensor público puede desempeñarla actuando como parte o
tercero en defensa de los intereses de ciertas personas incapaces, ausentes o de
organismos de caridad; o auxiliando al juez de letras en lo civil mediante la
emisión de informes jurídicos en los casos previstos en la ley. A los defensores
públicos les corresponde, asimismo, una labor fiscalizadora de las conductas de
guardadores, curadores, representantes legales de fundaciones y encargados de
obras de beneficencia.

Estos funcionarios son nombrados por el Presidente de la República a propuesta


de una terna elaborada por la Corte de Apelaciones respectiva; una vez en
funciones tienen derecho a cobrar honorarios profesionales cada vez que
intervienen en los casos previstos por la ley. Únicamente los defensores públicos
de Santiago y Valparaíso reciben una remuneración estatal (Artículo 492 del
Código Orgánico de Tribunales)

Son atribuciones de los defensores públicos, entonces, las siguientes:

a) Deben emitir informes jurídicos en los juicios que se susciten entre un


representante legal y su representado; en los actos de los incapaces o de sus
representantes legales, de los curadores de bienes, de los menores habilitados de
edad para cuyos actos exija la ley autorización o aprobación judicial; y, en
general, en todo negocio respecto del cual las leyes señalen expresamente la
audiencia o intervención del defensor público o de los parientes de los
interesados. Por ejemplo, en los juicios civiles de interdicción por demencia
(Artículo 366 del Código Orgánico de Tribunales)

Los jueces pueden solicitar informe del defensor público, siempre que lo estimen
conveniente, en los asuntos que interesan a los incapaces, a los ausentes, a las
herencias yacentes, a los derechos de los que están por nacer, a las personas
jurídicas o a las obras pías (Artículo 369)

b) Representar en asuntos judiciales a los incapaces, a los ausentes y a las


fundaciones de beneficencia u obras pías, que no tengan guardador, procurador o
representante legal. Se les faculta, además, para deducir las acciones a que
hubiere lugar en contra de los representantes legales de dichas entidades o de
otras personas (Artículo 367 inciso 1° y 3°)

c) Asumir la representación de una persona ausente cuyo paradero se ignora y


que ha sido demandada siempre que el mandatario designado por ella careciere
de facultades para contestar nuevas demandas y sólo hasta que se subsane dicha
habilitación (Artículo 367 inciso 2°)

d) Deducir las acciones (pretensiones) pertinentes en lo que toca al recto


desempeño de las funciones de los guardadores de incapaces, de los curadores de
bienes, de los representantes legales de las fundaciones de beneficencia y de los
encargados de la ejecución de obras de beneficencia (Artículo 368)

- LOS RELATORES

Se encuentran reglados en los artículos 372 y siguientes del Código Orgánico de


Tribunales. Son funcionarios abogados auxiliares de la administración de justicia
cuya función primordial es la de informar metódicamente y en forma verbal a los
miembros de la Corte Suprema o de una Corte de Apelaciones o Marcial acerca
del contenido de algunos de los asuntos sometidos a la competencia de estos
tribunales a objeto que sus miembros resuelvan lo debatido.

El artículo 374 del Código Orgánico de Tribunales dispone, a este respecto, que la
relación debe ser hecha de modo que la Corte quede enteramente instruida del
asunto sometido a su conocimiento, dando fielmente razón de todos los
documentos y circunstancias que puedan contribuir a aquel objeto.
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Funciones de los relatores

a) Dar cuenta diariamente a la sala del tribunal que corresponda de las


solicitudes que se presenten en calidad de urgentes y que no pueden ser
despachadas por la sola indicación de la suma (resumen o exordio que antecede a
cada escrito y que indica en forma breve contenido de éste) y de aquellos otros
asuntos que la Corte les encargue.

b) Poner en conocimiento de las partes o de sus abogados el nombre de las


personas que integran el tribunal. A este respecto, el artículo 166 del Código de
Procedimiento Civil indica que cuando haya de integrarse una sala con miembros
que no sean los ordinarios, antes de comenzar la vista de la causa se debe
informar a través del relator o secretario el nombre de los integrantes del
tribunal.

c) Revisar los expedientes que se les entreguen y certificar que ellos se


encuentran en estado de relación. Si de aquel examen el relator advierte que es
necesario para resolver traer a la vista documentos, cuadernos separados, otros
expedientes relacionados o realizar trámites procesales previos a la vista de la
causa, debe informar de ello al Presidente de la Corte quien dictará las
providencias que correspondan.

d) Hacer la relación de los procesos en los casos que correspondan. Ésta


constituye la función primordial del relator tal y como ya lo hemos señalado
precedentemente.

e) Anotar el día de la vista de cada causa los nombres de los ministros que
hubieren concurrido a ella, si el asunto no fuere despachado inmediatamente.
Vimos al estudiar las Cortes de Apelaciones que terminada que sea la vista de
una causa el tribunal puede fallarla de inmediato o, en su defecto, dejarla en
acuerdo o en estudio. En ambos casos el relator debe certificar en el expediente o
carpeta el nombre de los ministros que concurrieron a la vista de la causa, pues
si el acuerdo fuere adoptado por un ministro que no participó en la vista, la
sentencia que se dicte será susceptible de ser impugnada por la vía del recurso de
casación en la forma.

f) Cotejar con los procesos los informes en derecho que hubiere agregados y
anotar bajo su firma la conformidad o disconformidad que advierta entre los
hechos expuestos en ellos y los que aparecen en los procesos. Las Cortes pueden
ordenar, a petición de parte, informes en derecho en aquellos casos que el asunto
a resolver es jurídicamente complejo. (Artículo 228 del Código de Procedimiento
Civil)

Estos informes aún cuando versan sobre puntos de derecho han de estar
sustentados en los hechos del proceso. Por esta razón el relator debe cotejar los
hechos del proceso con aquellos en que se funda el informe a fin de indagar
acerca de posibles inconsistencias entre unos y otros.

g) Dar cuenta a la Corte antes del inicio de la relación de todo vicio u omisión
substancial que noten en los procesos y de todas las faltas o los abusos que
pudieren dar mérito al ejercicio de las facultades correccionales o disciplinarias.
Además, el relator se encuentra obligado a comunicar mediante un aviso
denominado anuncio que coloca fuera de la sala el listado de causas que no se
verán por haberse decretado un trámite previo, por haber sido suspendidas o por
cualquiera otra razón. En este mismo aviso, además, el relator debe dejar
constancia de las causas que no se verán durante la audiencia por falta de
tiempo. Todas estas constancias las realiza en relator por orden de la sala en

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base a lo informado por aquél en un breve trámite previo a la relación
denominado en la práctica despeje de tabla.

- LOS SECRETARIOS

Los secretarios de las Cortes y Juzgados son abogados, ministros de fe pública


encargados de autorizar, salvo las excepciones legales, todas las providencias,
despachos y actos emanados de dichos tribunales y de custodiar los procesos y
todos los documentos y papeles que sean presentados a la Corte o Juzgado en
que cada uno de ellos debe prestar sus servicios (Artículo 379 del Código
Orgánico de Tribunales)

Las funciones más relevantes de los secretarios son las siguientes (Artículo 380
del Código Orgánico de Tribunales):

a) Dar cuenta diariamente a la Corte o Juzgado en que presten sus servicios de


las solicitudes que presenten las partes. Cabe precisar en este punto que el
artículo 381 del Código Orgánico señala, además, que en los juzgados de letras
los secretarios deben de hacer al juez la relación de los incidentes y el despacho
diario de mero trámite el que será revisado y firmado por el juez. En la práctica
esta función la realizan habitualmente los funcionarios del tribunal.

b) Autorizar la firma del o los jueces en las resoluciones dictadas por ellos y dejar
constancia en el proceso de las notificaciones que se hicieren a las partes de las
mismas.

c) Informar a cualquier persona que lo solicite acerca de los procesos que tengan
archivados en sus oficinas y de todos los actos emanados de la Corte o Juzgado,
salvo en los casos en que el proceso debe ser secreto.

d) Guardar los procesos y demás papeles de su oficina conforme a las órdenes e


instrucciones que la Corte o el Juzgado les diere sobre el particular.

e) Autorizar los poderes judiciales otorgados por los litigantes ante ellos en su
calidad de ministros de fe pública.

f) Subrogar al juez de letras en los casos en que se entiende que éste falta en su
despacho (Artículo 47 A del Código Orgánico de Tribunales)

g) Llevar diversos libros o registros que la ley les exige para el mejor
funcionamiento interno del tribunal en el cual prestan funciones (Artículos 384 y
386 del Código Orgánico de Tribunales)

h) Los secretarios de los juzgados civiles están facultados para dictar por sí solos
los decretos, providencias o proveídos. Estas resoluciones serán autorizadas por
un empleado del tribunal que se denomina oficial primero. En este caso, si se
dedujere un recurso de reposición en contra de la providencia del secretario, será
resuelto por el Juez.

- LOS ADMINISTRADORES DE TRIBUNALES

La regulación base se encuentra en los artículos 389 A y siguientes del Código


Orgánico de Tribunales. Son funcionarios encargados de organizar y controlar la
gestión administrativa del órgano jurisdiccional en el cual desempeñan sus
funciones. Su razón de ser, entonces, se justifica en el entendido que el nuevo
concepto administrativo en los tribunales chilenos busca especializar los criterios
de gestión al interior de cada unidad judicial e independizar estas tareas de las
preocupaciones jurisdiccionales propias de los jueces.

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Los administradores de tribunal son designados de una terna que elabora el juez
presidente de aquél, a través de un concurso público de oposición y antecedentes,
resuelto por el comité de jueces. Si el tribunal es unipersonal, en cambio, la
designación la realiza el Presidente de la Corte de Apelaciones respectiva a
propuesta del juez de que se trate.

Entre las principales funciones de estos funcionarios anotamos las siguientes:


(Artículo 389 B del Código Orgánico de Tribunales)

a) Dirigir las labores administrativas derivadas del tribunal, bajo la supervisión


del juez presidente del comité de jueces, si procede;

b) Proponer al comité de jueces la designación del sub administrador, de los jefes


de unidades operativas y de los empleados del tribunal;

c) Proponer al juez presidente la distribución del personal;

d) Evaluar al personal a su cargo;

e) distribuir las causas a los jueces o a las salas del respectivo tribunal, conforme
con el procedimiento objetivo y general que se hubiere aprobado;

f) Remover al sub administrador, a los jefes de unidades operativas y al personal


de empleados;

g) Llevar la contabilidad y administrar la cuenta corriente del tribunal, de


acuerdo a las instrucciones del juez presidente.

h) Dar cuenta al juez presidente acerca de la gestión administrativa del tribunal;

i) Elaborar el presupuesto anual que deberá ser presentado al juez presidente a


más tardar en el mes de mayo del año anterior al ejercicio correspondiente;

j) Adquirir y abastecer de materiales de trabajo al tribunal conforme con el plan


presupuestario aprobado para el año respectivo

k) Ejecutar las demás tareas que le sean asignadas por el juez presidente o el
comité de jueces.

- LOS RECEPTORES JUDICIALES

El artículo 390 del Código Orgánico de Tribunales señala que los receptores
judiciales son ministros de fe pública encargados de hacer saber a las partes –
mediante notificaciones – fuera de las oficinas de los secretarios, los decretos y
resoluciones de los tribunales de justicia y de evacuar todas aquellas diligencias
que los mismos tribunales les encarguen. Se les asigna por ley, además, la labor
de recibir o tomar las declaraciones en las denominadas informaciones sumarias
de testigos propias de ciertas actuaciones judiciales no contenciosas (Artículo 818
inciso 3° del Código de Procedimiento Civil) o en juicios civiles y actuar en estos
últimos como ministros de fe en la recepción de la prueba testimonial y en la
diligencia de absolución de posiciones (citación a confesar por parte de alguno de
los litigantes)

Los receptores judiciales son, entonces, funcionarios que no forman parte de la


dotación de planta de un tribunal, sino que por el contrario, poseen oficio propio
y están autorizados a cobrar derechos u honorarios por las diligencias en las que
intervienen conforme a un arancel fijado anualmente por el Presidente de la
República (Artículo 393 inciso final del Código Orgánico de Tribunales)

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Son ministros de fe pública, esto es, cumplen una labor destinada a certificar el
hecho de haberse realizado una determinada actuación judicial, con lo que, las
constancias o actas suscritas por ellos tienen valor de instrumento público para
todos los fines legales.

- LOS PROCURADORES DEL NÚMERO

Se encuentran regulados en los artículos 394 y siguientes del Código Orgánico de


Tribunales. Se trata de un funcionario público nombrado por la autoridad
competente distinto del procurador privado que ha sido dotado de personería
para comparecer en juicio mediante un acto o contrato denominado mandato
judicial y que se regular el artículo 6 del Código de Procedimiento Civil.

Consecuente con lo anterior, el desempeño de los procuradores del número se


rige conforma a las normas del contrato de mandato de los artículos 2116 y
siguientes del Código Civil salvo las modificaciones especiales contenidas en la ley
(Artículo 395 del Código Orgánico de Tribunales)

Tiene por labor la representación de los derechos del mandante, pero no su


defensa, pues ésta se encuentra entregada por la ley al abogado patrocinante. De
esta precisión nace la distinción fundamental entre patrocinio (abogado defensor)
y poder (procurador) que analizaremos con detención en el capítulo siguiente.

- LOS NOTARIOS

El artículo 399 del Código Orgánico de Tribunales los define, señalando que son
ministros de fe pública encargados de autorizar y guardar en su archivo los
instrumentos que ante ellos se otorgaren, de dar a las partes interesadas los
testimonios (copias, certificaciones y constancias) que pidieren y de practicar las
demás diligencias que la ley les encomiende.

La labor fundamental de los notarios se asocia a su intervención en el


otorgamiento de las denominadas escrituras públicas, documentos que nacen a
la vida jurídica en cuanto tal, únicamente cuando el notario respectivo fiscaliza y
cumple con todos los requisitos legales establecidos al efecto. El rol del notario,
en consecuencia, está íntimamente relacionado con el tema de la fe pública, es
decir, con la facultad especial de la que es dotado por la ley conforme a la cual las
constancias o certificaciones por él realizadas se presumen auténticas a fin de
garantizar el normal desenvolvimiento de la actividad jurídica que requiere de
aquéllas. Lo anterior justifica que el notario que falte a sus obligaciones pueda
incurrir en responsabilidad administrativa o incluso criminal (Artículos 440 y
siguientes del Código Orgánico de Tribunales)

- LOS CONSERVADORES

El artículo 446 del Código Orgánico de Tribunales define a los Conservadores


señalando que son ministros de fe encargados de los registros conservatorios de
bienes raíces, de comercio, de minas, de accionistas de sociedades propiamente
mineras, de asociaciones de canalistas, de prenda agraria, de prenda industrial,
de especial de prenda y demás que les encomienden las leyes.

La ley ha dispuesto que deba existir un conservador en cada comuna o


agrupación de comunas que constituya el territorio de un juzgado de letras, salvo
los casos de excepción que ella misma regula.

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Estos funcionarios intervienen en las inscripciones, subinscripciones,
certificaciones, entrega de copias y demás actos o diligencias que conciernen a
sus respectivos registros, no obstante lo cual, para los efectos de las visitas
judiciales cada registro o sección se considera como oficio separado. La
organización de los conservadores de Santiago se encuentra reglada en el D.F.L.
N°247 de 22 de mayo de 1931 inserto en el apéndice del Código Civil.

- LOS ARCHIVEROS

El artículo 453 del Código Orgánico de Tribunales define a los archiveros


señalando que son ministros de fe pública encargados de la custodia de los
documentos expresados en el artículo 455 de ese mismo cuerpo legal y de dar a
las partes interesadas los testimonios, esto es, copias o certificados que de ellos
pidieren. Asimismo, están facultados para dar copia autorizada de las escrituras
contenidas en los protocolos que custodien, en todos aquellos casos en que el
notario que haya intervenido en su otorgamiento habría podido darlas (Artículo
456 del Código Orgánico de Tribunales)

La ley ha dispuesto que exista un archivero en las comunas asiento de Corte de


Apelaciones y en las demás comunas que determine el Presidente de la
República, previo informe de la Corte de Apelaciones respectiva. Tal y como en el
caso de notarios y conservadores la ley señala, además, que los archiveros tienen
por territorio el que corresponde a los juzgados de letras de la respectiva comuna
(Artículo 454 del Código Orgánico de Tribunales) Sin perjuicio de lo anterior, es
habitual que la función de archivero se encuentre fusionada con la de notario o
conservador, particularmente en comunas pequeñas.

Las funciones de los archiveros conforme al tenor del artículo 455 del Código
Orgánico de Tribunales son las siguientes:

a) Custodiar o guardar los procesos terminados (afinados) que se hubieren


iniciado ante los jueces de letras que existan en la comuna o agrupación de
comunas, o ante la Corte de Apelaciones o ante la Corte Suprema, si el archivero
fuere el del territorio en que estos tribunales tienen su asiento.

El inciso 2° de la letra a) del artículo 455 añade que todo expediente criminal que
se ordene archivar debe ser remitido al archivero dentro del plazo de tres meses
contados desde la fecha en que se disponga su archivo. Esta norma, como vimos,
no tiene aplicación práctica hoy en día respecto de los procesos tramitados con
soporte computacional, pues las funciones de archivo las cumple la Unidad de
Informática de la Corporación Administrativa del Poder Judicial.

b) Custodiar los procesos afinados que se hubieren seguido dentro de su territorio


ante jueces árbitros.

c) Custodiar los libros copiadores de sentencias de los tribunales expresados en


la letra a);

Todos los tribunales del país, incluso aquellos que tramitan con soportes
computacionales, deben llevar un registro escrito de las sentencias definitivas
pronunciadas por ellos que, cada cierto tiempo, se encuadernan y pasan a
denominarse registros de sentencias o libros copiadores de sentencias como los
denomina la ley. Estos libros o registros son custodiados en la bodega del
archivero cuando el tribunal se los remite para tal efecto.

d) Custodiar los protocolos de escrituras públicas otorgadas por él o los notarios


que correspondan a su territorio. En este punto nos remitimos a lo ya señalado
con motivo de los notarios respecto del libro denominado protocolo.

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e) Facilitar o permitir revisar a cualquier persona que lo solicite los procesos,
libros o protocolos de su archivo.

f) Entregar a las partes interesadas, conforme a las exigencias legales, los


testimonios que pidieren de los documentos que existieren en su archivo.

Esta función se cumple mediante la entrega de fotocopias autorizadas por ellos o


certificados previo pago de los derechos que están autorizados a cobrar.

g) Formar y publicar los índices de los procesos y escrituras custodiadas. Estos


índices se forman con arreglo a las instrucciones efectuadas por la respectiva
Corte de Apelaciones. La publicación se materializa mediante la confección de
una minuta que se expone a disposición del público que concurre a la oficina del
archivero.

- Los Consejos Técnicos

Fueron incluidos dentro de los auxiliares de la administración de justicia que


regula el Código Orgánico de Tribunales por la ley N°19.968 que creó los
tribunales de familia. Se trata, pues, de un órgano interdisciplinario inserto
dentro de la estructura administrativa de estos tribunales compuesto por
profesionales especializados en asuntos de familia e infancia que asesoran
individual o colectivamente al juez de aquellos tribunales en el análisis y mejor
comprensión de los procesos de que conocen. Estos profesionales pueden ser
asistentes sociales, sicólogos, siquiatras, orientadores familiares u otros afines.

A partir del tenor del artículo 5 de la ley N°19.968 podemos sostener que la labor
de asesoría de los miembros del consejo técnico los obliga, en especial, a lo
siguiente:

a) Asistir a las audiencias de juicio a que sean citados con el objeto de emitir la
opinión técnica que se les solicite.

b) Asesorar el juez de familia a fin de que la comparecencia y declaración


prestadas por un niño, niña o adolescente se encuadre dentro de los parámetros
del principio del interés superior del niño.

c) Evaluar la conveniencia de derivar el conflicto entre las partes al procedimiento


de mediación o aconsejar la conciliación entre ellas. En este último caso,
además, sugerir los términos en que ella pudiere llevarse a efecto.

d) Asesorar al juez en todas las materias relacionadas con su especialidad.

- Los Bibliotecarios Judiciales

Fueron incluidos dentro del epígrafe de los funcionarios auxiliares de la


administración de justicia por la ley N°19.390 de 30 de mayo de 1995; con
anterioridad a ello se les consideraba regulados orgánicamente dentro de las
normas de los empleados del Poder Judicial. La inserción de los bibliotecarios
judiciales dentro de los auxiliares de la administración de justicia obedeció a una
antigua aspiración de estos funcionarios en el sentido de tener un status superior
al común de los empleados acorde con el carácter profesional de aquella labor.

Se encuentran reglados en el artículo 457 bis del Código Orgánico de Tribunales.


Tratase, pues, de funcionarios cuya labor es la custodia, mantenimiento y
atención de la biblioteca de la Corte en que desempeñen su trabajo. Deben,
asimismo, realizar todas las tareas que les encarguen el Tribunal o su Presidente
en relación a las estadísticas del Tribunal.

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El bibliotecario tiene en la actualidad gran importancia en la labor de las Cortes,
pues a causa de la proliferación de cuerpos normativos y leyes especiales deben
mantener actualizada la base de datos del Tribunal en las diversas materias de
su conocimiento. Del mismo modo, deben procurar entregar toda la información
que se les solicite para la adecuada resolución de un caso; por ejemplo, de autos
acordados vigentes; normativa administrativa interna; libros especializados,
información jurídica relevante en línea a través de Internet, etc.

Existe un bibliotecario en la Corte Suprema y, además, en todas las Cortes de


Apelaciones del país que determine el Presidente de la República, previo informe
de la misma.

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