Todos los seres, mis madres, infinitos como el espacio,
empezando por aquellos que me son hostiles, los obstructores que me dañan y todos aquellos que crean obstáculos a la liberación y a la omnisciencia, deben ser felices, deben liberarse del sufrimiento y alcanzar la preciosa, insuperable, auténticamente completa iluminación.
Recita esto tres veces
Para ello, hasta que llegue a la budeidad, emplearé el cuerpo, la palabra y la mente en la virtud. Hasta la muerte, emplearé el cuerpo, la palabra y la mente en la virtud. Desde hoy hasta mañana a esta hora, emplearé el cuerpo, la palabra y la mente en la virtud. Recita esto tres veces.
Mi ropa, mi comida, mis medicinas y pertenencias; mis idas y
venidas; mi servicio físico; acciones como sentarme o entrar en casa; la estabilidad de mi conducta; la forma tranquila de comportarme, mi buena conducta de cuerpo, palabra y mente; la contención de mis seis facultades; vestir, masajear y lavar mi cuerpo; comer, masticar y saborear; doblar y estirar las extremidades; mirar y observar; dormirme y permanecer despierto, y todas las formas de servicio que tengan que ver con el cuerpo; no hay ninguna de ellas que no esté totalmente dedicada a la omnisciencia.