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9. BUSCANDO LA EXCREENCIA Dejo deacansar las cartas como tiradas al descuido,boca ‘arriba sobre el pafio,pero con la seguridad de tener lag vein Kiocho del lomo totalmente controladas. Hago una pauan y co- mienzo con enta anécdota: aviéndome tan apasionado por este arte,mi amigo Joe Herndndex me dijo una noche en Las Vegas: “René... no buoques la per= feceion,porque la perfeccién no existe...” "Qué debo buscar gntonces? —pregunté~ “La excelencla" -respondié. Penoé: Pus~ Creo que es una buena forma de lograr un gran atisbo pa rect ieee gue continga y que debo agrandar en eu efecto ron fenctal de la mejor manera posible. Y s6 que lo logro.poraue aigeta altura del recorrido del show,me creen absolutamente todo lo que les digo; por esta razén muy deliberada, por oler- forgets juego ocupa este lugar; y no a6lo por 600,eino poque seré el medio necesario para lograr el cambio de las velntt Gugtze carbas descontroladas de la boca por aus homénimas que ain estén en el sostenedor,en el bolsillo de mi pamtalon Tomo la baraja encuadrada carae arriba y,deslizando una ayuna a la vista del piblico,invito a elegir una sélo con le vista y que la guarden en su mente. Paso e6lo veinticuatro cartas de la boca,hasta llegar a la primera de mi rosario con trolado. Para lograrlo con eficiencia,no bien paso ocho o diez cartas a la vista del piblico, pregunt -aYa esta. Dificilmente diga "no”.pero ai asi fuera,continio pasan- do cartas. Si la respuesta’es “ai”, también continio haciendo lo al tiempo que digo: Puede cambiar por otra... si lo desea. De esta manera justifico seguir pasando cartas hasta pa- sar las veinticuatro que me interesan. Aparto el reate dev mazo a mi lequierda y deslizo nuevamente carae arriba lae velnticuatro cartas entre las que el colaborador eligié una, Para que corrobore que su carta estdé allf. Le entrego a mes~ Clar las veinticuatro cartas,y para cubrir la espera de au ac cidn,digo jUsted es la Gnica persona de eate mundo que sabe de qué car- ta se trata... Tomo las cartas de mano de mi colaborador y las meto en el boleillo do mi pantalén contra la pierna,al lado de sus velnticuatra homénimas que dejé en el cambio anterior y digo: Rect pen todos,nombre su cart n ahora,Sefior,para que partic Mientras digo ésto saco las cartas del contenedor y las coloco en la parte de afuera del separador Quedan contra mi pierna ocuarenta y ocho cartas,veinticua tro y veinticuatro hom6nimas ya descartadas de toda accién posterior,el separador y las veinticuatro cartas inferiores de mi rosario,homénimas de las anteriores Recuerda que no son veintiseis porque el cuatro y el cin co de picas los tiré displicentemente sobre las veintiseis cartas superiores del rosario que estén a mi izquierda pare realizar el divertimiento. Cuando el colaborador responde a mi pregunta y nombra Ia carta elegidn,la busco lo mis rapido posible en mi boleillo. Para poder hacerlo con 1a mayor pre cision y destreza,corro con el indice la primera carta (el tres de picas,foto NO By el reeto con el dedo mayor, fotos NO 9 y 10. La yema de mi pulgar es el control perfecto que me a segura contarlae una por una ein ningin lugar a dudas. Cuan do llego a la carta elegida,ia eaco junto con todas las ya contadas,la aparto hacia adelante,boca abajo y luego saco el reato del rosario que deposito también boca a bajo a la dere a del otro paquete. A los efectos de lograr el mayor atic bo y para cerrar con el mayor éxito,digo Ojalé buscando la perfeccién haya encontrado 1a excelencia Volteo la carta. FoTO No 8 FOTO No 9 CORRO CON EL INDICE LA PRIMERA ESTO CON EL DEDO MAYOR AS, DOS, TRES, CUATRO. . . Creo que ahora corresponde un juego de ritmo activo en contraposicién con mi lentidigitacién. Y AS,DOS,TRES, CUATRO «.. 10 66; ademéa de eer un juego cinco estrellas... Por o- tra parte,me da la oportunidad de jugar con el mazo completo, corroborande el total azar de las cincuenta y dos cartas de la baraja De acuerdo a como ha quedado 1a baraja en la mesa ~todas jas cartas boca arriba~ debo pasar con un corte muy natural, siete cartas de boca a lomo. Como las tres rojas y las tres negras han quedado separadas al dar por terminado LRNTIDIGITA CION,debo agregar una,dicimuladamente,para completar las oie te,pero esa carta no debe ser ni dos,ni tres,ni cuatro de dia mantes. Una vez apartadae las siete cartas boca arriba,del resto de las otras cartas més 0 menos “desparramadas’ a mi izauier da,recojo las cartas de mi rosario abandonado y las dejo caer ooa arriba sobre las siete cartas. Por qué resuelvo llevar las siete cartae al lomo de mi rosario? Para que -con la per durabilidad del ‘desorden’ sobre el pafio~ eontintie quedando la sensacioén de mi deeprecio por los controles. Claro que esta situacién se prolongard lo que dure la pausa a mi crite rio y de acuerdo a la reaccién del piblico- luego de 1a cual, anuncio un juego de ritmo. Recién entonces,tomo 1a baraja, bueco y aparto el dos,el tres y el cuatro de diamantes,aue es tan entre las primeras cartas de la boca, fuera del rosario controlado y el ae de diamantes que para apesurar su bisque~ da- 96 que esté en el numero de orden décimo del lomo,entre el seis y el siete de diamantes. Una vez separadas las cuatro cartas en cuestién a mi de~ recha,boca arriba en abanico,as en boca y un tanto combadas: de manera que permitan ser empaladas por la carta del lomo de la baraja,tomo el paquete y corro la carta del lomo un centi~ metro hacia afuera con la yema del anular. Llevo mi mano hacia las cuatro cartas y empaléndolas con la corrida del lomo,volteo las cinco al lomo de 1a baraja,gi~ rando mi mano palma arriba para -muy continuadamente~ dar las cuatro del lomo boca abajo,de derecha a izquierda,diciendo ritmicament -As, dos, tres,cuatro. .- Quedaran en este orden,de derecha a izquierda: carta in- diferente,as,dos,tres. Digo y hago,depositando el mazo boca abajo encima del tres,que para el publico ee el cuatro: -Pongo el cuatro abajo y lo saco de arriba Aparto e] cuatro boca arriba,y coloco encima del paquete el dos,que el publico cree es el tres,diciendo: — ...pongo el tres arriba y lo saco de abajo...

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