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“AÑO DEL DIÁLOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO


TEMA
LA CULPA Y TEORIA DE LA CULPA

Presentado por : Fredy TANTALLA SALCEDO

Docente : Abg. Charles AYERBE SEQUIROS.

Semestre : XII

Abancay – Perú
2018
ÍNDICE.

1. LA CULPA.

2. DIFERENCIA CON EL DOLO.

3. TEORIA DE LA CULPA.

4. CULPA CIVIL Y CULPA PENAL.

5. DELITO CULPOSO.

6. DIFERENCIA CON EL DOLO.

7. FORMAS DE LA CULPA.
a. Negligencia.
b. Imprudencia.
c. Impericia.
d. Inobservancia.

8. CLASIFICACIÓN DE LA CULPA POR SU GRAVEDAD.


a.- Culpa grave o lata.
b.- Culpa leve.
c.- Culpa levísima.
1. INTRODUCCIÓN,

Se puede entender por culpa la posibilidad de prever o previsibilidad el


resultado no requerido. Esta es otra de las formas de participación
psicológica del sujeto en el hecho, junto al dolo el cual se puede definir
como la conciencia de querer y la conciencia de obrar, traducidas estas
en una conducta externa, es decir, es la voluntad consciente, encaminada
u orientada a la perpetración de un acto que la ley prevé como delito.

2. LA CULPA.

La culpa se refiere al grado de voluntad con la que se comete un delito,


se habla de culpa cuando cometes un delito de forma "accidental" por así
decirlo, en otro orden de ideas, la culpa nace cuando el sujeto entiende la
situación, pero no quiere las consecuencias, por ejemplo, sabes que si te
pasas una luz roja puedes chocar, pero te la pasas pensando en que no
chocaras, y chocas, sabias pero no querías.

3. DIFERENCIA CON EL DOLO


La culpa en sentido amplio abarca la culpa en sentido estricto, y el dolo.
La culpa en sentido estricto es definida como la falta de intención en el
sujeto activo de provocar las consecuencias que el acto que emprende
suscita -por lo que se dice que no se representó mentalmente el resultado
de su accionar-, mientras que el dolo es la intención de cometer el acto en
cuestión y consecuentemente, causar sus consecuencias -por lo que
previamente se representó mentalmente el resultado de su acto-. La culpa
entonces es el actuar imprudente, negligente, en otras palabras la
conducta atrevida o descuidada del sujeto activo.
El límite entre culpa y dolo -límite entre el actuar culposo y el doloso-, está
dado por la culpa consciente y el dolo eventual. Así, en la culpa
consciente hay representación mental del resultado que conlleva el acto
efectuado, pero se suma a ello el criterio del sujeto activo de que tal
resultado perjudicial, finalmente delictual, no se concretará por una mala
valoración de las circunstancias del hecho -que podría calificarse
generalmente como un exceso de confianza-, no susceptible de ocurrir si
se actuara con un criterio estándar de cuidado y atención. Por otra parte,
en el dolo eventual, como en el directo, hay una representación del
resultado disvalioso, pero difiere de éste, del dolo eventual, en que a ello
se le suma el desinterés de si tal resultado se produce o no.
Un ejemplo de lo expuesto se daría si consideramos a una persona que
conduce un automóvil a gran velocidad por una calle céntrica y atropella a
un peatón que cruzaba dicha arteria. Habrá conducta culposa si lo hizo
pensando en que no se produciría el accidente por su habilidad para el
manejo, y habrá conducta dolosa si condujo en tal forma sin importarle el
atropellar o no a alguien. Tal diferencia, a todas luces subjetiva, es de
difícil valoración y aún más difícil prueba en la práctica judicial.
4. TEORÍA DE LA CULPA.

Culpa es el término jurídico que, según Francesco Carrara, al igual que la


negligencia, supone la "voluntaria omisión de diligencia en calcular las
consecuencias posibles y previsibles del propio hecho".

A esta teoría se le han formulado diversas críticas, lo que no implica que


no se reconozca que el concepto de previsibilidad desempeña un papel
de importancia en la culpa, sino tan solo que ese elemento no puede
considerarse como suficiente para servirle de fundamento, dado que en
otras razones, aun siendo previsible el resultado, puede no darse la culpa,
si el sujeto ha actuado con la debida diligencia y prudencia.

5. CULPA CIVIL Y CULPA PENAL

El concepto de culpa penal es semejante al de culpa civil: en ambos


casos la culpa se define por una omisión de la conducta debida para
prever y evitar el daño. Se manifiesta por la imprudencia, negligencia,
impericia o inobservancia de reglamentos o deberes. Sin embargo, en la
apreciación de la culpa a los fines del resarcimiento del daño, en un caso,
y de la represión del delito, en el otro, existen pautas diversas: en el
primer caso la culpa se aprecia como un criterio muy afinado para no
dejar a la víctima sin reparación; en el segundo, existe mayor rigor para
valorar las circunstancias constitutivas de la culpa con el propósito de no
condenar a un inocente. De allí que: la más leve culpa impone
responsabilidad civil al autor de un daño y, por consiguiente, una
absolución penal por falta de culpa no hace cosa juzgada en lo civil.
Corolario del mismo principio es que puede fundarse la responsabilidad
civil en una simple culpa en la vigilancia y que aun ésta se presuma, lo
que no se admite, en principio, en materia penal.

6. DELITO CULPOSO

En Derecho se define al delito culposo como el acto u omisión que


produce un resultado descrito y sancionado en la ley penal, a causa de no
haber previsto ese resultado siendo previsible, o se previó confiando en
que no se produciría, en virtud de no observar un deber de cuidado que
debía y podía observar según las circunstancias y condiciones
personales.

El término "culposo" generalmente se utiliza en materia de siniestros y


seguros vehiculares, aunque también se utilizan acepciones como delitos
imprudenciales o no intencionales

Estaremos entonces, frente a un delito culposo cuando se realiza una


conducta o una omisión que produjo un resultado que ya la ley penal
establece y sanciona y que por lo general es un resultado dañoso; por
otra parte ese resultado puede ser conocido o desconocido por el
ciudadano pero que la ley nos impone el deber de conocerlo o por lo
menos de imaginar sus alcances para luego entonces poder preverlo y
evitar que se produzca, sin embargo aquel ciudadano que no prevea ese
resultado, o si lo prevea y confíe en que no se producirá, y debido a esa
confianza o falta de previsión deje de tomar o ni siquiera tome las
medidas necesarias para evitar ese daño será sujeto a la sanción
correspondiente.

7. DIFERENCIA CON EL DOLO

La culpa en sentido amplio abarca la culpa en sentido estricto, y el dolo.


La culpa en sentido estricto es definida como la falta de intención en el
sujeto activo de provocar las consecuencias que el acto que emprende
suscita -por lo que se dice que no se representó mentalmente el resultado
de su accionar-, mientras que el dolo es la intención de cometer el acto en
cuestión y consecuentemente, causar sus consecuencias -por lo que
previamente se representó mentalmente el resultado de su acto-.

La culpa entonces es el actuar imprudente, negligente, en otras palabras


la conducta atrevida o descuidada del sujeto activo. El límite entre culpa y
dolo -límite entre el actuar culposo y el doloso-, está dado por la culpa
consciente y el dolo eventual. Así, en la culpa consciente hay
representación mental del resultado que conlleva el acto efectuado, pero
se suma a ello el criterio del sujeto activo de que tal resultado perjudicial,
finalmente delictual, no se concretará por una mala valoración de las
circunstancias del hecho -que podría calificarse generalmente como un
exceso de confianza-, no susceptible de ocurrir si se actuara con un
criterio estándar de cuidado y atención.

Por otra parte, en el dolo eventual, como en el directo, hay una


representación del resultado disvalioso, pero difiere de éste, del dolo
eventual, en que a ello se le suma el desinterés de si tal resultado se
produce o no.

Un ejemplo de lo expuesto se daría si consideramos a una persona que


conduce un automóvil a gran velocidad por una calle céntrica y atropella a
un peatón que cruzaba dicha arteria. Habrá conducta culposa si lo hizo
pensando en que no se produciría el accidente por su habilidad para el
manejo, y habrá conducta dolosa si condujo en tal forma sin importarle el
atropellar o no a alguien. Tal diferencia, a todas luces subjetiva, es de
difícil valoración y aún más difícil prueba en la práctica judicial.

8. FORMAS DE LA CULPA

a.- Negligencia.- Descuido en el actuar. Omisión consciente,


descuido por impericia o dejar de cumplir un acto que el deber
funcional exige. En materia penal, es punible.
b.- Imprudencia.- Punible e inexcusable negligencia con olvido de
las precauciones que la prudencia vulgar aconseja, la cual
conduce a ejecutar hechos que, a mediar malicia en el actor,
serían delitos.

c.- Impericia.- Falta de pericia. Pericia.-(Del latín peritia) Sabiduría,


práctica, experiencia y habilidad en una ciencia o arte.

d.- Inobservancia.- Consiste que al desempeñar ciertas actividades


o cargos, el sujeto omita cumplir los deberes impuestos por los
reglamentos u ordenanzas.

8. CLASIFICACIÓN DE LA CULPA POR SU GRAVEDAD

Es muy importante la clasificación de la culpa por su gravedad, dado que


en muchas ocasiones los contratos eximen de responsabilidad para
ciertos grados de culpabilidad. Es habitual la distinción entre:

a.- Culpa grave o lata.


b.- Culpa leve.
c.- Culpa levísima.
En muchos casos la jurisprudencia hace equivaler la culpa grave al dolo.
Realmente, no se está haciendo equivaler ambos conceptos pero, en la
práctica, y dado que probar la intención es sumamente difícil, se entiende
que una culpa grave o muy grave se asemeja demasiado a una actuación
intencionada, dado que es difícil comprender que se haya hecho de forma
involuntaria.

a.- Culpa grave: Conocida también por su expresión latina culpa


lata, es el grado más amplio de negligencia o de falta de diligencia
en el cumplimiento de las obligaciones. En ella, el deudor omite
las precauciones más elementales dejando de prever lo que la
mayoría de las personas tendrían previsto. Se trata de un grado
de culpa que frisa el dolo o malicia; por ello se ha dicho que esta
culpa se equipara al dolo (culpa lata dolo aequiparatur). En este
mismo sentido, se alude a la culpa con previsión o dolo eventual,
cuando el incumplimiento no es directamente querido, pero se han
previsto los hechos que, en definitiva, impedirán el cumplimiento.
Se trata, pues, de una zona limítrofe entre la culpa lata y el dolo, y
en la que el obligado incumplidor puede calificarse de deudor
infractor.

b.- Culpa leve: Es un grado inferior al de la culpa lata en el


incumplimiento de las obligaciones. El deudor incurre en
negligencia por omisión de los cuidados y precauciones usados
habitualmente por la gente prudente. En este sentido, la ley suele
remitirse a un tipo de conducta estándar: la diligencia de un buen
padre de familia, entendiendo por tal no un buen propietario, sino
una persona diligente. Cuando la conducta del deudor incumplidor
manifiesta un descuido en el que pueden también caer las
personas más prudentes, se dice que hay culpa levísima, que es
el grado inferior de culpabilidad obligacional subjetiva, rayano con
la exculpación.

c.- Culpa levísima: Es la falta de aquella esmerada diligencia que un


hombre juicioso emplea en la administración de sus negocios
importantes.

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