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Trastorno de La Voz PDF
Trastorno de La Voz PDF
PLAN DE TRATAMIENTO
• Contenido
• Extensión
• Fijación del objetivo
Para el paciente, para el que corre con los gastos y para el terapeuta es importante hacer el
tratameinto transparente en cuanto a contenidos, extensión y fijación del objetivo. Los
contenidos de una terapia de voz han sido frecuentemente publicados. Aqui se trata de
formular los contenidos base y discutirlos nuevamente. Estos contenidos base son equiparados
con los ámbitos de competencia necesarios para el desarrollo de una personalidad y que están
más o menos desarrollados en un paciente con trastornos de voz.
El plan de tratamiento de una terapia de voz para una disfonía funcional no se puede describir
cronológicamente a través de una serie de determinados ejercicios. Esto seria preferible para
un terapeuta de voz sin experiencia, pero no cumple con el propósito de una terpia de voz. La
terpia de voz debe ser vista en su totalidad como la posibilidad de desarrollar en pleno
competencias insuficientemente formadas, para encontrar asi en la voz un medio de expresión
de una personalidad equilibrada.
• qué contenidos?
• en qué extensión?
• con qué metódos?
son alcanzables.
Sobre esta base, la terapia de voz trata el desarrollo de los distintos ámbitos de competencia
La capacidad de una persona para
• PERCEPCION
• REGULACION DE LA TONICIDAD
• RESPIRACION FISIOLOGICA
• VOCALIZACION FISIOLOGICA
Los ejercicios se pueden combinar y repetir. Independientemente del paciente y del terapeuta
se puede trabajar con un amplio repertorio de ejercicios o también con uno pequeño. La terapia
no procede en forma lineal, sino según el paciente, se necesita más o menos tiempo para
trabajar las principales zonas del tratamiento de una terapia de voz.
El objetivo de la terapia es que el paciente desarrolle competencia suficiente en todos los
ámbitos y con ello mejore su voz. No se trata de aprender una nueva técnica vocal sino del
despliegue de toda la personalidad (compárese „persona" lat. =a través del tono de voz) Esto
es posible solamente bajo la consideración y en un juego de intercambio con las distintas e
individuales necesidades de vida.
DESARROLLO DE COMPETENCIAS
Terapia de voz como posibilidad en el desarrollo de competencias para lograr en la voz el
medio de expresión de una personalidad equilibrada.
1. 2. REGULACION 3. 4.
PERCEPCION DE LA RESPIRACION VOCALICACION
TONICIDADA
PROCESO DE DESARROLLO
1. PERCEPCION:
2. REGULACION DE LA TONICIDAD:
Aqui se trata del cambio de tensiones corporales, como por ejemplo, tirantes
crónicos causados por daños en la posición, pero también tensiones corporales
causadas por el estrés o por variaciones del estado de ánimo. El tratamiento
en este ámbito está expuesto a significantes variaciones, ya que los éxitos no
avanzan ininterrumpidamente, sino que siempre pueden aparecer retrocesos
reiterados. Por eso la ruta del cambio se puede describir en forma entrelazada,
es decir, que después de sucecivos retrocesos y progresos la persona se
desarrolla lentamente en su totalidad.
Esta lista puede ser alargada en forma múltiple. Un terapeuta debería usar
solamente los métodos que haya aprendido teórica y sobre todo prácticamente
y con los que él mismo tenga experiencia suficiente. Un método es tan bueno o
tan malo según como el terapeuta lo pueda proporcionar. Independientemente
de eso, los pacientes tienen experiencias previas o predileciones. Ellos
prefieren, por ejemplo, ejercicios con instruciones de movimiento en
contraposición a puros ejercicios de demostración y vice versa. Esto debe ser
considerado por el terapeuta y asi puede elegir los métodos apropiados.
Debe conciderarse también que ofrecimientos externos como, por ejemplo,
cursos de yoga, pueden estimular el proceso de la terapia.
Debe servir para que el paciente se abra en la terapia y aprenda a aceptar sus
emociones y a expresarlas. El terapeuta puede aliviar al paciente para que éste
hable sobre situaciones opresivas que influyen en el estado de ánimo y con
ello en la voz. Importante es aqui, que el terapeuta posea suficiente
información y experiencia propia en el método del consejo terapéutico. Cursos
de postgrado serán ofrecidos por las correspondientes escuelas de
psicoterapia. Por ejemplo
También aquí hay una gran cantidad de escuelas. Un terapeuta que se sienta
inseguro o sin experiencia en la consulta de consejo psicoterapeuta, debería
reducir la terapia en ese ámbito y relegarla a una persona experimentada.
Serias enfermedades psíquicas no caen en el ámbito de la terapia de voz, ellas
deberían ser tratadas por psicoterapeutas experimentados.
El significado y la dimensión de la consulta de consejo en la terapia de voz
debe ser aún discutida aún en nuestro circulo especializado. Este es el objetivo
de este proyecto.
3. RESPIRACION
4. VOCALIZACION
La parte anterior de la boca como sitio articulatorio para /M/ debería ser hecha
conciente.
• ejercicios de distensión
• ejercicios para el ritmo respiratorio de habla
• ejercicios para la prosodia (melodía, velocidad del habla,
intantidad, entonación)
RECOPILACIONES DE EJERCICIOS:
fff,
sss
o Pronuncia ahora el sonido que harías para mandar a alguien que se calle
sss
2.
3. Ejercicio: Métodos de relajación, por ejemplo Relajación Progresiva
de Jacobson, grado 1.
ver PMR
Échate de espaldas sobre el suelo en una alfombra. Las piernas están ligeramente
entreabiertas, los brazos estirados a la altura del pecho, las palmas de las manos miran
hacia arriba. Percibe la superficie sobre la que descansa tu cuerpo y siente el contacto
sobre el suelo de todo tu cuerpo, de los talones, pantorrillas, muslos, nalgas, de la
columna vertebral y de los huesos que la componen, el coxis, sacro, las costillas
lumbares, costales, cervicales, de la nuca, la cabeza, los hombros, brazos, manos.
Visualiza todo tu cuerpo.
(Imagen 3)
Ahora coloca dos pelotas de tenis un poco por encima de la rabadilla (sacro), apóyate
sobre ella, de modo que no quede un hueco entre las lumbares y el suelo. Percibe una
pequeña o mediana presión sobre la rabadilla, pero no estés en tensión, sino intenta
relajarte, para que no te hagas daño.
(Imagen 3a)
Imagínate que el aire que tomas en la inspiración se concentra en la parte inferior del
abdomen y que sale por la pierna derecha y el talón, y se esparce por el suelo. Repite
este ejercicio tres veces, y al espirar pronuncia el sonido: fff. Inspira profundamente
desde la parte más inferior del abdomen.
(Imagen 3b)
Imagínate que el aire que tomas en la inspiración se concentra en la parte inferior del
abdomen y sale por la pierna izquierda y el talón, y se esparce por el suelo. Repite el
ejercicio tres veces.
(Imagen 3c)
Imagínate que el aire que tomas en la inspiración se concentra el la parte inferior del
abdomen, y sube por la columna vertebral, y sale por el hombro derecho, brazo, mano,
y se esparce por el suelo. Repite el ejercicio tres veces.
(Imagen 3d)
Imagínate que el aire se concentra en la parte inferior del abdomen, y sube por la
columna vertebral, y sale por el hombro izquierdo, brazo, mano, y se esparce por el
suelo. Repite el ejercicio tres veces.
(Imagen 3e)
Imagínate que el aire se concentra en la parte inferior del abdomen, sube por la
columna vertebral y por la nuca, sale por la cabeza y se esparce por el suelo. Repite el
ejercicio tres veces.
(Imagen 3f)
Ahora ya puedes retirar las dos pelotas de tenis. Percibe si la superficie de contacto de
tu cuerpo contra el suelo ha cambiado, siente los talones, las pantorrillas derecha e
izquierda, las rodillas, los muslos, las nalgas, la columna vetebral y los huesos que la
componen, el coxis, sacro, las costillas lumbares,costales y cervicales, la nuca, la
cabeza, los hombros, brazos, manos ...
Imagínate que has salido del agua y que ahora estás tumbado sobre una superficie
lisa, sobre la que tu cuerpo húmedo deja su contorno dibujado, y tú puedes contemplar
esa huella que deja tu cuerpo.
(Imagen 4)
Permanece echado en el suelo, con las piernas encogidas, los pies apoyados sobre el
suelo y ligeramente separados, los brazos extendidos a la altura del pecho y con las
palmas de las manos mirando hacia arriba. La barbilla mira en dirección hacia el pecho,
de forma que la nuca se alarga. Visualiza interiormente las dimensiones de la superficie
de contacto de tu cabeza contra el suelo.
Continúa echado en el suelo, con las piernas encogidas, los pies apoyados sobre el
suelo, con una ligera separación. Los brazos están extendidos a la altura del pecho, la
nuca está estirada.
(Imagen 5a)
Ahora mueve ambas piernas hacia la derecha a la vez que expulsas el aire,
pronunciando el sonido f. Las piernas no están juntas, sino que cuando una pierna
ha llegado al centro, la otra empieza a moverse. La espalda permanece apoyada en el
suelo. Puedes empezar moviendo la rodilla derecha, y automáticamente la izquierda se
desplazará hacia el lado derecho sin que hagas esfuerzo alguno. De esta manera, la
columna vertebral se apoya mejor contra el suelo. Repite el ejercicio varias veces,
prestando atención a realizar el movimiento sólo durante la fase de expiración,
mientras que durante la inspiración no se produce ningún movimiento, es decir, las
rodillas están siempre a la derecha o a la izquierda del cuerpo.
(Imagen 5b)
Al llegar al centro para, estira las piernas, los pies miran hacia afuera. Percibe las
sensaciones, si ha cambiado la superficie de apoyo sobre el suelo, si la columna
vertebral está más o menos apoyada, el coxis, sacro, costillas lumbares, costales y
cervicales, la nuca, la cabeza, los hombros, brazos, manos...
(Imagen 6)
(Imágenes 6 a,b,c)
Estás echado en el suelo, con las piernas encogidas y los brazos a la altura del pecho.
En este ejercicio elevarás la columna vertebral del suelo, vértebra a vértebra, de forma
que sólo los omóplatos están apoyados en el suelo. El movimiento se realiza
lentamente y durante la espiración. Intenta elevar cada vértebra, hasta quedar apoyado
en los omóplatos, e inspira. Respira profundamente y desciende vértebra a vértebra,
mientras expulsas el aire. Repite el ejercicio lentamente varias veces.
(Imagen 7)
Gira el cuerpo lentamente hacia un lado, hasta quedar echado boca abajo. Recoge los
brazos debajo de la cabeza, que mira hacia un lado, y se apoya cómodamente sobre
un brazo. No juntes las piernas, déjalas ligeramente entreabiertas, los talones miran
hacia afuera. Inspira por la nariz, expulsa el aire por la boca produciendo el sonido
"ssss". Al estar apoyado sobre el abdomen, percibes claramente el movimiento de tu
respiración, cómo el aire se concentra en la parte inferior del abdomen y como sale
lentamente al pronunciar "ssss".
Cambia ahora el sonido "ssss" por números. Al expulsar el aire, pronuncia un número,
aprovechando todo el aire hasta el máximo. Por ejemplo: uunooo, doooss, treeess, ...
Cuenta hasta diez, y al pronunciar cada número aprovecha al máximo todo el aire.
Después toma aire de nuevo lentamente desde el abdomen.
(Imagen 8)
(Imágenes 8 a,b,c)
Ponte de gatas, apoyándote sobre manos y rodillas. Las piernas están ligeramente
separadas. La cabeza mira hacia abajo, la nuca está relajada. Arquea la espalda hacia
arriba, al mismo tiempo que la cabeza se inclina en dirección al ombligo. Mientras
realizas este movimiento, espira lentamente pronunciando
sss.
(Imagen 9a)
Ahora siéntate sobre las piernas, lo ideal es que las nalgas toquen los talones.La
cabeza se inclina hacia adelante, de forma que la zona del nacimiento del cabello
quede apoyada en el suelo, y la nuca quede estirada. Los brazos deben estar a ambos
lados del cuerpo y hacia atrás. Como consecuencia de esta posición, percibes
claramente como el aire se instala en la "faja abdominal". Respira por la nariz y expulsa
el aire por la boca con el sonido sss. Tras repetir el ejercicio varias veces, sustituye
el sonido s, por el sonido u. Imagínate cómo el sonido u se forma en la zona
más inferior del abdomen, y cómo asciende lentamente por el canal vocal y en la boca,
a través de un redondeamiento de los labios se produce el sonido u. Percibe en la
cabeza la resonancia del sonido a través de su vibración. Repitelo varias veces.
(Imagen 9)
(Imágenes 9 a,b,c)
Ahora estira los brazos hacia adelante, y con las manos intenta llegar lo más lejos
posible, como un gato que se estira. Estira también los músculos serratos todo lo que
puedas, pero sigue sentado sobre los talones. Una vez que has realizado este
estiramiento, vuelve a la posición de partida y descansa. A continuación, repite el
ejercicio, alternando estiramiento y descanso.
(Imagen 10)
(Imágenes 10 a,b,c)
El fundamento de saber ponerse de pie de forma natural, consiste en, desde la
posición de echado,no levantarse primero con la cabeza. Lo ideal sería que si estás
echado de espaldas, te gires hacia un lado, y luego boca abajo, y luego te levantes sin
tener que tensar la nuca innecesariamente, como ocurre al levantar la cabeza.
Partiendo de la posición de echado, ponte de nuevo "de gatas" y deja la cabeza colgar
hacia adelante. Esto es importante para no tensar los músculos del cuello, después de
la relajación. Desde esta posición, apoya primero los pies, de forma que las nalgas son
el punto más elevado y tus pies quedan ligeramente separados. La columna comienza
a elevarse lentamente, empezando por el cóxis, vértebra a vértebra, sacro, vértebras
lumbares, costales, cervicales, y finalmente la cabeza. Durante la elevación de la
columna, los pies están ligeramente separados, las rodillas no presentan tensión
alguna. Los brazos cuelgan relajados. La columna está totalmente erguida, pero no la
cabeza, que se inclina un poco hacia adelante para que los músculos del cuello no
estén en tensión.
12. Ejercicio: Masaje del pie con una pelota de tenis para mejorar el
contacto con el suelo y estimular la postura erguida, grado 1
Estás de pie, con la nuca estirada, la cadera recta, las rodillas sin flexionar y los brazos
relajados. Percibe el contacto de la planta de los pies con el suelo. Percibe como es de
grande esa superficie de contacto.
(Imagen 11)
(Imágenes 11 a,b)
Pon ahora uno de tus pies sobre la pelota de tenis, y masajea el centro de la planta del
pie girando con el pie sobre la pelota. Combina el movimiento con la espiración. Con la
inspiración no muevas el pie y permanece en contacto con la pelota.
(Imágenes 11 c,d)
Gira ahora sobre la pelota de tenis desde el centro de la planta del pie hasta los dedos
y viceversa. Repítelo varias veces y presta atención a realizar el movimiento sólo
durante la espiración.
(Imágenes 11 e,f)
Continúa girando el pie sobre la pelota, pero ahora desde el centro hasta el talón y
viceversa. Repite varias veces.
(Imágenes 11 g,h)
Por último gira con el pie de lado. En esta posición dibuja círculos como has hecho con
las otras zonas del pie.
Ponte de nuevo con los dos pies rectos y compara el contacto con el suelo de las dos
plantas de los pies. ¿Tienen las dos el mismo contacto con el suelo o es diferente?
Repite el mismo ejercicio con el otro pie, realizando el masaje en tres fases, primero en
el centro, luego en dirección hacia los dedos, hacia el talón y de lado. Finalmente
compara ambas plantas.
13. Ejercicio: Movimiento para activar la respiración y estirar los
músculos que en ella intervienen, grado 2
Estás de pie. Los pies se encuentran bien apoyados sobre el suelo, las rodillas están
bien relajadas. Imagínate que estás en un ascensor y que de repente se para. ¿Qué
experimentan las rodillas cuando se para el ascensor? Tus rodillas permanecen
relajadas por si acaso el ascensor vuelve a estancarse.
Percibe el contacto de las plantas de los pies sobre el suelo, comprueba si hay
diferencias entre la derecha y la izquierda. Presta atención en este ejercicio, en que los
talones permanezcan apoyados contra el suelo y que las rodillas estén relajadas y
dispuestas a reaccionar en cualquier momento.
(Imagen 12)
(Imágenes 12 a,b,c)
Levanta los brazos, estínalos y que queden un poco por detrás de la cabeza. A
continuación, con la fase de espiración, deja caer el cuerpo y los brazos hacia adelante
impulsados por su propio peso. Toma impulso y sube con los brazos de nuevo. Las
plantas de los pies no se despegan del suelo, la cabeza se mueve durante todo el
ejercicio como si fuera una prolongación de la columna vertebral, los músculos de la
nuca deben estar relajados. Al realizar el impulso hacia abajo expulsa el aire
produciendo el sonido ffft. Al pronunciar la /t/ los brazos están arriba, casi detrás de
la cabeza, y al estirar el cuerpo se produce casi automáticamente la inspiración.
Repetir el ejercicio varias veces.
Siéntate bien derecho en un taburete. Presta atención a la nuca. Debe estar como
alargada, las cervicales relajadas. Imagínate que estuvieras colgando como una
marioneta. Prolonga la columna vertebral a través de la cabeza, y en ese punto
arrancan los hilos de los que estás colgando. Los muslos forman un ángulo recto con el
cuerpo y también con la pantorrilla. Los pies están bien apoyados en el suelo y
ligeramente separados.
Percibe los dos huesos (isquión) sobre los que te sientas. Lentamente, gira sobre estos
dos huesos y percibe como el peso del cuerpo que descansa sobre los huesos, se
desplaza de derecha a izquierda y al contrario. Dibuja círculos cada vez más grandes
en una dirección y después cada vez más pequeños. Détente en el momento en que
sientas que el peso recae igualmente sobre ambos lados del taburete.
Al final, percibe de nuevo los huesos sobre los que te sientas, derecho e izquierdo, y el
contacto con el asiento.
(Imagen 13b)
(Imágenes 13 c,d)
Intenta poner recta la columna vertebral e imagínate que llevas una cesta encima de la
cabeza. Desde esta posición, mueves la cabeza hacia un lado, como si quisieras tocar
con la oreja el hombro, después hacia adelante, hasta que la mandíbula toque el
pecho. Durante todo este movimiento, expulsas el aire por la boca a la vez que
produces el sonido fff. Finalmente, levantas la cabeza lentamente, hasta la posición
inicial, mientras tomas el aire por la nariz.
(Imagen 14a)
(Imágenes 14 b,c)
(Imagen 14d)
(Imágenes 14 e,f)
Permanece en la misma postura, pero ahora con las manos puestas sobre los riñones,
de modo que el pulgar mire hacia adelante y los otros dedos queden mirándose
mutuamente. Inspira lentamente por la nariz y observa como la zona de los riñones se
ensancha al inspirar. Espira lentamente produciendo el sonido sss. En este
ejercicio, ni el pecho ni los hombros se mueven, sino la zona lumbar. Repite el ejercicio
varias veces, procurando realizar las pausas respiratorias oportunas y las espiraciones
prolongadas, para evitar que se produzca vértigo.
Continúa sentado en posición recta, toma aire por una de las fosas nasales, y
expúlsalo por la otra. Repite lo mismo tres veces más y alternando la función de las
fosas nasales, es decir, inspirando a través de la fosa por la que antes has espirando y
viceversa.
(Imagen 14g)
(Imágenes 14 h,i,k)
Respira por la nariz poco a poco hasta llenar los pulmones. Imagínate que estás
oliendo una flor. Espira lentamente. Pon una mano sobre el vientre y observa cómo se
encoge poco a poco a medida que llenas de aire tus pulmones.
(Imagen 14l)
(Imágenes 14 m,n,o)
Expulsa el aire por la nariz poco a poco, hasta que vacíes por completo los pulmones.
Entre cada espiración no tomes aire, sólo después de haber expirando tres veces,
realizas la inspiración. Pon una mano sobre el vientre y observa cómo se elva con cada
espiración. Expulsa el aire por la boca produciendo el sonido fff. Repite el ejercicio
tres veces.
15. Ejercicio: Relajación de los músculos faciales, para poder hablar de forma más
económica
(Imagen 15a)
Siéntate bien derecho y pon las yemas de tus dedos en medio de la frente. Estira
lentamente la frente con los dedos, desde el centro hasta las sienes. Repite este
masaje varias veces.
(Imagen 15b)
Después apoya las yemas de los dedos índice y corazón en la parte superior de la
nariz y estira los músculos con las yemas de los dedos en dirección hacia las mejillas.
Repite este masaje varias veces.
(Imagen 15c)
A continuación sitúa las yemas de los dedos en los pómulos y estira los músculos a la
barbilla. Repite este masaje varias veces.
(Imagen 15d)
A continuación sitúa los dedos índice entre los labios y la nariz, y estira los músculos
con las yemas de los dedos tirando hacia las comisuras de los labios. Repite este
masaje varias veces.
(Imagen 15e)
Finalmente, con las yemas de los índices entre los labios y la barbilla, estira los
músculos de esta zona tirando horizontalmente hacia las comisuras de los labios.
Repítelo también varias veces.
15.3 Bostezar, grado 1: es un ejercicio ideal para relajar los músculos de la laringe. La
laringe desciende cuando se bosteza, y por ello los músculos de la laringe se estiran,
sobre todo en la parte interna. Bosteza tan a menudo como sea posible y no impidas
nunca un bostezo, ni lo interrumpas.
15.5 Pleuel, grado 3: Abre la boca ligeramente y presiona con el ápice de la lengua
sobre los dientes incisivos inferiores. Intenta elevar la zona media de la lengua, sin
perder el contacto del ápice con los dientes. Repite el movimiento varias veces.
Mientras la lengua se eleva, la laringe desciende de forma automática, lo que conlleva
una relajación de los músculos externos de la laringe. Repite este movimiento varias
veces.
15.6 "Lanzar la lengua", grado 3: Pon el ápice de la lengua detrás de los incisivos
superiores, exactamente en los alvéolos. Lanza la lengua hacia adelante, de modo que
se sale un poco de la boca, y articula las sílabas blu, blo, bla, ble, bl. El sonido /l/ es
pronunciado con tanta energía, que el ápice de la lengua resulta lanzado hacia el
exterior.
15.7 Resoplidos, grado 2: ¿Recuerdas el sonido que produces con tus labios cuando
quieres expresar fastidio, desesperación o aburrimiento? Con los labios relajados y
juntos, dejas salir de repente una corriente de aire, y se produce un sonido semejante
al de un motor. Cuanto más relajados estén tus labios, más perceptible es el sonido.
15.8 "Poner morro", grado 2: Retén el aire en la boca, en la zona entre los dientes y
los labios, "poniendo morro". Para percibir mejor la zona de la que se trata, haz círculos
con el ápice de la lengua, hacia la derecha y hacia la izquierda.
(Imágenes 15 f,g)
lleva los codos hasta las rodillas y deja la cabeza colgando hacia abajo. Sacude la
cabeza, de forma que toda la musculatura facial se relaje aún más.
16.1 Estado de los recursos para el habla, grado 2: Suspira unas cuantas veces
consecutivas. Imagínate que has terminado con una situación difícil.Al suspirar la voz
desciende. Su tono medio de voz hablada está situado en el tercio inferior de la escala.
16.2 Zumbe, grado 3: las siguientes sílabas y percibe la vibración que se produce en
la cabeza y en el pecho.
16.3 Zumbido con vibración, grado 3: Golpea ligeramente con las yemas de los
dedos la zona debajo de las costillas flotantes, derecha e izquierda, y articula al mismo
tiempo las siguientes sílabas:
Una voz potente se consigue mejorando la resonancia, y ésta depende, entre otras
cosas, de la posición de los labios durante la formación del sonido.
(Imagen 17)
(Imágenes 17 a,b)
Pronuncia las siguientes combinaciones de sonidos y procura realizar con los labios
movimientos muy marcados
17.3 Susurrar, grado 3: Susurrar no es una forma adecuada de cuidar la voz. Cuando
estás afónico y susurras, el ejercicio resulta más fatigante para las cuerdas vocales,
que si hablas normal. En caso de afonía "cuidar la voz" significa no hablar. En este
ejercicio susurrar consiste en reducir la potencia de la voz al máximo y hablar
exagerando los movimientos articulatorios. Este ejercicio sirve para mejorar los
movimientos articulatorios y conseguir de esta manera una mayor claridad en la
pronunciación.Di a tu compañero una palabra desde una distancia de tres metros y sin
voz, sólo a través de una articulación exagerada.
17.4 Mejora de la máscara, grado 3: (espacio máximo de la boca sin esforzarse por
ampliarlo) Explora de nuevo con el ápice de la lengua el vestíbulo de la boca.
Pronuncia la frase siguientes y presta atención a la realización clara del sonido M.
Observa también la técnica correcta de respiración.