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Cariruto 10 FILOSOFIA Y CIENCIA. RACIONALISMO E IRRACIONALISMO EI desorrollo de la Geografia no se sepatt el que hia presentado la pro- pia filosofia de la ciencia contempordnea, ni del que ha caracterizado la evolucién del pensamfento occidental. No existe autonomia histérica del: pensamiento geogrifico, en cuanto a las coordenadas conceptuales y tesri- fas, en cuanto a sui encuadre intelectual. Como se ha dicho, «la Geogralia xo existe en un vaefo cultural; sus ideas y conceptos som influidos por el es- peciro mas amplio de la filosofia cientfica» (Davies, 1972). Bs lo que justifica, y lo que impone también, el prestar atencién.a ‘esas referencias filosoficas que se encuentran tras fos discursos y tras las pricticas de los ge6grafos, En relacign con las cuales es factible entender la evolucion de la disciplina y de sus ideas y el estatus de sus campos 0 reas. Bo decir, toner on eucata los que hast sidv lus auuplivs hocizontes culturales en los que la geografia como disciplina de nuestro tiempo se ha desenvuelto ‘Los discursos especificos, que presentan la historia de la geografia mo- dema en torno a cuestiones geourificas, como el xdeterminismo> y el «po- sibilismo», por poner ejemplos destacados de la etapa inicial, encubren, bajo ess ap id, e! debate filoséfico coeténeo, en el que: jnmersa Ia sociedad occidental desde finales dl siglo xn SSélo en ese contexto histérico logran sentido tanto la ciencia como la filosofia, asf como nuestros conceptos fundamentales, nuestras ideas, Jo mismo las que nos parecen propias como geégrafos, que las que atribuimnos alentomo cientifico. Lo que explica la apavvidu de la yevssalla comma dis. ciplina moderna» es, precisamente, el que entronca con las preocupacio- nes y se sitda en las coordenadas del mundo «moderno». Forma parte de lo. que se ha llsmado emodemidads El término «modernos tiene un uso histrico variado, Su origen, como apuntaba J. Habermas, se remonta al siglo v. Se uilizé entonces, para se- parar el mundo cristiano de su antecedente pagano. Sw uso actual respon de a una elaboracién cultural que se decanta en el siglo xvi, con la Ihs- tracién, Su formlacién cultural e deol6gica corresponde’al empleo que del i¢ RAN nn Beto SE SSS aS o SH HSHSSHSSHssevsssvessec: 1a 105 HORIZONTES DE LA GEOGRAFIA tnismo se hace en la Europa del siglo xvi y en la centurias siguientes, para mmarear los cambios, para afirmar y destacar Ia diferencia, en relacién con los tiempos precedentes, |. La modemidad: la episteme cientifica Sen a hel ed ae nyse act inne ae a io sale ns ren le lo nuevo domina el pensamiento de los contemporineos (Rossi, 1997). wa at pent ‘rial— a la modemnidad social —democrética—, la modernidad arquitect6- tga cera dane ‘humano y por la confianza en la experiencia como fuente de conocimiento, terior es la definisisn de un muev tna de conocmetta, a eienca oe mot ana ome atao e te, e5 um rasgo destacadlo de! irénsito entre el mundo antiguo y o! medemo LEA FUNDACION DE LA Grognarta 185 1.1, MODERNIDAD ¥ RAZON: LA RAZON CHENTIFICA 1a Edad Moderna se define en torno al desarrollo de um nuevo tipo de conocimiento, esto es, Ia aparicién de la «Nuova Scienza», es deci lagen, cia de Galileo. La enueva ciencia» se convierte en patra y arquetipe no s6lo del conocimieato sino de la propia sociedad. * La ciencia aparecia como un instrumento para ordenar y hacer inteli- sibles las experiencias sensibles. Reducir el conjunto de sensaciones a un ‘orden: la explicacién cientifiea consiste en ordenar en un conjunto intel, ble la desordenada complejidad de la experiencia, Como indicaba Livi. Strauss, sustituir lo menos inteligible por algo mas inteligble. Un onden vinculado a la labor del cientfico que éste identifica con el propio orden profundo de la naturaleza, subyacente al caos aparente. Conocimiento cientifico que se contemplaba como el fundamento de tuna nueva época, caracterizada por el dominio de la Naturaleza, por la con. secuente victoria sobre la escaser y la miseria, sobre el arbitrio natural. Co. ocimiento que patecia asegurar la posibilidad de la progresiva liheracién de la humanidad del hambre y la calamidad y asegurar la emancipacion de cada persona y de la sociedad en su conjunto. La ciencia moderna no era s6lo una forma renovada de conocimaiento més seguro. Era un argumento, una ideologfa. Un argumento frente a las Viejas seguridades aseniadas sobre la creencia religiosa, sobre la autoridad de los textos revelados, sobre la permanencia de las veriades teolégicas: argumento frente a la vieja filosofia. Una ideologia que identificaba el pro- yyecto de futuro de nuevas fuerzas sociales en pleno desarrollo y expansi¢n ¥ que se manifestaba como una nueva y dstinta concepcidn del mundo, con tun lenguaje propio, con su propia visién del pasado. Como ideologia tiunfante, quebraria las vias sesuridades, trastorna- ria el orden tradicional e impondria la seguridad de sus principios. Se cons. twula sobre las muinas de lo antiguo. De ahi el eardcter traumético y la con dicién conflictiva en que se impone. «Las heridas de la ciencia», como se hha dicho, forman parte de In modernidad (Peset, 1993), La modernidad ha girado en tomo a la cultura cientfica, a la apari- cién de la wcienciay modema, a su estrecha implicacién con ls condicién social de los hombres. La ciencia tiene naturaleza practica y utiitaria, es decir transformadora. Los saberes cientificos han permitido plantear’ de manera distinta, radicalmente distinta, ia historica relacién entre ¢} mundo social yJa naturaleza. La aparicin de fa ciencia moderna entrafa algo mis que especulacién y mucho mas que teorla: supone accién. ¥ como tal ac cldn se inscribe dé inmediato en la vida social En este aspecto su influencia penetra hasta e! ultimo rineén no sélo sico sino también ansmico del mundo. Transforma al hombre social en de miurgo, y convierte al individuo més vulgar en encamacién cotidiana de los mitos clsicos. Lo que paral 105 0 premodernos sélo podia imagi- narse como propio del espacio mitico y como atributo de los seres superio- res ubicados en ese meta-espacio, para el hombre de la modernidad se con vierte en rutinaria experiencia. El sometimiento de la naturaleza a los de 186 1105 HORIZONTES DE LA GEoGRArIA signios humanos da forma a toda la cultura de los tiempos modernos. Una cultura de la seguridad, de la confianza en la razéan, 1.2. DE LA SEGURIDAD A LA DESCONFLANZA: EL DILEMA DE LA stopERNIDAD La cultura de la modemidad es una cultura cientifica, tanto en lo que Lene de aeeptacion de la misma como de suspicacia y reserva ante ella, Or, tega y Gasset destacaba el cambio cultural que representa la modernidad en. csianto a ia aetitud ante la realidad, Lo que para el antiguo esta regido por cl Orden y por ello constituye un Mundo o Cosmos, fuente de confianea, jrarat fu» nodernos se transforma en puro Caos, al que se aproximan desde lu sospechit. Reflejaha ef fésofo espafiol la actitud de descontianza en la ‘orn y cu la ciencia que se desarrolla de forma casi paralela a la eultura racionalista y al culto a la cieneia, Todo gir ex torno wa cienca, El érmino scientticos adquiere el ca- ricer de snstrumento de validacion o de descalifiacién social nen teria, 10 fetiche con ls magica propiedad de resolver cualquier dscusione, como 4+ lauientabu Harishorne, ja en nuestro siglo, ¥ como mansion autores como Russel, al referirse ala wsacralizacicn de la elenelas onmervenete oe Ja secularizacin de la sociedad y dela susttucin de la teligign instituce, tal por la ciencian, que de findamento al «uso de la lence como un ae sguniento para justfcaro rechazar cambios en la sociedad La modernidad configura e! horizonte general de la cultura occidental y universal como wna cultura de la razdn eientifica y practica, La confiae- zaen la ia y en la raz6a constituyen el fundamento de la sociedad mo- derma. Se les consider lo instumenios para el conocimiento seguro de la realidad, de una realidad objetva, para su dominio y tansformecion ex be, Reficio de la propia sociedad. Razén y cicusia debfan garantizar la construccién de un mundo de. jus- ticia, basado en valores universales, constituido Por seres libres e iguales, cnsanizado socialmente segin los prneipios de un contrato social esta, ¥, redo por eyes surgidas de la propia razda y del interés indivicloal. a libertad ls igualdad, la ediactén, la Solidaridad, se conciben coon epee siones de la racionalidac, Una meta posible através del progreso social gee catacteriza el optimismo universal que distingue la modernidad en su Ia siales propuestas 1a miodemidad se construye también, en paralelo y por reaceiGn, so- bre la inseguidad y desconfianza respecto del mundo teal, sobs la pen ‘manente interrogaci6n sobre nuestra capacidad para conocer esa realidad, op a cual so cate sctuando en proporcion incomparable reps eke aes Uempes, premodcrnos. Se desconfia de la tazén ¥ de la cena Se conse dera que la azén ha sido transformada, de hecho, por ia ciencis positiva por la sociedad burguese, en mera raz6n instrumental Es lo que caticatan Jos fildsofos de ta lamada Escucla de Franckdur, En tomo a la ciencia moderna se han construido espacios cul turales tnuy diversas, como concepeiones del mundo enfrentadse Inspire lo take ee dag r0- " { LAFUNDACION DE LA GeogRAFIA 187 tno kin tormas de cultura vineuladas a su propio desarrollo y glotificacion, ‘como las manifestaciones ideologicas que crecen en la resistencia « con, testacibi a su imperto, La problemética del conocimiento humano y [a ‘eondicivin social de los seres humanos plantean al desarrollo cientifico nu metovon interrogantes. Ala inversa, In prictica clentfica constiuise wag fuente permanente de interrogacién, tanto en lo que respecta a la tema, cacti ‘lel problema del conoctmiente como en le que tates las. ciones sociales del ser human, La modernidad aparece como una eulua: ra dialéctica, en tomo al problema del conocimiento humano y, en poet ticular, cientfco Desde el siglo xvu, la filosofia occidental ha centrado progresivamente sus preocupaciones y’problematica sobre la cuestién del conocimisnto Como se ha dicho repetidamente la flosoia se reduce, cada vez mas, una Filosofia del Conocimiento, Deja de lado las seculares especulaciones me. {afiscas, como reconocia y resaltaba Engels a finales del siglo pasado, al constatar que de a filosofia tradicional no sobrevivia més que la steoria del sary de sus leyess, Pent esol gan reprotectan da eata mua drecelsa de lle moderna. En tomo a esa problemtica,susctada sobre todo por el desa, rrollo de lo que se conoce como la ciencia moderna, se confrontan y det nen, de manera paulatina, dos grandes Uineas de pensamiento, Las floso: fas ¢ ideologias cientificas y racionalistas, positivas y las irracionalistas 0 vitalistas, subjetivas, forman parte de la misma modernidad, Por un lado, la corviente que podemos considerar emparentada con la expansién cientffica que se convierte en referencia principal para el proce- s0 del conocimiento humano en general, y para el cientilieo en patticular, entendido éste como una forma «superior, eritica, o més segura, respec. to del «conocimiento vulgar», En esta corriente se encuadra, tanto la filo: sofia «empfrien» del conacimiento, de ratz inglesa, cn sus primeras formas, como la filosofia «racionalistas del conocimiento, que caracteriza las pos. turas de los filésofos de la Hustracién francesa y cuyo origen se encuentra en R, Descartes, Son filosofias materialistas, de materialismo aristotélico y de mate- rialismo moderno, que comparten el realismo y la ereencia comiin en la racionalidad de la Naturaleza y del Sujeto pensante. La «modernidad» arraiga en una cultura materialista basada en la conviccién fundamental de la existencia de un mundo objetivo y real independiente de la rezén hu- ‘mana, identificado con Ja Naturaleza 0 mundo material. La modernidad. se asienta en un materialismo realista, en ef empiristo que se sigue del mismo. en el principio de racionalidad del mundo objetivo y del propio pensar humano, ‘Sin embargo, dos grandes corzientes de pensamiento propias de la mo~ demnidad difieren en la consideracién del procedimiento 0 medio por el que 4a raz6n humana adquiere el conocimiento del mundo material. Ambas co- trientes comparten la creencia en el conocimiento cientifico como conoci- ‘miento verdadero. Una y otra comparten la idea de la racionalidad del mun- do objetivo. . Fe ee aie ge ee Sa Ge FR ee ee * RRR KR Rin nt

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