“¡Ahí vienen!”
El rumor como mecanismo de control
social durante la Protesta Nacional
en septiembre de 1985.1
Diego Araya López2
RESUMEN ABSTRACT
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INTRODUCCIÓN
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10 Protección policial para dirigente vecinal (1985, 19 de febrero). El Mercurio, pp. 14.
11 Persona que resultó muerta en el intento de saqueo a una panadería del sector, que
según las versiones extraoficiales fue motivado por sujetos adeptos al régimen para
demostrar la vulnerabilidad de la población que existe cuando no está presente una
autoridad fuerte. Se extiende más detalle en el trabajo original.
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“Fue una vecina, la Gloria, que vive a los pies de nuestra casa,
la que llegó a mi mami diciendo: -Julia, Julia, viene una turba.
Gritando desesperada que a ella le habían avisado, porque
13 El entrevistado Carlos Núñez relata en el formato extendido de este trabajo, la
sospecha hacia un vecino ex carabinero que habría de ser clave para poder explicar el
inicio de la paranoia en La Pintana.
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pero igual nos parábamos. La parada fue pelear, dar pelea. Con
15 años, una edad en que pegai’ el estirón y creís que le ganai’
a todos. Ahí con los vecinos nos comenzamos a organizar, los
más vagonetas, los drogos, los marihuaneros. Mi hermano
no pescó, no creía a menos que viera algo; mi papá siempre
curao y mi mamá preocupada de la reja para adentro, aunque
llegaran los extraterrestres mi mamá no pescaba…el tema de
la guardia fue una excusa ideal para pedir plata, colaboración,
su vinito pa’ la noche. Le pedíamos a las vecinas si nos podían
dar un sanguchito, o unas moneditas para pasar la noche…
Empezábamos hartos vecinos, hasta como las doce, que ya se
empezaban a ir, porque al día siguiente trabajaban, así que nos
quedábamos yo, mi par de amigos, el pelao’ Julio con el Lucho,
que eran de mi edad. Uno era un año más grande y el otro un
año más chico. Yuntas de la infancia. Eran callejeros, igual que
yo, por eso todas las anécdotas las tuve con ellos. Me acuerdo
que había un volado, era bien volado en ese tiempo. Se llamaba
Reinaldo, y le decíamos el Rei. Y una noche estábamos curados,
a las dos de la mañana, y este compadre empezó a gritar:
-¡Saqueo, saqueo, puro hueveo!
“De todas maneras al día siguiente seguíamos con las guardas,
por si este compadre se equivocaba…Como una semana hici-
mos guardia, hasta que la cuestión decayó. Nosotros éramos
de la Forplan, y del otro lado de [avenida] Santa Rosa venían
las poblaciones a saquearnos…la [población] Brasil… En los de
la [población] Palena, otra población aledaña…La [población]
la Palena era una toma a unos 300 metros al norte, y de ahí
podían venir, que era un campamento campamento, po’.
“Al otro día en la escuela, uno documentaba lo de la noche
anterior, lo comentaba con los demás: mi papá se quedó hasta
tal hora de la noche. Otro día que venían los de la [población]
Yungay, los que vivían pa’ [la avenida] Las Industrias decían
que venían los de la Yungay. Entonces a todos nos iba a atacar
la población vecina. Fue una constante la pregunta en el día:
¿Qué pasó en tu población?-No pasó nada, pero se decía que a
la de allá ya la saquearon. O sea, se iban acercando. Entonces
uno se ponía cada vez más preparado, con palos…con las falsas
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pa’ acá… Y las fogatas eran en todas las esquinas, po’, ¿cachai’? No era
una fogata ahí no más, sino que era en todas las esquinas. La otra
gente estaba cuidando allá y se veían fogatas por toda la población
alrededor de las calles principales. Y toda la gente se estaba echando
la culpa unos con otros.” 21
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27 G.W. Allport & Leo Postman, Psicología del rumor, Buenos Aires, Editorial
Psique, 1975.
28 Ralph Rosnow & Eric Foster, Rumor and Gossip research, Apa online
psychological science agenda Vol. 19, N° 4 April, 2005. Extraído el 20 de abril de 2013
de http://www.apa.org/science/psa/apr05gossipprt.html.
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los vecinos, quienes sin detenerse a pensar en las razones por las
cuales una población se levantaba en armas contra las demás,
prefirieron reaccionar como si fuera cierto, otorgando seguridad a
través de la preparación de la defensa29. En el caso de Carlos Núñez,
su escepticismo le hizo dudar de la situación, llegando a pensar
tempranamente la inverosimilitud del asunto. Sin embargo, no deja
de ejercer vigilancia en las esquinas, ni de estar armado en las
guardias. Una de las razones por las cuales este sujeto logra entablar
juicios de esa naturaleza, es su participación políticamente activa en
las poblaciones, y su conocimiento a nivel nacional del panorama
político que se perfilaba en la época. La falta de información de la
situación del país jugó en contra de las poblaciones afectadas por el
rumor, ya que en un escenario así de propicio, se logró establecer la
manipulación psicológica de las masas de la forma tan extensa como
aconteció.
En este momento del relato podemos establecer la significancia
tangible del rumor en tanto a los alcances en la sociedad civil, es decir,
el método usado en la construcción de esta investigación para lograr
pesquisar y exponer al rumor ocurrido como la maquinación represiva
dictatorial que fue.
Como punto uno proponemos las motivaciones de este mecanismo
represivo, teniendo en cuenta la Protesta Nacional y su periferización
y juvenalización, es posible dictaminar que la separación que existía
entre la sociedad civil (sobre todo marginal) y la autoridad, se
exacerbaba durante las jornadas de manifestaciones.
Como segundo punto logramos esclarecer que las prácticas
represivas utilizadas para calmar y controlar a los manifestantes no
tenían un efecto contundente, ya que las jornadas de protesta
duraban entre 24 y 48 horas a nivel nacional, y aunque como saldo
habían decenas de muertos y cientos de heridos jornada a jornada, no
se aminoraron las convocatorias, por lo que el uso de un nuevo
mecanismo represivo se hizo urgente de pensar y utilizar30.
31 José Carrasco, Gobierno desata guerra psicológica, Análisis, 104, pp. 10-11,
1985.
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Efectos deseados
33 José Carrasco, Gobierno desata guerra psicológica, Análisis, 104, pp. 10-11,
1985.
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no hay registros de que haya ocurrido tal, y no creemos que sea por
mera casualidad, sino porque el control en todo momento no dejó de
estar en manos de la autoridad, movilizándose con soltura y
dialogando con la población, algo que previamente no sucedía ya que
sus intenciones al momento de entrar en las poblaciones eran las de
amedrentar a las personas, e imponerse como autoridad desde arriba,
en servicio de un aparato estatal, en cambio, en la duración del rumor,
el diálogo se percibía desde un igual, que entendía la situación de
angustia y desesperación vivida, pero que aconsejaba no aumentar la
sensibilidad de las personas con tal de no promover motivos para
iniciar algún enfrentamiento.
Efectos producidos
En segundo lugar, después de apreciar las formulaciones que hicieron
del rumor un mecanismo cuyo efecto esperado fue cumplido, por lo
menos en los días en que el ambiente estuvo más tensionado, nos
dedicaremos a establecer, en perspectiva del régimen, los efectos
producidos negativos al momento de llevar a cabo esta medida
represiva, para terminar por interpretar sus efectos positivos para los
accionadores del rumor.
Como pudimos apreciar, sí hubo enfrentamientos menores entre
vecinos, aunque no aconteció un suceso de mayor importancia, o de
dimensiones más grandes, no se descarta que el ambiente posibilitaba
la oportunidad del conflicto. Esta posibilidad no puede ser descartada
como un elemento estocástico, ya que si bien el control siempre
estuvo en manos de la autoridad, y el hecho que hasta donde sabemos
no hubiera un enfrentamiento mayor, estuvo encargado del azar más
que de la inteligencia militar, ya que en caso de que hubiese habido
un malentendido por parte del lumpen recalcitrante, o de algún
personaje imprevisible y violento, pudo haber ocurrido alguna
desgracia lamentable.
Por otro lado, en los sujetos más informados y organizados,
participantes política y socialmente en las poblaciones, no tuvo efecto
el rumor, así que su vigilancia estuvo concentrada en la observación
del movimiento de la autoridad, intentando encontrar la información
desvirtuada por el gobierno a través del rumor, con tal de invertir el
panorama en unión con las demás organizaciones. Para estos sujetos,
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Conclusiones
El mal sueño del que nadie quiere acordarse
La mayor particularidad de la situación desencadenada es el escaso
registro y referencias académicas que se ha hecho de la misma, ya
que si bien fue un fenómeno con un promedio de duración de dos
semanas, desarrollado en un vasto territorio, en conjunto con los
miles de personas que actuaron como testigos y víctimas del rumor,
es escasísima la bibliografía que se refiera al tema. Además de los
registros encontrados en la prensa de la época, no ha habido estudios
académicos acabados que nos logren demostrar los verdaderos
alcances a nivel nacional que pudo haber tenido este mecanismo de
represión. ¿Por qué no hay registros de un fenómeno que afectó a
tantas personas, siendo que sujetos de toda clase, en todo el país,
fueron informados de alguna u otra manera a través de la prensa y
medios de comunicación? Radio, televisión, periódicos y revistas se
dedicaron a establecer, de una u otra forma, los contenidos del rumor,
e incluso habiendo un enfrentamiento entre el discurso oficial y la
contrainformación de la prensa opositora, no fue posible encontrar,
en una búsqueda que tuvo un año de duración, más de una sola
referencia académica a este hecho.
El rumor como fenómeno, no sólo contiene el antagonismo
impuesto entre los pobladores de la periferia, quienes fueron las
víctimas indiscutidas, sino que comprende el conflicto, la dialéctica
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Bibliografía y referencias
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Prensa
Ale, José, “La gente roba por necesidad”, Cauce, 40, pp. 31, 1985.
Lanzarotti, Claudia, Dividir para gobernar, Cauce, 40, pp. 29-30, 1985.
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