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GÉNEROS LITERARIOS Y GÉNEROS DISCURSIVOS.

La tradición occidental elaboró el concepto de género literario (narrativo, lírico y


dramático) y lo hizo perdurar durante siglos. En el siglo XX se comenzó a reflexionar
acerca de la relación entre estas modalidades literarias y otras formas del discurso, como
la conversación cotidiana, los formularios burocráticos, las crónicas periodísticas, entre
otras formas en las que la materia verbal pueda manifestarse.
El lingüista, profesor y crítico literario, Mijail Bajtin, definió género discursivo como
un tipo de enunciado (desde la réplica de un diálogo cotidiano hasta un tratado de física
en tres tomos) que se produce en determinada esfera de la actividad humana (el
periodismo, la vida doméstica, el ámbito de la enseñanza, entre otras) y que presentan
ciertas características recurrentes que lo vuelven reconocible. Es decir, que son
enunciados, discursos o textos que se dan en determinados ámbitos de la actividad
humana y que se hacen reconocibles por sus características relativamente estables. Si, por
ejemplo, debemos completar la ficha de inscripción de un club, sabemos que donde dice
Nombre nos limitaremos a escribir únicamente nuestro nombre; lo mismo ocurrirá cada
vez que llenemos alguna ficha o formulario. Ejemplos de géneros discursivos son: un
aviso clasificado, una entrada de enciclopedia, una adivinanza. Estos géneros se basan en
convenciones que se han ido generando sociohistóricamente; y, si bien son bastante
estables, varían en el tiempo porque son dinámicos.
Como vemos, desde esta perspectiva, los géneros literarios son considerados como
cualquier otro género discursivo. Sin embargo, tienen una característica que se presenta
con mayor fuerza que en los otros géneros, incluso con carácter determinante: se trata de
la manifestación de la individualidad del hablante; es decir, quien aborde un género
literario quiere dejar su impronta personal, quiere manifestar su propio estilo. Por otra
parte, los géneros literarios que Bajtín considera complejos (aquellos que surgen en
condiciones de la comunicación cultural más desarrollada) son capaces de absorber y
reelaborar gran cantidad de otros géneros. Por ejemplo, dentro de una novela, podemos
encontrar otros géneros de diversos ámbitos: una carta, un mapa de un tesoro, una noticia
periodística. Por eso, leyendo literatura se aprehenden saberes de muchos otros campos,
no sólo literarios: por ejemplo, psicología, antropología, cosmovisiones de épocas lejanas.
Se puede proponer una primera clasificación de los géneros discursivos en géneros
primarios y géneros secundarios.
Los primarios surgen del intercambio en la vida cotidiana y se adquieren en un
contexto no específico. En cambio, los secundarios surgen en situaciones más complejas, su
producción es mucho más elaborada, tiene una organización y desarrollo más específicos.
Su relación con la vida cotidiana es menos directa, los adquirimos a través de la
educación.
Entonces podemos distinguir, entre tantos más, los siguientes géneros secundarios:
Géneros Literarios: novelas, cuentos, fábulas, leyendas, mitos, entre otros.
Géneros Periodísticos: noticia, editorial, crónica, etc.
Géneros Científicos: monografía, definición, artículo de divulgación, etc.
Géneros Publicitarios: publicidad, propaganda, afiche, etc.
Géneros Epistolares: carta, tarjeta, telegrama, mail, etc.
Géneros Judiciales: demandas, sentencias, etc.
Géneros administrativos: Convenios, contratos, expedientes, solicitudes,
formularios, certificados, y otros.

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