Está en la página 1de 2

Nuria Aparicio Mateos

Hª y análisis del siglo XIX


Marzo 2012, UAM.

ANÁLISIS PRELUDIO NO. 2 OP. 28. FREDERIC CHOPIN.

Frederic Chopin (1810-1849) es uno de los pocos compositores del siglo XIX que se dedicó
a componer exclusivamente para piano. Si hay algo que caracterice a este autor es su forma de
componer, relacionada en muchas ocasiones con Johannes Sebastian Bach, por el carácter
idiomático que dejó pasó a nuevas formas de escritura y ejecución musical, como pudimos ver
en el gran discurso musical que plasmó por ejemplo en el Clave bien temperado. Chopin
escribió 24 preludios (Op. 28) los cuales agotan todas las posibilidades tonales mayores y
menores. Al igual que sus estudios, el tema a tratar en cada uno de estos preludios tiene que
ver con la interpretación e interiorización musical.
El preludio no. 2 en La menor (Lento), es uno de sus preludios más disonantes. La calidad
de los pocos compases en los que se muestra este preludio demuestra la naturaleza
inverosímil de Chopin el cual de la forma más simple consigue realizar una obra con
meditación y de una belleza artística sin igual.
Entrando en materia y dejando de lado la parte más retórica haremos una pequeña reseña
analítica. Echando una ojeada con calma a la partitura y escuchando varias veces la pieza, he
podido cerciorarme de cómo se ha pensado este preludio. La estructura de la obra se divide
en dos partes, como en la mayoría, por no decir todos sus preludios, como si de procesos
cadenciales se tratasen. Por un lado tenemos la primera parte que abarca desde el compás 1 -
12 y por otro lado desde el compás 12 - 23. A su vez y mediante una textura de melodía
acompañada nos encontramos con un recurso muy recurrido por los románticos, el uso de
motivos para la composición de sus obras, en este caso Chopin ha usado dos temas los cuales
ha ido intercalando a modo de pregunta y respuesta, de sujeto y predicado, que a diferencia de
las fugas no son contrapunteadas sino que transcurren a lo largo del preludio interpretados
solo por la mano derecha. La exposición de dichos temas quedaría resuelta de la siguiente
forma:

• Introducción: Cc. 1 - 2 y 12 - 13
• Tema A: Cc. 3 - 4 / 8 - 9 y 15 - 16
• Tema B: Cc. 5 - 7 / 10 - 12 y 17 - 19
• Cadencia: Cc. 20 - 23

La mano izquierda es la que lleva el ritmo de acompañamiento con una sucesión de


intervalos que sigue un patrón concreto durante toda la obra. Si nos fijamos existen dos voces
que se entrecruzan, la primera voz comienza en un Si para ir a un La# y la segunda voz
comienza en un Mi para ir a un Sol, esta será la forma que se llevará a cabo para analizar estos
pasajes.
Las dinámicas utilizadas por Chopin no marcan grandes contrastes. Comienza en un piano
para lentamente ir descendiendo hasta fundirse en el acorde final. La melodía, aun con
grandes parones fluye gracias al acompañamiento no cesante.

1
Nuria Aparicio Mateos
Hª y análisis del siglo XIX
Marzo 2012, UAM.

En cuanto a la parte armónica se intentará explicar de la mejor manera y más clara posible
los principales grados (especificados en la partitura adjunta):
• Primera parte (1 - 12): el comienzo de esta primera parte debería determinar junto
con el final de la obra el carácter tonal, pero muchos compositores románticos utilizan
esa forma libre en la cual la tónica no debe ser el centro tonal ni el motivo por el que
comenzar. La causa por la que sabemos que se trata de un preludio en la tonalidad de
la m es, aparte de la pista que nos otorga la propia composición, el final de la misma, el
cual debe acabar siempre en la tónica y aunque no tiene porqué ser relevante el detalle
de la armadura, la cual no lleva ninguna alteración. Comienza, por tanto, en el V grado
(Mi m) el cual en pocos compases va hacia el relativo mayor (Sol M--V/III) para acabar
en una dominante secundaria sobre el IV grado.
• Segunda parte: en el comienzo de esta parte nos encontramos con la parte más tensa
de la obra en la cual junto con la palabra dim (disminuyendo) introduce un acorde de 7
de disminuida. Después de esos compases de introducción vuelve al principio con un V
grado (esta vez con el relativo mayor) para empezar a posicionarse en la tónica. En el
compás 18 introduce un II grado rebajado (sexta napolitana). Para concluir con una
cadencia sobre la dominante en la tónica (la m).

También podría gustarte