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Solidaridad Mecánica Solidaridad Orgánica Negativas o De

abstención
Positivas o De
Cooperación
Depende de las semejanzas en los agentes. Depende de la diferenciación de los agentes.
Liga directamente al individuo con la Como se trata de consciencias especializadas
sociedad a partir de la semejanza entre no determinan una reacción del tipo
consciencias individuales y el tipo colectivo expiatoria Con restablecer la regularidad
basta.
Predomina el Derecho Penal, consiste en una Predomina el Derecho Restitutivo, consiste
disminución del agente, forzarlo a la en poner las cosas en sus sitios, restituir las
expiación. relaciones perturbadas bajo su forma normal.
El derecho punitivo cumplirá la función de Derecho Civil, Mercantil, Procesal,
mantener la cohesión social en sociedades administrativo y constitucional. Las relaciones
segmentarias o poco desarrolladas, que determinan no son de las que alcanzan
reafirmando los postulados de la consciencia indistintamente a todo el mundo, sino entre
colectiva frente a la ofensa del criminal. partes limitadas y especiales de la sociedad,
que relacionan entre sí. Restituyen la
normalidad de las relaciones hacia el interior
de cada esfera especializada de la sociedad.
Reglas conocidas y aceptadas por todo el Las reglas de sanción restitutiva no forman
mundo, forma de consciencia colectiva parte de la consciencia colectiva o solo
predominante en las consciencias de los constituyen estados débiles. Así crea órganos
sujetos de manera definida y profunda. especializados para dispensar sus sentencias.
Forma de consciencia colectiva debilitada y
especialización predominante.
Predomina Conjunto más o menos Predomina el Sistema de funciones diferentes
organizado de creencias y de sentimientos y especiales que unen relaciones definidas en
comunes a todos los miembros del grupo, el la cohesión social.
tipo colectivo en la cohesión social

La División del Trabajo Social


1) Buscar cual es la función de la división del trabajo, es decir, a qué necesidad social corresponde.
2) Las causas y condiciones de que depende.
3) Buscar clasificar sus formas anormales y su normal.

“La división del trabajo producen un efecto moral, y su verdadera función es crear entre dos o más
personas un sentimiento de solidaridad. Sea cual fuere la manera como ese resultado se obtuviere,
solo ella suscita estas sociedades de amigos, les imprime su sello”.
“El efecto de la división del trabajo no es solo que aumente la eficiencia o el rendimiento de las
funciones divididas sino que las hace más solidarias”
“Los individuos están ligados unos a otros, y si no fuera por eso serían independientes, en lugar de
desenvolverse separadamente, conciertan sus esfuerzos; son solidarios, y de una solidaridad que no
actúa solamente en los cortos instantes en que se cambian los servicios sino que se extiende más allá”
“La vida social, allí donde existe de una manera permanente, tiende inevitablemente a tomar una
forma definida y a organizarse, y el derecho no es otra cosa que esa organización, incluso en lo que
tiene de más estable y preciso”
“Ya que el derecho reproduce las formas principales de la solidaridad social, no tenemos sino que
clasificar las diferentes especies del mismo, para buscar en seguida cuales son las diferentes especies
de solidaridad social que a aquellas correspondan”.
“Todo precepto jurídico puede definirse como una regla de conducta sancionada. Conviene pues
clasificar las reglas jurídicas según las diferentes sanciones que a ellas van unidas.
Las Causas del Proceso de la División del Trabajo

Densidad Dinámica: La división del trabajo progresa en tanto más cuantos más individuos hay en
contacto suficiente para poder actuar y reaccionar los unos sobre los otros. Acercamiento moral y
mercantil.

Densidad Material: El acercamiento moral no puede producir su efecto sino cuando la distancia entre
los individuos ha disminuido, la densidad material debe aumentarse al mismo tiempo. El número y la
rapidez de las vías de comunicación y de transmisión. Suprimiendo o disminuyendo los vacíos que
separan a los segmentos sociales

Volumen Social: La condensación social multiplica las relaciones intrasociales, si comprende cada vez
más individuos al mismo tiempo que están entre sí más íntimamente en contacto el efecto
necesariamente se reforzará, el volumen social tiene el mismo efecto sobre la división del trabajo que
la densidad.

Estas tres condiciones son necesarias y suficientes para el desarrollo progresivo de la División del
Trabajo. La División del Trabajo es necesaria a estás tres condiciones. Si el trabajo se divide más a
medida que las sociedades se hacen más voluminosas y densas, no es porque las circunstancias
exteriores sean más variadas, es que la lucha por la vida es más ardua. Cuanto más se aproximan las
funciones más puntos de contacto hay entre ellas, más expuestas están por consiguientes a
combatirse. No tienen más alternativa que, o desaparecer o transformarse y esta transformación debe
necesariamente conducir a una nueva especialización.

Gracias a la División del Trabajo, los rivales no se ven obligados a eliminarse mutuamente, sino que
pueden coexistir unos al lado de otros.

Pero para que puedan diferenciarse primero es preciso que se hayan atraído o agrupado en base a las
semejanzas, a sus solidaridades mecánicas.
Formas Anormales de la División del Trabajo

FORMAS ANÓMICA COACTIVA DESCOORDINADA


EXPRESIÓN Crisis económica, La Lucha de Clases, el Falta de coordinación
quiebras, conflictos y disenso, idea de entre los diferentes
EXTERIOR falta de unidad en la injusticia derivada de grupos secundarios.
ciencia. contratos y Los movimientos se
reglamentación ajustan mal entre sí.
coactivos.
CAUSA Falta de regulaciones La Desigualdad, el Asimetría de la
exceso de actividad Funcional.
reglamentaciones en Exceso de División del
forma de castas que Trabajo. Funciones
no responde a la languidecientes,
verdadera naturaleza
de las cosas.
SOLUCIÓN Reglamentos que Abolición de la Reglamentación que
surjan de los grupos Herencia. Igualdad en surja de los propios
secundarios y regulen las condiciones de la grupos secundarios.
las relaciones de los lucha por la vida,
sujetos hacia su nivelación de las
interior. A medida que oportunidades.
el tipo organizado se Acercar la División del
desenvuelve, la fusión Trabajo a su
de los diversos espontaneidad de
segmentos lleva la de asignación de
los mercados hacia un especialización.
mercado único.
Las Representaciones Individuales y Representaciones Colectivas

Para el psicólogo la vida representativa no es otra cosa que un conjunto de representaciones. Luego, si
las representaciones de todo orden mueren inmediatamente después de que han nacido hay que
escoger: o bien es epifenomismo es lo verdadero o ben hay una memoria propiamente mental. Pues
bien, hemos visto lo que tiene de insostenible la primera solución. Por consiguiente, la segunda se
impone a quien quiera estar de acuerdo consigo mismo.

La vida psíquica es un continuo curso de representaciones, que jamás se puede decir donde comienza
una y donde termina otra. Se penetran mutuamente. Sin duda, el espíritu logra poco a poco distinguir
partes de ellas. Pero estas distinciones son obra nuestra, nosotros somos los que las introducimos en
el continuum psíquico. De donde resulta que la memoria no es un hecho puramente físico, que las
representaciones como tales son susceptibles de conservarse. No hay nada de imposible en que obren
los unos sobre los otros y que el resultado de esta acción mutua pueda, en ciertas condiciones,
aumentar la intensidad de los primeros hasta el punto que se hagan de nuevo conscientes.

Toda representación, en el momento que se reproduce, afecta además de los órganos, el espíritu
mismo: es decir las representaciones pasadas y presentes subsisten en nosotros.

Si las representaciones, una vez que existen, continúan existiendo por si mismas, sin que su existencia
dependa perpetuamente del estado de los centros nerviosos es porque son realidades. Dichas
realidades sostienen con su sustrato íntimas relaciones y son sin embargo independientes de él.
Cuando hemos dichos que los hechos sociales son, en un sentido, independientes de los individuos y
exteriores a las conciencias individuales, no hemos hecho más que afirmar del reino social lo que
acabamos de establecer a propósito del reino psíquico. Si podemos decir que las representaciones
colectivas son exteriores a las conciencias individuales es que ellas no derivan de los individuos
tomados aisladamente, sino en su conjunto, lo que es muy diferente. Los sentimientos privados no se
hacen sociales sino combinándose bajo la acción de las fuerzas sui generis, ellos se convierten en otra
cosa.

He aquí también como el fenómeno social no depende de la naturaleza personal de los individuos, se
neutralizan y se anulan mutuamente. La vida representativa no puede repartirse de una manera
definida entre los diversos elementos nerviosos, puesto que no hay representación en la cual no
colaboren varios de estos elementos: pero ella no puede existir sino en el conjunto formado por su
reunión, como la vida colectiva no existe sino en el todo formado por la reunión de los individuos. El
alma está en el mundo: mezcla su vida con la de las cosas, y si se quiere, se puede decir que todos
nuestros pensamientos están en el cerebro.

Los que nos acusan de dejar la vida social en el aire porque nos negaos a reabsorberla en la conciencia
individual, no han notado, sin duda todas las consecuencias de su objeción. Si fuese fundada se
aplicaría igualmente a las relaciones del espíritu y del cerebro. Si llamamos espiritualidad a la
propiedad distintiva de la ida representativa en el individuo, deberemos decir de la vida social que ella
se define por una híper-espiritualidad. Que los atributos constitutivos de la vida psíquica se encuentran
en ella pero elevados a una potencia mucho más alta y de manera que constituyen algo nuevo.
LAS FORMAS ELEMENTALES DE LA VIDA RELIGIOSA

El estudio de las religiones primitivas tiene, por si mismo, un interés inmediato de primera magnitud.
Aun cuando es, en efecto, útil saber en que consiste tal o cual religión particular es con mucho más
importante investigar que es la religión de una manera general.

Tiene que haber en todo sistema de creencias y de todos los cultos un cierto número de
representaciones fundamentales y de actitudes rituales que, a pesar de la diversidad de formas que
han podido adoptar, tienen en todos los casos idéntica significación objetiva y cumplen idénticas
funciones. Las civilizaciones primitivas constituyen casos privilegiados de estudio debido a su simpleza.
No ha religión que no se a la vez una cosmología y una especulación sobre lo divino. La misma religión
ha comenzado por cubrir las funciones de la ciencia y de la filosofía.

En las raíces de nuestro juicio existe un cierto numero de nociones esenciales que dominan toda
nuestra vida intelectual: llaman categorías del entendimiento: las nociones de tiempo, espacio,
género, cantidad, causa, sustancia, personalidad… uno se topa de manera natural con las más
importantes de estas categorías en las creencias religiosas primitivas, han nacido en la religión y de la
religión. La religión es algo eminentemente social: las representaciones religiosas son representaciones
colectivas que expresan realidades de la colectividad, los ritos son maneras de actuar que no surgen
sino en el seno de grupos reunidos, destinados a mantener o revivir ciertas situaciones mentales.
La organización social es modelo de la organización espacial, las distinciones de derecha e izquierda,
personalidad, fuerza, género y demás. Las categorías se diferencian del resto del conocimiento por su
universalidad y necesidad. Constituyen los conceptos más generales que existen, son independientes
de cualquier sujeto individual.

Empirismo: No es tan solo que ellas no dependen de nosotros sino que se imponen sobre nosotros: los
datos empíricos presentan características diametralmente opuestas son una experiencia, un estado,
un momento, son individuales y subjetivas. Desemboca en el irracionalismo.

Aprioristas: Para estos las categorías no pueden derivarse de la experiencia: son lógicamente
anteriores a esta y la condicionan. Las conciben como propiedades simples, irreductibles, inmanentes
al espíritu humano en base a su constitución.

Si se admite el origen social de las categorías se hace posible una nueva actitud que permite, a nuestro
parecer, escapar a estas dificultades encontradas. Si las categorías son representaciones
esencialmente colectivas, traducen por ello, antes que nada, estados de la colectividad: dependen del
modo en que esta esta constituida y organizada, de su morfología, de sus instituciones religiosas,
morales, económicas etc. Estas representaciones colectivas son el producto de una inmensa
cooperación extendida no solo en el tiempo, sino también en el espacio, de ideas y sentimientos para
elaborarlas y acumulación generacional. Las categorías expresan las relaciones más generales
existentes entre las cosas, hay un mínimo de conformismo lógico del que no pueden prescindir, las
relaciones fundamentales que existen entre las cosas son dispares de acuerdo a los distintos reinos
naturales, y no por que las categorías procedan del reino social carecen de objetividad. Los grupos
humanos forjan por su propia lógica interna las categorías a través de la experiencia colectiva del
medio.
LECCIONES DE SOCIOLOGÍA

Sociedad Política: Sociedad formada por la reunión de un número más o menos considerable de
grupos sociales secundarios, sometidos a una misma autoridad, que no depende de ninguna autoridad
superior regularmente constituida. Los grupos secundarios no son solo necesarios para la
administración de los intereses particulares, domésticos, profesionales, que envuelven y que son su
razón de ser; son además la condición fundamental de toda organización más elevada. El Estado como
órgano especial, su existencia, supone la existencia de grupos secundarios.

La organización de clanes, familias, grupos parciales, etc. no precedió a la organización del conjunto
total que resultó de su reunión. Ambos son solidarios, el todo y las partes, se condicionan
mutuamente. Las sociedades políticas entonces son necesariamente polisegmentarias.

Estado: Llamaremos especialmente Estado a los agentes de la autoridad soberana, y sociedad política
al grupo complejo cuyo órgano eminente es el Estado. Los principales deberes de la moral cívica
entonces son los que el ciudadano tiene con respecto al Estado y los que el Estado con respecto a
ellos. No se debe confundir al Estado mismo con los grupos secundarios que más directamente reciben
su acción (Justicia, Iglesia, Ejército etc.) no son estos, más que sus órganos de ejecución. El Estado es
un grupo de funcionarios Sui Generis en el seno del cual se elaboran representaciones y voliciones que
comprometen a la colectividad, aunque no sean obra directa de esta.

A diferencia de las Representaciones Colectivas, las que emergen del Estado son siempre mucho más
conscientes de sí mismas, de sus causas y de sus objetivos. El Estado no piensa por pensar, piensa en
función de dirigir la conducta colectiva.

Noción Individualista del Estado: Spencer, los economistas, Kant y Rousseau plantean que la sociedad
tiene por objeto al individuo, es lo único real en la sociedad. El Estado en sí mismo no es un productor
dentro de la sociedad, no añade nada y no puede agregar nada a las riquezas, el único papel que se le
asignará es el de prevenir ciertos malos efectos de la asociación. Velará por el mantenimiento de los
Derechos Individuales inherentes naturalmente a los sujetos, administra entonces una justicia
puramente negativa.

Noción Misticista del Estado: Las teorías sociales de Hegel nos han dado su expresión más sistemática
en ciertos aspectos. Cada sociedad tiene un fin superior a los fines individuales, sin relación con estos
últimos y que el papel del Estado es el del proseguir la realización de este fin verdaderamente social. El
individuo no es más que un instrumento cuyo papel es ejecutar estos designios que él no ha hecho y
que no le concierne.

Durkheim critica estas posturas y plantea que en un principio, “la naturaleza de los fines del Estado,
acrecentar y aumentar su potencia eran los únicos fines perseguidos de la actividad pública”. Las
preocupaciones privadas contaban relativamente poco, la personalidad individual y todo lo que
dependían de ella no tenían sino un débil valor moral. Perdida al principio en el seno de la masa social
la personalidad individual se desprende de ella. El círculo de la vida individual restringido al principio y
poco respetado, se extiende y se convierte en el objeto eminente del respeto moral.
Solución de la antinomia misticistas-individualistas: Por un lado el Estado se desarrolla más y más,
por el otro, los derechos individuales, que pasan por ser antagónicos con los del Estado, se desarrollan
paralelamente.

El solo medio de superar la dificultad es negar el postulado según el cual los derechos del individuo
han sido dados con el individuo. Es admitir que la institución de estos derechos es la obra misma del
Estado, entonces todo se explica. Se comprende que las funciones del Estado se extienden sin que
resulte por ello una disminución del individuo, o que el individuo se desarrolle sin que el Estado quede
disminuido por ello. La historia parece proba que el Estado no ha sido creado y no tiene simplemente
por función el impedir que el individuo sea turbado en el ejercicio de sus derechos naturales, sino que
estos derechos han sido creados y organizados por el Estado.

A medida que la sociedad se agranda la formación de los grupos secundarios que nucleen a los
individuos alrededor de diferentes esferas de la vida social, particulares, locales, profesionales estos
grupos secundarios encierran a los individuos e imponen al espíritu colectivo sus condiciones
particulares. Para conducir al desarrollo de la individualidad no basta con que una sociedad sea amplia,
es necesario que el individuo pueda moverse con una cierta libertad por una vasta extensión; es
necesario que no sea retenido y acaparado por los grupos secundarios. Es necesario que haya por
encima de estos un poder general que haga la ley para todos,, que recuerde a cada uno que no es un
todo, sino una parte del todo, y que no debe retener para si lo que pertenece al todo. Un órgano
especial tiene por función representar ante estas colectividades particulares a la colectividad total, sus
derechos y sus intereses. El Estado funciona entonces liberando a las personalidades individuales bajo
condición que se mantengan los contrapesos entre “Grupos Secundarios” y “Estado”.

La fuerza colectiva del Estado, para ser liberadora del individuo, tiene necesidad de contrapeso; debe
ser contenida por otras fuerzas colectivas, los grupos secundarios. No sirven estos solo para ordenar y
administrar los intereses de su competencia, tienen un papel más general: son una de las condiciones
indispensables de la emancipación individual. He aquí la que justifica la extensión creciente de las
atribuciones estatales, y al mismo tiempo, el rol preponderante de la individualidad en la vida
colectiva.

Antaño la acción del Estado estaba totalmente dirigida hacia afuera: ahora está destinada a volverse
más y más hacia adentro. Pues su organización total y sola por esto, la sociedad podrá realizar el fin
que debe perseguir antes que otro. Adecuar el medio social de manera que la persona pueda
realizarse más plenamente, ordenar la maquina colectiva de manera tal que sea menos pesada para
los individuos, asegurar el intercambio pacífico de los servicios, el concurso de todas las buenas
voluntades con vistas el ideal perseguido en común.
Patriotismos y Cosmopolitismos: El conflicto producido entre dos tipos de sentimientos igualmente
elevados, los que nos ligan al ideal nacional, al Estado que encarna ese ideal, y los que nos ligan al ideal
humano, al hombre en general; entre el patriotismo y el cosmopolitismo. Cuando más se avanza en la
evolución, más se observa que el ideal perseguido por los hombres se separa de las circunstancias
locales y étnicas, propias de tal punto del globo o de tal grupo humano. De la misma manera es dentro
de sociedades constituidas donde el hombre es un ser moral, el patriotismo aparece como conjunto de
ideas y sentimientos que unen al individuo con un Estado determinado, ¿Donde encontraría el hombre
su autoridad moral?

Ciertas formas de cosmopolitismo existentes están demasiado cerca al individualismo egoísta,


denuncian la ley moral existente, más que crear otras de mayor valor.

Así como las formas de “patriotismo existente”, no se manifiestan más que en las formas de acción
colectiva hacia afuera, no se puede señalar la vinculación con el grupo patriótico de pertenencia sino
es en las circunstancias en que se enfrenta otro grupo diferente.

Solución: Imaginar a la humanidad organizada como sociedad, debe ser colocada como un porvenir
indeterminado. Hay un medio de conciliar estos sentimientos. El ideal Nacional se confunde con el de
ideal humano, los estados particulares se convierten, cada uno según sus fuerzas, en órganos por los
cuales se realiza este ideal general. Que el Estado no tenga otro fin que el hacer de sus ciudadanos
hombres, en el sentido total de la palabra, los deberes cívicos no serán sino una forma más particular
de los deberes generales de la humanidad.
EL MEDIO SOCIAL INTERNO

Debe buscarse el origen primero de todo proceso social de cierta importancia en la constitución del
medio social interno.
El Medio Social Interno se encuentra compuesto por 2 elementos: Cosas y Personas.

Cosas:

 El derecho constituido, los usos establecidos, los monumentos literarios, artísticos, etc.
 No contienen ninguna potencia matriz.
 Son la materia a la que se aplican las fuerzas vivas de la sociedad, pero no generan por si
mismas ninguna fuerza viva.

Personas:

 Factor activo en el medio social interno, susceptibles de ejercer una acción sobre el curso de
los fenómenos sociales.
 El número de las unidades sociales, como hemos dicho el volumen de las sociedades. El grado
de concentración de la masa social.
 La Vinculación moral de la cual el precedente no es más que el auxiliar, y la consecuencia.
Como la densidad dinámica, la cantidad de individuos que se encuentran en vinculación
económica, moral, que viven una vida común y compiten económicamente a la vez que
intercambian servicios.
 Lo que mejor expresa la densidad dinámica de un pueblo es el grado de coalescencia de los
segmentos sociales.
 Respecto a la densidad material, suele marchar al mismo paso que la densidad dinámica,
puede también servir para medirla. Sin embargo hay excepciones y nos expondríamos a
errores muy graves si juzgáramos siempre la concentración moral de una sociedad de acuerdo
con el grado de concentración material que presenta.

Todo aumento en el volumen y la densidad dinámica de las sociedades modifica profundamente las
condiciones de la vida colectiva. Es evidente que el estado en que se encuentra a cada momento la
historia depende de causas sociales, algunas internas y otras relacionadas con las sociedades vecinas.
Las consideraciones que acabamos de hacer vuelven a la idea de que las causas de los fenómenos
sociales son internas a la sociedad. Los Economistas o los Contractualistas no ven en la sociedad misma
un sistema de cosas que existe por sí mismo, e virtud de causas que le son peculiares.

Afirmamos que la coacción es la característica de todo hecho social, pero esta coacción no procede de
una maquinaria más o menos complicada, destinada a disfrazar ante los hombres los cepos en los
cuales se han atrapado ellos mismos. Es simplemente resultado de que el individuo se encuentra en
presencia de una fuerza que lo domina y ante la cual se inclina, pero se trata de una fuerza natural.
Naturaleza que proviene directamente de las características del ser colectivo, sui generis, resulta de la
elaboración especial a la que están sometidas las conciencias particulares por el hecho de su
asociación.
LO NORMAL Y LO PATOLÓGICO

Realizar la distinción servirá a los efectos de iluminar la práctica, distinguir la salud de la enfermedad,
establecer la generalidad de un fenómeno hacia el estado de salud, hacia lo que debe ser evitado.
Interesa principalmente a los efectos de la práctica científica, a fin de poder asignar al “estudio de la
fisiología y de la patología campos separados”.
En vez de determinar de golpe las relaciones de estado normal y de su contrario con las fuerzas vitales,
busquemos simplemente algún signo exterior inmediatamente perceptible, pero objetivo, que nos
permita distinguir entre dos órdenes de hechos.

Todos los fenómenos sociológicos son susceptibles de revestir formas diferentes según los casos. Pero
estas formas pueden clasificarse en 2 clases. Unas son generales en toda la extensión de la especie;
otras se vuelven a encontrar, si no entre todos los individuos, por lo menos en la mayor parte. Y
aunque no se repitan idénticamente en todos los casos en donde se observan sino que varían de un
sujeto a otro, estas variaciones están comprendidas entre límites muy aproximados.

Otras en cambio son excepcionales, no solo se encuentran únicamente en una minoría, sino que
sucede con frecuencia que incluso donde se reproducen no duren toda la vida del individuo.
Constituyen una excepción lo mismo en el tiempo que en el espacio. Estamos pues en presencia de dos
variedades de fenómenos que deben ser designadas con términos diferentes.

Normales a los que exhiben formas generales y asignaremos a las otras el de “mórbidos o
patológicos”. Cuando sabemos distinguir las especies sociales será posible entonces distinguir cual es
la forma más general que presenta un fenómeno dentro de una especie dada. Solo puede definirse
como patológico un fenómeno en relación con una especie determinada. Un hecho social es normal
para una especie social en relación con una dase, igualmente determinada, de su desarrollo; por
consiguiente para saber si tiene derecho a esta denominación no basta observar bajo que forma se
presenta en la generalidad de las sociedad que pertenecen a dicha especie, ha que cuidar también de
considerarla en la fase correspondiente a su evolución.

Las proposiciones científicas relativas al estado normal serán más inmediatamente aplicables en los
casos particulares cuando aparezcan acompañadas de sus razones.

Hay circunstancias en las que está verificación es rigurosamente necesaria, porque si se aplicara sol, el
primer método podría inducir a error. En los períodos de transición en que la especie entera está
evolucionando, sin encontrarse aun fijada. En este caso el único tipo normal realizado en la actualidad
y dado en los hechos es el del pasado y sin embargo ya no está en relación con las nuevas condiciones
de existencia. El sociólogo puede encontrarse con dificultades cuando trata de determinar si un
fenómeno es o no normal.
Podrá resolverlo si después de haber establecido mediante la observación el hecho en general, se
remontara a las condiciones que han determinado esta generalidad en el pasado y buscara después si
esas condiciones se encuentran todavía en el presente o si, al contrario, han cambiado. En el primer
caso tendrá derecho a tratar el fenómeno como normal, en el segundo a negarle dicho carácter.
Si es verdad que “todo lo normal es útil” es falso que “todo lo que es útil es normal”.

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