Está en la página 1de 15

EL ABUSO SEXUAL INFANTIL

El presente ensayo tiene por objeto presentar el problema del abuso sexual infantil (de aquí
en adelante ASI), situación que cada día se incrementa no sólo en el contexto internacional
o nacional, sino muy sutil y de forma acelerada se viven en nuestra sociedad, en nuestros
pueblos y comunidades indígenas.
En este documento, no es sólo nuestra intención de abordar el concepto teórico de niñez y
sus derechos, sino conocer a grandes rasgos el marco jurídico de los derechos que deben
disfrutar niños y niñas, además, y como asunto relevante presentar acciones de prevención,
identificación y atención ante el conocimiento de un evento o suceso.
El ASI es un fenómeno que ha estado presente en este siglo y muchos atrás. El problema es
que en nuestra época contemporánea las tecnologías de información y comunicación, así
como la lucha por el reconocimiento y disfrute de los derechos que tienen niños, niñas y
adolescentes, ha sacado a flote las formas por las cuales se vulnera y viola el derecho a la
integridad física de la infancia, sea hombre o mujer.
Ante este grave problema social que cada día se acrecienta, es deber de la Iglesia Cristiana
Interdenominacional, en apego a su vertiente de la misión “la salvaguarda de todos sus
recursos”, sensibilizar a pastores y ministras de todos los grupos de edad para generar,
desde su congregación, acciones que prevengan y contrarresten el ASI de la niñez que acude
a nuestras iglesias.
La Iglesia tiene un deber con la sociedad y las autoridades, para que desde el interior realice
tareas de identificación, canalización, atención y seguimiento a casos o situaciones
emergentes de atención de ASI que pudieran suscitarse dentro de las familias que
componen las congregaciones.
La profecía bíblica “la maldad aumentará”, previene a nuestra congregación para no ignorar
las maquinaciones del adversario respecto a la destrucción continua de la imagen y
semejanza del creador, el hombre y la mujer; por el contrario ante tal responsabilidad
ministerial, es deber nuestro estar preparados para prevenir, identificar y extender nuestra
ayuda al niño o niña.
Lo que suceda en la infancia tendrá gran influencia en el resto de la vida.
Niñas y niños, nuestro foco de atención.
Etimológicamente, el término “niño” viene del latín infans que significa “el que no habla”.
Los romanos utilizaban este término para designar a las personas desde su nacimiento hasta
los 7 años de edad.

1 de 15
El significado evolucionó a través de los siglos y las culturas, hasta llegar a ser usado para
nombrar al ser humano en la etapa que comprende desde su nacimiento hasta la adultez.
Desde la perspectiva sociológica, un niño es considerado una persona inmadura que se
encuentra en la etapa que abarca desde el nacimiento hasta la adolescencia. Por dicha
edad, se encuentra en estado de vulnerabilidad, indefenso, desprotegido, por lo que tiene
que adoptar una postura de cobijo, buscando siempre su bienestar individual.
Diccionarios legales y jurídicos definen al niño como una persona que se encuentra dentro
del periodo de la vida humana desde el nacimiento hasta la adolescencia. En materia penal,
dicho período implica inimputabilidad por falta de discernimiento; y en materia civil, total
incapacidad para obrar.
La Convención sobre los Derechos del Niño, documento vinculante y jurídicamente
obligatorio a todos los Estados parte, establece que “niño es todo ser humano menor de
dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado
antes la mayoría de edad”. (Art. 1).
La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, menciona en su artículo 5°
“son niñas y niños los menores de doce años, y adolescentes las personas de entre doce años
cumplidos y menos de dieciocho años de edad”. Por su parte la Ley de Derechos de Niñas,
Niños y Adolescentes para el Estado de Oaxaca expresa que “son niñas y niños los menores
de doce años y adolescentes, las personas de entre doce años cumplidos y menos de
dieciochos años de edad”.
Niñas y niños en números
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en su informe “El estado mundial
de la infancia (2014)” registra que en el mundo habitan 7 billones, 40 mil 823 niñas y niños.
En México, los resultados de la Encuesta Intercensal del año 2015, indican que del total de
la población nacional, 39.2 millones son niñas, niños y adolescentes de 0 a 17 años, es decir,
uno de cada tres residentes en nuestro país correspondía a una persona menor de 18 años,
(INEGI, 2015).
En nuestro Estado habitan un millón 170 mil 527 niños, niñas y adolescentes de 0 a 14 años,
sin considerar el rango de edad de 15 a 18 años, lo cual elevaría significativamente el
número de niñas y niños en el rango de edad como lo establece la Convención y las Leyes.
Por este rango de edad y el proceso que viven respecto a su desarrollo físico, psicológico y
social, requieren protección desde el momento de nacer hasta antes de que cumpla la
mayoría de edad. Eso explica por qué han sido incluidos dentro de la clasificación de grupos
vulnerables, junto con las mujeres, los adultos mayores, y las personas con discapacidad.

2 de 15
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), menciona que la situación
de vulnerabilidad que enfrentan niños y niñas en México, está basada fundamentalmente
en dos razones:
1. Niñas y niños forman parte de un grupo que, al estar en proceso de formación y
desarrollo, mantiene una relación de mayor dependencia con otras personas, por
ejemplo, para acceder a una alimentación adecuada, a servicios médicos y
educativos y en general a cualquiera de los derechos reconocidos.
2. Frecuentemente la violación de los derechos de la infancia es poco visible en
relación con otros grupos de la población. La violencia intrafamiliar, la necesidad de
que niños y niñas contribuyan al ingreso económico de la familia, la falta de
conocimiento de sus propios derechos, el abuso sexual, etc. exponen a la niñez a la
violación de otros derechos que son para ellos y ellas difícilmente denunciables, lo
que facilita la repetición de las violaciones y aumenta la vulnerabilidad. (CONAPRED,
2015).
La situación de las niñas y niños se agrava cuando padres y madres viven en condiciones de
marginación y pobreza, pues los niños adquieren responsabilidades ajenas a ellos,
renunciando a medios y recursos que son imprescindibles para aumentar sus oportunidades
futuras y su desarrollo.
Ese estado vulnerabilidad violenta los derechos de niñas y niños, ya que existen normas
internacionales, nacionales y estatales que salvaguardan los mismos, y establecen suma
prioridad en garantía atendiendo al principio del interés superior. Dichos referentes
jurídicos, ubican y reconocen a niños y niñas como SUJETOS DE DERECHO, es decir, personas
con los mismos derechos que una persona adulta.
La falta de protección jurídica, permitió que por muchos siglos, niñas y niños sufrieran
manifestaciones de maltrato infantil, entre ellos el ASI y el infanticidio; esto los ubicaba en
un nulo reconocimiento como persona y su trato estaba basado en la compasión, caridad y
de forma parcial.
En el año de 1990, México ratificó la aceptación del gobierno en favor de la Infancia,
firmando la Convención sobre los Derechos del Niño, documento que obliga la vigilancia y
garantía plena de los derechos contenidos a favor de niñas y niños. Dicho documento
jurídico es fundamental ya que a partir de su enfoque, niñas y niños son reconocidos como
titulares de derechos y no como objetos de protección, y ordena que todos los proyectos
dirigidos hacia su desarrollo tengan como meta prioritaria e integral, la progresividad en el
cumplimiento y garantía de todos sus derechos.
En el marco de un sistema jurídico de reconocimiento de los derechos de la infancia, a la
Convención la sustentan principios estructurales; es decir, derechos base que permiten
ejercer plenamente otros y resolver conflictos entre derechos, los cuales son: Derecho a la

3 de 15
no discriminación; el interés superior del niño; la efectividad; la autonomía progresiva; y el
derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo
Respecto a los veinte derechos reconocidos en la Ley General de los Derechos de Niñas,
Niños y Adolescentes1, en el tema que nos ocupa es pertinente resaltar el Derecho a una
Vida libre de Violencia y a la Integridad Personal, (Art. 46) el cual reza “niñas, niños y
adolescentes tienen derecho a vivir una vida libre de toda forma de violencia y a que se
resguarde su integridad personal, a fin de lograr las mejores condiciones de bienestar y libre
desarrollo de su personalidad”.
Las formas de violencia por las que se atenta dicho derecho, son mencionadas en el artículo
47 de la mencionada Ley, las cuales son:
I. El descuido, negligencia, abandono o abuso físico, psicológico o sexual;
II. La corrupción de personas menores de dieciocho años de edad;
III. Trata de personas menores de 18 años de edad, abuso sexual infantil,
explotación sexual infantil con o sin fines comerciales, o cualquier otro tipo de
explotación, y demás conductas punibles establecidas en las disposiciones
aplicables;
IV. El tráfico de menores;
V. El trabajo antes de la edad mínima de quince años, prevista en el artículo 123 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y demás disposiciones
aplicables;
VI. El trabajo en adolescentes mayores de 15 años que pueda perjudicar su salud, su
educación o impedir su desarrollo físico o mental, explotación laboral, las peores
formas de trabajo infantil, así como el trabajo forzoso, de conformidad con lo
dispuesto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en las demás
disposiciones aplicables, y

1
El artículo 13 de la referida Ley, establece que son derechos de niñas, niños y adolescentes, los siguientes: I.
Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo; II. Derecho de prioridad; III. Derecho a la identidad; IV.
Derecho a vivir en familia; V. Derecho a la igualdad sustantiva; VI. Derecho a no ser discriminado; VII. Derecho
a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral; VIII. Derecho a una vida libre de violencia y
a la integridad personal; IX. Derecho a la protección de la salud y a la seguridad social; X. Derecho a la inclusión
de niñas, niños y adolescentes con discapacidad; XI. Derecho a la educación; Derecho al descanso y al
esparcimiento; XIII. Derecho a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión y cultura;
XIV. Derecho a la libertad de expresión y de acceso a la información; XV. Derecho de participación; XVI.
Derecho de asociación y reunión; XVII. Derecho a la intimidad; XVIII. Derecho a la seguridad jurídica y al debido
proceso; XIX. Derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes, y XX. Derecho de acceso a las tecnologías de
la información y comunicación.

4 de 15
VII. La incitación o coacción para que participen en la comisión de delitos o en
asociaciones delictuosas, en conflictos armados o en cualquier otra actividad que
impida su desarrollo integral. (LGNNA, 2015)
Ante dichos casos, las autoridades federales, estatales, municipales, y todo aquélla
autoridad en el ámbito de su competencia, están obligadas a tomar medidas para prevenir,
atender y sancionar los casos en que niñas, niños y adolescentes se vean afectados.
Entonces, toda forma de violencia contra la integridad personal del niño y la niña violenta
su derecho.
La integridad personal se define como el conjunto de condiciones físicas, psíquicas y
morales que le permiten al ser humano su existencia, sin sufrir ningún tipo de menoscabo
en cualquiera de esas tres dimensiones.
En lo referente a la integridad física, esta se refiere a la plenitud corporal del individuo; de
allí que toda persona tiene derecho a ser protegida contra agresiones que puedan afectar
o lesionar su cuerpo, sea destruyéndola o causándole dolor físico o daño a su salud. La
integridad psíquica y moral se concreta en la plenitud de facultades morales, intelectuales
y emocionales; la inviolabilidad de la integridad psíquica se relaciona con el derecho a no
ser obligado, constreñido o manipulado mentalmente contra su voluntad.
El maltrato físico y el ASI, son formas de tratamiento cruel e inhumano, lesivas de la
integridad psíquica y moral de la persona y del derecho de todo detenido al respeto debido
a la dignidad inherente al ser humano.

El Abuso Sexual Infantil


El maltrato infantil se define como acción, omisión o trato negligente, no accidental, que
priva al niño de sus derechos y su bienestar, que amenaza y/o interfiere su ordenado
desarrollo físico, psíquico o social y cuyos autores pueden ser personas, instituciones o la
propia sociedad.
El maltrato no es un hecho aislado, sino que es un proceso que viene determinado por la
interacción de múltiples factores. En muchos casos esa interacción dará lugar a uno o más
tipos de maltrato, por lo que no podemos considerar el abuso sexual infantil como un
fenómeno ajeno al resto de tipologías.
Dentro del concepto “maltrato infantil” se establecen distintas categorías en función de
diferentes variables:
1. Maltrato físico. Cualquier acción no accidental por parte de cuidadores o padres que
provoque el daño físico o enfermedad en el niño o le coloque un grave riesgo de
padecerlo.

5 de 15
2. Negligencia y abandono físico. Situación en las que las necesidades físicas básicas
del menor (alimentación, vestido, higiene, protección y vigilancia en las situaciones
potencialmente peligrosas, educación y/o cuidados de salud) no son atendidas
temporal o permanentemente por ningún miembro del grupo que convive con el
niño.
3. Maltrato y abandono emocional. El maltrato emocional se define como la hostilidad
verbal crónica en forma de insulto, desprecio, crítica o amenaza de abandono, y
constante bloqueo de las iniciativas de interacción infantiles (desde la evitación
hasta el encierro o el confinamiento) por parte de cualquier miembro adulto del
grupo familiar.
El abandono emocional se define como la falta persistente de respuesta a las señales
(llanto, sonrisa), expresiones emocionales y conductas procuradoras de proximidad
e interacción iniciales por el niño y la falta de iniciativa de interacción y contacto,
por parte de una figura adulta estable.
4. Abuso Sexual. Se define como “contactos e interacciones entre un niño y un adulto
cuando el adulto (agresor) usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al
niño o a otra persona. El abuso sexual puede ser también cometido por una persona
menor de 18 años cuándo esta es significativamente mayor que el niño (víctima) o
cuando el agresor está en una posición de poder o control sobre otro.” (National
Center of Child Abuse and Neglect; 1981).
También se define como cualquier actividad sexual con o sin violencia entre un
adulto y un menor de edad, o entre dos menores cuando uno ejerce poder sobre el
otro.
Dentro de esta concepción de abuso sexual, destacamos las siguientes categorías:

✔ Abuso sexual. Cualquier forma de contacto físico con o sin acceso carnal, con
contacto y sin contacto físico realizado sin violencia o intimidación y sin
consentimiento. Puede incluir: penetración vaginal, oral y anal, penetración digital,
caricias o proposiciones verbales explícitas.

✔ Agresión sexual. Cualquier forma de contacto físico con o sin acceso carnal con
violencia o intimidación y sin consentimiento.

✔ Exhibicionismo. Es una categoría de abuso sexual sin contacto físico.

✔ Explotación sexual infantil. Una categoría de abuso sexual infantil en la que el


abusador persigue un beneficio económico y que engloba la prostitución y la
pornografía infantil. Se suele equiparar la explotación sexual con el comercio sexual
infantil.

6 de 15
Dentro de explotación sexual infantil, existen diferentes modalidades a tener
en cuenta, puesto que presentan distintas características e incidencia:
• Tráfico sexual infantil.
• Turismo sexual infantil.
• Prostitución infantil.
• Pornografía infantil.
Son dos los criterios para hablar del ASI: 1) la forma coercitiva, donde el agresor utiliza el
poder para interactuar con el niño o la niña; y 2) Asimetría de edad, cuando el agresor es
mayor que la víctima, no precisamente mayor de edad.
Ambos criterios reflejan que el poder del agresor se manifiesta cuando obliga a realizar una
acción que la otra persona no desea hacer, para lo cual utiliza recursos como la amenaza,
el chantaje o la fuerza física, en algunos casos la seducción es un factor importante.
La victimización del niño en el abuso sexual infantil es psicológicamente dañina,
socialmente censurable y legalmente perseguible; sin embargo, existen factores que
impiden su detección oportuna los cuales fungen como mitos o miedos respecto al tema,
puesto que invade la intimidad de la persona.
Amaia del Campo y Félix López (1997) en sus investigaciones en escuelas de educación
básica, identifican la existencia de falsas creencias respecto a casos de abuso sexual infantil
por parte de autoridades educativas o de los mismos familiares:

 Los abusos sexuales solo lo sufren las niñas


 Hoy en día se dan más casos de abuso sexual que en el pasado.
 Quienes cometen abusos sexuales son enfermos psiquiátricos.
 Los abusos sexuales no se dan en todo tipo de situaciones sociales.
 Los niños y niñas en este caso no dicen la verdad.
 Los niños y niñas son responsables de abuso sexual.
 Los niños y niñas a veces pueden evitar el abuso sexual.
 Si el abuso tuviese lugar sobre un menor de mi entorno cercano, yo lo detectaría.
 Cuando se da un abuso sexual sobre un niño o niña, su familia lo denuncia.
 Los agresores sexuales son casi siempre desconocidos.
 Los efectos de un abuso sexual son casi siempre muy graves.
 Los abusos sexuales siempre van acompañados de violencia física.
 Los abusos sexuales son poco frecuentes.
A la par, existen mitos respecto al abuso sexual infantil los cuales José Manuel Alonso (2000)
en su documentó en su

7 de 15
VARIABLE MITOS REALIDADES
Frecuencia  Los abusos sexuales infantiles  Al menos un 20% de personas sufre en su
son infrecuentes. infancia abusos sexuales.
 Hoy ocurren más abusos que  Lo que si está aumentando es la detección
antes. por parte de los profesionales y la
comunicación que realizan algunas víctimas.
Detección  Todos los malos tratos son  A pesar de las similitudes, hay muchas
iguales diferencias entre los diferentes tipos de
 Los malos tratos sólo ocurren malos tratos.
dentro de la familia.  Ocurren mayoritariamente en la familia,
 Si ocurrieran en nuestro pero no exclusivamente.
entorno, nos daríamos  No son tan fáciles de detectar.
cuenta.  El incesto ocurre en todos los tipos de
 El incesto ocurre en familias familias.
desestructuradas o de bajo  La mayor parte de las veces existe una
nivel socio-cultural manipulación de la confianza, engaños y
 El abuso sexual infantil va casi amenazas que no hacen necesaria la
siempre asociado a la violencia física.
violencia física
Agresores  Son exclusivamente  La mayoría de las veces son hombres.
hombres.  Saben, en general, cuando deben controlar
 Los hombres son incapaces sus impulsos sexuales.
de controlar sus impulsos  El alcohol y las drogas son, en algunas
sexuales. ocasiones, la causa principal de los malos
 El alcohol y el abuso de tratos. Sin embargo, en los casos en los que
drogas son causas de los aparecen más causas tienen un papel
malos tratos infantiles y de la activador de la conducta violenta. De hecho,
violencia familiar. el abuso de drogas y alcohol sirve para que
 El agresor es un perturbado los agresores se otorguen el permiso de
mental, un enfermo tener conductas no permitidas socialmente
psiquiátrico o personas con como, por ejemplo, agresiones en el núcleo
un elevado grado de familiar (“No sabía lo que estaba haciendo,
desajuste psicológico. estaba borracho”).
 Nunca son los padres. Los  Los agresores no tienen un perfil psicológico
agresores son casi siempre común.
desconocidos.  Los agresores son casi siempre conocidos.

El papel de la  Conoce consciente o  No siempre sabe que el abuso sexual infantil


madre inconscientemente que está ocurriendo.
“aquello” está sucediendo. Es  En muchas ocasiones la madre conoce el
igualmente responsable del abuso pero no lo denuncia.
incesto.  Nadie le obliga a ello, son racionalizaciones
 Denunciará cuando se dé y excusas del agresor.
cuenta.
 Rechaza al marido
sexualmente y este se ve
obligado a relacionarse
sexualmente con la hija.
Los niños y  Son culpables de que les  No son culpables de que les ocurra, y no
niñas ocurra. Los menores de edad pueden evitarlos (entre otros motivos
pueden evitar los abusos.

8 de 15
 Lo niños y adolescentes porque no suelen recibir educación al
fantasean, inventan historias respecto).
y dicen mentiras en relación  Pocas veces inventan historias que tengan
con haber sido abusados relación con haber sido abusados
sexualmente. Lo hacen para sexualmente. En general, si lo hacen es por
captar la atención de las influencia de los adultos.
personas adultas sin prever
las consecuencias.
¿A quién le  A las niñas pero no a los  Sufren abuso sexual tanto niños como niñas,
pasa? niños. sin que haya tanta diferencia como se suele
 Les ocurre a las niñas que se suponer entre el porcentaje de víctimas de
lo buscan (por ejemplo, a uno u otro sexo.
niñas que están en la calle a  Se trata de una excusa del agresor que no
horas que tendrían que estar reconoce su responsabilidad y que trata de
en casa). culpabilizar a la víctima.
Efectos  Los niños que han sido
maltratados se convertirán  Es más probable que las personas que han
en agresores cuando sean sufrido abusos se conviertan en agresoras.
adultos. Sin embargo, sería determinista esperar que
 Los efectos son siempre muy esto sucediera siempre así. Muchos
traumáticos. hombres violentos con sus familias o pareja
 Los efectos no suelen tener provienen de familias sin historial de
importancia. violencia.
 Sólo es grave si hay  La gravedad de los efectos depende de
penetración. factores como la frecuencia, el grado de
 Cuando la relación es parentesco, la intensidad, etc.
profundamente
 Amorosa no es perjudicial.
Denuncia  No es obligatorio  Es obligatorio denunciarlos.
denunciarlos.  Se minimiza el derecho del niño a ser
 El niño/a perderá a su familia protegido y el respeto a su integridad
y el remedio será peor que la personal.
enfermedad.  Es una justificación para evitar la
 La privacidad es un asunto de intervención profesional.
cada familia y nadie se ha de  El Estado está obligado a intervenir,
meter. investigar y sancionar.

Algunos médicos expresan que es poco común que el abuso sexual cause lesiones físicas
visibles y permanentes, sin embargo, un elemento clave es el relato de la víctima y no
necesariamente los signos físicos. Por tanto, aunque no haya signos físicos no se debe
descartar el diagnóstico de abuso sexual pues algunas formas de abuso no ocasionan
lesiones. La realidad es que el mayor número de víctimas de abuso sexual son mujeres y los
principales agresores son un miembro de su familia o algún allegado.
Sin embargo, debemos mencionar que si existen consecuencias del abuso sexual a largo y a
corto plazo:

9 de 15
 A corto plazo se presenta pérdida de esfínteres, pesadillas, cambios en los hábitos
de comida, miedo generalizado, hiperactividad, culpa, vergüenza, rechazo del
propio cuerpo, trastorno de estrés postraumático, conductas exhibicionistas, entre
otras.
 Tenemos a largo plazo la hipocondría, los problemas gastrointestinales, intentos de
suicidio, consumo de drogas, trastorno de la personalidad, inhibición afectiva,
aversiones, fobias sexuales, trastorno del deseo sexual, aislamiento, dificultades
para educar a los hijos, entre otras.
 Los indicadores físicos específicos comprenden las lesiones en zonas genitales y/o
anales, sangrado por vagina o ano, infecciones genitales o de transmisión sexual
(sífilis, blenorragia, sida, condilomas, verrugas genitales, herpes, flujo vaginal
infeccioso con presencia de gérmenes no habitual en la flora normal de los niños) y
embarazo.

El reto es saber identificar y percibir mediante la observación de la conducta y cambios


bruscos de actitud con ciertas personas, ya que los que abusan sexualmente de los
niños pueden hacer que el niño esté extremadamente temeroso de revelar las acciones del
agresor y, sólo cuando se ha hecho un esfuerzo para ayudarlo a sentirse seguro, es que se
consigue que el niño hable libremente.
Si un niño dice que ha sido molestado o abusado sexualmente, los padres deben hacerle
sentir que lo que pasó no fue culpa suya. Los padres deben buscar ayuda médica inmediata,
llevar al niño o niña para un examen físico, al psicólogo para un correcto manejo emocional
y denunciar al probable señalado
Pero, cabe bien hacer una pregunta. Nosotros que trabajamos con niños y niñas, o tenemos
hijos e hijas: ¿Qué debemos hacer cuando un niño ha sido abusado sexualmente?
La revista digital GuiaInfantil.com que trata temas de educación y salud de niñas y niños,
recomienda las siguientes acciones:
a) Si el niño lo dice, escúchale y tómale en serio. Los niños muy pocas veces inventan
historias de abuso sexual.
b) Si estás alarmado o sientes vergüenza, no se lo demuestres al niño; pues él se sentirá
más afectado.
c) No le presiones. Apoya al niño evitando gestos, preguntas o juicios que le hagan
sentirse aún más angustiado o culpable. Muy correcto evitar ser tocado, a menos
que él o ella lo pida o se acerque.
d) Si el niño o niña decide hablar, anímale y muéstrale confianza para que diga la
verdad y hable con libertad.
e) No lo juzgues, ni lo hagas sentir culpable.

10 de 15
f) Solicita apoyo a algún especialista para ayudar al niño y también a la familia en la
forma que debe tratar el problema.
g) Prepara al niño para esa ayuda. Explícale que tendrá que conversar con otras
personas de lo sucedido. Y que todo será muy bueno para él.
h) Se debe denunciar ante las autoridades a la persona que abusó sexualmente del
niño
La seguridad de niñas y niños es tarea ardua de los adultos. Máxime de las personas que
trabajamos con ellos. Aquí cabe otra una pregunta ¿Qué puedo o cómo debo proteger a los
niños y niñas?
La Organización norteamiericana Darkness to Light, dedicada a la prevención y a la formación
en abuso sexual infantil nos comparte 7 pasos que los adultos debemos conocer para proteger
a nuestros niños y niñas del abuso sexual:
1. Conoce los hechos y la realidad. Estar informado sobre el abuso sexual infantil,
ayuda a proteger a los niños. Los expertos estiman que 1 de cada 4 niñas y 1 de cada
6 niños puede convertirse en víctima de abuso sexual antes de los 18 años. Uno de
cada 5 niños es solicitado sexualmente en Internet, y la edad media de las denuncias
por abuso sexuales de 9 años. La mayoría de las victimas menores de edad nunca
informan del abuso. Es muy probable que conozcas a un abusador sexual infantil. El
mayor riesgo para los niños no proviene de personas desconocidas, sino de sus
propios familiares y amigos. Algunos datos lo demuestran:
 Uno de cada tres niños son abusados por miembros de su familia
 Los abusadores tratan de establecer una relación de confianza con los padres de
sus víctimas y suelen ser físicamente mayores y más grandes que sus víctimas.
 Los abusadores se encuentran frecuentemente en lugares que permiten un fácil
acceso a niños tales como el propio domicilio de la víctima, clubes deportivos,
escuelas o centros religiosos.

2. Debes saber con quién dejas al niño/niña y qué hacen. Aprenda a proteger a los
niños. La mayoría de los casos de abuso sexual infantil suceden cuando un menor
está a solas con un adulto.
 El abusador a menudo entabla amistad con su víctima, ganándose su confianza,
logrando así pasar tiempo a solas con él/ella.
 Cuando dejes a su hijo a solas con otra persona, sea adulta o adolescente,
procure que puedan ser observados.
 Favorezca situaciones en las que su hijo se integre en grupos.
 Enseñe con el ejemplo. Evita, en lo posible, estar a solas con un menor que no
sea tu hijo.
 Supervise el uso de Internet que hace tu hijo.

11 de 15
 Cuando apuntes a tu hijo a alguna actividad deportiva, a algún campamento o
algo parecido, busque saber qué tipo de responsabilidad y preparación tienen
los monitores en el cuidado de los niños. Si están preparados para prevenir,
identificar y reaccionar frente a un posible abuso sexual de y a menores.
 Hable con tu hijo cuando regrese de alguna actividad en que tenga adultos.
Preste atención a su estado de ánimo y valore si puede contarle con
desenvoltura cómo pasaron el tiempo.

3. Habla abiertamente del asunto con tu hijo. Entiende por qué a los niños les asusta
'contar'.
 El abusador suele manipular, amenazar y avergonzar al niño, le acusa de haber
permitido que ocurriera el abuso o diciéndole que sus padres se enojarán al
enterarse.
 Los niños no revelan el abuso por temer desilusionar a sus padres.
 El abusador convence al niño de que el abuso está 'bien' que es un 'juego'.
 Habla con tus hijos. La comunicación construirá la confianza.
 Habla con tus hijos sobre su cuerpo, de cómo cuidarlo, defenderlo, etc. 'Mi
cuerpo es mi territorio y nadie lo toca sin mi permiso', debe ser un lema para los
niños y las niñas.
 Instruya a tus hijos que no den su dirección de email, ni su dirección o teléfono
de casa, etc.
 Si el niño se siente incómodo o reacio a estar con un determinado adulto,
pregúntele por qué.
 Comparta informaciones sobre el abuso sexual infantil. De este modo, los
potenciales abusadores sabrán que estás alerta.
4. Aprende a detectar e identificar los indicadores del abuso sexual.
 Las señales físicas de abuso sexual son poco comunes, sin embargo la irritación,
la inflamación o el sarpullido en el área genital, las infecciones de las vías
urinarias u otros síntomas, deben ser investigados con detenimiento.
 Son más comunes las señales emocionales o de comportamiento, que pueden
ser identificadas por una ansiedad, dolor abdominal crónico, constantes dolores
de cabeza, comportamiento perfeccionista, retraimiento o depresión, hasta una
rabia y rebeldía inexplicables.
 Cuando el niño habla abiertamente sobre sexo de una manera atípica para su
edad, también puede ser una señal de alarma.
 En el caso de que haya alguna sospecha de abuso sexual, llevar el niño
inmediatamente al médico.

12 de 15
5. No reacciones con exageración a un posible caso de abuso. ¡Denúncialo! Infórmate,
reacciona de inmediato. Infórmate previamente a dónde ir, a quién llamar y cómo
actuar. El abuso sexual es un delito.
 Tu reacción tiene gran impacto sobre un niño vulnerable. Si respondes con rabia
o incredulidad, el menor se encierra en sí mismo, y se sentirá aún más culpable.
 Ofrezca siempre tu apoyo al niño. Escúchale, no dudes de su palabra y cree en
lo que te dice. Asegúrate de que él así lo entiende. Agradezca al niño el hecho
de contártelo y reconozca su valentía.
 Anima al niño a que te cuente todo, pero que no se profundice demasiado en los
detalles. Eso puede alterar sus recuerdos de los hechos.
 Busque ayuda y orientación de un profesional capacitado para hablar con el
niño. Busque conocer los pasos legales para denunciar. Debes conocer los
organismos y/o instituciones con competencias para denunciar un abuso sexual
a un menor.
 No entre en pánico. Los niños, víctimas de abuso sexual que reciben apoyo y
ayuda psicológica, pueden superarlo.

6. Actúa siempre, aunque solo tengas sospechas y no pruebas.


 El futuro bienestar de un niño está en riesgo. Las sospechas y la falta de pruebas
pueden darte miedo, pero confía en tu intuición y tenga el valor de denunciar o
poner en conocimiento a un servicio de protección al menor.
 Busque los servicios sociales de tu localidad, o alguna oficina de defensa de los
derechos del menor. Lo importante es que actúes.

7. Involúcrate. Se voluntario de apoyo a las organizaciones que luchan contra el


maltrato y el abuso sexual a menores.
 Use tu voz y tu voto para convertir tu comunidad en un lugar más seguro para
los niños.
 Apoya la legislación que ampara a los niños.
 Rompa el silencio. La prevención, así como la recuperación depende de eso.

Instituciones que salvaguardan la integridad personal de niñas y niños


De manera local, el Sistema DIF Oaxaca tiene la encomienda de “proteger los derechos de
niñas, niños y adolescentes, cuando los mismos se encuentren restringidos o vulnerados, en
términos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Tratados
Internacionales…”2

2
Artículo 102 de la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes para el Estado de Oaxaca.

13 de 15
Para lo anterior, cuenta dentro de su estructura organizacional con la Procuraduría Estatal
de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, quien tiene como objeto brindar protección
y restitución de los derechos de la niñez, así como “denunciar ante el Ministerio Público
dentro de las siguientes 24 horas de las que se tenga conocimiento de aquellos hechos que
se presuman constitutivos de delito en contra de niñas, niños y adolescentes”3 así como
“solicitar (…) la imposición de medidas urgentes de protección especial idóneas, cuando
exista un riesgo inminente contra la vida, integridad o libertad de niñas, niños y
adolescentes…”4
La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, órgano autónomo en el
Estado, tiene como objeto “la defensa, protección, promoción, estudio y divulgación de los
derechos humanos, así como la prevención, atención y erradicación de la discriminación y la
violencia que sufren las personas…”5
En su estructura la conforman visitadurías o defensorías especializadas, entre ellas, la que
atiende al grupo de niñas, niños y adolescentes.

La Fiscalía Especializada de Delitos contra la Mujer y…

Conclusión

Referencias bibliográficas

 https://www.unicef.org/spanish/sowc2014/numbers/#statistics

3
Artículo 104, fracción V de la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes para el Estado de Oaxaca.
4
Fracción VI Ibídem
5
Artículo 2 de la Ley de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca

14 de 15
 https://www.ricsh.org.mx/index.php/RICSH/article/view/79/414 CHECARLO X LO
HISTÓRICO

Del Campo, A. y López, F. (1997c). Prevención de abusos sexuales a menores. Unidad Didáctica
para Educación Secundaria. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y Amarú
Ediciones.

15 de 15

También podría gustarte