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INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR

DE HUICHAPAN

Evaluación de residuos de cantera como cobertera

Área del conocimiento: Taller de Línea de Investigación: Agricultura


Investigación I
Fecha de inicio: agosto 2018
Fecha de término: Diciembre 2018. Carrera
Responsables del proyecto:

Luis Alfonso Callejas Esquivel


Ing. Industrial
Daniel Chávez Villeda
DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO

1.1. Resumen

El proyecto consiste en implementar una cobertera con residuo de cantera en sus


tonalidades rosa, blanca y verde realizando combinaciones entre ellas, ya que los
colores poseen diferentes características en cuanto a la consistencia, por ello se
busca que entre colores se complementen para lograr la mayor cohesión posible de
partículas. Así como la evaluación de su mezcla entre estas y Aloe vera o baba de
nopal para posteriormente colocarlo en camas de siembra de manera manual
evaluando el mejor material cementante, por lo tanto se pretende obtener la mejor
mezcla entre los extractos y residuos de cantera, logrando así una cobertera que
tenga un tiempo de duración mínimo de 60 días, que sea de fácil aplicación y que
sea resistente a factores climáticos, la cual se asemeje lo mayor posible a las
coberteras comerciales en cuanto a las ventajas que éstas proporcionan.

En la primera etapa se identificarán los residuos con mejores propiedades físicas;


textura, consistencia y resistencia al secarse, para poder combinarlos entre ellos
tratando de obtener un mejor resultado en cuanto a la agregación de partículas, esto
con objetivo de complementar las características y hacer que la mezcla tenga una
mejor cohesión.

En la segunda etapa se buscará mejorar aún más la compactación de partículas


mediante la combinación de materia prima proveniente de sábila y nopal, se
pretende mejorar la cohesión de la mezcla y aumentar su durabilidad.

En la tercera etapa se evaluarán las mejores combinaciones resultantes, el tiempo


que duran, para que cultivos serían ideales de acuerdo a ello buscando que
asemejen lo mayor posible a las coberteras convencionales, cumpliendo las
funciones de retención de humedad e inhibición del crecimiento de malezas.
2.1. Introducción

La cantera proviene de rocas que se originan por procesos volcánicos explosivos


que resultan de complejos procesos de evolución de los magmas originados en el
manto y la corteza de la Tierra. Por sus características físicas y su diversidad de
texturas y colores, estas rocas se utilizan ampliamente para la construcción de
edificios en diversas culturas.

En México, las tobas y en especial las ignimbritas se encuentran distribuidas en


extensas zonas de nuestro territorio. Este hecho ha marcado de manera
sobresaliente el paisaje natural y urbano mexicano, pero también hace de la
geología mexicana un laboratorio natural que ofrece grandes oportunidades para el
estudio de los procesos volcánicos explosivos. La piedra de cantera tiene una
textura caracterizada por la presencia de fragmentos de roca de diferentes tipos y
minerales en una pasta o matriz fina. La naturaleza de estos componentes refleja
los mecanismos y procesos del magma en su ascenso. Cuando un magma asciende
por los conductos de salida hacia la superficie, sus volátiles comienzan a separarse
de la fracción fundida para formar bolsas de gas que crecen hasta formar una
especie de espuma volcánica. Esto se debe a la disminución de la presión, igual
que ocurre al destapar un refresco gaseoso. Cuando los gases alcanzan un volumen
de más de 50% del magma, éste puede fragmentarse y formar una combinación
explosiva de trozos de fundido, fragmentos sólidos, ceniza y gas. Esto ocurre casi
siempre a una profundidad no mayor de dos kilómetros dentro de los conductos
volcánicos. Las explosiones dentro del conducto y el flujo turbulento de gas y
fragmentos sólidos hacen que se desprendan fragmentos de la pared del conducto,
que se incorporan a la mezcla piroclástica.

Las diversas texturas que presentan las piedras de cantera o ignimbritas se deben
a la diferente combinación de componentes de roca, pómez y minerales y a la
proporción de pasta o matriz fina en la que se encuentran embebidos. La matriz fina
se forma originalmente como una acumulación de ceniza constituida por esquirlas
de pómez, pero la temperatura y el soldamiento producen la difusión de los iones y
la cristalización, que hacen que se formen a partir del vidrio pequeños minerales
como el cuarzo y los feldespatos. Con el enfriamiento lento y el ascenso de gases
y fluidos atrapados en las partes bajas de las acumulaciones piroclásticas, puede
haber nuevas transformaciones en los minerales para formar materiales como las
zeolitas y las arcillas.

Se han utilizado materiales como rocas ligeras para establecer acolchados, ya que
el acolchado, mulching o cobertera es cualquier manto de restos vegetales o inertes
que se forman naturalmente o son aplicados a la superficie del suelo sin ser
incorporados al mismo (Turney y Menge, 1994), así como cualquier material
sintético que se coloca sobre la superficie del suelo. Los acolchados se han utilizado
desde hace muchos años en la agricultura, principalmente en horticultura y
fruticultura. El motivo principal del uso de los acolchados es la mejora de la
productividad del cultivo debida al control de las malas hierbas y de la temperatura
del suelo, al aumento de la precocidad de la cosecha, y a la disminución de la
evaporación de agua del suelo. Hay numerosas ventajas asociadas al empleo de
los acolchados, pero su uso supone un importante coste que sólo es generalmente
abordable en cultivos con una elevada rentabilidad económica.

El acolchado del suelo constituye una alternativa a los métodos tradicionales de


control de malas hierbas ya que no produce contaminación del medio (suelo o aguas
subterráneas) por productos fitosanitarios ni ocasiona problemas de erosión. El
acolchado del suelo con materiales opacos evita la penetración de la luz y constituye
una barrera física para la emergencia de la flora arvense. En general el uso de
acolchados en agricultura tiene una serie de ventajas técnico-ambientales, pero
implica un incremento de los costes de producción debido al elevado precio de
algunos materiales usados como acolchados (Shenk, 1996) y al coste de transporte,
instalación y manejo de los mismos. El uso de acolchados también puede tener
desventajas como son los riesgos medioambientales originados por algunos
acolchados de material plástico no biodegradable cuyos residuos pueden
contaminar los campos donde se instalaron.
La recogida de estos residuos y su reciclaje es complicada ya que se encuentran
mezclados con el suelo, lo cual dificulta su separación (González et al., 2003). Otros
inconvenientes son la posible proliferación de roedores (Zaragoza, 2003), el
aumento de algunas plagas (Shenk, 1996) y los riesgos de incendios en el caso de
los materiales orgánicos. Los resultados obtenidos en la bibliografía son muy
variables debido a los distintos efectos de los acolchados que cambian según el tipo
de material, el clima y el cultivo. A pesar de estas desventajas, el acolchado es un
elemento indispensable en ciertas técnicas de producción, principalmente en horto-
fruticultura, por lo cual la mayoría de los trabajos de investigación se concentran en
el estudio de los efectos del acolchado sobre los cultivos, los agentes patógenos,
las plagas y las malas hierbas. Sin embargo, los efectos del acolchado sobre las
características físicas y químicas del suelo han sido menos investigados.

3.1. Antecedentes

El "mulching" se traduce habitualmente como acolchado. Es una técnica muy


antigua que consiste en colocar materiales como paja (pasto picado), madera
triturada, aserrín, cáscara de arroz, plástico o papel, cubriendo el suelo. El uso de
"mulch" o acolchado de suelo, surge como una alternativa tecnológica para mejorar
la producción de hortalizas, porque además de intensificar la producción
(rendimiento, adelanto de cosecha y mejoramiento de la calidad del fruto), permite
un ahorro significativo de agua y aumenta la eficiencia del uso de los recursos como
mano de obra. (Santos et al., 2010).

Los filmes para acolchados constituyen la segunda aplicación en importancia (luego


de invernaderos), por el volumen de los plásticos en las aplicaciones agrícolas; la
superficie mundial bajo esta modalidad es de 4.530.000 ha. En Latinoamérica esta
aplicación se ha desarrollado principalmente en Centroamérica y en México,
superando en este las 9000 ha tan solo en el 2009 (Zenner & Peña, 2013), se calculó
la inversión aproximada en una hectárea en la que aproximadamente se usan 9
rollos de plástico de 1.2 m de ancho x 915 m de largo, cada rollo cuesta alrededor
de $1,950.00, en una hectárea se invertirían alrededor de $17,550.00 tan solo en la
compra del mulching, su durabilidad estimada de acuerdo a la literatura es de un
ciclo de cultivo de alrededor de 6 meses o más, teniendo una duración estimada en
base a pruebas de envejecimiento acelerado establecidas en la norma NMX-E-114-
CNCP-2011 pues se depende de las condiciones climáticas, de las labores
culturales realizadas, del riego y del mismo trato al trabajar en el cultivo.

Los materiales de acolchado tradicionales son polietilenos lineales de baja


densidad, opacos o transparentes, según el ciclo de cultivo en el que se emplee y
el efecto que se pretenda de su uso. Estos materiales plásticos tienen unas
propiedades mecánicas y ópticas excepcionales, siendo muchas veces los
responsables directos del éxito de la plantación. Pero estas mismas cualidades
hacen que, cuando se usa de forma reiterada y no se retiran sus restos tras la
recolección final, provoquen problemas de contaminación edáfica cuando se
entierran, o paisajística, cuando se quedan superficiales y son trasladados por los
agentes climáticos a distintos lugares y ecosistemas (López-Marín, 2008).

La aparición de los acolchados denominados degradables, que no exigen su


retirada del terreno al descomponerse en él tras la finalización del cultivo, puede ser
una alternativa válida para cuando los materiales tradicionales de acolchado
presentan limitaciones de su recogida. Esta opción, es la que se está barajando
desde hace unos pocos años y donde están apareciendo productos de procedencia
diferente, de distinta composición y por tanto con mecanismos de degradación
diversos. La estructura de estos nuevos materiales se creó con la combinación del
polietileno y almidón, unidos a poliésteres de origen bacteriano, y que
posteriormente eran transformados a productos con características mecánicas
próximas a las de los comerciales, pero que al mismo tiempo mostraban su
degradabilidad (Bastioli et al., 1990, 1993).
Estos materiales, de acuerdo con los componentes que los integran, se podrían
englobar en cuatro grandes grupos; en primer lugar por su origen natural, si este es
vegetal, en cuyo caso sería almidón y sus mezclas, acetato de celulosa, etc., o sí
es bacteriano, normalmente de poli-3-hidroxibutirato. Un tercer grupo
correspondería a los de origen sintético, formulados con materiales renovables,
como el ácido poliláctico; y en cuarto, los correspondientes a elementos
procedentes de la petroquímica. En los materiales degradables, denominados
oxobiodegradables debido a la naturaleza de sus procesos de disgregación
molecular motivados por la acción de elementos prooxidantes, los factores que
intervienen en el fracaso multiestructural son diferentes. Habiendo de tenerse en
cuenta que, en teoría, su descomposición final sería la de micropartículas más
fácilmente integrables al conjunto de elementos del suelo, por lo que no afectaría
su estructura, ni tampoco supondrían una contaminación química al ser elementos
inertes.

La base polimérica de estos materiales son los polietilenos lineales de baja densidad
que son aditivados con agentes prooxidantes. Entre los factores más determinantes
para su descomposición intervienen variables ambientales como la radiación y la
temperatura, por lo que el establecimiento del período de duración deberá ser fijado
siguiendo criterios diferentes. Así mismo, circunstancias como la orientación, época
de realización del ciclo de cultivo, integral térmica anual, número de horas de sol al
año, etc., deberán ser tenidas en cuenta para fijar ese concepto.

El primer y obligado paso de la biodegradación de un material es la colonización


superficial y formación de biofilmes. Por ello, es de especial importancia conocer
que microorganismos, de entre los presentes en la microbiota de las tierras de
cultivo, tienen un metabolismo capaz de tomar como nutriente los materiales
poliméricos que se usan en la aplicación agrícola.
La duración del período de degradación es una característica fundamental que debe
ser claramente especificada en estos materiales, sobre todo en los materiales
oxobiodegradables, ya que en los biodegradables generados a partir de materias
vegetales, en teoría se degradarán en dióxido de carbono y agua en un corto
espacio de tiempo, de 6 a 8 meses, en presencia de las condiciones y medios
adecuados. Mientras que en los acolchados formados por sustancias de síntesis, el
período de descomposición es mucho más largo, aparentemente entre 18 y 24
meses, aunque no está demostrado en condiciones de campo (López et al., 2007).

Actualmente, más que la idoneidad o no de estos nuevos materiales, el problema


de su introducción, además del precio en alguno de ellos, lo está causando la
confusión que va de la mano con el desconocimiento de ellos, aun a pesar de
adjuntarse información adicional en su venta y comercialización.

Acolchados orgánicos (Cortezas, pajas, virutas de madera)

Existen varias clases de acolchados orgánicos como: corteza de pino o abeto,


virutas de madera, residuos de poda triturados o mulch, hojas, paja etc. Las cortezas
y virutas de madera constituyen el “mulch” orgánico que ofrece una descomposición
más lenta, lo que aumenta su durabilidad. Otra alternativa es la paja (pasto picado),
una opción muy recurrente en los huertos (Santos et al., 2010).

Acolchados inorgánicos (plásticos y gravas)

Entre los acolchados inorgánicos se pueden mencionar: grava, arena, tierra


volcánica (muy porosa), plásticos, láminas de aluminio, etc. Gracias a ellos el
terreno de cultivo queda a salvo de las inclemencias del tiempo, mantiene la
humedad y se fomenta el desarrollo y conservación de la planta y sus frutos. Los
distintos tipos de gravas, gravillas, piedras y rocas ofrecen protección y, además,
muchas posibilidades decorativas para el diseño de jardines y el paisajismo. El
polietileno, fundamentalmente por su bajo costo relativo, es el material más utilizado
en acolchado de suelos a nivel mundial. Además, es de fácil uso ya que posibilita la
mecanización de su instalación (Santos et al., 2010).
Reutilización en agricultura y construcción desechos mineros de Hidalgo

Lo primero que se hizo con el desecho de cantera (polvo) originario de la zona de


Tecozautla y Santa Rosalía, en el estado de Hidalgo, fue caracterizarlo de manera
física, química, mineralógica, textura y color, con el fin de buscar una alternativa de
uso.
Al identificar sus propiedades, los doctores Juan Hernández Ávila y Eleazar Salinas
Rodríguez, del área de Ciencias de la Tierra y Materiales pertenecientes a la
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), plantearon la posibilidad de
usarlo en la industria del cemento, para mejoramiento del suelo en los cultivos de
aguacate y los viveros, además de su aplicación en la industria de la cerámica.
Luego de analizar las muestras en el laboratorio, los especialistas se dieron cuenta
que el material podría ser sustituto de sílice en la elaboración de cemento, por lo
que presentaron la propuesta a la empresa Apasco, que confirmó que esta cantera
contiene propiedades para elaborar argamasa blanco.
De manera posterior, acudieron con productores de aguacate, quienes también
confirmaron que dicha cantera hidalguense por su alto contenido en silicio y
retenedor de humedad resulta benéfica para la cosecha del fruto.
También se le dio un uso en los viveros para los procesos de hidroponía por la
cantidad de humedad que puede retener este mineral no metálico (Jornada UNAM,
2010).

El yeso de las canteras de Sorbas se introduce en la agricultura

El yeso (Sulfato de Calcio deshidratado) es un producto natural extraído de las


canteras y molido para su posterior uso como enmienda de suelo. Entre las ventajas
que destacan se encuentran las siguientes:

 Aporte de calcio en suelos descompensados en el complejo de intercambio


catiónico (CIC) con respecto a sodio o magnesio, evitando así futuras
deficiencias de calcio en el cultivo (peseta). Ideal para recuperar suelos
sódicos, con exceso de magnesio y suelos que se rieguen con agua duras.
 Al aportar calcio mejora la estructura de suelo, favoreciendo la aireación e
infiltración.
 Mejora la absorción de nutrientes
 Favorece la actividad de la materia orgánica y por lo tanto de
microorganismos de suelo (Arcos, 2016).

Extractos de nopal y sábila como mejoradores en la construcción

La adición de los componentes botánicos en la fabricación de los morteros, es con


el fin de observar los cambios en las propiedades físicas y mecánicas de las pastas.

Al ser plantas que se desarrollan en medios áridos o semiáridos, éstas absorben


gran cantidad de agua. Por esa razón, a la pasta deberá agregársele una mayor
cantidad de agua, comparada con la cantidad necesaria para fabricar una pasta sin
adiciones botánicas.

En México hay una larga historia del uso del mucílago de nopal en combinación con
cal: aumenta sus propiedades adhesivas y mejora su repelencia al agua.

Tradicionalmente, se ha empleado de modo similar al yeso en paredes de adobe y


de ladrillo; y también como una barrera al agua en el estuco. A partir del jugo de
nopal, se puede fabricar pintura que actúa como impermeabilizante, el cual puede
ser aplicado a cualquier construcción para protegerla. En caso de aplicarse a una
vivienda, este impermeabilizante hecho a base de nopal, protege la construcción
del frío, la humedad del ambiente, del agua y de los insectos (Cárdenas, et al. 2002).

El mortero de cal adicionado con baba de nopal se utiliza también para restaurar y
proteger edificios históricos debido a su funcionamiento mejorado contra la
penetración del agua y agrietamientos. La baba del nopal se agrega como
adherente orgánico para que evite que el mortero se seque demasiado rápido, y
ayuda a retener la humedad que la mezcla necesita para fijar correctamente,
transportando el CO2 de la atmósfera que combinado con la cal, forma una piedra
caliza artificial (Cárdenas, et al. 2002).
4.1. Marco teórico

La utilización de plásticos sobre el suelo con diferentes fines es una práctica que ha
adquirido creciente importancia desde que se inició la aplicación del polietileno (PE)
en la agricultura, a mediados del siglo XX. El acolchado del suelo se ha utilizado
principalmente debido a que permite lograr mayor temperatura, menor evaporación
de agua y mejor control de malezas (Misle, 2001).

Acolchados

Los acolchados con polietileno son ampliamente usados en la producción de


hortalizas. Los cambios en el microambiente de la planta y del suelo provocados por
el uso de acolchados permiten lograr un crecimiento y desarrollo del cultivo más
acelerado y por consecuencia tener mayores ventajas que aquellos manejados en
forma tradicional. Los beneficios reportados para los cultivos desarrollados con
acolchado plástico incluyen: adelanto en las cosechas, incremento en los
rendimientos y mayor calidad de la producción, entre otros. Estas respuestas han
sido atribuidas a un incremento de la temperatura del suelo, un uso más eficiente y
uniforme del agua y de los fertilizantes y menor competencia de malezas, la síntesis
de los efectos positivos y negativos de los acolchados se muestran en la tabla 1.

Los acolchados tienen como finalidad varios objetivos, entre los que destacan:

a) Conservar la humedad del suelo: Reducir la evaporación, lo que se traduce


en una mayor disponibilidad de agua, facilitando la eficiencia en el uso de la
misma (menos necesidades de riego) y consecuentemente también menos
gastos en fertilizantes puesto que al reducir la lixiviación, evita las pérdidas
de nutrientes.
b) Evitar la aparición y proliferación de malezas (grandes competidoras del agua
y nutrientes del suelo).
c) Mejorar la estructura del suelo y el desarrollo radical. Protege la estructura
del suelo, manteniendo el suelo mullido. En estas condiciones las plantas
desarrollan más su sistema radical (superficial y lateral). El aumento de
raíces asegura a la planta una mayor extracción de agua y sales minerales,
lo que conduce a mayores rendimientos.
d) Favorecer la fertilidad del suelo. El aumento de la temperatura y humedad
del suelo provocado por el uso de algunos tipos de acolchado, favorece la
mineralización del suelo, lo que lleva a una mayor disponibilidad de nitrógeno
para las plantas.
e) Reducir la erosión causada por la lluvia y el viento.
f) Mantener la temperatura de las raíces.
g) Impedir el contacto de los frutos con el suelo para disminuir la incidencia de
plagas y enfermedades.
h) Alterar el comportamiento de las plagas.
i) Reducir la intensidad de las labores de mantenimiento. Para realizar el
acolchado se recurre a distintos materiales, éstos pueden ser orgánicos e
inorgánicos. La ventaja de los inorgánicos frente a los orgánicos es que los
primeros se mantienen en perfectas condiciones durante largos periodos de
tiempo. Sin embargo, los segundos tienen a su favor que enriquecen el
terreno a medida que se descomponen, lo que supone una inyección de
nutrientes para el suelo (Santos et al., 2010).

Efectos del acolchado sobre la humedad del suelo

Se han realizado numerosos estudios para determinar la influencia del acolchado


en la evaporación de agua desde el suelo y en su contenido de humedad. El
acolchado puede debilitar la intensidad del intercambio turbulento entre la atmósfera
y el agua del suelo, lo que reduce su evaporación, el acolchado favorece la
conservación de la humedad del suelo, disminuye la escorrentía superficial y la
erosión del suelo y aumenta la permeabilidad y la capacidad de retención de agua
del suelo.
El acolchado aumenta significativamente la humedad del suelo en la capa superficial
(0 - 5 cm) en comparación con el suelo desnudo (Zhang et al., 2008) Indica que la
tasa de infiltración de agua en el suelo cubierto con diferentes tipos de acolchados
permeables aumentó un 30% en comparación con el suelo desnudo.

Efectos del acolchado sobre la temperatura del suelo

El acolchado modifica la energía que llega al suelo, el intercambio de calor, el


balance de energía y el régimen térmico (Gonzalo, 2009). Un aspecto positivo del
acolchado es la disminución en las fluctuaciones de temperatura del suelo,
amortiguando los picos máximos y mínimos principalmente en los primeros 15 cm
de profundidad (Leal, 2007). Esta amortiguación genera un mayor crecimiento
radicular, especialmente en árboles jóvenes y en zonas con veranos muy cálidos.

El efecto del acolchado en la temperatura del suelo depende de las características


del material de acolchado, siendo siempre la temperatura diurna más baja y la
nocturna más alta que en el suelo desnudo. El acolchado plástico se comporta como
un filtro de doble efecto, acumulando calor en el suelo durante el día por el efecto
invernadero y perdiendo parte del mismo durante la noche, lo que evita o disminuye
el riesgo de heladas por bajas temperaturas del aire. Durante la noche, el film
plástico detiene, en cierto grado, el paso de la radiación de onda larga (calor) del
suelo a la atmósfera (Valenzuela y Gutiérrez, 2003).
Efectos del acolchado sobre la estructura y la fertilidad del suelo

La estructura del suelo acolchado se mantiene en un mejor estado que la del suelo
desnudo durante más largo plazo gracias a la protección contra los agentes
atmosféricos que proporciona el acolchado. El efecto beneficioso del acolchado en
la estructura del suelo es consecuencia principalmente de una amortiguación de la
energía cinética de las gotas de lluvia (y aspersión en su caso) que reduce la
dispersión física del suelo y el sellado superficial, manteniendo la tasa de infiltración
de agua en el suelo. Además el aumento de la temperatura y de la humedad del
suelo favorece la mineralización del suelo, lo que genera una mayor disponibilidad
de nutrientes para las plantas (entre otros el nitrógeno) y un aumento de la materia
orgánica del suelo. El acolchado protege el suelo de la erosión de la lluvia, de las
tormentas de granizo y de la desecación del suelo por el viento.

Efectos del acolchado sobre la salinidad del suelo.

El control de la salinidad del suelo es fundamental para la producción óptima de los


cultivos. Las prácticas que reducen la evaporación del agua (efecto evapo-
concentración) y/o favorecen el flujo descendente de agua en el suelo (efecto
lavado) son claves para el control de la salinidad en la zona radicular de los cultivos.
El acolchado es una práctica eficaz que reduce la salinidad y conserva la humedad
en la zona radicular, principalmente en los primeros centímetros de suelo lo que
permite el uso de aguas más salinas sin un efecto perjudicial sobre el crecimiento
de los cultivos. En suelos desnudos la mayor acumulación de sales se produce en
el suelo superficial debido al efecto evapo-concentración.
Tabla 1. Síntesis cualitativa de los efectos positivos y negativos del acolchado
del suelo desde el punto de vista de la humedad, temperatura, estructura y
salinidad del suelo

Efectos positivos Efectos negativos


 Ahorro de agua en el suelo, impidiendo o  Costes elevados de adquisición,
limitando la evaporación desde su superdicie. El instalación (transporte, maquinaria
agua ahorrada queda a disposición del cultivo, especializada y/o mano de obra) y
que se beneficia de un suministro más constante eliminación (mano de obra y transporte)
y regular. de los acolchados plásticos y geotextil.
 Disminución en las fluctuaciones de  Problemas medioambientales
temperatura del suelo. Los acolchados plástico y derivados de los restos plásticos no bio-
geo textil se comportan como un filtro de doble degradables.
efecto, acumulando calor durante el día y liberndlo  Riesgo de incendios con los
durante la noche, lo que reduce el riesgo de acolchados organicos (paja, cortezas,
heladas por bajas temperaturas del aire. El aserrin, etc).
acolchado organico mantiene temperaturas bajas  Posible proliferación de roedores y,
del suelo, limitando su calentamiento durante las en el caso de acolchados plásticos, de
épocas calidas del año. plagas.
 Reducción del aumento de la salinidad y  El acolchado plástico puede inducir
sodificacion del suelo que se produce por efecto cambios térmicos del suelo negativos
de la evapoconcentracion de agua y sales en la para las plantas.
superficie del suelo.  El acolchado plástico impide la
 Disminución de la escorrentía superficial y de entrada de agua de lluvia en la zona de
la erosion del suelo, y protección de la estructura las raíces, limitando el lavado de sales.
del suelo, incrementando su porosidad y la  El aclchado organico puede
densidad de raíces de las plantas, lo que conduce incorporar semills de malas hierbas al
a una mayor absorción de agua y nutrientes y a suelo.
unos mayores rendimientos.  Resultados variables y no
 Degradación de los acolchados organicos que extrapolables ya que dependen del tipo
aportan materia organica al suelo y restablecen el de cubierta, suelo, cultivo, clima y
equilibrio bilógico, físico, quimico y ecológico del manejo agronómico.
suelo.
 Costes muy bajos en el caso de restos de
cosec
 ha que constituyen cubiertas biodegradables a
nivel local.
 Incremento en la precocidad y en ciertos
casos en la calidad del producto cosechado.
 Mayores beneficios económicos (a estudiar
caso por caso)
Roca ignimbrita: Cantera

Las canteras son las explotaciones a cielo abierto de masas geológicas o


yacimientos de donde se extraen las piedras, puede ser confundida en ocasiones
como una mina, la diferencia consiste en el tipo de material extraído.

Las técnicas para extraer las piedras se da mediante excavaciones de bancos


naturales utilizando máquinas industriales o explosivos, estudiando primero el lugar
a explorar. Cuando los yacimientos se localizan con poca profundidad la explotación
se hace al descubierto o cielo abierto, a diferencia de lugares profundos donde se
hace subterránea.

Una vez que se obtienen los bloques se parten con la forma aproximada a utilizar
en la construcción dejando un margen de error, es decir, dejar cinco centímetros de
margen en cada uno de sus tres lados para prevenir roturas en el transporte y al
momento de labrarla donde se usan herramientas como picos y mazos.

Existen canteras de materiales inertes para conglomerados de cementos, de


materiales para ladrillos (arcillas) o cementos (calizas), de mármoles y piedras
ornamentales así como canteras para construcciones de carreteras (tierra, grava),
(UDLA, 2015).

En México se ha generalizado el nombre de cantera a las piedras ornamentales


usadas en las obras obtenidas de excavaciones a cielo abierto de rocas y minerales.
Debido a la presencia actual de paneles prefabricados para las obras y mejoras en
los materiales, su extracción para el uso en las fachadas provoca un residuo, el cual
es el interés de este proyecto.
Composición química de la Cantera

La diversidad de colores en los diferentes tipos de ignimbrita se debe a la


abundancia de ciertos minerales y a la presencia de impurezas dentro de éstos. Las
variedades rosas suelen contener óxido de hierro, principalmente en sus variedades
minerales hematita y magnemita. Las variedades negras presentan vidrio volcánico
oscuro que resulta de la compactación de las cenizas y fragmentos de pómez. Las
variedades verdes suelen ser el resultado de la alteración de la ceniza volcánica por
minerales como la esmectita y la zeolita, dichas características químicas se
muestran en la tabla 2, (UNAM, 2011).

Tabla 2. Composición química de la cantera según su tonalidad.

Componentes que
Color dan cierta Características
tonalidad
La hematita, conocida también como óxido de
hierro(III), especularita u oligisto, cuya fórmula
química es Fe2O3, tiene una masa de 70 % Fe y
ROSA Óxido de hierro 30 % O. Es paramagnética y aislante eléctrica,
y las partículas tienen forma de plaquetas
hexagonales u octogonales, variando su color
de marrón rojizo (rojo sangre) a negra.
Las esmécticas son un conjunto de minerales
que se dividen en dos grupos, distinguiéndose:
las dioctaédricas (alumínicas), tales como
la montmorillonita, la beidellita o la nontronita.
Esmectita y la
VERDE Las trioctraédricas (magnésicas), tales como
zeolita.
la saponita o la hectorita. Estos minerales
suelen precipitar en cuencas sedimentarias
endorreicas con pH alcalino y gran
concentración iónica.
La Zeolita es un mineral que pertenece al grupo
de los aluminosilicatos, básicamente hidratados
del sodio del potasio del calcio en los cuales el
agua se sostiene en las
cavidades de los enrejados. Los enrejados se
cargan negativamente y sostienen libremente
los cationes tales como calcio, sodio, amonio, y
potasio. La Zeolita es clinoptilolita casi pura
cuando está seco, su color es verde claro.
Cuando esta mojado su color es verde más
oscuro.
La cal (también llamada cal viva) es un término
que designa todas las formas físicas en las que
puede aparecer el óxido de calcio (CaO). Se
obtiene como resultado de la calcinación de
las rocas calizas o dolomías.
La cal es una sustancia alcalina constituida por
BLANCA Oxido de calcio
óxido de calcio (CaO), de color blanco o blanco
grisáceo, que al contacto del agua se hidrata o
apaga, con desprendimiento de calor, y
mezclada con arena forma la argamasa
o mortero. También los alquimistas llamaban cal
a cualquier óxido metálico o escoria.
Figura 1. Tonalidades de cantera correspondientes a la tabla 2.
5.1. Objetivos

Objetivo general

Obtener una cobertera con residuo de cantera con características similares a


coberteras comerciales, la cual tenga resistencia y sea durable en un ciclo de cultivo
mínimo de 60 días.

Objetivos específicos:

1. Evaluar los diferentes colores de residuos de cantera en cuanto al tiempo de


compactación, el cual se use para su establecimiento como cobertera.
2. Realizar combinaciones con residuos de cantera de diferente composición
química para obtener una mayor compactación.
3. De acuerdo a la mejor combinación entre canteras, evaluar una mejor
adhesión de las partículas con extractos de aloe vera y nopal, obteniendo las
dos mejores coberteras (impermeable y resistente).
4. Determinar el tiempo de durabilidad de las mejores coberteras en un ciclo de
cultivo mínimo de 60 días, basándose en su resistencia ante factores
climáticos.
5. Determinar si la cobertera generada es inerte mediante el análisis de la
planta.
6.1. Planteamiento del problema

La implementación de técnicas para mejorar el desarrollo de los cultivos tales como


micro y macro túneles, invernaderos y acolchados han tenido un auge en muchas
partes del mundo, el acolchado es una alternativa en producción por su efectividad
de evitar la aparición de malezas y aumentar la eficacia del riego, sin embargo
muchas veces no se tienen los recursos económicos para llevar a cabo esta técnica
puesto que se trata de un plástico adaptado que no es degradable y aunque tiene
un gran número de ventajas ha causado una contaminación paisajística y edáfica,
aunque han surgido opciones que sugieren el uso de tezontle entre otros materiales,
¿Qué otras alternativas sustentables podríamos utilizar para implementar este
sistema de producción?. En la zona de Huichapan se ha acumulado una gran
cantidad de residuos de cantera en las distintas laminadoras lo cual ha sido un
problema, generando la acumulación en zonas como pequeños bordos, ¿Sera
posible implementar una cobertera con este residuo?

7.1. Justificación

Huichapan se ha caracterizado por producir canteras en las populares laminadoras,


en donde al elaborar un producto de esta roca ornamental se tiende a dejar residuos
o deshechos de la cantera misma, generalmente este se queda acumulado en el
suelo sin darle ninguna importancia. Este desecho al mezclarse con agua puede
esparcirse de manera fácil, secándose y formando un tipo de costra, la propuesta
es utilizar este material como acolchado, aprovechando que se genera en gran
cantidad en el municipio y su fácil manejabilidad, se trata de generar una alternativa
de cobertera que sea fácil de acceder y sea innovadora.
8.1. Referencias

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