Está en la página 1de 70

El niño y la

vivienda: un
lugar para
crecer

Análisis del impacto del


Foto: Dibujo realizado por Marcial Iván Anaya Bernal (2009) diseño de la vivienda
multifamiliar vertical en el
proceso de apropiación del
espacio en los niños de 3 a 5
años, en la delegación
Tlalpan.

Autor: Berthalicia Bernal Miranda

Universidad Autónoma
Metropolitana – Xochimilco
Maestría en Ciencias y Artes para
el Diseño
Área de concentración:
Teoría e Historia Críticas

El niño y la vivienda: un lugar para crecer es un trabajo realizado por Berthalicia Bernal Miranda, ganadora
de Mención Honorífica de la categoría de Mejor Investigación del 2°Premio UNICEF 2009.
El contenido de la presente investigación es propiedad de la autora, cualquier reproducción total o parcial
deberá otorgar el crédito correspondiente.
Las opiniones y los análisis que integran esta investigación son responsabilidad exclusiva de la autora y no
necesariamente representan la postura oficial de UNICEF México.
Los trabajos de investigación y las prácticas desarrolladas por organizaciones de la sociedad civil son
evaluadas por un Jurado Calificador especialista en materia de derechos de la infancia, cuya decisión para
determinar a los ganadores de cada categoría es independiente a UNICEF México.
1

A Marcial, mis hijos Ernesto e Iván y a todos los niños del mundo.
2

“La apropiación del espacio construido es un proceso específico de interacción entre el individuo y
su ambiente, cuyos mecanismos y significancia deben ser analizados cuando concierne a los niños,
ya que es parte de su desarrollo social y biológico” (traducción).
Chombart de Lauwe.
3

Agradecimientos

Para la realización de este trabajo, que me permitió explorar la relación del proceso de apropiación
del espacio en niños de 3 a 5 años y el diseño de su vivienda, el apoyo de mi esposo Marcial, mis
hijos Ernesto e Iván (realizador de la portada de mi investigación) y mis suegros, que han recorrido
conmigo toda esta travesía del conocimiento. Personas muy queridas como: mi amiga e
investigadora Cecilia Castro, quien me aportó sus puntos de vista con relación a mis inquietudes por
abordar este tema; Erika y Leticia mediadoras en el proceso de observación de campo en los
conjuntos Belgravia y Cantera; todas las familias que me dieron su confianza para entrar a sus
viviendas y entrevistar a sus hijos, cosa nada fácil por la situación de inseguridad de violencia que
atraviesa el país; mis vecinos del conjunto Residencial Insurgentes Sur, quienes participaron en las
observaciones. En especial mi más grande agradecimiento y admiración a los niños, por su gran
empeño y compromiso para atender a mis cuestionamientos.
A mi tutor, el doctor Francisco Javier Soria López, mi lector y maestro, doctor Vicente Guzmán, al
doctor Eduardo Espinosa y a los profesores de la maestría, así como a todas las personas que
directamente o indirectamente aportaron su granito de arena para su realización, muchas gracias.
4

Índice

Capítulo I Introducción............................................................................................ 1

Capítulo 2 El diseño de la habitabilidad y

la psicología ambiental en la vivienda...................................................................... 10

2.1- Relaciones entre el ambiente y el comportamiento social humano

2.2.- La apropiación del espacio

Capítulo 3 El desarrollo del niño a través de la arquitectura................................... 17

3.1.- Relaciones del niño con los objetos.


3.2- Adaptación y desarrollo del niño

3.3.- El ambiente preparado.

3.4.- Periodo sensitivo

3.5.- Percepción del niño con el espacio topológico

Capítulo 4 El niño y su vivienda............................................................................. 26


4.1.- La vivienda más allá del diseño
4.2.- La observación

4.3.- Las viviendas

Capítulo 5 Conclusiones....................................................................................... 56

Bibliografía ............................................................................................................. 62

Anexos

Glosario
5

Capítulo 1 Introducción

Esta investigación analiza el impacto del diseño de la vivienda multifamiliar vertical en el proceso de
apropiación del espacio, el cual juega un papel relevante en el desarrollo de los niños. Debido a la
reducción de los espacios que ha sufrido el diseño de la vivienda multifamiliar vertical, la calidad de
vida que esta proporciona a los apropiantes1 deja mucho que desear.
Los niños, ancianos, discapacitados y las mujeres son individuos que en la mayoría de los casos son
invisibles para todas las necesidades y actividades que genera nuestra sociedad, por lo que no son
tomados en cuenta para la producción de espacios adecuados para ellos.
En México poco se ha estudiado sobre el tema y sus repercusiones sociales y de salud, al no ser
considerados para la producción de vivienda, aunque es parte de la sustentabilidad social y
ambiental. La arquitectura cimenta las relaciones entre cultura y naturaleza. Al espacio construido y
a las ciudades en general se les ha denominado como “la segunda naturaleza”, inspirada en la
primera, pero adaptada por el hombre para satisfacer sus necesidades específicas (Soria, F.J.2007).
La Unión Mundial de la Conservación para el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas
y del Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (1991) afirma que el desarrollo
sostenible implica una mejora de la calidad de vida dentro de los límites de los ecosistemas, es
decir, ofrecer servicios ambientales, sociales y económicos básicos a los miembros de una
comunidad sin arriesgar la viabilidad de los entornos naturales, construidos y sociales.
El espacio2 de la vivienda constantemente interactúa con los apropiantes y responde a las funciones
para las que fue creado, pero no sólo es necesario producir un espacio para determinada función, el
diseñador debe también tomar en cuenta la psicología de los apropiantes en relación con su
ambiente físico, con su contexto sociocultural sobre todo, con el espacio personal que dichas
personas necesitan para satisfacer sus necesidades más vitales, inherentes a las actividades

1
Vilela Petit psicoanalista francesa citada por Enric Pol (1996), sostiene el término de apropiación a partir de la proyección del individuo sobre el espacio,
este proceso no sólo de da de la persona hacia el espacio, sino que los es también el espacio hacia la persona; por lo tanto, el término de “apropiante”,
consiste en la identificación que se da entre el individuo y su espacio habitacional.
El término de proyección en la psicología, se refiere a la forma en que el sujeto percibe su medio ambiente o entorno en función de sus propios intereses. Sus
aptitudes, hábitos, sentimientos duraderos o momentáneos, configuran un mundo que le es propio.
2
En el libro Espacios exteriores -Plumaje de la arquitectura (Guzmán, V.2007) El espacio se define como un lugar que puede ser ocupado por un cuerpo
cualquiera; es un límite inmóvil continente o contenido, que induce a ciertos hábitos de conducta.
En el libro Introducción a la Arquitectura –Análisis Teórico (Macías,R. (2005), el concepto de espacio se categoriza en: espacio físico definido como un
volumen delimitado por paredes, piso y techo de una habitación. Espacio perceptible, el cual se puede percibir o ver sin ser un espacio real. Espacio
conceptual definido como el mapa mental, el plano que se almacena en la memoria y cuyos usuarios imaginan y se pueden desplazarse con soltura dentro de
un lugar, sin habérseles mostrado antes el plano arquitectónico. Espacio funcional es aquél en el cual nos movemos y determina nuestras actividades al
usarlo. Espacios conexos-espacios estáticos: es aquel que puede tener dos funciones distintas, con la opción de separar o fusionar dicho espacio. Espacio
direccional se define como aquel que puede determinar o sugerir modelos de conducta y el desplazamiento a pesar de las barreras u obstáculos, físicos o
visuales que se empleen. Espacios positivos y negativos son aquellos que se conciben a partir de un vacío y un macizo para contenerlo. Espacio
personal es la distancia que los individuos de una misma especie guardan entre ellos determinada por una zona de confort de origen genético.
6

domésticas que producen en el proceso de habitar un espacio. El proceso de apropiación del


espacio forma parte del desarrollo de los individuos, particularmente, de los niños (Chombart, 1976).
Chombart de Lauwe (1976) aporta una definición clara relacionada con el proceso de apropiación
del espacio: “Apropiarse de un lugar no es únicamente hacer de él una utilización reconocida, sino
establecer con él una relación, integrarlo a las vivencias propias, enraizarse, dejar en él la huella
propia y convertirse en actor de su propia transformación”.3
La calidad de la vivienda edificada por el Estado y por el sector privado está en ocasiones sujeta a
una perspectiva económica: distribuir los escasos recursos entre muchas personas, construir más
viviendas a costa de reducir la calidad de vida que ellas sustentan.
La cuestión es bajo qué parámetros determinan estas superficies para quienes las habitan y si se ha
reflexionado acerca de ello con base en la calidad de vida de los apropiantes y su vida doméstica.
Cada país tiene su propia definición de lo que es una vivienda adecuada, con base en la
información disponible sobre los últimos censos de vivienda y su clasificación del parque
habitacional, considerando los materiales de construcción predominantes (por ejemplo, materiales
de muros, pisos y techos) y el tipo de vivienda. En algunos países incluso se recurre a otras
variables como servicios sanitarios, abastecimiento de agua, eliminación de excretas y año de
construcción (INEGI, 2000).
Hoy se habla del fenómeno de la “globalización urbanística”, de nuevos modelos de vivienda como
los lofts adaptados, supuestamente, a la vida doméstica mexicana actual, con un promedio de
superficie habitable que fluctúa entre 37.8m2 y 60m2, tomando en cuenta un número máximo de 4.6
ocupantes por vivienda (INEGI, 2000); estos modelos han ido sustituyendo el sentido autóctono y útil
de los espacios para habitar. Los países precursores de dichos modelos de vivienda multifamiliar
vertical, han transformado y mejorado la calidad de vida de los moradores de estos conjuntos, a
través de estudios interdisciplinarios que analizan sus problemáticas sociales de manera focal, las
estructuras familiares y el espacio habitable, los cuales también han cambiado (Newman,1996).
En México, hasta el momento no existe una norma o ley que regule la proporción mínima
habitable en relación con la calidad de vida de los apropiantes; el interés actual es la optimización de
los costos de producción de viviendas con mínimos espacios.

3
Chombart de Lauwe, en su investigación “El proceso de apropiación del espacio como un proceso de socialización (1976), sostiene que dicho proceso es
una dinámica interactiva entre el individuo y su ambiente para formar su persona; su estudio lo hace con niños de 6 a 14 años en ambientes urbanos y rurales
en Mountrouge, Francia.
7

En el Programa Sectorial de Vivienda (2001-2006), sostiene que el concepto de vivienda digna es


el límite inferior al que se pueden reducir las características de la vivienda sin sacrificar su eficacia
como satisfactor de las necesidades básicas, no sumarias, de sus ocupantes. Además deberá
cumplir con ciertos requisitos, tales como: ser ocupada por una familia, no tener más de 2.5
apropiantes por habitación, no estar deteriorada, entre otros. Sin embargo, poco se ha reflexionado
al respecto.
En Costa Rica, por ejemplo, se analizaron los factores de riesgo para la supervivencia infantil en
relación con las condiciones de la vivienda, referidas al estado del material de la casa, el
abastecimiento de agua, el saneamiento y el hacinamiento. Como resultado encontraron indicadores
de mortalidad infantil de 27 por mil en las familias que habitaban viviendas en malas condiciones,
mientras que ese índice era de 16 por mil para las que ocupaban viviendas adecuadas (OMS,1999
p.22).
En muchas ocasiones se han criticado las dimensiones reducidas de las viviendas multifamiliares, la
monotonía de su diseño y su inadecuada ubicación; incluso se han reportado problemas de
ventilación, ruido doméstico, falta de privacidad y baja calidad constructiva, entre otros.
Organizaciones no gubernamentales impulsan también planes puntuales para resolver problemas
concretos, pero el alcance de las soluciones está muy lejos de tener un impacto social connotado
(OMS, 1999, p. 44).
Un ejemplo actual referente a la normatividad en la producción de vivienda es el caso de España,
en el cual el gobierno español propone, en su nuevo Plan estatal de vivienda 2009-2012, que las
viviendas de interés social para venta o alquiler tengan una superficie mínima de 30 metros
cuadrados para dos personas y que se debe ampliar en quince metros por cada miembro más del
hogar; aunque son las comunidades autónomas las que deciden las superficies, el plan señala que
en cualquier caso, ésta debe ser la superficie. En cuanto a la superficie máxima, el texto recomienda
que se limite a 90 metros cuadrados y no prevé que sea mayor para supuestos como el de familia
numerosa, en los que el plan vigente (2005-2008) amplía el tamaño posible de la vivienda de interés
social y media hasta los 120 metros cuadrados.
Los modelos funcionales de la vivienda multifamiliar vertical desarrollados a lo largo de la
segunda mitad del siglo XX, fueron resultado de las propuestas de vivienda mínima producidas
inicialmente en Europa, a consecuencia de la devastación urbana de la Segunda Guerra Mundial.
Los países latinoamericanos importaron estos modelos, para satisfacer las necesidades de vivienda,
8

en particular en la ciudad de México, provocadas por el acelerado crecimiento demográfico de la


población y fueron símbolos del desarrollo cosmopolita en los años cincuenta. Dichas viviendas
multifamiliares estaban asignadas a un programa mínimo (número de estancias y superficies) en
función del número de personas que en ellas habitase, solucionando los problemas de alojamiento y
vida doméstica, con un promedio aproximado de superficie construida de 68m2 a 90m2 (Boils, 1995).
En México, en el periodo de 1930 a 1950 surgen los primeros proyectos de vivienda multifamiliar
vertical para el sector público, como respuesta al vertiginoso desenvolvimiento de la modernidad por
todo el mundo, adecuando el programa arquitectónico a la vida doméstica de los apropiantes, cuyos
patrones sociales también cambiaban. Uno de los primeros proyectos de este tipo fue presentado en
1938 por la Unión de Arquitectos Socialistas (Alberto Araí, Raúl Cacho, Enrique Guerrero y Balbino
Hernández), con un proyecto global que abarcaría de Atzcapotzalco a Peralvillo con el prototipo del
Siedlungen alemán y los modelos del primero y segundo planes quinquenales de la URSS
(INFONAVIT, 1988 p. 265).

A finales de los cuarenta surge uno de los proyectos más innovadores de vivienda multifamiliar
vertical de América Latina: el conjunto habitacional Miguel Alemán, diseñado por el arquitecto Mario
Pani, modelo que retoma el esquema de Le Corbusier y lo adapta de una manera humana y
funcional a la nueva conformación de las familias mexicanas de clase media trabajadora del sector
público. Su composición arquitectónica consta de cuatro tipos de departamentos para los edificios
altos, que fluctúan entre los 48m2 y los 57m2 y departamentos de doble planta, cuya privacidad
prevalece dentro de un espacio reducido. Todo el conjunto habitacional está integrado al entorno
urbano y al espacio común de una manera segura para sus moradores, lo que propicia la integración
comunitaria dentro del conjunto (Garay, 2001).

En la modernidad de los años sesenta y setenta surgen nuevos conjuntos de vivienda habitacional
vertical de clase media, como las unidades Nonoalco Tlatelolco, Villa Olímpica y Villa Panamericana,
con departamentos de 60m2 a 120m2, aproximadamente. También surgieron conjuntos privados
como los apartamentos San Ángel, el conjunto Altillo Universidad y Residencial Insurgentes Sur, con
superficies de 80m2 en promedio, desarrollados por los arquitectos Santiago Greenham, Miguel
Herrera Lasso y Ernesto Gómez Gallardo, entre otros (INFONAVIT,1988). Es importante mencionar
que, de los conjuntos habitacionales públicos mencionados, sólo Villa Olímpica se ha conservado,
quizá por el nivel socio-cultural de los moradores que la han habitado.
9

¿Cómo ha sido el proceso de apropiación del espacio de los habitantes de dichas viviendas, en
particular de los niños? Se ha estudiado cómo influye el diseño del espacio arquitectónico en las
conductas de los individuos a través de la habitabilidad del espacio; Chombart (1976), Muntañola
(1984) y Holahan (2007), pero no existe suficiente información en cuanto a los efectos que ejerce en
el desarrollo de la infancia el habitar la vivienda, a través de la apropiación del espacio.
Existen organismos internacionales como la Secretaría para las Ciudades Amigas de la Niñez
perteneciente a la UNICEF, que documentan el mayor número posible de ejemplos de innovaciones
dirigidas a satisfacer las necesidades básicas y respetar los derechos de los niños, investigando
sobre la salud en la vivienda, así como sobre impactos económicos y sociales en la niñez.
Así mismo, la Organización Mundial de la Salud ha tratado el tema de las relaciones entre la
vivienda y la salud en sus diversas publicaciones, en las que se ha aludido a los factores necesarios
para protegerse de enfermedades crónicas y envenenamientos indicando también “que el espacio
vital debe ser adecuado para poder reducir al mínimo las tensiones psicológicas y sociales, además
de existir lazos familiares con la comunidad y servicios apropiados de seguridad, educación,
sociales y culturales” (OMS, 1999).
Por lo tanto, es importante analizar el habitar del niño, a través de la apropiación del espacio y la
habitabilidad de la vivienda, así como esbozar los efectos que esta interrelación produce en su
desarrollo. Esto nos lleva a plantear la cuestión del espacio construido desde un punto de vista
interdisciplinario entre el medio físico y el desarrollo del niño. En la mayoría de los casos los
espacios donde habitan niños, se proyectan desde la perspectiva de un adulto, sin hacer un análisis
de la percepción que pueda tener el niño de dichos espacios; Ismail Said (2007) concibe que los
adultos perciben el espacio enfocados hacia la forma, la función y la estética, mientras que los niños
lo perciben diferente, enfocándose en la funcionalidad del espacio, más que en lo estético. Es por
esto que muchas veces se sienten aburridos o con miedo a estar en ciertos lugares ajenos como la
escuela o el hospital; en otras palabras, la arquitectura cae en el error de no producir en los niños
estímulos a través del habitar que el espacio les proporciona para ayudarlos en su desarrollo. Los
niños entienden la arquitectura como un espacio que permite pequeños cambios, por lo que es
necesario proyectar espacios donde los niños interactúen con éste; y tomar en cuenta su
percepción, para ayudarlos en su desarrollo físico y mental (Ismail, 2007).
Parte de la pedagogía Montessori asocia la influencia del ambiente sobre el niño afirmando que los
espacios producen un sentimiento de pertenencia al territorio y desarrollan su individualidad, junto
10

con los complementos emocionales que experimenta el niño dentro de ellos como sujeto en un
núcleo familiar. Estos elementos se encuentran relacionados con los espacios que habita el niño
desde sus primeros años. En la medida en que el espacio interior va despertando en el niño
curiosidad para poder descubrir más cosas, adquiere conciencia de su ambiente y se va apropiando
de él. Sin embargo, Flynn (2002) sostiene que si dicho ambiente no le proporciona experiencias
sensoriales positivas, en muchos casos esto se manifiesta, en problemáticas socio espaciales que
ponen en riesgo su integridad física y mental. Debido a la carencia de un espacio defendible,
(término que utiliza Newman (1996), para el análisis de los procesos de polarización de naturaleza
socio espacial dentro de un conjunto habitacional vertical), el individuo reproduce un comportamiento
violento y hostil, que lo excluye dentro de una sociedad y su entorno.
Los términos de privacía, territorialidad y espacio personal son elementos clave de la psicología
ambiental para definir el proceso de apropiación del espacio en relación con el diseño arquitectónico,
disciplina que permite apreciar la interrelación de dichos elementos al analizar o proyectar una
vivienda, ya que el programa arquitectónico requiere de más espacios interconexos, en cuanto a las
funciones que el individuo ejerce al habitar el espacio de su vivienda.
En Community and privacy (1983), Sergei Chermayeff y Christopher Alexander recomiendan un
diseño residencial creativo, que satisfaga las necesidades de reclusión y participación social del
individuo, así como un balance entre los diversos intereses de los adultos y de los niños (Holahan,
2007).
Enric Pol dice que el concepto de apropiación del espacio surge en la psicología social y en la
psicología ambiental como diferenciación y matización crítica de otros conceptos como la conducta,
territorialidad, privacía, intimidad, apego al lugar o personalización entre otros.
Wolf y Laufer (1974) investigaron sobre el significado del concepto de “privacía” con niños cuya
edad fluctuaba entre los 4 años y la última etapa de la adolescencia. Descubrieron que a la edad de
5 años los niños cuentan con cierta noción del significado de privacía, mientras que para los niños
más pequeños significaba la posesión de objetos personales como juguetes o frazadas.
Holahan refiere a Ross Parker y Douglas Sawin (1979), quienes estudiaron el desarrollo de
conductas relacionadas con la privacía en relación con el hogar y concluyeron que a medida que los
niños crecen, utilizan más las señales físicas de privacía, como por ejemplo: cerrar la puerta de su
recámara o del baño.
11

Estas conductas de privacía están influidas por variables de tipo ambiental, tales como el número
de habitaciones y baños disponibles, así como ligadas a sentimientos de autonomía personal.
Irwin Altman (1975) dice que regular la interacción social con la privacía es esencial, ya que, para
los niños estudiados, el concepto de privacía se concibe como un lugar privado, un pensamiento
íntimo, una cosa personal o una conversación en privado; pero los niños también se refirieron a un
control del acceso espacial al tratar de evitar ser molestado por otras personas, el cual es traducido
como una invasión a su privacía, describiendo episodios en los que no pudieron controlar los límites
entre ellos mismos y otras personas, haciéndolos sentir abrumados, ofendidos, con miedo o muy
molestos.
Algunos de los estudios mencionados refieren; que las invasiones a la privacía destruyen la
autonomía personal del individuo y producen un sentimiento de incapacidad para controlar su
interacción con el mundo social. Altman afirma que muy poca o demasiada privacía resultan
insatisfactorias para los individuos que la perciben. Las personas que cuentan con suficiente espacio
se retiran a una recámara; o a un estudio para estar a solas; quienes no cuentan con suficiente
espacio pueden recurrir al uso de mobiliario estratégicamente colocado para obtener un lugar
privado (Holahan, 2007).
Desde la perspectiva de su desarrollo el niño, desde sus primeros años en su ambiente,
experimenta un periodo de increíble fantasía mediante el juego, pues aprende y reinventa su mundo
a través de nuevas reglas y lucha para que todo lo que le rodea se encuentre en armonía.
Su desarrollo psicomotor está influenciado por las funciones y características del mobiliario y los
juguetes con los que entra en contacto en el interior de un espacio, así como con animales y plantas
hacia el exterior (Said, 2007). En base a lo anterior, el diseño del espacio donde los niños habitan
debe ayudar a conformar su desarrollo físico y permitirles acciones como rodar, brincar, escalar y
correr; su desarrollo cognitivo, mediante las respuestas que adquiere a través de su percepción
visual, auditiva y táctil; y su desarrollo social, proceso por el cual aprende a interactuar con las
personas que le rodean.
No hay que olvidar que la vivienda nos hace vivir de una determinada manera, la construimos
pero también nos construye, su evolución en el tiempo ha ido redefiniendo el significado de los
espacios domésticos y constituye una combinación de valores culturales e ideológicos que cimientan
modos de vida. En el habitar de la vivienda un hombre tipo permanece al menos el 50% de su
12

tiempo, cuando sólo dedica un 33% del mismo a la función laboral o docente y un 17% a otros
ámbitos (OMS, 1999).
La función social del espacio físico puede contribuir a diseñar ambientes que favorezcan la
interacción y el desarrollo de un grupo de individuos, a través de la idónea creación de un ambiente
arquitectónico y su respectivo análisis sobre el espacio personal que cada uno requiere para realizar
cualquier tipo de actividad dentro de éste.
La trascendencia de este estudio es describir el proceso de apropiación del espacio a través de la
psicología ambiental y el análisis de la habitabilidad del diseño arquitectónico de algunos conjuntos
de vivienda multifamiliar vertical, con criterios de selección que se detallan en el capítulo 4, mediante
un estudio cualitativo, para conocer dicho proceso en niños de 3 a 5 años, así como identificar los
espacios de la vivienda que hacen suyos para su desarrollo.
En cuanto al desarrollo de los individuos se ha estudiado la apropiación del espacio en adultos
(Holahan, 2007), pero, también se han realizado estudios con niños para investigar en qué etapas de
su desarrollo surgen los límites de un espacio personal consistente, los cuales han demostrado que
incluso los niños en edad preescolar muestran ya un uso sistemático del espacio personal en su
conducta interpersonal (Holahan, 2007).
La habitabilidad del espacio arquitectónico consiste en proporcionar a los apropiantes una mejor
calidad de vida que permita su sano desarrollo físico, biológico, psicológico y social, en relación con
la organización del programa arquitectónico y sus características referentes a la superficie asignada
a cada local de la vivienda, la proporción de la habitación, la ventilación e iluminación, la privacidad
de los espacios, las circulaciones de cada área, la sociopetividad, referente a las características del
espacio relacionadas con la comunicación y la vigilabilidad, que es la capacidad de observar sin ser
visto o de control en los entornos que hace un espacio defendible (Landázuri, et al. 2004).
Esta conceptualización del espacio arquitectónico no se lleva a cabo en la gran mayoría de los
diseños de viviendas multifamiliares, debido a la optimización de los costos de ejecución y al
abastecimiento de la demanda de viviendas dentro de las políticas públicas, produciendo una serie
de fenómenos económicos y sociales que afectan directamente a sus usuarios; por esta razón es
importante estudiar qué ocurre con el desarrollo de los niños al habitar estos espacios, lo mismo que
con su desarrollo social, mediante el estudio del proceso de apropiación del espacio. Incluso podría
ser considerado para un estudio más profundo relacionado con el origen del proceso de apropiación
13

del espacio de la vivienda y la polarización de índole socio espacial que se presenta dentro de un
conjunto habitacional, para la producción de espacios defendibles.

Por lo tanto se plantea la siguiente discusión:

¿Cómo es el proceso de apropiación del espacio en niños de 3 a 5 años en función del


diseño de su vivienda?
¿Qué impacto produce el diseño arquitectónico de la vivienda multifamiliar vertical en el
proceso de apropiación del espacio en niños de 3 a 5 años, para construir su persona?
¿Cuál sería la reflexión a considerar sobre la importancia de la relación entre el espacio
arquitectónico de la vivienda multifamiliar y la apropiación del espacio en niños de 3 a 5
años, para ser consideradas por los organismos que regulan la producción de vivienda?

Objetivo general

Analizar el impacto que produce un diseño arquitectónico de la vivienda multifamiliar vertical en el


proceso de la apropiación del espacio en los niños de 3 a 5 años.

Objetivos particulares
Describir cómo los niños se apropian de los diferentes espacios de su vivienda con base en
la habitabilidad de ésta.
Analizar los efectos que produce el diseño arquitectónico de la vivienda multifamiliar vertical
en el proceso de la apropiación del espacio y su impacto en los niños de 3 a 5 años.
Aportar una serie de recomendaciones para el diseño y producción futura de la vivienda
multifamiliar.

Las disciplinas afines que validarán la investigación, en las relaciones entre el diseño de espacios
habitables de la vivienda, la apropiación del espacio y el impacto que ejercen en el desarrollo integral
del niño, son: diseño de la habitabilidad de la vivienda, psicología ambiental y desarrollo del niño a
través de la arquitectura.
14

Capítulo 2 El diseño de la habitabilidad y la psicología ambiental en la vivienda


“La arquitectura debe proponernos como meta la creación de relaciones nuevas entre el hombre, el espacio y la técnica”

Scharoun

Las viviendas del siglo XXI han cambiado con respecto a las del siglo XX, pues nos encontramos
ante nuevos modos de habitar que transforman la dinámica familiar de los individuos que las habitan.
La habitabilidad se refiere a la satisfacción que un individuo obtiene a partir de los atributos que el
espacio alberga y la influencia que éste tiene sobre la calidad de vida familiar. Esto nos conduce a
un cambio de condiciones formales que requiere una reflexión más profunda sobre el modelo actual
de la vivienda multifamiliar, más allá de su volumen, su forma y su materia; tomando en cuenta las
necesidades humanas del individuo con relación al uso del espacio y la apropiación de éste, para su
sano desarrollo.
En estas viviendas la cocina, el baño, las recámaras y la estancia, difícilmente satisfacen las
necesidades de espacio que los individuos requieren, ya que se han vuelto cada vez más conexos o
multifuncionales, provocando situaciones incómodas para sus usuarios, como la falta de privacidad y
de aislamiento del ruido de un baño, debido al grosor o material de los muros.
La vivienda es un objeto habitable que alberga las funciones involucradas en las actividades de la
vida privada y acoge una serie de recintos especializados respondiendo a una necesidad en cada
unos de ellos para el desarrollo de los individuos que la habitan (Mercado et al.1995).
Las normas de construcción y habitabilidad con base en las necesidades vitales del individuo, nacen
ligadas al mínimo espacio para vivir; mínima superficie, mínima altura, mínimo volumen, mínimo
mobiliario, mínima luz, etc. Sin embargo, todos estos elementos deberían actuar como referencias a
la función y al uso de habitar, abriendo camino a soluciones sustentables más acertadas dentro de
su normatividad y marco social.
Es importante resaltar que la vivienda nos provee de recuerdos y nos produce sentimientos de
protección e intimidad, los cuales nos dan estabilidad emocional, es decir, es una extensión de
nosotros mismos (Flynn, 2002).
En el Programa Hábitat (2005) evaluación realizada por el Colegio de la Frontera Norte, dice que la
habitabilidad está determinada por la relación y adecuación entre el hombre y su entorno, evaluando
la capacidad de cada una de las escalas territoriales para satisfacer las necesidades humanas. Este
concepto se relaciona con el cumplimiento de estándares mínimos, ya que la habitabilidad es la
15

cualidad habitable, en particular la que con arreglo de determinadas normas legales tienen un local o
una vivienda e inclusive de los espacios urbanos.
Se puede definir el término habitabilidad como la relación de los seres humanos con el espacio
físico, en este caso la vivienda, además de ser un atributo de los espacios construidos para
satisfacer las necesidades subjetivas y objetivas de los individuos que la ocupan. La habitabilidad
tiene relación con la organización del programa arquitectónico y sus características, tales como la
superficie asignada a cada local de la vivienda, la proporción de la habitación, la ventilación e
iluminación, la privacidad de los espacios, las circulaciones de cada área diseñada, la sociopetividad
(referente a las características del espacio relacionadas con la comunicación) y la vigilabilidad, que
es la capacidad de observar sin ser visto o del control en los entornos que hace un espacio
defendible (Landázuri et al. 2004. y Newman, 1996). Para comprender esta interacción de elementos
ambientales y humanos se utilizará la psicología ambiental.

La psicología ambiental es el área de la psicología cuyo foco de investigación es la interrelación


del ambiente físico con la conducta y la experiencia humana, desde un punto de vista holístico
(Holahan, 2007). La investigación enfocada al desarrollo del hombre ha demostrado que su conducta
en relación con el espacio personal se evidencia desde los primeros años preescolares y continúa
evolucionando hasta su edad adulta. El espacio personal, como describiré más adelante, crece y su
uso se sistematiza a medida que el individuo se desarrolla física y mentalmente, quien además
ejerce un sentido de territorialidad del espacio jerárquicamente estructurado según los niveles de
desarrollo evolutivo: el tallo cerebral y el sistema límbico, para humanos y animales, caracterizan
conductas espaciales de dominio, así como la neocorteza, exclusiva en los humanos, que controla
las formas complejas de la conducta social, la representación de roles sociales. El logro de un buen
nivel de territorialidad dentro de un diseño residencial debe ser un objetivo para los diseñadores
(Holahan, 2007).
2.1.- Relaciones entre el ambiente y el comportamiento social humano
En estudios relacionados con la influencia que tiene el ambiente sobre el ser humano; se ha
demostrado que existen factores de tipo ambiental que intervienen en su conducta; así, el hombre
modifica su medio y lo adapta conforme a sus necesidades y posibilidades.
Dentro de una habitación existen aspectos sensoriales que intervienen en la conducta de los
individuos y son llamados factores ambientales tales como la iluminación, el ruido, el olor y la
16

temperatura; estos entornos juegan un papel estético y de salud, ya que la saturación sensorial del
ambiente puede ocasionar estrés en los individuos que habitan dicho espacio (Heimstra, 1979).
Existen también otros factores de tipo físico como la forma, el mobiliario y su disposición, así
como la dimensión de la habitación, que afectan las actividades cotidianas, considerando la calidad
de las funciones individuales y sociales que se llevan a cabo dentro del espacio arquitectónico. Es
por esta razón que las viviendas poseen características únicas y variadas; el apropiante, como
valuador de ellas, debe seleccionar los espacios que utiliza de acuerdo con su conveniencia,
respecto a sus necesidades y su estilo de vida.
La casa, por su significado emocional, semiológico e histórico, es el sitio ideal para realizar un
estudio que nos puede dar pautas para comprender ambientes más complejos que intervienen en el
comportamiento del individuo, en este caso el de los niños. Estos ambientes están rodeados de
patrones culturales y socioculturales que marcan los valores personales y los estilos de vida, las
tendencias arquitectónicas y la estructura de los grupos sociales.
El comportamiento es la interrelación de la persona con el ambiente y los procesos que éste
ejerce al interactuar con aquella. Esta teoría sostiene que las variables ambientales son las
dominantes en la conformación del comportamiento de los individuos. (Holahan, 2007, pp. 391- 396).
Para describir esta interrelación se puede tomar el siguiente esquema, adaptado del trabajo de
Albert Bandura, realizado en 1978; a diferencia de los modelos relacionados con la interacción del
comportamiento, que se dirigen en forma lineal, en este modelo interactúan recíprocamente con el
ambiente, como parte de un sistema, de la siguiente manera:
Modelo Holístico del Ambiente

Ambiente Procesos
(Ejemplo: Casa) psicológicos
Ambiente físico, (Individuo)
estructuras sociales y Percepción,
patrones culturales conocimiento,
actitudes,
características
personales y culturales
Sistema
Interactivo no
lineal

Procesos
conductuales
(Individuo y ambiente)
Estrategias para
enfrentar el ambiente,
reacciones de conducta
hacia el ambiente
17

Por ejemplo, la casa es un sitio donde generalmente el hombre realiza diversas actividades de
diferente clase, al mismo tiempo adquiere un sinnúmero de experiencias tanto positivas como
negativas a través de ésta, con un significado y un valor que determinan sus actitudes y su conducta
ambiental. Por lo tanto, el sujeto debe percibir en forma precisa su ambiente para comprender y
aprender de éste, para aplicar estrategias que le permitan interactuar con el espacio.
Una vez que los arquitectos lleguemos a comprender la psicología ambiental, podremos plantear
nuevas soluciones arquitectónicas y así asegurarnos de que nuestros valores influyen también en el
curso de la investigación antropológica urbana y psicológica (Mercado et al. 1995).

2.2.- La apropiación del espacio


Para definir el proceso de apropiación del espacio, hablaremos del comportamiento y del proceso de
adaptación de un individuo con el ambiente, a través de su control y transformación. Algunos teóricos
al respecto plantean las siguientes posturas:
Chombart de Lauwe, en 1976, sostiene que la apropiación del espacio construido es un proceso
específico entre el individuo y su ambiente, cuyos mecanismos e importancia deben ser analizados
en específico cuando se relaciona con la infancia, ya que son parte de su proceso de desarrollo
biológico y social.
Proshansky, en 1978, definió el proceso de apropiación en dos sentidos. Uno dirigido hacia los
demás, a través de la conquista de un espacio; el otro dirigido hacia sí mismo, en lo referente a la
adaptación de un espacio a las necesidades propias del individuo, otorgándole características propias.
De esta manera se entiende la apropiación como un proceso de identificación del sujeto en el espacio y
en el tiempo, en el cual existe una influencia entre espacio y sujeto (Pol, 1996).
Para la realización de ésta investigación es pertinente describir el siguiente esquema de Enric Pol, el
cual hace un desglose de los componentes e interacciones conceptuales para la explicación de la
apropiación del espacio, con el componente de comportamiento denominado “Acción de
transformación”, donde se utilizaron las interacciones conceptuales de: espacio personal, territorialidad y
hacinamiento. En lo referente al componente simbólico o identificación, se tomaron en cuenta las
interacciones conceptuales de bienestar relacionadas con la afectividad, la cognitiva (proceso que lleva
al conocimiento a través de la percepción), la imaginación y la exploración entre otros, así como, por
último, la interactiva, relacionada con la personalización, privacidad e intimidad que ejerce el individuo
sobre el proceso de apropiación del espacio, descritas a continuación.
18

Espacio personal – proxémica


Acción-Transformación
(Componente comportamiento) Territorialidad

Densidad, hacinamiento, crowding

Apropiación

Afectiva Procesos dinámicos (Bienestar)

Identificación Desarrollos cognitivos


(Componente simbólico) Cognitiva Representaciones, mapas
Actividad taxonómica

Personalización
Interactiva Privacidad-intimidad
Escenificación

Esquema de Enric Pol sobre el proceso de apropiación del espacio (Pol, 1996).

El concepto el espacio personal se encuentra vinculado con la proxémica, definida por Hall (1972);
como el grado de tolerancia a la cercanía de un individuo con otro, variable; según el grupo racial y
la cultura del sujeto. Por lo tanto, se puede definir el concepto de espacio personal, como aquel que
una persona necesita a su alrededor y que constituye su territorio portátil con carácter social.
La territorialidad se define como un mecanismo que puede utilizarse para lograr un nivel
adecuado de privacía; un territorio sirve para ejercer otras funciones psicológicas de acuerdo con la
ley del más fuerte y establece un sentido de identidad personal e interacción social. También se
define como el uso, la personalización y la defensa de un área espacial por parte de una persona. El
concepto de territorialidad se divide en tres tipos: primaria, secundaria y pública, de los cuales sólo
enunciaremos el primero, concebido como la vivienda y definido como aquel cuyo control por parte
del individuo es completo durante un periodo de tiempo prolongado; un ejemplo es la casa.
Para los procesos cognitivos del ser humano y la interacción con el espacio, se pueden tomar en
cuenta, como referencia, los modelos de Landázuri y Serafín Mercado (2004), relacionados con el
estudio de la habitabilidad de la vivienda con variables arquitectónicas tales como: función,
proporción, ventilación, iluminación, seguridad, vigilabilidad y sociopetividad; así como con las
19

variables subjetivas inherentes al apropiante, tales como: placer, inteligibilidad, activación,


operatividad, control, etcétera.
Según Enric Pol, los procesos cognitivos o de conocimiento, comprenden los procesos de desarrollo
humano psicológico, biológico y físico; desarrolla su teoría con las aportaciones de Piaget y Vigotsky,
las cuales son de gran utilidad explicativa, así como con los estudios enfocados en la relación del niño
con el ambiente de Muntañola y Hart; además de los estudios sobre la representación del espacio o
Mapas Mentales que actúan como esquemas cognitivos en la conducta espacial del sujeto por Lynch,
Appleyard, Down & Stea, Milgram, Jodelet y Aragonés.
El hacinamiento está relacionado con la cantidad de individuos que utilizan un espacio físico
determinado para realizar ciertas actividades en común. Cuando el individuo vive estrechamente
percibe las situaciones que se generan dentro de dicho espacio como una amenaza y se estresa.
El concepto de privacía se puede definir como el placer que nos provoca descubrir un rincón
privado para hacer lo que más nos place, meditar o simplemente fantasear, sin ser interrumpido por
las presiones de la vida cotidiana. La privacía se compone de tres tendencias, identificadas por
Nancy Marshall en 1972: la “soledad”, la cual se refiere al deseo de estar a solas; la “reclusión”, en
relación con el deseo de estar fuera de la vista, del ruido, del tránsito, así como de los vecinos; y la
“intimidad”, la cual implica aislarse de los demás con la familia o con una persona de manera
especial. La privacía contribuye también a mantener el orden en un grupo social, en este caso la
familia, ya que permite liberar emociones derivadas del estrés cotidiano.
La privacía proporciona al individuo mayores opciones de conducta y le permite tener un alto
grado de control personal sobre sus actividades; desgraciadamente es considerada como un lujo
relacionado con el nivel socioeconómico, casi inaccesible para los pobres (Holahan.2007).
Holahan cita a Jourard (1966) quien sostiene que los ambientes residenciales de la arquitectura
moderna, carecen de privacía y hacen sentir a los apropiantes como si estuvieran en una prisión o
en un lugar totalmente impersonal.
John Archea (1977) ha analizado muchas teorías sobre la privacía relacionadas con las variables
del ambiente físico y propone un modelo que considera cómo el ambiente físico afecta la privacía a
través de la regulación de la vigilabilidad, la cual implica una capacidad del individuo de inspeccionar
con la vista el espacio circundante y de la exposición visual, relacionada con el grado en que la
conducta del individuo puede ser registrada por otras personas. Las características del ambiente
diseñado influyen en la distribución de la información social.
20

Irwin Altman plantea un ejemplo de un estudio antropológico que hizo Lewis (1959-1960) en
familias pobres en México. Una de las familias estudiadas, conformada por los padres y siete hijos,
vivía en una habitación; los adultos ubicaban su cama en la esquina más lejana para alcanzar
privacidad y ubicaron un muro de cajas vacías en el área de la cocina. En la mayoría de las familias
estudiadas construir la privacía es un problema muy serio. Los miembros de las familias actúan
separados el uno del otro para vestirse, desvestirse, escuchar la radio, ir a la cama y luego
levantarse, actividades con limitaciones del control de cada uno de los individuos debido a la falta de
espacio. El uso del baño es uno de los mayores traumas, ocasionado por la falta de privacidad visual
y auditiva (Altman, 1975, p. 38).
21

Capítulo 3 El desarrollo del niño a través de la arquitectura

“En la arquitectura, el contenido social, el efecto psicológico y los valores formales se materializan en espacio”
Bruno Zevi.
Para el niño las personas, los animales, las plantas y los objetos sirven como nexo de unión entre su
medio ambiente, mediante un sistema de exploración, familiarización y eventual entendimiento hacia
el mundo que le rodea; aunque el concepto del juego no es uno de los objetivos a abordar a
profundidad dentro del proceso de apropiación del espacio, si guarda ciertas conexiones
sistemáticas con lo que no es juego, ya que de esta manera, el niño adquiere habilidades cognitivas
y físicas que, además de instintivas, lo ayudan a ejercitar capacidades para su vida adulta
(Garvey,1985).
La noción de contraste entre el juego y no juego es que existen semejanzas entre el comportamiento
lúdico y el comportamiento análogo no lúdico. Garvey dice que saltar, arrojar una piedra, perseguir a
alguien o imitar a otras personas, son actividades que pueden realizarse como juego, pero también
puede efectuarse de un modo no lúdico y sin intenciones de jugar.
La arquitectura debe ser un espacio lúdico para el ser humano, en particular para los niños, ya que
el espacio es un motor productor de percepciones, a veces no conscientes en su interacción con los
apropiantes al cumplir con su función específica. Para este fin, primero es necesario incluir el
elemento “lúdico”, el cual define Max Neef como una potencialidad creativa en el desarrollo del ser
humano relativo a jugar o divertirse y es parte de la formación completa del niño desde sus primeros
años; incluso se encuentra vinculado a otro elemento al que llamamos cognición, proceso que
conduce al conocimiento a través de la percepción, la imaginación, el razonamiento, etc. (Bunge,
2001). El proceso cognitivo en los seres humanos conduce a procesar información a partir de la
percepción y el conocimiento adquirido a través de la mente absorbente.
El niño está genéticamente programado para la exploración del mundo que le rodea mediante el
juego, el cual estimula sus facultades cognitivas y sensitivas, por lo que es afectado emocionalmente
con todo lo que toca en forma directa y le permite explorar, descubrir e imaginar.
Desde que el niño entra en contacto con la arquitectura lo envuelven la percepción y el
movimiento, estableciendo un marco de referencia para evaluarla y apreciarla; los proyectos
arquitectónicos deben considerar cómo el niño percibe las propiedades del espacio que habita y los
efectos que produce en él, para su sano desarrollo (Said, I. 2007 p.3).
22

Para esta investigación se consultaron diversos autores que tratan el habitar del espacio
arquitectónico, la psicología y desarrollo del niño, como pilares para la formación del hombre, tales
como: Josep Muntañola, Patricia Flynn, Ismail Said, Charles Holahan, Enric Pol, Liliane Lucart,
Catherine Garvey, María Montessori y Jean Piaget, los más cercanos a mi enfoque sobre el uso de
la habitabilidad del espacio en el desarrollo del niño, conductores determinantes en esta
investigación.
El estudio del espacio arquitectónico proporciona al ser humano conciencia de gran cantidad de
habilidades que lo ayudan a construirse a sí mismo, por lo que, construir, habitar y diseñar son
actividades básicas que contribuyen al aprendizaje en dicho proceso. El ser humano, desde los 2
hasta los 15 años, construye sus propias características de desarrollo como persona, partiendo de la
percepción de su entorno.
En cuanto a las características esenciales de la pedagogía del entorno en las etapas de
desarrollo del niño de los 2 a los 16 años de edad, Josep Muntañola plantea el siguiente análisis en
su didáctica del entorno:
Primera etapa: de 2 a 4 años de edad:
Algunos ejemplos de actividades para esta etapa de la infancia son: juego de concurso sobre todo lo
que se puede hallar en el entorno próximo, buscar figuras geométricas determinadas en su entorno
interior y exterior, recorrer distancias utilizando distintas medidas a partir del uso de su propio
cuerpo, intentar ocupar el mínimo espacio, etcétera.
Segunda etapa: de 5 a 7 años de edad.
Algunos ejemplos de actividades para esta etapa de la infancia son: describir espacios o lugares
diferentes con los ojos cerrados, captar experiencias negativas de lugares determinados como malos
olores, ruidos desagradables o texturas repelentes, medir el espacio a partir de su propio cuerpo
como unidad de medida, determinar qué objetos del entorno son fijos y cuáles son móviles, etcétera.
Tercera etapa: de los 8 a los 12 años de edad:
Algunos ejemplos de actividades para esta etapa de la infancia son: realización de ejercicios de
percepción sensorial, reconocimiento de los elementos naturales en un entorno, realización de
juegos topológicos, adquisición de la percepción de la distancia, historia y cambio de estilo,
exploración de un barrio, reconocimiento del poder territorial, diagnóstico de un lugar conocido,
reflexión sobre la situación ideal de un lugar donde vivir, la habitación ideal, vida familiar y
comunitaria, etcétera.
23

Cuarta etapa: de 13 a 16 años:


Algunos ejemplos de actividades para esta etapa de la adolescencia son: el análisis del crecimiento
y la transformación histórica de un barrio o ciudad, demostrar la diferente capacidad de aislamiento
frente al ruido, la humedad, el sol, el calor, detectar nidos de actividad de una cultura, es decir
lugares típicos en los que se realiza un conjunto de actividades o rituales esenciales, etcétera.
En lo anterior podemos apreciar la relación que tiene el espacio arquitectónico habitable con la
cognición y el desarrollo de los niños, además de identificar alguna corriente pedagógica que refiere
el espacio como factor conductivo para la formación de una persona.
Un pequeño grupo de investigadores ha examinado los efectos de las características del diseño
arquitectónico en el espacio personal, en el que, mientras más encerrado es un lugar, mayor espacio
personal desean sus apropiantes (Holahan, 2007, p. 341).

3.1.- Relaciones del niño con los objetos


Delval (1994); sostiene que los objetos producen sensaciones visuales, gustativas, olfativas,
auditivas, térmicas, etc, pero cada una de ellas no basta para caracterizar un objeto, menos cuando
se han atribuido otras sensaciones al mismo objeto. Mientras que para Garvey (1985), es a través
del juego que el niño adquiere una serie de experiencias que incluyen movimiento y cambios en la
percepción, resultantes del movimiento físico de los objetos y sus propiedades.
El niño, al experimentar con los objetos mediante el juego, comienza a usar su imaginación, así
como su curiosidad intelectual como parte del mismo juego, de tal manera que se van agregando
asociaciones colmadas de signifcación y el juego con objetos se combina con otros aspectos de tipo
lúdico; asimismo, proporcionan satisfacción y diversión al dominar su uso y comprender sus
propiedades, facilitando el contacto social y ayudando a la expresión de ideas y sentimientos
(Garvey, 1985).
Liliane Lucart dice que en la familiarización progresiva del niño con el espacio convergen dos
fuentes diferentes de conocimientos, producto de las actividades que desarrolla a través de sus
primeros años. El primer elemento es el conocimiento directo del espacio a través de la práctica
cotidiana, constituida por desplazamientos exploratorios y manipulación de objetos. La manipulación
se refiere a prácticas específicas que aportan altos grados de complejidad y finura. El segundo es el
24

conocimiento indirecto del espacio, transmitido por el medio familiar, consistente en la denominación
de los objetos y lugares, así como en castigos y prohibiciones referentes a ellos.
Para que exista el conocimiento se requiere del criterio de una actividad adaptada, por ejemplo: ir
a un lugar determinado y localizar objetos, pero a veces se imponen limitaciones a los niños en la
conquista de lugares por los riesgos existentes, producto de la vida cotidiana.

3.2.- Adaptación y desarrollo del niño


En el niño pequeño existe un estado mental inconsciente creador; llamado “mente absorbente”, que
se construye mediante la guía de los periodos sensitivos y su desarrollo biológico.
Montessori dice que cada niño lleva dentro de sí las potencialidades del hombre que un día será, de
manera que pueda desarrollar al máximo, a través de su hábitat, sus capacidades físicas,
emocionales, intelectuales y espirituales.
En su análisis de las tres etapas del desarrollo del ser humano, Montessori descubrió a través de la
observación, las siguientes características y necesidades:
De los 0 a los 6 años. Primer periodo
De los 3 a los 6 años. Sub-etapa
De los 6 a los 12 años. Segundo periodo
De los 12 a los 15 años. Tercer periodo
De los 15 a los 18 años. Cuarto periodo. Sub-etapa
Cada etapa está dividida en dos sub-etapas en donde la primera parte es de adquisición de
conocimientos y la segunda de perfeccionamiento del conocimiento. La primera y tercera etapas son
procesos de creación, así como la segunda y cuarta etapas son procesos de desarrollo.
La adaptación se entiende como los procesos psicológicos que median los efectos que presentan
los ambientes físicos en la actividad humana; además de que el niño desarrolla su propia inteligencia
a través del movimiento, el movimiento ayuda al desarrollo psíquico. Es por medio del movimiento de
la mano mediante el cual el niño comienza a desarrollar su estímulo psíquico (Montessori, 1963. pp.
186- 197).
La doctora María Montessori describe cronológicamente el desarrollo del niño; en base a los
cambios fisiológicos que sufre, concurrentes con su desarrollo intelectual.
Piaget sostiene que desde que nacemos vamos adquiriendo inherentemente, habilidades físicas,
biológicas y mentales que nos permiten interactuar eficazmente con nuestro entorno y con otros
seres humanos. A través de la adaptación se puede llegar a un equilibrio entre las estructuras
25

biológicas inherentes a la edad y las experiencias acumuladas durante la vida y el estímulo nuevo,
esto facilitará o entorpecerá al niño su rápida adaptación al medio social (Delval,1994. pp.142-150).
También plantea los periodos del desarrollo de la inteligencia del niño hasta los 6 o 7 años de la
siguiente manera:
Periodo sensorio–motor. El infante se interesa en ejercitar sus órganos sensoriales, sus movimientos
le permiten ir afrontando determinados problemas. Entre los 5 y 9 meses el bebé moverá su sonaja
para escuchar y producir el ruido de ésta.

Periodo del pensamiento simbólico, de los 2 a los 4 años. En esta fase el niño lleva a cabo sus
primeros acercamientos con el mundo nuevo y desconocido de los símbolos. Comienza la
adquisición sistemática del lenguaje gracias a la aparición de una función simbólica que se
manifiesta también en los juegos imaginativos.

Periodo del pensamiento intuitivo, de los 4 a los 7 años. Se basa en los datos de la percepción. En
este periodo el desarrollo del niño va obteniendo estabilidad, mediante la creación de una estructura
llamada agrupación. El niño comienza a razonar y a realizar operaciones lógicas de modo concreto y
sobre cosas manipulables. Encuentra diversas maneras de llegar al mismo punto, sabe armar
rompecabezas.

En la infancia se produce el egocentrismo, es decir, todo gira en torno al "yo" del niño y no es
capaz de distinguir entre su propio enfoque y el de los demás; así mismo, predominan el juego y la
fantasía, por lo que el niño gusta de los cuentos, las fábulas y las leyendas. A través su fantasía dota
de vida a los objetos y se crea un mundo psicológico especial. Por lo tanto es pertinente para el
desarrollo educativo la estimulación que recibe a través de su ambiente; cuando un niño es
desprovisto de experiencias sensitivas, esto puede afectar negativamente su crecimiento (Flynn,
2002).

3.3.- El ambiente preparado


María Montessori plantea el concepto de “ambiente preparado”, un ambiente que se ha organizado
cuidadosamente para el niño, para ayudarle a aprender y a crecer. Está formado por dos factores: el
entorno y el material, preparados de manera que desenvuelvan en él las partes social, emocional,
intelectual, la comprobación y necesidades morales del niño, pero también que satisfaga su
necesidad de orden y seguridad, con el conocimiento de que todo tiene su lugar apropiado.
26

Fotos de un ambiente Montessori Fotos de una habitación de una niña Montessori

Las impresiones que recibe el niño del ambiente son tan profundas que, por medio de cierta
transformación biológica o psicoquímica, termina asemejándose al ambiente mismo. Los niños se
convierten en las cosas que más les gustan. El niño se construye a sí mismo por medio de
profundas impresiones de las cosas que recibe, mediante la adaptación al ambiente (Montessori,
1963. pp. 138 -139).

Piaget plantea la inteligencia como la adaptación al medio que nos rodea. Esta adaptación
consiste en mantener un equilibrio entre dos mecanismos indisociables: la acomodación y la
asimilación. El desarrollo de la inteligencia comienza cuando el niño va realizando un equilibrio
interno entre la acomodación, el medio que lo rodea y la asimilación de esta misma realidad a sus
estructuras; este desarrollo sigue un orden determinado.

La asimilación de los objetos que le rodean es progresiva y se realiza a través de todas las funciones
del pensamiento, como: la percepción, la memoria, la inteligencia, la práctica, el pensamiento
intuitivo y la inteligencia lógica. Todas estas adquisiciones implican una acomodación, la cual va
produciendo una adaptación cada vez más adecuada al medio ambiente.

A medida que el niño adquiere experiencias concretas y aprende a manipular su medio ambiente,
presentará un comportamiento pre-lógico. Piaget dice que "el niño utilizará la lógica por el
mecanismo de la intuición, simple interiorización de las percepciones y los movimientos en forma de
imágenes representativas" (Delval, 1994).
27

3.4.- Periodo sensitivo


Los periodos sensitivos son bloques de tiempo transitorio. La mayor parte de ellos se encuentran
entre los 0 y 6 años y son instrumentos de la mente absorbente, aunque también aparecen en otras
etapas de la vida.
Un periodo sensitivo es un impulso irresistible, un ardiente interés, una fuerza explosiva, una
necesidad urgente durante la cual el niño adquiere gran cantidad de habilidades que le ayudarán
para su desarrollo. Son inconscientes y tienen un tiempo límite y una duración definida, se realizan
sin cansancio ni esfuerzo, desaparecen para siempre, son selectivos, producen una profunda alegría
y satisfacción. Estos periodos son etapas idóneas para absorber conocimientos específicos.
El primer periodo que Montessori plantea va de los 0 a los 3 años, cuando el niño muestra una
mentalidad difícil de acceder para el adulto, es decir, difícil de influenciar de forma directa por
adultos ajenos a su familia; de hecho, no existen escuelas para ellos, desde el punto de vista
académico.
A éste periodo le sigue una sub-fase que va de los 3 a los 6 años, en la cual el niño empieza a
ser particularmente influenciable y se caracteriza por las grandes transformaciones que suceden en
el individuo, donde se forman las primeras bases de su personalidad e inteligencia. El segundo
periodo es desde los seis hasta los doce años; es un periodo de crecimiento, salud y estabilidad;
por último, el tercer periodo va los doce hasta los dieciocho años, donde el individuo alcanza su
desarrollo (Montessori, 1963 pp.34-35).

Piaget concibe ciertas fases de desarrollo del pensamiento del niño que van de los 2 a los 7 años de
edad, en los cuales el niño entrará a la etapa pre-operacional concreta presentando dos formas de
pensamiento integradas por asimilaciones; en una de ellas el pensamiento va percibiendo acciones
pero sin incorporarlas a nuevas estructuras; en la otra el pensamiento forma esquemas obtenidos a
través de la incorporación de nuevas estructuras, de este modo el niño se irá adaptando a la
realidad. Este último tipo de pensamiento se impondrá ante el pensamiento anterior y poco a poco
llegará a estructurarse el pensamiento formal.
28

3.5.- Percepción del niño del espacio topológico


Según Montessori, las tendencias humanas son potencialidades que el hombre tiene y tiende a
realizar a lo largo de su vida. Las tendencias humanas son universales y es por medio de ellas que
puede transformar su medio y construirse a sí mismo, estas tendencias son: la exploración, la
orientación, el orden, la comunicación, la pertenencia, la manipulación, el trabajo, la actividad, el
movimiento, la abstracción, la imaginación, la repetición, la exactitud y la auto-perfección. “El niño
realiza sus maravillosas conquistas, empezando por el conocimiento del ambiente” (Montessori,
1963 p. 40).
Las capacidades perceptivas tienen que ser construidas laboriosamente por los niños durante los
primeros meses de su vida, por lo que es necesario que establezcan la constancia de la forma.
El niño necesita reconocer el objeto como si tuviera el mismo tamaño, con independencia de la
distancia (Delval, 1994. pp.154- 159).
Según Piaget, el niño construye una representación geométrica del espacio a través de la
“topología”, un área de las matemáticas que estudia las superficies, apoyado en modos de
percepción a partir de que puede formar de manera inmediata sus primeras representaciones
elementales del espacio (Holloway, 1982. pp. 9-22).
Las percepciones topológicas elementales corresponden a las relaciones de proximidad o
cercanía, separación, orden (sucesión espacial), contorno o cierre.
Proximidad: Se toma esta relación espacial entre los miembros del cuerpo y el tronco.
Separación: Se tiene cierta percepción de medida.
Orden: Es la relación que constituye la síntesis entre proximidad y separación.
Contorno o cierre: Es la percepción de la limitación de una forma.
Estas relaciones son las primeras en aparecer, ya que por medio de ellas se obtiene la abstracción
que permite construir objetos en términos de su estructura espacial. Mediante estudios específicos
sobre el reconocimiento de formas, los problemas que enfrenta el niño son el traslado de
percepciones cinestésicas táctiles a visuales y de ésta forma la construcción de la imagen visual a
través de movimientos exploratorios.
Los niños de entre 2 y 4 años revelan la capacidad de reconocer objetos familiares, se limitan a
asir los objetos que identifican y los asimilan a cualquier forma que les es familiar (Holloway, 1982.
pp. 9-22). Montessori (1963) sostiene que a través de la experiencia del ambiente y mediante el
juego, el niño preescolar examina las cosas y las impresiones que ha recibido en su mente
29

inconsciente; en la psique el niño primero absorbe de una forma global el ambiente y luego lo
analiza, lo cual es demostrado también en la psicología de la Gestalt (Montessori, 1963 p. 117). Las
experiencias de conocimiento del espacio a través de los objetos y seres vivos son adquiridas por
los niños mediante el reconocimiento y la representación gráfica de acercamientos, separación,
orden, entorno y continuidad. La estructuración de la noción de espacio cobra fuerza en la medida
en que el niño progresa en la posibilidad de desplazarse y de coordinar acciones, incorporando el
espacio adyacente como una sola propiedad de las mismas, en forma paralela a la noción y
conciencia de la existencia de los objetos. Esta actividad se ve reflejada en el aprendizaje de las
matemáticas y la geometría euclidiana. La noción de espacio se construye a través de una serie de
experiencias topológicas, proyectivas y euclidianas. (Castro, 2004).
Las primeras se reducen a la capacidad motriz denominada espacio perceptual, el cual perdura
por mucho tiempo a través del cuerpo como principal referencia. Al final de esta etapa el niño
percibe las relaciones espaciales entre las cosas pero no las representa.
A partir de los 2 años las relaciones espaciales más sencillas se expresan mediante palabras
como “arriba”, “encima”, “abajo”, “detrás” y “delante”, que contribuyen a la adquisición de las
nociones espaciales. En esta etapa el niño no distingue entre un círculo y un cuadrado porque son
figuras cerradas, pero sí a una herradura; posteriormente reconoce las líneas curvas de las rectas,
figuras largas y cortas, así como el espacio interior y exterior de una frontera dada o posiciones
relativas al interior de un orden lineal. (Castro, 2004).
En la medida que aumenta la capacidad del niño para la representación de los objetos, la
construcción del conocimiento matemático se desarrolla. De esta manera el niño hace
representaciones mentales de las relaciones espaciales que se establecen con los objetos y su
propio cuerpo, a través del desplazamiento de ambos (Castro, 2004).
30

Capítulo 4 El niño y su vivienda

La vivienda es un conjunto de espacios destinados a proporcionarle al hombre, además de


protección de la intemperie, un bienestar social, psicológico y físico; por su naturaleza debe permitir
cambios y adaptaciones, en relación con las necesidades particulares de cada familia o grupo de
individuos que la habitan, salvaguardando a cada sociedad de acuerdo con sus patrones culturales.
Su configuración y equipamiento mobiliario no permanecen inmóviles en el tiempo, sus dinámicas
van cambiando conforme a las nuevas necesidades inmediatas de sus apropiantes, por lo que debe
tener la capacidad de reconstruirse y transformarse una y otra vez.
En lo social los espacios reducidos producen una serie de conflictos familiares al limitar el
proceso de apropiación del espacio, impiden una buena convivencia familiar y un buen desarrollo;
que muchas veces se traducen en violencia intrafamiliar, hacinamiento y promiscuidad, así como en
el desarrollo de patologías psicológicas y físicas provocadas por una mala orientación o por el uso
de materiales para la construcción sumamente alérgenos o cancerígenos, temas que es necesario
mencionar para su reflexión y futuro análisis.
Conocer el proceso de apropiación del espacio de los usuarios, en particular de los niños, de su
vivienda con base en la habitabilidad de ésta, permite ver desde una lente más aguda una porción
de la génesis del proceso de la sintaxis espacial, para la creación de espacios defendibles dentro de
un conjunto habitacional, así como, la regulación de las políticas públicas encargadas de la
producción de vivienda, mejorando la calidad de vida de sus usuarios, como parte del marco legal en
derechos humanos.

4.1. La vivienda más allá del diseño


La vivienda debe ser estudiada a profundidad para su creación, pues no sólo debe ser vista desde
una perspectiva arquitectónica en cuanto a la distribución del espacio, sino también desde otros
enfoques como el social, el histórico, el tecnológico, el ecológico e inclusive el biológico, para así
poder determinar el impacto que ejerce sobre las conductas humanas y los efectos que produce en
un hábitat.
31

¿Cuál es el impacto que el diseño de una vivienda ejerce sobre sus usuarios?
Existen estudios relacionados con el impacto que tiene el medio ambiente sobre una edificación
alterando el bienestar físico y psicológico de sus apropiantes, conocido como la biología de la
construcción, en la que Ernst Neufert (1982); relaciona las influencias del medio ambiente en el
hombre, ocasionadas por la orientación de las habitaciones, los materiales utilizados para su
construcción y la ubicación de instalaciones. La Organización Mundial de la Salud ha documentado
sobre la vivienda y estos efectos, los cuales producen estrés y depresión en el individuo, además de
otro tipo de patologías de orden fisiológico, provocadas por un diseño mal proyectado. Es necesario
saber cómo interpreta un sujeto una sobrecarga de información sensorial antes de poder predecir si
esta información lo conducirá hacia un estado de estrés, en relación con la estimulación que recibe
de su entorno (Holahan, 2007). Estos estudios no tienen como objetivo el proceso de apropiación del
espacio de los sujetos, sin embargo; aportan información valiosa para el análisis de la habitabilidad
de la vivienda.
¿Qué procesos relacionados con el espacio, influyen en las conductas de un individuo?
Un estudio a profundidad relacionado con la habitabilidad de la vivienda y el proceso de
apropiación del espacio, resulta de la creación de espacios defendibles, llamados así porque tienen
una problemática socio espacial, que aborda la seguridad de la vivienda y sus habitantes dentro de
un espacio urbano.
Algunos estudios relacionados con la vivienda vertical han sido abordados a través de la sintaxis
espacial, que conforma una serie de procesos para la proyección de hechos arquitectónicos y
conjuntos urbanos, con la intención de generar conocimiento acerca de la relación entre fenómenos
sociales y variables espaciales.
Oscar Newman (1996) planteó el tema, con un equipo interdisciplinario propuesto por el Instituto
Americano para el Análisis de la Comunidad y el Centro de Políticas Urbanas de la Universidad de
Rutgers, en el que intervinieron antropólogos, sociólogos, arquitectos, psicólogos e inclusive
criminólogos, para reducir al máximo el índice delictivo y de mejorar la calidad de vida de los
habitantes de varios conjuntos habitacionales en Estados Unidos, que presentaban fenómenos de
hacinamiento y sobrepoblación, así como un alto índice de violencia. Este autor expresa que la
territorialidad y la distinción entre el espacio público y privado; son vitales para mantener un orden
social dentro de un conjunto habitacional, ya que éstas, a su vez generan un sentido de propiedad
32

que aumenta la responsabilidad personal, la vigilancia, así como un sentimiento de protección hacia
el ambiente y hacia sus semejantes.
Habría que cuestionarse hasta dónde la vivienda, a través de su diseño, es capaz de transgredir
la realidad del ser humano al hacerla suya. Barbara Newman (2004) sostiene que los niños que
crecen en una comunidad con mucho sentido de territorialidad, aprenden rápidamente acerca de qué
espacios están controlados por miembros de un núcleo competitivo o enemigo.
Un caso que llamó mi atención relacionado con el proceso de apropiación del espacio en un niño,
fue documentado en la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco, por estudiantes de
la carrera de psicología del 70 trimestre, acerca de una niña llamada Abigail de ocho años de edad;
este estudio giró en torno a la relación familiar, el hacinamiento en el que vive y la dimensión mínima
de su vivienda. Aporta datos sobre la tolerancia a la frustración, obediencia y comprensión de las
reglas, así como su capacidad de socialización, con el objetivo de identificar los factores dentro de la
relación familiar que influyen en la proyección de agresividad de una niña. Las conclusiones fueron
que la disposición del espacio propiciaba el hacinamiento y la promiscuidad, provocando en la niña
una confusión de identidad sexual; al carecer de un espacio para ella, pues a veces dormía con sus
padres y otras con sus hermanos varones (UAM-X, 2008).
Es importante mencionar que desde los primeros años de la infancia, la vivienda es el primer
contacto que el niño tiene con la arquitectura y el diseño, a través de sus espacios y los objetos que
están dentro de él, los cuales proporcionan gran cantidad de estímulos sensoriales que interactúan
con sus procesos cognitivos, es decir, aprenden de ella; mediante actividades domésticas que les
ayudan en su desarrollo. Es a través de su mente absorbente; como entienden la existencia de una
geometría sensorial, que establecen límites entre su cuerpo y su espacio, sin conocer a grosso
modo su clasificación, el dibujo es utilizado como un lenguaje para expresar su vinculación con el
mundo que le rodea. Este proceso no se presenta en forma aislada, sino que va acompañado de
una serie de procesos fisiológicos, psicológicos y culturales, que van construyendo su persona
reflejados en su conducta social.
Por todo lo anterior, es importante reflexionar acerca de cómo la habitabilidad de la vivienda es
importante para la calidad de vida y salud de los apropiantes; así mismo, cuestionarnos sobre qué
otros efectos de tipo psicológico podría producir en los usuarios y en particular en los niños, a través
del proceso de apropiación de un espacio en el habitar su vivienda, apostando a una sustentabilidad
integral que aporte certidumbre a la humanidad y a la supervivencia de las nuevas generaciones.
33

El interés por estudiar a los niños en el proceso de apropiación del espacio de su vivienda, surge
a partir de experiencias personales que me han permitido percibir la interacción de los niños con el
espacio arquitectónico de su vivienda mediante la habitabilidad de ésta y cómo afecta su proceso de
apropiación del espacio en su desarrollo.
Estas reflexiones validan el objetivo de mi investigación, para dar pauta a otros estudios en
diferentes campos de la arquitectura, el diseño industrial y las ciencias sociales.

4.2. La observación
El enfoque de esta investigación es de tipo cualitativo descriptivo, basado en la recopilación de datos
de tipo documental y su interpretación, mediante la observación directa. Un estudio cualitativo
refiere, en su más amplio sentido, a la investigación que produce datos descriptivos: las propias
palabras de las personas, habladas o escritas y la conducta observable. La observación cualitativa
implica adentrarse a profundidad en situaciones sociales y mantener un papel activo, así como una
reflexión permanente, es decir, estar atento a los detalles, sucesos, eventos e interacciones entre los
constructos a estudiar.
La revisión de lecturas relacionadas con el estudio del niño y el espacio a través de la psicología
ambiental (Altman,1975; Landázuri et al,2004; Mercado,1995; Holahan,2007 y Pol,1996) y el
desarrollo del niño (Delval,1994; Garvey,(1977); Montessori,1963; Lucart,1979; Muntañola.1985 y
Castro, 2004, entre otros), me permitieron delimitar los elementos que ayudaron al análisis de las
viviendas y los niños que las habitan, tomando como referencia a Stake (1995), Kerlinger y Howard
(2001) en la investigación con estudios de caso y del comportamiento en ciencias sociales. Algunos
otros autores citados por Hernández S. (2006), como Martens (2005), quien agrega los diseños
fenomenológicos, que se enfocan en las experiencias individuales subjetivas de los participantes; y
en términos de Bogdan y Biklen (2003) que pretenden identificar las percepciones de las personas y
el significado de un fenómeno o experiencia.
Esta investigación está conformada por una muestra no probabilística homogénea de casos tipo,
con quince familias con hijos de 3 a 5 años de edad o cuyos hijos hayan crecido en los conjuntos de
acuerdo con rangos establecidos en relación con su superficie construida, los cuales oscilan de 60
m2 a 120m2. Se trata de viviendas de interés medio y residencial, según las Áreas Geoestadísticas
Básicas Urbanas (AGEBs), ubicadas en la ciudad de México dentro de la delegación Tlalpan, la cual
cuenta con una población total de 581,781 habitantes, un 6.75% de la población total del D.F.
34

Según la psicóloga Liliane Lucart (1979), la referencia del espacio es un factor fundamental en la
aprehensión que el individuo hace de su ambiente y de los objetos, a través de comportamientos
comunes con las especies animales en relación con la apropiación del espacio, donde se desarrollan
modalidades específicas de orientación que dependen del lenguaje y el medio ambiente.
Actividades domésticas tales como comer, vestirse y jugar, le permiten transformarse a través de
las habilidades que va adquiriendo como elementos de su propio desarrollo psicomotriz.
La percepción que tienen de su casa se ve reflejada en una analogía que los niños establecen entre
su cuerpo y la fachada de su casa, por ejemplo, la puerta es la boca de la casa y las ventanas son
los ojos, pero así también van adquiriendo conciencia sobre lo que es real y lo que no. Este estudio
trata de describir cómo los niños se apropian del espacio de su vivienda y de los espacios más
relevantes que utilizan para crecer.
Uno de los cuestionamientos más relevantes para realizar esta investigación es de qué forma
abordar a un niño de 3 a 5 años para obtener la información requerida. Tomando como referencia la
forma en que las escuelas Montessori realizan una vez durante el ciclo escolar una invitación a los
padres (las cuales he presenciado), mediante citas programadas individuales durante horas hábiles
para ver cómo aprenden sus hijos en la escuela, la dinámica a seguir es la siguiente:
Los padres se sientan en un extremo del ambiente de clases y se les pide que no interfieran en la
dinámicas de trabajo (pueden tomar video y fotografías sólo en el preescolar). Antes de entrar al
ambiente, la guía hace la observación de que si un niño les habla, sólo respondan cortésmente y no
entablen una conversación.
La observación dura alrededor de 45 minutos, además de entregar un cuestionario a los padres
con los puntos más importantes sobre la percepción que tienen del grupo, de su hijo, las guías
(maestra y asistente) y el ambiente (aula de clases).

Fuente: Fotos de dos observaciones dentro de las aulas de casa de niños II y III, con niños de 3 a 5 años. La guía hace una presentación al niño
con el material que va a trabajar, posteriormente el niño trabaja individualmente repitiendo dicha presentación y analizando de forma lógica el
material con el que va construyendo su conocimiento en áreas tales como matemáticas, lenguaje, ciencias naturales y vida cotidiana. Es a través
de estos materiales u objetos que el niño va adquiriendo habilidades cognitivas a su propio ritmo sin ser presionado.
35

Generalmente los niños no se incomodan y trabajan de forma usual, inclusive los hijos de cuyos
padres están realizando la observación.
Por la seguridad de los entrevistados y sus familias se omitieron sus direcciones y se cambiaron
sus identidades, esto facilitó el proceso de observación. Por la situación de violencia e impunidad
que atraviesa nuestro país, la desconfianza ha crecido de manera considerable con respecto al inicio
de la investigación, a pesar de tener contactos mediadores para conseguir a los constructos dentro
de los conjuntos habitacionales.

La forma en que se realizaron las observaciones con los niños dentro de su hogar; fue a través
de una entrevista inicial a sus padres, mediante una cita concertada como una visita más; se
tomaron en algunas entrevistas, video y fotografías, en otras no fue posible debido a la desconfianza
generalizada que existe; sin embargo, pude entrevistar a los niños para conocer los espacios que
más les agradan para jugar, comer, brincar y dibujar entre otras actividades; que los niños hacen
dentro de su vivienda y por último les solicité que hicieran un dibujo de su casa, para describir las
formas geométricas con las que la perciben. Los niños son seres pensantes que cuestionan todo lo
que les rodea y es a través de las respuestas que reciben entienden la relación entre su ser y el
mundo que les rodea, por lo que participaron activamente en las entrevistas, quizá porque se les
tomó como personas capaces de dar sus puntos de vista sin importar su edad. En un principio se
hizo un primer acercamiento con los casos a estudiar, se elaboraron entrevistas a profundidad con
los padres y los niños, así como un cuestionario de control con preguntas cerradas para analizar el
espacio habitable de su vivienda; en dicho cuestionario se encuentran las siguientes variables
relacionadas con la habitabilidad utilizadas también para evaluar la satisfacción residencial y
elementos que contienen el proceso de apropiación del espacio, que permitieron evaluar tanto las
viviendas como la percepción que tienen los padres y los niños de ella (ver anexo).
Diseño de la habitabilidad en la vivienda:
Superficie: el área construida del espacio habitable.
Proporción: forma en que se subdivide un espacio y las relaciones antropométricas en función de su
uso.
Funcionalidad: el acomodo de un uso o actividad determinada en un espacio específico.
Privacidad: áreas íntimas de la casa destinadas al recogimiento del individuo para la realización de
actividades personales.
Circulación: el área destinada al desplazamiento del individuo dentro de un espacio, así como a
otras áreas del hecho arquitectónico.
36

Iluminación y ventilación: permiten la entrada de aire y de luz natural y la observación o control hacia
el exterior de un espacio.
Seguridad: son elementos que generan confianza para poder controlar estímulos negativos no
deseados ante alguna contingencia dentro de la vivienda.
Mobiliario: limitado a las percepciones de su eficiencia y disposición en un lugar.
La apropiación del espacio en relación con el desarrollo del niño:
Placer: es el nivel de agrado o desagrado que se siente con relación a la casa.
Activación: son los niveles de tensión emocional que genera la casa.
Control: es el grado de dominio que sienten los individuos en relación con el espacio que
define la vivienda.
Operatividad: se refiere al nivel de movimiento psicomotriz.
Privacidad: la habilidad para controlar la interacción deseada y prevenir la no deseada.
Inteligibilidad: la facilidad de comprender el espacio.
Seguridad: la percepción de protección en el contexto de la vivienda.
Independencia: capacidad de valerse por sí mismo para ejercer una actividad.

Con esta técnica se aplica una metodología de matrices, para medir las relaciones entre variables y
sus incidencias y detectar qué factores determinan la habitabilidad, así como su relación con el
proceso de apropiación del espacio del niño, además de aplicar matrices de compatibilidad funcional
con el programa arquitectónico de la vivienda a estudiar, para identificar los espacios preferidos por
el niño.
Espacios y actividades que los niños realizan dentro de su vivienda:

Tabla de compatibilidad funcional


Espacio Actividaes realizadas por los niños de 3 a 5 años dentro de su vivienda y los espacios que ellos prefieren para ello
Dormir Comer Asearse Desplazar Dibujar Escalar Brincar Correr Modelar Clasificar Construir Lanzar

Recámara principal
Recámara 2
Recámara 3
Baño
Patio de servicio
Cto. De lavado
Cocina
Sala
Comedor
Pasillo
Jardín
Nivel
Total de m2 de la vivienda 110 m2
37

Relación de variables del proceso de apropiación y habitabilidad de la vivienda:


M atriz d e in teracc ió n esp ac ial - in d ivid uo
H a bitab ilida d
de la v ivien d a Ele m e n to s d el p ro ce so d e a p ro p ia ció n d e l e sp a cio e n n iñ o s d e 3 a 5 a ñ o s
Plac e r A c tiv ació n C o n t ro l O p e rativ id ad P riv a cid ad In te lig ib ilid ad Se gu rid a d In d e p en d .

Superficie X X X X X X X
P r o p o r ció n X X X X X
Fu n cio n a lid a d X X X
P r iv a cid ad X X X X
C ir cu lac ió n X X X
Ilu m in a ció n y v e n tila ció n X X X
Se gu rid ad X X X
M o b iliar io X X X X X X
T o ta l d e m 2 d e la v iv ien d a 80 m2

M atriz d e h ab itab ilid ad


H a bitab ilida d
P ro gra m a arq u ite ctó n ico
Además
de la vde
ivienlad aobservación directa también existe información gráfica de los espacios interiores y un
análisis de su tipología arquitectónica.

Recámara
Recámara principal

Baño
Recámara

Pasillo Estudio

Baño
Cto.Lavado

Cocina

M atriz d e evalu ac ió n esp ac ial p o r áreas


Prototipo 110 m2
Estancia

S ala - co m ed o r Ele m e n to s d el p ro ce so d e a p ro p ia ció n d e l e sp a cio e n n iñ o s d e 3 a 5 a ñ o s

Recámara
Recámara principal Recámara

Baño
Esquemas que indican el diseño de las
Pasillo
viviendas. La figura de cara indica los
espacios de las viviendas, que
prefieren los niños.
Cocina

Estancia

Prototipo 80 m2.
38

4.3.- Las viviendas

La muestra de departamentos está conformada de la siguiente manera:


5 viviendas de 40m2 a 60m2
5 viviendas de 70m2 a 80m2
5 viviendas de 90m2 a 120m2

Todos los conjuntos habitacionales son de tipo interés medio y residencial privados, con
características tipológicas semejantes en cuanto a su conformación urbana espacial que oscila
desde los 100 a los 400 departamentos distribuidos verticalmente dentro de los conjuntos. Los
siguientes tres conjuntos están ubicados en la delegación Tlalpan y cuentan con áreas verdes y
estacionamientos en islas.

Fuente: Fotografías de los tres conjuntos estudiados: Fuentes de Cantera, Residencial Insurgentes Sur y Residencial Belgravia
39

Residencial Fuentes de Cantera

Superficie construida del departamento: 60m2.


El conjunto se encuentra ubicado en la Av. Cantera, colonia Santa Úrsula Xitla. Cuenta con caseta
de vigilancia, áreas verdes, una pequeña área de juegos, vialidades interiores para autos y
estacionamiento en isla, que no es suficiente para los usuarios de este conjunto, además de impedir
las visitas externas por parte de amigos y familiares.
Los edificios están conformados en bloques de cinco niveles con un total de 350 departamentos y el
conjunto se encuentra cerrado por áreas de reserva ecológica, cuya fauna de ardillas y tejones
convive con los vecinos.
El conjunto se construyó en 1997 con un costo inicial de $600,000 pesos; en la actualidad se
cotizan en $ 800,000 pesos y se alquilan en $ 4,000 pesos.

Foto aérea del conjunto

Zona de reserva
ecológica

Cada edificio se encuentra constituido en bloques de cuatro departamentos por nivel, conectados
por un vestíbulo y un bloque de escaleras por nivel.
Todos los espacios de la vivienda tienen ventilación e iluminación natural con vista a las áreas
verdes, los edificios contiguos y al estacionamiento. Los cubos de escaleras están proyectados al
mínimo de sus capacidades, dificultando las maniobras de traslado de mobiliario.
40

Planta tipo

En el dibujo de la planta arquitectónica; se puede apreciar el cruce de circulación que existe en la


sala – comedor, reduciendo aún más la superficie útil. La gente tiene poca posibilidad de adecuar su
vivienda interiormente por la cuestión estructural, pues todos son muros de carga; sin embargo,
algunos departamentos han sufrido cambios en el muro de la cocina que separa de la estancia,
optando por abrir un arco y colocar barras de transición.

Programa arquitectónico:
Acceso
Sala – comedor
Cocina
Cuarto de lavado
Baño
Recámara principal
Recámara

Estacionamiento Áreas verdes del conjunto


41

Caso 1: La estancia, un lugar para construir granjas

Luisa es propietaria original y habita el conjunto con su familia desde hace 15 años, tiene un hijo de
19 años, quien cuidó personalmente y creció en esta vivienda. La percepción que tiene de su
vivienda es la de un lugar seguro y con muchas áreas verdes, en las cuales su hijo se desarrolló; su
vivienda le parece agradable y lo único que cambiaría serían los closets, los cuales son muy
pequeños y no puede modificarlos debido al espacio. Además dice que le gustaría tener un estudio
para que su hijo trabaje ahí, pues siempre invade la mesa del comedor para trabajar.

Cuando su hijo era pequeño, le gustaba usar la sala para construir y escenificar granjas con sus
pequeños animales de juguete y construir con bloques de colores de plástico, las cuales duraban
semanas en dicho lugar y si alguien tocaba su granja se enojaba; cabe mencionar que Luisa dice
que casi no tenía muebles cuando su hijo nació, ya que estuvo viviendo dos años en España en un
departamento aún más pequeño, en el que habita actualmente. También le gustaba estar en su
recámara para jugar y descansar.

Otra de las actividades que hacía su hijo a la edad de 4 años era sacar del mueble de la cocina
harina para jugar y esparcirla en la sala, lo que disfrutaba mucho, aunque a su mamá no le agradaba
tanto. A pesar de tener un muro divisorio en la cocina, podía escuchar lo que hacía su pequeño.

Luisa tiene una sobrina de 6 años que visita frecuentemente su casa, dice que en la estancia ponen
una colchoneta, sábanas y con las sillas del comedor hacen tiendas de campaña para jugar a los
exploradores o al castillo de las princesas.

Caso 2: Un espacio reducido = dibujos de formas humanas

Alejandra y su familia habitan el conjunto habitacional desde hace 15 años, son propietarios de la
vivienda. Ella lamenta que no pueda darle el uso de estudio a alguna recámara, ya que sólo son dos
recámaras y apenas satisfacen las necesidades espaciales de su familia. También dice que
necesitan más closets y un medio baño; aunque considera a su vivienda cómoda, segura, bien
iluminada, pero poco funcional por las razones antes descritas. Su hija de 15 años creció en el
conjunto habitacional, tiene un mobiliario convencional y los lugares que más utilizaba su hija para
jugar, dibujar, modelar, entre otras actividades eran la recámara principal de sus padres y su
42

habitación, ya que el mobiliario de la estancia no le permitía mayor acción; sólo se apropiaba de una
de las plazas del sofá para ver películas. Una de las actividades que más le gustaba realizar era
dibujar formas humanas, tenía una mesita dentro de su habitación, donde también jugaba con
muñecas Barbie. El tener su propio espacio le permitía percibir el sentido de la privacía y le ayudaba
a ser independiente en sus actividades domésticas, esto nunca fue una frustración para ella en la
etapa de 3 a 6 años. Ahora refiere que le gustaría que su recámara fuera más grande para tener un
estudio dentro de ella y hacer la tarea o usar la computadora. Algo que le pareció siempre
maravilloso de su vivienda fue tener una vista hacia el jardín y ver muchos árboles afuera de su
ventana, inclusive podía ver la fauna silvestre que existe en la zona de reserva ecológica dentro del
conjunto.

Caso 3 Un banco de madera para ser independiente

Claudia y su esposo tienen una hija de tres años, ellos habitan el conjunto desde hace 5 años,
consideran que su vivienda es cómoda, funcional, suficiente para su familia y cuenta con una buena
iluminación. Los inconvenientes que perciben es que su departamento colinda con una escuela
particular y por esa razón es muy ruidosa durante las mañanas y reciben visitas a menudo, esto
genera problemas pues no hay estacionamiento para visitas. A pesar de existir una pequeña zona
con juegos infantiles cerca de la reserva ecológica, nunca hacen uso de ella, porque consideran que
no es suficiente para todos los niños que habitan el conjunto y les parece insegura.

En cuanto a su mobiliario es el tradicional, sin la mesa de centro en la sala; para darle más
espacio a su hija para bailar, usar su montable y su triciclo para pasear por toda la casa. Ella tiene
una mesita para dibujar y un banquito de madera que le permite ser independiente para guardar,
alcanzar objetos en alto y prender la luz de su recámara. Le gusta su cama cuna porque dice que ya
no necesita de su mamá para bajarse de ella. También ordena su ropa y la de sus papás; es una
actividad que le gusta realizar, además de ayudar a su mamá a tender la ropa. Asiste a una escuela
Montessori por lo que todas estas actividades domésticas le ayudan a su desarrollo psicomotor y
sensorial.
43

Los espacios de la vivienda que la niña prefiere son la sala, su recámara y la recámara principal:
le gusta apropiarse de las almohadas de la cama de sus padres, su color preferido es el rosa, su
objeto preferido es una ardilla de peluche la cual la llama Ari. Dice:

“Me gusta ir a Acapulco, al mar, porque es muy grande,


grande, pero que no me gusta la arena en mis pies”.
“Me gusta mi casa, es que hay muchas flores”.

Fig.1: En el dibujo el círculo verde es su papá, el


círculo amarillo es su mamá, el círculo pequeño rojo es
ella y su vivienda es el triángulo con un círculo rojo, las
líneas verdes que están a la derecha son el jardín y los
rayones superiores la reserva ecológica dentro del
conjunto.

Caso 4 Acampar dentro de casa

Susana y su familia tienen tres años viviendo en el conjunto, tienen una hija de 4 años y; una perrita
salchicha que sacan a pasear por el conjunto. Anteriormente vivían en una casa unifamiliar. Susana
lamenta la falta de espacio en su vivienda actual, para poder asignar nuevos usos a los existentes,
pues desearía una recámara más para un estudio y closets más grandes. Por la lejanía dice que no
recibe visitas, además de la falta estacionamiento para éstas. También dice que su vivienda es
cómoda, pero poco funcional, muy reducida, percibe que no tiene privacidad, pues los muros
permiten escuchar lo que pasa en otras habitaciones. Su vivienda es silenciosa y poco conflictiva.
44

En cuanto al mobiliario, su sala no tiene mesa de centro para cederle espacio a su hija, pues le
gusta hacer tiendas de campaña en la sala con sábanas y sillas del comedor, que a veces fungen
como tal para jugar a los exploradores y otras como castillo para las princesas, también le gusta
jugar a las escondidillas ocultándose tras los muebles que tiene a su alcance. Es independiente para
alcanzar objetos, ayudar a su mamá a lavar trastes y a ordenar su habitación, entre otras actividades
con su pequeño banco de madera. La niña asiste a un Montessori y a natación por las tardes. Las
actividades que más le gusta realizar dentro de su vivienda son dibujar en su mesita, leer libros junto
con sus padres, jugar con sus muñecas y juguetes. Le gusta el color rosa y su figura preferida es el
círculo. También le gusta escuchar música clásica y los Beatles, porque su papá le enseña
canciones de ellos.

Fig.2 En el dibujo que hizo de su vivienda los círculos


centrales son su vivienda con ventanas, los círculos que
tienen una extensión de una línea son sus padres y ella es
el círculo pequeño de color amarillo; las otras líneas en
amarillo son el jardín y el sol en la parte superior izquierda.
45

Residencial Insurgentes Sur Sección II (RIS)

Superficie construida del departamento: 80m2.


El conjunto se encuentra ubicado en la Av. Insurgentes Sur, colonia Residencial Insurgentes Sur
Sección II, dividido en dos secciones que se construyeron en diferentes etapas, conformados por
450 viviendas cada una; cuentan con áreas verdes, área de juegos, vialidades interiores para autos
y un cajón de estacionamiento por departamento en isla, por lo tanto es insuficiente para los
condóminos y no hay estacionamiento para visitas. Los edificios están conformados en bloques de
cinco departamentos, cerrados por áreas de reserva ecológica que colindan con una universidad
privada. El conjunto está protegido por muros de contensión de piedra volcánica, ya que antes era
una mina de tezontle. Cuenta con una caseta de seguridad para ambas secciones, a pesar de existir
un solo acceso para los dos conjuntos.
El conjunto se construyó en 1968, con un costo inicial de $250,000 pesos, en la actualidad se
cotizan en $ 900,000 pesos y se alquilan en $ 6,000 pesos.

Foto aérea del conjunto

Primera
Sección

Segunda
Sección

Cada edificio se encuentra constituido en bloques de dos departamentos, intercalados en desnivel y


conectados por un vestíbulo y un bloque de escaleras por nivel.
Todos los espacios de la vivienda tienen ventilación e iluminación natural con vista a las áreas
verdes, a los edificios contiguos y al estacionamiento.
46

Planta tipo

De la misma forma que en el conjunto anterior, se puede apreciar el cruce de circulación que existe
en la sala–comedor, reduciendo aún más su superficie útil. Otro inconveniente sumamente peligroso
es tener dentro de la cocina el calentador de agua, pues se han lamentado decesos por intoxicación
con gas dentro de los departamentos. Por la ubicación de los cuartos de lavado y servicio, los
departamentos que están en el último nivel sufren de humedad constante en sus techos.

Acceso Programa arquitectónico:


s

Sala- comedor
Cocina

Calentador Baño
Tres recámaras
Cuarto de servicio y patio
de lavado (en azotea).

Estacionamiento y áreas verdes del conjunto


47

Caso 1: Una recámara para volar

Paulina y su esposo tienen tres años viviendo en el conjunto Residencial Insurgentes Sur; tienen un
hijo de 4 años que asiste al colegio. Ella es profesionista y tiene un pequeño negocio que le permite
estar con su hijo por las tardes; su esposo es el que aporta más económicamente a la casa.

La percepción que tiene Paulina respecto a su vivienda es de acogedora, segura, iluminada,


ventilada, no muy funcional; en cuanto a la distribución del espacio, le hubiese gustado que la cocina
fuera más grande, que tuviera un medio baño más, que el cuarto y patio de servicio estuviesen
integrados al departamento, para no tener que subir tres niveles hasta la azotea para lavar ropa (ella
vive en un segundo nivel); además lamenta que casi no recibe visitas por la carencia de cajones de
estacionamiento y por la poca seguridad para los niños y los ancianos en los andadores, ya que,
debido a que las vialidades interiores del conjunto están empedradas, los autos se suben a éstos
para evadir el empedrado al máximo.

A pesar que el conjunto cuenta con área de juegos y una pequeña cancha deportiva, ésta es
insuficiente, pues existen conflictos entre los niños y adolescentes de diferentes edades al hacer uso
de ellas. Paulina refiere que tiene que acompañar a su pequeño hijo a estas zonas para que
socialice y juegue con otros niños.

Paulina y su familia cuentan con espacios dentro de su vivienda que les proporciona privacidad; su
hijo duerme en una de las tres recámaras, la otra la utilizan como estudio, además de que cuentan
con muebles pequeños. Su hijo habla perfectamente, inclusive su madre le habla en inglés, por lo
que fue posible entrevistarlo y refirió lo siguiente:

“Me gusta mucho dibujar gente con colores y acuarelas, casi siempre lo hago en el suelo en mi mesita que
usaba cuando era bebé para comer, me gusta mucho el color rojo, me gustan las nubes que tiene mi cuarto
dibujadas en las paredes siento que vuelo... también me gusta la plastilina, jugar con mis bloques de colores
(Lego)”

Las actividades que hace el niño dentro de su vivienda se desarrollan hacia la apropiación de los
siguientes espacios: la sala, que no cuenta con la mesa de centro para facilitarle el juego y el dibujo;
uno de los sofás es su preferido para ver T.V o jugar con sus muñecos; utiliza su cuarto para
descansar y jugar con sus muñecos superhéroes favoritos; el pasillo, donde desplaza sus carritos; y
48

el comedor, cuyas esquinas están boleadas para evitar accidentes. Su única fobia es a la
obscuridad, según su mamá.

Fig.3 Dibujo realizado por el niño, en relación


con su vivienda Le pedí que me dibujara su
casa y lo hizo en forma trapezoidal,
incluyendo dos figuras humanas en el centro:
él y su mamá, porque su papá estaba
trabajando, explicó él.

Caso 2: La habitabilidad y la percepción de dos pequeños gemelos

Tania y su marido tienen dos pequeños gemelos varones de apenas 3 años, compraron su
departamento en los RIS hace seis meses. Anteriormente vivían en casa unifamiliar en Veracruz; y
por el trabajo de su esposo se mudaron al D.F. Ella es economista pero se dedica al hogar y como
madre primeriza está experimentando todas las dificultades que implican educar a dos pequeños y
todas las experiencias que conlleva esta ardua misión. Todavía no asisten al preescolar y ya lo está
considerando su mamá, pues casi no reciben visitas por la falta de estacionamiento para visitas y no
tienen a otros niños pequeños con quién socializar hasta ahora por haberse mudado recientemente;
su padre llega en la noche.

Percibe su vivienda como segura, cómoda y silenciosa; tiene privacidad en cuanto a los espacios
y le parece poco conflictiva en las dinámicas domésticas. Dice que toda la casa es muy fría y poco
iluminada (su departamento está ubicado en la parte posterior de la fachada principal, por lo que el
sol no asolea directamente), sus hijos se enferman con frecuencia de gripe. Sin embargo a sus hijos
no les gusta dormir en su habitación, prefieren dormir con sus padres; Tania cree que es por la luz
exterior que provoca sombras en la ventana junto con los árboles que están afuera, además de ser
muy fría y la más pequeña de las tres. Los niños prefieren estar en la sala y el comedor, cada uno de
ellos se apropia de un sofá de la sala y no permiten que ni siquiera sus padres se sienten en el lugar
donde observan la T.V, juegan a escalar o ponen sus juguetes y frazadas preferidos.
49

Uno de los pequeños domina al otro, aunque tengan los mismos juguetes siempre éste le quita al
otro el suyo y lo hace llorar. A pesar de casi no hablar, han desarrollado una comunicación con
pronunciaciones de palabras no comprensibles para los adultos y señas. Tienen ya referencia de la
privacidad, ya que al ir al baño primero le avisan a su madre y cierran la puerta. Otra anécdota en la
cual estuve presente al hacer la entrevista; fue cuando su mamá sacó una bolsa de basura al pasillo
y los niños cerraron la puerta de acceso, por lo que no podía entrar, esto les ocasionaba mucha risa
y después de unos minutos pudieron abrir la puerta sin ninguna ayuda por mi parte. Cuando me
retiré uno de los pequeños no me dejaba salir y decía “¡no, noo, atatate!”

Las actividades que les gusta realizar en la sala son correr hasta el pasillo, girar y empujar un
carrito con una extensión por toda la casa, dibujar con crayolas, construir con bloques de colores,
aunque en este caso le piden a mamá que les construya formas con ellos. Ellos comienzan a ser
independientes, pueden prender o apagar la luz, escogen su ropa, pero en cada uno de ellos se
manifiesta de forma diferente; su madre dice que uno de ellos se fracturó la cadera al caer en el
suelo, cuando tenía casi dos años, por querer salir de su cuna. Ahora tienen camas, el mobiliario que
tienen es el mínimo, para cederle espacio al juego de sus hijos, la sala no tiene mesa de centro.

Caso 3: El tapete como una alfombra mágica

María y su esposo tienen un niño de 3 años y una niña de 5 años de edad, ambos padres están
terminando su doctorado y los niños asisten a una escuela pública. Ellos han modificado los
acabados del piso por duela de madera en todo el departamento, ya que es muy frío y su
asoleamiento es muy pobre, pues a pesar de contar con varias ventanas la orientación no le
favorece; de hecho utilizan sólo la recámara principal para dormir toda la familia, las otras
habitaciones las utilizan como estudio y sala de TV, donde tienen un colchón matrimonial en el suelo
y juegan.

Tienen el mínimo de mobiliario, pues dicen que prefieren ceder el espacio a los niños para que
realicen todas las actividades que deseen. Los niños no pueden permanecer más de tres semanas
sin salir, ya que sufren de fobia al encierro, razón por la que los tiene en una escuela muy grande.
Ella hace énfasis en que sus hijos necesitan mucho espacio, cosa que no tiene su vivienda. Los
niños juegan en la sala a la alfombra mágica (su madre los pone sobre una colcha y los pasea por
50

toda la casa). También tienen un baúl construido por su padre, donde guardan sus juguetes y
funciona como mesita para dibujar o modelar con plastilina.

El niño juega con juguetes que se empujen y deslicen por la casa como un pato que tiene un bastón.
Le gusta dibujar peces y plantas, de hecho tiene una pecera en la sala donde se apropia de todos
los cojines. En relación a su independencia le gusta estar por periodos largos en el baño, sentado en
su nica, pero sin que esté cerrada la puerta. Los perros y los caballos son su pasión, tiene figuras de
estos animales para jugar con los que imita sus ladridos y relinchos. Cuando juega con su hermana
con una gran caja de cartón a la casita o al castillo, le asigna los roles a jugar como bebé, papá,
príncipe o los tres cochinitos.

La niña va en preescolar 3 y asiste a clases de ballet por las tardes. Cuando se le entrevistó estaba
muy emocionada y ansiosa por participar en la entrevista, dijo:

“Mi figura preferida es el rectángulo porque puedo hacer muchas figuras con él, me gusta dibujar con muchos
colores, mis preferidos son el morado, rojo, verde, naranja, amarillo y rosa como los colores de la sirenita, ella
es mi preferida..no sé leer ni escribir pero mi mami me está enseñando, me cuenta muchos cuentos de mis
libros de Disney y me gustan mucho, me gusta mucho la sirenita, el rey león, la bella y la bestia...¡ha! La bella
durmiente también; mi cama tiene colcha de princesas” “Mis juguetes preferidos son mi patito…mira éste
(me enseña un pequeño patito de peluche envuelto con una frazada de cuadros rojos, dentro de un molde de
plástico para cocina) lo quiero porque es bonito como los ponys” Le pregunto “¿No prefieres las muñecas
bebés u otras?” ella me dice: “tengo una muñeca que es bailarina y hace ruidos, me gusta la música, pero yo
prefiero mi patito porque es bonito”.

La forma en la que percibe su vivienda es la siguiente: “Mi casa es bonita, yo y mi mamá hacemos arroz con
leche en la cocina y yo le ayudo. Pero me gustaría estar todo el día en mi escuela porque es muy grande y
tiene una casa de madera de muchos colores, columpios y tubos, y todos los niños queremos estar ahí”.

Fig.4. Dibujo realizado por la niña, se


puede apreciar la identificación que siente
por la casa de juguete que existe en su
escuela, diferente a la forma de la
vivienda donde ella habita.
51

Caso 4 Un espacio más

Aranza y su esposo tienen 15 años viviendo en este conjunto, ella es profesionista pero actualmente
se dedica al hogar, tienen dos hijos adolescentes de 14 y 15 años que crecieron en el conjunto y una
niña de 3 años apenas cumplidos. Su vivienda la considera acogedora, funcional, bien iluminada,
segura, silenciosa y poco conflictiva, pero dice que requiere de una recámara más pues sus hijos
adolescentes requieren de privacidad para cada uno y el espacio no es suficiente para una familia
compuesta por cinco personas, además lamenta no tener un estacionamiento para visitas pues
recibe visitas a menudo y es conflictivo encontrar estacionamiento. Cuando sus hijos eran pequeños
jugaban en el piso a formar carreteras con sus carritos y con los bloques de colores en la sala,
además tenían un perro y esto les ayudó para hacerse responsables, según comenta Aranza, en
comparación con su hermanita. Ahora no tienen mascotas por la carencia de espacio.

En cuanto al padecimiento de alergias los chicos y la niña pequeña presentan rinitis en los
cambios de estación. Y uno de sus hijos padece obesidad dice su mamá que no le gusta salir a jugar
a las canchas como su otro hermano. Su hija pequeña ya tiene noción de privacidad cuando cierra la
puerta del baño o de su habitación, cuando algo perturba las actividades que esté realizando. Ya
empieza a ser independiente para realizar algunas actividades domésticas. Su lenguaje es el normal
para su edad, ya asiste a la escuela.

El mobiliario que tiene es el convencional y la mecedora es su mueble preferido. Los juguetes con
los que juega dentro de la casa producen sonidos diversos, le gustan los bloques de colores muy
brillantes; deslizarse por la estancia y el pasillo con un montable, pasear a sus muñecas con su
carriola, su madre dice que usa el colador de alimentos que está en la cocina para imaginarse que
atrapa mariposas. Su color favorito es el rosa, le gusta dibujar en una mesita pequeña en hojas,
pues alguna vez pintó las paredes de su recámara y fue reprendida por su madre. Es muy
compartida con sus juguetes cuando hay otros niños a su alrededor.

Fig.5 Durante la entrevista ella prefirió dibujarme su casa la cual dice que
es bonita y donde ella es la reina y tiene princesas en su recámara. Aunque
la niña tiene apenas 3 años de edad, la forma en que dibujó su vivienda
denota una percepción de figuras geométricas como el triángulo y los
óvalos. La pequeña línea aislada de la derecha dice ser su firma.
52

Caso 5: La vivienda: un centro de estimulación temprana

Valeria y su esposo tienen 10 años viviendo en el conjunto, tienen dos hijas adolescentes de 12 y 13
años y un hijo de 4 años cuyo nacimiento fue prematuro. Ella es psicóloga, especialista en
estimulación temprana. Considera su vivienda segura, acogedora, iluminada, silenciosa, poco
conflictiva, pero carece de privacidad en relación con el espacio que ya requieren sus dos hijas
adolescentes. Ella refiere que necesita más espacio, quizá dos habitaciones más. Por su hijo más
pequeño nacido prematuro, tuvo que adaptar el estudio como un área de estimulación temprana
equipada con hamacas, tatamis, lonas, alberca de pelotas, un espejo, una barra de equilibrio, una
mesita y sillas, para así ayudarle en su desarrollo; hasta la fecha es el espacio donde el niño
permanece más tiempo y también juega. Tuvo que prescindir del mobiliario de la sala para cederle el
espacio a su pequeño, que utiliza para desplazarse en triciclo; y jugar con carritos. Le gusta mucho
dibujar, recortar, modelar con plastilina en su mesita; su madre puso un lienzo de papel craft en la
pared y un corcho para que el niño dibuje con pinceles. Ya va al preescolar y su lenguaje está
mejorando. Su noción de privacidad se manifiesta azotando las puertas de su habitación cuando el
ruido le incomoda.

“Mi color preferido es el rojo obscuro como mi sweater.”

Fig.6. El niño representa su casa en forma alargada,


simulando el edificio donde habita, las ventanas son las
figuras rellenas, con cierta jerarquía para indicar la
estancia y su habitación. También trata de indicar el color
del edificio en forma monocromática, rellenando la figura
que semeja a su edificio; por último pone su nombre en la
parte inferior derecha.
53

Residencial Belgravia

Superficie construida del departamento: 110 m2.

Ubicado en la avenida Sta. Úrsula, colonia Santa Úrsula Xitla; cuenta con áreas verdes, vialidades
interiores para autos y estacionamiento en isla, los edificios están conformados en bloques de tres
niveles cada uno en batería, con un total de 100 departamentos y se encuentra cerrado por una
barda de mampostería y herrería.
Es un conjunto de tipo residencial que contaba con alberca, la cual ya no existe porque ningún
habitante la usaba y el costo de su mantenimiento era elevado. No tiene áreas lúdicas para los
niños, por lo que juegan generalmente en el jardín.
Se construyó en 1997 con un costo inicial de $850,000.00 pesos, en la actualidad se cotizan en
$ 2´000,000.00 de pesos y el alquiler en $10,000.00 pesos más un costo de mantenimiento de
$ 1,000.00 mensuales. Sin embargo, los propietarios carecen de planos arquitectónicos de sus
viviendas, ya que el terreno donde se construyó dicho conjunto se encuentra en litigio por parte de
los anteriores propietarios y la constructora que lo edificó. Esta situación ha provocado que varios de
los departamentos se encuentren en venta o en renta.
La mayoría de los habitantes del conjunto son propietarios originales, quienes desde la compra
eligieron los acabados y las adecuaciones arquitectónicas interiores según sus necesidades.
Es importante mencionar que la mayoría de los condóminos se conocen, situación que favorece
cierta convivencia y protección hacia los vecinos, en particular, hacia los niños.
Foto aérea del conjunto:
54

Planta tipo

Cada edificio se encuentra constituido en bloques de dos departamentos por nivel, conectados por
un vestíbulo y un bloque de escaleras por nivel.

Las recámaras más pequeñas y el baño de visitas, cuentan con una iluminación y ventilación que
dan hacia un pequeño cubo de luz, el cual ventila a las escaleras.
La cocina, el cuarto de servicio y el baño de la recámara principal también se iluminan y ventilan
mediante otro cubo de luz.
La recámara dos, la recámara principal y la estancia comedor tienen ventilación e iluminación
natural, con vista a las áreas verdes y al estacionamiento.
Se puede apreciar una adecuada solución a las circulaciones interiores, a pesar de que en los cubos
las circulaciones de los pasillos son amplias, las escaleras tienen un ancho de un metro.

Programa arquitectónico:

Superficie construida: 110m2.

Estancia comedor
Cocina
Tres baños
Tres recámaras
Cuarto de lavado
Acceso
s Cuarto de servicio.
55

Algunos de los espacios del conjunto Belgravia

Fachada principal de los edificios Fachada posterior de los edificios y estacionamientos

Niñas de 6 y 7 años jugando en el exterior Cubos de luz para ventilar recámara 3 y baño

Acceso principal del edificio


56

Caso 1: El pasillo como carretera


Samanta tiene dos hijos, una niña de 7 años y un niño de 3. Es una joven madre de familia dedicada
al hogar y la percepción de su vivienda es que es un lugar agradable para vivir. Ella refiere que el
lugar que prefiere su pequeño hijo para jugar es el pasillo, donde lanza lo más lejos posible sus
carritos de juguete, también dibuja las paredes de la sala, la cocina y el pasillo. A su hija de pequeña
le gustaba pasear una carriola de juguete por toda la casa. Ellos juegan a las escondidas por toda la
casa y se esconden entre los muebles, tocan las paredes entre otros pasatiempos. Samanta dice
que a su hijo no le gusta para nada su recámara, que su espacio es muy reducido, a pesar de tener
una decoración adecuada, la iluminación y ventilación natural dan a un cubo de luz, por lo que es
poco luminosa. Prefiere otras áreas de la vivienda, como: la recámara de su hermana, la recámara
principal o la estancia. Piensa cambiarlo de habitación por estas razones.

Fuente: Fotografías de las habitaciones de los niños, en las cuales se puede apreciar el efecto que tienen la
iluminación y ventilación dentro de las recámaras; la habitación del niño ventila e ilumina hacia un cubo de
luz, lo cual, no es placentero para él; mientras que la recámara de la niña tiene vista a las áreas verdes.

Fuente: Fotografías tomadas dentro de la vivienda en el cual se puede apreciar el pasillo y las paredes de la sala, rayadas con crayolas.
57

Los niños padecen de alergias y dermatitis atópica en los cambios de estación, al igual que algunos
de sus vecinos.

Caso 2: De una residencia a un departamento


Carolina y su esposo alquilan el departamento desde hace ya dos años, tiene dos pequeñas niñas
de 7 y 3 años. Ella refiere que anteriormente tenía una gran residencia y que por cuestiones
económicas tuvo que mudarse al conjunto.
Ella se dedica al hogar. El desarrollo de sus pequeñas dentro su vivienda, consiste en el juego
con carriolas para muñecas, dibujar, jugar a las escondidas dentro de la casa, etc. Cuando se le
preguntó sobre el comparativo de la adquisición de habilidades de lenguaje y psicomotrices de la hija
más pequeña con respecto a su hija mayor (quien se desarrolló en la casa anterior), ella comentó
que la adquisición de habilidades de su hija de 3 años; ha sido más lenta en comparación a la de su
hija de 7, ya que dice que le gustaba hacer uso de la escalera de la residencia donde vivía
anteriormente y cuyo espacio era mucho mayor en comparación con la actual.
Esta aseveración se ve reforzada por el mobiliario que tiene la señora y cuyo comedor abarca
toda la estancia comedor.

Caso 3: La vivienda, un área de juegos


Elisa y su esposo son propietarios originales desde 1998 y tienen dos hijos, un niño de 6 años y una
niña de 5. Consideran que el espacio es suficiente, agradable y seguro.
Ella es química y ahora se dedica al hogar; sus pequeños hijos disponen de casi toda la vivienda
para jugar, los pequeños juegan juntos a los carritos desplazándolos en el piso, a pesar de que es
mujer la niña más pequeña; construyen con bloques de colores en el tapete de la sala, al pequeño le
gusta hacer pasteles con su mamá, meterse a dormir al bambineto que su hermana usaba de bebé,
jugar con el mobiliario de la sala para escalar o simplemente ver la T.V, en la cual cada uno se
apropia de un sofá y no permiten la intromisión alguien más; así también le gusta pasear en un
montable o impulsar a su hermana con él. Elizabeth les ha comprado un pequeño “jumping” para
58

que brinquen en él y una pequeña resbaladilla de plástico que coloca en la sala y guarda en el baño
de su recámara.

Fuente: Fotografías tomadas a los niños dentro en su vivienda, durante una de las observaciones. Aquí se puede apreciar la
importancia del mobiliario y los espacios, para que los niños realicen diversas actividades lúdicas y no lúdicas las cuales les
permiten adquirir diversas habilidades físicas y cognitivas.

La niña desde los cuatro años pidió que le pusieran su propia habitación, ya que dormía con su
hermano, pero a pesar de que tiene ya su habitación; siempre está en el cuarto de él. Esta
habitación se ilumina y ventila a través de un cubo de luz y la habitación del niño tiene vista al jardín
y se ventila e ilumina naturalmente. Ambos niños sufren de alergias en cambios de estación.

Fuente: Fotografías de las habitaciones de los niños, en las cuales se puede apreciar el efecto que tiene la
iluminación y ventilación dentro de las recámaras; la habitación de la niña ventila e ilumina hacia un cubo de luz,
mientras que la recámara del niño tiene vista a las áreas verdes.
59

Para poder tener control visual de sus hijos Elizabeth y su esposo han hecho una modificación en la
puerta de la cocina que da al comedor, la cual es entablerada y quitaron tres tabletas de madera
para poner tres fijos de cristal transparente, sin alterar el diseño de la puerta.

Fuente: Fotografía tomada dentro de la vivienda observada. Adaptación de


la puerta, para tener control visual hacia los niños.
60

Capítulo 5 Conclusiones

El trabajo de reflexión final, a pesar de tratarse de un estudio que no abarca un universo


considerable, aporta información importante para la reflexión de los organismos encargados de las
normatividades y la producción de vivienda residencial y de interés social, los cuales deberían
realizar este tipo de estudios a profundidad, antes de satisfacer solamente el factor “costo
representado en mínimo espacio igual a mayor producción de vivienda”; pues este fenómeno no sólo
se encuentra edificado en las viviendas de interés social, sino también en el residencial, sin
considerar la calidad de vida de sus habitantes, en particular; de los niños, y los efectos que
producen en ellos para su desarrollo como individuos de una sociedad. Por lo tanto, el proceso de
apropiación del espacio debe ser considerado como parte del proceso de diseño de la vivienda,
pues; aparentemente sí existe una relación directa entre el proceso de apropiación del espacio, el
diseño de la vivienda y sus dimensiones, ya que las observaciones revelaron lo siguiente:
La estancia fue el espacio más preponderante para que el niño pueda apropiarse de él, pues le
genera, en mayor grado, inteligibilidad, seguridad e independencia, así como, en menor grado, la
percepción de privacidad, el siguiente espacio fue el baño, por la privacía que éste le provoca,
después la cocina, por las sensaciones que le produce; y su recámara, cuya dimensión y subdivisión
del espacio le permiten placer, privacía, seguridad e independencia.
El Placer es el nivel de agrado que siente el niño con relación a los espacios y se presenta con
mayor incidencia en la estancia comedor, el baño y su recámara en general, aunque en el conjunto
Fuentes de Cantera y en Residencial Belgravia también se observó placer en la cocina, por las
dimensiones mayores que ésta tiene. En relación a este último conjunto existe un desagrado por
habitar la recámara tres debido a su reducido tamaño, pero sobre todo a que ventilan e iluminan
hacia un pequeño cubo de luz, lo cual es muy poco estimulante para el niño, pues no cuenta con una
vista agradable ya sea hacia un jardín o áreas abiertas del conjunto.
Con relación a la Activación asociada a niveles de tensión emocional en el niño; que genera la
casa, se observó que la estancia genera este tipo de fenómeno debido a ser un espacio conexo
donde se realizan varias actividades y se ejerce mayor competencia por el territorio para ejercerlas.
Este fenómeno también se presenta en las cocinas de dimensiones reducidas, como en el caso de
Residencial Insurgentes Sur, así como en las recámaras que ventilan e iluminan hacia cubos de luz,
caso que presenta el conjunto Residencial Belgravia.
61

En cuanto al Control, grado de dominio que sienten los individuos, en particular los niños,
relacionado con el espacio que define la vivienda, figuraron en mayor grado la estancia comedor, el
baño y la recámara asignada a los niños estudiados; en menor intensidad la recámara principal y la
cocina, por ser los espacios que requieren de mayor supervisión de un adulto.

Sobre la Operatividad o movimiento psicomotriz, es ejercida por los niños en los espacios de su
vivienda y les permite desarrollarse física y cognitivamente, presentándose con mayor incidencia en
la estancia comedor y el baño, así como en un grado relativamente menor; la recámaras según la
dimensión de éstas y si el niño comparte con hermanos dicha habitación.

La privacidad es considerada como la habilidad para controlar la interacción deseada y prevenir


la no deseada por el niño; en todos los conjuntos habitacionales se observó que la estancia comedor
genera privacía en los niños debido a los muebles y a su capacidad de poderlos mover para realizar
ciertas actividades relacionadas con el juego y la fantasía como hacer tiendas de campaña con un
silla y una sábana, un barco pirata con las sillas del comedor o la sala. También, el baño ofrece
privacidad, por su función netamente privada, y por último la habitación del niño, donde puede
descansar, jugar o imaginar con su propio espacio, aunque éste sea compartido.

La Inteligibilidad es la facilidad de la mente del niño para comprender el espacio; se pudo


apreciar, en la mayoría de los conjuntos, que éste comprende cada espacio de su vivienda y conoce
las funciones, los territorios y la privacía que éstos generan, entendiéndose como límites para
realizar determinadas actividades lúdicas o no lúdicas.
Sobre el concepto de Seguridad, en relación con la percepción de protección que el niño
experimenta en el contexto de la vivienda, en la mayoría de los conjuntos habitacionales estudiados
se observó que la estancia comedor, el baño y su habitación, son espacios donde el niño se siente
seguro, quizá por el control visual que ejercen los padres en la estancia comedor o la privacía que
sienten en el baño y su recámara.
Y por último, el factor Independencia permite al niño valerse por sí mismo para ejercer sus
actividades, convirtiéndose cada una de ellas en retos y logros constantes que construyen su
autoestima. En todos los conjuntos se observó que, en la medida en que el adulto y el espacio
proporcionen al niño capacidad de interactuar con el espacio y los objetos, el niño se va haciendo
autosuficiente. Los espacios que le permiten realizar esta interacción son la estancia, el baño, su
habitación; en los casos del conjunto Fuentes de Cantera y Residencial Belgravia, la cocina es un
62

espacio muy interesante para los niños, bajo la supervisión de un adulto, ya que les permite ejercer
todas sus percepciones tales como el olfato, el gusto, la vista, el oído y el tacto.
Cabe mencionar, que la mayoría de las madres entrevistadas son profesionistas, y han hecho
una pausa laboral y profesional, para estar con sus pequeños en el período de su infancia, de los 0
años hasta los 6 años, aproximadamente, además de tratarse de familias funcionales.

Es cierto que los usuarios adaptan el espacio de acuerdo con sus necesidades, pero cuando el
espacio no está bien diseñado, por carecer de un análisis de las dinámicas funcionales y sus
necesidades espaciales, es posible que existan conflictos al competir por él.

Un segundo punto a destacar en base a la observación y los entrevistados, es la información


obtenida que complementa este estudio, referente al diseño y la habitabilidad de su vivienda, en lo
que respecta a los siguientes aspectos:

Distribución, dimensiones y funcionalidad:

En este aspecto el análisis arquitectónico que se realizó para poder evaluar a las viviendas, los
levantamientos y planos arquitectónicos, así como las experiencias de los entrevistados referentes a
la función asignada a cada espacio se observó lo siguiente:

En el diseño arquitectónico de las viviendas se puede apreciar, que el cruce de circulaciones


reduce aún más la superficie útil de la estancia; no hay que olvidar que los usuarios tienen
poca posibilidad para adecuar su vivienda en su interior, por cuestiones estructurales.
En todos los casos; los cubos de escaleras están proyectados al mínimo de sus
capacidades, de esta manera dificultan la circulación y la maniobrabilidad de mobiliario.
En algunos conjuntos habitacionales el cuarto de servicio y de lavado se encuentran en la
azotea, afectando severamente a los departamentos del último nivel, debido a la humedad
generada por la función que tienen estos locales, provocando cambios en el microclima que
existe dentro de la vivienda.
La mayoría de los padres entrevistados lamentaron no tener un estudio o recámara
adicional, para que sus hijos puedan tener más privacidad; así como un área de guardado o
closets más grandes dentro de sus viviendas.
63

Es importante mencionar que la habitabilidad forma parte de la satisfacción residencial en relación


con los efectos que produce el diseño de la vivienda sobre sus apropiantes, que no deben pasarse
por alto; en este trabajo se obtuvo la siguiente información:

La orientación de las viviendas es muy importante, ya que en dos de los conjuntos la


mayoría de ellas cuenta con una buena ventilación e iluminación natural con vista a las
áreas verdes, edificios contiguos y al estacionamiento en todas sus fachadas. Por lo tanto
son agradables y acogedoras; en el conjunto cuyos departamentos cuentan con mayor
superficie construida, las recámaras más pequeñas y el baño de visitas; disponen de
iluminación y ventilación hacia un pequeño cubo de luz; correspondiente al cubo de
escaleras de forma insuficiente, fría y poco acogedora, por lo que son rechazadas por los
niños que la habitan. Además de presentar en algunos casos alergias.
Los espacios conexos, como la sala comedor, no están pensados para todas las funciones
posibles en relación con el número de apropiantes y su equipamiento mobiliario.
La mayoría de los entrevistados tienen control visual o auditivo de sus hijos, lo cual permite
que no ocurran accidentes.
El pasillo es un elemento muy importante para el desarrollo del niño, ya que se apropia de él
de una forma lúdica para lanzar, correr y construir carreteritas, entre otras actividades.

Percepción de las áreas exteriores:

El diseño de áreas verdes, áreas de juego para los niños y adolescentes, así como estacionamientos
suficientes, son elementos de suma importancia con referencia a su satisfacción residencial
manifestando lo siguiente:

En relación con el estacionamiento éste es insuficiente para dos de los conjuntos, ya que
cuentan con un solo cajón de estacionamiento y es muy difícil recibir visitas, pues invadir un
cajón ajeno provoca conflictos entre los vecinos.
Los entrevistados piensan que las áreas exteriores como jardines y andadores, no cuentan
con seguridad suficiente, pues la mayor parte de las áreas están destinadas a los vehículos.
Además las áreas destinadas para los niños y adolescentes son insuficientes y
generalmente provocan conflictos al ser invadidos por ambos, pues no se piensa en la
cantidad de usuarios que hacen uso de ellas.
64

Recomendaciones:

En base a todo lo anterior, es importante reflexionar acerca de la importancia que tiene el diseño de
la vivienda, en este caso, multifamiliar vertical, como un productor de percepciones que influye en el
proceso de apropiación del espacio y a su vez en el desarrollo integral de sus apropiantes, en
particular; en los niños que la habitan, así como cuestionarnos sobre cómo la habitan; para crear un
diseño; no sólo arquitectónico y en serie, sino que contemple las necesidades espaciales y estéticas
de sus apropiantes, proporcionándoles una adecuada calidad de vida, sostenible desde el punto de
vista ecológico y social. Es importante tomar en cuenta lo siguientes puntos:

En función de la información proporcionada por los padres entrevistados, ante la necesidad


de tener más espacio dentro de su vivienda; se puede sugerir que la superficie del espacio
habitable para una vivienda mínima debe fluctuar entre los 90m2 y los 130m2, para una
familia de 4 a 5 integrantes, siempre con un margen de flexibilidad espacial, de acuerdo con
las necesidades cambiantes de los apropiantes, junto con áreas verdes que favorezcan la
estimulación visual de éstos.
La orientación, ubicación y dimensiones de las recámaras destinadas a los niños, deberían
de tener más jerarquía con relación a la recámara principal, ya que generalmente cuenta
con más espacio y mejor orientación; pues se debe considerar, que el sistema inmunológico
del niño se encuentra en desarrollo.
La estancia comedor debe tener una dimensión considerable, para que favorezca la
realización de actividades que le permitan al niño desarrollarse en su motricidad e intelecto,
a través del mobiliario mismo, tarea a desarrollar por los diseñadores industriales,
considerando la temporalidad y flexibilidad de adaptación a la escala de un niño, sin producir
conflictos entre el número de usuarios que hacen uso de estos.
También es importante considerar las áreas de guarda de acuerdo con el número de
apropiantes y sus recámaras, ya que generalmente son insuficientes y facilitan a los niños la
percepción del orden, por lo que las recámaras deben contemplar la subdivisión del espacio
que ésta pueda tener para albergar a más de dos apropiantes y actividades domésticas
realizadas en ellas.
Es necesario que la vivienda cuente mínimo con un baño y medio, para evitar conflictos
entre los apropiantes, por el sentido de placer y privacidad que éste genera en los niños.
65

Debe incluirse dentro del programa arquitectónico la existencia del cuarto de estudio, para
no reducir el campo de interacción espacial de un niño y de esta manera, facilitar la privacía
necesaria para las funciones asignadas a este espacio.
Es importante incluir dentro del diseño de estos conjuntos áreas verdes, áreas de juegos
suficientes para niños y adolescentes, así como espacios exteriores que favorezcan su
percepción, a través de la iluminación y ventilación de las viviendas, la sana convivencia y la
pertenencia a dichos espacios, como parte de un proceso integral del individuo.

Es muy importante considerar a los niños, ya que forman parte de nuestra sociedad, es decir,
existen y tienen los mismos derechos que los adultos, por lo que requieren de espacios y objetos
adecuados a su proporción que les permita su sano desarrollo; pues la mayoría de estos son
proyectados para un mundo de adultos.

Por último, los organismos encargados en la producción de vivienda y normatividad, deben separar
los factores de costo y cantidad de vivienda, con relación al mínimo de metros cuadrados de
construcción, es decir, permitir a los especialistas decidir sobre el espacio adecuado para los
apropiantes de una vivienda, esto podría resultar en una menor producción de estas, pero con mejor
calidad de vida para sus ocupantes.
66

Bibliografía

1. Altman, I. (1975). The environment and social behavior. Brooks/Cole Publishing Company,
Monterey, California. pp. 10-45.
2. Boils,G.(1995). Diseño y vivienda pública en México. Universidad Autónoma Metropolitana-
Xochimilco, Ciudad de México, pp. 25-36.
3. Bunge, M. (2001). Diccionario de filosofía. Siglo XXI, México.
4. Château, J. (1956). Los grandes pedagogos. Fondo de Cultura Económica, México.
5. Davidoff,L.(1995). Introducción a la Psicología. Mc. Graw Hill, México, segunda reimpresión,
pp.206-250.
6. Delval, J. (1994). El desarrollo humano. Siglo XXI, México, pp. 309- 378.
7. Garay, G.(2001) Modernidad Habitada: Multifamiliar Miguel Alemán ciudad de México 1949-
1999. Instituto Mora Historia oral, México, pp.30-37.
8. Garvey, C. (1985). El juego infantil. Editorial Morata, Madrid.
9. Guzmán, V. (2007). Espacios exteriores-plumaje de la arquitectura. UAM-X, México.pp.17-
26.
10. Hainstock, E. (1972). Enseñanza Montessori en el hogar. Los años preescolares. Diana,
México, pp.1-150.
11. Hall,E. (1972). La dimensión oculta. Siglo XXI, México.
12. Heimstra, N. (1979). Psicología ambiental. El Manual Moderno, México pp.31- 76.
13. Hernández S. Fernández-Collado, Baptista L. (2006). Metodología de la investigación. Mc.
Graw Hill, México.
14. Holahan, C. (2007). Psicología ambiental, un enfoque general. Limusa, México
15. Holloway, G.E.T. (1982). Concepción del espacio en el niño según Piaget. Paidos,
Barcelona. Pp. 9-35.
16. INFONAVIT (1988). La vivienda comunitaria en México. Consorcio Editorial Comunicación
S.A, México. pp.284-344.
17. Jiménez, F. y Aragonés, J. (1986). Introducción a la psicología ambiental. Alianza, Madrid,
pp. 21- 48 y 284- 301.
18. Kerlinger, F. y Howard, B. (2001). Investigación del comportamiento –Métodos de
investigación en Ciencias Sociales. Mc. Graw Hill, México, cuarta edición. Cap. 3 pp: 35-55,
Cap. 30; pp. 629-659 y Cap. 31; pp. 661-685.
67

19. Landázuri, A. y Mercado, S. (2004). Medio ambiente y comportamiento humano - Algunos


factores físicos y psicológicos relacionados con la habitabilidad interna de la vivienda.
UNAM – Resma, México, pp.89 -113.
20. Leff, E. (1998). Saber ambiental sustentabilidad, racionalidad, complejidad, poder. Siglo
XXI, México. pp.79.
21. Lurcat, L. (1979). El niño y el espacio. Fondo de Cultura Económica, México.
22. Macías, R. (2005) Introducción a la arquitectura – Análisis Teórico. Trillas, México, pp. 37,
80.
23. Manrique, MC. (1999). Ciudades para la niñez, los derechos de la infancia, la pobreza y la
administración pública. UNICEF, Panamá.
24. Mercado, S. Ortega, R. Luna, M. (1995). Habitabilidad de la vivienda –urbana y psicología
ambiental. UNAM, Facultad de psicología, México.
25. Montessori, M. (1963). The Absorbent Mind. The Theosophical Publishing House, Wheton,
India.
26. Montessori, M. (1963). The Formation of Man. The Theosophical Publishing House, Illinois.
27. Morales, M. (1984). El niño y el medio ambiente, orientaciones y actividades para la primera
infancia. Oikos-Tao, Barcelona.
28. Muntañola, J. (1985). Comprender la arquitectura: Oikos Tao, Barcelona.
29. Muntañola, J. (1984). El niño y la arquitectura: Manual instructivo sobre la enseñanza de la
arquitectura y el urbanismo en las escuelas. Oikos Tao, Barcelona.
30. Muntañola, J. (1983). El niño y el medio ambiente – Orientaciones para los niños de 7 a 10
años de edad: Oikos Tao, Barcelona.
31. Neufert, E. (1982). El arte de proyectar en la arquitectura. Gustavo Gili. España. pp.29 – 31.
32. Newman, B. (2004). Desarrollo del niño. Limusa, México.
33. Newman, O. (1996). Create defensible spaces. U.S Institute for Community Design
Analysis. Department of Housing and Urban Development, Center for Urban Policy
Research Rutgers University, New York.
34. Organización Mundial de la Salud, OMS (1999). Documentos de posición sobre políticas de
salud en la vivienda. Organización Panamericana de la Salud División - Salud y Ambiente-
Washington D.C
68

35. Prohansky, H. (1978). Psicología ambiental: El hombre y su entorno físico. Trillas, México.
pp. 33 – 72.
36. Schmidt, E. (1974). La percepción del hábitat. Gustavo Gili, España, pp. 11-46.
37. Shultz, N. (1979). Intenciones en arquitectura. Gustavo Gili, Barcelona, 12a reimpresión.
38. Soria, F.J. (2007). Anuario de Estudios de Arquitectura Historia Crítica y Conservación -La
arquitectura: una “segunda naturaleza”. UAM-Atzcapozalco, México.
39. Stake,R. (1995). Investigación con estudio de casos. Morata, España.
40. Struening, E. L.et al (1990). Housing Conditions and the Quality of Children at Birth. Bulletin
of the New York Academy of medicine, Nueva York, pp. 463-467.
41. Tena, A y Rivas-Torres, R. (1995). Manual de investigación documental – Elaboración de
tesinas. Plaza y Valdés Universidad Iberoamericana, México, cuarta reimpresión, pp.58- 97.
42. UAM-X. (2008). Abigail un síntoma de estructura familiar. Trabajo de investigación,
Psiclogía Módulo Desarrollo y Sociabilización II, México.

Referencias electrónicas:

1. Archea, J. (1977). The place of architectural features in behavioral theories of privacy.


Journal of Social Issues. Vol.33 No.3, p.116-137.
http://iaps.scix.net/cgi-bin/works/show?iaps_15_1998_011
2. Castro, J. (2004). El desarrollo de la noción de espacio en el niño de educación Inicial.
Revista Acción Pedagógica. Vol. 13.No. 2. Universidad de los Andes Táchira. Venezuela.
www.saber.ula.ve/db/saber/Edocs/pubelectronicas/accionpedaogica/vol13num2/articulo5pdf
3. Chombart,M,S.(1976) L´apropiation de l´espace par les enfants i precessus de socialisation.
Korosec-Serfaty,P(ed). Apropiation de l´espace. Actes de la tressiérne conference
international de psycologie de l´espace construite. Strasburg.
http://iaps.scix.net/data/works/att/iaps_00_1976_052
4. Hábitat, (2005). Evaluación del Programa Hábitat 2005. Colegio de la Frontera Norte.
México.
http://www.colef.mx/investigación/documentos/HABITAT/documentoconportadafinal.pdf.
69

5. Flynn, P. (2002). Architecture: Experiences in Space Perception for Young People. Yale –
New Haven Teachers Institute, pp. 1- 4.
www.yale.edu/ynhti/curriculum/units/1983/1/83.01.02.x.html.
6. Pol, E. (1996). La apropiación del espacio. En I. Iñiguez y E. Pol (Coord.) Cognición,
representación y aplicación del espacio, Publicaciones de la Universidad de Barcelona
monografes psico/ socio/ ambientals no. 9 www.ub.es/escult,/docus2/apropia.doc.
7. Programa Sectorial de Vivienda (2001-2006). Vivienda. Cámara de Diputados. Mèxico.
http://archivos.diputados.gob.mx/centros_estudio/cesdp/eje_tematico/d_vivienda.htm.
8. Said, I. (2007). Architecture for Children Perception towards Built Environment. Faculty of
Built Environment, University Technology Malaysia. Department of Landscape Architecture.
http://eprints.utm.my/3575/1/Architectural_edu.pdf.
9. Valera, S. (1996). Psicología Ambiental www.ub.es/dppss/psicamb/5_Monogr9.pdf.
10. Wolf, M. y Laufer, R.S. (1974) The concept of privacy in childhood and adolescence.
D.H.Carson (ed), Man-enviroments interactions: Environmental Design Research Association
Proceedings (v) part.6 Milwaukee,Wis.
http://iaps.scix.net/cgi-bin/works/show?/iaps_00-1976_053

También podría gustarte