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De la noche a la ma�ana, Naomi Jacobs olvid� qui�n era ella y tuvo que empezar a

buscar pistas sobre s� misma.

Ocurri� un jueves de abril en la ciudad brit�nica de Manchester, en una peque�a


casa de ladrillos marrones, al momento de despertarse.

"Los primeros segundos pens� que todav�a estaba so�ando. Bueno, era m�s bien una
pesadilla. No pod�a reconocer la habitaci�n en la que me hab�a despertado", cuenta.

"Me acuerdo que lo primero que vi fueron las cortinas y no las reconoc� y luego
todo en el cuarto... el armario, la cama en la que estaba acostada... mir� mi
cuerpo y ten�a una pijama puesta que nunca hab�a visto. Todo era ajeno".

"Salt� de la cama y me vi en el espejo. Mi cara hab�a cambiado. Me ve�a p�lida y


supe que hab�a envejecido. Cuando habl� en voz alta por primera vez, mi voz sonaba
muy diferente".

Pero, �diferente a qu�?

"Yo pensaba que ten�a 15 a�os. Todos mis sentidos, todas mis emociones eran las de
una chica de 15 a�os de edad. Y cre�a que era 1992".

Pero no era 1992 y Naomi no ten�a 15 a�os. El a�o era 2008 y ella ten�a 32 a�os de
edad.

Hab�a perdido toda la memoria de la �ltima d�cada y media de su vida.

Regreso al futuro
Naomi tuvo que enfrentar el siglo XXI como la quincea�era que hab�a sido,
poni�ndose al d�a con la vida moderna, tecnolog�a, cultura y noticias.

Para ella, las redes sociales no exist�an, tampoco internet, iPods, iPads... en
fin.

Y no s�lo eso.

En su realidad, en Sud�frica el sistema pol�tico y social apartheid segu�a en p�e y


Nelson Mandela no hab�a terminado de recorrer su largo camino hacia la libertad.

En Irak, Saddam Hussein estaba en el poder, mientras que en Inglaterra, la princesa


Diana continuaba acumulando admiradores.

Y en Estados Unidos, la idea de que un hombre de piel oscura pudiera siquiera


aspirar a llegar a la Casa Blanca segu�a siendo un sue�o para unos, una pesadilla
para otros.

"�Guau! Eso fue incre�ble. Sencillamente no lo pod�a asimilar. Realmente nunca


pens� que ver�a algo as� en mi vida. Pens� que era una broma al principio...'�Qui�n
es este Obama? �Es en serio?'", recuerda Naomi.

Un ni�o llamado Leo


Pero lo m�s desafiante fue ajustarse al hecho de que era madre de un ni�o de 10
a�os llamado Leo.

"Durante las primeras 24 horas, en realidad no pod�a comprender el hecho de que


ten�a un hijo, aunque me dijeron que s�, y lo vi y me maravill�. Estaba anonadada
viendo esa versi�n en miniatura de m� saliendo de un sal�n de clase, con una enorme
sonrisa, y lo �nico que pude hacer fue quedarme mir�ndolo", cuenta.

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