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La primera vez que los españoles llegaron a territorio peruano fue durante

el segundo viaje de Francisco Pizarro en 1527. Atravesaron gran parte de


la costa norte: Paita, Sechura, Pacasmayo, hasta la desembocadura del río
Santa desde donde decidieron regresar a Panamá.

Después de este suceso Pizarro viajó a España. Los tres socios de la


conquista Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque se
dirigieron a Toledo donde consiguieron la firma de Capitulación de Toledo,
el 26 de julio de 1529, concediéndole a Pizarro el título de gobernador,
capitán general, adelantado y alguacil mayor del Perú.

Con autorización oficial de la corona española partieron de Panamá al Perú


el 20 de enero de 1531, con 180 hombres y 39 caballos. Luego de haber
pasado más de cuatro meses en la isla de Puna, desembarcaron en
Tumbes, en abril de 1532.

El 15 de agosto de 1532, Pizarro fundó la primera ciudad española en el


Perú, San Miguel de Tangarará. Posteriormente marcharon rumbo a
Cajamarca donde sabían se encontraba el Inca Atahualpa. Llegaron el 15
de noviembre de 1532. En Cajamarca se pactó una entrevista con el Inca
para la mañana siguiente. El 16 de noviembre, luego de una breve
entrevista en la Plaza de Armas , el inca fue capturado y miles de indios
asesinados. Atahualpa había acudido con un ejército desarmado
menospreciando el poderío bélico de los españoles que ayudados por
grupos enemigos al Inca lograron asestar un duro golpe a las fuerzas
incaicas.
Atahualpa permaneció prisionero casi nueve meses. Había ofrecido llenar
dos cuartos de plata y uno de oro a cambio de su libertad. Sin embargo,
fue vilmente engañado y finalmente fue asesinado en la Plaza de Armas de
Cajamarca el 26 de julio de 1533. Inicialmente se le condenó a la pena de
la hoguera, pero al haber aceptado el bautismo se le cambió por la del
garrote. Los españoles se repartieron un cuantioso botín, correspondiendo
a la corona española la quinta parte (quinto real).
Luego de estos sucesos Pizarro decidió partir rumbo al Cusco, saliendo el
11 de agosto de 1533. En la ruta, en el pueblo de Jaquijahuana apareció a
su encuentro Manco Inca Yupanqui, hijo del inca Huayna Cápac, quien
reclamó los derechos de sucesión. Pizarro lo proclamó como Inca y Señor
de los Cuatro Suyos. El 14 de noviembre de 1533 los españoles con el
nuevo Inca llegaron al Cusco, el pueblo los recibió con algarabía,
considerando a Pizarro como el dios Huiracocha “El hacedor del mundo” y
vengador de la muerte del inca Huáscar.
Pizarro fundó cuatro meses después, el 23 de marzo de 1534, Cusco como
ciudad española. Posteriormente, el 25 de abril de 1534, fundó la ciudad
de Jauja como capital de su gobernación.

Manco Inca, luego de conocer las verdaderas intenciones de los españoles


en el Perú, organizó una sublevación que terminó con el cerco del Cusco,
el 3 de mayo de 1536. La lucha se decidió a favor del bando de los
españoles, quienes el 16 de mayo tomaron la fortaleza de Sacsayhuaman.
Para esto, los españoles tuvieron el apoyo de los huancas, cañaris,
Chachapoyas, tarmas, huacas, Yauyos y chancas. Un héroe de esta lucha
fue el general inca Cahuide quien prefirió arrojarse desde lo alto de la
fortaleza antes que ser capturado.
Otro levantamiento encabezado por Titu Yupanqui se había producido en
Lima, sin embargo este personaje fue derrotado y asesinado.

Diego de Almagro había fracasado en su expedición a Chile. Desesperado


por riquezas capturó a Gonzalo Pizarro y Alonso de Alvarado que había
llegado de la zona

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