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46 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010

cultura El triunfo de las letras en español


Vida y obra de un clásico vivo

Zavalita conquista el Nobel


A Mario Vargas Llosa obtiene la máxima recompensa literaria del mundo
A La Academia Sueca destaca su retrato del poder y de la resistencia individual
JUAN CRUZ
Madrid

Mario Vargas Llosa ha ganado el


Nobel de Literatura el año en
que nadie le había llamado para
preguntarle si se sentía favorito.
Todos los años por las fechas en
que la Academia sueca está a
punto de conceder el principal
galardón literario del mundo, el
autor de La ciudad y los perros
recibía esas llamadas, y esta vez,
cuando al fin lo ganó, el escritor
peruano, que también es espa-
ñol de nacionalidad, no estaba ni
siquiera en las quinielas. Cuan-
do le llamaron desde Estocolmo,
su mujer, Patricia Llosa, creyó
que era una broma. La evidencia
luego llenó de júbilo al autor, a
la familia y a los numerosos lec-
tores de su obra.
La Academia sueca ha resumi-
do con exactitud la enorme im-
portancia de la obra del escritor
que una vez aspiró a ser presiden-
te de su país y que, para fortuna
de sus lectores, fue apeado de su
ilusión por Alberto Fujimori, al-
guien que luego pasaría a la histo-
ria como un delincuente. Dice el
jurado que se le concede el Nobel Vargas Llosa y su mujer Patricia; José Donoso, Pilar Serrano, Mercedes Barcha y García Márquez, en Barcelona, a inicios de los setenta. / colita
a Vargas Llosa, de 74 años y cuya
obra está publicada por la edito- Llosa no solo leía a Góngora, si- país cuando era un joven poseí-
rial Alfaguara (Grupo Santilla- Pequeña biblioteca de un escritor total no que escribía ese libro que aho- do por el estupor ante los exce-
na), “por su cartografía de las es- ra parece la caja negra de la po- sos del poder.
tructuras del poder y sus morda- E NARRATIVA La Fiesta del Chivo, 2000 derosa llamada de la literatura. Todas sus fábulas (La guerra
ces imágenes de la resistencia in- Los jefes, 1959 El paraíso en la otra esquina, Como si estuviera purgando el del fin del mundo, La casa verde,
dividual, la revuelta y la derrota”. La ciudad y los perros, 1963 2003 pasado, haciendo examen de lo El paraíso en la otra esquina, has-
Ese es su asunto, el poder, y La casa verde, 1966 Travesuras de la niña mala, que fue. Cada día, con el mismo ta la última novela, El sueño del
también la resistencia al poder, Los cachorros, 1967 2006 bolígrafo, del mismo color grana- celta, a punto de aparecer) na-
Conversación en La Catedral, El sueño del celta, 2010 te, en cuadernos que rellenaba cen de esa capacidad para combi-
1969 con su letra picuda y avanzada. nar mundos, para tener en cuen-
Lo obtiene el año Pantaleón y las visitadoras, E ENSAYO Y MEMORIAS Parecía que Vargas Llosa, que ya ta los materiales de la realidad y
1973 García Márquez: historia de un era uno de los grandes escrito- para contar esta con los instru-
en que nadie le La tía Julia y el escribidor, deicidio, 1971 res del mundo, se preparara pa- mentos de la ficción. La primera
había preguntado 1977 La orgía perpetua. Sobre ra decir adiós a su vocación para época de su escritura es una bús-
dedicarse de lleno al servicio pú- queda incesante de un estilo; lu-
si se sentía favorito La guerra del fin del mundo,
1981
Flaubert, 1975
La verdad de las mentiras, blico. Una decisión que era un chó para romper los esquemas
¿Quién mató a Palomino 1990 desgarro al que se entregó como habituales de la novela, y aun-
Molero?, 1986 El pez en el agua. Memorias, hace siempre ante un proyecto o que su raíz es Faulkner, por
Tiene, como decía El hablador, 1987 1993 una novedad: con el entusiasmo ejemplo, rompió los moldes y
de él Onetti, una Elogio de la madrastra, 1988 Diario de Irak, 2003 a veces atolondrado de un chi- alumbró novelas que eran ejem-
plo de su afán por mostrar su
Lituma en los Andes, 1993 quillo.
relación conyugal Los cuadernos de Don E La obra de Vargas Llosa está Ahí, en ese libro, está la des- rebeldía literaria, su pasión por
con los libros Rigoberto, 1997 publicada por Alfaguara cripción minuciosa de su origen; tener una voz propia. Cuando ya
sobre esos fundamentos edificó dominó esos materiales y dejó
una obra en la que combina tam- ejemplos de sus dotes de fabula-
la revuelta contra el poder, la de- escritor; en medio de las excur- suecos: el Vargas Llosa que mira bién los rasgos de su autobiogra- dor (Pantaleón y las visitadoras,
rrota. De eso habló con José Sa- siones electorales a las que le al poder desde dentro o desde fía con su capacidad de fabula- El hablador, La tía Julia y el escri-
ramago en Lanzarote, en un en- obligaba la campaña, Vargas Llo- sus orillas, y el Vargas Llosa que dor, de contador de historias. Es bidor, Los cuadernos de don Rigo-
cuentro que organizó Pilar del sa leía el Polifemo de Góngora, sigue maravillado y aterrado an- minucioso, no perdona ni un día berto), se decidió por un asunto
Río; el portugués, que fue Nobel se adentraba en una literatura te algunos de los elementos más de su trabajo; desde que era el que sería decisivo en su biblio-
en 1998, hizo augurios para que central pero complejísima, co- sobresalientes de su niñez y de trasunto de Zavalita (el periodis- grafía y en su manera de ser: La
el peruano que acababa de ce- mo si en ese instante fuera dos: su juventud. El padre ausente ta juvenil de Conversación en La Fiesta del Chivo.
nar con él un pescado tuviera el aspirante adulto a ocupar un (¿o muerto?), el despertar de su Catedral) hasta ahora mismo, Los lectores de EL PAÍS (y de
también ese cetro como ya tenía sitio en la historia de la política y vocación ya irrefrenable, el en- Vargas Llosa no se ha perdona- muchos diarios donde se publi-
los premios Príncipe de Asturias también el adolescente que devo- cuentro complejísimo con el pa- do un día de trabajo, y así se com- can los artículos que este diario
(1986) y Cervantes (1994). El raba versos a escondidas de su dre (¿el poder?), las clases en el portó en el colegio, en la univer- sindica) saben que Vargas Llosa
azar ha querido que la muerte madre y luego a escondidas de colegio militar Leoncio Prado, sidad, en casa, en los trabajos, y es un gran periodista, minucio-
de Saramago y el Nobel de Var- su padre, que consideraba que las amistades literarias, los así va desarrollándose ese libro so, al que le cuesta (aunque no
gas llegaran el mismo año. leer eso eran “mariconadas”. maestros que le impulsaron, el que debería ser central en los se note) muchísimo escribir sus
Quiso ser presidente, quizá Para entender esos dos Var- viaje decisivo a París… análisis de su vida y de su obra. notas quincenales. Para hacer
para conocer de cerca la mise- gas Llosa hay que leer El pez en Mientras esa campaña electo- Ahí están, como están en Conver- esos textos indaga, investiga, pre-
ria, la impostura y también la el agua, un libro capital en su ral tenía efecto, y en la que le sación en La Catedral o en La gunta, corrige; a veces lo hace en
grandeza del ejercicio del poder. bibliografía en el que está la sus- ayudaron su mujer, Patricia, sus Fiesta del Chivo, las imágenes cafés o en bibliotecas; lee toda la
Y conoció la derrota. Pero era un tancia de lo que ahora dicen los hijos y cientos de amigos, Vargas que él fue viendo en su propio prensa diaria, española e inter-

A Javier se adelantó por un segundo: —¡Pito! —gritó, ya de pie. La tensión se quebró violentamente,
como una explosión. Todos estábamos parados: el doctor Abásalo tenía la boca abierta. Los jefes (1959)
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Vida y obra de un clásico vivo
nacional, cuando está aquí, va a
la Academia, de la que es miem-
bro, interviene en actividades
culturales, pasea todas las maña-
nas para mantenerse en forma,
va a la clínica de Marbella donde
se somete a regímenes de los
que sale con el hambre que le
hace saludable… Pero tiene (co-
mo decía de él Juan Carlos Onet-
ti, uno de sus grandes maestros)
una relación conyugal con la lite-
ratura, y cumple como si estuvie-
ra pendiente de un examen en el
colegio militar. Su agente, Car-
men Balcells, que ayer decía que
era como si Vargas hubiera gana-
do la Copa del Mundo, vio el ge-
nio y la disposición del escritor,
al que rescató de sus oficios ali-
menticios, le asignó un sueldo y
le gritó: “¡A la literatura!”.
De esa manera escribe los ar-
tículos, y de esa manera escribe
las novelas, siguiendo el mismo
régimen. Como si fuera un perio-
dista que, urgido por sus jefes,
cumple en territorio difícil el pri-
mer encargo complicado de su

Carmen Balcells, su
agente, vio al genio
y le rescató de sus
oficios alimentarios

En 1990 dijo que


escribía para huir
de la pena tras su
derrota electoral

vida. Y La Fiesta del Chivo, sobre


el régimen brutal del dictador
dominicano Trujillo, fue la pie-
dra de toque (por citar el título
de sus columnas quincenales)
de esa característica insólita de
su investigación literaria, que
surge de nuevo, con enorme vita-
lidad, en El sueño del celta y co-
mo sucedió en la aún no bien
leída El paraíso en la otra esqui-
na. Ahí actúa Vargas (o Vargui-
tas, o Zavalita, pues con esos
nombres fue conocido el primiti-
vo periodista en Perú) como si
fuera un enviado especial, un
hombre obligado por su ansie-
dad por el rigor a acopiar datos,
a rellenar cuadernos, a hablar
con todos aquellos que pudieran
darle luz acerca de los sucesos
que luego convierte en materia
narrativa.
El esfuerzo no es su único leit-
motiv; su motivación literaria
principal es esa que apunta la
Academia sueca: toda su obra (la
periodística y la literaria, inclui-
dos sus ensayos aquí) está marca-
da por la búsqueda, en los recove-
cos del alma y del poder, de aque-
llos elementos que hacen malva-
das o excelsas a las personas. En
El sueño del celta, la ascensión y
el descenso a los infiernos con-
vierten la novela en un vademé-
cum de las obsesiones narrativas El escritor peruano Mario Vargas Llosa. / daniel mordzinski
de Vargas Llosa; constituye, en
cierto modo, su poética. La verdad de las mentiras; si en bre obras maestras (Camus, Tho- sus propios éxitos. En 1990 le muchos entenderán al fin esa
Aunque donde está ese Var- El sueño del celta está el balance mas Mann, Faulkner) está el au- preguntaron en París por qué es- respuesta, y sobre todo se quita-
gas Llosa ingenuo y vital que en- (por ahora) de su escritura exi- torretrato literario del Zavalita cribía. Era el momento en que rán las legañas de los tópicos
tra en las librerías y en las biblio- gente y comprometida con la his- que ganó ayer el Nobel en medio digería la derrota peruana. Y res- con los que han querido ensom-
tecas como si buscara el libro toria desigual de los hombres, de su sorpresa, porque él es pondió: “Escribo para huir de la brecer el poderío de su ejercicio
que va a cambiarle la vida es en en ese conjunto de ensayos so- siempre el más sorprendido por pena”. Ahora que le leerán más, literario.

A —Cuatro— dijo el Jaguar. Los rostros se suavizaron en el resplandor vacilante que el globo
de luz difundía por el recinto... La ciudad y los perros (1963)
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La sorpresa del galardón

El escritor, ayer en Nueva York poco después de conocer que había sido galardonado. / ap

Escribidor en Manhattan
frente a tantas cámaras como Ba-
rack Obama. Destacó el significa-
do que el premio tiene para la
literatura latinoamericana y pa-
ra construir un futuro que obser-

La noticia sorprendió al autor en Nueva York P El encuentro con va con optimismo, pese al desafío
que las nuevas tecnologías repre-
la prensa en el Instituto Cervantes fue una celebración del idioma sentan para el libro.
“Yo soy más del papel”, confe-
só. “Espero que los cambios tec-
ANTONIO CAÑO los ha enriquecido y transforma- el acto para dejar testimonio de nía silenciosa y ferozmente anti- nológicos no signifiquen una ba-
Nueva York do en leyendas universales, esta- que, aunque en el edificio ondea- varguista. nalización, una trivialización del
ba esperando a Vargas Llosa para ra la bandera de España, se home- “España es un país que no era consumo de libros. Creo que in-
Pasada la sorpresa, comprobado añadir historia literaria a su histo- najeaba a un peruano, al autor de mío y que yo he hecho mío por- cluso existe la posibilidad de que
que no había sido objeto de una ria. Historia literaria en español, La tía Julia y el escribidor. que me acogió”, dijo Vargas Llosa las nuevas tecnologías permitan
broma pesada, transmitida la no- que por algo el idioma español se El escenario ofrecía, por tan- a los periodistas, “pero yo soy pe- explorar los problemas más esen-
ticia a su hijo Álvaro en Wa- abre paso velozmente entre el trá- to, algunas de las múltiples di- ruano, lo que hago, lo que digo ciales del ser humano. De noso-
shington y a los amigos más ínti- fico saturado de sus calles, un es- mensiones de este autor, que qui- expresa el país en el que he naci- tros depende que no se acabe
mos, Mario Vargas Llosa alcan- pañol confuso y diverso, algo caó- do y en el que he vivido las princi- con ese avance de la civilización
zó a reponerse y a disfrutar del tico quizá, pero juvenil y pujante, pales experiencias”. España que- que representa un libro”.
glorioso día de sol que amane- controvertido y apasionado, co- “Yo soy escritor y da ahí al lado, en el extremo más Aseguró que, por supuesto, en
ció en su apartamento del West mo la literatura de Vargas Llosa. racional y adulto de su cerebro. diciembre estará en Estocolmo
Side de Nueva York, junto a Cen- Fue un día de fiesta para esa promuevo nuestro España es el país que le abrió es- para recoger su premio. Cuando
tral Park. lengua que bulle en los callejones idioma escribiendo”, pacio dentro de su industria edi- lo recibió García Márquez se pro-
Pensaba pasar aquí unos me- de Nueva York, que surge de sus torial y en el que consolidó su ca- dujo una cierta polémica por la
ses tranquilos, aprovechando el ventanas en las noches calurosas aseguró el literato rrera. Le brinda también, por tan- vestimenta que utilizó para la
anonimato que esta ciudad con- del verano, que aún no ha llegado to, este premio a España y, tal co- ocasión, que pretendía ser una
cede a las figuras más relevantes a los despachos de Wall Street, mo quiso destacar, a su primer declaración de su origen. Vargas
y la culta relajación a la que invi- pero que gana espacio diariamen- Sonó humilde un día editor, Carlos Barral. Llosa está más preocupado por
ta la Universidad de Princeton, te en los medios de comunica- en el que enfrente Aunque habló de Venezuela, el discurso que pronunciará. Es-
donde el escritor está impartien- ción y en los discursos de los polí- de su horror por las dictaduras y cribir es doloroso hasta para los
do un curso. Pero, de repente, la ticos interesados en los 40 millo- tenía tantas cámaras de su voluntad de seguir denun- más grandes, y este grande tiene
Academia Sueca, que barajó su nes de personas que hablan el como Barack Obama ciando los abusos que crea de- su agenda cargada de discursos
nombre durante 20 años, consi- idioma de Vargas Llosa. nunciables allá donde crea opor- y artículos para EL PAÍS. Prome-
deró esta la oportunidad adecua- No había otro lugar posible pa- tuno, porque la política nunca se tió no abandonar ahora ninguna
da para despertar a este ya escép- ra celebrar esa fiesta que el Insti- so ser presidente de su país, acep- aparta de él —o él de la política—, de esas obligaciones, seguir sien-
tico candidato y arruinar su pláci- tuto Cervantes, que está situado tó la nacionalidad española des- este era esencialmente el día del do el mismo Vargas Llosa que es-
do retiro neoyorquino. además a cuatro puertas del con- pués y casi pierde la suya de naci- escritor. “Yo básicamente soy es- tá sobre la mesilla de noche de
¡Qué lugar mejor para recibir sulado de la República del Perú, miento por la hostilidad mani- critor y promuevo el español es- millones de personas desde hace
un Nobel! Esta ciudad deslum- con el artículo por delante, como fiesta de un presidente de origen cribiendo lo mejor que puedo”, cuarenta añós. Juró que no cam-
brante que durante décadas ha quieren los peruanos. El ex presi- japonés, Alberto Fujimori, que dijo, esforzándose por sonar hu- biará y pidió que, de una vez, se
seducido a escritores y artistas, dente Alejandro Toledo estaba en convirtió su régimen en una tira- milde en un día en que tenía en- le acepte como es.

A El sargento echa una ojeada a la madre Patrocinio y el moscardón sigue allí. La lancha cabecea
sobre las aguas turbias, entre dos murallas de árboles... La casa verde (1966)
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El triunfo de las letras en español cultura


La entrevista

“Escribir es servidumbre y gozo”


J. CRUZ que pudiera ser una broma una su cartografía de las estructuras de mi obra, y por tanto el entu- rrigiendo, obsesivamente. Es un
Madrid noticia que luego resultaría tan del poder y sus incisivas imáge- siasmo que me dio para seguir gozo para mí escribir, sin duda,
grata”. nes de la resistencia individual, escribiendo. Y algo que quiero pero si detrás no hubiera este es-
Mario Vargas Llosa (Arequipa, Mario Vargas Llosa se había la revuelta y la derrota”. que recoja, Carmen Balcells e fuerzo no hubiera escrito las his-
1936) estaba ayer exultante. Pe- convencido, a lo largo de los “¿Dicen eso? Es magnífico. Isabel Polanco fueron en las últi- torias que ahora forman parte
ro no perdía ni el sentido del años, de que él no era un escri- Me alegro mucho. ¡Ojalá fuera mas épocas de mi vida, cuando de mi vida. Es una servidumbre
humor ni el equilibrio que le ha tor para este premio. ¿Y por verdad. En efecto, de eso va mi ya se aceleró la publicación de y un gozo, un gran gozo”.
dado rigor a su obra. Estaba sor- qué? “¿Por qué? Porque llegué a obra, de la resistencia del indivi- mis obras en España y en Améri- Es un momento para resu-
prendido de haber sido galardo- la conclusión de que yo no esta- duo ante el poder, de la lucha de ca, fundamentales en mi trayec- mir. ¿Qué ha sido su escritura,
nado con el premio, y estaba ba en la identikit del Nobel; yo los hombres por salvar su indivi- toria editorial. Y nunca olvido qué será ahora? “Mi escritura”,
agradecido, aunque temeroso soy un escritor conflictivo, tomo dualidad en un mundo en el que dice Vargas Llosa, “es mi vida, es
aún de que fuera una broma. posiciones incómodas, me equi- la libertad está tan acosada. Esa lo que soy. Soy la literatura que
Durante 14 minutos tanto él co- voque o no siempre digo lo que
me parecen las cosas, y todo eso
nota expresa muy bien lo que yo
pienso”.
“Mi obra habla he hecho. Toda, y el periodismo
también. Con respecto al futuro,
mo su mujer, Patricia, que es-
tán en Nueva York porque el No- me hizo creer que no era el escri- Y desmiente muchas cosas, de la resistencia voy a hacer todo lo posible para
bel 2010 da clases en Princeton, tor que encajara con la manera muchos tópicos que se dicen so- del individuo que la vida no cambie. Esta es
pensaron que el secretario de la de ver la literatura por parte del bre usted. ¿Se quedarán sorpren- una inyección de entusiasmo; pe-
Academia sueca era “un impos- jurado”. didos sus críticos, enmudecidos, ante el poder” ro mi vida no va a cambiar. Segui-
tor”. Y le dieron 14 minutos pa- Pero la Academia sueca ha ha- quizá? “No creo que los deje más ré teniendo iniciativas, posicio-
ra que ratificara que no era una blado de usted, de su obra, le de- enmudecidos que a mí; para mí nes; esa libertad que ejercito se-
tomadura de pelo. “Cuando pa- cimos a Mario Vargas Llosa, te- esa nota es una sorpresa. Pero “El periodismo me guirá siendo mi libertad como es-
saron los 14 minutos ya pude
disfrutar de esta sorpresa”.
niendo en cuenta precisamente
esas posiciones suyas. “Aún no
no creo que mis críticos enmu-
dezcan nunca, de todos modos”.
ha enseñado lo critor, como periodista y como
ciudadano. Siempre tendré los
¿Una sorpresa, de veras? “Dé- he visto esa declaración. ¿Me la ¿Y cuál fue su primer pensa- importante que es mismos compromisos; ahora,
jeme que le diga antes por qué puede leer?” Dice que le dan el miento, la primera reflexión so- la perseverancia” además, habrá más obligacio-
creía que era broma. Hace años Nobel a Mario Vargas Llosa “por bre su historia como escritor? nes, que someteré al orden que

Vargas Llosa atiende ayer a los periodistas tras recibir el anuncio de la Academia Sueca. / reuters

le hicieron una trastada así a Al- “Fíjese que pensé, primero que eso. No olvide usted de hacerlo siempre me ha dado la escritura,
berto Moravia, el novelista italia- “Estar en las nadie, en Carlos Barral; él hizo
que recibiera un estímulo formi-
constar”.
Vargas Llosa está a punto de
mi trabajo”.
“La literatura, escribir”, ter-
no. Fue una noticia fea, que a él
le cogió desprevenido. Entonces, listas de este dable cuando me presenté al pre- publicar El sueño del celta, en la minó Mario Vargas Llosa, “es mi
inmediatamente que me dijo Pa- galardón era una mio Biblioteca Breve con La ciu- que se exige otra vez, como au- manera de vivir, como decía
tricia que habían llamado de la dad y los perros; hizo lo imposi- tor, una disciplina que es propia Flaubert. No tendré otra, con sus
secretaría del Nobel nos pusi- pesadilla anual” ble porque yo saliera adelante. Y de los buenos periodistas. A ese sumas y sus restas, esa es la feli-
mos en guardia”. Carmen Balcells, claro; Carmen valor, el del periodismo, alude en cidad de mi vida. La literatura
Además, ya no estaba en las me empujó literalmente a la lite- esta respuesta. “El periodismo me ha dado lo mejor que tengo;
listas. “Y no crea, eso me tranqui- “Pensé, primero que ratura; los dos dieron por mí una me ha dado la obligación de con- los amigos, las experiencias. La
lizó. Estar en las listas era una
pesadilla anual, porque mucha
nadie, en Carlos batalla inolvidable. Los he citado
en todas partes ahora que me
firmar, de verificar, me ha ense-
ñado lo importante que es la per-
entraña de mi vocación no es
otra que la literatura, y de ella
gente llamaba para indagar si Barral. Él hizo que han dado el Nobel. Y he citado a severancia. Si no hubiera tenido sale todo lo que soy y todo lo que
era cierto que iba a ganar el No- yo saliera adelante” España, porque sin ese país hu- esa disciplina no hubiera sido un tengo. Es lo mejor que me ha
bel. Todo eso abonaba la idea de biera sido imposible la difusión escritor; sigo verificando, sigo co- pasado”.

A Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios
desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando... Conversación en La Catedral (1969)
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cultura El triunfo de las letras en español


Homenaje de los académicos

El lector en el laberinto
ANTONIO MUÑOZ MOLINA do más completa según avanza tor en que nunca sabe lo que vie- glo XX, por encima de su ruptura sonaje público que ejerce con sol-
la escritura, y por lo tanto su con- ne después, incluso cuando más formal con muchos códigos de la vencia y brillantez sus variados
Las grandes novelas de Mario trol sobre ella se hará más con- seguro cree estar de sí mismo o novela del XIX, están al servicio talentos, y que ha adquirido con
Vargas Llosa funcionan como la- cienzudo cuanto más cerca se en- de los materiales que maneja. Se del propósito más primitivo de los años una solemnidad entre
berintos constructivos que han cuentre del final, pero aun enton- sigue escribiendo una novela todos: explicar el mundo con re- de diplomático y de estadista. Pe-
de ir siendo descifrados gradual- ces no perderá de vista la diferen- por la misma razón por la que latos que solo serán eficaces a ro yo lo he visto apasionarse ha-
mente por la inteligencia y la cia entre lo que él ya sabe y lo luego el lector seguirá leyéndola: condición de que despierten y blando de literatura, recordando
imaginación del lector. Escribo que todavía no sabe el lector. Por- para descubrir qué viene a conti- sostengan la atención del que ha novelas, cuentos, escritores que
funcionan de una manera muy que de algún modo muy prima- nuación. Las sutilezas técnicas de escucharlos. le gustan, con un entusiasmo ge-
deliberada: en Vargas Llosa los rio, el novelista se parece al lec- del modernismo literario del si- Mario Vargas Llosa es un per- neroso que no es muy habitual
artificios de la novela están
calculados con una plena inten-

Una alegría después de 20 años


ción, como elementos de un orga-
nismo dinámico que depende de
la eficacia de cada uno de ellos
para que la historia se vaya des-
plegando en la conciencia del lec-
tor. Cuanto mejor es una novela VÍCTOR GARCÍA DE LA CONCHA simo movimiento renovador de bre Tirant lo Blanc y Madame Bo- Neruda en sus 20 poemas de
más activamente está implicada la literatura. vary. Ahí defiende que la novela amor y una canción desesperada,
en ella el proceso de la lectura, No hace mucho tiempo, represen- Resultaba extraño que el auge no es más que la suplantación de el torbellino de la atracción poéti-
desde luego, pero en el caso de tantes de la Academia Sueca visi- vivido por nuestra lengua a nivel la realidad por otra radicalmente ca le condujo hasta Luis de
las de Vargas Llosa ese acto de taron España. Como director de global no se viera acompañado acorde con las leyes de la ficción. Góngora, a quien hoy considera
leer es central: el modo en que la la Real Academia Española me vi de un reconocimiento tan mereci- Al tiempo concreto, a los pro- nuestro autor mayor en dicho gé-
información se va administran- obligado a preguntar para cuán- do como el de ayer. Hoy somos la blemas reales, Vargas Llosa se nero. De los resortes y la ley de la
do configura las expectativas so- do un Nobel hispano. La respues- segunda lengua de comunica- acerca con las armas de un inves- poesía, Vargas Llosa dedujo que
bre la naturaleza y la forma de la ta me tranquilizó. Denotaba poca ción internacional y la tercera en tigador. Lo hace sobre el terreno, la novela debe tender sin duda a
historia que se tiene por delante, urgencia pero un sentido firme Internet, pero esa presencia uni- rastreando incansablemente en la creación de un mundo propio.
o que se va extendiendo alrede- de compromiso: “El español siem- versal necesitaba un empujón de bibliotecas y conversando con Un mundo que solo contem-
dor de uno. Las voces narrativas, pre está bajo nuestra mirada”. grandes dimensiones para la cul- quienes le puedan aportar cual- ple la verdad del literato. Puede
las indicaciones de lugar, los El premio a Mario Vargas Llo- tura. Este premio viene a ser esa quier rasgo que le ayude a definir partir de una realidad concreta,
fragmentos de conversaciones, sa representa una alegría enor- ansiada distinción. su propio mundo. Pero una vez pero no bailar atado a sus nor-
los puntos de vista, configuran me para nuestro idioma en todo Pero lo es sobre todo para un realizado el trabajo de campo, to- mas, sino cobrar vida propia, con
un murmullo que solo se podrá el mundo. Desde que Octavio Paz autor que ha ahondado con enér- do queda sujeto al universo inven- su ritmo preciso, con su sobera-
dilucidar con la debida atención, lo ganó en 1990 hemos recorrido gica perseverancia y una actitud tado. No resta otra ley que la na medida del tiempo. A capri-
en estado de alerta, con el oído dos décadas de sequía. Ya había de enorme talla intelectual sobre emancipación de la realidad mis- cho, siguiendo el cauce por don-
dispuesto a detectar resonancias sido justamente reconocido el fe- géneros como la novela. El autor ma para revertirla en verdad lite- de le conduzca la palabra y al ser-
que nos permitan intuir las for- nómeno del boom latinoamerica- de La casa verde ha construido raria, construida como una cate- vicio de la voz con que la revisten
mas más amplias de la melodía. no con el Nobel de García Már- una teoría sobre la escritura de dral de palabras. los personajes creados. Es una po-
El novelista escribe poniéndo- quez. Pero el escritor hispano-pe- historias de largo aliento. Lo Vargas Llosa llega a la literatu- derosa concepción del oficio. Un
se en el lugar en el que se en- ruano ha llevado a estas alturas cuenta en Cartas a un joven nove- ra a través de la poesía. Desde arte, que en manos de Mario Var-
cuentra el lector en cada momen- mucho más allá los principios lista, ensayos como La verdad de que descubriera como una revela- gas Llosa ha alcanzado las cotas
to. Su visión de la historia va sien- que impulsaron aquel importantí- las mentiras o en sus estudios so- ción la poderosa fuerza de Pablo más altas de la creación.

A —Despierta, Panta —dice Pochita—. Ya son las ocho. Panta, Pantita. —¿Las ocho ya? Caramba,
que sueño tengo —bosteza Pantita—. Pantaleón y las visitadoras (1973)
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Homenaje de los académicos

Mario y la novela total


JUAN LUIS CEBRIÁN rio, La ciudad y los perros, nada obligada entre los jóvenes de la
más publicarla Seix Barral en época, y tras mi estancia en Pa-
Náufrago en una isla desierta, si 1963, como ganadora del Pre- rís, cuando me vi obligado a in-
la diosa Fortuna le permitiera a mio Biblioteca Breve. Apenas un gresar en una escuela de auto-
Mario Vargas Llosa llevarse pa- año más tarde recalé en la sede móviles del Ejército del Aire co-
ra su solaz un solo libro de todos central de la agencia de noticias mo orgulloso perteneciente a la
los que ha escrito, escogería Con- France Presse, en la plaza de la clase de tropa, volví a agarrar-
versación en La Catedral. Yo en Bolsa parisiense, en demanda me a aquel libro que demostra-
cambio espigaría de entre su de un puesto de becario como ba hasta qué punto la vulgari-
obra La casa verde, una de las redactor de la sección de Améri- dad de los comportamientos de
novelas más simbólicas, en oca- ca Latina. Tienes suerte, me dije-nuestros instructores y mandos
siones de tendencia casi surrea- ron, hace poco se nos marchó era idéntica, en su zafia brutali-
lista, que ha salido de su pluma. un peruano, un tal Vargas Llosa; dad, a la que Vargas Llosa descri-
Hace ahora cuatro años que co- le dieron un premio de novela y bía. Pero la llegada de La casa
mentamos esta breve discrepan- al parecer ha decidido dedicarse verde, que había escrito en París
cia, como algunas otras meno- desde ahora solo a la literatura, precisamente durante la época
res entre nuestras muchas coin- te puedes sentar en su silla. Así en que se ganaba la vida como
cidencias, durante un coloquio lo hice, ¡y a ver si se me pega redactor de France Press, consti-
en la Feria del Libro de Madrid, algo!, pensé entre sonrisas. A tuyó para mí una revelación de
con motivo de la presentación partir de aquella anécdota he se- la que todavía disfruto. Creí en-
de la obra completa de Mario, guido paso a paso la trayectoria tender entonces, y lo sigo pen-
editada por Alfaguara. Es impo- de Mario, como lector primero, sando ahora, que aquel era un
sible, por supuesto, no rendirse como amigo, editor y compañe- experimento, trabajoso y perti-
ante la evidencia de que La casa ro en las tareas de Academia des- naz, de alguien absolutamente
verde no fue ni su mayor éxito pués. Es el creador de un mode- decidido a escribir la novela to-
de ventas ni el libro más aprecia- lo literario cercano a la perfec- tal (un empeño este que luego
do por la crítica, pero la carpinte-ción. Por un lado, siempre ha si- veríamos repetido en obras tan
ría literaria que cimienta la do antes que nada un contador inmensas como Conversación en
obra, su magistral mezcla de lu- de historias, un narrador puro, La Catedral o La guerra del fin
gares, tiempo y emociones, me de una plasticidad formidable del mundo). En las descripciones
parecieron ya cuando salió todo en sus descripciones, siempre de los escenarios amazónicos y
un homenaje a la literatura, a la preocupado, no obstante, por el de la choza prostibularia de Piu-
belleza del arte, en estado prácti- rigor en los detalles y la compro-ra —por utilizar sus propias pala-
camente puro. bación de los mismos, lo que le bras— descubrí a un tiempo la
Como en el caso de todos los acerca de manera inevitable a herencia de un Faulkner y una
escritores del boom latinoameri- las fronteras del mejor periodis- intensa sensualidad, entre refi-
cano, la obra de Vargas Llo- nada y sórdida, producto
sa mantiene desde enton- de las lecturas de Flaubert.
Vargas Llosa recibe de manos blicaban Borges y Bioy en el Sép- ces una relación intensísi- Creo que no ha habido en
del Rey el premio Cervantes timo Círculo y en las de Mario ma con las emociones, los la literatura castellana na-
en 1994. / marisa flórez Vargas Llosa: quién cuenta qué desvaríos y ensueños de la die capaz de emular a Ma-
en cada momento; de qué forma generación de los sesenta. rio en su destreza magis-
gravita lo que todavía no se sabe Esta fue una década marca- tral a la hora de convertir
en el gremio. Porque, debajo de con lo que ya nos ha sido revela- da por un anhelo de liber- el sexo en materia prima
las adherencias que los largos do; cómo la tensión entre los po- tad como no recuerdo se de la belleza artística.
años de vida pública han ido su- los magnéticos de lo dicho y de haya producido en todo Oc- Alguna vez le escuché
perponiendo a su figura de escri- lo no dicho hace que se levante cidente después de la II decir que es imposible dis-
tor, y de todas las que se acumu- sin apariencia de peso ni esfuer- Guerra Mundial. Confluían cernir entre la memoria y
larán desde ahora sobre él por- zo el edificio magnífico de la fic- en las aspiraciones de la la fantasía. Escribo ahora
que le han dado el Premio No- ción, que fluya el tiempo en ella, época demandas muy di- estas fugaces líneas preci-
bel, lo que hay en Mario Vargas en cada frase, como una corrien- versas, que iban desde la samente de memoria, des-
Llosa, y lo que su literatura te eléctrica, con una pulsación revolución política a la de esa América Latina tan
transmite como un contagio ins- hacia delante como la que le da sexual, y que en el caso de querida para él, y a la que
tantáneo, es el amor por la na- España apenas podían ex- ha entregado lo mejor de
rración de historias que se sos- presarse. La incorporación sus esfuerzos, de sus años
tengan en sí mismas por su cali-
dad de fábulas y que al mismo
“Su literatura a nuestro universo litera-
rio de un buen elenco de
y de su inteligencia, sin por
eso dejar de ser un euro-
tiempo alumbren zonas de la ex- transmite como jóvenes escritores latino- peo con casas en Londres y
periencia humana y del paisaje un contagio americanos (García Már- Madrid. Pero sé distinguir
perfectamente la ausencia
social y político de América Lati- quez, Carlos Fuentes, Julio
na. También el paisaje literal, la instantáneo” Cortázar, Mario Vargas Llo- de cualquier tipo de fanta-
presencia de la naturaleza y los sa…), y el descubrimiento El autor, en la Biblioteca Pública de Nueva sía en mis valoraciones,
mundos yuxtapuestos de las ciu- tardío de maestros como York. / morgana vargas llosa quizá subjetivas, aunque
dades: la mayor parte de noso- el swing a la música de jazz. Ese Borges o Asturias, galvani- compartidas por una multi-
tros no viajaremos nunca a la es el talento de los narradores zó por entonces la conciencia de mo. Por otro, es de admirar su tud, acerca de la excelencia de la
Amazonia peruana, pero nos he- antiguos, y el de cualquier nove- una España que despertaba al personal involucración en la po- obra de Vargas Llosa. Hace mu-
mos perdido y asustado en ella lista heredero de Cervantes. Var- desarrollo económico y pugna- lítica, desde una concepción sar- chos años que la Academia sue-
en las páginas de La casa verde; gas Llosa ha escrito sobre las ba por sacudirse las cadenas de triana del compromiso, del enga- ca debería haberse fijado en él
y nadie que haya leído el princi- grandes novelas canónicas ensa- la mediocridad y la miseria. Des- gement tal y como lo entendía- para otorgar un galardón que
pio de Conversación en La Cate- yos de una devoción apasionada cubrimos también gracias a mos y lo pretendíamos vivir en no admite discusiones y que en
dral olvidará la desolación de que tiene mucho de proselitis- ellos, casi de golpe, el mestizaje aquella década de los sesenta, ocasión como esta, al igual que
esa Lima de grisura, pobreza, llo- mo; pero los narradores a los posible entre el realismo social, dorada para nosotros todavía, tantas otras veces, honra más a
vizna y desorden que se extien- que ha celebrado en sus propias que pugnaba por abrirse paso en nuestra memoria y en la de quien lo entrega que a quien lo
de delante de nosotros como si ficciones son los otros, los primi- en nuestro país, y el realismo nuestras frustraciones. De La recibe. La precocidad de su ta-
anduviéramos por sus calles ca- tivos, los orales, los contadores mágico que aquellos autores ciudad y los perros me había im- lento, su proteica vitalidad y su
mino de un encuentro que será de historias de las tribus del nos regalaban. En aquel peregri- presionado su sencillez narrati- biología portentosa permiten
el hilo que nos lleve al conoci- Amazonas, los charlatanes y em- naje artístico, tan inesperado co- va, la plasticidad del relato y su empero que el reconocimiento
miento de la sucia atmósfera mo- busteros de las tabernas de Li- mo placentero, los latinoameri- cercanía a algunas vivencias de llegue cuando todavía le queda
ral de una dictadura y de secre- ma, los escribidores caudalosos canos de la época nos ayudaron la España de entonces. Las expe- mucha obra por delante. Sus
tos que tendrán mucho que ver de radionovelas: ellos eran los a descubrir los perfiles de nues- riencias del colegio militar de Li- amigos, sus lectores, los milla-
con nuestra propia vida. depositarios del secreto inme- tra propia identidad, frente a la ma se parecían como un huevo res de discípulos secretos que
Esa conciencia aguda del lu- morial de hechizar con relatos cultura acartonada, provinciana a otro huevo a las que muchos descubren en su prosa el múscu-
gar del lector en la ficción yo la en voz alta que solo existen ple- y triste que el franquismo patro- reclutas de la mili tenían que pa- lo fibroso y mineral de su condi-
adquirí cuando era muy joven namente en la imaginación del cinaba. decer en el ejército español. El ción de escritor, estamos de en-
en las novelas policiales que pu- que los escucha. Leí la primera novela de Ma- antimilitarismo era corriente horabuena.

A En ese tiempo remoto, yo era muy joven y vivía con mis abuelos en una quinta de paredes
blancas de la calle Ocharán, en Miraflores. La tía Julia y el escribidor (1977)
52 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010

cultura El triunfo de las letras en español


Una valoración literaria

Realidad sin límites


sa. Y es también la historia de
una pasión literaria: la de Flau-
bert y la suya propia. En La ver-
dad de las mentiras (1990) está
definida su filosofía de la inven-
J. ERNESTO AYALA-DIP dera ofrenda a lo mejor de la no- y a la deshumanización de los ral. Y en la segunda descuella la ción. Y en el estudio sobre Los
vela erótica. Su riqueza concep- medios empleados para alcanzar capacidad del autor para crear miserables, de Victor Hugo, el ho-
Resulta cuando menos curioso tual alcanza estratos sociales, psi- unos fines no menos inconfesa- una heroína de tanto calado iró- menaje a la grandeza literaria no
que el mejor libro que se escribió cológicos; en el nivel de las estra- bles. La Fiesta del Chivo (2000), nico como humano. le priva la inmersión en los luga-
sobre la personalidad y obra del tegias narrativas son estudiados probablemente una de las mejo- El otro capítulo que corre pa- res más oscuros del francés. En
premio Nobel Gabriel García y aplicados con precisión quirúr- res novelas sobre dictadores que rejo a su talento inventivo es el El viaje a la ficción. El mundo de
Márquez lo haya escrito el fla- gica el espacio, el tiempo, las vo- se haya escrito en español. ensayo. Ya citamos el que estudia Juan Carlos Onetti (2008) reco-
mante hoy también premio No- ces narradoras y puntos de vis- Soy un admirador incondicio- a García Márquez. Podríamos ci- nozco su intuición creadora. En-
bel de literatura Mario Vargas tas. Todo en pos de su máxima nal de sus dos últimas novelas: El tar el estudio preliminar a la edi- cuentro al Onetti en su mundo
Llosa. Hablamos de García Már- literaria: la verdad de las menti- paraíso de la otra esquina (2003) ción en castellano de la novela de penumbroso y al fundador de
quez: historia de un deicidio. Sime- ras. Ensaya la novela de misterio y Travesuras de la niña mala caballería Tirant lo Blanc, de Joa- una región literaria y una litera-
trías del azar y de la alta estética policiaco insertada en el espacio (2006). En la primera convergen not Martorell. La orgía perpetua: tura. Pero me sorprendió una
narrativa. Alguna vez dijo el gran del terrorismo político del Perú algunas de las pasiones literarias Flaubert y ‘Madame Bovary’ cierta incapacidad para entender
escritor peruano que los únicos de los años noventa: Lituma en de Vargas Llosa: la gran novela (1975) es algo más que un estudio a Roberto Arlt, además de alguna
límites de la novela realista son los Andes (1993), una novela decimonónica, el trazo naturalis- pormenorizado del estilo del nor- injusticia con un escritor argenti-
la realidad, “que no tiene lími- amarga si se atiende su desilu- ta, el esbozo entre folletinesco y mando. Es una declaración de no muy poco conocido fuera de
tes”. Dicha sentencia tenía que sión por las proclamas políticas melodramático, la fascinación principios estéticos que compro- Argentina, Eduardo Mallea.
ver con una de las características cuando conducen al sectarismo histórica y la trascendencia mo- mete toda la obra de Vargas Llo- Dos cuestiones para terminar.
esenciales de su novela La ciudad Primera: los epígonos. Todo gran
y los perros (1963), obra con la autor los tiene. Aunque tiene
que el escritor adquiere su consa- también quienes necesitan ma-
gración y prestigio internaciona- tarlo. Como de alguna manera tu-
les. Y con motivo de este mismo vo que hacerlo el mismo Vargas
título agregó entonces que la rea- Llosa respecto a sus preceden-
lidad supone la existencia de las tes, entre ellos José María Ar-
pesadillas de Kafka, el empeño guedas. Encontré en Abril rojo,
psicológico hecho prodigio ver- de Santiago Roncangliolo, cier-
bal de Proust, el orbe mítico de tas reminiscencias de ¿Quién ma-
Carpentier, las empecinadas y
tortuosas búsquedas de Dos-
toievski y la luminosa objetivi- ‘La Fiesta del Chivo’
dad de Hemingway.
Vargas Llosa escribió muchas es una de las
novelas. Algunas de ellas ya for- grandes novelas
man parte de lo mejor que se es-
cribió en castellano. Como la cita- sobre dictadores
da La ciudad y los perros, donde
se juntan la representación de
un habla popular, inmediata, con El otro capítulo
el uso exacto del monólogo inte- que corre parejo a
rior. Estoy seguro de que los lec-
tores del escritor se dividen en- su talento inventivo
tre los que prefieren Conversa- es el ensayo
ción en La Catedral (1969) y los
que se quedan con La guerra del
fin del mundo (1981). tó a Palomino Molero? En su ine-
Aunque bien pudiera haber fable fiscal Chacaltana Saldívar
un tercer grupo que se quedara había esa configuración de paro-
con las dos. Como un servidor. dia y de sutil denuncia sociopolí-
En ambas novelas se reflejan tica que encontramos en las fic-
dos maneras diferentes de en- ciones digamos policiacas del
frentarse al hecho literario. En nuevo Nobel. Podría citar las
la primera, proyecto totalizante, novelas de Patricia de Souza o
las corruptelas políticas perua- las de Iván Thays, todas tocadas
nas (más un puntilloso detalle por esa maldición social de su
de perversiones) en el marco de país que impregna sus ficciones:
un gran despliegue de recursos peripecia colectiva, investiga-
narrativos; en la segunda, con ción introspectiva y representa-
un cambio de mapa geográfico e ción de una enfermedad históri-
histórico, una reinterpretación co-social y también de una trau-
libresca de Os sertões, del escri- mática búsqueda estética. To-
tor brasileño Euclides da Cu- das cerca del maestro e inten-
nha, y una poderosa metáfora tando alejarse de su poderosa
de los fanatismos ideológicos y estela.
religiosos de la sociedad contem- Las ideas políticas de Ma-
poránea. Mario Vargas Llosa se rio Vargas Llosa, su defensa
alimenta de fuentes estricta- de ciertas políticas neolibe-
mente literarias. Fuentes deci- rales, puede que no lo ha-
monónicas. Flaubert garantiza gan demasiado simpático
el respeto por la frase, los tiem- a mucha gente. Podría-
pos verbales exactos para gene- mos decir, como Marx
rar la sensación de tiempo ínti- Se alimenta de decía de Balzac, que el
autor de La casa ver-
mo, histórico y novelístico. Y Vic-
tor Hugo, la función ética, la es- fuentes literarias: de es políticamente
critura titánica. Flaubert, la estética, conservador, pero
La versatilidad de Vargas Llo- en el terreno del arte
sa es encomiable. La tía Julia y el Víctor Hugo, la ética de la ficción es progresis-
escribidor (1977) es una muestra ta. Yo tampoco comparto mu-
palmaria de ello: la combinación chas opiniones de Vargas Llosa
perfecta de alta ficción y deslum- De gran versatilidad, sobre muchas cosas en las que se
brante simulación de literatura puede combinar siente obligado a opinar. Pero en
la concepción que tiene de la no-
popular, además de un inestima-
ble ejercicio autobiográfico. Y co- alta ficción con vela y, a través de esta, de la reali-
mo también lo demuestra Elogio literatura popular dad, siempre estoy y estaré de
de la madrastra (1988), una verda- sciammarella acuerdo con él.

A El hombre era alto y tan flaco que parecía siempre de perfil. Su piel era oscura, sus huesos
prominentes y sus ojos ardían con fuego perpetuo. La guerra del fin del mundo (1981)
EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010 vida & artes 53

El triunfo de las letras en español cultura


Visiones del mundo editorial
Publicar
a un Nobel
PILAR REYES

Cuando supimos la noticia ayer


a mediodía vino a mi memoria
toda una historia, que hemos
compartido con tanta gente, con
Amaya Elezcano, con Fernando
Esteves, con Juan González, con
los tiempos de Juan Cruz, Seal-
tiel Alatriste y Conrado Zuluaga,
dirigidos por la añorada Isabel
Polanco, y con todos los colegas
de una editorial, Alfaguara, que
cobró cuerpo internacional, ibe-
roamericano, gracias al impulso
que nos dieron autores como
Carlos Fuentes o Mario Vargas
Llosa, y sin duda merced a la con-
fianza que depositaron en noso-
tros, los responsables de la edi-
ción de los libros y aquellos que
han dirigido Alfaguara en Espa-
ña y en el resto de los países ibe-
roamericanos. Ha sido una aven-
tura que, en el caso del Nobel,
tiene su inicio en 1993, cuando
El novelista, tumbado en la habitación de un hotel de Madrid en 1997. / morgana vargas llosa nos entregó Los cuadernos de
don Rigoberto y, sucesivamente,

Fuego intelectual
toda su obra, que ahora es una
biblioteca viva (está a punto de
aparecer El sueño del celta) que
nos enorgullece ofrecer a los lec-
tores como justificación máxima
HÉCTOR ABAD FACIOLINCE aquello que él y unos pocos más do, antes de cumplir siquiera los sobre otros escritores. La prime- de las razones que tuvo el jurado
han estado a punto de lograr va- 30 años, novelas ya maduras, y ra es un extenso estudio sobre para honrar a nuestro autor.
Mario Vargas Llosa, aunque ya rias veces: la novela total. De lo sigue publicando ahora, des- García Márquez y su obra, que Hay muchas más razones
no sea, como hasta hace muy po- que sí podemos estar absoluta- pués de los setenta, novelas que tuvo origen en su tesis doctoral que estas íntimas o internas pa-
co, un trotador empedernido, es mente seguros es de que seguirá poseen un ímpetu y una gracia en la Universidad de Londres. ra celebrar el premio a Mario
un setentón juvenil, de mente y escribiendo siempre, o al menos juveniles. Las de la madurez pre- Historia de un deicidio, publica- Vargas Llosa desde la perspecti-
de cuerpo. Si un signo claro de hasta el día en que su inteligen- coz son La ciudad y los perros da en 1971 (y nunca más reedita- va de sus editores. Desde que co-
la vejez son la rigidez y el estan- cia conserve la agudeza, la crea- (1963), La casa verde (1965) y da hasta fecha muy reciente, en menzó su andadura en nuestro
camiento de las ideas, Vargas tividad y la curiosidad que lo Los cachorros (1967). La más im- sus Obras Completas, a causa de sello, y hoy lo hablaba con mi
Llosa no ha envejecido. Si el sig- han caracterizado durante más portante de la madurez rejuve- su triste trifulca con el escritor compañera Amaya Elezcano,
no más claro de la frescura del de medio siglo. necida es su muy entretenida colombiano). Mario ha sido un autor ejem-
pensamiento es, por el contra- Con una laboriosidad asom- Travesuras de la niña mala Todavía hoy este largo ensa- plar; delicado en todos los mo-
rio, la curiosidad y la capacidad brosa y con una independencia (2006) que recupera el refres- yo sigue siendo una de las mejo- mentos de la proyección del li-
de poner en duda las propias ética que jamás ha sucumbido a cante humor de Pantaleón y las res introducciones al autor de bro como objeto que luego ha de
creencias, con una mente abier- los chantajes morales ni a las visitadoras (1973). Y entre estos Cien años de soledad, y una mues- ser mercancía, instrumento de
ta, entonces Vargas Llosa es un acusaciones infames de sus in- dos extremos de su obra, está lo tra indudable de inmensa gene- lectura. El mimo con el que él
señor de 74 años que más pare- numerables contradictores, Var- rosidad por parte de un colega trata a la gente, a los que están
ce un joven de 37. gas Llosa es, para todos aquellos casi coetáneo, al principio de su arriba y a los que están abajo, ha
No es un traidor a la causa, que hemos apostado la vida a la No es un traidor carrera, con lo celosos y egoís- sido siempre para nosotros una
como lo ha visto la extrema iz- pasión por las letras, un ejemplo tas que suelen ser los escritores. prolongación de su genio como
quierda, sino un hombre fiel permanente de actividad y un a la causa, sino un Vinieron después libros sobre personalidad intelectual que ja-
—por encima de todo— a unas desafío constante contra la pere- hombre fiel a unas Flaubert y Madame Bovary, so- más abandona la sencillez de
cuantas convicciones: la de la li- za o el conformismo mental, tan- bre Sartre y Camus, sobre Argue- sus principios y orígenes. Es un
bertad del individuo, la del re- to en el campo literario como en cuantas convicciones das, sobre la novela moderna lector; muchas veces, en Alfagua-
chazo a la coerción por parte del el político. (La verdad de las mentiras), so- ra, hemos entendido de dónde
Estado, la del rechazo feroz a las En los últimos meses, he leí- bre Los miserables de Victor Hu- viene su genio: de la lectura. Ha-
dictaduras, sean de izquierda o do (o releído) buena parte de sus Su obra tiene go, hasta el muy reciente estu- ce años quiso que revisáramos
de derecha. Políticamente nun- libros y al final de esta extraordi- unas dimensiones dio de la obra de Juan Carlos
Onetti (El viaje a la ficción,
sus ediciones, que el tiempo ha-
ca estuvo con Cortázar, para naria experiencia no dudo en ca- bía llenado de erratas (eso creía
quien no eran lo mismo los crí- lificar su obra, por rimbomban- casi balzacianas, 2008). él); y él mismo sometió a escruti-
menes de la izquierda que los de te que suene el adjetivo, como con 50 volúmenes El fuego de la obra de Vargas nio su obra con un ojo crítico
la derecha, ni con Borges, quien monumental. Sus dimensiones, Llosa y su personalidad arrasa- implacable. De ahí nació, y rena-
estuvo dispuesto a recibir hono- para empezar, son casi balzacia- dora tienen que ver con varios ció, la biblioteca Vargas Llosa,
res de Pinochet. Su maestro en nas, con unos 50 volúmenes a su más asombroso de su actividad factores. Ante todo una fe inque- que para nosotros es un homena-
asuntos políticos ha sido más haber. Pero la cantidad es lo de novelística y ensayística. brantable en la literatura, la je al lector que es él y a los lecto-
bien Karl Popper, con su defen- menos, pues más vasta es la Por un lado, tres novelas tota- cual le ha permitido una fideli- res que tiene.
sa de la sociedad abierta, y en obra de Corín Tellado. Lo asom- les, tres universos ficticios per- dad a su oficio que muy pocos Una palabra final de recuer-
general los pensadores liberales broso consiste en que casi todos fectamente construidos: Conver- poseen con tanta fuerza y cons- do al Nobel Saramago, que nos
anglosajones. sus libros son técnicamente im- sación en La Catedral (1969), La tancia. A esto se une la confian- abandonó este año. Pocos meses
El “primer amor” literario pecables y su obra abarca mu- guerra del fin del mundo (1981) y za, también ciega, en que esta antes de su muerte, él y Pilar del
del reciente Nobel de Literatura chos registros, desde el humor y La Fiesta del Chivo (2000). Estas actividad de la fantasía humana, Río recibieron en su casa de Lan-
fue teatral y casi prematuro, la levedad hasta la más densa tres novelas, al mismo tiempo la literatura, es útil e importan- zarote a Mario y a Patricia. Ma-
pues escribió y llevó a las tablas complejidad histórica o psicoló- íntimas, históricas y políticas te para el mundo. Y, por último, rio y José hablaron de literatura
una obra dramática cuando te- gica. Además, su prosa ensayísti- son, cada una a su manera, tres la seguridad sin fisuras que tie- y de vida. Ahora este Nobel que
nía apenas 16 años. No podemos ca es clara y rigurosa; podemos de las más grandes novelas de ne de pensarse a sí mismo como nos llega a la casa de Alfaguara
saber, sin embargo, cómo serán estar o no de acuerdo con él, pe- nuestra lengua de todos los tiem- un gran escritor. Alguien dijo nos hace recordar, inevitable-
sus últimos amores. Si nos atene- ro sus argumentos son nítidos, pos. que para ser genio hay que mente, ese otro Nobel que tuvi-
mos a lo ambicioso de la próxi- directos, nunca tramposos, pues Al mismo tiempo que escri- creérselo (y Vargas Llosa se lo mos y que con tanto cariño que-
ma novela, El sueño del celta, sa- no recurren jamás a la mentira bía estas tres novelas extraordi- cree, como muchos otros), pero remos rememorar en esta otra
bemos que seguirá buscando lo o a la deshonestidad intelectual. narias, con intervalos de muy po- además, y sobre todo, hay que ocasión gozosa.
imposible, lo que ningún escri- En una vida de gran simetría, cos años, Vargas Llosa fue publi- acertar (y Vargas Llosa acierta
tor ha conseguido nunca, pero Vargas Llosa empezó publican- cando excelentes monografías al tener esta idea de sí mismo). Pilar Reyes es directora de Alfaguara.

A Correr en las mañanas por el Malecón de Barranco, cuando la humedad de la noche


todavía impregna el aire... Historia de Mayta (1984)
54 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010

cultura El triunfo de las letras en español


Álbum fotográfico de una vida

De la pensión El Jute
a la corte de Estocolmo
El escritor de Arequipa ha estado en la primera línea
cultural y política de la segunda mitad del siglo XX
EL PAÍS
Madrid

La vida nunca ha sido ajena para


Mario Vargas Llosa (Arequipa,
1936). Ha escrito mucho y, tam-
bién, ha vivido mucho. Desde que
con 23 años, en 1959, llegó desde
Lima a Madrid con una beca para
hacer el doctorado en la Universi-
dad Complutense mientras vivía
en la pensión El Jute, el escritor
se convirtió en un ciudadano del
mundo acostumbrado a trotar
por medio planeta siempre con
una vocación en la maleta: la lite-
ratura. Ha residido en Lima, Ma-
drid, Barcelona, París y Londres,
además de pasar largas tempora-
das como profesor de literatura
en Estados Unidos.
Joven impulsivo y curioso, su
primera mujer fue su tía política
Julia Urquidi, un matrimonio es-
candaloso para la época (él tenía
18 años y ella 10 más) que inspiró
su novela La tía Julia y el escribi-
dor. El matrimonio viajó a París,
donde vivió algunos años hasta su
separación, en 1964; un año des-
pués Vargas Llosa se casaría con
su segunda mujer y madre de sus Mario Vargas Llosa conversa con Camilo José Cela en 1998 durante
hijos, su prima Patricia Llosa. la entrega del premio Cervantes a Guillermo Cabrera Infante. A la
La familia, la literatura, el ar- derecha, con su esposa, Patricia Llosa. / ricardo gutiérrez

Es un ciudadano
del mundo desde
que llegó a Europa
con 23 años

Lo mismo ha
viajado a Irak que a
las islas Marquesas
siguiendo a Gauguin

te, la política... las inquietudes del


escritor le han hecho estar atento
a los tiempos convulsos que le
han tocado vivir, no solo en Améri-
ca, sino también en Europa, Asia
o África.
Académico, melómano, aficio-
nado al fútbol y a los toros, intelec-
tual comprometido y hasta, por
una vez, candidato a la presiden-
cia de Perú, este viajero incansa-
ble ha conocido de primera mano
no solo a algunos de los conflictos
más atroces de nuestro tiempo,
sino también a algunos de los
grandes hombres y escritores que
han vivido esos tiempos.
Del poeta chileno Pablo Neru-
da (premio Nobel en 1971) al espa-
ñol Camilo José Cela (Nobel en
1989) o el portugués José Sarama-
go (distinguido en 1998 con el ga-
lardón), Vargas Llosa jamás ha de-
jado atrás su instinto por conocer
el mundo que le ha tocado vivir,
ya sea para denunciar sus horro- Un jovencísimo Vargas Llosa, junto al poeta chileno Pablo Neruda en una imagen sin fechar. / sara facio

A —JIJUNAGRANDÍSIMAS —balbuceó Lituma, sintiendo que iba a vomitar—. Cómo te dejaron,


flaquito. ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986)
EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010 vida & artes 55

El triunfo de las letras en español cultura


Álbum fotográfico de una vida

El escritor toma nota en la tumba de Paul Gauguin en 2003 y, abajo, dos años después, junto a unos miembros de
Hamás. / morgana vargas llosa

res —antológicos son sus reporta- El escritor, con su esposa, Patricia vez, nutre su ficción porque es ili- paraíso en otra esquina (1993), si- sino que también viaja a Congo
jes sobre la posguerra en Irak y el Llosa, y sus hijos Gonzalo, Álvaro mitada. Quizá por eso viajó a la no también para tomar nota de para documentar su nueva nove-
conflicto entre Israel y Palesti- y Morgana. Con José Saramago, más pequeña de las islas Marque- cada detalle que le rodeaba. Co- la (El sueño del celta) y así, a tra-
na— o para dejarse asombrar por en 2002 y, entrevistando a Jorge sas no solo para intuir lo que sin- mo ahora, con 74 años (y ya abue- vés de ella y su ficción, denunciar
Semprún, en 1996. / gorka
su belleza. tió uno de sus pintores, Paul Gau- lo) no solo se estrena con los cuen- la resaca del colonialismo en Áfri-
lejarcegi / morgana vargas llosa
La realidad, ha dicho alguna guin, y plasmarlo en su novela El tos infantiles (Fonchito y la luna), ca.

A Desde que escribí mi primer cuento me han preguntado si lo que escribía “era verdad”. Aunque
mis respuestas satisfacen a veces a los curiosos, a mí me queda rondando... La verdad de las mentiras (1990)
56 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010

cultura El triunfo de las letras en español


Un hombre de las ideas y de la política

Enfermo del Perú


siempre ha perdido más de lo
que ha recibido. Pienso en la co-
misión que presidió para investi-
gar la matanza de Uchuraccay,
pienso en la aventura política
FERNANDO IWASAKI por los que Vargas Llosa des- Por otro lado, la conciencia de en La guerra del fin del mundo, que lo llevó a presentarse a las
cendió a los infiernos de la reali- la abyección de las dictaduras Alejandro Mayta en Historia de elecciones presidenciales de
En El país de las mil caras (1984) dad peruana, de donde regresó que atraviesa esa fastuosa novela Mayta y Flora Tristán en El paraí- 1990 y pienso en la cantidad de
Mario Vargas Llosa reconoció: “El —como el filósofo de la caverna— que es Conversación en La Cate- so en la otra esquina; aculturados veces que ha sido vilipendiado y
Perú es para mí una especie de para contarnos lo que vio. dral, rebasa los límites peruanos como Mascarita en El hablador y satanizado por denunciar las dic-
enfermedad incurable y mi rela- La conciencia de la selva, por para reaparecer en La Fiesta del Paul Gauguin en El paraíso en la taduras, injusticias e iniquidades
ción con él es intensa, áspera, lle- ejemplo, adquirida durante una Chivo y en los delirios de la revuel- otra esquina; trasnochados de reli- del Perú.
na de la violencia que caracteriza expedición científica que recorrió ta de Canudos o de los socialistas gión como el Hermano Francisco No creo que Vargas Llosa deba
a la pasión”. Todos los demonios el Alto Marañón en 1958, no solo utópicos franceses, criaturas var- en Pantaleón y las visitadoras y El agradecerle al Perú el Nobel de
conjurados por Vargas Llosa en germinó en novelas ambientadas gasllosianas por excelencia, pues Consejero en La guerra del fin del Literatura. Más bien, gracias a
sus novelas son peruanos o intui- en la Amazonia peruana como La representan la conciencia del fa- mundo, o hedonistas abnegados Vargas Llosa la literatura perua-
dos en el Perú, aunque formen casa verde, Pantaleón y las visitado- natismo que el autor de Los cacho- como Rigoberto en Los cuadernos na será más visible todavía en to-
parte de ese infierno más vasto y ras o El hablador, sino en obras rros descubrió en el colegio mili- de don Rigoberto y Ricardo Somo- do el mundo. La alegría es de to-
universal que muchas veces car- donde también recreó escenarios tar y que le ha servido para echar curcio en Travesuras de la niña dos los hispanohablantes que con-
come la condición humana. Así, de paisajes rotundos como El pa- a volar un enjambre de fanáticos, mala. sideran a Vargas Llosa uno de los
el Colegio Militar Leoncio Prado raíso en la otra esquina, La guerra a veces estrafalarios como Pan- Parece mentira que uno tenga suyos, y a mí me hace muy feliz
en La ciudad y los perros, la trata del fin del mundo y El sueño del taleón Pantoja en Pantaleón y las que “demostrar” los orígenes pe- saber que Mario, Patricia, Álvaro,
de blancas en La casa verde o la celta, donde el infierno selvático visitadoras y Pedro Camacho en ruanos de los demonios y obsesio- Gonzalo y Morgana, por fin van a
dictadura militar en Conversación del Congo se vuelve uno solo con La tía Julia y el escribidor; cegados nes de Mario Vargas Llosa, quien tomar conciencia de cuánto se les
en La Catedral, son los abismos el infierno amazónico peruano. por la ideología como Galileo Gall por estar “enfermo” del Perú quiere. Incluso en el Perú.

Mario Vargas Llosa, en un mitin de la campaña a las elecciones legislativas de Perú en 1990. / gervasio sánchez

El malentendido Vargas Llosa


cado los nacionalismos de todo
tipo y los recortes a la libertad
individual, cualquiera que sea su
justificación. Frente a otros escri-
tores latinoamericanos de su ran-
JUAN GABRIEL VÁSQUEZ La Fiesta del Chivo. Yo he escu- tractores de Vargas Llosa no sue- lo amenazan diariamente. Var- go, Vargas Llosa no ha considera-
chado todas estas variaciones de len leer a Vargas Llosa, un poco gas Llosa se ha enfrentado a toda do que la libertad de expresión o
“Por cada elogio recibirás dos in- un mismo tema: Vargas Llosa co- como aquellos que se negaban a forma de autoritarismo, desde el la integridad personal puedan
sultos”, le dijo una vez Pablo mo hombre de derechas (en el creer en los descubrimientos cós- que ejercen los Gobiernos del sig- violarse si el que la viola se dice
Neruda a Vargas Llosa. Ignoro si mejor de los casos) y como reac- micos de Galileo, pero también no que sea hasta el que practica, socialista, ni que el despotismo
esa proporción se haya cumpli- cionario peligroso (en casi el se negaban a mirar por el telesco- con tan dañinos resultados, la militar sea aceptable si se produ-
do, pero sé en cambio que pocos peor). La única manera de expli- pio para comprobarlos. ubicua Iglesia católica. Y no ha- ce en nombre de un ideal noble,
escritores de nuestro tiempo han carse el asunto es recordando a Porque pocos como Vargas blo de sus novelas, que son formi- de un futuro mejor o de una so-
sido tan gratuitamente calumnia- Borges, para quien la fama era Llosa han defendido las ideas dables alegatos contra todas las ciedad perfecta. Al contrario que
dos, o sus ideas tan dolosamente quizá el peor de los malentendi- que la mejor izquierda ha recla- formas de poder (público pero tantos otros, Vargas Llosa nunca
distorsionadas, como Mario Var- dos, salvo que la fama no puede mado tradicionalmente para sí. también íntimo). Hablo de sus co- ha considerado que las ideolo-
gas Llosa. Si uno se descuida es- explicar por sí sola las prestidigi- Que yo recuerde, no hay otro no- lumnas y sus ensayos y sus dis- gías sean más importantes que
cuchará que el autor de La ciu- taciones que hacen sus enemi- velista de su generación que ha- cursos, donde Vargas Llosa ha de- los hombres. La vida de una sola
dad y los perros es un autoritario, gos para convertir a Vargas Llo- ya defendido con tanta terque- fendido el derecho de las muje- persona humana, recordaba Var-
que el autor de La guerra del fin sa en lo que no es ni ha sido nun- dad la libertad del individuo, o res a abortar, la igualdad para gas Llosa que decía Camus, es
del mundo es un conservador, ca. Pero ahí están sus textos para que tanto haya defendido al indi- los homosexuales, la legaliza- más valiosa que cualquier idea. Y
que es un militarista el autor de contradecirlos. Salvo que los de- viduo frente a las mil fuerzas que ción de la droga, y donde ha ata- así ha vivido.

A “Es este el mejor libro del mundo”, escribió Cervantes de Tirant lo Blanc y la sentencia parece
ahora una broma. Carta de batalla por Tirant lo Blanc (1991)
EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010 vida & artes 57

El triunfo de las letras en español cultura


Un hombre de las ideas y de la política

Generosidad
FERNANDO SAVATER cerá anticuada y los desconcerta- o inocuos, sino aquellos que com-
dos intentarán buscar en Wikipe- prometen en el campo de liza y
La admiración por uno o dos li- dia, es “compromiso”. Y en nada con los que uno se gana más ad-
bros acertados de un autor no es se refleja de forma tan nítida el versarios que admiradores. Acu-
rara, pero la fidelidad a toda una escritor comprometido Vargas dir a la cita no en la balsa que se
obra resulta menos usual. Mario Llosa como en sus artículos de deja llevar por la corriente sino
Vargas Llosa ha sabido ganársela prensa. Cuando uno ha consegui- en el frágil pero aún así altivo es-
como pocos autores contemporá- do un rincón periodístico desde quife que remonta “contra viento
neos entre muchísimos lectores el que hacerse oír, la tentación y marea”, según sus propias pala-
de todo el mundo. Y ello aunque narcisista lleva a deslumbrar y bras.
su caso cuenta con una dificultad no a iluminar: a sacarle maravillo- Aunque nadie me lo pida y sin
añadida: lo notorio de sus postu- samente los ojos al lector en lu- pedir permiso, hablaré de mí. El
ras políticas, que han evoluciona- gar de abrírselos, que hubiera di- lema que en mi estima define a
do profundamente a lo largo de cho Madame du Deffand. Hacer- Mario es el de “generosidad”. Es
los años. se valer con cualquier pretexto y generoso en la opulencia de sus
Conozco no pocos adictos al elegir un tema caprichoso o eru- ficciones, dramáticas y sensuales,
gran novelista que despotrican dito como el McGuffin sabiamen- desesperadas y liberadoras; es ge-
contra sus elogios a Mrs. That- neroso en su curiosidad que a na-
cher o algunas otras tomas de da renuncia, que todo lo explora
partido, pero son los primeros Incluso quienes y escudriña, que lo mismo agota
que corren a la librería en cuanto una biblioteca para documentar
anuncian otro libro firmado por discuten sus ideas un libro que atraviesa el desierto
él. En todo lo que narra Vargas aceptan sus para conocer Irak sin intermedia-
Llosa hay una verdad y una tras- rios; es generoso en su compromi-
parencia objetiva que derrotan a premisas narrativas so político, cuando tan fácil es
los resabios de cualquier ideolo- acertar siempre callando o man-
gía: es lo que podríamos llamar el teniendo una cauta ambigüedad
amor artístico a lo humano, la El escritor como vemos todos los días en
profunda compasión (o simpatía, comprometido está quienes nunca arriesgan ni su co-
si preferimos la etimología grie- modidad ni su reputación; es ge-
ga) que comprende el desasosie- presente sobre todo neroso siempre en su tratar de
go de sus semejantes y vibra lite- en sus artículos entender y no intentar desenten-
rariamente con él. Ese humanis- derse, en su contagioso afán de
mo auténtico, práctico, incluso hacernos entender. Tiene la gene-
misionero (porque nos hace cóm- te arbitrario con el que Hitch- rosidad del talento y su talento es
plices de la humanidad que a tra- ckok promovía sus enredos. A ve- erótico: o sea excitante pero tam-
vés de la lectura se nos descubre) ces el resultado es muy divertido bién procreador. Y ante la genero-
constituye la urdimbre final de su e inteligente, elegante, pero a sidad nada conviene salvo la des-
visión del mundo. Incluso quie- otros no les basta. No le basta a concertada gratitud: tres décadas
nes discuten sus conclusiones Vargas Llosa, cuyo compromiso después de mi inicial asombro al
ideológicas aceptan la suprema estriba en poner su excelencia li- descubrirle, que sigue renovándo-
honradez de sus premisas narrati- teraria de articulista al servicio se libro tras libro, solo puedo de-
vas: tal es su fuerza y su grande- de lo más útil: describir lo comple- cirle la palabra sagrada y que in-
za, tal es también el reto —el jo y perplejo de la realidad para voca lo sagrado: gracias. Y ten
“mas difícil todavía”— que arros- potenciar los requisitos de la li- por segura la feliz felicitación de
tra con cada uno de sus libros. bertad. Por eso no le gustan los tu fiel finalista del Planeta, Ma-
La palabra, que a algunos pare- temas ingeniosamente anodinos rio, ahora que estás en tu reino…

Liberal a secas
JOSÉ MARÍA LASSALLE pre estaban cortados por el mis- gulares que casaron muy bien
mo patrón. A saber: invocar a con su recelo epistemológico ha-
Cuenta Mario Vargas Llosa que Montesquieu si hablaban del po- cia aquellos liberales simplifica-
las primeras lecciones sobre el der; la ciencia y la razón cuando dores que olvidan que el liberalis-
liberalismo las recibió en la infan- apelaban al conocimiento; y la to- mo fue, primero, una apuesta
cia, junto a su abuela Carmen y lerancia si describían las reglas ilustrada por la libertad moral y
su tía abuela Elvira. En boca de de juego de la convivencia civili- de conciencia para, después, pro-
aquellas beatas escuchaba admo- zada, ya fuera doméstica o ciuda- yectarse sobre la libertad del
niciones y reproches sobre la con- dana. mercado, pero no al revés. Como
ducta disoluta de quienes tenían No cabe duda de que aquella se ha encargado de repetir mu-
la osadía de divorciarse, ser libre- educación sentimental marcó a chas veces, nada más lejos en él
pensadores y enfrentarse a la mo- fuego lento su inconsciente con que la actitud de esos liberales
ralina asfixiante de unos criollos el hierro de un desprecio intuiti- logarítmicos que “creen que la
conservadores que añoraban los vo hacia el dogmatismo y los dis- economía es el ámbito donde se
hábitos virreinales e inquisitoria- cursos enérgicos que invocaban resuelven todos los problemas”.
les dejados atrás con la indepen- la verdad como un absoluto in- Para él, la libertad responsable
dencia. En aquella atmósfera fa- flexible. Con los años y las decep- es el fundamento de la dignidad,
miliar, el liberal era el antípoda ciones, aquellas impresiones tem- y eso requiere una estructura
relativista de la ortodoxia, sea pranas adquirieron finalmente igualitaria y positiva que permita
cual fuere el dogma sobre la que el poso de la reflexión intelec- a todos el derecho a decidir so-
se sustentaba. De hecho, el libe- tual. La heterodoxia de Vargas bre su vida, sin dogmas ni orto-
ral prototipo lo tenía en su pro- Llosa fue haciéndose congruen- doxias. Un producto civilizado,
pia familia, ya que un antepasa- te, integrada en un relato que se inestable e imperfecto que asegu-
do suyo dijo un día que se iba de vertebró dentro de una experien- re el derecho a equivocarse y vi-
casa para comprar el periódico y cia personal que hizo que su re- vir en el entorno pluralista, tole-
no volvió hasta 30 años después. chazo al dogma se transformara rante y heterodoxo de una socie-
¿Qué hizo?, preguntaba el joven en la fisonomía de un liberal a dad abierta.
Mario a su abuela, y esta le res- secas. En este sentido, las lectu-
pondía lapidariamente: “Corrom- ras de Popper y Berlin, Mises, José María Lassalle es diputado
perse”, pues en aquellos tiempos Herzen, Dahrendorf y Hayek, fija- (PP) y portavoz de la Comisión de
los que se decían liberales siem- ron en él unas coordenadas sin- Cultura en el Congreso. El autor de El pez en el agua, en 1996. / carlos serrano

A Llamaron a la puerta, doña Lucrecia fue a abrir y, retratada en el vano, con el fondo de los
retorcidos y canosos árboles del Olivar de San Isidro... Los cuadernos de Don Rigoberto (1997)
58 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010

cultura El triunfo de las letras en español


Teatro, música y cine: tres pasiones

Mario Vargas Llosa, con Aitana Sánchez-Gijón durante la representación de Odiseo y Penélope, en Mérida el año 2006. / efe

Te espero en el escenario
respondí: “Te has convertido en
un actor”. Y, como no podía ser
de otra forma, nos lanzamos a
la arena.
Mario el rapsoda, Mario el te-
AITANA SÁNCHEZ-GIjÓN ños de las charlas intermina- des del montaje con una genero- dras del escenario echaban fue- jedor de sueños, Mario el actor
bles, de las carcajadas constan- sidad y un sentido del humor ad- go. La fuerza telúrica de siglos se metió al público en el bolsillo
Corría el mes de julio de 2006. tes, de los escollos que siempre mirables. “Queréis mutilar mi nos subía por la planta de los y yo me sentí el ser más privile-
Un jardín tropical, un frontón al acabábamos por resolver en texto” , nos increpaba. “¡Me que- pies. Faltaban cinco minutos pa- giado del planeta por estar a su
aire libre... y 20 días por delante equipo, siempre en equipo. réis hundir!”. Y acto seguido ex- ra salir a escena. Mario se me lado.
para poner en pie Odiseo y Pené- Es un oficio solitario el del es- plotaba en una carcajada. Dos años después nos embar-
lope, la segunda aventura teatral critor. El de los cómicos, sin em- Patricia, su mujer, asomaba camos en una nueva travesía:
como autor y actor de Mario.
El calor era infernal. Ensayá-
bargo, un proceso colectivo. Ma-
rio luchaba a brazo partido con-
de vez en cuando por detrás de
una palmera y observaba diver-
Mario, el rapsoda; Las mil noches y una noche. Él
era Sahrigar, el sanguinario, y
bamos cobijados por la sombra tra sus propias palabras para tida a Odiseo resistiendo el he- Mario, el tejedor yo Sherezade. Pero esa es otra
de un árbol generoso y nos re- darles vida hasta hacerlas suyas chizo de las sirenas o el reen- de sueños; historia...
Ahora le ha llegado el Nobel.
frescábamos, vestidos, con el de nuevo. Escuchaba admirado cuentro con Penélope a su re-
agua de una manguera hasta las propuestas escénicas de Joan greso a Ítaca. Mario, el actor Por fin. Ya estaba tardando. Me
quedar totalmente empapados. y repetía hasta la saciedad, con Fueron 20 días de conviven- siento tan orgullosa como si se
Mario descalzo, despojado, una disciplina férrea, cada esce- cia intensiva. Habíamos compar- lo hubieran dado a alguien de
entregado a su recién descubier- na hasta caer rendido. A veces tido ya escenario con La verdad acercó entre cajas y, aterrado, mi familia.
ta vocación con la valentía y la nos enzarzábamos en discusio- de las mentiras, pero fue en ese me miró a los ojos y me dijo: Enhorabuena, Mario. Para
humildad de quien no tiene na- nes interminables pero siempre frontón cuando a Mario se le ins- “Esto es espantoso. ¿No pode- los millones de personas que te
da que perder. Joan Ollé (el otro gozosas sobre ciertos pasajes. Y taló definitivamente el veneno mos huir de aquí? Escapemos queremos y admiramos hoy es
vértice del ménage à trois tea- Mario reescribía, cortaba o amol- del teatro. ahora que aún estamos a tiem- un gran día.
tral) y yo disfrutando como ni- daba el texto según las necesida- Llegamos a Mérida. Las pie- po”. “Enhorabuena, Mario”, le Te espero en el escenario.

A Querido amigo: Su carta me ha emocionado, porque, a través de ella, me he visto yo mismo a mis
catorce o quince años... Cartas a un joven novelista (1997)
EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010 vida & artes 59

El triunfo de las letras en español cultura


Teatro, música y cine: tres pasiones

Las películas, eterna frustración


El narrador codirigió su propia adaptación de ‘Pantaleón y las visitadoras’
GREGORIO BELINCHÓN Para un autor al que le gusta
Madrid tanto el cine, el buen cine, debe
de ser duro ver algunas de las
“Fue una experiencia que, des- adaptaciones de sus novelas.
graciadamente, considero frus- Francisco J. Lombardi, el ci-
trada, porque me parece que la neasta peruano fundamental
película no resultó”. En 1974, del siglo XX, adaptó con resulta-
Mario Vargas Llosa, como él do dispar La ciudad y los perros
mismo confiesa en un libro-diá- (1985) y Pantaleón y las visitado-
logo con Ricardo A. Setti, escri- ras (2000). Probablemente el to-
bió y codirigió la adaptación al no de chanza haga envejecer
cine de su Pantaleón y las visita- peor a la segunda que la crude-
doras. “Tuvimos que filmarla en za bien entendida de la prime-
condiciones bastante improvisa- ra. Aunque, apunta Sacristán,
das. Intentamos filmar en Perú,
donde ocurre la historia, pero
el Gobierno militar de la época
lo prohibió”. El director debu-
“Es un apasionado
tante se cubrió las espaldas, del séptimo arte”,
contrató al ya fallecido José Ma- dice José Sacristán,
ría Gutiérrez Santos —director
español amigo del autor y de actor en aquel filme
corta carrera—, pero la produc-
ción pasó de Perú a Venezuela y
de ahí a República Dominicana. “a Vargas Llosa aún le gusta me-
A José Sacristán le tocó encar- nos que su propia película”.
nar a Pantaleón. “El director de Los cachorros tuvieron ver-
fotografía era el nieto de Re- sión mexicana de la mano de
noir, para que veas nuestro pre- Jorge Fons en 1975, que por me-
supuesto”, recordaba ayer Sa- ses es una visión decente. Más
cristán. “Era un producción for- bizarras fueras las adaptacio-
midable, una gran aventura a nes de La ciudad y los perros,
todo trapo de la Paramount. dirigida por el chileno Sebas-
Aún recuerdo allí a la estupen- tián Alarcón en la Unión Sovié-
da Katy Jurado. Nos pasábamos tica en 1986 con el título Ya-
horas y horas hablando de cine. guar, y de La tía Julia y el escri-
Mario es un apasionado del ci- bidor, deglutida por Hollywood
ne”, comenta el actor. Durante en 1990 y rebautizada como Tu-
aquel largo rodaje —“Se alargó ne in tomorrow con la direc-
y alargó en el tiempo, y llega- ción de Jon Amiel, actores co-
mos hasta el 27 de septiembre, José Sacristán, en la versión de Pantaleón..., codirigida por Vargas Llosa. mo Keanu Reeves, Barbara Her-
que celebramos mi cumplea- shey y Peter Falk, y a la apari-
ños, y recibimos horrorizados Vargas Llosa cambió el guión, la vez Francis Ford Coppola en ción de los auténticos Wynton
la noticia de los últimos fusila- e intentó amalgamar actores es- El padrino 2. Descubrimos jun- Marsalis y los Neville Brothers.
mientos del franquismo”—, Sa- pañoles (además de Sacristán es- tos a Robert De Niro. En fin, Al final, lo mejor que ha dado
cristán y Vargas Llosa charla- taban Rafaela Aparicio y Agustín aquel rodaje se nos fue de las el apellido Llosa al cine han si-
ron sobre Flaubert, Rulfo... “A González), mexicanos, dominica- manos”. El peruano solo sacó al- do su primo Luis Llosa (que
mí me descubrió muchas cosas. nos, peruanos… “No llegó a ha- go claro de aquel rodaje en Repú- adaptó hace un lustro la ina-
Fue una aventura formidable y ber una integración real, una ar- blica Dominicana: allí escuchó daptable La Fiesta del Chivo) y
él alimentó con su conocimien- monía. La película no vale gran diferentes historias sobre el dic- su sobrina Claudia Llosa (Oso
to mi pasión por el cine”. Pero cosa”, según su codirector. Otro tador Rafael Leónidas Trujillo y de Oro en Berlín y candidata al
el escritor no acabó contento. recuerdo de Sacristán: “Por la no- la conjura de su muerte. Lo que Oscar con La teta asustada). Si
“Toma, ni yo tampoco”. Una co- che, como dependíamos de Para- el cine perdió, lo ganó la literatu- eso le sirve de consuelo a don
sa no quita la otra. mount, veíamos lo que rodaba a ra 20 años después. Mario…

De ‘La traviata’ a la gloria


ta del Teatro Regio de Parma.
Disfrutamos tanto que nos pare-
cía que la felicidad es posible.
Verdi: las pasiones; Mario: el en-
tusiasmo. Es un cóctel irresisti-
JUAN ÁNGEL VELA DEL CAMPO de Mario, Patricia (su mujer) y misma entrega que evocamos uno de sus compositores predi- ble. Como irresistible es el prólo-
sus amigos. Nos presentamos y destellos de Cuzco o Arequipa. lectos. De hecho, y desde su pues- go que ha escrito para un libro
Con frecuencia, los intelectuales en este juego de complicidades Juan Diego es una referencia ta en marcha, Mario Vargas Llo- sobre la ópera Falstaff, de Verdi,
y escritores viven de espaldas a artísticas y entusiasmos compar- constante en nuestras conversa- sa pertenece al comité de honor a punto de aparecer.
la realidad musical. No es el caso tidos comenzó una amistad. ciones. Por ello después de su de tutto Verdi de la ABAO en Bil- Conversador lúcido e infatiga-
de Mario Vargas Llosa, al que ha- En la primera cena que com- viaje al Festival wagneriano de ble, melómano delirante, lector
bría que conceder otro premio partimos en Salzburgo habla- Bayreuth este verano, con las im- ejemplar, gastrónomo inteligen-
—Nobel o no— por su apasiona-
miento como espectador musi-
mos de Juan Diego Flórez, el te-
nor peruano al que Mario y va-
presiones que el lector de este
diario conoce, le escribí para su-
Él y varios amigos te y sutil (ay, las alubias; ay, los
tiraditos de lubina), Mario Var-
cal. Conocí personalmente a Ma- rios de sus amigos limeños ha- gerirle una visita a Pesaro, con limeños ayudaron gas Llosa es la imagen del inte-
rio en el Festival de Salzburgo, bían ayudado económicamente su tenor favorito cantando una al tenor Juan lectual cercano, de la energía po-
en la última década del siglo XX, para su perfeccionamiento técni- ópera de Rossini. ¿En 2012? sitiva, del narrador de pura san-
la dirigida por Gerard Mortier. co en Estados Unidos. La infinita No falta Mario Vargas Llosa a Diego Flórez gre, de la curiosidad insaciable,
Nos separaban un par de filas de admiración de Mario por Juan la cita salzburguesa de los vera- de la pasión por la vida. Su escri-
la Felsenreitschule. La represen- Diego va mucho más allá de las nos por nada del mundo. Disfru- tura es un reflejo de su personali-
tación de La condenación de afinidades geográficas. Es la ma- ta de la música con una alegría bao, al lado de los Abbado, Ber- dad. Su pasión por la música es
Fausto, de Berlioz, con La Fura nera de hacer música lo que im- contagiosa que se renueva en ca- gonzi, Chailly o la recientemente una elección que va más allá de
dels Baus y el Orfeón Donostia- porta, su mezcla de profundidad da concierto o representación. fallecida Simionato. Un día fui- las apariencias y muestra que la
rra, había concluido. Los aplau- y poesía. Recordamos en aquella Después de La Traviata, con mos juntos en coche desde Ma- vida y el arte pueden estar tan
sos y bravos más entusiastas ve- conversación la tradición de las Villazón y Netrebko, estaba di- drid, con nuestras mujeres, para unidos que no hay manera de
nían del grupo de espectadores voces de tenor en Perú con la rectamente en la gloria. Verdi es ver en Bilbao Aída, con la Orques- distinguir sus diferencias.

A Urania. No le habían hecho un favor sus padres; su nombre daba la idea de un planeta, de un
mineral, de todo, salvo de la mujer espigada y de rasgos finos... La Fiesta del Chivo (2000)
60 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010

cultura El triunfo de las letras en español


Lecturas desde las dos orillas

El vicio de interpretar la vida


ción ministerial, pero no es esa
la verdad. Lo que más me gusta
de Don Mario es el lenguaje. Su
sensual, prodigioso, lujoso uso
del lenguaje que, lo recuerdo co-
ÁNGELES GONZÁLEZ-SINDE primeros libros, si no el primer Conversación en La Catedral. De tura, dos aspectos de la vida tan mo si fuera ayer, me embriaga-
libro, de adultos que tenía en la mano de Don Mario me fui cercanos. Hoy me preguntan los ba en las largas tardes tras la
Cuando leí a Vargas Llosa por mis manos. Tanto me convulsio- incorporando a un mundo que periodistas si lo que más valoro jornada escolar dedicadas, co-
primera vez no sabía nada de las nó esa lectura y tanto placer me me estaba prometido, pero al de la literatura de nuestro nue- mo un vicio, a leerle. El lengua-
cartografías ni de las estructu- produjo, que tras él leí de mane- que nadie realmente podía vo Nobel es el uso de la memo- je. Y los mundos. Y los persona-
ras de poder. O al menos, no sa- ra continuada, adictiva, Panta- acompañarme desde fuera, por- ria histórica, su análisis político. jes. Y las tramas meticulosamen-
bía que sabía. Tenía 14 años y La león y las visitadoras, La casa ver- que solo se accede desde dentro: Sé que es más juicioso decir que te construidas. Y la atención
ciudad y los perros era uno de los de, La tía Julia y el escribidor o el de la juventud y el de la litera- sí, máxime estando en esta posi- que, como autor, aquella voz
que cuenta me presta. No está
escrito que todos los creadores
quieran desaparecer tras su
obra. Son muchos los que tienen
a gala exhibir sus plumas como
parte del regalo que hacen a sus
seguidores. Vargas Llosa no es
de esos. Es, como lo fue en su
primera novela que tanto me sa-
cudió, ante todo narrador y su
primer compromiso, aparte de
consigo mismo, es con sus lecto-
res, no con su prestigio, ni con
su vanidad, ni con su trayecto-
ria. La tarea titánica de cons-
truir cada una de sus novelas y
darles forma se ha visto muchas
veces ya recompensada. Es aca-
démico, tiene el Cervantes, el
Príncipe de Asturias, ha sido
candidato a presidente de su
país natal… pero hoy somos mi-
les, somos millones los lectores
que nos sentimos, junto con él,
premiados. Teníamos razón, to-
dos estos años teníamos razón.
Nos lo ha confirmado la Acade-
mia sueca. Y lo mejor de todo.
En menos de un mes, novela
nueva, más material para ali-
mentar el vicio.

Premio
a tu papá
santiago roncagliolo

Mario Vargas Llosa es el último


de una especie de una generación
de latinoamericanos que no solo
se entendían como escritores sino
personajes públicos. Así veías a
García Márquez con Clinton, a
Carlos Fuentes de embajador
mexicano y a Vargas Llosa de can-
didato a la presidencia de Perú.
Sin embargo, con ser compro-
metido, que es algo que el Nobel
ha destacado en varias ocasiones,
no está comprometido con las
ideas que suelen ganar. Esto mues-
tra unos premios más abiertos y, a
la vez, premia una calidad litera-
ria indiscutible. Vargas Llosa es
un escritor que se reta a sí mismo,
hace siempre algo nuevo y se esca-
pa a las clasificaciones. Como Ma-
donna, que siempre está asociada
a algún momento de tu vida, Var-
gas Llosa también siempre estaba
haciendo algo: o era candidato, o
escritor o periodista. Si eres perua-
no es como si le hubieran dado el
Nobel a tu papá. Lo vi por primera
vez en 1990 en un discurso frente
a miles de personas. Cuando aban-
donó la carrera presidencial, al
día siguiente amaneció la ciudad
llena de pintadas de “Mario, vuel-
ve”. En aquel discurso atacó a los
cacasenos y bribones. Todo el país
estuvo una semana buscando en
el diccionario el significado.

A Urania. No le habían hecho un favor sus padres; su nombre daba la idea de un planeta, de un
mineral, de todo, salvo de la mujer espigada y de rasgos finos... La Fiesta del Chivo (2000)
EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010 vida & artes 61

El triunfo de las letras hispanas cultura


Justicia para un autor imprescindible

La Academia Sueca se premia a sí misma


simplemente inaccesible. Creo ha-
ber leído todos los libros que ha
escrito Vargas Llosa; algunos los
he leído varias veces. No hay nin-
JAVIER CERCAS forma con ser mero entreteni- Llosa solo puede compararse a los pre sus ideas, el hecho de que es, gún escritor en español, salvo Bor-
miento, sino que aspira a plantear más grandes; como intelectual como dijo Lionel Trilling de Or- ges, con quien mi deuda sea ma-
A la una en punto del mediodía los problemas morales y políticos también: lo que le define no es su well, un hombre virtuoso. Todo lo yor. Ayer al mediodía me acordé
empiezan a llamarme familiares y donde se juega de verdad nuestro trayectoria política —desde el anterior convierte a Vargas Llosa de que Vargas Llosa todavía no te-
amigos porque acaban de conce- destino—, en Vargas Llosa se en- marxismo o las cercanías del en un escritor que a todo escritor nía el Nobel y tuve la sensación de
derle el Premio Nobel a Mario Var- carna de forma ejemplar el inte- marxismo hasta el liberalismo, pa- contemporáneo le produce la mis- que la Academia sueca acababa
gas Llosa. Esto no me pasaba des- lectual comprometido, esa figura sando por la socialdemocracia—, ma impresión embarazosa, por de premiarme. Hoy tengo la sensa-
de que murió Borges, solo que en extinción que no acaba de ex- sino algo que está mucho antes no decir humillante, que Victor ción de que, premiando a Vargas
aquel día no me llamaban para tinguirse nunca. Como novelista que la política: el coraje y la inte- Hugo les producía a sus contem- Llosa, la Academia sueca se pre-
felicitarme sino para darme el pé- (y como crítico literario), Vargas gridad con que ha defendido siem- poráneos: se trata de un escritor mia a sí misma. Enhorabuena.
same. Uno de los amigos que lla-
ma me dice: “¡Joder, pero si yo
pensaba que le habían dado el pre-
mio hace 30 años!”.
Francamente: yo también. Por-
que, para mí, la noticia no es que
ayer le dieran el Nobel a Vargas
Llosa; la noticia es que todavía no
se lo hubieran dado. Teniendo en
cuenta el tamaño real de su obra,
el hecho es desde luego asombro-
so. Veamos: Vargas Llosa publicó
a los 26 años La ciudad y los pe-
rros; a los 29 publicó La casa ver-
de; a los 32 publicó Conversación
en La Catedral. Esas tres novelas
deberían bastar para concederle a
cualquiera el Premio Nobel; en
realidad, bastan para convertir a
cualquiera en el mayor novelista
del español. Quiero decir que, aun-
que en español haya alguna nove-
la comparable a esas —poquísi-
mas—, no hay ningún novelista de
nuestra lengua que haya escrito
un conjunto de novelas semejan-
te. El problema es que, luego, Var-
gas Llosa publicó cosas como La
tía Julia y el escribidor, como La
guerra del fin del mundo, como La
Fiesta del Chivo, tres títulos que,
sumados a los anteriores, le colo-
can directamente en la estratosfe-
ra. Es cierto, sin embargo, que Var-
gas Llosa no siempre está en ple-
na forma; pero eso no resuelve el
problema sino que lo complica:
porque resulta que, cuando pare-
ce que no está en plena forma —di-
gamos en Historia de Mayta o en
¿Quién mató a Palomino Mole-
ro?—, Vargas Llosa está más en
forma que la inmensa mayoría de
los novelistas cuando está en ple-
na forma. Lo peor es que la cosa
no acaba ahí. Así como todos los
novelistas sabemos que no hay
ningún novelista superior a Var-
gas Llosa, todos los críticos litera-
rios saben que no hay ningún críti-
co literario superior a Vargas Llo-
sa, y conozco a varios que vende-
rían su madre a una red de trata
de blancas a cambio de escribir
La orgía perpetua o La verdad de
las mentiras. Igual que determina-
dos artículos de los sucesivos volú-
menes de Contra viento y marea (o
que sus libros sobre Victor Hugo o
sobre Onetti, o que algún libro en
apariencia menor, como las Car-
tas a un joven novelista), esos li-
bros contienen la más compleja,
apasionada y persuasiva visión de
la novela y del oficio de novelista
de la que tengo noticia; también
contienen el mejor estímulo que
un novelista puede encontrar pa-
ra escribir, un estímulo solo infe-
rior al que contienen las propias
novelas de Vargas Llosa. Por lo de-
más, si en las novelas de Vargas
Llosa se encarna con una ambi-
ción y una maestría insuperables
la noción de literatura comprome-
tida —una literatura que no se con-

Abrió los ojos a las cuatro de la madrugada y pensó: “Hoy comienzas a cambiar el mundo,
Florita”. El paraíso en la otra esquina (2003)
62 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010

cultura El triunfo de las letras en español


Adelanto de la nueva obra
UN NOVELISTA FRENTE AL HORROR
El próximo libro de Mario Vargas Llosa, ‘El sueño del celta’ (Alfaguara), que saldrá a la venta el 3 de
noviembre, narra la vida de Roger Casement, cónsul británico que denunció las atrocidades
coloniales de Congo, nacionalista irlandés y reo ajusticiado. Este es un extracto del primer capítulo

El sueño del celta


Cuando abrieron la puerta de la desencajaba aún más—. Hay que
celda, con el chorro de luz y un esperar que se reúna el Consejo
golpe de viento entró también el de Ministros.
ruido de la calle que los muros A Roger le molestaba la pre-
de piedra apagaban y Roger se sencia del sheriff y del otro guar-
despertó, asustado. Pestañean- dia en el pequeño locutorio. Aun-
do, confuso todavía, luchando que permanecían silenciosos e
por serenarse, divisó, recostada inmóviles, sabía que estaban
en el vano de la puerta, la silueta pendientes de todo lo que de-
del sheriff. Su cara flácida, de ru- cían. Esa idea le oprimía el pe-
bios bigotes y ojillos maledicen- cho y dificultaba su respiración.
tes, lo contemplaba con la anti- —Pero, teniendo en cuenta
patía que nunca había tratado los últimos acontecimientos
de disimular. He aquí alguien —añadió el joven rubio, pesta-
que sufriría si el Gobierno inglés ñeando por primera vez y
le concedía el pedido de clemen- abriendo y cerrando la boca con
cia. exageración—, todo se ha vuelto
—Visita —murmuró el sheriff, ahora más difícil.
sin quitarle los ojos de encima. —A Pentonville Prison no lle-
Se puso de pie, frotándose los Trabajadores del caucho explotados en Congo. / anti-slavery international gan las noticias de afuera. ¿Qué
brazos. ¿Cuánto había dormido? ha ocurrido?
Uno de los suplicios de Pentonvi- ¿Y si el Almirantazgo alemán
lle Prison era no saber la hora. se había decidido por fin a ata-
En la cárcel de Brixton y en la car a Gran Bretaña desde las
Torre de Londres escuchaba las costas de Irlanda? ¿Y si la soña-
campanadas que marcaban las da invasión tenía lugar y los ca-
medias horas y las horas; aquí, ñones del Káiser vengaban en
las espesas paredes no dejaban estos mismos momentos a los
llegar al interior de la prisión el patriotas irlandeses fusilados
revuelo de las campanas de las por los ingleses en el Alzamien-
iglesias de Caledonian Road ni to de Semana Santa? Si la gue-
el bullicio del mercado de Isling- rra había tomado ese rumbo,
ton y los guardias apostados en sus planes se realizaban, pese a
la puerta cumplían estrictamen- todo.
te la orden de no dirigirle la pala- —Ahora se ha vuelto difícil,
bra. El sheriff le puso las esposas acaso imposible, tener éxito
y le indicó que saliera delante de —repitió el pasante. Estaba páli-
él. ¿Le traería su abogado algu- do, contenía su indignación y Ro-
na buena noticia? ¿Se habría reu- ger adivinaba bajo la piel blan-
nido el gabinete y tomado una cuzca de su tez su calavera. Pre-

“El ‘sheriff’ le puso Roger Casement, el cónsul británico protagonista de la novela.


“Cómo pudo poner
las esposas y le en tinta y papel
indicó que saliera semejantes cosas,
delante de él” hombre de Dios”

“El joven le echó “Fragmentos


una mirada fría. de esos diarios
En sus pupilas circulan ahora
había enojo y asco” por todas partes”

decisión? Acaso la mirada del sintió que, a sus espaldas, el she-


sheriff, más cargada que nunca riff sonreía.
del disgusto que le inspiraba, se —¿De qué habla usted? El se-
debía a que le habían conmuta- ñor Gavan Duffy estaba optimis-
do la pena. Iba caminando por el ta respecto a la petición. ¿Qué
largo pasillo de ladrillos rojos en- ha sucedido para que cambiara
negrecidos por la suciedad, en- de opinión?
tre las puertas metálicas de las Mujeres congoleñas usadas como rehenes. / anti-slavery international —Sus diarios —silabeó el jo-
celdas y unos muros descolori- ven, con otra mueca de disgusto.
dos en los que cada veinte o vein- abogado, maître George Gavan El joven le echó una mirada Había bajado la voz y a Roger le
ticinco pasos había una alta ven- Duffy, sino uno de sus ayudan- fría. En sus pupilas había enojo costaba trabajo escucharlo—.
tana enrejada por la que alcanza- tes, un joven rubio y desencaja- y asco. ¿Qué le ocurría a este im- Los descubrió Scotland Yard, en
ba a divisar un pedacito de cielo do, de pómulos salientes, vestido bécil? “Me mira como si yo fuera su casa de Ebury Street.
grisáceo. ¿Por qué tenía tanto como un petimetre, a quien ha- una alimaña”, pensó Roger. Hizo una larga pausa, espe-
frío? Era julio, el corazón del ve- bía visto durante los cuatro días —¿Alguna novedad? rando que Roger dijera algo. Pe-
rano, no había razón para ese del juicio llevando y trayendo pa- El joven negó con la cabeza. ro como éste había enmudecido,
hielo que le erizaba la piel. peles a los abogados de la defen- Tomó aire antes de hablar: dio rienda suelta a su indigna-
Al entrar al estrecho locuto- sa. ¿Por qué maître Gavan Duffy, —Sobre el pedido de indulto, ción y torció la boca:
rio de las visitas, se afligió. en vez de venir en persona, man- todavía —murmuró, con seque- —Cómo pudo ser tan insensa-
Quien lo esperaba allí no era su daba a uno de sus pasantes? dad, haciendo una mueca que lo to, hombre de Dios —hablaba

A Mi mamá me tomó del brazo y me sacó a la calle por la puerta de servicio de la


prefectura. Fuimos caminando hacia el malecón Eguiguren. El pez en el agua (1993)
EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010 vida & artes 63

El triunfo de las letras en español cultura


Adelanto de la nueva obra
con una lentitud que hacía más da, sin una excepción, habían
patente su rabia—. Cómo pudo terminado en el patíbulo.
usted poner en tinta y papel se- —¿Podré tomar un baño,
mejantes cosas, hombre de Dios. hoy? —preguntó, antes de en-
Y, si lo hizo, cómo no tomó la trar.
precaución elemental de des- El obeso carcelero negó con
truir esos diarios antes de poner- la cabeza, mirándolo a los ojos
se a conspirar contra el Imperio con la misma repugnancia que
británico. Roger había advertido en la mi-
“Es un insulto que este imber- rada del pasante.
be me llame ‘hombre de Dios”, —No podrá bañarse hasta el
pensó Roger. Era un maleduca- día de la ejecución —dijo el she-
do, porque a este mozalbete riff, saboreando cada palabra—.
amanerado él, cuando menos, le Y, ese día, sólo si es su última
doblaba la edad. voluntad. Otros, en vez del baño,
—Fragmentos de esos diarios prefieren una buena comida.
circulan ahora por todas partes Mal negocio para Mr. Ellis, por-
—añadió el pasante, más sereno, que entonces, cuando sienten la
aunque siempre disgustado, aho- soga, se cagan. Y dejan el lugar
ra sin mirarlo—. En el Almiran- hecho una mugre. Mr. Ellis es el
tazgo, el vocero del ministro, el verdugo, por si no lo sabe.
capitán de navío Reginald Hall Cuando sintió cerrarse la
en persona, ha entregado copias puerta a sus espaldas, fue a tum-
a decenas de periodistas. Están barse boca arriba en el pequeño
por todo Londres. En el Parla- camastro. Cerró los ojos. Hubie-
mento, en la Cámara de los Lo- ra sido bueno sentir el agua fría
res, en los clubes liberales y con- de ese caño enervándole la piel y
servadores, en las redacciones, azulándola de frío. En Pentonvi-
en las iglesias. No se habla de lle Prison, los reos, con excep-
otra cosa en la ciudad. ción de los condenados a muer-
Roger no decía nada. No se te, podían bañarse con jabón
movía. Tenía, otra vez, esa extra- una vez por semana en ese cho-
ña sensación que se había apode-
rado de él muchas veces en los
últimos meses, desde aquella
mañana gris y lluviosa de abril
de 1916 en que, aterido de frío,
fue arrestado entre las ruinas de
McKenna’s Fort, en el sur de Ir-
landa: no se trataba de él, era
otro de quien hablaban, otro a
quien le ocurrían estas cosas.
—Ya sé que su vida privada
no es asunto mío, ni del señor
Gavan Duffy ni de nadie —aña-
dió el joven pasante, esforzándo-
se por rebajar la cólera que im-
pregnaba su voz—. Se trata de
un asunto estrictamente profe-
sional. El señor Gavan Duffy ha
querido ponerlo al corriente de
la situación. Y prevenirlo. La pe-
tición de clemencia puede verse Portada de El sueño del celta.
comprometida. Esta mañana, en
algunos periódicos ya hay pro-
testas, infidencias, rumores so-
bre el contenido de sus diarios.
“El obeso carcelero
La opinión pública favorable a la negó con la cabeza,
petición podría verse afectada. mirándolo a los ojos
Una mera suposición, desde lue-
go. El señor Gavan Duffy lo ten- con repugnancia”
drá informado. ¿Desea que le
transmita algún mensaje?
El prisionero negó, con un “No podrá bañarse
movimiento casi imperceptible
de la cabeza. En el acto, giró so-
hasta el día
bre sí mismo, encarando la puer- de su ejecución,
ta del locutorio. El sheriff hizo dijo el ‘sheriff”
una indicación con su cara mo-
fletuda al guardia. Éste corrió el
pesado cerrojo y la puerta se rro de agua fría. Y las condicio-
abrió. El regreso a la celda le re- nes de las celdas eran pasables.
sultó interminable. Durante el En cambio, recordó con un esca-
recorrido por el largo pasillo de lofrío la suciedad de la cárcel de
pétreas paredes de ladrillos roji- Brixton, donde se había llenado
negros tuvo la sensación de que de piojos y pulgas que pululaban
en cualquier momento tropeza- en el colchón de su camastro y le
ría y caería de bruces sobre esas habían cubierto de picaduras la
piedras húmedas y no volvería a espalda, las piernas y los brazos.
levantarse. Al llegar a la puerta Procuraba pensar en eso, pero
metálica de la celda, recordó: el una y otra vez volvían a su me-
día que lo trajeron a Pentonville moria la cara disgustada y la voz
Prison el sheriff le dijo que todos odiosa del rubio pasante atavia-
los reos que ocuparon esta cel- do como un figurín que le había
enviado maître Gavan Duffy en
vez de venir él en persona a dar-
El escritor con niños del campo le las malas noticias.
de refugiados de Hewa Bora, en
Congo, durante un reportaje para Prohibida la reproducción total o par-
El País Semanal. / juan carlos tomasi cial de este texto.

A Aquél fue un verano fabuloso. Vino Pérez Prado con su orquesta de doce profesores a animar
los bailes de Carnavales del Club Terrazas de Miraflores... Travesuras de la niña mala (2006)
64 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010

cultura cine

OLIVER STONE Director El apocalipsis


(financiero)
“La histeria anti-Chávez es española” WALL STREET. EL DINERO
NUNCA DUERME
DANIEL VERDÚ Dirección: Oliver Stone.
Madrid Intérpretes: Michael Douglas, Shia
LaBeouf, Carey Mulligan.
Gordon Gekko ha vuelto. Oliver Género: drama. Estados Unidos, 2010.
Stone (Nueva York, 1946) le ha re- Duración: 133 minutos.
sucitado con renovados senti-
mientos y luciendo su aleta en el JORDI COSTA
gran naugragio financiero mun-
dial. “Un superviviente”, dice el di- En el arranque de esta secuela
rector. Pero Gekko, interpretado más oportunista que oportuna,
por Michael Douglas y convertido Gordon Gekko sale de la cárcel y
en los ochenta en despreciable es- recoge los objetos personales
pejo en el que se miró toda una que dejó en el umbral de la peni-
generación de tiburones, no es ni tenciaría: un muestrario de obje-
la mitad de controvertido que Sto- tos de lujo puntuado por un mó-
ne y sus incursiones en el cine polí- vil de dimensiones precámbri-
tico. Pese a que la entrevista dura cas que aporta la medida del
17 minutos y la excusa es el estre- tiempo transcurrido entre Wall
no de Wall street: el dinero nunca street (1987) —clásico que llegó a
duerme, no tiene inconveniente serlo por su capacidad para cap-
en charlar de Chávez, Morales, Fi- turar el espíritu de su época y
del y hasta de Kim Jong-il (por no por sus perdurables bonda-
cierto, descartado un documental des cinematográficas— y Wall
sobre el dictador coreano). street. El dinero nunca duerme
Pregunta. ¿Por qué ha redimi- (2010) —película que aspira, sin
do a Gekko después de 23 años? conseguirlo, a ser la última pala-
Respuesta. No sé si redimir es bra en ficciones de crisis (finan-
la palabra. Es un mago de la su- ciera)—.
pervivencia. Tómalo así. Cuando A la salida de la prisión, Gor-
sale de la cárcel todo ha cambia- don Gekko (un Michael Douglas
do. Nadie le respeta, no tiene habi- que nunca ha llevado un traje
lidad para el negocio, no tiene di- tan a medida como este persona-
nero ni familia. Nadie le quiere. je) experimenta lo que podría
La cárcel o te rompe o te da clari- llamarse la experiencia del Fin
dad, así que él es ahora más listo. de Raza: nadie viene a recoger-
Pero es el pequeño hombre malo, le, mientras un presunto ex nar-
porque los bancos tienen contro- cotraficante afroamericano en-
lado el juego. Así que cambia sus tra en una kilométrica limusina
puntos de vista. No creo que se acolchada con bases sonoras de
vuelva bueno. Sigue siendo un in- hip-hop. Es una introducción es-
versor. Pero lo hace en su nieto. tupenda, que revela a Oliver Sto-
P. En la película, Gekko ame- ne en plenitud de control de sus
naza con una nueva burbuja registros más zumbones.

Tiburón de cuello blanco


“Obama me ha
Lástima que la crisis económica
decepcionado. Pero sea un material áspero incluso
no hay otra opción. para el humor negro, que el res-
to del metraje siga las pautas de
Es él o Sarah Palin” una suerte de hipotético ma-
nual titulado Financial crackdo-
wn for dummies y que el cineas-
“¿Un documental ta sucumba a algunas de las
sobre Kim Jong-il? metáforas visuales más ratone-
ras —con permiso del Fernando
Ya tengo demasiados León de Aranoa de Amador—
enemigos” que este crítico haya visto en
El director estadounidense Oliver Stone. / getty images mucho tiempo.
Paradigma del tiburón de
todavía peor. ¿Eso cree usted? ner y dejarlo en manos del Tea eso iba mi película sobre Chávez. estuvo detrás del golpe de 2002... cuello blanco de unos años
R. Sí. Y cada vez llegará más Party con una mezcla de miedo, P. ¿Es consciente de la censu- R. Claro. Aznar estuvo detrás, ochenta regidos por la ley de la
rápido. Yo ya he visto cuatro: Viet- rabia y toda esa mierda. ra sobre los medios de comunica- y España tuvo una actitud muy codicia desaforada y del subi-
nam, Reagan, finales de los noven- P. ¿El populismo le parece una ción que aplica Chávez, de los ca- retrasada. dón especulador, el Gekko que
ta cuando se pagó un dineral por opción en política? nales y emisoras que ha cerrado? P. Tampoco le gustó que el Rey aquí reingresa en la vida civil se
Google... La inmobiliaria ha sido R. Puede ser bueno. Aunque R. No es verdad. Tú puedes de- mandara callar a Chávez. reformula como gurú financie-
la cuarta. Y viene otra. también negativo. Esa gente que cir lo que quieras en Venezuela, R. ¿Quién es el Rey para decir ro sobre el paisaje de un preapo-
P. En su película, una web des- busca guerra o venganza, por salvo llamar a a un golpe de esta- eso? Es un hombre conservador. calipsis económico propiciado
mantela el engaño financiero. ejemplo. Necesitamos liderazgo, do contra el Gobierno. Y hubo un Chávez estuvo genial el día que por formas más sofisticadas y
¿Cree que páginas como wiki- pero también inteligencia. par de emisoras que traspasaron dijo en la ONU que olía a azufre amorales de sí mismo. Cuando
leaks sustituirán a la prensa? P. Hablando de populismo, esa línea. Luego hubo otras viola- después de que pasara Bush por Stone comenta, con la imagen
R. No creo. Necesitas reporta- tras sus documentales sobre Fi- ciones técnicas de otras emisoras. ahí. Todo el mundo aplaudió. ¿Se de unos niños jugando en Cen-
jes, corresponsales, gente en el te- del, ¿le considera un dictador? Pero no hay censura. Tú puedes contó eso en España? tral Park con pompas de jabón,
rreno. Internet no sé si podrá ha- R. [Coge aire y piensa] Se con- salir a la calle en Caracas y se P. Sí. Después de Chávez y Fi- la secuencia en que Frank Lan-
cerlo. Sacarán escándalos, filtra- virtió en un hombre fuerte o un oyen las cosas más ridículas anti del, ¿no le gustaría hacer una pelí- gella le expone a su discípulo
ciones, rumores. Pero no sé si pue- caudillo o lo que usted quiera por- Chávez. No es como Cuba. cula sobre Kim Jong-il? (Shia LaBeouf) la teoría de las
den profundizar. Internet tam- que tenía que serlo. EE UU ataca- P. ¿Alguien como Chávez po- R. No. Pese a que creo que burbujas financieras, incluso el
bién puede usarse para difundir ba a Cuba. La gente olvida el con- dría ser presidente de EE UU? siempre hay otra historia que con- espectador más cándido intuye
rumores falsos. Creo que es un texto. Embargo, más de una doce- R. Claro. Fue elegido democrá- tar. Tampoco la haré de Irán. Ya que la película no va a esforzar-
arma de doble filo. na de intentos de asesinato… Pe- ticamente. La gente se cansará de tengo suficientes enemigos. No se demasiado para ser tomada
P. ¿Se siente decepcionado con ro lo único que se dice es que es él al cabo del tiempo. Pero intenta necesito otro antes de morir. en serio. No es, pues, una lúcida
Obama como muchos votantes? un dictador. Hay gente de la CIA hacer cambios estructurales. Ha P. Evo Morales le enseñó a ju- disección de la crisis, sino la res-
R. Sí. Pero no hay otra opción. inflitrada en Cuba y ha tenido hecho un buen trabajo. Sus opo- gar al fútbol en uno de sus docu- puesta crepuscular —pero de fi-
Es él o Sarah Palin, o el retorno a que utilizar técnicas muy duras. nentes lo admiten. La histeria an- mentales. ¿No le dio ningún rodi- nal incomprensiblemente opti-
la derecha. A menos que surgiera Y eso es así en muchos países de ti-Chávez no viene solo de EE UU llazo en los genitales? mista, y ultrakitsch— al modelo
un tercer partido… Quizá tiene Latinoamérica. La cuestión no sino también de España. No en- R. No tuve ningún problema. de western con agentes de Bolsa
culpa de no haber aprovechado el es si es un dictador, sino lo que tiendo por qué. Quizá por Aznar. Le admiro. Es un líder extraordi- que podría haber fundado el pri-
momento populista que podía te- hace EE UU en Sudamérica. De P. Usted siempre dice que él nario. mer Wall street.
EL PAÍS viernes 8 de octubre de 2010 vida & artes 65

cine cultura

Norman Foster esquía en un momento del documental.

Artista, persona,
arquitecto, padre
¿CUÁNTO PESA SU EDIFICIO, mados a vista de pájaro, como
SEÑOR FOSTER? un Dios que mira desde arriba la
Dirección: Norberto López Amado, obra de alguien que parece osar
Carlos Carcar. emularlo, dicen mucho de una
Género: documental. España, Reino película de perturbadora belleza
Unido 2010. formal que, sin embargo, cojea
Duración: 78 minutos. un tanto desde el punto de vista
más periodístico.
JAVIER OCAÑA Por ejemplo, cuando la voz en
off del narrador habla en boca de
Cuando hace un lustro se estre- los detractores de la obra de Fos-
nó Apuntes de Frank Gehry, su ter (“Con 1.400 empleados se
director, el ya fallecido Sidney pueden hacer más edificios bue-
Pollack, afirmaba que uno de nos, pero no tan brillantes”), el
sus grandes miedos a la hora de espectador curioso está deman-
rodar el documental sobre la dando una declaración del pro-
obra del artífice del Guggen- pio Foster. Ya sea defendiéndose
heim de Bilbao era que no tenía o pasando del tema, eludiéndolo
ni idea de arquitectura. Aquella o abordándolo. Pero la pregunta
apuesta, sin embargo, le salió de y la respuesta nunca se produ-
forma notable pues no estába- cen. Quizá el hecho de que esté
mos ante un enrevesado infor- financiado por la propia esposa
me para especialistas, sino ante de Foster, Elena Ochoa, tenga al-
una obra de información cultu- go que ver, porque con estos pro-
ral, ética y política, elaborada ductos parece inevitable que se
con el habitual estilo nada pre-
tencioso del autor de Memorias
de África. En la base de ¿Cuánto
pesa su edificio, señor Foster?, en
En el documental,
cambio, se encuentra la figura algo hagiográfico,
de Deyan Sudjic, director del De- termina ganando el
sign Museum de Londres, y repu-
tado crítico de arquitectura, que aspecto más formal
ejerce de guionista y narrador
de la película. Sin embargo, lejos
de convertirse en un tocho para tienda un tanto hacia la hagiogra-
especialistas, su documental so- fía, pero en ¿Cuánto pesa su edifi-
bre Norman Foster, otro insigne cio, señor Foster? termina ganan-
profesional, se apunta a la belle- do el aspecto más formal y, sor-
za formal, al deleite de las cons- prendentemente a pesar de la
trucciones del autor de, entre frialdad del artista, todo un per-
otros edificios, la Torre Hearst sonaje, el aspecto más humano.
de Nueva York o el aeropuerto La excelente banda sonora de
de Shanghai. Joan Valent y la bella textura de
Dirigido por los españoles las imágenes llevan a momentos
Norberto López Amado y Carlos de verdadera pasión por la obra
Carcas, narrado de forma expli- de Foster. “Las cosas bellas pue-
cativa por el propio Sudjic, muy den ser útiles y las cosas útiles
bien locutado y también escrito, pueden ser bellas”, parece ser
el documento relata de forma ca- una de las máximas de este hom-
si cronológica la carrera de Fos- bre que, en su día, fue pionero en
ter, abundando en el terreno ar- la arquitectura industrial. Como
quitectónico, pero también enla- tampoco tiene precio ver al sep-
zando con su vida personal y con tuagenario padre de un chico de
algunas de sus señas de identi- apenas nueve o diez años jugar
dad personales, como esa afición con el crío a fabricar un barco de
por el esquí de fondo que no sólo juguete para la piscina y termi-
le retrata como deportista sino nar diciéndole: “Podemos afir-
como eminente luchador. Los mar categóricamente que la cal-
planos aéreos de los edificios, to- dera está llena”.
66 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010

cultura cine

Una mentira verdadera (o viceversa)


va de un street art condenado,
por naturaleza, a una existencia
efímera se transforma en la cró-
nica de la forja, por simpatía, de
una identidad artística definida
EXIT THROUGH THE GIFT SHOP mitología que fueron los Sex Pis- McLaren quizá distorsionó la tar contando a sus espectadores en la impostura y el simulacro.
Dirección: Banksy. tols— en clave de estafa cultural historia del punk, pero su gesto una hermosa (y ácida) mentira, Exit… no está aquí para dar
Intérpretes: Banksy, Thierry Guetta. y diabólica estratagema mercan- exhibicionista delató no pocas pero, en un sentido profundo, su respuestas, sino para formular
Género: documental. Reino Unido, 2010. til. La realización de la película verdades sobre la estrategia (ve- excelencia se mantiene a salvo las preguntas más pertinentes
Duración: 87 minutos. depositó sobre los hombros de nal, publicitaria) que palpita ba- de las consecuencias de esa sobre el arte contemporáneo,
Temple tal cargamento de cul- jo buena parte de los fenóme- eventualidad. Con un sofistica- sus relaciones con el mercado,
J. C. pa que el cineasta, años más tar- nos culturales de la contempora- do sentido del humor que se apo- la caducidad y perversión de to-
de, se vio impelido a contar su neidad. ya en las ambigüedades del da contracultura y los espejis-
En Dios salve a la reina (1980), verdad sobre los Sex Pistols en Primer largometraje de una sobrentendido, el documental mos del genio. El crítico, en este
Malcolm McLaren, con la com- la notable La mugre y la furia de las figuras clave del street art plantea la singular estratagema caso, tiene claro que está ante
plicidad del director Julien Tem- (1999), trabajo que, con todo, no —el esquivo, enigmático, brillan- narrativa de alterar el foco de una obra maestra, pero no sa-
ple, contaba la génesis del punk llegó a invalidar el poder de la te Banksy: un artista sin rostro, sus intereses: lo que, en princi- bría determinar si del documen-
—y, en particular, la construc- valiosa, iluminadora mentira pero con discurso—, Exit through pio, iba a ser un trabajo que do- tal, del mockumentary o de la
ción de ese fundamento de su que fue Dios salve a la reina. the gift shop también podría es- cumentase la emergencia furti- poscomedia.

Parientes serpientes
AMADOR
Dirección: Fernando León.
Intérpretes: Magaly Solier, Celso
Bugallo, Sonia Almarcha, Puri de
Castro, Manolo Solo.
Género: drama. España, 2010.
Duración: 112 minutos.

J. O.

El cine de Fernando León, in-


maculado para la mayoría de los
especialistas desde Familia
(1996), su sensacional ópera pri-
ma, un prodigio de originalidad
y cadencia, hasta las muy pre-
miadas Barrio (1998) y Los lunes
al sol (2002), comenzó a chirriar
con Princesas (2005). De pronto, Magaly Solier y Celso Bugallo, en Amador, de Fernando León.
a su simbolismo le perdía el su-
brayado, su poética del asfalto advierte la protagonista, en un
parecía de diseño, sus buenas in-
tenciones sociales se derrumba-
León reincide apunte único para espectadores
lerdos), y las secuencias de hu-
ban por su condescendencia, en buena parte mor (las conversaciones con la
por el excesivo amor a sus criatu- de las deficiencias prostituta y el cura) parecen es-
ras. Con Amador, su nuevo traba- critas por un imitador del hom-
jo, León reincide (aunque algo de ‘Princesas’ bre que compuso aquella fábula
menos estrepitosamente) en bue- de la cigarra y la hormiga en ver-
na parte de las deficiencias de sión sindicalista, recitada por Ja-
Princesas, e incluso parece ha- sión entre dos inmigrantes (uno vier Bardem en Los lunes al sol.
ber perdido la buena mano para asentado laboralmente, el otro En Parenti serpenti (1992), un
una de las mejores virtudes de en el papel de trápala), alimenta- casi octogenario Mario Monice-
Barrio y Los lunes…: la aparición da exclusivamente de lugares co- lli, que sabía de lo que hablaba,
de cierta comicidad de raigam- munes. La sobreescritura está se atrevió a dinamitar a un ma-
bre melancólica dentro de un en- emborronando los libretos de trimonio de la tercera edad con
torno de base trágica. León: el simbolismo se hace de- un escape de gas provocado por
Centrada en dos de las proble- clamatorio (la vida como un sus propios hijos. León casi se
máticas sociales más acucian- puzle que cada uno debe cons- apunta a semejante teoría, pero
tes, la inmigración y la soledad truir, las flores con olor a am- no desde la alegoría, sino desde
de la tercera edad, la historia bientador), las intenciones se un realismo poético al que las
marca el territorio ya desde su verbalizan en demasía (“Lo hice rimas se le están convirtiendo
primera secuencia, una discu- porque necesitaba el trabajo”, en ripios.

¡Que viene el banco!


GRU, MI VILLANO FAVORITO de las divisiones animadas de ro que el adulto acompañante
Dirección: Chris Renaud, Pierre Fox y Sony, además de Dream- se verá identificado con el prota-
Coffin. Works, todos ellos con produc- gonista cuando, decidido a cum-
Dobladores en español: Florentino tos de éxito, aquí llega el pri- plir su gran sueño de villanía, el
Fernández, Ana de Armas. mer trabajo de la casa Univer- robo de nada menos que la Lu-
Género: animación. EE UU, 2010. sal: Gru, mi villano favorito, una na, se dirige al único lugar que
Duración: 95 minutos. desmitificación del malvado puede superar en perfidia a su
clásico, reciclado aquí en un ti- propósito: el Banco del Mal, que
J. O. po borde al estilo House, que a le debe conceder un crédito pa-
la fuerza debe convertirse en ra conseguir la infraestructura
Las grandes productoras esta- padrastro de unas niñas huérfa- necesaria para ejecutar su plan.
dounidenses saben cuál es el nas. Una obra notable que des- Así, Gru, mi villano favorito,
único negocio (casi) seguro de taca en una de sus tramas cola- fresca y ágil, aunque quizá algo
hoy día para la industria cine- terales: el asentamiento en ver- complaciente en el diseño gráfi-
matográfica: las películas infan- sión candorosa de la extendida co de algunos de los personajes
tiles de animación en tres di- idea de que el único y verdade- secundarios, se convierte en in-
mensiones. Público asegurado, ro maligno de nuestros tiem- cuestionable producto de unos
en familia, en masa. Cierto que pos es el banco. tiempos agitados por la crisis
el dueto Pixar-Disney lleva el Si los críos lo van a entender económica global. Ya no hay
timón con una comodidad in- o no es otro asunto (ya tendrán ogros, cocos, brujas ni hombres
sultante, pero tras la apertura tiempo de ello), pero queda cla- del saco. Solo están los bancos.
EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010 vida & artes 67

las colecciones de EL PAÍS

El otro 11 de La película

septiembre
Ken Loach y el chileno Vladimir Vega
ponen en paralelo dos 11-S muy distintos
en ‘11’09”01’, documental de 11 directores
WALTER OPPENHEIMER bre, para fundir los atentados del
Londres 2001 con el sangriento golpe de
Pinochet y la CIA en 1973.
Barba de dos días, aspecto cansa- Loach y Vega habían trabaja-
do tras un largo viaje, Vladimir do juntos en Ladybird, ladybird
Vega acaba de llegar de Chile (1994). Cuando a Loach le propu-
cuando recibe a este diario en su sieron en 2002 participar en el do-
modesta pero acogedora vivienda cumental sobre el 11-S, sabía que E El número 11 se confirma
de Elephant and Castle, barrio po- Vladimir estaba escribiendo so- como mágico en este
pular del sur de Londres. No hace bre sus vivencias políticas. En el documental que, filmado para
ni un cuarto de hora que ha logra- documental, inevitablemente sin- su estreno en el primer
do llegar a casa, superando la tor- tético, les explica a los norteame- aniversario del 11-S, recoge los
tura de la huelga de metro con ricanos en forma de carta su sufri- 11 puntos de vista de 11
que le recibió la capital británica. miento en los días del golpe y el realizadores —de
Difícilmente hablará mal de papel de Estados Unidos en una Bosnia-Herzegovina, Burkina
una huelga: por sus venas solo co- operación que acabó con la liber- Faso, Egipto, Estados Unidos,
rre sangre obrera, como delata su tad y la democracia en Chile. Es Francia, India, Israel, Japón,
nombre, homenaje paterno al ca- un reproche amargo. Son las pala- México y Reino Unido— con
marada Lenin. Y sabe en carne bras de un hombre marcado, que 11 historias que se refieren o
propia lo que es la tortura. El mar- no busca venganza, con la convic- rodean aquellos atentados que
tes 11 de septiembre de 1973, na- ción de que los norteamericanos cambiaron el mundo.
da más producirse el golpe de Es- necesitan reflexionar sobre sus
tado del general Pinochet que de- papeles en la historia: víctimas en El DVD, mañana, por 2,95
rrocó a Salvador Allende, Vladi- 2001, verdugos en 1973. euros, con EL PAÍS.
mir fue detenido. Tenía 20 años. La carta acaba con una emoti- Vladimir Vega, en su casa de Londres. / miguel a. fonta
Le pegaron un tiro en la rodilla al va despedida: “San Agustín dijo
arrestarle. Le torturaron durante que la esperanza tiene dos hijas para decir ‘Miren, esto es lo que do para espantar a los demonios. lo que hicieron. Esto es una guita-
días. Pasó cinco años en la cárcel. muy hermosas, Ira y Valentía. Ira pasó en mi país’ con canciones co- “Después de acabar el documen- rra rota, que representa la muer-
Al salir, los laboristas británicos por la rabia de que las cosas son mo El desaparecido y otras. Y llega tal no hice mucho, me senté con te de Víctor Jara con la paloma de
le acogieron en Reino Unido. como son. Y Valentía para cam- la película, se termina y me viene una cuchilla e hice esto”, explica. la paz que tanto quería para Chi-
La historia de este hombre biarlas. Madres, padres y seres una calma como si me hubiera Esto es una escultura en minia- le. Y esto es el indio Mapuche”.
que le puso Pablo a su hijo por- queridos de aquellos que murie- sacado un gran peso de encima. tura tallada en lo que fue la pata Los ojos de Vega delatan triste-
que ese era su nombre de guerra, ron en Nueva York, pronto será el Sin yo saberlo había estado enfo- de un viejo sillón. Esa escultura za. Quizás por el repentino esfuer-
en homenaje al poeta Neruda, es 29º aniversario de nuestro mar- cando toda mi vida a decirle al “es Chile”, susurra. “La cara de la zo de evocar aquellos días. O por
una de las 11 que se insertan en tes 11 de septiembre y el primero mundo: esto me pasó a mí, a Chi- madre patria; obviamente, triste. la añoranza del que vuelve a Lon-
11’09”01, el documental en el que del vuestro. Os vamos a recordar. le. Y ese peso ya no está ahí”, re- Brazos de gente muerta. Un hom- dres después de cuatro semanas
11 directores de cine de todo el Espero que vosotros nos recor- cuerda con melancolía. bre gritando. Y esto es la bandera en Chile. O porque siente que,
mundo ofrecen su visión sobre el déis también a nosotros”. En sus más de 30 años en Lon- de EE UU, que se transforma en aunque Pinochet está muerto,
11-S. Ken Loach, el gran cineasta “Cuando finalizó el documen- dres, Vladimir trabajó limpiando, una púa que traspasa la cara del consiguió matar quizás para siem-
de la izquierda británica, no quiso tal fue como si todo lo que yo ha- sirviendo mesas..., pero nunca re- hombre: eso representa la tortura pre el movimiento popular que
limitarse al 11-S americano y apro- bía hecho así como artístico se vi- nunció al arte, a la música, a can- de EE UU. Aquí hay un pedazo de encumbró a Allende: “La gente
vechó la dramática coincidencia niera abajo un poco. Mi subcons- tar. Siempre con la lucha obrera pie. Un cráneo roto: te metían 30 prefiere olvidarse de todo aque-
de fechas, martes 11 de septiem- ciente me llevaba a hacer cosas en el corazón. El arte le ha servi- balazos en la cabeza. Fue brutal llo, me da mucha rabia”.

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