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Capituto 10 PRINCIPIOS DE LA RELACION DE TRABAJO. El derecho del trabajo cuenta con principios propios que lo caracterizan dentro del ordenamiento juridico. Estos principios actian como criterios rectores tanto para la claboracién de sus normas cuanto para la interpretacién y aplicacién de estas. Dentro del proceso de «constitucionalizacién del derecho del trabajo», la Constitucién perua- na no sc limita a incorporar cn sus normas a los principales derechos del trabajador sino que hace lo mismo respecto de algunos de los principios del derecho del trabajo. De este modo, cl articulo 26° de la Constitucién indica que cn la relacién laboral se respetan los siguientes principios: i) Igualdad de oportunidades sin discriminacién, ii) cardcter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitucién y la ley, ¢ iii) interpretacién favorable al trabajador cn caso de duda insalvable sobre el sentido de una norma! Antecedentes inmediatos de este precepto son los articulos 42° y 57° de la Cons- titucién de 1979, referidos, aunque con diferencias de expresién, a los mismos prin- cipios. Por tanto es esa Constitucién la primera que «constitucionalizé» los prin: del derecho laboral en el Perd?. Los principios del derecho laboral —o de la relacién laboral, como los denomina nuestra Constitucién—, constituyen, sogiin Pld Rodriguez, «Lincas directrices que informan algunas normas c inspiran directa o indirectamente una scric de soluciones ios * Anota Carrillo Calleque trece constituciones hispanoamericanas han agrado el principio de igualdad ante la ley y no discriminacién, doce lo han hecho con el principio de irrenunciabilidad de derechos y cuatro respecto del principio in dubio pro operario (gf. Catillo Calle, 1993, pp. 67-68). > Elarticulo 42» de esta ConstituciGn sefialé en su tercer pirrafo: «El trabajo en sus diversas modalidades «s objeto de proteccién por el Estado, sin discriminacién alguna y dentro de un régimen de igualdad de tratos. Por su parte, el articulo 57 estableci6 que «Los derechos reconocidos a los trabajadores son irrenunciables. Su ejetcicio estd garantizado por la Constitucién. Todo pacto en contrario es aulo. En la interpretacién o duda sobre el alcance y contenido de cualquier disposicién en materia de trabajo, se esti a lo que es més favorable al trabajador» 358 La cxtusura De Estapo social EN 14 Constitucion por lo que pueden servir para promover y cncauzar la aprobacin de nuevas normas, orientar la interpretacién de las existentes y resolver los casos no previstos» (Phi Ro- driguez, 1978, p. 9). Precisa el maestro uruguayo que estos principios son enunciados bisicos que contemplan y abarcan una seric indefinida de situaciones, los cuales po- seen mayor generalidad que la norma y sitven para inspirarla, entenderla y suplirla, funcidn esta que cumplen respecto de un niimero indeterminado de normas (cfi: Pi Rodriguez, 1978, p.10)°. Con una visién mas restringida, Alonso Garcia considera que los principios del derecho laboral son «(...] aquellas lincas directrices o postulados bisicos de la tarca interpretativa que inspiran cl sentido con que han de aplicarse las normas laborales, serdesentraiado —en caso de duda—el contenido de las relaciones de trabajo, 0 des- velada justamente la intencién que presidicra la voluntad de los sujetos contratantes» (Alonso Garcia, 1981, p. 250). Como se puede apreciar, este profesor espaftol limita cl campo de actuacién de los principios del derecho laboral a la aplicacién y herme- neusis de las normas, mientras que Pli Rodriguez. lo extiende, también, al momento de claboracién de estas. Esta visién de mayor amplitud la comparte, cn la doctrina nacional, Neves Muji- ca, quien apoyindose en el pensamiento de Pld Rodrigue, sefiala que los principios del derecho del trabajo operan cn diversas fases de la vida normativa: [...] para la produccién de las normas, momento en el que debe acudirse al cardcter protector del Derecho del Trabajo; para su interpretacién, actividad en la cual el principio apropiado es el in dubio por operarios para su aplicacién, oportunidad en fa que resolvemos un conflicto, mediante la norma mis favorable, o retenemos ventajas alcanzadas, a través de la condicién mas beneficiosa; y para su sustitucién, supuesto en el cual acudimos a los métodos de integracién. Asimismo, se utilizan en hipétesis de afectacin de derechos, por diversas vias (la primacia de la realidad, la irrenunciabilidad de derechos, la igualdad y la propia condicién més beneficiosa, clesempefian este papel) (Neves Mujica, 2003, p. 101). La constitucionalizacién de los principios laborales —es decir su positivacién en el mis alto rango del ordenamiento jurfdico— plantea la cuestién de si resulta necesa- rio, para que tales principios sean reconocidos, su formulacién mediante normas ju- ridicas. Alonso Garcfa considera que aquellos se exteriorizan en preceptos normativos que los formulan expresamente, adquiriendo absoluro valor legal, por lo que se trata de verdaderas normas (of: Alonso Garcfa, 1981, p. 250). Pld Rodriguez, por el con- trario, sefiala que «Una de las caracteristicas de los principios del derecho del trabajo es su amorfismo, en cuanto carecen de procedimientos técnicos de exteriorizacién. 2 Agrega Pld que dichos prineipios <...] consticuyen un cauce general del ordenamiento, un sentido de la legislacién, una orientacién recurrente en ella, que se trasluce en una pluralidad de disposiciones. De alli que se hable de principios bisicos o fundamentales, porque sirven de cimiento a toda la estructura juridico-normativa laboral» (Pld Rodriguez, 1978, p. 10). Capiruto 10, Pricipi0s DE LA RELACION DE TRARATO. 359 No hay, pucs, una forma tinica y exclusiva de manifestarse, Podriamos decir que ai siquicra hay una forma preferente de manifestacién» (Pla Rodriguez, 1978, p. 17). Agrega que, mds, bien, existe una marcada tendencia a incorporarse cn otras fucntes sabandonando formulaciones abstractas ¢ imprecisas», razdn por la cual pocas veces cl enunciado del principio es directo y en ka mayoria de los casos este debe inducirse del texto (p. 17). El mismo auror considera que la expresién de los principios mediante normas no cs lo mas conveniente: Curiosamente la experiencia histéricamente universal ensefta que la conerecién en la ley les quita fecundidad. Se ha sefialado que en los paises en que no se ha dado una adyocacién juridico-positiva a los principios del derecho del trabajo, estos se han abierto camino con mayor pujanza y decisién que en los restantes. La consa- gracidn en virtud de la ley cristaliza y, por eso mismo, congela la funcién que estos principios pueden tener (pp. 17-18). Considera el profesor uruguayo que las limitaciones que pueden derivarse de la for- mulacién legal de los principios sc reficja tanto cn su significacin y funciones, cuanto cn la cnumeracién de estos y comparte Ia idea de quicnes sosticnen que una nota caracteristica de aquellos, que explica su influencia sobre cl derecho positive es, pre- cisamente, que estin fucra de este y no sc les pueda formular juridicamente (cf: Plt Rodrlguez, 1978, pp. 17-18)’. Es indudable, como lo sosticne Neves Mujica, resumiendo la posicién dominante en la doctrina, que la plasmacién de los principios en una norma no es indispensable para aceptarlos cn cl ordenamicnto. Afirma, no obstante, que cllo cs recomendable, porquc los reforzarfa, pero solo a condicién de que la férmula legal no resulte limi- tativa de sus alcances, que es el riesgo al cual teme Pl Rodriguez. En este sentido, considera que la formulacién como norma constitucional de los principios de irre- nunciabilidad de derechos y el in dubio pro operario adolece de un sentido restrictive (eft: Neves Mujica, 2003, pp. 101-102). Ademas de ello —lo cual seré analizado al tratar cada uno de dichos principios— el enunciado de los principios del derecho laboral que contiene ka Constitucién es limitado cn cuanto a la cnumeracién de estos, porque ha dejado de lado otros igual- mente reconocidos por la doctrina y Ia jurisprudencia, como los de norma mas favo rable, condicién mas beneficiosa y primacia de la realidad. La exclusién de estos es tan notoria que cl Tribunal Constitucional ha reconocido a este tiltimo en cl mismo rango que los enumerados en el articulo 26°, afirmando que se trata de un «principio * cAdemis, hace nocar Gelsi Birdart que esa consagraciOn legal ni siquiera sirve para aclarar defini: vamente su alcance y su sentido. La determinacién de los principios, como las definiciones legislativas, no concluyen la deliberacién de la ciencia, sino que le dan nuevos elementos para su continuacién» (Plé Rodriguez, 1978, p.18).

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