Prélogo y notas:
‘RICARDO PIGLIA
‘Tara: Rowe Auvamne
1968 - EDITORIAS, JORGE ALVAREZ. S.A,
“Taleahome 485 Buenot Altes
cho el dapat do Lay
Imprese en a Argentina ~ rite in Argent
CRONICAS
DE
LATINOAMERICA
Juan Rulfo
Gabriel Garcia Marquez
Guillermo Cabrera Infante
José Donoso
Augusto Roa Bastos
Joie Guimaries Rosa
Jorge Edwards
José Revueltas
Mario Benedetti
Carlos Fuentes
Alejo Carpentier
Juan Carlos Onetti
etuitad do Foes y Pum:
A,
BBUOTL Xda i
EDITORIAL JORGE ALVAREZ S. A.BIBLIOTECA FAC. FIL,
INVENTAR. 2
recia 29/04
FACULTAD DE FILOSOFIA
BIBLIOTECA
Signature
Topograt
Y HUMAN.
DGltee |
AMERICA LATINA:
DE LA TRAICION, A LA CONQUISTA
Los iiltimos cien afios fueron testigos de le apa-
ricién de dos grandes literatures: Ia rusa y la norte-
americans, Quizis la segunda parte del siglo xx sen
la de Ia aparicién de la literatura latinoamericens,
1961; Borges obtiene el Prix International.
‘Vargas Llosas en 1962, Lefiero en 1963, Cabrera
Infante en 1966 y Carlos Fuentes en 1966 ganan et
Seix Barral,
1959: Los pasos perdidos de Carpentier recibe
et premio al mejor libro extranjero publicado exe
‘off en Francia,
1966: La ciudad y los perros obtiene dos de los
einen votos en la altima ronda de volactones det
Formentor.
1067: Rayuela, Gran sert6n: veredas, La muerte
de Artamio Cruz Hl siglo de las Iuces son finalis-
tas del Prix International.
Nacimiento, renovacidn 0 espejismo, esta ave-
laneha (que viene a confirmar la premonicién de
Octavio Paz) ¢s més desordenada de lo que algunos
Pueden desear: gCémo encerrar en una misma “lite-
‘ratura’” las ficelones de Borges, lac novelas de Var-
gas Llosa, loe euentos de Rulfo? A primera vista ha-
ria que penear que e2 la cadene de la lengua comin
lo que disimula la disporidad y enlaza a todos estos
7bros, « todos estos autores, De todos modos es pre
iso reepetar Ta seoreta. ambigtedad de esa proposi-
cién si no se quiore corver et riesgo de esquivar la
paradoja mde estinulanta, el eje subterséneo de ta
narrativa contemporénea de esta parte de América:
porque lo que tienen de comin, hov, los mejores es-
erivores fatinoamericonce os, mas que ol manejo del
espa, la comin traicién al espaiidl; una rebeldia
permanente contra las estructuras oficiales del idioma
Guo ha terminado por tejer wn desordenado mapa
Kngitistico, recortando las diferencias idiométicas
tracionales, sua contornos dialectales. Baste pensar
en Tres tristes tigres (a fa que el mismo Cabrera
Infante presenta como lablada en cubano, en eb sen-
do en que Tomés Mojerro o Ferando del Paso eseri-
den en mejicana) o en Rayuela para comprodar que
en esa diferencia ee agaztpa ta eoincidencia més pro-
funda,
oto traictén undnime, este permanente desaeato
@ lag formas venerables del idioma, esta arvemetida
contra el falzo y alambioado lengunje académico nace,
sobre todo, enol encantamiento frente ala espontane!-
dad de nuestro hermoso, inteligente, rico y hasta des-
Jumbrante estilo oral, al gue se réferta Cortézar hace
tun tiempo. Deslumbramianto que no signifiea una mo-
nnétona recopilacién de los términas cifrados de wn
grape social, de laa palabras o los giros vislados, sino
a utitisaci6n de las extructuras ritmicas, de la sintaxis
1y la respiractén det Lenguaje eologutial en el que aiem-
‘pre les palabree valen a poco més de lo que nos dicen,
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atropeliadas como estén por los gestos, los tonos, ta
textura secreta de wna lengua que termina por impo-
ner, por instalar una relacié de sentido més carnal,
tun hato de signifioaciin awe wroviene de su kistoria y
de sw uso, de ou pasado y dal nuestro, dela vida y de
‘resonaneia que provoca en nosotros.
Este tntento de creaciin de wn material expre-
vivo més flentble y més apto pars recuperar el espe-
sor de un mundo esquivo y siempre cambiante, e8 et
tervitorio comin en el que los més variados narrado-
res latinowmericanos (desde Bioy Casares « Roa Bas-
‘tos, desde Guimaraes Rosa « Vicente Lefiero) han
venido a coincidir; redescubriendo, al mismo tiempo,
Ia empresa que Julio Cortézar proponia en 1950 como
tarea imprescindible a la novela de nuestro tiempo:
‘realizar una conquista verbal de la realidad.
Coincidencin y apertura, eate nuevo intento de
conguistar la realidad en el lenguaje ha sido el ca-
mino max corto y mas feliz para quebrar el maleficio
que encadenada la novela latinoamericana a los esque-
mag de res "realism" superficial y fotoprifico, a mex
dio camino entre el folklore y el panfleto social: la
novela “indigenista”, la novela “de la tierra” que
aseid « la literatura de estas patses en la déoada del
30 8 el major ejemplo de esa mistificacidn que rotu-
laba y encagillaba a toda la literatura latinoamericana
en un solo modelo, apiastands « toe tibros en el aprioré
de las intenciones sociales, en una concepeién tan ri-
ida y esquemética del sixtema expresivo que para-
iizaba (as renovaciones ¢ impedia ef desarroila hasta