Gran maestro divino y rey del cielo Luz de gloria, verdad y señorío. Amor, justicia, paz, vida y consuelo.
Cuando era joven no te conocía.
Cuando era fuerte nunca te buscaba Era ciego por eso no veía Que muy cerca de mi tu siempre estabas.
Yo quisiera en mi vida obedecerte,
A pesar de pesares y de heridas Serte fiel sin dudar hasta la muerte Y estar siempre contigo en la otra vida.
Saludos mi señor, mi fiel amigo,
Indestructible ser del universo, Espíritu de luz, recio testigo, Rosa y cruz, arquitecto del esfuerzo. Saludos mi señor y mi abogado. Justo varón de las verdades buenas. Tu eres el gran secreto revelado. La libertad y la justicia plena.
Gracias por el favor hoy recibido,
Porque escuchaste mi oración callada. Porque en tu excelsitud me has respondido Que la justicia para ti es sagrada.
Bendiciones constantes a tu nombre.
Cantico espiritual en tu morada. Que haya paz en los rostros de los hombres por la justicia que vendrá, fundada.