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Prebióticos

La mayoría de los prebióticos proceden de las raíces de un vegetal que se cultiva especialmente en
Bélgica, similar al yacón, planta tuberosa andina que se estaría comenzando a cultivar en Chile con esta
finalidad.

Se sabe que el principal componente de la leche materna es la lactosa, seguida por la grasa, con las
proteínas como cuarto componente; el tercero son los oligosacáridos, hidratos de carbono no digeribles
que tienen un efecto prebiótico al estimular el crecimiento de Bífidobacteria y lactobacilli. Han
pasado más de cien años desde que se describió por primera vez que las bifidobacterias son parte esencial
de la flora intestinal de los niños alimentados con leche materna (1899); y desde hace cincuenta años se
sabe que los oligosacáridos, el tercer componente más importante de la leche materna, son bifidogénicos
y estimulan el crecimiento de las bifidobacterias (1954). Estos oligosacáridos de la leche materna son
singulares, porque no se encuentran en otras especies; se digieren parcialmente y así actúan como
prebióticos, estimulando la flora bifidogénica. En la leche materna se han identificado más de 130
oligosacáridos distintos, cuya composición varía durante la lactancia, al igual que la de todos los
nutrientes. Algunos de esos oligosacáridos semejan receptores epiteliales de patógenos, lo que puede ser
una de las formas en que la leche materna protege contra la gastroenteritis y otras enfermedades
infecciosas.

En cuanto a la leche de vaca, ésta se utiliza como segunda opción para alimentar a los lactantes, no
porque haya muchas vacas y ésta provean mucha leche, como de dice, sino porque es casi idéntica a la
leche humana; sin embargo, una de las grandes diferencias es que no contiene oligosacáridos. Lo que
importa es el efecto que ejerce la leche materna sobre el lactante amamantado, de modo que lo que se
debe hacer, no es simular o imitar la composición de la leche materna, lo que es imposible, sino
simular el efecto de la leche materna sobre el lactante, en este caso, semejar el efecto de la leche
materna sobre la flora gastrointestinal. En un niño alimentado con leche materna, la flora gastrointestinal
se compone principalmente de bifidobacterias, que están en baja cantidad al nacer, pero aumentan muy
rápidamente; otras bacterias, como Escherichia Coli y Bacteroides, prácticamente no se encuentran
en la flora normal de niños amamantados con leche materna. Si se compara esta flora con la flora
gastrointestinal de niños alimentados con fórmula, se aprecia no sólo una disminución importante de
bifidobacterias sino también un aumento de Escherichia Coli y Bacteroides. Luego, hay una gran
diferencia en el desarrollo de la flora gastrointestinal, entre niños alimentados con leche materna y niños
alimentados con fórmula (Fig. 1).

Figura 1. Desarrollo de la flora intestinal.

Efecto de los prebióticos en el desarrollo de la flora gastrointestinal

Se puede agregar oligosacáridos, fructo-oligosacáridos y galacto-oligosacáridos a la alimentación


artificial, para luego observar el efecto sobre la composición de las heces. De esta forma se ha
determinado que el pH de las deposiciones de lactante alimentado con fórmula habitual, sin prebióticos,
es mucho mayor que el gold standard, que es el niño alimentado con leche materna durante el primer
mes de vida; la diferencia de debe al cambio en la composición de la flora gastrointestinal. En la figura 2
se observan los niños alimentados con leche materna, en azul; los niños alimentados con fórmula con
prebióticos, en rojo; y los alimentados con fórmula estándar, en anaranjado. A las 26 semanas, en el
primer grupo se ve el número más elevado de bifidobacterias, seguido de cerca por los de la fórmula con
prebióticos y, mucho más lejos, por los alimentados con fórmula estándar. Las diferencias son
significativas y no sólo se observa una disminución de bifidobacterias, sino que en la semana 26 también
se ve que en los niños alimentados con formula estándar hay mayor presencia de Clostridium que en
los otros grupos.

En relación con la aparición de alergias, cuanto mayor es la presencia de Clostridium, mayor es el


riesgo de desarrollar enfermedades alérgicas; y como se puede ver, en la semana 8 hay mayor presencia
de Escherichia coli en niños con la fórmula estándar que con la fórmula con prebióticos, hasta 50%
más.
Figura 2. Efecto del agregado de prebióticos en lactantes a las 8 y 26 semanas de edad sobre la flora
gastrointestinal (Vandenplas, datos no publicados). BF = alimentados al pecho; Prebio = prebióticos;
StForm= fórmula estándar

Lo importante es que la estimulación sería selectiva, porque no todas las bifidobacterias son buenas,
también las hay dañinas; por ejemplo, se sabe que las bifidobacterias adolescentis constituyen mayor
riesgo de generación de enfermedades alérgicas, y este tipo de bífidobacteria fue menos numeroso en el
grupo que recibió fórmula suplementada con prebióticos, en comparación con el que recibió la fórmula
estándar. Con esta última, la distribución de las bifidobacterias se parecía mucho más a la distribución
que se observa en los adultos, mientras que con la fórmula con prebióticos, la distribución de las
bifidobacterias se parece más a la de los lactantes alimentados con leche materna.

Lo anterior no vale sólo al nacer. El grupo del profesor Brunser estudió el efecto de uso de fórmula con
prebióticos después del tratamiento con antibióticos, que, como se sabe, no sólo destruyen los patógenos,
sino que también alteran la flora gastrointestinal. Los niños tratados con amoxicilina mostraron una
disminución significativa de las bifidobacterias fecales totales, pero tuvieron más Escherichia
coli presente; luego se los trató a todos con una dieta normal o una dieta tratada con prebióticos y se
observó que en una semana aumentó significativamente el número de bifidobacterias en el grupo que
recibió suplemento de prebióticos, lo que demostró que la flora gastrointestinal normal se restaura mucho
más rápidamente después del tratamiento antibiótico (Brunser O., Pediatr Res 2006; 59:451-6).

A la luz de lo expuesto, se puede concluir con certeza es que los lactantes que se alimentan con fórmula y
que reciben fórmula suplementada con prebióticos tienen una flora gastrointestinal en cuya composición
predominan las bifidobacterias, en forma similar a la flora de los niños alimentados con leche materna.

Figura 3. Desarrollo de la flora intestinal en niños alimentados al pecho y con fórmula suplementada
con prebióticos

Beneficios de los prebióticos para la salud infantil

Existe abundante información in vitro e investigación en laboratorio, según la cual el agregado de


prebióticos cambia la microbiota, disminuye la inflamación y aumenta la actividad del sistema inmune, lo
que es importante en el ejercicio clínico. La importancia de tener una buena flora gastrointestinal desde
temprana edad se demostró en investigaciones sobre las células dendríticas intestinales, en las que se
observó que, a pesar de que las bacterias comensales normalmente mueren por acción de los macrófagos,
las células dendríticas pueden retener pequeños números de estas comensales durante varios días, lo que
permite que dichas células induzcan la secreción de IgA, que protege contra la penetración de la mucosa
por esos comensales. Dicha reacción se limita a los nódulos linfáticos del mesenterio gastrointestinal, lo
que significa que se obtiene una respuesta inmune a las bacterias comensales que se induce sólo a nivel
local y sin daño potencial de la respuesta inmune sistémica (Macpherson A. Science 2004; 303:1662-5).

En cuanto a la información clínica disponible, en un estudio en que se analizó desde el efecto del uso de
nacimiento fórmula estándar, fórmula con probióticos o fórmula con prebióticos en los primeros 4 meses
de edad, se encontró que el número de bifidobacterias fue mayor en el grupo que recibió fórmula con
prebióticos; los acetatos y lactatos estaban mucho más elevados en el grupo que recibió fórmula con
prebióticos y el pH fecal fue menor. Se concluyó que la fórmula con prebióticos tiene un efecto sobre la
actividad metabólica de la flora gastrointestinal que la hace similar a la de los niños alimentados con
leche materna (Baker-Zierikzee. Br J Nutr 2005; 94:783-90).

En otro estudio, en el que también se analizaron algunos parámetros nutricionales, al agregar prebióticos
aumentaron las bifidobacterias, mejoró la razón calcio/fósforo, haciéndose más parecida a la de la leche
humana, y el número y consistencia de las deposiciones fueron mucho más parecidas a lo que ocurre con
la leche materna que con la alimentación con fórmula estándar. La adición de prebióticos como
oligofructosa e inulina mejoró en 25% la absorción de calcio y zinc y es conocido por todos que la
absorción de estos oligoelementos es significativamente menor con la leche materna que con la fórmula
estándar; por lo tanto, no sólo se produce un efecto en la composición de la flora gastrointestinal, también
se obtienen beneficios nutricionales, gracias a la mejor absorción (Bosscher, Nutrition 2003, 19:641-5).

Se sabe que cuando se ingieren muchos cereales que contienen ácidos fíticos, la absorción de hierro, zinc
y magnesio es mucho más difícil, pues los ácidos fíticos inhiben dicha absorción; pero se ha demostrado
que el agregado de fructo-oligosacáridos, es decir, prebióticos, a la dieta rica en ácidos fíticos, neutraliza
el efecto negativo de éstos (Lopez et al. J Nutr Biochem. 2000 Oct;11(10):500-8).

En el estudio ya descrito, en el que un grupo de lactantes recibieron fórmula estándar y otros, prebióticos,
se comparó el desarrollo inmune de estos niños con los lactantes alimentados al pecho; para ello se
determinó recuento de blancos, niveles de IgE, A y M, INF gamma, TNF alfa, interleuquinas (IL) 10, 5, 4
y 2 y muchos subtipos de linfocitos (CD4, CD8, etc). Ninguno de estos parámetros mostró diferencias
significativas en ninguno de los grupos, pero los datos que se obtuvieron del grupo con prebióticos se
acercaron más a los datos de los niños que recibieron leche materna (Vandenplas, datos no
publicados).

En un estudio clínico, aleatorio y doble ciego, se observó el efecto de agregar cereal suplementado con
FOS (fructo-oligosacáridos) a la alimentación de lactantes de 16 a 46 semanas de edad; y se encontró una
diferencia significativa en el número de deposiciones, que fue mayor en el grupo FOS comparado con el
grupo con fórmula estándar. La consistencia de las deposiciones se describió como normal (Moore, Br J
Nutr 2003; 90:581-7).

En otro estudio, doble ciego y controlado, se hizo seguimiento de un grupo de niños de 6 a 24 meses de
edad que recibieron suplemento de oligofructosa por un par de meses, para determinar su efecto en el
bienestar y en la microflora intestinal; y se observó una tendencia a menor cantidad de episodios febriles
y menos síntomas gastrointestinales (AJ Walgigora-Dupiret ESPGHAN, Porto 2005); y en otro estudio,
en que se hizo seguimiento a 63 niños que recibieron cereal con prebióticos y 60 niños que recibieron
cereal sin prebióticos, se concluyó que el número inasistencias a la guardería infantil disminuyó en el
grupo que recibió prebióticos, al igual que las infecciones y la gravedad de los episodios de diarrea
(Saavedra JM. Human studies with probiotics and prebiotics: clinical implications. Br J Nutr 87
(Suppl 2):S241-S246).

Por último, en nuestro estudio se hizo un seguimiento prospectivo hasta la edad de cuatro años y se
observó que con la fórmula con prebióticos hubo una disminución significativa de las manifestaciones
atópicas, en comparación con el uso de la fórmula estándar.

La conclusión de lo expuesto es que la presencia de prebióticos en la fórmula infantil cambia claramente


la composición de la flora gastrointestinal y el aspecto de las deposiciones en niños normales, que se
hacen similares a la composición y aspecto de los niños alimentados con leche materna; además, mejora
la absorción de minerales y micronutrientes, otorga una tendencia beneficiosa en la salud, en general; y su
adición es inocua.

Efectos secundarios prebióticos

Historia

Nutricionistas G.R. Gibson y M. B. Roberfroid introdujo el concepto de prebióticos y


probióticos en un artículo publicado en el Journal of Nutrition junio de 1995. Ellos observaron
que el nivel de la flora bacteriana beneficiosa en el tracto intestinal humano desempeña un
papel crítico en la salud en general. Gibson y Roberfroid han sugerido que el uso selectivo de
los probióticos y prebióticos puede ayudar a promover un nivel óptimo de buena flora
bacteriana. Se definen los probióticos como " suplementos alimenticios microbianos que
afectan beneficiosamente al huésped mediante la mejora del equilibrio microbiano intestinal "
pero observaron que los efectos de los probióticos sólo pueden ser transitorios. Se teoriza que
el uso de simbióticos --- mezclas de probióticos y prebióticos --- podría tener los mayores
beneficios para la salud en general.

Ejemplos de prebióticos
Los prebióticos se componen sobre todo pero no exclusivamente ------ de hidratos de carbono
no digeribles. Clasificaciones generales de los prebióticos son inulina, fructo-oligosacáridos,
polidextrosa, arabinogalactano, y polioles lactulosa y el lactitol. Estos se pueden encontrar en
los suplementos dietéticos y los alimentos naturales, como alcachofas, plátanos, ajo, miel,
puerros, cebollas, y granos enteros, así como los alimentos que han sido fortificados con estas
sustancias.

Beneficios

Los beneficios de los prebióticos son muchas, según el sitio web de Food-Info.net. Estos
incluyen la restauración de un equilibrio saludable de bacterias en el intestino, disminución de
los niveles de colesterol en la sangre, aumentar la función inmune del cuerpo, reducción del
pH intestinal, alivio de la constipación y un riesgo reducido de cáncer colorrectal. Debido a los
altos niveles de pH intestinal están conectados con trastornos tales como la enfermedad de
Crohn y el síndrome del intestino irritable, los niveles de pH inferiores a través de prebióticos
pueden aliviar los síntomas de estas condiciones.

Efectos secundarios

El consumo excesivo de prebióticos --- particularmente los de la categoría --- oligosacáridos


puede causar dolor y distensión abdominal, así como niveles significativos de flatulencia. El
Centro de Información de Nutrición de la Universidad de Stellenbosch en Sudáfrica
recomienda que el consumo diario de prebióticos se llevará a cabo de menos de 20 gramos, un
nivel que parece minimizar los efectos secundarios descritos aquí.

Resultado final

Relaciones Food-Info.net que el nivel de tolerancia de los prebióticos varía mucho de persona
a persona con un poco de información hinchazón significativa y flatulencia después de
consumir 5 gramos de prebióticos, mientras que otros no han reportado efectos negativos
después de consumir hasta 40 gramos. Usted tendrá que ver qué efectos secundarios, si los
hubiere, que tienen en ti y luego sopesar los efectos secundarios frente a los posibles
beneficios de los prebióticos para decidir si se debe agregar a su dieta.

efectos secundarios
Mientras las fibras prebióticas no fermentan (sobre todo al pasar por el intestino delgado) tienen
un efecto de atracción de agua (osmótico). Una vez llegadas al colon fermentan, un proceso en el
que se producen gases (CO2, H2 y CH4). Por ello, los prebióticos tienen el riesgo de poder causar
a veces diarrea o flatulencia y ser mal tolerados por pacientes con síndrome de colon irritable. En
tales casos se aconseja reducir las dosis (a menudo sí se toleran dosis menores) o utilizar
exclusivamente probióticos que no tienen estos efectos secundarios.
FIBRA DIETARIA :
VENTAJAS DE LA FIBRA

- Anticolesterol: La fibra soluble ayuda a bajar el nivel de colesterol en la sangre. Este tipo de
fibra evita la reabsorción del colesterol intestinal producido por la bilis para la digestión de lo
alimentos. La fibra soluble forma un gel que atrapa este colesterol que es expulsado al exterior
sin pasar a la corriente sanguínea. El hígado, que necesita del colesterol para formar los ácidos
grasos, necesita tomarlo de la sangre lo que produce una disminución del mismo. La reducción
del nivel del colesterol supone una reducción del riesgo de sufrir accidentes vasculares. Se ha
comprobado que la ingestión de alimentos ricos en fibra soluble disminuye los niveles de
colesterol hasta un 10 %. Entre los principales alimentos ricos en fibra soluble tenemos las
habichuelas y la avena. La mayoría de los alimentos vegetales naturales son ricos en fibra
soluble. Comer alimentos naturales vegetales es una buena manera de controlar los niveles de
colesterol.
- Antiestreñimiento: El estreñimiento se produce por la retención de materia fecal en el
intestino. El consumo de fibra no soluble ayuda a aumentar la materia fecal lo que produce un
aumento del peristaltismo (movimientos intestinales) que expulsaran las heces al exterior. Por
otra parte, sin la presencia de la fibra soluble, las heces suelen tener una consistencia
demasiado dura lo que dificulta su expulsión. La ingesta de alimentos ricos en fibra soluble
ayudara a reblandecer las heces y facilitaran su eliminación a través de la defecación. Comer
alimentos ricos en los dos tipos de fibra es la manera más positiva de evitar el estreñimiento.
Se ha comprobado que, no solamente las personas estreñidas, sino otros enfermos con
enfermedades más graves, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn,
pueden beneficiarse del consumo de alimentos ricos en fibra.
- Antidescomposición: Al regular el peristaltismo (movimientos peristálticos, o movimientos
intestinales), la fibra ayuda a impedir la aparición de descomposiciones intestinales, producidas
por la actuación de las bacterias patógenas sobre las heces. Cuando estos residuos se
mantienen durante mucho tiempo en el intestino es más probable que las bacterias no
beneficiosas se desarrollen con mayor cantidad lo que produce putrefacciones intestinales y
conlleva dolores de vientre, hinchazón abdominal, flatulencias, etc. Por otra parte, la fibra
ayuda a que las bacterias beneficiosas del organismo se multipliquen y ayuden a neutralizar las
bacterias perjudiciales.
- Anticáncer: La ingesta de alimentos ricos en fibra, contribuye, como hemos visto, a la
expulsión de los residuos fecales del intestino. Sin embargo, a través de la comida, además de
principios alimentarios, nuestro organismo también ingiere una gran cantidad de toxinas,
procedentes de todo el proceso de producción y conservación de los alimentos. Eliminar, lo más
rápido posible, todas estas toxinas antes de que sean reabsorbidas por el propio organismo o
acumuladas en el intestino es una buena manera de impedir la aparición de numerosas
enfermedades.
Estudios realizados han demostrado que aquellas personas que realizan una dieta rica en fibra
tienen menos posibilidades de sufrir cáncer de colon, cáncer de mama y cáncer de pulmón.
- Antidiabetes: El consumo de alimentos ricos en fibra ayuda a estabilizar los niveles de
azúcar en la sangre, por lo que la fibra resulta adecuada para la alimentación de los enfermos
de diabetes. La fibra retarda la absorción de los carbohidratos por lo que ayuda a disminuir las
típicas " subidas " de azúcar en la sangre que tienen las personas con diabetes.
Estudios realizados en Estados Unidos han demostrado que el consumo diario de 25 gr. de fibra
soluble y 25 gr. más de fibra insoluble sirve para regular positivamente los niveles de azúcar de
un grupo de pacientes diabéticos. La Asociación Americana de la Diabetes (ADA= American
Diabetes Asociation) recomienda cifras menores para conseguir la misma finalidad (26 gr.
diarios de fibra no soluble y 8 de fibra soluble).
- Antihemorroides: Las hemorroides se originan generalmente por un aumento de presión
sobre las venas del recto. Cuando la evacuación intestinal es dificultosa, la presión ejercida
sobre los vasos sanguíneos del recto puede producir la aparición de hemorroides. Una dieta rica
en fibra ayudara a ablandar las heces y hacer que su expulsión ser realice con menor esfuerzo
lo que será una buena manera de prevenir las almorranas. Las personas que ya posean este
problema pueden beneficiarse con la ingesta de alimentos ricos en fibra. Unas heces más
blandas posibilitaran la expulsión de las mismas sin dolor y sin que se produzca sangre.

DESVENTAJAS DE LA FIBRA

Se recomienda una ingesta mínima diaria de unos 20 gr. de fibra, aunque muchos médicos
recomiendan que esta debería ser de unos 30 gr. El consumo de dosis muy elevadas de fibra y
especialmente la ingesta solamente de fibras no solubles en grandes cantidades, como la fibra
de salvado, puede ser responsable de algunos problemas de salud. Se recomienda un consumo
de alimentos variados vegetales, todos ellos ricos en fibras solubles e insolubles para una dieta
equilibrada. Esto permitirá que no aparezcan las siguientes dolencias:

- Problemas intestinales: La ingesta de demasiada fibra, especialmente no soluble, puede


ser responsable de la aparición de problemas intestinales, como dolor de vientre, flatulencias,
diarrea, malestar general, etc. Es importante para las personas no acostumbradas a comer fibra
en abundancia que se vayan acostumbrando a partir de dosis iniciales más pequeñas que se
van aumentando progresivamente.
- Problemas de mala absorción de minerales: La ingesta de una dieta rica en fibras
disminuye la absorción de algunos minerales como el calcio y el hierro. Las personas que
necesiten estos minerales con especial atención, deberán tener en cuenta que el consumo de
cantidades por encima de la dieta recomendada podría suponer una deficiencia de estos
minerales. Entre los alimentos que producen esta mala absorción se encuentran el salvado y el
arroz integral, ambos muy ricos en ácido fítico.
- Consumo de agua: Una dieta muy rica en fibra consume una gran cantidad de agua del
organismo. Aunque los alimentos naturales contienen, además de fibra, mucha agua, es
necesario beber en abundancia cuando se realiza una dieta rica en fibra para evitar que el
organismo pueda tener un problema de deshidratación. Lo ideal sería beber un par de litros al
día. Esto se hace particularmente necesario cuando se realiza una dieta con ingesta de mucha
fibra de salvado.

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