"Mi tema en contra del aborto no es ni religioso ni moral, nada que ver, es
simplemente porque amo la vida y la defiendo, y defiendo los derechos de un nonato
que no se puede defender. Defiendo el derecho a la vida que está antes del derecho a la libertad".
Descubrimos de que se trata de oponerse a todo lo que al aborto conlleva y de igual
forma con sustentaciones válidas.
Estimar la vida desde el primer momento, es decir, científicamente el corazón
de un embrión empieza a latir a partir de los 21 días, por lo que es considerado una vida y sus derechos deben hacerse valer. Si se es víctima de violación y el embarazo es producto de ello, la adopción puede ser una alternativa. El hecho de abortar puede ser tan o más traumático que el primer evento. Además, las estadísticas no destacan un alto índice de concepciones producto de este abuso, por lo que no es suficiente razón para ser considerado. La salud de la fémina puede estar en peligro aun si se acude a centros calificados. La legalidad del mismo no acabaría con los centros clandestinos ni con los métodos poco confiables, ya que puede ser vergonzoso para la futura madre y decida hacerlo en anonimato. La religión condena masivamente este hecho, ya que nadie tiene derecho a decidir por la vida de nadie, y un feto es considerado vida, por lo que evitar su nacimiento no es ético y va contras las normas establecidas. Los métodos anticonceptivos deben ser utilizados y ser tomados como el primer y único método de prevención para no quedar en estado de gravidez.
Cualquiera de las posturas o decisiones a tomar, deben ir acompañadas de un profundo
análisis personal y de ayuda profesional calificado. No se trata de juzgar o apoyar ninguna de las dos caras. Ambas poseen argumentos válidos y que hasta hoy siguen en discusión; por lo que el futuro de esto podría llevarnos a descubrir otras fuentes o simplemente encontrar la tolerancia y el respeto que este tema amerita.