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La Guerra de Arauco (1550-1656)

La Guerra de Arauco, narrada por diferentes cronistas durante el período colonial, suele
evocarse en Chile como una constante guerra a muerte entre españoles y mapuche. Sin
embargo, la historiografía contemporánea distingue dos etapas al respecto...

La Guerra de Arauco, narrada por diferentes cronistas durante el período colonial, suele
evocarse en Chile como una constante guerra a muerte, de trescientos años, entre
españoles y mapuche. Sin embargo, la historiografía contemporánea distingue entre un
primer siglo de intenso conflicto bélico (1550-1656) y una etapa posterior en la que se
hacen más esporádicos los enfrentamientos, predominando las relaciones fronterizas
entre el mundo mapuche y los hispano-criollos, las que a la par de incidir en un fuerte
proceso de transculturación de los primeros, los transformaron en una de las etnias más
poderosas y celosamente independientes de Sudamérica.

La primera etapa de la guerra se inició con la conquista de los españoles hacia el sur del
país. A pesar de las ventajas iniciales de los españoles, como el uso del caballo y de sus
armas, los araucanos rápidamente las aprovecharon, sacando partido además, de su
entorno natural, desarrollando así tácticas de combate propias.

La avanzada de la hueste, las ciudades fundadas y las fortalezas al sur del Bío-Bío
sufrieron continuos ataques por grupos indígenas distintos. De tal modo, las primeras
ciudades del sur pasaron a ser fortalezas militares mal abastecidas, constantemente
sitiadas y destruidas por los indígenas. Esta situación llegó a su punto más alto tras la
batalla de Curalaba (1598), donde el gobernador Martín García Oñez de Loyola fue
decapitado y los españoles se vieron obligados a replegarse más arriba del Bío-Bío,
abandonando las ciudades fundadas en el sur.

Por su parte el ejército español distó de ser profesional y fue descrito por el gobernador
Alonso de Ribera en términos lamentables, dada su precariedad material y moral. Éste
estuvo compuesto por los encomenderos de Santiago y Concepción quienes debieron
costear sus propias armas y pertrechos junto a un gran número de indios de encomienda.
Estas tropas realizaron incursiones cada verano para realizar las llamadas campeadas, la
destrucción de las sementeras indígenas y toma de prisioneros de guerra como esclavos,
lo cual explica, en gran parte, el odio que los araucanos sentían hacia el invasor
español.Los distintos gobernadores españoles ensayaron diferentes estrategias para
hacer frente a la guerra; sin embargo, todas ellas tienen en común la idea de una frontera
con lo cual se solucionó el problema inicial de la sobre extensión del dominio español.
Una de las reformas más importantes fue la impulsada por el gobernador Alonso de
Ribera, quien suplicó al rey Felipe III la creación de un Real Situado, para pagarle un
sueldo a los soldados y así crear un ejército profesional. Finalmente, en 1603, se autorizó
este Socorro de Arauco desde las arcas del Virreinato del Perú, el cual tuvo un impacto
económico en el comercio realizado en la misma frontera entre indígenas y españoles.
Otra estrategia fue la Guerra Defensiva planteada por el Padre Luis de Valdivia en 1612,
que consistió en detener las incursiones españolas y la esclavitud indígena para así
convertir a la fe a los araucanos. Sin embargo, al cabo de 10 años fue considerada un
fracaso y se volvió a la idea de una frontera móvil. Pero para este período (1623 hasta
1656) la intensidad de los combates disminuyó produciéndose una situación mucho más
compleja en relaciones fronterizas donde el comercio y otro tipo de interacciones fueron
más importantes que la guerra.
Guerra Ofensiva

La guerra de Arauco es uno de los hechos de más larga duración dentro de la historia
nacional, trescientos años, que marcan profundamente el carácter de Chile y los chilenos.
Se inicia el 22 de febrero de 1550 cuando guerreros mapuches atacan a las huestes
castellanas; mandadas por don Pedro de Valdivia, en las orillas del río Andalién. Esta
larga lucha de los araucanos por resistir a la ocupación de sus tierras, primero frente a los
españoles y luego ante soldados de la República, sólo termina en la década de 1880.

En esta guerra encontró muerte don Pedro de Valdivia en Tucapel, y el gobernador de


fines del siglo XVI Martín García Oñez de Loyola en un sitio llamado Curalava, donde fue
atacado por las fuerzas del toqui Pelantaru. A la muerte de Oñez de Loyola siguió un
levantamiento en toda la Araucanía. Todas las ciudades del sur se perdieron: Santa Cruz
para siempre, Chillán fue incendiado, La Imperial y Angol fueron abandonados, Osorno
resistió, y los habitantes de Valdivia fueron masacrados por los hombres de Pelantaru.

A raíz del Desastre de Curalava, el gobierno español encargó la gobernación de Chile a


don Alonsó de Ribera, militar de reconocida experiencia para que terminara
definitivamente con el problema mapuche.

Lo primero que realizó fue establecer una línea fronteriza, recorrida por fuertes y
guarniciones militares en el río Biobio y que lentamente fue corriéndose hacia el sur.
Estableció un ejército permanente de soldados disciplinados que estuvieran
absolutamente dedicados a sus tareas y creó un destacamento especial denominado los
tercios de Arauco; para alimentar a los soldados destinó un amplio sector al sur del río
Maule que se llamó Estancia del Rey donde se producía trigo y alimentos; en Melipilla y
otros lugares, estableció obrajes o fábricas de paños para vestir a los soldados y
finalmente consiguió el envío, desde el Perú, del Real Situado, una cantidad de dinero
destinada a cancelar los sueldos de los soldados.Sin embargo, el rey no consideró estas
medidas de Ribera y lo sustituyó por otro gobernador.

La Corona española quiso terminar definitivamente con el problema y para lo cual decretó
una Real Cédula en el año 1608 la que declaraba esclavos a todos los indios mayores de
diez años y medio y a las mujeres mayores de nueve años y medio. La medida tuvo un
efecto contrario: la guerra alcanzó grados de crueldad increíbles por ambos bandos
Guerra Defensiva

El año 1605 llegó a Chile el jesuita Luís de Valdivia quien horrorizado por las alternativas
que tomaba la guerra se opuso a la esclavitud de los mapuches señalando que la causa
de su sublevación era el trato que recibían de los españoles, ya que los hacían trabajar
duramente, los mutilaban y los marcaban con hierros al rojo. Creía que era ilícito hacer la
guerra a los mapuches, ya que ellos eran dueños de la tierra donde vivían y eran libres.

Sólo justificaba una guerra defensiva para proteger la región que ya ocupaban los
europeos y para asegurar el tránsito de los misioneros hacia la Araucanía. Convencido de
sus ideas, visitó al virrey en Lima y al rey en España.

Finalmente en 1612 obtuvo el triunfo. Logró nuevamente se nombrase gobernador a


Alonso de Ribera y él mismo fue nombrado visitador general de las provincias de Chile.

La guerra defensiva contempló los siguientes aspectos:

Se mantuvo la línea defensiva en el Biobío.

Se mantuvo el ejército permanente.

Se mantuvo el Real Situado.

Se estudió un sistema de tributos para los araucanos que reemplazaría el trabajo en


encomiendas.

Se suspendió la Real Cédula que declaraba esclavos a los indios.

Se perdonó en nombre del rey a todos los rebeldes.

Se prohibió a los militares pasar al sur del Biobío.

El padre Valdivia debía órganizar la predicación entre los araucanos.

A pesar de los esfuerzos del padre Valdivia y del gobernador Ribera, la guerra defensiva
no prosperó. Mapuches y españoles continuaron luchando. Sin embargo, este tipo de
guerra existió legalmente hasta el año 1626, cuando Felipe IV autorizó volver a la guerra
ofensiva y declaró vigente la Real Cédula de 1608, que hacía esclavos a los rebeldes. Los
levantamientos fueron generalmente encabezados por el toqui Lientur y por el mestizo
Alejo. Hubo grandes combates como los de Las Cangrejeras en 1629 y Albarrada, en
1631.
Etapa de los Parlamentos

En este periodo el gobernador, Francisco López de Zúñiga, marqués de el gobernador,


era partidario de buscar un entendimiento con los araucanos; para lo cual contó con la
ayuda de los jesuitas. Impulsado por la idea,celebró en el año 1640 una gran reunión o
parlamento con los principales jefes mapuches, a orillas del río Quillin. Ofrecieron grandes
banquetes, discursos, regalos y promesas de paz y amistad por ambos bandos. Los
españoles reconocieron la libertad de los araucanos en sus territorios y éstos permitieron
el ingreso a la Araucanía de sacerdotes misioneros.

Nuevos parlamentos se llevaron a cabo durante el siglo XVII y XVIII, pero la belicosidad
de los araucanos y los intereses de los españoles no permitieron la paz. Se siguieron
repitiendo los levantamientos generales que invariablemente terminaban en reuniones
donde se prometía la paz. Los parlamentos más importantes realizados en el siglo XVIII
fueron los de Negrete y Lonquilmo en la época colonial y varios realizados durante el
período republicano.
Causas y consecuencias guerra de Arauco

Causas:

Las principales causales del enfrentamiento armado resultaron ser las mejores armas del
inicial motivo del expansionismo español. Los conquistadores forzaban a los indios a
transformarse al cristianismo y les obligaban a pagar tributo al rey, con la consecuente
enemistad entre los indígenas. La inicial brutalidad del trabajo evangelizador endureció la
postura de los indígenas para con posteriores intentos de conversión, guiados por
intenciones mucho mejores y accionados por métodos suaves y persuasivos.

Uno de los mayores móviles a lo largo de toda la guerra para los comerciantes fue el
tráfico de esclavos. El sistema de la encomienda era en su parte teórica respaldada por la
situación especial que fue la guerra, además del hecho de que la guerra en sí reportaba
prisioneros.

Consecuencias

Precariedad en las condiciones de vida de los indígenas.


Cambios Territoriales
Se establece un ejercito de carácter profesional
Bibliografía

guerra-de-arauco-y-mas.blogspot.com/2011/07/guerra-de-arauco-y-sus-etapas.html

www.memoriachilena.cl/602/w3-article-691.html

informacionmapuches.blogspot.com/2010/05/guerra-de-arauco-causas.html
Conclusión

La guerra de Arauco tubo una larga duración dentro de la historia nacional, trescientos
años, que marcan profundamente el carácter de Chile y los chilenos.

Se inicia el 22 de febrero de 1550 con la llegada de diego de Almagro Termina en la


década de 1880 con la pacificación de la Araucanía
Introducción

La guerra de Arauco fue una de las guerras mas importantes que se desarrolladas en la
historia de chile, no solo porque el territorio donde se desempeñó era delos puntos más
importantes para la corona española, podremos saber de sus etapas , causas y
consecuencias también porque su periodo de duración fue de alrededor de 300 años.
Guerra ofenciva

Guerra defensiva

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