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CASOS DE DISFUNCIONES SEXUALES

Ariadna, 16 años. Vaginismo. 12 sesiones:

Ariadna acude a terapia desconcertada y avergonzada porque no puede disfrutar de


relaciones sexuales del todo satisfactorias con su pareja. Sus primeras palabras fueron:

“No sé qué me pasa, pero es como si eso de ahí abajo estuviera cerrado y no lo
puedo abrir”.

Esta contracción involuntaria también se daba en otras situaciones, como en las


exploraciones ginecológicas. Son momentos que vivía con gran ansiedad, vergüenza y
temor. También evitaba el uso de tampones.

La relación con la pareja es sana, con confianza, estima y respeto entre ambos y ella
sentía verdaderas ganas de tener relaciones sexuales con penetración. Lo habían
intentado varias veces, pero cuando la atención o el contacto se centraban en sus
genitales, aparecía el muro.

Al indagar en sus actitudes respecto la sexualidad aparecieron diversos miedos


encubiertos: miedo al dolor, al embarazo, a perder a la pareja, etc. “Estoy tranquila y de
repente mi cabeza se activa y piensa, piensa, piensa... y me entra una cosa... no sé qué,
pero no es bueno, no me hace sentir bien”.

Al explorar la educación sexual recibida se hicieron patentes varios mitos y falsas


creencias que, conjuntamente con los pensamientos negativos y cierto rechazo hacia
su propio cuerpo, le producían gran ansiedad, lo que disparaba la alarma: el
vaginismo.

Partiendo de una educación sexual veraz y libre de mitos, durante la terapia se trabaja
la anatomía femenina, la autoexploración del propio cuerpo y de los genitales,
poniendo nombre a “aquello de ahí abajo” y a todas sus partes. El hecho de mirar,
explorar y dibujar su vagina significó un gran paso para Ariadna, dándole una súbita
confianza y curiosidad. El siguiente paso fue la autoestimulación y, seguidamente, la
introducción progresiva de un dedo, dos... Este trabajo estuvo acompañado de la
optimización de otros recursos como las fantasías, la relajación, la exploración de zonas
erógenas y la gestión de las diferentes emociones que iban surgiendo.

En las últimas sesiones, Ariadna mostraba una actitud mucho más abierta y positiva.
En las relaciones con la pareja aprendió a adoptar un papel más activo: ahora ya sabía
qué le gustaba y lo podía comunicar, ya conocía su cuerpo, la mente estaba más
erotizada y había conectado con el placer que su vagina le proporcionaba.

Alba, 17 años. Consulta sobre anticonceptivos y dudas sexuales. 4


sesiones.
Alba inicia tratamiento para hablar sobre el uso de los anticonceptivos, se ha iniciado
en las relaciones sexuales hace aproximadamente medio año, durante la entrevista
explica que usa preservativos masculinos pero que tiene problemas porque su novio no
los quiere utilizar y la presiona para hacerlo sin preservativo. Él se queja de que no le
gusta y que siente menos, por esta presión ella ha accedido algunas veces a iniciar la
relación sin protección, pero está tensa y tiene miedo de quedarse embarazada.

Ella tiene claro que quiere usar el preservativo desde el primer momento que hay
penetración pero no quiere que se enfade y a veces ha accedido a lo que él quiere sólo
para tenerlo contento.

Durante el proceso de terapia primero trabajamos sobre los anticonceptivos, con


educación básica sobre por qué utilizarlos siempre y cuáles son los riesgos de no
hacerlo. Después trabajamos con habilidades de comunicación y asertividad, sobre
qué es amar y el respeto hacia uno mismo y los otros, también los derechos que tenemos
como personas a poder decir que no y que se respete nuestra opinión. Finalmente
también hablamos de autoestima y cómo valorarse más a sí misma, aumentando las
habilidades sociales y personales.

"Ahora digo lo que pienso y expreso lo que quiero con más facilidad, noto que así
me respeta más
y ya no lo paso mal"

Judit, 18 años. Anorgasmia i falta de deseo sexual. 10 sesiones.

Judit de 18 años vino al centro muy desanimada porque desde hacía unos meses
comenzó a sentir poco deseo sexual originado por la dificultad de tener orgasmos que
sufría desde el comienzo de su vida sexual. Esta situación le provocaba un bloqueo a la
hora de tener relaciones con su pareja y afectaba el estado de la relación.

Con ella nos dedicamos a trabajar la ansiedad que sentía a la hora de tener relaciones
sexuales mediante ejercicios de relajación, ya que al centrar la atención en el orgasmo,
en muchos casos se logra inhibirlo y, en su caso, ella terminaba bloqueándose. Todo
esto se logró gradualmente y a su ritmo. Aconsejamos que utilice la auto-estimulación
sexual, para llegar a conocer sus puntos sensibles y cómo estimularlos. Remarcamos la
importancia del uso de las fantasías sexuales ya que da cierta libertad para experimentar
cualquier variedad sexual fuera de la realidad.

Al llegar el punto en que ella se sentía más dispuesta a intentar otras cosas, incluimos a
su pareja en la terapia. Comenzamos por brindar estrategias para mejorar la
comunicación entre ellos, ampliar su repertorio sexual, remarcar la importancia de los
preliminares en los cuales ella debía estar muy estimulada.

Al final de la terapia hemos conseguido que ella modificara de los pensamientos


negativos respecto al sexo y su negativismo, con otra proyección sobre sí misma, más
positiva y constructiva. Consiguió estar más relajada y desinhibida. Ambos lograron
mejorar su comunicación, conocerse mejor y poco a poco tener relaciones sexuales
más placenteras.
Alex, 17 años. Eyaculación precoz. 9 sesiones.

Alex contacta con nosotros ya que ve que no aguanta suficiente tiempo mientras hace el
amor con su novia, ella no llega al orgasmo por falta de tiempo y le preocupa esta
situación. Cada vez que quiere hacer el amor se ve pensando en sus inquietudes de no
saber si podrá controlar la eyaculación y nota que cada vez se le hace más difícil, se
preocupa más y no disfruta de la relación de pareja, para él el orgasmo cada vez es
menos placentero y empieza a poner excusas para evitar las relaciones sexuales para
no tener la sensación de frustración que le generan. Es totalmente consciente de que se
ha metido en un círculo vicioso a nivel de pensamiento y no sabe cómo afrontarlo por sí
mismo, ve que necesita ayuda psicológica para mejorar la eyaculación, las relaciones
sexuales y salir de este lío mental que se ha hecho.

Uno de los primeros pasos en la consulta es explicar el condicionamiento sexual


negativo que ha hecho sin querer del reflejo de eyaculación. Durante la entrevista
inicial detectamos que Alex aprendió a eyacular rápidamente ya que cuando se
masturbaba tenía miedo de que le atraparan sus padres y casi siempre miraba de
eyacular lo más rápido posible, por lo tanto tenía un aprendizaje condicionado en este
sentido de la rapidez. Entonces con su novia que es con la primera que mantiene
relaciones sexuales ha mantenido el reflejo de eyaculación rápida y aunque quiera no
lo puede controlar y ha cogido miedo que empeora la situación. Alex al entender el
mecanismo se tranquilizó ya que le explicamos que se podía re aprender y condicionar
positivamente a través de ejercicios físicos y trabajo psicológico. Comenzó a practicar
los ejercicios sexuales en casa, que comprendían técnicas de relajación, técnicas de
masturbación con parada, para tomar conciencia del reflejo eyaculatorio y saber parar
antes de eyacular y técnicas de visualización positiva. Cuando hicimos la sesión
siguiente vimos que había hecho muy bien todos los ejercicios y continuamos
trabajando a nivel de sus inseguridades y miedos sexuales con técnicas de
reestructuración cognitiva para aprender a cambiar los pensamientos auto limitadores y
coger confianza en sí mismo. Finalmente trabajamos con ejercicios sexuales en pareja,
hay que decir que su novia fue muy colaboradora y tenía una muy buena actitud,
empática y con nada de presión ni exigencia que ayudó mucho a Alex a mejorar con
pocas sesiones. Nos centramos en ampliar el tipo de relación sexual que tenían y en
quitar importancia a la penetración, obtuvimos un resultado muy bueno de este cambio,
se relajaron y aprender a estimularse y a disfrutar más allá de la penetración.

“Nos sentimos más unidos y bien,


ahora el sexo ya no es un problema”

El trabajo con Alex fue muy positivo ya que con unas 7 sesiones logró estar mucho más
tranquilo y confiado, alargó su reflejo de eyaculación y mejoró la manera de afrontar las
relaciones, ya no las evitaba, mejoraron mucho a nivel de comunicación con la pareja,
también la manera en que hacían el amor, ampliando los preliminares, donde la pareja
se excitaba mucho más y cuando empezaron a hacer penetración paraban cuando él veía
que estaba a punto de eyacular, alargando este momento de forma muy satisfactoria.
Poco a poco fue ganando seguridad en sí mismo, la pareja disfrutaba de las relaciones y
juntos fueron alargando el tiempo de respuesta y la satisfacción sexual.
Rosa, 26 años. Vaginismo. 21 sesiones.

Rosa comienza la terapia ya que no puede tener relaciones sexuales completas con
penetración, disfruta del sexo en sus variantes pero nunca ha conseguido la
penetración, ve que su problema no mejora, y se va sintiendo cada vez peor, sabiendo
que si no lo remedia nunca podrá disfrutar plenamente de las relaciones sexuales con
su pareja ni ser madre de forma natural en un futuro.

Con Rosa empezamos a trabajar los miedos y las falsas asociaciones que hacía con el
dolor y las sensaciones desagradables, a través de ejercicios fuimos relajando el cuerpo
y la mente, y flexibilizando sus ideas limitadoras. Fuimos pasando de un rechazo muy
marcado a todo lo relacionado con su vagina a una forma más natural de relacionarse
con su sexo , aprendió a mirar positivamente , a tocarse sin miedo y a despertar las
sensaciones agradables que le podía proporcionar su vagina . El trabajo con su pareja
también fue muy motivador y positivo, pusimos palabras a lo que sentían de una manera
constructiva y evolucionar de una visión de problema, frustración y desesperanza a una
visión de aprendizaje y de disfrutar, mejorando la comunicación y la forma de
relacionarse.

"En la terapia he hecho un camino difícil pero he aprendido más allá del sexo, a
ser más abierta y a sentirme mejor, ahora tengo una vida en general más feliz y me
siento bien con mi sexualidad"

Julio 30 años. Eyaculación precoz. 10 sesiones.

Julio pide ayuda porque eyacula antes de lo que él quisiera, está cada vez más
inseguro sexualmente y tiene miedo de que su pareja se canse y lo abandone. Siempre
ha tenido este problema y no sabe qué hacer ni cómo resolverlo. Empezamos con sus
experiencias y trabajar con los miedos e inseguridades más relevantes, aprendiendo a no
asociar el sexo sólo con la penetración y ampliar la experiencia con la pareja ,
aprendieron a través de la focalización sensorial a disfrutar de su cuerpo más allá del
sexo, a descubrirse, acariciarse y reencontrarse con placer y seguridad, nos centramos
en todo lo que no era la penetración, con Julio pautamos ejercicios de masturbación
para reaprender las sensaciones asociadas al orgasmo y aumentar su conciencia del
reflejo orgásmico , a partir de ahí fue construyendo una imagen más segura de sí mismo
y aumentando el tiempo entre el inicio del acto sexual y la eyaculación. También
hicimos visualizaciones para desarrollar una imagen sexual de sí mismo más positiva y
creativa, con seguridad, y trabajamos con relajaciones para disminuir la ansiedad y
sentirse más tranquilo y bien. Todo este trabajo lo fuimos acompañando con su pareja,
les ayudó a comunicarse mejor, aprender nuevas maneras de pasarlo bien y aumentar la
frecuencia de las relaciones que tenían y mejorar la satisfacción sexual. En unas 8
sesiones se sentía más seguro, sabía qué hacer para aumentar su tiempo de respuesta
sexual y estaban mejor como pareja y con las relaciones sexuales que tenían, las dos
sesiones restantes fueron de seguimiento y concluimos la terapia de una manera
satisfactoria.
"Siento que este tiempo ha sido interesante para aprender, conocerme y mejorar
sexualmente, también para saber que muchos hombres se encuentran con el mismo
problema que yo"

Ferrán, 40 años. Disfunción eréctil. 17 sesiones:

Ferrán acudió a nuestra consulta junto a su pareja Carme. Su posado era tenso y parecía
cohibido. Carme nos contó que desde hacía un año (desde que Ferrán se quedó sin
trabajo) que las relaciones sexuales entre ellos no eran satisfactorias, principalmente
porque Ferrán no conseguía mantener la erección en el momento de la penetración. Eso
les provocaba un gran malestar y largas discusiones. Él confesó sentirse perdido e
impotente:

“No sé qué hacer, no sé qué me pasa ni cómo llevar esta situación. Es pensar en
estar juntos y ofuscarme porque ya sé cómo terminará la cosa...”

Poder trabajar con la pareja fue clave para el éxito de la terapia. A lo largo de las
primeras sesiones y al observar la dinámica de la pareja, constatamos que las exigencias
de Carme agravaban la ansiedad de Ferrán y que éste sólo estaba pendiente de
conseguir una buena erección, desconcentrándose de las sensaciones eróticas. Un
círculo vicioso.

Los objetivos terapéuticos y las tareas para casa estuvieron dirigidos a restablecer la
confianza sexual, la creación de un ambiente sexual no exigente, la disminución de
la ansiedad y la culpa y el (re)aprendizaje de centrar la atención en sensaciones
eróticas, dejando atrás los pensamientos negativos, las creencias limitadores y los
mitos, sobretodo referentes a la penetración, tan sobrevalorada en nuestra sociedad.
Todo ello facilitó que la pareja retomara una intimidad cómoda y respetuosa, mejorara
su comunicación emocional y reconectara con la sexualidad que deseaban, el placer de
disfrutar juntos, de jugar, explorar...

El proceso de cambio en la pareja fue evidente, sobretodo en su complicidad y muestras


de afecto. Incluso la postura de Ferrán se transformó: en las últimas sesiones se notaba
relajado, firme y enormemente motivado por el crecimiento -personal y erótico- que
había experimentado.

“Se nos ha abierto un mundo nuevo, con sensaciones y momentos tan especiales...
Ahora vamos a la una, sabemos lo que queremos y eso me ayuda a estar tranquilo”

Cecilia, 21 años: Episodio depresivo + Dispaureunia 21 sesiones.

Cecilia es una chica de 21 años que consideraba que tenía un carácter difícil pero que
últimamente notaba que se enfadaba más, se sentía más irritable, ansiosa, lloraba y le
cambiaba el humor con mucha facilidad. Durante la avaluación se observó que la
sintomatología descrita respondía a un episodio depresivo, básicamente original,
porque no conectaba desde hacía tiempo con las personas de su entorno, incluida su
pareja, motivo por el cual habían ido deteriorándose estas relaciones.

Además, llevaba meses sin tener relaciones sexuales con la pareja ya que, por una parte,
no sentía deseo, y, por otra, sentía dolor durante las relaciones. Notamos, y ella
misma lo reconocía, que acostumbraba a malinterpretar algunas situaciones y eso
había motivado que se fuese alejando de las personas que más amaba.

"Últimamente me noto más irritable, ansiosa, lloro y tengo cambios constantes en


mi estado de ánimo Hace meses que no tenemos relaciones sexuales
porque siento dolor en la penetración"

Por lo tanto, nos centramos en trabajar en aquellas cosas que hacían que malinterpretase
situaciones sociales, de pareja, de familia....ayudándola a buscar otras alternativas
posibles. Se trabajó en los errores cognitivos implicados y també el perfeccionismo,
mediante la técnica de la reestructuración cognitiva, ya que tenía elevadas
expectativas que aplicaba a sí misma y a los demás que hacían difícil que cualquiera las
consiguieses, conduciéndola a un estado casi permanente de frustración.

Poco a poco, su estado de ánimo fue mejorando y aprendió a ver las situaciones diarias
desde otro punto de vista, más empático y relajado, que le permitía acercarse de nuevo
a las personas con las cuales convivía y con su pareja. Pero lo que no mejoraba eran las
relaciones sexuales, ya que Cecilia había cogido tanto miedo que no quería ni
intentarlo.

Analizando cómo fueron las últimas relaciones, observamos que ya se encontraba


inmersa en un estado de angustia importante y que durante las relaciones estaba más
pendiente de sus preocupaciones personales que de la relación sexual. Por lo tanto, no
entraba nunca en una fase de excitación que le permitiese una lubricación suficiente
para la penetración sin dolor.

Citamos a la pareja para explicarle la hipótesis del dolor de Cecilia, hablar


abiertamente del malestar que le producía el hecho de no tener relaciones sexuales
desde hace meses, hacer una sesión de psicoeducación sexual y explicarles el
tratamiento conductual a seguir.

Tendrían que ir realizando fases, desde la focalización sensorial y genital hasta la


penetración completa, con una serie de hitos que deberían conseguir en cada paso antes
de efectuar el siguiente. Cuando llegaron a la fase de penetración, la relación sexual
resultó satisfactoria y sin dolor, lo cual permitió a Cecilia acabar de perder el miedo a
volver a sentir dolor y recuperar así el deseo sexual.

Jordi, 34 años: Eyaculación precoz. 16 sesiones.

Uno de los temas más solicitados en problemas sexuales masculinos. El caso de Jorge es
uno de los tantos que podríamos comentaros. Suelen tener un éxito muy elevado.
Llegó Jorge con una preocupación muy elevada por el hecho de no poder controlar su
eyaculación. Este hecho la provocaba un sufrimiento y temor a que su pareja se
enfadase y pudiese cansarse de él. Le retroalimentaba la ansiedad previa a las
relaciones y las evitaba. Cada vez las relaciones eran más nefastas y estaba más triste.

"no quiero tener más relaciones, tengo miedo,


va fatal y ella acabará dejándome"

La psicoterapia sexual consistió en adoptar estrategias y habilidades sexuales,


comunicarse con la pareja sobre el problema, reunirnos con ésta y explicarle el
trastorno, aumentar la autoestima de Jordi y, especialmente, tener mucha
comunicación previa, durante y después del acto sexual con su pareja. También
redefinimos y valoramos qué era el acto sexual y la pareja se enriqueció de muchos
tipos de sexo sin poner ansiedad al pene de Jordi.

Con pocas sesiones, Jordi no necesitó venir más y no sufrió ningún tipo de recaída, ya
que esto le fortaleció mucho su confianza y habilidades sexuales, permitiéndole
controlar sus sensaciones pre-eyaculatorias.

Joaquim, 28 años: No aceptación de la homosexualidad + depresión. 17


sesiones.

Joaquim nos llamó cuando tenía pensamientos de suicidio. Este es el estado al que llegó
por el hecho de tener que enfrentarse a lo que él denominada "una putada ser así". El
problema le provenía del entorno familiar tradicional y al hecho de las expectativas
tradicionales que tenía con su vida.

"he perdido las ganas de vivir; no sé qué me ocurre"

Cabe comentar que la terapia y el asesoramiento fué más fácil de lo que creíamos, ya
que el paciente se desbloqueó rápidamente y colaboró mucho en el proceso,
depositándonos mucha confianza.

El debate cognitivo, la búsqueda de información, el trabajo y reprogramación de


expectativas vitales, ayudarle a preparar con su hermano y amigos...fueron las
estrategias que ocasionaron esta transformación tan rápida.

Le ayudamos a ir sintiéndose cómodo en determinadas situaciones sociales y familiares


y a hablar poco a poco de su condición sexual. También le ayudamos a realizar pasos en
la experimentación sexual y a buscar ayudas en amigos y amigas que le diesen apoyo
moral en los primeros meses.

Actualmente Joaquim continúa viniendo a PSIGMA pero por temas de mejora de


rendimiento laboral. El siempre dice que le salvamos la vida entre amigos y psicólogo.

Manel, 23 años: Problemas de erección.


La demanda de Manuel al llegar a la consulta fue bastante específica:" Tengo un
problema de erección". Explica que hace cuatro años que le pasa de vez en cuando, pero
desde que se inició la relación actual en la que está que le ha pasado todas las veces y
ahora ya evita tener relaciones sexuales con penetración con su pareja. Cada vez que se
enfrenta a una relación sexual con la pareja actual está nervioso de entrada. Durante el
juego erótico anterior a la penetración no hay ningún problema con su erección, la
consigue bien y no se preocupa. Sin siempre que comenzando con la penetración, al
cabo de tres o cuatro penetraciones o incluso mientras se pone el preservativo pierde la
erección.

Trabajamos los miedos de Manel, incidiendo en los inseguridades en relación al sexo y


trabajando también las creencias que tenía sobre la sexología. Después de enfocar la
terapia hacia ejercicios que le permitieran vivir experiencias sexuales beneficiosas,
donde en lugar de generar frustración, apareciera satisfacción, placer y permitiera
generar más autoconfianza.

"Lo que he aprendido es que unas veces puede ir bien, otras no, algo totalmente
normal que puede ocurrir dependiendo de las situaciones, estrés, cansancio etc ..
que nos puede producir la vida diaria"

Este pensamiento tan liberador le ayudó a creer más en sí mismo, a soltarse y recuperar
la satisfacción de tener buenas y mejores relaciones sexuales, continuando explorando la
propia sexualidad y disfrutando más cada día.

Marc, 35 años: Eyaculación precoz. 8 sesiones. (Baja consecución de


objetivos)

Los casos de tratamiento psicológico de eyaculación precoz van muy bien o muy mal:
ésta es la conclusión a la que hemos llegado en PSIGMA en nuestros años de
experiencia.

Marco acudía muy preocupado por su problema de eyaculación precoz moderado:


aguantaba tan sólo uno o dos minutos en las relaciones sexuales antes de eyacular.

"Temo mucho que mi mujer se canse de mí".

Establecimos objetivos después de haber diagnosticado que se trataba de un


problema psicológico lo que le provocaba la disfunción sexual. Desde el principio
notábamos que Marco no confiaba en poder mejorar e insistimos en que dejase tiempo y
sesiones para conseguir pequeñas mejoras que le diesen confianza.

A pesar de la información, Marc consideró que estaba perdiendo el tiempo y que su


problema no era psicológico, debiendo buscar otras alternativas.

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